Está en la página 1de 6

Modos de

organización
administrativa

Instituciones
Políticas y
Gubernamentales

1
Modos de organización
administrativa
Introducción
La administración pública se organiza principalmente en numerosos entes,
dentro de los cuales se ubican los diferentes órganos o cargos públicos.

Existe un gran ente principal en la órbita del Poder Ejecutivo, llamada


administración central ―que aglutina la mayor cantidad de competencia
administrativa―; y a su alrededor gravitan los diferentes entes
descentralizados, con competencias específicas de acuerdo a las funciones
para las que fueron creados.

Es de destacar que los entes se vinculan entre sí principalmente por una


relación de coordinación y colaboración; en cambio los órganos dentro de
cada ente se encuentran fuertemente ceñidos por la relación jerárquica.

La administración central aglutina la mayor cantidad de competencia


administrativa; y a su alrededor gravitan los diferentes entes descentralizados,
con competencias específicas de acuerdo a sus funciones.

Clases de organización
Desde formas simples hacia evoluciones más complejas, la administración
pública se ha ido organizando de modo progresivo, poniendo principal
atención en el modo en que se distribuyen las funciones y competencias.

Veamos a continuación, las principales clases de organización


administrativa:

La centralización

Esta forma de organización es la menos compleja, y por ende constituye el


estadio más primitivo en la evolución de la distribución de competencias
administrativas.

2
La centralización implica que todo el conjunto de competencias
administrativas se encuentra reunido en el órgano superior del ente.

Figura 1: Esquema de centralización

Órgano centralizado

Fuente: elaboración propia.

Podemos decir que la organización centralizada otorga al órgano superior un


amplio margen de maniobra, que le permitirían resolver con rapidez y
eficacia los asuntos públicos; pero al mismo tiempo la excesiva aglutinación
de competencia de decisión en un solo funcionario, produce en gran medida
el desgaste funcional, y atenta contra los principios democráticos que
proveen a la toma coordinada de decisiones.

La desconcentración

Para mitigar los efectos perniciosos del sistema centralizado, y proveer a una
adecuada división de las diferentes funciones administrativas, se avanzó
hacia el sistema de organización desconcentrado.

La desconcentración supone que el órgano superior ya no concentra todo el


poder de decisión, sino que se transfiere parte de su competencia hacia un
órgano inferior del mismo ente administrativo.

Esta forma de organización es mucho más compleja, y representa un estadio


más evolucionado en la distribución de competencias administrativas.

La desconcentración supone que el órgano superior transfiere parte de su


competencia, hacia un órgano inferior del mismo ente administrativo.

La organización desconcentrada distribuye las competencias dentro de un


mismo ente administrativo, generalmente de acuerdo a un criterio

3
funcional, esto es distribuyendo el poder de decisión por áreas, a cargo de
órganos especializados en la materia de que se trata.

Por tal motivo, este sistema de organización posibilita la toma coordinada


de decisiones, lo que implica que todos los cargos intervinientes comparten
la responsabilidad funcional.

Figura 2: Esquema de desconcentración

Órgano superior

Órgano desconcentrado

Fuente: elaboración propia.

En la desconcentración, al darse la transferencia dentro del mismo ente,


persiste la vinculación jerárquica entre el órgano superior y el
desconcentrado, de modo que aquél conserva una amplia potestad de
control sobre todos los aspectos de los actos de éste.

La descentralización

Como estadio ulterior en la evolución de las formas de organización


administrativa, la descentralización realiza una separación de parte de la
competencia funcional, puertas afuera de la administración central.

Específicamente, la descentralización supone un desprendimiento de la


competencia administrativa por parte del ente primario, y su transferencia
hacia otro ente dotado de personería jurídica propia y diferenciada.

Este sistema de organización responde a modernas necesidades de


administración, según las cuales determinadas actividades públicas deben
ser realizadas por entidades separadas de la administración central, y con
cierta autonomía en su funcionamiento.

4
Figura 3: Esquema de descentralización

Administración
central Ente
descentralizado

Fuente: elaboración propia.

En la descentralización, la transferencia de competencias se realiza hacia


otro ente dotado de personería jurídica propia, de modo que al no persistir
vinculación jerárquica entre el ente central y el descentralizado, aquél sólo
puede controlar el aspecto reglado de los actos de éste.

Los entes descentralizados


Los referidos entes descentralizados, a veces llamadas entidades
autárquicas, son parte de la administración pública, esto es una porción del
Estado que ejerce función administrativa.

Ellos poseen características diferenciadas, que nos permiten identificarlos


como tales:

 Son personas jurídicas, esto es pueden actuar por sí mismos, adquirir


derechos y contraer obligaciones.
 Son creados por el Estado, su nacimiento se debe a un acto estatal.
 Tienen patrimonio estatal, de modo que al momento de su creación o
periódicamente durante su funcionamiento, reciben asignaciones
patrimoniales del Estado.
 Se administran por sí solos, con diferente extensión, pudiendo dictarse su
propia reglamentación interna ―autonomía―, o administrarse con base
en las normas impuestas por la administración central ―autarquía―, o
bien sólo administrarse económicamente ―autarcia―.
 Persiguen una finalidad pública, esto es que desarrollan una actividad que
tiende al bien común o bienestar general.

5
Referencias
García Pulles, F. (2015). Lecciones de Derecho Administrativo. Ciudad Autónoma de
Buenos Aires: Editorial Abeledo Perrot, capítulo IV punto I.

También podría gustarte