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JO SiíiT H l'E R A L

C U A D E R N O S DE T E A T R O X X I

Dirección Osvaldo Pelletíieri

GETEA LA TEATRALIDAD1
G r u p o d e E st u d io s d e T ea tr o A r g e n t in o e I b e r o a m e r ic a n o
F a c u lt a d d e F il o s o f ía y L e t r a s (U B A ) I n v e s t ig a c ió n s o b r e l a e s p e c if ic id a d
DEL LENGUAJE TEATRAL

F o rm u larse h o y el p ro b lem a de la tea tra lid a d , es in ten tar defin ir lo


que distingue al teatro de los otros géneros, y, m ás aún, lo que lo distingue
de las otras artes del esp ectácu lo , y m uy p a rticu larm en te de la danza, de la
ACERCA DE LA TEATRALIDAD p e r fo m a n c e 2 y de las artes m u ltim e d ia s. E s e sfo rz a rse p o r d ilu c id a r su
natu raleza p ro fu n d a m ás allá de la m u ltiplicidad de las p rácticas individuales,
de las teorías de la rep resen tació n , de las estéticas. Y es ad em ás, tratar de
e n c o n tra r los p a rá m e tro s que, d esde los o ríg en es, tien e en c o m ú n todo
JOSETTE FÉRAL em p ren d im ien to teatral. E l p ro y ecto p a re c e am b icio so , titán ico , p ro b a b le ­
m en te irreal. P o r lo tanto, sólo se tratará aquí de b u sc a r señales, p lan tear
h ito s p a ra u n a re fle x ió n qu e p id e ser p ro fu n d izad a.

P o d ría decirse que el teatro, asi com o las otras artes, fue llev ad o en el

60109 -11 copias- sig lo X X , a re c o n sid e ra r sus certezas. L o que, a fines del siglo X IX , surgía
todavía de estéticas teatrales claras, y por esencia norm ativas, progresivam ente

ILAC fue cuestionado en el siglo X X , al m ism o tiem po que la escena tom ó distancia
con resp ecto al texto y al lu g ar que éste debía o cu p ar en el em p ren d im ien to
Teóricos de teatro Unidad 1

! Este artículo apareció en la Revista Poétique, n° 75, París, de septiembre de 1988,


pp. 347-361.

2 E! término “perfomance” se corresponde aquí con lo que en inglés se denomina


“perfomance arí”, es decir un arte nacido del happening cuyos límites con las otras
artes (pintura, escultura, música) no son estancos. Cf. a ese respecto, ver el estudio que
sobre ese tema hizo Roselee Golberg a i Perfomance, Live Art, 1909 ¡o the Present,
E d ito ria l F a c u lta d d e F ilo so fía y L e tr a s New York, E. P., Dutton, 1979. Cf. también "Perfomance et théátralité: le sujet
N u e v a G e n e ra c ió n . (U B A ) démystifíé”, en Théátralité, écriture et Mise en scéne, J. Féral, J. Savona y E. WaLker
Editores, Montréal, Hurtubise HMH, collección “Breches”, 1985, p.p. 125-140,

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A c e r c a d e l a T e a t r a l id a d J osette F eral

te a tra l3. H a b ie n d o sid o c riticad o se v eram en te el texto y sin p o d e r seg u ir tiem p o que la n o ció n de lite ra tp rid a d 5, au n q u e h ay a co n o cid o u na difusión
garan tizan d o la te a tra lid a d de la escena, era n o rm al que los h o m b res de m ás len ta, ya qu e la m a y o r p arte de los tex to s que ab o rd an el tem a que
teatro se in terro g a ran a p a rtir de ese m om ento sobre la esp ecificid ad del acto p u d ie ro n reco p ilarse datan de los ú ltim o s d iez a ñ o s6. E n p rin cip io , la n o ció n
te a tra l, so b re to d o p o rq u e esta e sp e c ific id a d p a re c ía , de ah o ra en m ás, de te a tra lid a d com o co n cep to es u n a p re o c u p a c ió n recien te que aco m p añ a
en g lo b arse con o tras p rá c tic a s com o la danza, la p e rfo m a n c e , la ópera. el fe n ó m en o de te o rizació n del teatro en el sen tid o m o d ern o del térm ino.
S eg u ram en te, se o b jetará que la P o étiq u e de A ristó teles, L e P a ra d o x e du
E ste su rg im ie n to de la teatralid ad en otros esp acio s d iferen tes de los c o m ed ien de D id ero t, los P refacio s de R ácin e, los de V íc to r H u g o , p o r no
del teatro, p a re c e ten er p o r co ro lario la d iso lu ció n de los lím ites entre los citar m ás que estas obras, constituyen en gran m edida un trabajo de teorización
g én ero s y de las d istin c io n e s form ales entre las prácticas: de la d an za-teatro so b re teatro. P ero bien se sabe que la teo rizació n del teatro en su scníiíio
a las artes m u ltim ed ias, p a san d o p o r los h a p p en in g s, la s p e r fo m a r c e s y las actu al, es decir, com o re fle x ió n sobre la esp e c ific id a d de los gén ero s y la
nuevas tecn o lo g ías, las p articu larid ad es son cada v ez m ás d ifíciles de definir. d e fin ic ió n de c o n c e p to s a b s tra c to s c o m o el “ s i g n o ” en el te a tro , la
A m edida que lo e sp e c ta c u la r)' lo teatral in corporan nuevas form as, el teatro, “se m io tiz a c ió n ” , la “ o s te n s ió n ” , el “ fra g m e n to ” , el “ e x tra ñ a m ie n to ” , el
de rep en te d e sc e n tra d o , estab a forzado a re d e fin irse 4, p u es a p artir de ese “ d e sp la z a m ie n to ” , es m u ch o m ás recien te. E s el sig n o de u n a ép o ca en la
m o m en to h a b ía p e rd id o sus evid en cias. cual R. B arth es exp u so la fascin ació n p o r la teoría.

¿ C ó m o d efin ir en to n ces la te a tra lid a d h o y ? ¿Es n ecesario h a b lar de Si la no ció n de tea tra lid a d conoce u n a cierta difusión, p articu larm en te
te a tra lid a d en sin g u la r o de teatralid ad es en p lu ral? ¿E s la teatralid ad es activa d esde h ace alg u n o s años, esta d ifu sió n re c ie n te p arece h a c e r o lv id ar
u n a p ro p ie d a d ex c lu siv a del teatro o p u e d e p a ra le la m e n te in c o rp o ra r lo u n a h istoria m ás lejana, puesto que la noción de teatralid ad puede ser descripta
cotidiano? ¿Es u n a cualidad (en el sentido k an tian o del térm ino), preexistente en los p rim e ro s te x to s de E v rein o v (1 9 2 2 ). E v re in o v h a b la en ello s de
al objeto del cual se en v iste, u n a co n d ició n del su rg im ien to de lo teatral? ¿O “te a tra ln o st” y allí in siste sobre la im p o rtan cias del sufijo ost, afirm an d o
seria m ás b ien una c o n se c u e n cia de u n cierto p ro ceso de te a traliza c ió n que q ue allí está su m ás g rande d e sc u b rim ien to 7 .
d escan saría sobre lo real o sobre el sujeto? Tales son algunas de las preg u n tas
que p reten d e fo rm u la r este trabajo.

5 Cf. a título de indicación Micea Marghescou, Le Concept de littérarité: Essai sur


R e s u m e n h is t ó r ic o lespossibilités ihéoriques d ’une science de la liltérature, La Haya, Mouton, 1974:
Caries Bouazis, Liltérature et Société: Théorie d ’un modéle du foncrionnerrent
littéraire, París, Mame, 1972; Thomas Aron, Liltérature eí Littérarité: Essai de
L a n o c ió n de tea tra lid a d p are ce h a b er surgido en la histo ria al m ism o mise au point, París, Les Belles Lettres, 1984; así como las primeras referencias
acerca de la noción de “literaturídad” esbozadas en el marco de la Escuela de Praga.

