Explora Libros electrónicos
Categorías
Explora Audiolibros
Categorías
Explora Revistas
Categorías
Explora Documentos
Categorías
PRESENTADO POR:
Melissa Valdelamar
PRESENTADO A:
Gabriel Vélez
UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
FACULTAD DE INGENIERÍAS
PROGRAMA DE INGENIERÍA DE ALIMENTOS
BERASTEGUI-CIENAGA DE ORO
22/11/2019
1. INTRODUCCIÓN
La capacidad formadora de gel de las proteínas musculares del pescado varía de una a
otra especie. En consecuencia, los pescados utilizados para la fabricación de surimi son
aquellos cuyas proteínas tienen mayor capacidad de formación de gel y que ofrecen más
disponibilidad de captura. A su vez, en una especie determinada, la temporada en que se
realice la captura y las condiciones en que ésta se manipule influyen sobre la calidad del
surimi y de los productos terminados.
Los buques factoría generalmente procesan al pescado antes de las 24 horas postcaptura,
consecuentemente, son capaces de producir un surimi de mejor calidad que las plantas
en tierra, las que elaboran el pescado luego de varios días luego de la captura. El surimi
de mejor calidad se elabora a bordo de barcos factorías a partir de pescado fresco, y
recibe la denominación de grado SA. Si se procesa después de un día en hielo, se le
asigna el grado 1. Es de grado 2 y 3 cuando se procesa, respectivamente, a los 1 a 3 días
o 3 a 4 días de la captura.
En zonas de pesca tales como el mar de Bering, donde las temperaturas son muy bajas,
usualmente no es necesario refrigerar la captura si el procesamiento es llevado a cabo en
un corto período. Sin embargo, cuando la temperatura ambiente es cercana a 10ºC,
entonces el almacenamiento a bajas temperaturas resulta necesario, particularmente si el
procesamiento es realizado luego de las 24 horas postcaptura. En los barcos factorías, en
los cuales su autonomía les permite moverse libremente en el área de pesca, la tasa de
captura debe ser constantemente ajustada de acuerdo a la capacidad de procesamiento
de la planta a bordo, procesando el pescado dentro de las 12 horas de capturado,
asegurando así la frescura de la materia prima.
En los casos en los que la materia prima debe ser almacenada por un período extendido
de tiempo, el pescado debe ser mantenido a temperaturas menores de 5°C. El agua de
mar refrigerada (AMR) ha resultado un buen método de almacenamiento a causa de su
capacidad de enfriar rápida y uniforme, con un mínimo de daños físicos al pescado. Si
embargo, se debe cuidar que el tiempo de almacenamiento no se extienda a más de dos
días, puesto que dicha inmersión de pescado en agua salada puede causar que la sal
inicie la desnaturalización de las proteínas del músculo, acompañada de una caída
concomitante de la calidad del surimi elaborado posteriormente. A su vez, si la captura
es almacenada a temperaturas por debajo del punto de congelación del pescado, la
calidad del surimi también puede ser adversamente afectada. Por lo tanto, cuando se
utiliza agua de mar refrigerada, se debe tener cuidado tanto en la temperatura como en
el tiempo de inmersión. En cuanto a la estación de captura, se debe tener en cuenta que
el pescado capturado durante el desove y después de éste contiene alta tasa de humedad
y es relativamente pobre en lípidos y proteína, en comparación con el capturado en el
período de alimentación. Como consecuencia, los desmenuzados preparados a partir de
las capturas citadas en primer lugar resultan de calidad más baja que los elaborados con
las segundas.
Antes de que se inicie el procesamiento, las especies objetivo deben ser separadas de
otras especies marinas acompañantes. El método usual de separación de estas especies
es mediante el clasificado manual a medida que la captura es transportada sobre una
cinta transportadora.
