En zonas que presentan suelos poco permeables y con topografía plana e irregular, el agua en
exceso como consecuencia de las precipitaciones muy intensas y frecuentes puede acumularse
sobre su superficie, trayendo como consecuencia el encharcamiento.
Para eliminar el agua encharcada de la superficie del terreno, se aplica el drenaje superficial.
Parte del agua de riego o de lluvia que se infiltra en el suelo quedará almacenada en los poros y
será utilizada por los cultivos y otra parte, se perderá por percolación profunda originando la
elevación del nivel freático.
Cuando el nivel freático alcanza la zona radicular, las plantas pueden sufrir daños debido al
anegamiento. El exceso de agua en la zona radicular desplaza el aire del suelo ocupando los
poros del mismo, originando una reducción del nivel de oxígeno y aumento de anhídrido
carbónico, situación que influye en el comportamiento de las raíces afectando sus procesos
fisiológicos esenciales.
Para eliminar el agua en exceso de la zona radicular (anegamiento) y las sales disueltas del suelo
se utiliza el drenaje subterráneo agrícola, que permite el flujo de agua freática hacia los drenes.
Para la solución de los problemas de encharcamiento en la superficie del terreno, anegamiento del
suelo y evitar la salinización se utiliza el drenaje agrícola, que es la eliminación por medios
artificiales del exceso de agua y sales disueltas de las capas superficiales y subterráneas del
terreno, de tal forma que permita prevenir la salinización de los suelos y efectos negativos como
consecuencia de la humedad excesiva en la zona radicular de los cultivos.
Salinización: acumulación de sales solubles en la superficie del suelo, o en algún punto por
debajo de la superficie del suelo, a unos niveles que perjudicarán al crecimiento de la planta
y/o al suelo.
Drenaje superficial: eliminación del exceso de agua de la superficie del terreno desviándola
hacia drenes naturales o artificiales y cuando sea necesario, remodelando y nivelando la
superficie en la dirección de dichos drenes.
Drenaje subterráneo: eliminación del exceso de agua y de sales disueltas del suelo,
haciendo fluir el agua freática hacia los drenes para controlar el nivel freático y la salinidad
en la zona radicular.
Lavado: eliminación de las sales solubles mediante la percolación del agua a través del
suelo.
Como se comprende, el drenaje agrícola tiene como objetivo la eliminación de los excesos del
agua y/o sales de los suelos a fin de proporcionar a los cultivos un medio adecuado para su normal
crecimiento y desarrollo.
En muchas áreas bajo riego debido al anegamiento y salinización de los suelos, se obtiene
rendimientos muy bajos de los cultivos, trayendo como consecuencia en muchos casos, el
abandono de tierras por la pérdida de toda la producción. Según información consignada de la
FAO, entre el 10 al 15 % de los 25 millones de has bajo riego en el mundo, están afectadas por el
anegamiento y la salinización.
En general los agricultores se limitan a evadir el problema de drenaje y de recuperación de suelos
salinizados mediante la programación de cultivos tolerantes al exceso de agua o sales, los mismos
que no son los más comerciales, dejando las áreas afectadas como zonas marginales.
En América Latina los problemas de drenaje y salinidad en suelos agrícolas, tanto en las regiones
áridas, semiáridas y húmedas, cobran cada día mayor importancia por el efecto directo que tienen
sobre la producción de alimentos y por el impacto ambiental y social que ocasionan.
En este sentido, el drenaje agrícola es uno de los rubros mas importantes que se debe tener en
consideración en la mayoría de las zonas bajas de los valles de la costa peruana o en la llanuras de
la sierra y selva con problemas de salinidad. Los sistemas de drenaje, siempre deben
complementar un sistema de riego en operación ó un proyecto de irrigación.
