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ISBN 978-968-817-857-7
Prefacio 9
La estructura de esta obra 11
Agradecimientos 12
PRIMERA PARTE 13
La NOM-059-SEMARNAT-2001 y el Método de evaluación
del riesgo de extinción de las especies silvestres en México (MER)
1 Introducción 15
1.1 Antecedentes de la determinación oficial del riesgo 16
de extinción de las especies silvestres en México
1.2 Objetivos de esta publicación 19
2 NOM-059 y el MER 21
2.1 NOM-059-SEMARNAT-2001 21
2.2 Categorías de riesgo de extinción 23
2.3 Información que debe sustentar a las evaluaciones de riesgo 25
2.4 Lista de especies en riesgo de extinción (Anexo Normativo II) 28
2.5 Método de evaluación del riesgo de extinción 28
de las especies silvestres en México (MER)
2.6 Criterios del MER 29
2.7 Obtención del valor final para un taxón 36
2.8 Recomendaciones prácticas 37
2.9 Algunas expectativas respecto delMER 38
5 Bibliografía 43
SEGUNDA PARTE 45
Aplicación práctica de los criterios del MER
P refacio
L
a modificación de la primera norma sobre especies amenazadas, la NOM-059-
ECOL-1994, fue un proceso largo y complejo, en el que los autores de esta obra
participamos activamente, y que culminó con la publicación de la NOM-059-
ECOL-2001 en el Diario Oficial de la Federación el 6 de marzo de 2002 (y que por un
decreto posterior se titula actualmente NOM-059-SEMARNAT-2001).
Desde entonces, se reconoció la necesidad de elaborar una publicación que resu-
miera los aspectos más importantes del Método para evaluar el riesgo de extinción de
las especies silvestres en México (MER) que, como producto central del proceso, había
quedado incluido en la nueva norma. Distintas circunstancias obligaron a postergar
esa iniciativa, lo cual a la postre resultó afortunado, pues hoy se ha acumulado valiosa
experiencia en el uso de dicho método.
El Método de evaluación del riesgo de extinción de las especies silvestres en México
se ha venido utilizando por expertos en diferentes grupos de especies que enfrentan
diversas condiciones de riesgo de extinción, con resultados alentadores que en general
reflejan la situación real de las especies evaluadas, a juicio de los propios expertos. Sin
embargo, por ser un protocolo relativamente nuevo y aplicable a una gran cantidad
de situaciones particulares, aún necesita ser utilizado y afinado. Por ello, los autores
y los colegas del grupo de trabajo de la NOM-059 concebimos el perfeccionamiento
conceptual y operativo del MER como un proceso continuo.
Cabe hacer una aclaración importante; por razones circunstanciales, en lugar
de que el uso del MER se generalizara primeramente como el método de la NOM
actualmente vigente, tuvo antes una mayor difusión como parte de las fichas que la
10 Prefacio
E
sta publicación está dividida en dos secciones y hace referencia constantemente
a la NOM-059-SEMARNAT-2001, que puede consultarse en formato digital, entre
otros sitios, en la sección de leyes y normas de la Secretaría de Medio Ambiente
y Recursos Naturales (www.semarnat.gob.mx).
La primera parte inicia con una descripción de la NOM-059-SEMARNAT-2001, ya
que el MER es parte de la misma, y a continuación se explica en detalle dicho método.
Consideramos esencial que los interesados conozcan las disposiciones de dicha nor-
ma, puesto que éste es el mecanismo oficial con el que México reconoce a aquellas
especies en riesgo de extinción en su territorio.
La segunda parte contiene seis ejemplos que sirven de base para ilustrar y de-
mostrar la aplicación del método y la manera de analizar e interpretar sus criterios,
con situaciones representativas de diferentes condiciones biológicas y de estado de
riesgo de los taxones analizados.
11
12 Prefacio
A gradecimientos
L
os autores deseamos reconocer y agradecer el esfuerzo y apoyo de todos los
participantes del Subcomité I de Aprovechamiento Ecológico de los Recursos
Naturales, especialmente a Dulce María Ávila, Humberto Berlanga, Sonia Careaga
y Miguel Ángel Soto.
También expresamos nuestra gratitud a Martha Juana Martínez Gordillo, Jaime
Jiménez Ramírez, Rodolfo Dirzo, Jorge Llorente Bousquets, Armando Luis Martínez,
Rosalinda Medina Lemus, Salvador Luévano Martínez, Fuensanta Rodríguez Zahar,
Adán Morales, Louis S. Hegedus, Lucille McCook, Silvia Purata, Juan Hernández
Guzmán, Esteban Martínez, Elvira Yáñez, Mariana Hernández, Luisa Mendoza y Sandro
Cusi, por sus valiosas aportaciones durante la construcción de ejemplos de aplicación
del MER.
12
Primera parte
La NOM-059-SEMARNAT-2001
y el Método de evaluación
del riesgo de extinción
de las especies silvestres
en México (MER)
Introdución 15
1 Introducción
15
16 Método de evaluación del riesgo de extinción
evidencia concreta de riesgo, pero que resultaban de especial interés para algún
experto. Los años de vigencia de la NOM-059-ECOL-1994 sirvieron como
testimonio de cuatro necesidades fundamentales para mejorar la protección
a las especies:
2.1 La NOM-059-SEMARNAT-2001
21
22 Método de evaluación del riesgo de extinción
las especies que tienen riesgo y de extinción en México y por tanto no puede
incluir en su ámbito a especies que ya no existen.
• Datos generales del responsable de la propuesta: nombre, domicilio, teléfono, fax, dirección
electrónica e institución (en su caso).
a) Análisis diagnóstico del estado actual que presentan la población o especie (debe in-
cluirse en el criterio C del MER) y su hábitat (debe incluirse en el criterio B del MER);
esta diagnosis debe definir los métodos utilizados para desarrollarla y debe incluir los
antecedentes del estado de la especie y su hábitat o, en su caso, de la población, que
son el motivo de la propuesta.
c) Factores de riesgo reales y potenciales para la especie o población, así como la evaluación
de la importancia relativa de cada uno. Debe incluirse en el criterio D del MER).
f) Referencias de los informes y/o estudios publicados que dan fundamento teórico y
sustento relativo al planteamiento que se hace sobre la especie o población. Debe
agregarse después de la suma total del MER.
Criterio A
DISTRIBUCIÓN
• Descripción de la distribución (estados de la república, altitud, continua o en par-
ches, etc.).*
• Mapa [5.7.3] con la resolución y escala explícitos.
