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JACINTO BENAVENTE

Los intereses creados

¿QUIÉN FUE JACINTO BENAVENTE?

Jacinto Benavente fue uno de los máximos representantes del denominado


"teatro burgués" español anterior a la Guerra Civil; se le atribuye el mérito de
incorporar la escena española a la modernidad en los umbrales del siglo XX, fue
un autor prolífico que cultivó diversos géneros teatrales de gran y prolongado éxito
en su época. Se puede decir además, que alcanzó un notable prestigio corroborado
por la concesión del Premio Nobel en 1922.

Información de la obra
Los intereses creados es una comedia de polichinelas estructurada en dos actos.
Se estrenó en el Teatro Lara de Madrid el 9 de diciembre de 1907 y obtuvo un éxito
considerable, ya que se dice que el público interrumpió la representación con
aplausos en varias ocasiones.

En cuanto al significado de comedia de polichinelas,  tiene algo que ver con


Pulcinella (personaje de la Commedia dell’Arte) o con polichinela en el sentido de
títere (muñeco de madera que se mueve mediante cuerdas). Mi humilde lógica me
lleva a pensar que se trata de esto último, lo he deducido así por unas palabras de
Silvia en el discurso final que dirige al público:
«… a estos muñecos, como a los humanos, muévenlos cordelillos groseros…»
«… el hilo del amor, que a los humanos, como a esos muñecos que semejan
humanos, les hace parecer divinos»
En cualquier caso, esta es solo una hipótesis de mi propia lógica, como ya he dicho.

Sinopsis de Los intereses creados


Leandro y Crispín, dos pícaros que pertenecen al sector de la pobreza, llegan a una
ciudad italiana donde inician una farsa en la que se hacen pasar por un rico
caballero y su criado, respectivamente. Crispín destaca por sus habilidades
comunicativas y por su capacidad para engañar a la gente. Leandro, por su parte,
se muestra más reacio a la hora de prolongar la farsa, especialmente cuando se
enamora de Silvia, la hija del adinerado señor Polichinela, con quien Crispín
pretende que su compañero se case para enriquecerse posteriormente con la dote.
Lo más característico de todo es que, para que todo salga bien, Crispín va creando,
en el transcurso de toda la farsa, una serie de intereses con varios personajes que
también quieren salir ganando de alguna u otra manera.

AUTORES:

-José Carlos Mainer explica las claves del éxito de Benavente entre la
burguesía del momento:
Este autor plantea que a lo largo de sus sesenta años de teatro, Benavente llegó a
ser el definidor perfecto de la misma sociedad que le acogía.
A raíz de su éxito, Jacinto Benavente tuvo numerosos imitadores que
resultaron negativos para el teatro español porque exacerbaron sus
rasgos más rechazables:

- falta de sobriedad
- incorporación de episodios innecesarios en el desarrollo dramático
- palabrería
- falta de variación del registro verbal en el diálogo
- creación de personajes huecos.

Se puede decir entonces que si las obras de Benavente satisfacían a sus


espectadores, esto se podía atribuir a la "deficiencia o incapacidad estética del
público español"
- la ramplonería de la sociedad que lo ensalzó constituyó para él una grave
limitación
- el gusto poco "moderno" de sus propios compatriotas se traslucía en la
escasa modernidad de sus comedias

La parte más significativa de la obra de este autor desarrolla una problemática


burguesa vinculada a la mentalidad de dicha clase social, asume las
preocupaciones, los anhelos y desazones de aquellas clases acomodadas que
constituyen su público, pero, aunque critique a burgueses y aristócratas lo hace
desde sus mismas posiciones de clase; es una autocrítica controlada, todos los
problemas presentados los suaviza mediante el desenlace dramático

-José Montero Padilla plantea, respecto a esto que junto al retrato de la


sociedad de su tiempo -de un sector de esa sociedad, la burguesía acomodada de la
que él formaba parte-, su crítica, una crítica amable casi siempre y cuya agudeza e
intencionalidad quedan edulcoradas la mayoría de las veces por una suave ironía.

