Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Es así, que el concepto de economía del cuidado toma lugar y se entiende, según
Rodríguez, como todas las actividades y prácticas necesarias para la supervivencia cotidiana
de las personas en la sociedad en que viven, incluye el autocuidado, el cuidado directo del
otro, la provisión de las precondiciones en que se realiza el cuidado y la gestión del cuidado.
El cuidado permite atender las necesidades de las personas dependientes, por su edad o
por sus condiciones/capacidades (niñez, personas mayores, con enfermedad o con
deficiencia funcional) y también de las que deben auto proveerse dicho cuidado (Rodríguez,
2015).
2
Plantear entonces que el cuidado es derecho, es revolucionario y le otorga un
estatus político que es propio de la ciudadanía y de la universalidad de los derechos
humanos. De esta manera se avanza en el reconocimiento de las implicaciones que tiene la
acción de cuidar y de lo fundamental que es para la existencia misma de la vida y el
desarrollo de todas sus dimensiones. Esto implica asumir que no es la familia y en ella las
mujeres, las únicas responsables de provisionar los cuidados y que por tanto se extiende a
ser otorgados por otros estamentos y actores implicados: otros miembros de la familia, en
especial los hombres, el Estado y el sector privado.
En la primera década del siglo XXI se iniciaron las primeras discusiones internacionales
formales frente al cuidado, discusiones que ya venía generando el movimiento feminista,
se incorporan entonces a la agenda internacional y nacional generando normatividad que
plantean precedentes importantes para su constitución como derecho.
El cuidado como derechos fue presentado por primera vez en la en la X Conferencia
Regional de la Mujer de América Latina y el Caribe, celebrada en Ecuador en el año 2007, el
resultado del diálogo entre la sociedad civil y los gobiernos, fue conocido como el Consenso
de Quito, donde se planteó el compromiso de avanzar en la formulación de políticas que
promuevan la corresponsabilidad en el cuidado entre hombres y mujeres, el compromiso
de: “formular y aplicar políticas de Estado que favorezcan la responsabilidad compartida
equitativamente entre mujeres y hombres en el ámbito familiar, superando los estereotipos
de género, reconociendo la importancia del cuidado y del trabajo doméstico para la
reproducción económica y el bienestar de la sociedad como una de las formas de superar
la división sexual del trabajo”. Asimismo, se acordó “adoptar medidas en todas las esferas
de la vida particular, en los ámbitos económico y social, incluidas reformas institucionales,
para garantizar el reconocimiento y el aporte al bienestar de las familias y al desarrollo
promover su inclusión en las cuentas nacionales”.
3
medidas, políticas y programas de cuidado y de promoción de la corresponsabilidad entre
mujeres y hombres en la vida familiar, laboral y social que liberen tiempo para que las
mujeres puedan incorporarse al empleo, al estudio y a la política y disfrutar plenamente de
su autonomía”
4
del Cuidados, el cual recorrió un camino importante desde la agenda social a la agenda
política y la de gobierno. Fue el movimiento social de mujeres quienes colocaron el tema de
los cuidados en la agenda social y desde la institucionalidad gubernamental de este sector
poblacional (Instituto Nacional de las Mujeres) se trazaron las líneas de acción en este
sentido en el período de gobierno 2005-2010.
A nivel nacional se cuenta con normatividad que fundamenta las posibilidades de creación
de una política pública y más específicamente, de un Sistema de Economía de Cuidado para
el país, pero su concreción ha tomado más de 7 años, sin que se avizoren avances
contundentes en la materia, por el contrario, los planteamientos logrados en el plan de
desarrollo 2014 – 2018 y la construcción de lineamientos de política pública vuelven a ser
materia de revisión por el gobierno actual.