• Método de construcción del mapa. *
• Evaluación del tamaño de la distribución.
Criterio B
HÁBITAT
• Antecedentes (tipo de hábitat que la especie ocupa) [5.7.4 a].
• Análisis diagnóstico del estado actual del hábitat [5.7.4 a] (incluir aquí, en su caso,
riesgos por factores estocásticos).
• Evaluación del estado actual del hábitat con respecto a las necesidades naturales del
taxón.
• Cómo se llevó a cabo la diagnosis [5.7.4 a].
Criterio C
VULNERABILIDAD INTRÍNSECA
• Antecedentes (historia natural de la especie) [5.7.4 a].
• Análisis diagnóstico del estado actual de la especie [5.7.4 a].
• Evaluación de qué factores lo hacen vulnerable de modo intrínseco.
• Cómo se llevó a cabo la diagnosis [5.7.4 a].
Criterio D
IMPACTO HUMANO
• Factores de riesgo reales y potenciales [5.7.4 c].
• Análisis pronóstico de la tendencia de la especie [5.7.4 d].
• Evaluación del impacto humano directo e indirecto.
* Esto no lo establece la norma pero es muy recomendable que se incluya, de modo que se gane homo-
geneidad en su aplicación.
28 Método de evaluación del riesgo de extinción
Con base en el resultado del análisis, un taxón puede ser asignado a una de
dos categorías de riesgo previstas por la norma: En peligro de extinción (P) o
Amenazada (A), o se puede proponer su inclusión como Sujeta a protección
especial (Pr). Para el caso de las especies Probablemente extintas en el medio
silvestre (E), su aplicación tiene como objeto únicamente documentar la
información disponible.
El MER utiliza cuatro criterios (denominados A, B, C y D), tratando de
mantener la mayor independencia posible entre ellos, de modo que la suma
aritmética de sus respectivos puntajes esté en relación directa con el grado
acumulativo de riesgo de extinción. Por ello es indispensable que todos los
criterios sean aplicados al evaluar una especie.
Existen casos en que las peculiaridades de la información disponible
para cada grupo pueden hacer necesario estandarizar los criterios para su
aplicación a ese grupo biológico. Por ello, se recomienda que el MER sea
aplicado colegiadamente por los grupos de expertos a las especies dentro
de un mismo grupo taxonómico, aumentando así la homogeneidad en su
aplicación.
• Descripción de la distribución
• Mapa
• Cómo se hizo el mapa
• Evaluación del tamaño relativo de la distribución
nom-059 y el mer 31
“Es el conjunto actual estimado de efectos del hábitat particular, con respecto
a los requerimientos conocidos para el desarrollo natural del taxón que se
analiza, en términos de las condiciones físicas y biológicas. No determina la
calidad de un hábitat en general. Cuando una especie tenga una distribución
muy amplia, se hará una estimación integral del efecto de la calidad del hábitat
para todo su ámbito. Considera tres valores:
i) vulnerabilidad alta = 3
ii) vulnerabilidad media = 2
iii) vulnerabilidad baja = 1.”
i) alto impacto = 4
ii) impacto medio = 3
iii) bajo impacto = 2.”
Una vez aplicados los criterios del MER, el siguiente paso es, simplemente,
sumar los puntajes provenientes de cada uno de ellos.
Como resultado de ensayos de calibración efectuados con distintos tipos
de especies en el lapso de trabajo del Subcomité (1997-1999), y para dar ca-
bida al componente de incertidumbre asociado con la calidad y cantidad de
información disponible para diferentes taxones, el MER asigna los siguientes
intervalos:
Se recomienda desarrollar una etapa previa de calibración del MER para cada
grupo taxonómico. Esto es, comenzar con un taxón del cual se tenga una idea
muy clara de su estado de conservación para verificar que el resultado de la
aplicación del método sea correcto. Un método se vuelve más sólido al llevarlo
a cabo como un proceso iterativo, documentado paso por paso. La calibración
del MER por un grupo colegiado es un paso muy importante, que permite
generar confianza en los resultados y detectar las posibles peculiaridades del
método en relación con un taxón particular. Trabajar con el MER hasta que
la calibración sea correcta; es decir, hasta que el especialista o grupo de espe-
cialistas se sientan cómodos y se tengan argumentos técnicos claros con cada
criterio, le dará coherencia a todas las evaluaciones posteriores.
Es importante tratar de aplicar este método como un ejercicio colectivo,
ya que por medio del diálogo y la discusión de distintos puntos de vista se
pueden estrechar los límites de la subjetividad inherentes a la visión individual
de cada especialista.
En algunos casos puede ser necesario establecer particularidades para
aplicar el MER. Por ejemplo, establecer otros umbrales de tamaño de la dis-
tribución diferentes a los que vienen determinados en el criterio A. Es impor-
tante que cada grupo de especialistas acuerde previamente las convenciones
de evaluación necesarias y defina y documente sus puntos de referencia, de
modo que se facilite la homogeneidad en las evaluaciones que se hagan para
las especies dentro de esos taxones.
Para los casos que resulten controversiales al aplicar el MER, se reco-
mienda su reevaluación junto con otros expertos en el grupo de especies que
corresponda. Incluso, lo óptimo sería que este proceso se efectuara en el seno
de las sociedades científicas pertinentes. Lo anterior ayudaría no solamente
a resolver mejor el caso particular, sino también a avanzar en el proceso de
aplicación y calibración general del MER.
Al evaluar el riesgo de extinción, muchos casos no podrán cubrir todos
los aspectos de información deseables para considerar la evaluación precisa.
Sin embargo, lo esencial es documentar los diferentes pasos para desarrollar
resultados creíbles que puedan ser revisados y superados con el trabajo pos-
terior en el tiempo.
Como se dijo en una sección anterior, el sistema de evaluación de la UICN
puede usarse como auxiliar del MER, si la naturaleza, la cantidad y la calidad
de la información disponible acerca de la especie son adecuadas para aplicar
38 Método de evaluación del riesgo de extinción
aquel método. En ese caso, el especialista puede utilizar los resultados que
así obtenga, como un insumo para valorar los cuatro criterios que requiere el
MER. Si bien no existe equivalencia exacta de las categorías, el sistema UICN
puede ser una herramienta útil para documentar las decisiones que se tomen
usando el MER.