6 No obstante, es preciso notar* que el término “teatralidad” fue introducido en Francia


por Roland Barthes en 1954 (“Le théátre de Baudelaire”), prefacio a una edición del
3 Signo de esta importancia es el sondeo efectuado en 1912 por la RevistaZ.es Marges y que Círculo del Mejor Libro, tomado en los Essais critiques, París, Éditions du Seuil, 1964.
pedía al público: “En su opinión, ¿quién es superior, el hombre que ama la lectura o el
hombre apasionado por el teatro?” En ese momento, la mayoría de los participantes 7 Cf. \aRevue des eludes siaves, 53, 1981 (Sharon M ane Camicke, “L’instinct théatral:
respondieron que el texto leído superaba al espectáculo. Esto es reportado por André Evreinov et la théátralité”, p. 98). En francés, la expresión conservada fue la de
Veinstein en La Mise en scéne et sa condition esthétique, París, Flammarion, 1955, p. 55. “théátralité”; en inglés, el léxico parece oscilar entre “thealrality" y “theatricality”
(Modern Drama, vol XXV, 1, marzo de 1982, “Special Issue on Thcory o f Drama
4 Idéntica situación a la causada por la invención de la fotografía, que había fo ra d o and Perfomance”) haciendo un uso de la noción menos importante que la que hace
a la pintura a definirse con nuevas finalidades y a circunscribir su especificidad. el francés. En español, la expresión es “teatralidad”.
J o sette F eral,

L e x ic a lm e n te p o c o d e fin id a , e tim o ló g ic a m e n te p o c o c la ra , la se n o s ap arece com o p o rtad o r de la te a tralid ad p o rq u e allí el sujeto p ercib ió


te a tra lid a d p a re c e su rg ir d e ese “ co n cep to tá c ito ” que m e n c io n a b a M ich ael relaciones, una puesta en escena de lo especular. E sta im portancia del espacio
P o la n y 8 y que se d efin e c o m o u n a "idea concreta d irecta m en te m a n eja b le p a re c e fu n d am en tal p a ra toda tea tra lid a d , en la m ed id a en que el p asa je de
p e ro q u e no se p u e d e d e sc r ib ir m á s q u e in d irecta m en te " y que se aso cia de lo literario a lo teatral es siem pre, y p rio rita ria m e n te , u n trabajo espacial.
m an e ra p riv ile g ia d a al teatro.
Segundo escenario. U sted está en el subterráneo y asiste a una discusión entre
dos pasajeros. U no de ellos fum a y el otro interviene con bastante vehem encia
L a t e a t r a l id a d c o m o in h e r e n t e a l o c o t id ia n o para ordenarle no film ar de acuerdo a las prohibiciones. E¡ prim ero se niega a
obedecer: hay insultos, am enazas, y el tono de la discusión sube. L os otros
Q u e la te a tra lid a d n o p e rte n e c e p ro p ia m e n te al teatro , es lo que espectadores observan con atención, algunos hacen com entarios, tom an partido.
alg u n o s e jem p lo s p u e d e n a c la ra r in terro g a n d o a las c o n d icio n es m ism as de L a form ación se detiene delante de un im ponente cartel publicitario. L a agredida
la m a n ife sta c ió n de la te a tra lid a d en la e scen a y fu era de ella. A lg u n o s (una m ujer) desciende rem arcando m uy fuerte a los espectadores presentes la
ejem plos van a o rientar nu estra reflexión, proponiendo im aginar los siguientes desproporción que existe entre la prohibición de fumar, escrita en un cartel m uy
escen ario s: pequeño sobre el plano del subterráneo, m ientras que la incitación a fum ar ocupa
la totalidad de una pared de la estación.
P r im e r e scen a rio . U ste d en tra en u n a sala te atra l d o n d e u n a d isp o sició n
escen o g ráfica espera v isib lem en te el com ienzo de una representación; el actor ¿H ay te a tra lid a d en el in c id e n te ? L a te n d e n c ia se ría re s p o n d e r
no está allí; la pieza no com enzó aún. ¿P uede d ecirse que aquí h ay teatralidad? n e g ativ am en te: no hubo ni pu esta en escen a, ni ap ela ció n a la m irad a del
R e sp o n d e r a firm a tiv a m e n te , es re c o n o c e r que la d isp o sició n “tea tra l” del otro en tre los p ro tag o n istas, ni ficción; h u b o a lo sum o im plicados en un a
esp a cio escén ico c o n lle v a u n a c ie rta tea tra lid a d . El esp ec ta d o r sab e lo que escaram u za. A h o ra bien , el e sp ectad o r que h u b iera d escen d id o en la m ism a
p u e d e esp erar del espacio y de la escenografía: teatro 3. A h o ra bien, el p ro ceso estació n habría d escu b ierto que las p erso n as que in terv in iero n eran actores
teatro n o está en curso, la re p re sen ta c ió n no tiene lu g ar aún; su so p o rte y q ue h acía n teatro invisible, según los p rin cip io s definidos p o r A ugusto
p rin c ip a l, el actor, está a u sen te; y, sin em b arg o , cierta s reg la s y a están B oal. ¿H abía entonces teatralidad en el espectáculo al que in v o lu n tariam en te
plan tead as; ciertos signos están allí. T iene lugar u n a sem iotización del espacio asistió el espectador? A p o ste rio ri, sería p o sib le d ecir que sí.
q u e h a c e q u e el e s p e c ta d o r p e rc ib a la te a tra liz a c ió n de la e sc e n a y la
te a tra lid a d del lugar. Se im p o n e una p rim era c o n clu sió n : la p re se n c ia del ¿Q ué conclusión se p u ed e ex traer de ese cam bio de op in ió n ? Q ue en
a cto r no fu e n e c e sa ria p a ra re g istra r la te a tra lid a d 10. En cu an to al esp acio , e ste caso la teatralid ad parece h aber surgido del sab er del espectador, a p a rtir
del m o m en to en que fue inform ado de la intención de h a cer teatro qu e estaba
d irig id o a él. E se sab er m o dificó su m irad a y lo forzó a v er lo e sp ecta cu la r
a llí d o n d e no h a b ía h a s ta e n to n c e s m á s q u e lo e s p e c u la r, o se a , lo
8 En The TacitDimensión, New York, Garden City, 1967, como lo llama J.Baillo, “D ’uae c irc u n sta n c ia l'1. T ran sfo rm ó en fic c ió n lo que acep tab a com o co tid ian o ;
entreprise de théátralité”, Théátre/Public, 18-19, enero-junio de 1975, p. 109-122.

9 El espectador espera teatro y no danza, ópera, música o cine. En ese sentido, el


espacio en el cual entra ya está codiñeado.
" A propósito de lo espectacular, Cuy Debord escribe: “El espectáculo no es
10 Esta ausencia del actor plantea un problema. ¿Hay teatralidad sin el actor? Esa es identifícable con una simple mirada, aun combinada con la escucha. Es ¡o que escapa
la pregunta fundamental. Beckett intenta dar una respuesta haciendo trabajar al actor a la actividad de los hombres, a ia reconsideración y a la corrección de su obra. Es lo
hasta los límites de su desaparición. contrario del diálogo” (La Société du spectacle, Gérard Levici, Champ Libre, 1971).

