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Rol de la Farmacología en el manejo de las Enfermedades Crónicas no

Transmisibles: Aspectos generales de la farmacodinamia y farmacocinética de


los medicamentos utilizados en la enfermedad de Parkinson orientada a su
manejo terapéutico
Mora Cevallos Ana Michelle1

amora8556@utm.edu.ec

RESUMEN
Introducción: La enfermedad de Parkinson es la segunda enfermedad
neurodegenerativa más frecuente, su diagnóstico es totalmente clínico y se caracteriza
por la presencia de bradicinesias, su manejo terapéutico depende de varios factores.
Objetivo: Conocer las generalidades de la farmacología de los medicamentos
utilizados en la enfermedad de Parkinson explicando su farmacocinética y
farmacodinamia así como su orientación clínica. Método: Se llevó a cabo la
organización bibliográfica sobre nuestro tema de artículos científicos provenientes de
bases de datos como Scielo y Medigraphic. Resultados: Se logró crear el documento
seleccionándose 10 artículos y textos, físicos y digitales en inglés y español.
Conclusión: La enfermedad de Parkinson produce alteraciones motoras y no motoras,
los grupos farmacológicos más usados son los anticolinérgicos, beta-bloqueadores,
inhibidores de la monoamina oxidasa y la levadopa, la cual para que tenga mayor
semivida plasmática es asociada a carbidopa.
Palabras clave: Farmacología, Enfermedad de Parkinson, Manejo Terapéutico.

ABSTRACT
Introduction: Parkinson's disease is the second most frequent neurodegenerative
disease, it's diagnosis is totally clinical and is characterized by the presence of
bradykinesia, its therapeutic management depends on several factors. Objective: To
know the generalities of the pharmacology of the drugs used in Parkinson's disease,
explaining their pharmacokinetics and pharmacodynamics as well as their clinical
orientation. Method: The bibliographic organization on our subject of scientific articles
from databases such as Scielo and Medigraphic was carried out. Results: The
document was created by selecting 10 articles and texts, physical and digital, in English
and Spanish. Conclusion: Parkinson's disease produces motor and non-motor
alterations, the most used pharmacological groups are anticholinergics, beta-blockers,
monoamine oxidase inhibitors and levadopa, which in order to have a longer plasma
half-life is associated to a carbidopa.
Key words: Pharmacology, Parkinson's Disease, Therapeutic Management.
INTRODUCCIÓN
La enfermedad de Parkinson es la forma del parkinsonismo más común y es la
segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente, solo sobrepasada por el
Alzheimer. Su etiología es desconocida pero se cree que en este trastorno del
movimiento intervienen factores ambientales y genéticos. Afecta a personas de edad
avanzada, teniendo como punto de corte los 60 años para poder establecer un manejo
terapéutico individual. Al afectar personas longevas se deduce que habrá que adoptar
una polifarmacia debido a sus demás comorbilidades. No existe cura para el Parkinson
y su tratamiento tiene como objetivo mejorar la calidad de vida del paciente.

Su fisiopatología esta en relación con la perdida de neuronas dopaminérgicas y


también a la formación de los conocidos cuerpos de Lewy. Su diagnóstico es
totalmente clínico, la única forma existente de saber la presencia del Parkinson es solo
post mortem. Para su diagnóstico existen varios criterios pero el principal son la
presencia de los cuatro signos cardinales, que son las bradicinesias y al menos uno de
los siguientes signos: rigidez, temblor en reposo e inestabilidad postural; otro punto a
tener en cuenta es la marcada mejoría después de la administración de levadopa,
principal fármaco utilizado en esta patología, sin embargo también el que más efectos
adversos refiere.

Existen diversos grupos farmacológicos con diferentes potencias, ya sea baja,


intermedia y elevada, que dependiendo de la edad y estadio de la enfermedad se las
adaptara al paciente; se destaca que debe de haber una comunicación adecuada entre
el paciente y el médico para decidir cuál es el tratamiento terapéutico adecuado
evaluando así los riesgos y beneficios de cada uno de ellos.

MATERIAL Y MÉTODOS

El presente estudio descriptivo parte de la recopilación y revisión de fuentes


bibliográficas recuperadas de Scielo, Elsevier, medigraphic en español, entre otras,
describiendo algunas líneas teóricas y aportes al estado actual del tema, señalando
ante todo, que la Farmacología con un enfoque hacia la enfermedad del Parkinson
favorece el aprendizaje de los/las estudiantes de Medicina fortaleciendo competencias
y destrezas con la ayuda de casos clínicos analizados en actividades autónomas con
posibilidades de llegar a la metacognición. Se seleccionó en total 10 artículos y textos,
físicos y digitales en español, que forman parte de la literatura médica clásica. Los
criterios de inclusión fueron la disponibilidad de artículos de revistas indexadas con una
antigüedad no mayor a los últimos 5 años y textos tanto físicos como digitales con una
antigüedad menor a 5 años y con información relevante.