Luego, el pescado debe ser clasificado de acuerdo al tamaño. Este clasificado puede ser
realizado automáticamente usando tanto una máquina clasificadora de cilindros o de
tipo oruga. Los pescados de muy pequeña talla, como así las especies no comerciales,
son descartados, alimentándose con ellos la línea de producción de harina de pescado
juntamente con la cabeza, vísceras, espinas y cuero de las especies procesadas. Es de
destacar que los buques surimeros tienen normalmente factorías de harina y algunos de
aceite de pescado. Restos de fango y arena deben ser extraídos de la captura mediante el
lavado. Por otra parte, si al pescado no se le quita la piel para su procesamiento, las
escamas deben ser removidas para prevenir, posteriormente, su acumulación y
obstrucción en la máquina separadora de espinas. El lavado y remoción de escamas se
realiza simultáneamente, con una máquina lavadora de tipo rotatorio.
Esta etapa influye tanto en la calidad como en la cantidad del desmenuzado obtenido
luego del deshuesado, logrando mayor calidad a expensas de la producción. Si se utiliza
filetes como materia prima para la elaboración de surimi, el producto será más blanco y
de mejores propiedades funcionales que el producido a partir de troncos de pescado. De
todos modos, se debe tener presente las dos opciones. El fileteado incluye descabezado,
eviscerado y separación del espinazo, produciendo así un filete sin espinas. Las
máquinas fileteadoras pueden ser de tipo de alimentación manual o mecánica.
Es práctica común en las plantas de fabricación de surimi, tanto en tierra como a bordo,
el uso de separador de tambor para separar el músculo de las espinas, escamas, aletas,
etc. Este tipo de máquina introduce el pescado, ya sea en forma de filete o tronco, entre
una cinta de goma y un tambor agujereado con orificios, por lo que la cinta de goma
presiona sobre el pescado y extrusiona el músculo a través de los agujeros hacia el
interior del cilindro. Suelen pasar a través de los agujeros pequeñas espinas, tejido
conectivo, pequeños trozos de peritoneo, etc., pero son eliminados en los pasos
subsiguientes.
a) Se requiere una gran cantidad de espacio para los tanques de lavado, aspecto crucial
en una planta de procesamiento a bordo.
Otro tipo de sistema de lavado continuo opera con un tanque para cada lavado. El
sistema emplea un tanque de lavado largo y angosto con un dispositivo de mezcla que
admite agua y el desmenuzado a lavar mientras egresa la mezcla lavada. El tiempo de
lavado se controla regulando el volumen de desmenuzado/agua en el tanque. El
inconveniente de este sistema es que es difícil de controlar el tiempo de lavado, mezcla
y agitación, ya que una pequeña desviación resulta en la salida de desmenuzado poco o
excesivamente lavado. En resumen, la configuración exacta del proceso continuo está
diseñada para satisfacer objetivos de producción específicos y deben por lo tanto ser
adaptados individualmente por cada línea de proceso y planta de procesamiento. El
proceso continuo ha sido muy efectivo en el primer ciclo de lavado, provocándose la
mayor parte de la lixiviación o extracción de los componentes solubles. Luego del
drenado a través del tamiz rotativo, el segundo lavado se realiza con un proceso
discontinuo controlado. Este lavado por tanda permite, por flotación la remoción de
grasas
3.2. Refinado
El drenado final se efectúa generalmente por medio de una prensa de tornillo La pasta
semisólida saliente de la refinadora contiene alrededor del 90% de humedad, cantidad
que se debe reducir aproximadamente al 80-84% con la prensa de tornillo. La
introducción de las prensas de tornillo adecuadas ha supuesto un gran avance en la
fabricación de surimi. Estas máquinas pueden procesar más de 20 Tn/día en proceso
continuo, lo que las hace muy aptas para las necesidades industriales. La prensa de
tornillo consiste de un tornillo rotativo y un tamiz o filtro cilíndrico. Para que la
capacidad volumétrica de la abertura entre el tamiz y el tornillo sea pequeña en el
orificio de salida comparada con el de entrada, el diámetro del eje del tornillo remata en
punta, o se varía el paso del tornillo. Esta diferencia entre las capacidades de entrada y
salida, expresadas como una razón, se denomina la relación de compresión. Cuanto
mayor sea la relación de compresión, mayor será la potencia de drenado. Sin embargo,
si la presión interna es irregularmente alta, entonces los requerimientos del material a
los esfuerzos mecánicos serán mayores y, consecuentemente, se incrementarán los
costos de fabricación del equipamiento. Por otra parte, a elevadas presiones el
desmenuzado es forzado a salir fuera del tamiz junto con el agua y la producción
obviamente disminuye. Además, incrementando la presión por encima del nivel
necesario, se puede promover la degradación de la calidad de las proteínas, tal como la
elevación de temperatura y las condiciones de cizalla a las que éstas se ven sometidas.