39
40 Método de evaluación del riesgo de extinción
41
42 Método de evaluación del riesgo de extinción
5 Bibliografía
43
44 Método de evaluación del riesgo de extinción
Aplicación práctica
de los criterios del MER
Evaluación del riesgo de extinción de Dioon edule 47
Sinónimos
47
48 Método de evaluación del riesgo de extinción
Nombres comunes
• Chamal (Tamaulipas)
• Chamalillo (Querétaro)
• Palma de Teresita
• Palmita (Veracruz)
• Quiotomal
• Tiotamal
Reino: Plantae
División: Spermatophyta
Clase: Cycadopsidae
Orden: Cycadales
Familia: Zamiaceae
3. Motivo de la propuesta
La evaluación de Dioon edule, por medio del MER, no implica cambio alguno
en la ubicación de esta especie en la NOM-059-SEMARNAT-2001. El motivo
de este análisis es para ilustrar el MER con una especie vegetal endémica, de
lento crecimiento, usada por el hombre, cuya amplitud de distribución permite
cierta variabilidad en condiciones biológicas y antropogénicas.
Evaluación del riesgo de extinción de Dioon edule 49
4. MER
• Descripción de la distribución.
• Mapa.
• Cómo se hizo el mapa.
• Evaluación del tamaño relativo de la distribución.
Descripción de la distribución
ción del riesgo de extinción. Por ello, se prefirió definir los parches en los que
pudiera hallarse presente, de acuerdo con los registros disponibles, y sumar
las extensiones de esos 4 manchones aparentemente continuos (centro de
Veracruz, Sierra Madre Oriental, Sierra de Tamaulipas y Sierra de San Carlos).
Se hicieron dos tipos de estimaciones para determinar la extensión de pre-
sencia sensu UICN (2001). En una, las franjas en Veracruz y la sierra Madre
se consideraron de unos 10 km de ancho, mientras que las de las sierras bajas
de Tamaulipas de 50 × 50 km. Se estima que el área ocupada en el centro de
Veracruz es de aproximadamente 880 km2, de 4400 km2 en la sierra Madre y
tal vez hasta de 2500 km2 en cada una de las sierras de Tamaulipas. El área de
ocupación obtenida es cercana a los 10,000 km2, esto es 0.5% del territorio
nacional. Como resultado, D. edule fue calificada con cuatro puntos en el
criterio A del MER; es decir, se le consideró como un taxón de distribución
muy restringida (menor a 5% del territorio nacional).
Evaluación del riesgo de extinción de Dioon edule 51
Se trata de una planta que llega a ser arborescente. Es una especie iterópara de
muy larga vida, monoica (tiene los sexos separados; es decir, plantas macho
y plantas hembra).
Dioon edule es una especie variable (De Luca et al., 1982). Las diferencias
morfológicas entre poblaciones de distintas áreas geográficas, que además
son disyuntas, sugieren que las poblaciones de D. edule son variables en su
genética y que esta variación puede estar estructurada. Las poblaciones del
centro de Veracruz están formadas por individuos de gran talla, que llegan a
ser arborescentes y con grandes frondas. Las poblaciones de la sierra Madre
Oriental son considerablemente más pequeñas y no llegan a ser arborescentes.
Existen numerosas formas hortícolas, como los cv. “Cameron”, “Variegata”,
“Glauca” y “Vista Hermosa”; todos ellos difieren un poco en la morfología y
la coloración de los folíolos.
Esta especie de cícada es polinizada por una especie no identificada del
género de escarabajos Rhopalotria. Las larvas y pupas de estos escarabajos
se han encontrado en las microsporófilas; permanecen en ellas durante el
invierno y emergen durante la siguiente temporada de producción de conos.
Hasta donde se sabe, esta asociación es altamente específica y obligada para
la producción de semillas de los individuos de Dioon (Vovides, 1991).
Dioon edule presenta una arquitectura de crecimiento que se ajusta al mo-
delo de Chamberlain (Hallé et al., 1978); esto es, un monocaule formado por
54 Método de evaluación del riesgo de extinción
Dioon edule presenta simbiosis específicas con sus polinizadores, una alta
mortalidad en la fase de plántula y tasas de crecimiento muy bajas, asociadas
con una gran longevidad de los especímenes adultos. Al igual que otras cícadas
es monoica. Por otra parte, es tolerante a distintas condiciones climáticas, de
hábitat y de sustrato, resiste fuegos rasantes y al parecer sufre niveles bajos de
herbivoría en las fases adultas. Tiene números poblacionales grandes. Parece
adecuado considerar que la vulnerabilidad biológica intrínseca de Dioon
edule es media. Esto corresponde a dos puntos en el criterio C del MER.
veces llegan a enraizar, pero sólo un porcentaje muy pequeño de las plantas
colectadas puede establecerse de nuevo (Vovides, 1990).
Como riesgo adicional, se debe mencionar la erradicación o quema de
poblaciones densas de D. edule en algunas áreas de Tamaulipas, Nuevo León
y San Luis Potosí por los ganaderos, debido a que sustancias tóxicas del follaje
pueden provocar incluso la muerte de los bovinos que las han ingerido en
grandes cantidades.
También se colectan las frondas durante ciertas festividades ya que son
utilizadas en pequeña escala para adornar iglesias.
5. Relevancia de la especie
8. Resumen
61
62 Método de evaluación del riesgo de extinción
Los más relevantes para México (lista completa en Gallo, 1989: 47 y 48).
Nombres comunes
Reino Animalia
Subphylum/Clase Vertebrata/Mammalia
Orden Carnivora
Familia Mustelidae (Subfamilia Mustelinae)
3. Motivo de la propuesta
Lo que se busca ilustrar con este ejemplo es una especie de mamífero de amplia
distribución del cual exista bastante información. Actualmente, la NOM-
059-SEMARNAT-2001 considera a Lontra longicaudis (= Lutra longicaudis)
como una especie amenazada y el resultado de la evaluación del MER arroja
un resultado compatible con tal asignación.
4. MER
• Descripción de la distribución.
• Mapa.
• Cómo se hizo el mapa.
• Evaluación del tamaño relativo de la distribución.
Descripción de la distribución
un área dada. Pero también existe otro factor, que podría parecer un tanto
trivial, pero no lo es: el juego. Las nutrias utilizan los bancos de tierra lodosa
de las riberas principalmente para deslizarse hacia el agua y estas actividades
lúdicas son parte importante de la conducta social de los grupos familiares
de nutrias, ya que promueven la cohesión dentro de los grupos familiares
(Sánchez, 1980). El grado de alteración actual de este rasgo particular del
hábitat no está documentado de modo suficiente, pero puede presumirse en
un estado intermedio, pues pocos ríos han escapado de las transformaciones
causadas por el hombre.