En el Plan de Desarrollo “Pacto por Colombia, pacto por la Equidad” 2018 – 2022, el cuidado
está incluido en el capítulo XIV Pacto de Equidad por las mujeres, específicamente el
numeral C. “El cuidado, una apuesta de articulación y corresponsabilidad.” Pero los avances
son limitados, hasta ahora la implementación se reduce a la revisión de los lineamientos
construidos en el gobierno anterior a través de encuentros con actores del diamante del
cuidado. A pesar del panorama nacional, se cuenta con progresos importantes desde los
gobiernos departamentales y municipales, como lo están mostrando ciudades como
Medellín y Bogotá y departamentos como Antioquia y Nariño, y con ello, la presión de abajo
hacia arriba en su concreción a nivel nacional.
5
2010. Ley 1413 de 2010. Insta a la medición Economía del cuidado en las cuentas
nacionales, a través de la Encuesta de Uso del Tiempo – ENUT
Ley 1595 de 2012 por medio de la cual se ratifica el convenio 189 de la OIT
2013. Decreto 2490 de 2013. Crea la Comisión Intersectorial de Economía de
Cuidado
2014 se publican los resultados de la Primera Encuesta Nacional de Uso del Tiempo
ENUT (2013) que evidencia la sobrecarga de trabajo de cuidado en las mujeres.
2015. Ley 1753 de 2015 – Plan Nacional de Desarrollo 2014 – 2018 Ordena crear el
Sistema Nacional de Cuidado –SINACU-
2016 – 2020 Construcción de las bases del Sistema Nacional de Economía de
Cuidado con la interlocución de la Mesa Intersectorial de Economía de Cuidado de
Bogotá.
2018 se publican los resultados de la segunda Encuesta Nacional de Uso del Tiempo
(2017)
2020 – 2021. Tercera encuesta de Uso del Tiempo, ENUT – DANE
Dando cumplimiento a La ley 1413 se han realizado tres mediciones de la Encuesta Nacional
de Uso del Tiempo (ENUT), la primera entre 2012 – 2013 y la segunda 2016 – 2017, y la
tercera en 2020 - 2021 en el marco de los efectos de la pandemia en el cuidado de la vida.
Estas mediciones junto con la creación de la cuenta satélite de economía del cuidado
permitieron valorar la contribución del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, el
cual, si se remunerara significaría el más del 20% del PIB.
Diamante de cuidados, El trabajo de cuidado en corresponsabilidad
Familias
Cuidado
Estado Mercado
Comunidad
6
Fuente: Imagen creada por Shahra Razavi, académica iraní y representantes de las
Naciones Unidas en temas de género y desarrollo social.
Las acciones sobre el cuidado han estado focalizadas hasta ahora, en las personas
que requieren cuidado, con programas con enfoques de asistencia y reducción de riesgo
social. Por su parte, las personas cuidadoras han estado ausentes de las políticas públicas,
programas y proyectos, desconociendo la función vital, social y económica que han
cumplido hasta ahora. Son dos los grandes retos de las políticas públicas de cuidado, por un
lado, fortalecer en calidad y cobertura el sistema de servicios de cuidado y por otro, crear
circunstancias para que las personas cuidadoras puedan llevar a cabo su labor en
condiciones de dignidad y la posibilidad de elección de la cantidad de tiempo invertido sin
detrimento de su autocuidado y el goce de derechos.
7
• Exigir a las empresas públicas y privadas el cumplimiento de normativa alrededor
del cuidado
• Promover acciones afirmativas de cuidado desde el sector privado. (ampliación de
licencias para hombres y mujeres, espacios de cuidado, flexibilización de horarios,
etc)
Bibliografía
Batthyány, K. (2015) Las políticas de cuidado en América Latina. Una mirada a las
experiencias regionales. CEPAL
DANE. Encuesta Nacional de Uso del Tiempo – ENUT-
Pautassi, L. (2007) El cuidado como cuestión social desde un enfoque de derechos. CEPAL
Rodríguez, C. (2015) Economía feminista y economía de Cuidado. Nueva sociedad. #256