El drenaje agrícola es una práctica antigua, aplicándose ésta generalmente como único tipo de
drenes las zanjas abiertas para el control de la napa freática y acumulación excesiva del agua de la
superficie del terreno por encharcamiento. El desarrollo de esta metodología fue acompañado por
los conocimientos crecientes de los principios de drenaje, desde experiencias y pericias, hasta una
ciencia basada en las interrelaciones complejas entre las condiciones hidrológicas,
hidrogeológicas y agronómicas.
Es por esta razón, el desarrollo del presente documento se enmarca en el drenaje subterráneo con
fines agrícolas, planteándose los principios y aplicación de ecuaciones que generalmente se
utilizan para describir el flujo subsuperficial de agua en condiciones de régimen permanente y
variable en sistemas de drenes abiertos o con tuberías; así como también, principios relacionados
con la salinidad de tierras y la calidad de agua para riego.
Los beneficios también están relacionados con el lavado de los suelos el cual impide el aumento
de la salinidad del suelo en la zona radicular, permitiendo introducir una variedad más amplia de
cultivos resistentes a la salinidad y permite la recuperación de suelos salinizados. Si no se dispone
de un sistema de drenaje, no puede ejecutarse con éxito un proyecto o programa de recuperación
de suelos salinos.
A continuación se resumen los factores que tienen relación con el problema de drenaje:
hidrológicos, geológicas, topográficas, suelo y mal uso de los recursos hídricos.
Hidrológicos: Cuando la cantidad de agua aportada por las precipitaciones intensas supera la
cantidad de agua capaz de ser retenida por el suelo, determinan problemas de drenaje. Al ocurrir
nuevas precipitaciones, pueden existir períodos en que los suelos presentan un exceso de humedad
y se encuentran saturados y el agua no puede ser absorbida, provocando el escurrimiento
superficial y acumulación de agua en los terrenos ubicados en posición más baja. Así mismo,
cuando existe un considerable aumento del caudal en los cauces de los ríos se originan
inundaciones como consecuencia de precipitaciones de alta intensidad que ocurre en las partes
altas de las cuencas hidrográficas, causando problemas de drenaje superficial.
Topográficos: Crean problemas de mal drenaje, los terrenos con topografía muy plana (0.5 % de
pendiente) que impiden el libre escurrimiento de las aguas y con frecuencia causan
encharcamientos; así como también los micro relieves con depresiones pequeñas y medianas
impiden el movimiento superficial del agua y depresiones que no poseen salida natural del agua.
Mal uso de los recursos hídricos: Este factor está relacionado principalmente con el uso de
prácticas inapropiadas de riego superficial, por los turnos excesivos y volúmenes incontrolables
de agua los cuales están en función de usos y costumbres de los agricultores y no se encuentran en
función de las características de los suelos, disponibilidad hídrica y necesidades de agua de los
cultivos, provocando pérdidas excesivas por escurrimiento superficial y percolación profunda. La
infraestructura de riego constituida en su mayor porcentaje por canales construidos directamente
en tierra, presentan filtraciones laterales en mayor o menor grado, abasteciendo a la napa freática
o aflorando en la superficie, en sectores de cotas mas bajas. También tiene relación con este
factor, entre otros, las cédulas de cultivo inapropiadas, tarifas de agua bajas muy por debajo de su
valor real, eficiencias de riego muy bajas e inexistencia de estudios de impacto ambiental.
En el gráfico 1.2 se presenta esquemáticamente las consecuencias del mal drenaje agrícola como
consecuencia del anegamiento.
Para el normal desarrollo de las actividades
EXCESO DE AGUA EN EL INTERIOR DEL SUELO fisiológicas de las raíces de las plantas, se
necesita la presencia de oxigeno en el suelo
que es consumido por las raíces produciendo
CO2.
MENOR AIREACIÓN MENOR TEMPERATURA
Cuando se incrementa la humedad del
suelo, el espacio poroso ocupado por los
gases disminuye, pudiéndose llegar a eliminar el
espacio poroso disponible para el aire, razón
por lo cual en suelos con mal drenaje, la
Menor actividad de
Menor desarrollo de organismos del suelo respiración de las raíces se ve muy
dificultada. Al inicio, las raíces consumen el
raíces
aire atrapado en el agua del suelo el cual no es
Menor descomposición de expulsado totalmente, así mismo utilizan el
materia orgánica oxígeno disuelto en la solución del suelo.