La relación de compresión en la mayoría de las prensas de tornillo puede ser establecida
en un rango de 2,5 a 5,0, pero la relación exacta debe ser determinada considerando
varios factores, incluyendo tanto la frescura y tamaño del pescado como también la
estación. Normalmente, se utilizan valores entre 2,5 a 3,5.
4. INCORPORACIÓN DE ADITIVOS
El surimi, una vez mezclado con los aditivos, está listo para ser congelado. Para esto se
envasa en bolsas de polietileno, colocando diez kilos de producto y se moldea en una
bandeja metálica de aproximadamente 60 milímetros de espesor. Desde 1982, se utiliza
un sistema automático de moldeado y envasado (desarrollado por Nippon Suisan Kaisha
Ltd.) (Figura 19, anexo). Esta máquina extrusiona bloques de 10 Kg de pasta de pescado
con una precisión de ± 0,1 Kg y envasa dichos bloques en bolsas de polietileno.
Luego del congelado, se empacan dos bloques por cada caja de cartón corrugado. A
continuación, se rotula en cada caja las leyendas legales: especificaciones del producto
y su calidad, datos del establecimiento elaborador, y datos de procesamiento. La caja se
precinta y se almacena a –30ºC. Los problemas que plantea la congelación son
parecidos a los del resto de los productos pesqueros. Desde el punto de vista sanitario,
este proceso es muy conveniente, porque preserva por largos períodos estos alimentos
contra la putrefacción microbiana y la autólisis enzimática. Sin embargo, se presentan
cambios en la calidad: incremento en la pérdida de agua, con disminución de la
jugosidad, cambios en olor y sabor y ablandamiento indeseable. Durante la cocción,
disminuye la suculencia y la capacidad de retención de agua y hay modificaciones
indeseables en la textura como endurecimiento, granulosidad o grumosidad y
resequedad. También se afectan negativamente propiedades funcionales como su
capacidad de emulsificación, ligado de grasa, retención de agua o hidratación y de
gelificación.
Las proteínas miofibrilares del pescado son muy sensibles a daño por
congelación.
Durante su obtención se realiza la extracción de la fracción hidrosoluble.
Se somete a un proceso que implica el rompimiento de la estructura celular, con
lo que las proteínas del músculo pueden reaccionar con mayor facilidad.
Este decremento en las capacidades funcionales del surimi es atribuido a un decremento
en la actomiosina extractable. Sin embargo, de acuerdo a estudios llevados a cabo por
Iwata, se observó que la menor capacidad formadora de gel no coincide con el índice
más bajo de solubilidad proteica. Se ha encontrado que la actomiosina comienza a
agregarse desde las etapas iniciales de la congelación y el grado de agregación se
incrementa con el tiempo de almacenamiento. En esta interacción proteica se ha
establecido la participación de enlaces iónicos, puentes hidrógeno, interacciones
hidrofóbicas y enlaces disulfuro. Se piensa que la participación de los enlaces disulfuro
en este deterioro, es de principal importancia. También existe evidencia de que las
proteínas miofibrilares modifican su estructura durante la congelación, lo que
contribuye a la pérdida de su funcionalidad.
5. BIBLIOGRAFÍA
http://ria.utn.edu.ar/bitstream/handle/123456789/2767/Tesis%20completa
%20Surimi.pdf?sequence=1&isAllowed=y