A pesar de que las nutrias continúan presentes en la mayor parte de su
área de distribución histórica, sin duda en varios de los afluentes y en mu-
chos ríos principales se hallan en situaciones complicadas o hasta precarias,
debido a acciones como la captación de aguas y la construcción de presas
hidroeléctricas y para riego, dado que son factores que inciden directamente
en hábitats ocupados por las nutrias. Esas obras modifican de manera radical
las condiciones de los ríos en cuanto al flujo de agua, variaciones en el caudal
y fluctuaciones en las condiciones hidrológicas. Estos cambios con frecuencia
tienen consecuencias severas para las formas de vida estrictamente acuáticas,
lo que en muchos lugares ya representa un factor de deterioro ambiental no-
civo para las poblaciones de nutria de río neotropical (Gallo-Reynoso, 1989;
Sánchez et al., 1992).
Esta nutria no suele aventurarse con frecuencia fuera de ambientes con las
características antes descritas, lo cual hace que la calidad, cantidad, disponi-
bilidad y estabilidad de factores como: tramos de río con pozas profundas
que represen el agua y que la retengan aun en medio de periodos de sequía
severos, presencia de vegetación riparia que ofrezca suficiente cobijo, presencia
de bancos de tierra en las riberas y la presencia de presas, principalmente lan-
gostinos de los géneros Macrobrachium y Atya, se consideren determinantes
para la presencia y la permanencia de la especie. En general, puede decirse
que, en México, las nutrias se encuentran en una situación intermedia, pero
cada vez más limitante, respecto a las necesidades naturales de este taxón con
su hábitat. Por ello, se estima conveniente ponderar dos posibles valores:
intermedio o limitante, equivalente a un puntaje de 2 y, hostil o muy limi-
tante, que representa un valor de 3.
70 Método de evaluación del riesgo de extinción
probable que la densidad a lo largo de los ríos sea relativamente baja (Gallo-
Reynoso, 1989; Sánchez et al., 1992).
La diagnosis del estado actual de la especie se basa en dos datos diferen-
tes, el primero, de la comparación de la distribución histórica y la actual. El
segundo, una evidencia aislada que nos puede dar una idea de la densidad de
las poblaciones, ya que ese dato no se tiene para México. Asimismo, se extrajo
información publicada y uno de los autores de este análisis con el MER, el
experto de México en esta especie animal, aportó datos, incluso inéditos, de su
historia natural, para poder evaluar qué tan robusta es ésta, en comparación
con otras especies de grupos cercanos.
tratado de restringir con algún grado de éxito, al menos a nivel local, pueden
citarse la pesca con porciones de dinamita (que se practicaba para causar
un choque a los peces) y la pesca por vertimiento de cal viva (CaCO3) en
las pozas, a fin de provocar asfixia a peces y langostinos. Con efectos menos
drásticos y de más corta duración, se ha estimado la pesca con venenos vege-
tales relacionados con la rotenona. Esa técnica busca intoxicar a los peces en
pozas y represas temporales para facilitar su captura (Gallo-Reynoso, 1989).
El problema con estos métodos no selectivos, es que afectan a todas las formas
de vida acuáticas y, además, provocan que se desperdicie parte de la pesca
(incluso de las especies más codiciadas), ya que los animales con frecuencia
quedan muertos en el fondo de las pozas profundas e inalcanzables para los
pescadores, quienes recogen su producto mediante buceo a pulmón. La extrac-
ción de peces y crustáceos por el hombre constituye una competencia directa
por recursos que en los plazos medio y largo casi siempre resulta insostenible
para las nutrias. El estado actual de este factor de deterioro del hábitat para
las nutrias significa un factor de presión importante.
A los anteriores factores de riesgo, vigentes y con tendencias aparentes de
incremento, hay que agregar la caza furtiva oportunista que ejercen habitan-
tes rurales. En algunos casos es justificada débilmente aduciendo la presunta
afectación de la pesca de subsistencia local y supuestos motivos de seguridad
personal de los pescadores, pero la mayoría de las veces obedece al afán de
muchas personas por hacerse de una pieza de caza mediana, sea con arma
de fuego o hasta con resorteras rústicas, como lo ha documentado Gallo-
Reynoso (1989); esto puede ilustrarse con el dato de que la mayor parte de
especímenes examinados en los últimos 15 años han sido piezas cobradas por
habitantes rurales (véase una lista comentada de localidades y ejemplares en
Gallo-Reynoso, 1997).
En apariencia, la nutria de río neotropical ya no significa mucho hoy día
para el comercio de escala media a grande como animal de interés peletero.
Esto puede deberse, entre otros factores, a la preocupación nacional e in-
ternacional por su estado de conservación, lo que ha motivado la creación
y operación de restricciones nacionales e internacionales para su captura y
comercialización. En su papel de depredador, los efectos generales que tiene
la nutria de río sobre la pesca de subsistencia rural, aunque variables regional-
mente, tienden a ser poco significativos; no obstante, dan pretexto suficiente
a pescadores y otros habitantes locales para cazarla de manera furtiva. Al pa-
recer, esto se hace simplemente para generar unos cuantos pesos adicionales
al vender la piel; o bien para evitar su presencia como “competidor” de las
76 Método de evaluación del riesgo de extinción
5. Relevancia de la especie
Tibon, G. 1983. Aventuras en México 1937-1983. Editorial Diana. México, D.F. 410
pp.
Timm, R. M. 1994. “Mammals” (apéndice 8), pp. 394-398, en: McDade, L. A., K. S.
Bawa. H. A. Hespenheide y G. S. Hartshorn (eds). La Selva. Ecology and Natural
History of a Neotropical Rain Forest. The University of Chicago Press, Chicago,
Illinois. 486 pp.
U.S. [ESA] Fish & Wildlife Service, 2002. U.S. Fish & Wildlife Service Endangered
Species Home Page. http://endangered.fws.gov, consultada: 20 de mayo de 2002.
van Zyll de Jong, C. G. 1972. A systematic review of the Nearctic and Neotropical river
otters (Genus Lutra, Mustelidae, Carnivora). Life Sciences Contributions of the
Royal Ontario Museum, 80:1-104.
Wilson, D. E. y D. M. Reeder. 1993. Mammal Species of the World: a taxonomic and
Geographic reference. Smithsonian Institution Press-American Society of Mam-
malogy, Washington, DC. 1206 pp.
