La miel es un fluido natural dulce producido por las abejas, que ha sido usado
por las personas de múltiples formas: como endulzante, componente de
algunas mascarillas faciales e incluso como alimento nutritivo.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Oxford, publicado en BMJ
Evidence-Based Medicine, la miel es una alternativa poderosa a los fármacos, pues es igual de beneficiosa y contiene menos efectos secundarios cuando se trata de enfermedades suaves como la gripa o la tos.
Consumir un poco de miel ayuda a mantener la piel sana, evitar el
estreñimiento y mejorar el sueño, entre otros, gracias a los nutrientes como el calcio, cobre, hierro, magnesio, manganeso, zinc, fósforo y potasio, además de aminoácidos, ácidos orgánicos, vitaminas B, C, D y E, y antioxidantes que posee.