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A c e r c a d e l a T e a t r a l id a d J osette F eral

se m io tiz ó el e sp ac io , d e sp la z ó sig n o s q u e a h o ra p u e d e le e r de m a n e ra c r e a u n a d iv i s i ó n e s p a c i a l a h í d o n d e p u e d e e m e r g e r la ilu s ió n


diferente, h acie n d o su rg ir el sim u lacro en los cu erp o s de los p e rfo rm e u rs y -c o rre sp o n d ien te al ú ltim o ejem p lo - y que p u ed e dirigirse indistintam ente
la ilusión ahí donde no lo esperaba, m uy cercana a él, en su espacio cotidiano. so b re los h ech o s, los co m p o rtam ien to s, los cuerpos, los objetos y el espacio,
L a te a tr a lid a d a p a re c e aq u í del lado del p e r fo r m e u r y de su in te n c ió n tanto de lo co tid ian o com o de la ficción.
a firm a d a de h a c e r teatro , u n a in ten ció n cuyo secre to debe c o m p a rtir el
espectador y sin cuyo co n o cim ien to hay con fu sió n , y la teatralid ad se escapa. La c o n d ic ió n de la te a tr a lid a d s e ría en to n c e s la id e n tific a c ió n
(cuando ella fue deseada p o r el otro) o la creación (cuando el sujeto la proyecta
Tercer escen a rio . F in a lm e n te , un ú ltim o ejem plo. S en tad a a u n a m e sa en la so b re las cosas) de u n espacio otro del co tid ian o , un espacio que h a sido
v e re d a de un café, u sted m ira p a sa r los h o m b re s p o r la calle. E llo s no tien en cread o p o r la m irad a del esp ectad o r, pero fu e ra del cual él p erm an ece. E sta
ni el deseo de ser v isto s ni la in te n ció n de actuar. N o p la n e a n ni sim u lacro ni d iv isió n en el espacio que crea u n afu era y un adentro de la te a tra lid a d es el
ficción, al m enos en ap arien cia. N o se e x h ib en, al m en o s no es esa la p rim e ra esp acio del otro. Es el fu n d ad o r de la a lterid ad de la tea tra lid a d .
razó n de su p re se n c ia en ese lugar. A p e n as si p re sta n a ten c ió n a esa m ira d a
que se p o sa so b re ellos y que ellos ignoran. L a te a tra lid a d así p e rc ib id a sería no so lam en te la ap arició n de un
q u ieb re en el espacio, de una d iv isió n en lo real p a ra que p u ed a surgir una
A h o ra b ien , la m ira d a q u e se p o sa en ellos lee so b re los cu erp o s que alterid ad , sino la c o n stitu ció n m ism a de este esp acio d iseñ ad a p o r la m irada
o b serv a, en su g e stu a lid a d , en su in s c rip c ió n en el e sp a c io , u n a c ie rta del esp ectador. U na m irad a qu e lejos de $er p a siv a, co n stitu y e la co n d ició n
tea tra lid a d . E sta teatralid ad , la in scrib e en rea lid a d p o r u n sim p le ejercicio , de em ergencia de la teatralidad, arrastrando verdaderam ente una m odificación
v o lv ien d o a d isp o n e r la g estu alid ad del otro en el esp acio de lo especular. D e c u a lita tiv a (de la q ue h ab lab a H u sserl), de las relacio n es entre los sujetos: el
este ú ltim o e je m p lo , p o r la o b lig a c ió n q u e im p o n e al e s p e c ta d o r12, se otro d ev ien e actor, sea p o rq u e m a n ifie sta q ue está en rep re se n ta c ió n (la
desp ren d e u n a im p o rtan te co n clu sió n : la te a tra lid a d no p a rece o cu p arse de in iciativ a p erten ece al actor), sea p o rq u e la sim p le m irad a que el esp ectad o r
la n a tu ra le z a del o b jeto que ella ab o rd a: actor, esp acio , o b jeto , su ceso ; p o n e so b re él lo tran sfo rm a en a c to r -h ech o esto a p esar suyo- y lo in scrib e
tam p o co está del lado del sim u lacro , de la ilu sió n , de la a p arien cia, de la en la te a tra lid a d (la iniciativ a p e rten ece en to n ce s al espectador).
ficción, p u esto que se la p u d o o b serv a r en situ acio n es c o tid ian as. M ás que
u n a p ro p ie d a d , c u y as caracte rístic a s se ria p o sib le an alizar, la te a tra lid a d L a te a tra lid a d co n siste tanto en situ a r la co sa o lo otro allí d o n d e la
p arece ser u n p ro c e s su s, u n a p ro d u c c ió n que p rim e ro se refiere a la m irad a, te a tra lid a d p u e d e in g resar en ese esp acio otro, p o r el efecto de encuadre
m irad a q ue p o stu la y crea un esp a cio otro que se to rn a el espacio del otro d o n d e se le inscribe al que, o lo que, se m ira (cf. tercer ejem plo), com o en
-esp acio v irtu a l- y d eja lu g a r a la a lterid ad de los su jeto s y ai su rg im ien to de tran sfo rm ar el suceso en signos (un sim p le h ech o co tidiano se tran sfo rm a así
la ficción. E ste esp acio es el resu lta d o de u n acto c o n scien te q u e p u ed e en esp ectáculo -cf. nuestro segundo ejem plo-). M ás que com o u n a propiedad,
p a rtir o del p e r fo r m e u r m ism o (en el sentid o am p lio del térm ino: actor, la te a tra lid a d ap arece ento n ces en esta fase de n u estra re flex ió n com o un
directo r de escena, escen ó g rafo , ilum inador, pero tam b ién arquitecto)- donde p ro c e ssu s que señ ala los sujetos en p ro c e s o 13: o b serv ad o -o b serv ad o r. L a
e n c u e n tra n sen tid o los dos p rim ero s ejem p lo s; o del e sp ectad o r cu y a m ira d a te a tra lid a d es un h acer, un s u c e d e r q u e c o n s tru y e un o b je to a n te s de
co n sag rarlo com o tal. E sta construcción es el resultado de una doble polaridad
que p u e d e p a rtir tanto de la escena y del a c to r com o del espectador.

^2 Esto permitiría leer, al revés del segundo ejemplo dado (la escena en el subterráneo),
para responder esta vez por la afirmativa a la cuestión que precedentemente se formuló
(¿Era teatral esta escena?): si, el espectáculo en el subte era portador de teatralidad,
aun cuando el espectador ignoraba que se trataba de teatro. 13 Según la expresión consagrada por Julia Kristeva.
i. ljíu i £LfU J osette F eral

■Lo que h a c e la m irad a de la esp ectad o ra sentada en la v e red a del café, te a tro la c o n v o c a . U n a v e z c o n v o c a d a , e sta te a tr a lid a d se c a rg a de
o aq u ella d el e sp e c ta d o r en la fo rm ació n del tren su b terrán eo , o tam b ién la c a racterísticas p ro p iam en te teatrales que so n co le c tiv a m e n te v alo rizad as y
de aq u él q u e e n tra en u n teatro , es c rear ese espacio sep arad o , espacio otro soc ia lm en te d ensas. P ero esta tea tra lid a d p ro p ia del teatro no p o d ría ex istir
d o n d e lo otro tie n e su lugar. Si esta se p a ra c ió n n o ex istiera, no h a b ría si n o h u b iera la p o sib ilid a d de u n a trascen d en cia de la teatralid ad . E l actor
p o sib ilid a d de te a tro p o rq u e lo o tro estaría en m i esp a c io in m ed iato , es d ecir
en lo co tid ian o . N o h a b ría ni tea tra lid ad , ni con m a y o r razón, teatro.