Esto explica porque en un suelo saturado las
plantas sin disminuir su producción resisten
algún MENOR ABASTECIMIENTO DE tiempo de 1a 2 días. Cuando el oxígeno
NUTRIENTES disponible desciende por debajo de todos
sus niveles de acuerdo a cada planta, las raíces
disminuyen su actividad respiratoria y
DISMINUCIÓN DE RENDIMIENTOS consecuentemente disminuye sus
actividades fisiológicas.
Una vez que el nivel de oxígeno baja
substancialmente, se produce asfixia
PERDIDAS ECONÓMICAS
radicular y proliferan organismos
anaeróbicos; además en el perfil del suelo se
produce un aumento del N, CO2 y de otros gases. El CO2 puede alcanzar valores de hasta un 50 %,
pudiendo permanecer por varias
Grafico 1.2 semanas en suelos inundados y que
Efectos del mal drenaje en el interior del suelo se encuentran a bajas temperaturas.
Fuente: Comisión Nacional del Riego Chile Suelos con problemas de drenaje
tienen temperaturas más bajas que
los suelos normales. Los suelos húmedos tardan más tiempo en calentarse que los suelos secos.
El agua tiene un calor específico cinco veces mayor que los componentes sólidos del suelo, esto
se debe a que un suelo húmedo requiere de una mayor cantidad de calor que un suelo seco para
subir su temperatura (un suelo con agua necesita cinco veces más calor que un suelo seco para
elevar su temperatura) y además, al efecto de enfriamiento debido a la mayor evaporación desde
un suelo mojado. La evaporación que ocurre en suelos húmedos, es un factor que disminuye la
temperatura.
En suelos con buena aireación, los hongos son los primeros en actuar en la descomposición de la
materia orgánica. En suelos inundados, las condiciones anaeróbicas que se producen, impiden el
desarrollo de los hongos y no ocurre la descomposición de materia orgánica, llegando así a una
acumulación de estos materiales y a la baja presencia de organismos en el suelo.
La menor actividad de los organismos del suelo tales como las lombrices en suelos de drenaje
restringido, se debe a las menores temperaturas y a la disminución de la cantidad de oxígeno
existente en ellos.
Se considera que el nutriente más afectado por la saturación del suelo es el nitrógeno, ya que bajo
condiciones anaeróbicas, se desacelera el proceso de mineralización de la materia orgánica,
mientras que parte del nitrógeno disponible se inmoviliza.
Como anteriormente se indicó, el principal efecto del mal drenaje, es el daño a la productividad
agrícola, originando disminución de los rendimientos de los cultivos y consecuentemente pérdidas
económicas.
Asimismo, en el gráfico 1.3 se presenta esquemáticamente los efectos del mal drenaje sobre la
superficie del terreno.
DISMINUCIÓN DE
RENDIMIENTOS
PERDIDAS
ECONÓMICAS
En el Cuadro 1.1 se presenta una comparación del efecto entre un suelo bien drenado y un mal
drenado por diversos factores.
Los problemas de drenaje y salinidad de las tierras agrícolas de los valles de la costa peruana,
están relacionadas con varias causas naturales por sus características geomorfológicos y
geogenéticas, sus fuente naturales de recarga y agravada por causas antropogénicas.
Los valles de la costa peruana están constituidos principalmente por conos de deyección o valles
encajonados (C. Alva, J. G. van Alphen, A. de la Torre y L. Manrique-1976). Las zonas
problema normalmente están ubicadas en las partes bajas.
Los conos de deyección se formaron como consecuencia del paso del río de una zona de mucha
pendiente a una zona de poca pendiente; consecuentemente, sus suelos tienen su formación en
base a depósitos de materiales de origen fluvial y aluvial sobre formaciones de origen marino
(gráfico 1.4).