-Eduardo Galán afirma que Benavente supo criticar a la sociedad burguesa de su


tiempo y reflejar en sus obras algunos de los problemas de entonces pero lo hizo
con suavidad y sin ánimo revolucionario. Podría decirse que censuraba los
defectos y los vicios de su sociedad sin la más mínima intención de modificar la
estructura social" [...] Benavente, al mostrar la sociedad burguesa y aristocrática
de su tiempo, no sobrepasó los límites de la ironía y la sátira. No llega a la
descalificación ni a la censura absoluta de formas de pensar o de obrar. Se detiene
en lo anecdótico y accesorio.

-Lo señalado por Montero Padilla y Eduardo Galán es coherente con la


actitud de un Jacinto Benavente que siempre fue escéptico sobre la influencia
social del teatro. Benavente decía: "...la influencia social del teatro, como
influencia directora, es casi nula. La obra dramática es más impulsada que
impulsiva. El autor dramático que más predique puede estar seguro de que sólo
será escuchado cuando predique a convencidos".

-Eduardo Pérez Resilla plantea que la aportación de Benavente en este género


fue su ubicación preferente en lugares acomodados, por la elección de personajes
pertenecientes a la aristocracia o a la alta burguesía, por el predominio de los
modales refinados y las formas de vida brillantes y, sobre todo, por el uso de un
diálogo basado en el ingenio e impregnado de un suave humor, más inclinado a
buscar la sonrisa que a provocar la carcajada.

- Otros rasgos del teatro Benavente según Montero Padilla:

1) La sátira, frecuente y aguda pero templada.

2) El ingenio mezclado con el humor.

3) La finura en el análisis psicológico.

4) El lenguaje claro y cuidado.

Por su parte, Eduardo Galán, establece las siguientes características generales


del teatro de Jacinto Benavente:

1)El predominio del diálogo, es decir, el deleite en la contemplación de la escena


hablada (la simple conversación) frente a la acción.

2) La intención moralizadora que anida en la mayoría de sus obras.

3) La ironía y la sátira social como medios de ejercer la crítica de la sociedad de su


tiempo, en especial, de la aristocracia y la alta burguesía.

4) La búsqueda de los problemas de actualidad en sus comedias (la


incomunicación, la soledad, el dinero, el prestigio, los intelectuales, el honor...).

5) Frente a la literatura grandilocuente y exaltada del siglo XIX, presenta


pasiones contenidas, sentimientos controlados y un lenguaje coloquial sin
estridencias.

6) Frente a las situaciones violentas y efectistas del teatro post-romántico,


nos ofrece unas escenas cotidianas, verosímiles y realistas.

7) La creación de unos personajes femeninos de una indudable grandeza


artística.

- Tema: Los intereses creados


- Es enunciado hecho por Crispín, el verdadero protagonista de la obra:

CITAS:

- "Para salir adelante con todo, mejor que crear afectos es crear intereses" (II,
IX, pág. 113)

- Crispín a Leandro, su señor: "Piensa que hemos creado muchos intereses y


es interés de todos el salvarnos (II, IV. Pág. 93)

- véase también la página 108.

Crispín: “Se trata de que todos estáis interesados en salvar a mi señor, en


salvarnos por interés de todos. Vosotros por no perder vuestro dinero; el señor
Doctor, por no perder toda esa suma de admirable doctrina que fuisteis
depositando en esa balumba de sabiduría; el señor Capitán, porque todos le
vieron amigo de mi amo, y a su valor importa que no se murmure de su amistad
con un aventurero; vos, señor Arlequín, porque vuestros ditirambos de poeta
perderían todo su mérito al saber que tan mal los empleasteis; vos, señor
Polichinela..., antiguo amigo mío, porque vuestra hija es ya ante el Cielo y ante
los hombres la esposa del señor Leandro” (pág. 108).

También se puede ver en el final:


- Reflexión final cuyo escepticismo es consecuencia del planteamiento inicial dado
por el mismo personaje:

CITA:
- "Mundo es este de toma y daca, lonja de contratación, casa de cambio, y antes
de pedir, ha de ofrecerse" (I,1).
- otras afirmaciones de Crispín van en el mismo sentido: "Somos los hombres
como mercancía, que valemos más o menos según la habilidad del mercader que
nos presenta" (I,1)

- La obra señala que la clave del éxito social es la creación de una


tupida red de intereses

El triunfo de la picardía, la evidencia de que ante el interés económico no hay


voluntad que se doblegue; el poder del dinero, en suma, queda ligeramente velado
por el paralelo triunfo del amor.
Vemos que la bellaquería triunfante quedará justificada por el amor. Sin embargo,
las palabras finales de Silvia, la idea de que "a veces desciende del cielo al
corazón un hilo sutil de amor" que a los muñecos los hace parecer divinos,
son sólo un pobre consuelo. Ya que aquí, el amor es poca cosa frente a la ambición,
frente a los intereses y las apariencias.