DESARROLLO

1. Definición del Parkinson

La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo crónico, no


transmisible e irreversible que afecta a las estructuras del cerebro encargadas del
control y la coordinación del movimiento, así como del mantenimiento del tono
muscular y de la postura. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la
segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente después del Alzheimer y es el
tipo más común de parkinsonismo (García Manzanares et al., 2018).

Su etiología es desconocida y, en términos generales, se produce por una combinación


de factores ambientales y genéticos. Su característica principal desde el punto de vista
anatomopatológico es la pérdida progresiva de neuronas dopaminérgicas de
la sustancia negra pars compacta (SNpc) del mesencéfalo, así como la presencia de
inclusiones intracelulares llamadas cuerpos de Lewy, que están formados por proteína
alfa-sinucleina. El resultado de dicha neurodegeneración es la denervación
dopaminérgica de las proyecciones de la SNpc hacia el núcleo estriado, lo que
condiciona una alteración en la fisiología normal de los ganglios basales que origina las
principales manifestaciones de la enfermedad (Martínez-Fernández. et al., 2016).

2. Criterios clínicos y diagnósticos del Parkinson

Manifestaciones no motoras

A pesar de ser considerada un desorden motor, esta puede estar acompañada de


diversas manifestaciones clínicas de tipo no motor, las cuales aparecen primero y
acompañan de manera incipiente al desarrollo de la enfermedad hasta que aparecen
los desórdenes motores (Martínez-Fernández. et al., 2016; Vásquez-Celaya et al.,
2019).

Los síntomas no motor se producen en parte por la acumulación de cuerpos de Lewy


en regiones del sistema nervioso, distintas de la sustancia negra compacta; esto ocurre
antes de su detección en la sustancia negra, lo cual explica el por qué las
manifestaciones no motoras son primeras que las motoras (Simón Pérez et al., 2017).

La sintomatología no motora se presenta en un 70% de los pacientes con EP, sin


embargo a veces pueden ser tan leve que casi son imperceptibles por el paciente, por
lo tanto solo es reportada por un 30 a 40% de los casos (Vásquez-Celaya et al., 2019).
Los síntomas no motores son muy variados y diversos, pero los más comunes e
incapacitantes son los neuropsiquiatricos como la depresión, los trastornos del sueño como
el insomnio, los autonómicos como la urgencia miccional y el dolor (Simón Pérez et al., 2017;
Vásquez-Celaya et al., 2019).

Criterios diagnósticos

El diagnóstico es completamente clínico, para su diagnóstico es recomendable seguir


tres pasos; para empezar el paciente debe de tener bradicinesia y al menos uno de los
siguientes signos: rigidez, temblor en reposo e inestabilidad postural; una vez
confirmado lo anterior se deben excluir otras causas de parkinsonismo (Marín et al.,
2018), las cuales no serán descritas debido a que ese no es el objetivo del presente
ensayo. Existen otros criterios que apoyan al diagnóstico de EP, es necesario que el
paciente cumpla con al menos tres de ellos para realizar así el diagnostico final, entre
ellos están: el inicio unilateral, temblor de reposos, trastorno progresivo, afectación
asimétrica con mayor afectación unilateral desde el inicio, excelente respuesta a la
levadopa, corea inducida por levadopa, respuesta a la levadopa durante 5 años y un
curso clínico superior a 10 años (Marín et al., 2018).

3. Manejo terapéutico del Parkinson

Cada paciente con EP debe ser referido a un neurólogo el cual evaluara la progresión
de la enfermedad y dará un tratamiento personalizado considerando riesgos y
beneficios. El tratamiento ideal abarca tanto las medidas no farmacológicas como las
farmacológicas, las cuales a su vez se va a dividir en las que mejoran la sintomatología
motoras como las no motoras (García Manzanares et al., 2018). Además como los
pacientes con EP son de edad avanzada, también se los debe referir a las demás
especialidades necesarias, tales como la psiquiatría, psicología, cardiología y demás,
para el manejo de las comorbilidades y asegurar una buena calidad de vida (Rodríguez
García, 2020).

Terapia no farmacológica

Entre las intervenciones no farmacológicas encontramos la ayuda de un fisioterapeuta


en conjunto con una terapia ocupacional y deglutatoria; recordemos que la EP es
neurodegenerativa y el paciente va a necesitar una rehabilitación de forma integral lo
que implica el abordaje de los trastornos motores, deglutorios y las alteraciones del
lenguaje (Vargar Jaramillo & Barrios Vincos, 2019).

Tratamiento farmacológico

Para entender el porqué del tratamiento farmacológico es necesario conocer lo básico


de la fisiopatología de la EP. En 1960 se descubrió post mórtem una marcada
deficiencia en el número de neuronas productoras de dopamina, por lo tanto los
medicamentos utilizados interfieren a este nivel. Hasta la fecha no hay evidencia de
ningún medicamento neuroprotector ni uno que logre la neurorestauración (Vargar
Jaramillo & Barrios Vincos, 2019). Como indica Lee & Becerra (2018) “Una vez que
inicien los síntomas motores el tratamiento se debe orientar en relación con la edad del
paciente, ya que esta varía si es mayor o menor de 60 años”.