L a te a tra lid a d ap a re c e en to n ces en su p u n to de p artid a com o una H En Evreinov, la teatralidad es vista como un instinto, el de “transformar las apariencias de
la naturaleza”. Este instinto que Evreinov en otra parte llama “la voluntad de teatro” es un
o p e ra c ió n co g n itiv a, in clu so fan tasm ática. E lla es u n acto p erfo rm ativ o del
impulso irresistible, que se encuentra en todos los hombres (cf. Le Théátre por soi) igual
q u e m ira o del q u e h ace. C re a u n esp acio v irtu a l d el o tro ; ese esp a c io que el juego lo es en los animales (cf. Le Théátre chez ¡es animaux). Se trata entonces de
tra n sic io n a l del cu al h a b la b a W innicott; ese u m b ra l {lim en) del que h ab lab a 'una cualidad casi universal y presente en el hombre antes de todo acto propiamente estético.
T u m e r; e se e n c u a d re d el q u e h a b la b a G o fim a n , q u e p e rm ite al su jeto que Es el gusto por el disfraz, el placer de generar la ilusión, de proyectar simulacros de sí
mismos y de lo real hacia el otro. En este acto que lo transporta y lo transforma, el hombre
h ace, co m o al que m ira, el p a sa je del aquí a o tra parte.
parece ser el punto de partida de esta teatralidad: él es la fuente y el primer objeto: ofrece
simulacros de sí. Evreinov habla de transformación de la naturaleza (no se desarrollan aqui
Es d ecir que la teatralidad no tiene m anifestaciones físicas obligadas: las apuestas teóricas puestas en escena por las nociones de naturaleza y de real), otro nombre
no tiene propiedades cualitativas que perm itirían descubrirla con seguridad. N o dado a lo real. Es preciso concluir que para Evreinov el hombre está en el centro del proceso;
es fundamental para la emergencia y para la manifestación de la teatralidad
es un dato em pírico. Es u n a ubicación del sujeto con relación al m undo y con Encontrando su origen en un “instinto”, como lo afirma Evreinov, la teatralidad antes
relación a su im aginario. E sta ubicación de las estructuras del imaginario fondadas que nada está ligada al cuerpo del actor y aparece como el resultado, primero, de una
sobre la p re se n c ía d el otro, es lo q u e autoriza el teatro. Ver la teatralidad en estos experiencia física lúdica antes de tomar la forma de una actividad intelectual que apunta
a una estética dada. Esta experiencia lúdica acarrea una transformación de la naturaleza.
térm inos plan tea el interrogante de la trascendencia de la teatralidad.
Es decir, entonces, que el proceso fundante de la teatralidad es aquí pre-estétíco. Ella
apela a la creatividad de! sujeto, pero también precede a la creación como acto estético y
artístico realizado. Como observa Evreinov, esta transformación puede tener lugar en la
vida de todos los días. Sobre ese punto el margen es mínimo entre el teatro y lo cotidiano.
E l t e a t r o c o m o r r e - e s t é t ic a : ¿ q u é es l o q u e p e r m it e la
La teatralidad define de esta manera que su sentido más amplio pertenece a todos.
e x is t e n c ia d e l o t e a t r a l ?
14 A1 comprender profundamente las convicciones de Evreinov y el lazo que mantienen
con la época en la cual ellas han sido elaboradas (en particular en lo que toca a la
Si estam o s p re p a ra d o s p a ra a d m itir q u e ex iste u n a teatralid ad de los noción de instinto), podría decirse con certeza que se trata allí de una manera de ver
la teatralidad que podría comprender la antropología, la etnología quizás, y que no
acto s, de lo s a c o n te c im ie n to s, de las situ acio n es, de los o b jeto s, fu era de la pertenecería exclusivamente al teatro. Intentando acercar teatralidad y cotidianeidad,
escen a teatral, la p re g u n ta que se fo rm u la es de o rd en filo só fico , p o rq u e ella Evreinov se arriesgaba a hacer desaparecer la especificidad de la teatralidad escénica
in te rro g a la p o sib le ex iste n cia de u n a tra scen d en cia de la te a tra lid a d (para (puesto que inscribe la teatralidad en lo cotidiano); pero procediendo de esta manera
él daría al término teatralidad una extensión que merece ser explorada. Lo que
h a b la r en térm in o s k a n tian o s), de la cual la te a tra lid a d escén ica no sería
Evreinov percibía, es que la teatralidad, antes de ser un fenómeno teatral, es una
m ás q u e u n a e x p re s ió n 15. propiedad (una trascendencia) que puede ser inducida sin pasar por el estudio
empírico que supondría la observación de las diversas prácticas teatrales.
V ista así, la te a tra lid a d ap arec e co m o u n a e stru c tu ra trascen d en tal.
Son las c o n d icio n e s g en erale s de la te a tra lid a d las que se u tiliz a n en el 15 Cf. la participación forzada a la que los actores someten a los espectadores. Cf, las
experiencias del Living, Pero no las de la teatralidad. Cf. con ese propósito la noción
te a tro . Y esto es así p o rq u e h a y p o sib ilid a d de la tra s c e n d e n c ia d e la de “sagrado” en G. Bataille. por ejemplo, en Antigone, o aquellas de toda una práctica
tea tra lid a d , p o rq u e h a y te a tra lid a d en íá escen a. D ich o de otro m o d o , el de los años sesenta donde el espectador se encontraba de pronto empujado a entrar
teatro es p o sib le so la m en te p o rq u e la p o sib ilid a d de te a tra lid a d ex iste y el en el área de juego, en ese espacio del otro, a menudo defendiendo su cuerpo, de allí
el sentimiento de violencia que sentía.

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A c e r c a d e l a T e a t r a l id a d J osette F eral