A pesar de esta dulcificación final, Jacinto Benavente somete a un crudo análisis la


pasión por el dinero, con un gesto sincero y desconsolado.
Reflexiones sobre la riqueza y la pobreza
Los intereses creados constituye una protesta contra los valores morales de la sociedad
burguesa, donde lo que más se valora es el dinero. En este sentido, es más que
representativa la siguiente frase de la obra:
«Para salir adelante con todo, mejor que crear afectos es crear intereses»
(Acto segundo, cuadro tercero, escena IX)
Por otra parte, si bien es cierto que la acción transcurre a comienzos del siglo XVII,
podríamos decir que se trata en realidad de una obra de carácter atemporal; es decir, que la
historia podría suceder perfectamente en cualquier época. Esto es así porque la
coexistencia entre riqueza y pobreza es algo que ha habido siempre y que,
desgraciadamente, nunca desaparecerá. En este sentido, me ha venido a la cabeza un libro
que leí hace tiempo de Yanis Varoufakis, exministro griego de Economía, se
titula Economía sin corbata y es un libro que os recomiendo leer, porque a mí,
personalmente, me hizo reflexionar mucho. En este libro, Varoufakis habla de cómo se
originó esa coexistencia entre una tremenda riqueza con una terrible pobreza remontándose
hasta nada menos que el descubrimiento de la agricultura, cuando se empezó a acumular
riqueza – superávit –, que es donde el autor sitúa el verdadero origen de las desigualdades.
Volviendo con Los intereses creados… En la obra, esta brecha eterna entre ricos y
pobres aparece reflejada ya desde el comienzo, cuando Crispín pronuncia las siguientes
palabras:
“Digo dos ciudades como en toda ciudad del mundo: una para el que llega con
dinero, y otra para el que llega como nosotros”.
(Acto primero, cuadro primero, escena I)
Por último, para terminar con estas reflexiones sobre la riqueza y la pobreza, dejo a
continuación unas cuantas frases de otros escritores, aunque seguramente me esté dejando
muchísimas, pues es este un tema que siempre ha inquietado a los grandes pensadores:
«Dos linajes solos hay en el mundo, como decía una agüela mía, que son el tener
y el no tener».
Miguel de Cervantes. Segunda Parte de Don Quijote de la Mancha.
Capítulo XX.
«Poderoso caballero es don Dinero».
Poema de Francisco de Quevedo
- Jacinto Benavente desvincula la acción de un
marco histórico y geográfico concreto Ya que el
lenguaje y sus comportamientos son los mismos en cualquier año y en cualquier
país: son los sentimientos universales que no tienen época, fecha de nacimiento ni
de caducidad: los intereses, el dinero, el amor, el cinismo, la vanidad son de
siempre y para siempre; y da igual que estemos en el siglo XVII que en el XX, los
hombres y las mujeres vestidos de un modo u otro seguirán sintiendo, pensando y
comportándose igual ante las mismas situaciones, y afortunadamente seguirán
siendo humanos, con toda la grandeza o miseria que esa condición lleva en sí
misma".

RESPECTO A LOS PERSONAJES podemos decir que son simples piezas de


guiñol que sirven sólo para que brille y triunfe Crispín, verdadero centro de
atención de toda la obra y artífice de la trama.
- José Montero Padilla afirma que, todos los personajes, con el simbolismo, más o
menos preciso, que corresponde al carácter de cada uno de ellos, están al servicio
del protagonista, Crispín, que es quien gobierna la acción, quien mueve a los
personajes.

- Crispín destaca frente a la debilidad y falta de personalidad de Leandro.