Zavala, A. y M. Medina. 1898. Vocabulario Español-Maya. Imprenta de la Ermita,
Mérida de Yucatán. 72 pp.
8. Resumen
situación intermedia, pero cada vez más limitante, respecto a las necesidades
naturales de este taxón con su hábitat.
Criterio C = 2. Vulnerabilidad media. Lontra longicaudis annectens tiene
camadas al parecer pequeñas para un mustélido; sólo facultativamente podría
tener implantación retardada de embriones, pero en ambientes tropicales
puede ser innecesario activarla. Aunque la gestación dura cerca de dos meses,
las crías dependen al menos cuatro meses de la madre. En cuanto a hábitos
alimentarios, las nutrias de río neotropicales dependen de crustáceos acuá-
ticos y peces de nado lento, aunque, por otro lado, hay evidencia de que bajo
situaciones de restricción del alimento preferido, la nutria puede utilizar otros
recursos, aunque quizá no sean los óptimos. El ámbito de actividad individual
es reducido lo cual es un aspecto importante de vulnerabilidad.
Criterio D = 4. Alto impacto. Las tendencias de distintas actividades
humanas que inciden indirectamente en la viabilidad de la especie (conta-
minación de los cuerpos de agua, interferencia en su alimentación debido a
pesca artesanal con métodos de envenenamiento de peces y crustáceos) au-
nada a aquellas actividades que si bien a escala menor inciden directamente
sobre el número de individuos de la nutria de río neotropical (caza furtiva
oportunista, asalto a las madrigueras, caza para obtención de pieles), pueden
considerarse de alto nivel de impacto y al parecer continúan en incremento,
o al menos vigentes.
Las prioridades de conservación de este taxón en México podrían incluir:
a) evaluaciones de campo sobre las poblaciones actuales; b) identificación de
hábitat clave en diversas áreas del país; c) protección inmediata de las áreas
donde se sabe de existencia de poblaciones significativas; d) mejor vigilancia
y cumplimiento de las leyes sobre vertimiento de desechos tóxicos hacia
sistemas fluviales (entre otros temas) y, e) promoción de programas locales
de información y educación (modificadas y adaptadas de una propuesta de
Mason y MacDonald, 1990).
Evaluación del riesgo de extinción de Lippia graveolens 91
• Lantana origanoides Martens & Galeotti, Bull. Acad. Roy. Sci. Bruxelles
11(2):327. 1844. Tipo: México, Hidalgo, et dans champs de Mextitlan près
Real del Monte, Galeotti 756 (BR).
• Lippia berlandieri Schauer, en DC., Prodr. 11:575. 1847. Sintipos: Mexico,
Tamaulipas, entre Santander y Victoria, Berlandier 2252 (G); Oaxaca,
Andrieux 166 (B); Hidalgo, San Bartolo, Ehrenberg 720 (B).
• Goniostachyum graveolens (H. B. & K.) Small, Fl. Southeast. U.S. 1012.
1903.
• Lippia graveolens H.B.K. f. macrophylla Moldenke, Phytologia 49:431. 1981.
Tipo: México, Edo. de México, Zitácuaro, Hinton s.n. NY.
• Lippia graveolens H.B.K. f. loeseneriana Moldenke, Phytologia 52:130-131.
1982. Tipo: México: Chiapas, Seler 3543 US.
Nombres comunes
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsidae
Orden: Lamiales
Familia: Verbenaceae
3. Motivos de la propuesta
4. MER
• Descripción de la distribución.
• Mapa.
• Cómo se hizo el mapa.
• Evaluación del tamaño relativo de la distribución.
Descripción de la distribución
forma y tamaño de las hojas entre todas las poblaciones, pero otros caracteres
podrían no presentar variación continua. Las distintas poblaciones y/o formas
de Lippia graveolens tienen un comportamiento ecológico distinto en toda su
amplia distribución. En las zonas tropicales más húmedas, L. graveolens está
restringida a la vegetación secundaria o a los matorrales de dunas costeras;
sin embargo, en la selva baja caducifolia y en los cardonales, donde es una de
las especies dominantes, su presencia está restringida con dosel abierto.
Los diferentes comportamientos ecológicos de L. graveolens parecen estar
asociados con distintas tasas de crecimiento, aparentemente dependientes
de la precipitación pluvial. En zonas áridas, la tasa de crecimiento podría ser
muy baja y la longevidad de las plantas mayor. En zonas semiáridas, como El
Mezquital, en Durango, L. graveolens está asociada con sitios perturbados y
en ciertas ocasiones se le considera como planta ruderal. En la zona árida del
Bolsón de Mapimí, L. graveolens tiene un comportamiento distinto, pues es
un arbusto característico de matorrales primarios.
A lo largo de su área de distribución, la floración de Lippia graveolens se
presenta durante todo el año (datos derivados de la consulta de herbarios).
Sin embargo, en las poblaciones del desierto chihuahuense, la floración se
restringe de agosto a octubre, probablemente porque es la época asociada
con mayores precipitaciones. Hernández (1991) reporta que en el altiplano
potosino L. graveolens es una planta decidua, desde las primeras heladas hasta
principios del verano, con el mayor desarrollo foliar en agosto y septiembre;
allí, aparentemente la producción de hojas está determinada por la combina-
ción de ausencia de heladas y la presencia de precipitaciones. La floración y
fructificación se da también en agosto y septiembre. En Coahuila, L. graveolens
sigue un comportamiento fenológico similar (Castillo, 1991).
La defensa química en la relación planta-herbívoro ha sido estudiada en
detalle para ciertos sistemas y existe abundante información sobre la eficacia
defensiva de los compuestos terpénicos (Herms y Mattson, 1992). Lippia gra-
veolens es una de las especies en las cuales la producción de terpenos volátiles
es de tal magnitud, que su aroma puede percibirse con el olfato humano en
toda la comunidad vegetal. Lippia graveolens es atacada durante el verano por
grandes poblaciones de chapulines, pero el daño foliar sobre ella es menor
que en otras especies con las que coexiste, por ejemplo (Sanvitalia fruticosa
Hemsley, Compositae) y Cnidoscolus tehuacanensis Breckon, Euphorbiaceae),
en el valle de Tehuacán.
Los terpenos son sintetizados en grandes cantidades y constituyen un
porcentaje importante del peso seco de las hojas, probablemente cercano a
Evaluación del riesgo de extinción de Lippia graveolens 99
Sin duda, el mayor factor de riesgo para Lippia graveolens es la colecta con
fines de aprovechamiento, aunque el grado de explotación es muy variable
en toda su distribución.