se sitú a en esta estru ctu ra trasc e n d e n ta l, sum erg id o com o está en ese espacio E l actor
separado que él elige o que se le im p o n e 16. Si el actor es el portador de la teatralidad en el teatro -axiom a que Peter
B ro o k quizás le endosaría de b uen g ra d o '8-, todos los sistem as significantes -
espacio escenográfico, v estuario, m aquillaje, narración, texto, ilum inación,
L a t e a t r a l id a d t e a t r a l accesorios- p u ed en desaparecer sin que la tea tra lid a d escénica sea afectada en
profundidad. A lcanza con que el actor subsista p ara que la teatralidad sea
Si la c o n d ic ió n sin e qua non de la teatralid ad , tal co m o la d efin im o s preservada y que el teatro pueda tener lugar: p rueba de que el actor es uno de los
co n an terio rid ad , es ante todo la c reació n de otro esp acio d o n d e p u e d e su rg ir elem entos indispensables p ara la prod u cció n de esta teatralidad.
la ficció n , esta c a rac te rístic a n o nos p a re c e p ro p ia del teatro. ¿C uáles sería n
en to n ce s los sig n o s p ro p io s de u n a esp e c ific id a d e sc é n ic a 17? ¿Es sólo el E l actor es a la vez p roductor y p o rtad o r de la teatralidad. É l la codifica,
teatro el q u e tien e el p o d er de p ro d u cirla? la inscribe sobre la escena en signos, en estructuras sim bólicas trabajadas p o r
sus p u lsiones y sus deseos en tanto sujeto, sujeto en proceso, explorando su
E v re in o v a firm ab a que la teatralid ad del teatro ese n c ia lm e n te rep o sa interior, su doble, su otro, a fin de hacerlo hablar. E stas estructuras sim bólicas
sobre la te a tra lid a d del acto r m o v id o p o r u n in stin to teatral que su scita en él perfectam ente codificadas y fácilm ente reconocibles p o r la m irad a del público
el gusto de tra n sfo rm a r lo real q u e lo circu n d a. Él p resen ta la teatralid ad que se las apropia com o m odo de sab er o de experiencia, co nstituyen todas las
com o u n a p ro p ie d ad q u e p a rte del acto r y teatra liz a aq u ello que lo ro d ea: el form as narrativas de lo ficcional que se inscriben en la escena (personajes
yo y lo real. A h o ra b ien , ten em o s en esta d o b le p o la rid a d (y o -real) los fan tasm á tico s, atletas del gesto, m ario n etas m e cá n icas, relatos, diálogos,
“ in terv en to re s” fu n d am en tales de toda reflex ió n sobre la teatralidad', su lugar re p re se n ta c io n e s), y qu e el a c to r h ace su rg ir en el teatro . B asá n d o se en
de em erg e n c ia (el acto r) y su resu ltad o (la relació n que ella in stitu y e con lo sim ulacros, en ilusiones, estas estructuras m u estran en la escena la em ergencia
real). L as m o d alid ad es de la relació n que se estab lec e n entre los dos p olos de m undos po sib les de los cuales el esp ectad o r aprehende a la v ez toda la
están dadas p o r la representación, cuyas reglas provienen a la v e z de lo puntual verdad y to d a la ilusión. M ás que estas estructuras que están a la vista, la
y de lo p e rm a n en te . E n efecto , entre esos dos p o lo s, los rec o rrid o s p u e d e n m irad a del p ú b lic o in te rro g a bajo la m áscara la p resen cia del otro, su destreza,
ser variad o s, no p o d rían ser o b lig ato rio s. E llos d isp o n en de tres m o d alid ad es su técnica, su actuación, su arte de la sim ulación, de la representación.
de u n a rela ció n que d efin e el p ro ceso de la te a tra lid a d y que p o d ría a b arcar
el c o n ju n to del teatro , re sp e tan d o las v a riacio n es h istó ricas, so cio ló g ic as o P o rq u e la m irad a del p ú b lico siem p re es d oble. Jam ás se deja atrap ar
estéticas: el actor, la fic c ió n y la rep resen tació n . to talm en te. L a p a rad o ja del co m ed ian te es la suya: c re e r en el otro sin creer
d el todo. C om o d ice S ch ech n er, el e sp ectad o r es co n fro n tad o al n o -n o y o del
A c to r..................................................................................... F icc ió n a c to r1’. El a cto r se en tre g a a él a trav és de sim u lacro s, q ue so n etapas de un

R e p re se n ta ció n

18 Cf. P. Brook: “Yo puedo tomar cualquier espacio vacío y llamarlo un escenario. Alguien
atraviesa este espacio vacío mientras que algún otro lo observa, y es suficiente para que el
acto teatral comience”. (L'espace vide, París, Éditions du Seuil, 1977,p. 25).
16 Idem nota 15
19 Cf. AH effectiveperformances share this 'not-nol not'quality: Oliver is not Hamlet,
17 En “El apuntador inquieto”, número especial de A ltem atives théátrales, 20-23, but abo he is not not Hamlet: his performance is between a denial ofbeing another
diciembre de 1984, J.-M. Piemme escribe que la teatralidad es lo único que el teatro (-1 am me) and a denial o f not being another f= / am Hamlet) ” (R. Schechner, Between
puede producir. Es lo que las otras artes no dan, lo que no pueden producir. Theatre andAnthropology, Filadelfia, University of Pennsylvania Press, 1985, p. 123).
j o se t t e F e r a l

p ro c e so e n el c u a l el p ú b lic o sab e m u y b ien que a lo q u e está asistien d o El in tro d u ce (¿crea?) la teatralid ad en la escena. M ás que ser p o rtad o r de
re p re se n ta só lo u n a etapa. E l acto r exp resa la tra v e sía de lo im ag in ario , el in fo rm ació n , de saber; m ás que to m ar a su cargo la rep resen tació n , m ás que
d eseo de se r otro, la tra n sfo rm ac ió n , la alteridad. A sí in terro g a d o , ex -p u esto a su m ir la m im e sis, él ex p re sa la p re se n c ia del actor, la in m e d ia te z del
e n esc e n a , el a c to r tra b a ja en los lim ites de su yo, ahí d o n d e su d eseo se a c o n tecim ien to y su p ro p ia m a terialid ad 22.
v u elv e resu ltad o ; m arcan d o la diferen cia, el d esp lazam ien to , lo d esconocido.
M o strad o com o espacio, com o ritm o, com o ilu sió n , com o opacidad,
L a t e a t r a l i d a d d e l c o m e d i a n t e se s i t ú a e n t o n c e s e n e s e com o transparencia, com o lenguaje, com o relato, com o personaje, com o atleta,
d e s p la z a m ie n to q u e el a c to r o p e ra e n tre él c o m o y o y él c o m o o tro, en esta el c u erp o del a c to r n o s p are c e u n o de los elem en to s m ás im p o rtan tes de la
d in á m ic a q u e él in sc rib e . E lla se e n c u e n tra e n u n p ro c e s o d e l c u a l el acto r te a tralid ad en la escena.
es la a p u e s ta y q u e le h a c e sen tir, a tra v és de los m o m e n to s de in m o v ilid a d
de las e stru c tu ra s s im b ó lic a s, la am e n a z a sie m p re p re s e n te del reto rn o del L a a ctu a c ió n (e lju e g o )
su je to . S e g ú n las e sté tic a s, e sta te n s ió n e n tre las estru c tu ra s sim b ó lic a s de A quí in terv ien e u na seg u n d a n oción, fu n d am en tal p ara la teatralidad
lo te a tra l y los ata q u e s v io le n to s de lo p u lsio n al, está m ás o m en o s v alorado. d el acto teatral, la de actu ació n . P ara q uien b u sca circ u n sc rib ir la noción
E n u n e x tre m o se e n c u e n tra A rta u d , en el o tro el teatro o rien tal. D e u n o a general de ju eg o al teatro, la definición dada p o r H uízinga23 parece apropiada.
o tro se e n c u e n tra to d a la d iv e rsid a d de las esc u e la s y de las p rá c tic a s Ju g ad a, es llevar...
in d iv id u a le s20.
“...una acción libre, sen tid a com o fic tic ia y situ a d a fu e r a de
E l lu g a r p riv ile g ia d o del e n fren tam ien to de la alterid ad es el cuerpo la vid a corriente, ca p a z sin em b a rg o d e a b so rb er totalm ente
d e l acto r, u n c u e rp o en re p re s e n ta c ió n , en e sce n a; c u e rp o p u ls io n a l y al ju g a d o r ; una acción desp o ja d a de todo interés m a teria l y
sim b ó lico , d o n d e la h iste ria se co d ea con la m aestría. E se cuerpo es el lu g ar de toda u tilid a d ; que se realiza en un tiem p o y en un espacio
a la v e z del sa b e r y d e la m ae stría . A l q u e a m e n a z a sin c e sa r u n a c ierta e x p resa m en te circu n scrip to s, que e v o lu c io n a con orden y
in su fic ie n cia , fallas, u n a c a re n c ia del ser. P o rq u e ese cuerpo es im p erfecto segi'm reglas d a d a s."
p o r d efin ic ió n y c o n o c e sus lím ites. P o rq u e, h echo de m ateria, es v u ln era b le
y so rp re n d e c u an d o se su p e ra21. L a actu ació n (el ju e g o ), im p lica entonces u n a actitud co n scien te de
p arte del p articip an te (to m ad o aquí en su sen tid o m ás g eneral: actor, d irecto r
P ero ese cuerpo no es ún icam en te perform ance. P uesto en el escenario, de escena, escen ó g rafo , dram atu rg o ). Ju eg o del que iodos fo rm an parte
p u e sto en sig n o s, se m io tiz a to d o lo q u e lo rodea: el esp acio y el tiem p o , el llev án d o se a cabo en él, el a q u í y ahora de u n esp a cio otro del espacio
relato y los diálogos, la e scen o g rafía y la m úsica, la ilum inación y el vestuario.

