Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La niña fue creciendo. Era muy silenciosa y rezadora. Y su vocación la hizo un día
dirigirse al Convento de los Padres Dominicos y pidió el hábito blanco y negro de la
terciaria Dominicana. Consagrose a practicar la caridad con todo género de pobres y
necesitados, y más de una vez cuando no tenía fondos que le proporcionaban
personas piadosas, Dios suplió con milagros. Debilitada de salud, por el rigor de sus
grandes penitencias, Rosa de Lima dejó de existir el 24 de agosto de 1617. En 1670
Clemente X declaraba a Rosa, patrona no sólo del Perú sino de toda la América,
Indias y Filipinas y el año siguiente sería elevada al honor máximo que la iglesia
concede a sus hijos.