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TRABAJO TECNOLOGÍA INDUSTRIAL.

¿Cómo se produce el carbón? ¿Y el petróleo?

El carbón y el petróleo son dos combustibles fósiles que se producen debido a unos procesos
que tardan millones de años en desarrollarse.

El carbón.

Los grandes depósitos de carbón comenzaron a generarse en el período Carbonífero (hace


350-280 millones de años aproximadamente) aunque también hay carbones cuya formación
comenzó en épocas posteriores a esta.
EL carbón tiene su origen en los vegetales terrestres, tales como las hojas de los árboles, sus
maderas, cortezas y esporas, que se acumularon en zonas pantanosas, lagunares, marinas de
poca profundidad, ciénagas o deltas fluviales, donde quedaron protegidos por el agua de
factores como el aire que los hubiese degradado.
La actividad de microorganismos (bacterias aeróbicas y anaeróbicas), provocó la
descomposición de estos restos, generando así un tipo de suelo denominado turba.

Posteriormente, la turba quedó enterrada, expuesta a elevadas temperaturas y a presiones muy


altas, lo cual provocó un progreivo enriquecimiento en carbono (debido a las pérdidas de
oxígeno y de agua, sumadas también a las pérdidas de hidrógeno).

Todo este proceso se puede dividir en dos partes:

· La diagénesis: Comprende las fases que van desde la acumulación de los restos vegetales
bajo el agua (formándose la turba debido a la descomposición por bacterias aeróbicas y
posteriormente, anaeróbicas), hasta el enterramiento bajo las capas de sedimentos (dando
lugar al lignito).

· Metamorfismo: Comprende las fases que van desde el comienzo de la carbonificación


(siendo expuestos los restos a temperaturas de 100ºC, formando el carbón sub-bituminoso)
hasta la formación de la antracita (último tipo de carbón generado, gracias a las altas
temperaturas y presiones).

El carbón es el combustible fósil más abundante en todo el mundo, no solo por sus grandes
reservas, sino porque estas se encuentran en numerosos países.
Carbón.

El petróleo.

El petróleo es también un combustible fósil cuyo proceso de generación tarda millones de


años. Dicho combustible comenzó a formarse hace más de 200 millones de años, cuando gran
parte de nuestro planeta estaba cubierto de agua.

El petróleo es un líquido viscoso formado por una mezcla de hidrocarburos con diversos
pesos moleculares. Este líquido presenta una apariencia que depende mucho de su
composición, y a pesar de que generalmente posee un color negro o marrón oscuro, también
se pueden encontrar muestras de color verde y amarillo.

Este combustible se formó debido a la acumulación de materia orgánica procedente tanto de


animales como de vegetales que vivían en mares, lagos o ríos. Esta materia tenía su origen
principalmente en el zooplancton y en las algas, cuyos restos quedaron enterrados bajo las
capas de sedimentos durante millones de años, expuestos a valores elevados de presión y
temperatura, los cuales iniciaron una transformación química de esta materia orgánica (en un
proceso llamado diagénesis) . Esto, sumado a la acción de las bacterias en ausencia de
oxígeno (bacterias anaeróbicas), que fueron transformando lentamente los restos orgánicos
(en un proceso llamado catagénesis) en varios hidrocarburos líquidos y sólidos, dieron lugar a
la formación del petróleo.

Una vez formado, el petróleo queda en movimiento entre las rocas porosas, hasta que alcanza
alguna estructura geológica de rocas impermeables, en la cual queda atrapado. Estos lugares
son los denominados “bolsas de petróleo”, que constituyen los yacimientos del mismo.
La invención de la electricidad ha cambiado nuestra forma de vivir, desde la posibilidad de
salvar vidas gracias a los desfibriladores, hasta la de estar todos interconectados a pesar de la
distancia que nos separe. Sin embargo, es necesario producir esta energía, y para ello existen
diversos métodos; como la quema de combustibles fósiles. Esto genera una cantidad de calor
que sirve para calentar agua, produciendo vapor que hace girar una turbina cuyo movimiento
de rotación se transmite a un alternador encargado de producir electricidad. Como podemos
observar, lo que se está produciendo es una transformación de energía: de energía calorífica,
pasamos a energía mecánica y finalmente a eléctrica. Pero, ¿de dónde proceden los
combustibles fósiles?
Los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) son una gran reserva de
energía solar, puesto que su formación se debe gracias a miles de años de formación vegetal y
actividad fotosintética.