22 Para Piemme, ese cuerpo lleva la materialidad, la singularidad, la vulnerabilidad,


20 Esa relación con el cuerpo difiere, por supuesto, según las escuelas de formación porque es cada vez más anacrónico frente a las tecnologías. Aunque cada vez más
del actor. Algunas tienden a darle un dominio absoluto, fundado en un método atlético: mediatizado, permanece singular. “En momentos donde lo real se mediatiza cada vez
es el ejemplo de Grotowski; otras preconizan la pérdida del actor en si mismo: es el más, donde la persona humana cede bajo las imágenes de sí misma que le devuelven
ejemplo de Artaud.
las modernas tecnologías de reproducción, el cuerpo, dentro de la redicalidad de su
presencia material en el espacio, no cesa de tener importancia” (Op. cit., p. 40).
21 Sorpresa idéntica a la que tiene el espectador en una competencia deportiva; a
menudo se ha presentado el paralelo entre deporte y teatro. Cf. Théátre / Public, 62, 23 J. Huizinga, Homo ludens, traducido del holandés por cécile Saresia, París,
m arzo-abril de 1985, así como en los Cahiers de théátre “Jeu”, 20, 1981-3. Gallimard, 1951.

—ico­ — 101—
A c e r c a d e l a T e a t r a l id a d J o s e it e F er a l

co tid ia n o , te n d ien d o a la re a liz a c ió n de g e sto s fu e r a d e la vid a c o rrien te. d e lo s o b je to s te a t r a l e s , (d e lo s c u a le s s e r ia p o s ib le e n u m e r a r las


E ste ju e g o p ro v o c a u n d e sg a s te p e rs o n a l cu y o s o b je tiv o s, in te n sid a d y p ro p ie d a d e s )25, sin o c o m o d in á m ic a , c o m o re s u lta d o de u n h a c e r que
m a n ifestacio n e s v arían de u n in d iv id u o al otro, de u n a ép o ca a la o tra y de u n p e rte n e c e sin d u d a, de m a n e ra p riv ile g ia d a , a q u ie n h ace te a tro ; p ero ella
g én ero a otro. ta m b ié n p u e d e p e rte n e c e r a a q u e l q u e to m a p o s e s ió n de la m ira d a , es
d e cir, al e sp e c ta d o r.
A d em ás, ese ju e g o escén ico está co d ificad o seg ú n reglas e sp ecíficas
q ue se su jetan , p o r u n a p a rte , a las reg las del ju e g o en g e n eral (e n cu ad re L a fi c c ió n y su rela ció n co n lo rea l
escénico, espacio otro, lib ertad es en el seno de ese cuadro, tran sfo rm a c io n es, E l te rc e r térm in o de 1a. re la c ió n es a q u e l q ue p o n e e n ju e g o lo real.
tra n sg re sio n e s...); y p o r otra p a rte , a reg las m ás e sp ecíficas q u e es p o sib le E le g ir h a b la r de la r e la c ió n c o n lo re a l en el te a tro p u e d e p a r e c e r
h isto rizar en la m ed id a en que ellas dan cu en ta de estéticas teatrales d iferentes p ro b le m á tic o , p u esto qu e la ta re a su p o n e la e x iste n c ia de un real c o n ceb id o
se g ú n las é p o c a s, los g é n ero s y las p rá c tic a s e sp e c ífic a s24. E sta s reg la s c o m o e n tid a d a u tó n o m a , c o g n o s c ib le y re p r e s e n ta b le . A h o ra b ie n , la
im p o n en un m arco de acció n en el sen o del cual el a cto r p u ed e to m arse re fle x ió n filo só fic a de h o y tien d e a m o s tra r có m o lo real no p u e d e se r el
alg u n as lib ertad es co n rela ció n a lo co tid ian o. re s u lta d o de u n a o b se rv a c ió n no p ro b le m á tic a , sino qu e sie m p re e stá ya
p ro d u c id o , y que es en sí m ism o u n re s u lta d o , u n a re p re se n ta c ió n , p o r no
E ste m arco no es el m arco e scén ico , co m o p o d ría m o s p e n sa r (m arco d e c ir u n sim u la c ro . N o o b sta n te , es im p o rta n te su b ra y a r el p ro b le m a de la
fís ic o , p e rte n e c ie n d o la m a y o r ía d e la s v e c e s al d o m in io de lo v is ib le ), re la c ió n de la te a tra lid a d c o n lo re a l, p o rq u e m a rc ó la re fle x ió n te a tra l
sin o u n m a rc o v ir tu a l, a q u e l q u e im p o n e la a c tu a c ió n c o n su s su je c io n e s h a s ta el c o m ie n z o d el sig lo X X , y p o rq u e g ra n p a rte del arte p o é tic o
y lib e rta d e s . S ó lo es v is ib le p o r la c o d if ic a c ió n tá c ita q u e o p e ra so b re el (S ta n isla v sk i, M e y e rh o ld ) lle v a el sello de e ste in te rro g a n te . E n o tro s
e sp a c io y los se re s q u e lo o c u p a n y q u e c re a el fe n ó m e n o te a tra l. M ás té r m in o s , ¿ p o d r ía d e c ir s e q u e la m a y o r o m e n o r a d e c u a c ió n d e Ja
q u e de m a rc o , c o n v e n d ría h a b la r a q u í d e m a rc o te a tra l, p o r re to m a r u n re p re se n ta c ió n del teatro a lo real es p o rta d o ra d e te a tra lid a d ?
c o n c e p to q u e Irv in g G o ffm a n d e fin ió y q u e tie n e la v e n ta ja d e su b ra y a r el
c a rá c te r d in á m ic o d el p ro c e s o . S i el m a rc o es el re s u lta d o , u n p ro d u c to L a n oción de tea tra lid a d lleva en sí m ism a u n a serie de co nnotaciones
te rm in a d o , q u e es p o s ib le im p o n e r, en c a m b io , el e n c u a d re te a tra l es u n p e y o ra tiv a s p a ra cierto s artistas q ue ejercen otras artes distin tas al teatro,
p ro c e s o , u n a p ro d u c c ió n , es la e x p re s ió n de u n su je to en acto . E l e n c u a d re com o así tam b ién p ara alg u n o s teatristas. G. A b e n so u r26 escribe:
s u b r a y a b ie n q u e él es a p r o p i a c ió n , u n a r e v e l a c ió n d e r e l a c io n e s
p e r c e p tiv a s e n tr e u n s u je to y u n o b je to ; s u b r a y a q u e e s te o b je to se
t r a n s f o r m a e n o b je to te a t r a l y q u e h a y e n e s ta tr a n s f o r m a c i ó n la
im b ric a c ió n d e n tro de u n a fic c ió n en u n a re p re s e n ta c ió n . L a te a tr a lid a d
e m e rg e d e allí no c o m o p a s iv id a d , c o m o m ira d a q u e re g is tr a el c o n ju n to 25 Una lista de las características de la teatralidad y de sus propiedades ofrece los
siguientes elementos. La teatralidad es:
1) un acto de transformación de lo real, del sujeto, del cuerpo, del espacio, del
tiempo, por lo tanto, un trabajo a nivel de la representación;
2) un acto de transgresión de lo cotidiano por el acto mismo de la creación;
24 Las reglas de la actuación teatral son, por ejemplo, diferentes en la época isabelina 3) un acto que implica la ostensión del cuerpo, una semiotización de los signos;
y en la época clásica; tanto como la commedia dell'arte no impone las mismas reglas la presencia de un sujeto que pone en su lugar las estructuras de lo imaginario a
de actuación que la tragedia de Sófocles. Hoy, según nos ubiquemos del lado del través del cuerpo.
teatro heredado de los años sesenta o del lado de la tradición, las reglas del juego
escénico son diferentes. En este sentido, la historización de las reglas de la actuación
26 G. Abensour, “B lok face á M ejerxol’d et Stanislavski ou le probóme de la
surge de un estudio sobre la estética. théátralité”, Revue des ¿ludes slaves, t. 54, fase. 4, 1982, p. 671-679.