La recolección de orégano se lleva principalmente a cabo en el norte de Ja-
lisco y suroeste de Zacatecas, el sur de Coahuila, el centro-noreste de Durango,
Evaluación del riesgo de extinción de Lippia graveolens 101
Las poblaciones de las zonas tropicales subhúmedas están muy poco impac-
tadas por la población humana. Las de las zonas semiáridas de las cuencas del
sur del país al parecer se han visto favorecidas por cierto grado moderado de
perturbación y por el pastoreo. Sólo las localidades del desierto chihuahuense
están severamente colectadas, al grado de que presentan problemas y su ten-
dencia es negativa. Así, y en términos generales, el impacto para esta especie
a nivel nacional puede considerarse intermedio, equivalente a 3 puntos en
este criterio del MER.
5. Relevancia de la especie
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108 Método de evaluación del riesgo de extinción
8. Resumen
111
112 Método de evaluación del riesgo de extinción
Nombres comunes
Phylum Arthropoda
Clase Malacostraca
Orden Decapada
Familia Alpheidae
3. Motivos de la propuesta
4. MER
Descripción de la distribución
por poseer pozas de agua tranquila donde estos camarones se ocultan entre
el sustrato rocoso. Las condiciones de temperatura del agua, durante la reco-
lecta de los ejemplares tipo, fue de 23.0 a 23.5ºC (Hobbs, 1973). Dentro de las
pozas, las características buscadas por la especie son el acceso rápido a sitios
de refugio entre rocas en las paredes y con acceso a partículas alimenticias,
en cantidades y disponibilidad apropiadas.
El hábitat de P. stygicola no le es del todo propicio, pues aún dentro del medio
acuático subterráneo este alfeido ocupa porciones con características espe-
ciales (entre otras, pozas con acceso rápido a sitios de refugio entre rocas en
las paredes y con acceso a partículas alimenticias, en cantidades y disponibi-
lidad apropiadas). En realidad, esta situación impone limitaciones al hábitat
116 Método de evaluación del riesgo de extinción
bios drásticos del ambiente. Los especialistas admiten que P. stygicola tiene
un desarrollo larval abreviado; es decir, que evolutivamente implicó reducir
el número de estadios larvarios, con lo cual se evitó pasar por aquellas fases
que requieren de la salinidad para su desarrollo. Con ello se incrementa la
probabilidad de supervivencia de las larvas y, como resultado de ese proceso
adaptativo, el número de huevecillos por hembra ovígera se reduce fuerte-
mente (a unas pocas decenas). Al ser P. stygicola un alfeido microendémico,
la estrategia reproductiva que sigue es congruente, ya que la reducción de
fases larvarias implica también reducción de las necesidades de dispersión de
éstas. Como regla general, en los decápodos completamente dulceacuícolas,
al salir las larvas de los huevos, éstas permanecen adheridas a los apéndices
abdominales de la hembra y, durante las dos mudas subsecuentes, se mueven
distancias muy cortas desde el sitio donde eclosionaron.
Otro aspecto de vulnerabilidad es que su ámbito hogareño es en extremo
reducido. En lugares en donde los cuerpos de agua son grandes, por ejemplo,
el río de la cueva 1, se observó que los individuos de P. stygicola difícilmente
se alejan de las paredes; pero cuando lo hacen, sólo se mueven en un radio
aproximado de 0.5 m (Mejía, 2002, inédito).
Por otro lado, el ingreso de alimento para todos los organismos acuáticos
que habitan estas dos cuevas depende principalmente de la actividad de los
murciélagos, que acarrean semillas o frutas dentro de ciertos sitios de las cue-
vas o de las cuales excretan los restos en esos mismos lugares, en cantidades
suficientes para soportar la estabilidad local en composición y disponibilidad
de los detritos del fondo.
La ponderación conjunta de los atributos biológicos conocidos de P.
stygicola y los de aquellos linajes taxonómicos más próximos a este taxón,
permitió asignarle en principio una vulnerabilidad biológica intrínseca alta
(tres puntos en el criterio C del MER).
5. Relevancia de la especie
8. Resumen
127
128 Método de evaluación del riesgo de extinción
No existen.
Nombre común
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Liliopsidae
Orden: Asparagales
Familia: Orchidaceae
3. Motivos de la propuesta
4. MER
• Descripción de la distribución.
Evaluación del riesgo de extinción de Phragmipedium 129
• Mapa.
• Cómo se hizo el mapa.
• Evaluación del tamaño relativo de la distribución.
Descripción de la distribución
Esta especie habita los bosques de neblina de baja altitud más húmedos de
México. La precipitación en Montebello es cercana a los 3500 mm, mientras
que debe ser de al menos 2500 en Ocotal Grande (Anónimo, 1981).
Evaluación del riesgo de extinción de Phragmipedium 131
La mayor parte de los hábitats del tanal de bigotes están exterminados, muy
degradados por incendios o por estar situados en sitios contiguos a lugares
incendiados, lo que parece haber disminuido notablemente la humedad
atmosférica.
Incluso, la laguna Ocotal Grande, que es parte de la zona núcleo de la
reserva de Montes Azules, ha sido y es afectada actualmente por actividades
humanas. El extremo NW de la laguna está cubierto por un bosque de pinos
que al parecer se mantiene por incendios frecuentes. La parte plana de la
orilla NE está cubierta por un acahual viejo, con Heliocarpus, Belotia, Croton,
Cecropia y otras especies de rápido crecimiento.
La mayor parte del hábitat de esta orquídea de largas flores ha sido destruido,
además de que los remanentes están francamente degradados respecto a sus
requerimientos de humedad y luminosidad. Por ser una especie cuyo estable-
cimiento en cantidades apreciables parece ser posible sólo en comunidades
originales o en etapas serales avanzadas de la vegetación secundaria de la
selva mediana perennifolia, P. exstaminodium es aún más vulnerable, pues
las actuales prácticas de uso de suelo no han permitido que la vegetación se
regenere hasta llegar a etapas avanzadas de la sucesión. Por ello, puede su-
ponerse que un factor de vulnerabilidad de esta planta es su preferencia por
un hábitat en apariencia transitorio (Soto y Hágsater, 1990). El único hábitat
con condiciones adecuadas es, al parecer, la selva perennifolia de Talauma-
Quercus-Terminalia de la sierra Infiernillo, donde por desgracia esta orquídea
134 Método de evaluación del riesgo de extinción
descrito por van der Pijl y Dodson (1966) para P. lindenii, donde las anteras
se aproximan a la superficie estigmática, tal y como se observa en las fotogra-
fías que ilustran la descripción original de este taxón (Castaño et al., 1984).
