Artículo 166 del Código de Procedimiento Civil en concordancia con el artículo 4 de la Ley de
Abogados, nos señala:
Artículo 166 C.P.C. “Sólo podrán ejercer poderes en juicio quienes sean abogados en ejercicio,
conforme a las disposiciones de la Ley de Abogados”.
Artículo 4 Ley de Abogados: “Toda persona puede utilizar los órganos de la administración de
Justicia para la defensa de sus derechos e intereses. San embargo, quien sin ser abogado deba
estar en juicio como actor, como demandado o cuando se trate de quien ejerza la
representación por disposición de !a Ley o en virtud de contrato, deberá nombrar abogado,
para que lo represente o asista en todo el proceso Si la parte se negare a designar abogado
esta designación la hará el Juez. En este caso la contestación de la demanda se diferirá por
cinco audiencias. La falta de nombramiento a que se refiere este artículo será motivo de
reposición de la causa, sin perjuicio de la responsabilidad que corresponde al Juez de
conformidad con la Ley.”
Es por ello que como regla general se requiere que las partes estén representadas o
asistidas de abogado para la eficacia de los actos que realice enjuicio. La misma Ley de
Abogados, en su artículo 7 y 12 establece:
Artículo 12 Ley de abogado: “No podrán ejercer la abogacía los ministros de culto, los militares
en servicio activo ni los funcionarlos públicos. Se exceptúan de esta inhabilitación los que
desempeñan cargos adhonorem y funciones Judiciales accidentales; y los que sirvan empleos
académicos, asistenciales, electorales, docentes o edilicios, salvo que estos últimos cargos
exijan por la naturaleza de sus funciones o por las leyes o reglamentos que las rijan, dedicación
a tiempo completo. Los abogados Senadores y Diputados, incorporados a las Cámaras, no
podrán ejercer la abogacía en asuntos judiciales contenciosos ni realizar gestiones
profesionales directas o indirectas ante la Administración Pública o ante empresas en las
cuales tenga participación mayoritaria el Estado Venezolano; tampoco podrán intervenir
profesionalmente como representantes de terceros, en contratos, negociaciones o gestiones
en las cuales sea parte la Nación, los Estados, los Municipios, los Institutos Autónomos o
empresas en las cuales dichos organismos tengan participación. Los abogados incorporados a
las Asambleas Legislativas de los Estados o a sus Comisiones Permanentes no podrán ejercer la
abogacía en su jurisdicción durante las sesiones de dichos Cuerpos. Tampoco podrán ejercer,
los abogados que presten sus servicios profesionales a tiempo completo en organismos
oficiales nacionales, estadales o municipales o en institutos autónomos salvo que actúen en
representación de tales entes”
Finalmente, debemos incluir en esta incapacidad a los abogados sobre quienes recaiga
alguna sanción de suspensión en el ejercicio de la profesión por parte del Tribunal Disciplinario
del Colegio de Abogados de adscripción, por el tiempo que dure la sanción, como en el caso
previsto en el artículo 70 de la Ley de Abogados.
a) En relación al otorgante: Las obligaciones que debe cumplir el otorgante para la validez del
acto son las siguientes: Enunciación: Enunciar en el texto del poder los documentos auténticos,
gacetas, libros registros que acrediten la representación que ejerce. Además, está
comprendida en esta fase la obligación formal del otorgante de leer el poder en presencia del
Juez o Notario". Exhibición: Constituye la obligación formal de presentar ad exhibendum (para
su verificación y devolución) los recaudos antes aludidos, lo cual se justifica por la labor de
verificación que recae en cabeza del funcionario que autoriza el acto en cuanto a la
correspondencia de identidad que debe existir entre el otorgante y la persona
estatutariamente facultada para ello. En relación con el funcionario que autoriza el
otorgamiento: Certificación: En tal sentido, la actividad de certificación tiene un doble
propósito, ya que por una parte el funcionario está en la obligación de verificar y hacer constar
en la nota que al efecto deberá estampar al instrumento; los documentos auténticos, gacetas,
libros o registros que le fueron exhibidos, con expresión de las fechas, origen o procedencia y
demás datos que concurran a identificarlos (art. 155 CPC.); y adicionalmente debe certificar la
identidad del otorgante con su cédula de identidad (art. 927 eiusdem). Suscripción: Leído el
instrumento, enunciados y exhibidos los documentos, libros, gacetas, etc., por el otorgante; y
certificada la identidad de éste último por el funcionario quien además hará constar los
documentos, gacetas, libros, documentos, que le fueron exhibidos, y las fechas, origen o
procedencia y demás datos que concurran a identificarlos, se procederá a la suscripción de la
nota de autenticación por parte del juez, registrador o notario; el otorgante; dos testigos
mayores de edad; y el secretario del tribunal, de ser el caso.
2.4. Que el poder sea insuficiente. Se verifica cuando el instrumento no faculta para actuar en
el juicio en el que se pretende hacer valer, ya que ha sido conferido en términos especiales,
como por ejemplo para atender la materia laboral pero se pretende hacer uso de dicho poder
para un juicio mercantil. Sobre la figura de la representación, es oportuno traer a colación la
duda que se presenta en cuanto a la posibilidad que tiene la parte demandada de acudir a los
mecanismos de subsanación de las deficiencias que pudiera presentar su poder y que hubiesen
sido delatadas por el actor en la primera oportunidad -ya que en caso contrario operaría la
convalidación del vicio-.