Gráfico 1.4 - Cono de deyección
La zona de descarga se encuentra en la parte baja del cono de deyección, en la cual la pendiente
topográfica y de la capa freática superficial es suave. Los suelos depositados están conformados
por sedimentos de textura fina constituidos por arcillas y limos y las capas permeables más
profundas se encuentran bajo presión existiendo flujo vertical hacia la superficie del terreno
alimentando el acuífero freático (zona de descarga). En esta zona se manifiestan los problemas de
drenaje por encontrarse el nivel freático a muy poca profundidad.
Los valles encajonados se encuentran en el sur de Perú con anchos variables de 200 a 2,000 m y
generalmente son angostos a lo largo del recorrido de todo el río. Algunos ríos, presentan en su
desembocadura pequeños deltas, como es el caso de los ríos Camaná y Tambo.
Los ríos son del tipo entrecruzado (anastomado) presentando diferencias marcadas entre el caudal
base y las descargas máximas de avenidas. En época de máximas avenidas el río transporta
mucho material grueso y no se forman meandros, originando la erosión de las paredes del valle.
Cuando el caudal disminuye, la carga de material grueso forma islotes obligando al río a dividirse
en varios cauces pequeños; en esta situación, se dice que el río está anastomado.
Los cauces cambian de ubicación frecuentemente con una socavación característica y estructura
de relleno, tal como se presenta esquemáticamente en el gráfico 1.6.
Gráfico 1.6 - Sección transversal de vista de planta de un río entrecruzado
El fondo del valle sobre el fondo de la roca esta compuesta de material grueso y permeable,
mientras que los suelos de las terrazas bajas tienen una textura más fina (franco limoso, franco
arenoso, franco).
Como consecuencia del material depositado entre los cauces entrecruzados debido a la diferente
capacidad de transporte de sedimentos de cada avenida, los materiales de depósito son muy
heterogéneos, predominando los de textura gruesa, razón por lo cual los sedimentos de éstos ríos
representan generalmente excelentes acuíferos. El acuífero está en contacto hidráulico con el río,
manteniéndose normalmente la napa freática a muy poca profundidad.
Como anteriormente se indicó, los problemas de drenaje de los valles costeros tienen su origen por
una o más causas naturales relacionadas con las características geomorfológicos y geogenéticas y
sus fuentes naturales de recarga, las cuales se agravaron por causas antropogénicas relacionadas
principalmente con la mala gestión y manejo de los recursos hídricos. Es importante también
destacar que las áreas afectadas por mal drenaje, están íntimamente relacionadas con los
problemas de salinidad.
En base al análisis y actualización de la información sobre las superficies afectadas por mal
drenaje y salinidad de los valles de la costa peruana, el Proyecto de Rehabilitación de Tierras
Costeras III (REHATIC III) elaborado por el Instituto Nacional de Recursos Naturales (2008)
determinó que el área total afectada por drenaje y salinidad es de 298,461ha.
La gran mayoría de problemas de degradación de los suelos por salinidad en las áreas bajo riego
de costa peruana tienen su origen en causas naturales, las cuales se agravaron por causas
antropogénicas cuando éstas tierras fueron puestas bajo riego. Los principales valles irrigados de
la costa peruana en los cuales la degradación de los suelos por salinidad por causas naturales
representan el 30% de la superficie agrícola bajo riego (87,161 ha) son: Tumbes, Chira, Bajo
Piura, San Lorenzo, Chancay-Lambayeque, Chicama, Virú, Chao, Mala, Cañete, Pisco, Ica, Acarí,
Yauca, Camaná, Majes, Pampa Majes-Siguas y Tambo; en este marco, los valles que presentan las
mayores superficies de degradación de suelos por salinidad por causas naturales más
significativas, son el valle Chicama (22,347 ha) por presentar suelos arcillosos con permeabilidad
y pendiente baja y alto contenido de sales en todo el perfil del suelo, sobre todo en la parte baja y
el valle de la Pampa Majes-Siguas (15,192 ha) cuyos suelos son originalmente salinos.