Las anteras en la subespecie exstaminodium están en contacto con el estigma
desde que la flor abre, lo que no da oportunidad para que se realice, aunque
de forma ocasional, la polinización cruzada. Es seguro que este proceso tiene
consecuencias en la estructura genética de esta subespecie donde se espera una
alta homocigosidad. En P. lindenii, que también es autopolinizado, McCook
no detectó variación genética (L. McCook, com. pers.). Si bien una variación
genética muy reducida eventualmente conduce a homocigosis y a la pérdida
de adaptabilidad evolutiva a cambios ambientales, tiene la ventaja de que, en
especies como ésta, en las cuales la densidad es tan baja, la probabilidad de
formar un fruto derivado de polinización cruzada es casi nula. Así, al menos
la producción de semillas está asegurada con la presencia de un solo indivi-
duo aislado.
A diferencia de las orquídeas seudobulbosas, las temporadas de crecimiento
en Phragmipedium no son tan evidentes. La mayor actividad en el crecimiento
vegetativo parece darse entre junio-julio y enero. Los nuevos módulos inician
su desarrollo en febrero, pero las hojas grandes no se producen hasta julio.
El desarrollo de la inflorescencia es relativamente rápido. La vaina espa-
tácea aparece a finales de abril. El alargamiento del pedúnculo cesa casi en la
antesis. La floración en plantas cultivadas ha sido observada a finales de junio
y julio, pero en el campo se adelanta, al parecer desde principios de junio a
principios de julio; se observó un espécimen con botones en julio, los cuales
probablemente abrieron en agosto. La maduración de las cápsulas se da en
un periodo cercano a los 8-9 meses (Soto y Hágsater, 1990).
gánico, pero es obvio que omite que es a costa de la tala del bosque de neblina
probablemente más diverso de México. Los pocos manchones de selva que
permanecen están aclareados y han sido mantenidos por la población local
para la extracción de madera que requiere para la construcción. El bosque
de pino-encino-liquidámbar se mantiene en mejores condiciones, pero se
incendia con mucha frecuencia, incluso se sabe que ha sido quemado inten-
cionalmente por pobladores locales.
Otro factor de riesgo es la elevada presión de colecta sobre Phragmipedium
humboldtii exstaminodium (Soto y Hágsater, 1990). Al igual que otras especies
de Phragmipedium, es muy apreciada por cultivadores de orquídeas en todo
el mundo, y es una de las orquídeas mexicanas que alcanza mayores precios
en el mercado.
El tanal de bigotes es una especie bien conocida por la población de Tzis-
cao, Chis., y de los alrededores de Montebello, donde se colectaba con mucha
frecuencia. Hace años era común ver plantas cultivadas en Tziscao, que irre-
mediablemente morían por no proporcionárseles los cuidados necesarios. Es
también muy apreciada como ornamental en Comitán. Se podían comprar
plantas por unos cuantos pesos en las casas de Tziscao, cerca de la caseta de
vigilacia del parque de Montebello y con cultivadores de Comitán, que ofrecían
sobre todo Lycaste skinneri, otra especie amenazada (obs. pers.).
Se conocen algunos casos de venta ilegal de especímenes como el de Hen-
ry Azadehdel de nacionalidad alemana que en 1989, entonces residente en
Inglaterra, fue sentenciado a un año de prisión y a pagar una alta multa por
contrabando, encubrimiento, ofrecer a la venta y vender orquídeas sujetas a
estricto control internacional por parte de CITES. Durante varios años Aza-
dehdel se dedicó al comercio de orquídeas cypripedioides y una inspección
en su vivero resultó en el hallazgo de algunas plantas de P. humboldtii subsp.
exstaminodium. En 1985 (Die Orchidee 36:2), esta especie se ofreció a la ven-
ta en Alemania por H. Popow. Algunos años antes, al parecer se vendieron
plantas en California, Estados Unidos, por R. J. Rand’s Orchids bajo el nombre
de P. caudatum.
5. Relevancia de la especie
Anónimo. 1981. Atlas Nacional del Medio Físico. Secretaría de Programación y Pre-
supuesto. México, D.F.
Atwood, J. T. y R. L. Dressler. 1998. «Clarifications and new combinations in the Phrag-
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Evaluación del riesgo de extinción de Phragmipedium 143
8. Resumen
145
146 Método de evaluación del riesgo de extinción
Nombres comunes
Clase Amphibia
Orden Anura
Familia Scaphiopodidae
Anteriormente los sapitos pata de espada del Continente Americano eran in-
cluidos en la familia Pelobatidae, pero un estudio molecular reciente (García París
et al., 2003) ha justificado erigir para ellos una familia propia, Scaphiopodidae.
3. Motivo de la propuesta
4. MER
Descripción de la distribución
ciudad de Oaxaca. Dentro de la cuenca del río Balsas, la localidad más oriental
conocida es Acatlán, Guerrero (17º39’N y 99º10’W; Saldaña y Pérez-Ramos,
1987). Por otra parte, las localidades conocidas de menor altitud están dentro
de esta misma cuenca, sobre la carretera 90, antes de su cruce con el río Balsas,
aproximadamente a 800 m y en los alrededores de Chilpancingo (ca. 550 m;
Saldaña y Pérez-Ramos, 1987).
Las condiciones favorables para Spea multiplicata son los sitios abiertos en
los que se pueden formar charcas temporales durante la estación lluviosa,
presencia de rocas sueltas, cortezas y otros detritos que sirvan de refugio
durante el día, suelo fácilmente excavable al menos de entre 30 a 60 cm, ca-
paz de retener suficiente humedad en la época seca debido a que los sapos se
entierran y permanecen así durante los meses de sequía.
En realidad, de acuerdo con las observaciones directas que se han podido
obtener en el campo, los lugares en los que está presente S. multiplicata ac-
tualmente no presentan mayores problemas para la existencia de este anuro.
El estado actual del hábitat, a la escala del país, no parece hostil para las
poblaciones de este taxón (al menos por lo que puede inferirse de las que se
han visitado de nuevo entre 1978 y 1999). La captación de aguas para el riego
puede modificar los patrones de inundación propios de las llanuras donde suele
habitar esta especie; sin embargo, hasta el momento no se cuenta con evidencia
que demuestre que la construcción y operación de esta infraestructura haya
representado una amenaza directa para la permanencia de este anfibio. Sin
154 Método de evaluación del riesgo de extinción
embargo, hay que considerar que existe el riesgo de desecación rápida de las
pozas debido a la variación en la temperatura o en el patrón de lluvias.