Ambos constituyen una antítesis y una dualidad explicadas por el propio
Crispín:

- "A mi amo le hallaréis el más cortés y atento caballero. Mi desvergüenza le


permite a él mostrarse vergonzoso. Duras necesidades de la vida pueden obligar
a la más noble dama a bajos oficios, y esta mezcla de ruindad y nobleza en un
mismo sujeto desluce con el mundo. Habilidad es mostrar separado en dos
sujetos lo que suele andar junto en uno solo. Mi señor y yo, con ser uno mismo,
somos cada uno una parte del otro..." (I,2 pág. 66)

- Estilo: Suele juzgarse como obra maestra de la prosa dramática contemporánea


por su extremada elegancia y brillantez, puestas de relieve desde el mismo
Prólogo.

Jean Paul Botrel dice que las obras de Benavente tienen con frecuencia más de
novela o de ensayo que de teatro ya que más que mostrar, cuenta, hace alusión. El
diálogo, por ejemplo, está formado muchas veces por una serie de largas réplicas,
de carácter puramente retórico, bien compuestas, para no parecer artificiales, y sin
ninguna tensión dramática. Se trata más bien de monólogos cuyas partes se
intercalan que de un verdadero cambio de ideas. La conclusión de esas discusiones
no se deduce lógicamente; uno de los personajes admite bruscamente que el otro
tiene razón, sin que el espectador haya sido convencido por ninguno de los dos. Lo
mismo a propósito de los sentimientos; el diálogo les sirve de comentario en lugar
de ser su muestra real y directa".

- el autor no establece grandes contrastes lingüísticos entre Crispín y el resto


porque, entre otras cosas, no busca la caracterización mediante el registro
estilístico; es innecesaria.

- Personajes:

- Leandro y Silvia protagonizan el tema secundario del amor purificador;


paralelamente, Crispín encarna la reflexión cínica sobre la creación de intereses.
Todos los personajes son esquemáticos, tipos, incluso el mismo Crispín, que reúne
y ejemplifica los atributos del pícaro, del criado listo de la commedia dell'arte.

- Crispín puede considerarse como portavoz del autor en tanto que urdidor
de una trama que sirve para ejemplificar la reflexión de la que parte la obra.
Benavente focaliza por medio de Crispín su insistencia en el tema del materialismo
y es éste quien va haciendo ver a Leandro y al resto de los personajes, así como al
público, las dos caras de la realidad.

- Leandro es un personaje de escasa caracterización y poca fuerza, puestas


claramente de manifiesto desde sus primeros diálogos con Crispín, el cual afirma:
"Es un violeta"; sólo posee la dulzura y la belleza frente a las artes picarescas de
Crispín; es la parte "positiva" de la dualidad que plantea Crispín como propia de
todo ser humano, pero éticamente no es tan positiva desde el momento en que se
aprovecha de las actividades de Crispín, la parte "negativa".

- Silvia apenas cuenta en el desarrollo de la obra y es un personaje tan


inseguro y escasamente creíble como Leandro.

CONCLUSIÓN:

Antes de concluir, es necesario analizar Los intereses creados específicamente.


Primero es la estructura única: es un drama de marionetas que sigue muchas de
las convenciones de comedia del arte. Crispín es el titiritero que dirige a los otros
personajes por medio de sus intereses económicos. En la obra, se representan
todas las personas y los conceptos estereotípicos de la sociedad actual. Se
representan personas de la clase alta, la clase media, y la clase baja; también se
representa el amor, el arte, el intelectualismo, y la vulgaridad. No obstante, a
despecho de las diferencias entre estas varias clases sociales y conceptos, es
posible para Crispín manipular a todo desde una perspectiva económica. La única
excepción es el amor. La relación entre Leandro y Silvia, aunque empezada por
motivos económicos, desarrolla y se hace más pura. El hecho de que un monólogo
de Silvia, quien representa el amor, termina la obra es importante por dos razones.
Primero, siendo una mujer importante dentro del contexto de la obra, Silvia es un
símbolo de la mujer más poderosa de la sociedad. Más importante, el monólogo de
Silvia es importante porque sugiere la naturaleza única del amor—después del
término de la farsa, todavía existe el amor. Se puede interpretar que, para
Benavente, o el amor es algo que transciende todo lo material o es simplemente
otra fuerza que se puede manipular, aunque no queramos admitirlo. Porque el fin
de la obra se puede interpretar en dos maneras, la rechaza del absoluto es
destacado en la obra. En fin, Los intereses creados es muy representativo de su
época cultural, y el comentario social que Benavente hace en ella es algo que
indudablemente influyó a que la Academia Sueca le premiara con el Premio Nóbel.

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