Las causas más frecuentes de salinidad y mal drenaje por causas antropogénicas, se presentan a
continuación en el cuadro 1.2.
Cuadro 1.2 - Causas más frecuentes de la salinidad y mal drenaje en la costa peruana
- Eficiencias de riego promedio muy bajas: Las eficiencias de riego promedio son muy bajas
variando de 36 a 18% con los sistemas de irrigación por surcos y pozos o melgas
respectivamente. Los valles que presentan las más bajas eficiencias de aplicación se
caracterizan por el cultivo de arroz y el uso de pozas como método de riego. Las eficiencias
de conducción son bajas, principalmente por disponer los sistemas de riego canales sin
revestir, dando lugar a pérdidas de agua por filtración. Estas bajas eficiencias, originan
problemas de drenaje por pérdidas de agua, percolación profunda, fuerte ascenso capilar y
salinización de los suelos durante la estación que no se riega.
- Siembra excesiva de cultivos de alto consumo de agua: Los cultivos de arroz, caña de
azúcar y pastos presentan módulos de riego muy elevados, causa que origina la recarga
excesiva del acuífero trayendo como consecuencia la elevación del nivel freático, el ascenso
capilar y la velocidad de salinización del suelo. El módulo de riego de los cultivos de arroz y
plátano en el valle Chira es 25,000 a 35,000 m 3/ha-año; el módulo de riego del cultivo de
arroz en el valle Piura es de 18,000 a 25,000 m 3/ha-año y en el valle de Camaná es mayor de
30,000 m3/ha-año,
- Riego con aguas excesivamente salinas: Aguas de drenaje y aguas de acuíferos subterráneos
salinos,
- Tarifas de agua muy bajas: Las tarifas de agua no cubren los costos de operación y
mantenimiento de los sistemas de riego y drenaje. La Dirección General de Aguas y Suelos
(1992), afirma que estudios específicos han demostrado que el valor actual que se cobra por
concepto de la tarifa, es aproximadamente la quinta parte del valor real.
El Proyecto de Rehabilitación de Tierras Costeras III (REHATIC III) elaborado por el Instituto
Nacional de Recursos Naturales (2008), determinó que superficie con aptitud para riego de los
valles de la costa peruana es de 1´034,165 ha comprendiendo la superficie bajo riego 750,477 ha.
Tal como puede apreciarse en el cuadro 1.3 el área total afectada por mal drenaje y salinidad es
298,461 ha que corresponde al 39.8% del área total bajo riego, presentando las áreas con niveles
de severa a muy severamente salinos y con muy mal drenaje el mayor porcentaje del área de riego
que corresponde a 138,819 ha (18.5%).
En el cuadro 1.5 se presenta con mayor el detalle a nivel de cada valle de la costa peruana, los
niveles de afectación por mal drenaje y salinidad en mayor o menor grado.
Cuadro 1.3 - Áreas afectadas por mal drenaje y salinidad de los valles de la costa peruana
AREA Ha %
Física bajo riego 750,477 100.0
Con salinidad ligera a moderada, drenaje imperfecto 98,382 13.1
Fuertemente salinas sin problemas de drenaje 61,260 8.2
Severas y muy severamente salinos y con muy mal drenaje 138,819 18.5
Total afectado por drenaje y salinidad 298,461 39.8
Históricamente la superficie afectada por mal drenaje y salinidad en la costa peruana ha tenido
fuertes variaciones (cuadro 1.4), presentado un incremento de 105,040 ha en el período 1964-
4974. En el año 1986, debido a los trabajos de recuperación de realizado por el Programa
Nacional de Drenaje y Recuperación de Tierras-PRONADRET permitieron detener el avance
global de la degradación por salinidad y mal drenaje con una disminución de 255,040 a 252,464
ha (2,576 ha).
