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Ligeia

Edgar Allan Poe


©1968 Círculo de lectores, 379 págs.; del 277 al 294

Hace varios años que no leía a Edgar Allan Poe. Releerlo es darme cuenta de
cuánto influyó en mi proceso de escritura su estilo; claro, salvando las lógicas
distancias. La genialidad de Poe es algo que no se alcanza solo por fuerza de
voluntad, aun cuando por medio de esta pudiéramos oponernos a ángeles o a la
muerte. Poe es sencillamente un genio; lo sabes en cuanto empiezas a leer la forma
erudita en que construye sus historias, la forma no sé si neoclásica con la que narra…
Pero no es de esto que quiero hablar al comentar la lectura de este breve cuento.
Viendo la telenovela El cuerpo del deseo (2005) pensé en este cuento de Poe.
Recordaba, muy vagamente, que en uno de los cuentos una mujer entraba en
“posesión” del cuerpo de otra. No recordaba el cuento, solo recordaba el cómo
terminaba, esa transformación que ocurría en el cadáver de una mujer recientemente
muerta, la cual tomaba las formas y facciones de una primera muerta.
El tema de la voluntad es importante en este cuento. La voluntad del alma de
Ligeia es tan fuerte que, sobreponiéndose a la muerte y siendo más tenaz que esta,
logra retornar a la vida, so pena de condenar a otra mujer a la muerte.
Al releer el cuento llegué a pensar en ese breve relato que escribí hace ya varios
años, el cuento al que llamé “Diario de un imposible”. La influencia de Poe es
bastante marcada en aquellos primeros intentos de literatura. Me pregunto si hoy día
será igual. No obstante, soy consciente de mi falta de erudición, mi falta de
conocimientos. Poe parece ser un maestro en eso. Difícilmente alguna de mis
creaciones logran capturar algo de esa grandilocuencia erudita con la que contaba
Edgar Allan Poe, y con las que llega a mantener en suspenso al lector, e interesado, a
lo largo de las páginas de sus relatos.

Carlos Alfredo, 13 de mayo de 2021.

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