➔ Carbón. Para la formación del carbón, primero necesitamos una turbera (Áreas bajas
encharcadas con escaso movimiento del agua en las que se produce la acumulación de
restos vegetales. En estas existe un mayor porcentaje de preservación de materia
orgánica que de destrucción. Los restos descompuestos gracias a la actividad de
microorganismos se denominan turba.) Para ello es importante que se den unas
condiciones óptimas para una mayor formación: un clima tropical o subtropical con
abundante flora y, una determinada humedad y acidez harán que la formación de
carbón se favorezca.
El conjunto de procesos que transforman estos restos en este combustible fósil recibe
el nombre de carbonificación. Cuanta mayor transformaciones se produzcan, mayor
será el grado de carbonificación o rango del mismo.
● Carbonificación bioquímica. Son las transformaciones que se dan gracias a la
acción de la acción de hongos y bacterias aerobias (necesitan oxígeno para
sobrevivir) en una primera etapa y de bacterias anaerobias (no necesitan de
oxígeno para sobrevivir) en una segunda etapa. Con todo este proceso, la turba
se convierte en lignito.
● Carbonificación geoquímica. En esta parte, los principales agentes geológicos
que producen la transformación son la presión, la temperatura y el tiempo que
permanecen enterrados. Cuanto más actúa cada uno de ellos, el resultado es un
carbón con más capacidad calorífica, más dureza, compactación,... Con esto
conseguimos los distintos tipos de carbón (ordenados de mayor calidad a
menos): lignito, sub-bituminoso, bituminoso, hulla, y antracita.

➔ Petróleo. El petróleo se forma de manera muy parecida al carbón. Su origen se debe


a la acumulación de restos orgánicos de origen tanto animal como vegetal en el fondo
de los océanos, estanques o pantanos; no obstante, aunque el carbón requiere varios
millones de años para formarse, el petróleo lo hace en un solo millón. Estos
sedimentos orgánicos reciben el nombre de kerógeno y, posteriormente, quedarán
sepultados por sedimentos de diversos tipos, lo que hará que, poco a poco, vaya
aumentando la presión y la temperatura, además de la acción de diversas bacterias, a
la que está sometido este material.
A medida que esto sucede, el petróleo que ya ha comenzado su formación, se va
introduciendo en las rocas almacén (una roca lo suficientemente porosa y permeable
como para que pueda almacenar este combustible fósil), proceso que se conoce como
migración primaria. La migración secundaria son los procesos de cambios que le
suceden al petróleo dentro de las rocas almacén y son gracias a la densidad de este y a
la presión a la que está sometido. Del mismo modo que le sucede al carbón,
dependiendo de la cantidad de cambios que sufra, se formará un petróleo de una
calidad u otra.
También, cabe destacar que este se mueve dentro de las rocas, de igual forma a como
lo hace el agua en un acuífero. En su movimiento, alcanza en ocasiones una estructura
geológica de rocas impermeables entre las cuales queda atrapado, formando bolsas.
De estas puede efectuarse su extracción, obteniéndose un yacimiento.

➔ Gas natural. Su origen es el mismo que el del petróleo, por lo que es muy frecuente
que en un mismo yacimiento se encuentren tanto el uno como el otro. Este es el más
limpio de los combustibles fósiles, tanto en su uso como en las fases de extracción,
transformación y transporte.

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