Cuadro 1.4
Variación histórica de las superficies
Afectadas por mal drenaje y salinidad
Área % del
Año afectada área
(ha) de riego
1964 150,000 30.0
1974 255,040 33.5
1986 252,464 32.3
2004 296,437 39.5
Cuadro 1.5
Superficies degradadas por salinidad y drenaje en los valles de la costa peruana (ha)
Severa y
Área bajo Salinidad Fuertement Total
Superficie muy
Superficie riego sin ligera a e salinos afectado
física bajo severament
Valle con aptitud problemas moderada, sin por
riego actual e salinos y
para riego de drenaje drenaje problemas salinidad y
(1) muy mal
ni salinidad imperfecto de drenaje mal drenaje
drenaje
Tumbes 28099 13230 8350 4880 4880
Chira 50744 34762 28748 5514 500 4050 10064
Medio y Bajo Piura 39400 39400 15813 15734 4674 18336 38744
Alto Piura 26500 15288 4288 2000 5000 4000 11000
Col. San Lorenzo 43800 41550 33750 5000 2800 5200 13000
Chancay Lambayequ 111000 83000 47000 14000 10360 23640 48000
Olmos 35134 5134 5134 N.D.
Jequetepeque Zaña 65246 46996 28768 2385 3515 22328 28228
Chicama 65938 46528 28181 4400 3600 22347 30347
Moche 23965 14091 11191 1032 2000 747 3779
Virú 18880 14106 11080 4333 ND 1596 5929
Chao 19768 6404 3904 578 2500 549 360
Santa-Lacramarca 25241 18151 13315 2820 2016 4182 9018
Nepeña 15851 14381 10601 2100 1560 120 3780
Casma-Sechin 22905 17015 13835 1150 1130 900 3180
Culebras 1735 1735 1355 380 380
Huarmey 4250 3026 1956 290 490 290 1070
Fortale-Pativi-Supe 31630 31630 30417 1248 15 1656 2919
Huaura-Sta. Rosa 30410 30410 25430 3420 508 2052 5980
Chancay-Huaral 21690 21690 18290 1770 610 2020 4400
Chillón-Rimac-Lurín 20000 16500 13786 1000 1714 2714
Mala 6000 5048 4608 440 1150 1590
Cañete 24050 24050 19900 1036 1000 2024 4060
Chincha 24000 23360 21700 800 1460 2260
Pisco 24383 14735 9735 5000 2500 7500
Ica-Villacurí 54546 34000 29085 2615 7100 200 9915
Ingenio-Palpa-Nazca 23876 8000 7886 114 66 180
Acarí 3042 3042 2078 964 964
Yauca 3336 3336 2368 219 576 173 968
Chaparra y Atico 1202 1140 1024 56 60 116
Ocoña 782 782 393 370 19 389
Camaná 6930 6930 5630 300 1000 1300
Pampa Majes-Siguas 55150 21277 6085 14036 1156 15192
Valle Majes 7830 7187 4927 1260 1500 2760
Chili Reg.Yura-Vitor 31691 28846 27404 528 100 1314 1942
Chili no Regulado 6345 6345 6345 N.D.
La Joya Antigua Nueva 8663 8663 8663 N.D.
Tambo 10652 10652 5911 2341 1000 1400 4741
Locumba 7548 6584 3405 1179 2000 3179
Sama 8748 5688 2792 971 1925 2896
Moquegua 16092 4826 4309 517 517
Caplina – Yarada 12848 10959 5006 3027 2926 5953
Total 1034165 750 477 534 486 98 382 61 260 138 819 298 461
(1) Las áreas efectivamente desarrolladas para el riego totalizan 832 947 ha incluyendo las áreas salinas. En la práctica no se está
cultivando 80 466 ha irrigables, por encontrarse excesivamente degradadas por sales.
Fuente: Proyecto de Rehabilitación de Tierras Costeras III (REHATIC III), Instituto Nacional de
Recursos Naturales-INRENA, Ministerio de Agricultura, Lima, Perú.
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