im im
J osette F er a l

"Nada e s m á s o d io so p a r a un p o e ta lírico q u e ¡a idea M e y e r h o ld n o p la n te a la c u e s tió n d e la re p r e s e n ta c ió n e n su


m ism a d e "te a tra lid a d ". E lla d esig n a en su p r im e r esta dio ad ec u ació n a lo real. Sus afirm acio n es su b ray an que la te a tra lid a d no se va
una a c titu d e n te ra m en te exterior, d esp e g a d a d e l sen tim ie n to a e n co n trar p o r el lado de u n a relació n ilu so ria con ¡o real; ella no está lig ad a
ín t im o q u e s e s u p o n e ¡a in s p ir a , y s e la id e n t i f i c a a u n a e stética esp ecífica, sino que debe ser b u scad a por el lado del discu rso
v o lu n ta ria m e n te con la a u se n c ia d e lib e ra d a d e sin cerid a d . a u tó n o m o que co n stitu y e la escena. H ay u n a gran in sisten cia acerca de la
D e n tro d e esta ó ptica, s e r teatral, es se r fa ls o . " n e c e sid a d de u na esp ecificid ad p ro p iam en te teatral.

Y M ich e l F rie d o b se rv a b a tam bién: L a id e a q u e p a re c e im p o rta n te re te n e r aq u í del p e n sa m ie n to de


M e y e rh o ld , y q ue a c la ra la n o c ió n de te a tra lid a d , es la qu e la c o n sid e ra
1) E l éxito, aún la supervivencia, de las artes volvió a depender de c o m o u n acto de o sten sió n llev ad o a cab o p o r el a c to r (m o strar al esp e c ta d o r
m an era crecien te de su facu ltad de h acer fracasar al teatro [...] q u e está en el te atro ) y que d e sig n a al teatro com o tal y no co m o lo real. L a
2) E l arte d eg en era a m ed id a qu e se acerca a l teatro [...]27 d is tin c ió n es fu n d a m e n ta l, p o rq u e p la n te a , p o r u n a p arte, u na te a tra lid a d
c e n tra d a e x c lu s iv a m e n te en. el fu n c io n a m ie n to del te a tro c o m o te a tro ,
A la te a tra lid a d se le o pone, en el len g u aje p o p u lar, la sin cerid a d tra n sfo rm a n d o el teatro en esta m á q u in a c ib e rn é tic a de la q ue h a b la b a ■
q u e M e y e rh o ld y S ta n isla v sk i re iv in d ic a rá n , cad a u n o p o r su lado, con B a rth e s; p o r o tra p a rte , u n lu g a r d o n d e el p ro c e so de p ro d u c c ió n de lo
o b je tiv o s d iferen tes. tea tra l es im portante, donde todo se v u elv e signo, fuera de cu alq u ier relación
c o n lo real.
E l o b jetiv o de S ta n islav sk i es h a c e r o lv id a r al e sp e c ta d o r q u e está en
el teatro; el térm in o “ te a tra l” se v o lv ió p ey o ra tiv o en el T eatro de A rte. D é la C o n tra ria m e n te a la d e fin ic ió n de te a tra lid a d d a d a p o r M e y e rh o ld ,
p ro x im id a d del a c to r c o n lo real a rep re se n ta r d ep en d e la v e rd a d de la pieza. la de S ta n islv sk i está m a rc a d a p o r la h isto ria, llev a la m arca de p o stu ras
L a tea tra lid a d ap a re ce a llí en to n ces c o m o u n a sep ara ció n co n resp e c to a la q u e h o y y a no se leen en lo s m ism o s té rm in o s. E sta a d e c u a c ió n p u e d e
'v e r d a d , c o m o u n e x c e s o d e e f e c to s , c o m o lin a e x a g e r a c ió n d e lo s c o rre sp o n d e r a u n m o m e n to en d o n d e se b u sc a b a lo n a tu ra l en el teatro
co m p o rta m ie n to s, q u e su en a n falso s y m u y lejan o s d e la v e rd a d escén ica. c o n tra el artificio de un fin de siglo que co n d en ab a todo. P ero si ese com bate
c o n (o c o n tra ) el n a tu ra lism o no ha te rm in a d o del to d o , no se lee m ás en
P ara M ey erh o ld , en o p o sició n a la tesis stanislavskiana, la escena debe los m ism o s térm in o s, sien d o el n a tu ra lism o re c o n o c id o en ad ela n te com o
ap u n tar a su d esarrollo dentro del realism o grotesco, realism o que refu ta en u n a fo rm a d e te a tra lid a d .
to d o las tesis n aturalistas. L a tea tra lid a d es ese o esos p ro ced im ien to s p o r los
cuales el a c to r y el d irecto r escén ico ja m á s h a c e n o lv id ar al esp e c tad o r que A n te la p reg u n ta acerca de si la te a tra lid a d p u ed e d efin irse p o r la
está en el teatro y que tiene d elan te d e él u n actor con p len o dom inio, que relació n que la escena guarda con lo real que ella tom a por objeto, la respuesta
rep re se n ta su rol. A firm ar lo “ teatral” com o diferente de la vida y diferen te de h o y n o s p are c e clara, y a que p en sam o s que no hay su jeto s m ás teatrales que
lo real ap arece com o la co n d ició n sin e qua non de la tea tra lid a d en la escena. otros. L a teatralidad es u n proceso que está ligado ante todo a las condiciones
L a escen a d eb e h a b la r con su p ro p io len g u aje e im p o n er sus p ro p ias leyes. de p ro d u c c ió n del teatro. T am b ién ella fo rm u la la cuestió n de los p ro ceso s
de rep resen tació n .

Lo prohibido
27 M. Fried, “Art and Objecthood”, Mínima! Art. A Criiical Anthology, N ew York, E n esta triple relació n que reg istra la d in ám ica escén ica, surgen las
E.P.Dutton, 1968, pp. 139-141. p ro h ib ic io n e s. E n efecto, com o todo m arco, el en cu ad re teatral está d o tad o

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A c e r c a d e l a T e a t r a l id a d J osette F eral