El estado general del hábitat de esta especie respecto a sus necesidades,
actualmente y considerando el país como un todo, puede considerarse, por
ahora, ya sea como poco limitante o intermedio. Por ello se optó por cali-
ficarlo en el intervalo entre 1 y 2 puntos para el criterio B del MER. Esta
circunstancia permite al evaluador reconsiderar su elección final para proveer
una mejor determinación.
la piel (Shoemaker et al., 1969). Así permanecen hasta que se presentan las
primeras tres o cuatro lluvias fuertes (un mecanismo de seguridad que, en
general, permite reducir la posibilidad de “salidas en falso” cuando se trata
sólo de una lluvia aislada). El fenómeno de la estivación se ha documentado
para varias especies de pelobátidos en Norteamérica (Dimmit y Ruibal, 1980b).
Tan pronto se forman las primeras charcas, estos anfibios inician los coros de
machos para atraer a las hembras a los sitios de reproducción. La actividad
durante los meses de lluvia es principalmente nocturna. Las hembras ponen
sus huevos en racimos de forma irregular, de entre 15 y 50 unidades cada uno
(O. Sánchez, obs. pers., 1973). Las correlaciones energéticas de la reproduc-
ción en hembras de S. multiplicata y los márgenes de variación de éstas son
estrechos, tema que ha estudiado Long (1989).
Al menos en la cuenca de México, en años típicos, el apareamiento ocurre
a finales de junio y principios de julio. El amplexo es inguinal y los huevos son
puestos entre principios y mediados de julio; los renacuajos crecen entre julio
y principios de agosto, en este último mes ya está ocurriendo la metamorfosis
de los renacuajos de las puestas más tempranas (O. Sánchez, obs. pers., 1970,
1973 y 1992). Pueden existir algunas variaciones de estos tiempos de desarrollo
según la latitud y condiciones de cada tipo de ambiente (para conocer datos
sobre el área de Estados Unidos vecina al norte de México, véase Buchholz y
Hayes; 2000). Cada hembra fértil de S. multiplicata podría poner hasta 500
huevos por temporada, si ocurre en esta especie algo similar a lo conocido
para S. hammondi, su especie hermana (Stebbins, 1951). El alto número de
huevos/hembra/temporada de las especies de Spea parece ser una adaptación
a la eventual desecación rápida de algunas de las charcas, que puede acarrear
la muerte masiva de larvas de primera etapa y renacuajos. Las pérdidas más
importantes de individuos no necesariamente se deben a los depredadores
de larvas y juveniles (que incluyen a serpientes colúbridas como Thamnophis
scaliger, Thamnophis cyrtopsis o Thamnophis eques en la cuenca de México;
O. Sánchez, obs. pers., 1970, 1973 y 1986) o bien aves vadeadoras y algunos
mamíferos (Childs, 1953), pero pueden conjuntarse causas meteorológicas
y de depredación. En general, los huevos se desarrollan rápidamente y las
larvas nacen muy pronto (entre 76 y 96 horas luego de la puesta; O. Sánchez,
obs. pers., 1982).
El crecimiento, trátese de renacuajos herbívoros o carnívoros (ver más
adelante) es sumamente rápido; de hecho los renacuajos pueden transformarse
en sapitos con la cola muy reducida, ya capaces de respirar con pulmones y de
alimentarse por sí mismos en tierra, en tan sólo dos a tres semanas (en casos
156 Método de evaluación del riesgo de extinción
Evaluación de la vulnerabilidad
5. Relevancia de la especie
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8. Resumen
12 Conclusiones finales
167
168 Método de evaluación del riesgo de extinción
de referencia propio (el cual, aunque ahora es oficial, no por ello es estático
e inamovible) para estimar el estado de riesgo de sus especies silvestres.
El MER no puede ni debe considerarse como un punto final sino, en todo
caso, como un importante referente en una búsqueda mundial que aún hoy
continúa afinándose en distintas escalas geográficas (como un ejemplo,
entre otros, véase Wilson y Townsend, 2006). Por su parte, el MER puede
continuar aportando elementos para mejorar la evaluación del estado de
riesgo de especies silvestres en México si se mantiene apegado a un enfoque
de adecuación y mejora permanente, para poder incorporar los avances del
conocimiento científico según se vayan produciendo, y para explorar mejor
su propia estructura, de manera que vaya afinándose progresivamente y pueda
corregir errores previamente inadvertidos.
La comparación entre los resultados que proveen distintas herramientas
es, precisamente, la fuente de información que permitirá continuar perfeccio-
nando la evaluación del estado de riesgo de especies silvestres. Un escenario
concebible en el futuro es la convergencia cada vez mayor de distintos enfo-
ques para evaluar el estado de riesgo, que seguramente permitirá lograr una
aproximación más homogénea. Si no resulta posible llegar a un punto único
de convergencia, sí lo será encontrar un ámbito de congruencia mínima, en
el que los conceptos, métodos y criterios resulten aceptables para todos. Para
ello, consideramos que es un deber colectivo el continuar ponderando las
fortalezas, y los aspectos susceptibles de mejora, de todas las herramientas
que hasta hoy se han propuesto para abordar esta tarea.
El MER ha significado un punto de referencia importante para México,
pues documentó objetivamente un proceso autónomo de consolidación del
concepto de estado de riesgo de especies silvestres al final del siglo XX. Hoy
el MER continúa vigente como el método oficial de México pero, desde su
creación misma, la idea ha sido que permanezca siempre abierto a revisión y
actualización. Esta perspectiva quedó claramente planteada por las cerca de
50 instituciones y personas que participaron en su construcción, durante casi
dos años, dentro del Grupo de Trabajo convocado por el Comité Consultivo
Nacional de Normalización para la Protección Ambiental. A todos y cada
uno de los participantes expertos que crearon el MER (Diario Oficial de la
Federación, 6 de marzo de 2002), hacemos público reconocimiento del mérito
de su aportación a la conservación en México.
La reciente apertura por parte del gobierno de México, de una nueva
etapa de revisión de la NOM-059 y del propio MER, da testimonio de la con-
tinuación del proceso. El reto es ahora incorporar las lecciones aprendidas, a
170 Método de evaluación del riesgo de extinción
Bibliografía