de u na d oble dinám ica: v ista desde el exterior, g aran tiza el orden; v ista desde a estéticas específicas y a n orm as de recep ció n que co n stitu y en para el actor
el interior, au to riza to d as -o casi to d a s28- las tran sg re sio n e s. y el esp e ctad o r un código de co m u n icació n com ún. E s p o sib le en ten d er m al
ese código, sorprender al público, shockearlo, salirse de los lím ites del m arco;
¿La esen cia d e l teatro no co n siste a n te lodo en una p e ro no es p osible h acer todo al m ism o tiem po.
c a p a c id a d de tr a n sg re d ir las n o rm a s e sta b le c id a s p o r la
n a tu ra leza , el E sta d o y la so cied a d ? E n efecto, esas libertades no deben h acer olv id ar ciertas proh ib icio n es
fu n d am en tales. E sas p ro h ib ic io n e s, u n a v e z tran sg red id as, h a c e n estallar el
p reg u n tab a E vreinov. E sta p o sib ilid ad de tra n sg re sió n g aran tizab a la libertad m arco de la actuación y desem bocan en la v ida30 am enazando la escena teatral.
escén ica del a cto r y el p o d e r del libre alb ed río de los d iferen tes e jec u tan tes29.
E ntre estas p roh ibiciones, hay una que podría definirse com o la ley de
E s ta s lib e r ta d e s q u e a u to r iz a el ju e g o e s c é n ic o so n las d e la exclusión d el no re la m o . E sta ley im pone a la escena un a rev ersib ilid ad del
r e p r o d u c c ió n , im ita c ió n , d u p lic a c ió n , tr a n s f o r m a c ió n , d e fo r m a c ió n , tiem po y de los acontecim ientos que se opone a toda m u tilació n o a la m uerte
tra n sg re sió n d e las n o rm as, de la n atu rale za , del o rd en so cial. N o o b stan te, del sujeto. D e esta m anera, so n rechazadas com o no perten ecien tes al teatro,
com o lo m o stró H u izin g a, el ju e g o en general, y el ju e g o teatral en particular, escenas de despedazam ientos del cueipo al cual recurrieron ciertasperfom ances
e s tá c o n s titu id o a la v e z p o r u n m a rc o lim ita tiv o y p o r u n c o n te n id o de los años sesenta: verdadera m utilación en escena, com o la m uerte teatralizada
transgresor. E s al m ism o tiem p o lo que a u to riz a y lo q u e p ro h íb e. N o está de anim ales sacrificados p o r el p lacer de la rep resen tació n 31. Tales escenas
h e ch o de todas las lib ertad es. L as lib ertad es que a u to riza están d ad as p o r la ro m p en el contrato tácito con el espectador: el de asistir a u n acto de re ­
reglas de partida -es decir, p o r el m arco virtual que com p arten los participantes p resen tació n inscripto en una tem poralidad o tra que la de lo cotidiano, donde
(pero donde el esp ectad o r no p u ed e intervenir p orque entonces sería u n intruso el tiem po está suspendid o y es reversible; y que im pone al actor el retom o
en u n espacio que no le está d estin a d o )-, p ero ta m b ién p o r las lib ertad es que siem p re posible a su po sició n de p artid a (cf. L e P a radoxe de D iderot). A h o ra
acep ta un a ép o c a o u n g énero d ad o s. E stas lib ertad es a m en u d o están ligadas b ien , atacando su propio cuerpo (o el de u n anim al m uerto), el actor destruye
las condiciones de la teatralidad. E n adelante, no está m is en la alteridad el
teatro. M utilándose, el p e rfo rm e u r re to m a a lo real, y su acto, fuera de las
reglas, de los códigos, no puede ser percibido m ás com o ilusión, com o ficción,
28 Sería justo decir que las transgresiones que autoriza la representación están com o ju eg o . E l espacio y el tiem po de la escen a están allí d ram áticam ente
determinadas por las diversas épocas, géneros, países y estéticas. Es allí donde la
m o d ificados y p o r lo m ism o, aniquilados. E stas proh ib icio n es constituyen
teatralidad en singular cede el lugar a las teatralidades en plural (aquí concepto casi
sinónimo de estéticas). Seria interesante explorar esos límites que podrían ayudar a p recisam en te uno de los lím ites del teatro32 p o rq u e am enazan el m arco de la
establecer la diferencia entre teatralidades específicas. A título de comienzo de
reflexión, podría decirse, por ejemplo, que el desnudo hoy aceptado en escena, al
igual que en el medioevo, hizo escándalo en los años sesenta. Sin embargo, el marco
virtual del juego estaba bien formulado, pero las libertades y transgresiones autorizadas
por la escena y las estéticas de las épocas anteriores no autorizaban el desnudo del 30 Proceso paralelo que establecía Winnicott al afirmar que la inversión pulsional en el
cuerpo del actor. Prueba que el marco virtual planteado por el proceso de juego juego no debía comprometer los deseos del sujeto, a menos que se saliera del juego.
escénico no autoriza todas las libertades y que éstas quedan marcadas por ciertas
sujeciones ligadas a épocas específicas, estéticas, géneros, aun cuando una de las 31 Cf. los espectáculos de Hermann N itzsch en los años sesenta, por ejemplo.
funciones del teatro es la de asumir esas transgresiones. Surgiendo de lo prohibido, el proceso de matar de animales parece entrar más
fácilmente en el orden de la representación que el de la mutilación del actor, pero esta
29 Por otra parte, Dostoievski hace observar que “En el teatro dos por dos son tres o forma de mutilación acarrea a menudo también la oposición feroz de los asistentes.
bien cinco en función del grado más o menos grande de la teatralidad puesta en
obra” (citado por Evreinov, retomado por Sharon Marie Camicke, art. citado, p. 105). 32 Pero no las de la teatralidad. Cf. con ese propósito la noción de “sagrado” en G. Batailie.
A c e r c a d e l a T e a t r a l id a d

actu ació n y tran sfo rm an m o m e n tá n e m e a te el teatro en p ista de circo. Si la


tea tra lid a d d el aco n tecim ien to está allí, el teatro, en cam bio, h a d esaparecido.

D e estas pocas observaciones, surge que la teatralidad 110 es ni una sum a de


propiedades ni una sum a de características en las que se podría incursionar. Si no
puede ser aprehendida más que a través de manifestaciones específicas y deducidas
de la observación de los fenóm enos llam ados “teatrales” , esas m anifestaciones,
lejos de ser la form a exclusiva, no son m ás que algunas de sus expresiones; porque
la teatralidad desborda el fenóm eno estrictam ente teatral y puede ser encontrado
tanto en otras form as artísticas (danza, ópera, espectáculo) com o en lo cotidiano.

Si la n o c ió n de teatralid ad d esb o rd a el teatro, esto sig n ific a que ella no


es u n a p ro p ie d a d cu y o s sujetos o cosas p u ed en p ro v eerse sobre el m odo del
tener: ten e r o no teatralidad. E lla 110 p erten ece ni a los objetos, ni al espacio,
ni al actor, pero p uede investirlos seg ú n su n ecesidad. Es m ás b ie n el resultado
de u n a d in ám ica p ercep tiv a: la de la m ira d a que une u n o b servado (sujeto u
objeto) y u n observador. E sta relació n pu ed e ser tanto la iniciativ a de u n actor
que m anifiesta su in ten ció n de ju e g o , com o la de u n espectador que transform a
p o r su p ro p ia in ic ia tiv a al otro en o bjeto espectacular. P o r la m irad a que
m antiene, el esp ectad o r crea entonces, frente a lo que ve, un espacio otro cuyas
leyes y reg las no so n m ás las d e lo cotidiano y d onde in scrib e lo que observa,
p ercib ién d o lo co n u n a m irad a diferente, con distancia, com o m o stran d o u n a
a lterid ad d onde sólo p u e d e situ arse com o m irad a exterior. S in esa m irada,
in d isp en sab le p a ra la em erg en cia de la tea tra lid a d y su reco n o cim ien to com o
tal, lo otro que yo m iro estaría en el m ism o espacio que el del esp ectad o r y en
co n secu en cia, en m i co tid ian eid ad , fuera de todo acto de representación.

L o que hace la teatralidad, es registrar para el espectador lo espectacular,


es decir, u n a relació n o tra h a c ia lo cotidiano, u n acto de represen tació n , la
co n stru cc ió n de u n a ficción. E n conclusión, la tea tra lid a d aparece com o la
im bricación de u n a ficción en una representación en el espacio de tura alteridad
que p o n e frente a frente u n o b serv ad o r y u n observado. D e todas las artes, el
teatro es el lu g ar en d o n d e m e jo r se efectúa esta ex p erim en tació n 33.

33 Este texto desarrolla una Conferencia dada en 1987 en el Departamento de Teatro


de lu Facultad de Filosefía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.

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