La levadopa continua siendo la piedra angular para para el tratamiento farmacológico


de la EP, sin embargo la evidencia sugiere que de ser posible se retrase su
administración tanto como se pueda, esto debido a los efectos adversos que refiere
como la discinesia (Lee & Becerra, 2018; Vargar Jaramillo & Barrios Vincos, 2019).

Tratamiento farmacológico en menores de 60 años

De acuerdo a Lee & Becerra (2018) ¨En pacientes menores de 60 años se ha


demostrado la efectividad de cuatro grupos de fármacos como lo son los
anticolinérgicos, beta-bloqueadores, inhibidor de la monoaminoxidasa (IMAO) y
agonistas dopaminérgicos”.

En una primera instancia se inicia el tratamiento con anticolinérgicos (benzotropina) o


beta-bloqueantes (propanolol), en este punto también se puede utilizar un IMAO debido
a que son medicamentos de potencia leve; dependiendo de la respuesta
sintomatológica del paciente se decide si se continúa el tratamiento o se inicia con
algún agonista dopaminergico (pramipexol) que son de potencia intermedia, sin
embargo este grupo farmacológico en pacientes más jóvenes conlleva a problemas con
el control de impulsos, trastornos alucinatorios y por ende la adaptación social (Lee &
Becerra, 2018).

Sea cual sea el caso, es necesario informarle al paciente y a sus familiares que con el
tiempo las manifestaciones clínicas aparecerán de nuevo y es ahí cuando se debe de
iniciar con levadopa, su efectividad dura entre tres y cinco años en promedio, dicho
fármaco tiene una potencia elevada (Lee & Becerra, 2018).

Tratamiento farmacológico en mayores de 60 años

En relación a Lee & Becerra (2018) ellos aseguran que “En los pacientes mayores a 60
años se suele iniciar directamente el tratamiento con levadopa, esto debido a las
contraindicaciones de los otros grupos farmacológicos explicados anteriormente en
personas de esta edad. En los primeros años del tratamiento se requieren tres o más
tomas diarias, una vez estabilizado el paciente se podrá adicionar una agonista
dopaminergico para así bajar la dosis de levadopa, y en ocasiones, si es necesario, se
podrá complementar con inhibidor periférico de la dopamina decarboxilasa (carbidopa)
para mejorar la tolerancia a la levadora (Rodríguez García, 2020; Vargar Jaramillo &
Barrios Vincos, 2019). Como es de imaginarse el efecto terapéutico disminuirá con el
paso del tiempo, y al cabo de unos años se deberá decidir de acuerdo a otros criterios
si el paciente en cuestión es candidato o no para la estimulación cerebral profunda (Lee
& Becerra, 2018).

4. Farmacocinética y farmacodinamia de los principales medicamentos


utilizados en el Parkinson
Levadopa

Farmacocinética

Se absorbe de manera rápida en el intestino delgado, pero su absorción depende de la


tasa de vaciado gástrico y del pH del contenido gástrico, la ingestión de alimentos
retrasa la aparición de la levodopa en el plasma. Las concentraciones plasmáticas por
lo general alcanzan un máximo entre 1 y 2 horas después de una dosis oral, y la
semivida del plasma suele ser de entre 1 y 3 horas, aunque varía de manera
considerable entre los individuos (Katzung, 2019).

Alrededor de dos tercios de la dosis aparece en la orina como metabolitos dentro de las
8 horas de una dosis oral. Desafortunadamente, sólo alrededor de 1-3% de la levodopa
administrada realmente ingresa al cerebro, el resto se metaboliza de manera
extracerebral, con predominio de descarboxilación a la dopamina que no penetra la
barrera hematoencefálica. En consecuencia, la levodopa se debe administrar en
grandes cantidades cuando se usa sola (Katzung, 2019).

Sin embargo, cuando se administra en combinación con un inhibidor de la dopamina


descarboxilasa (carbidopa), se reduce el metabolismo periférico de la levodopa, los
niveles plasmáticos de la levodopa son más altos, la semivida del plasma es más
prolongada y hay más dopa disponible para la entrada en el cerebro, de hecho, la
administración concomitante de un inhibidor de la dopa descarboxilasa periférica como
la carbidopa puede reducir los requerimientos diarios de la levadopa en casi 75%
(Katzung, 2019).

Farmacodinamia

La dopamina no atraviesa la barrera hematoencefálica y si se administra en la


circulación periférica, no tiene efecto terapéutico en el parkinsonismo. Sin embargo la
levodopa, el precursor metabólico inmediato de la dopamina, sí ingresa al cerebro,
donde se descarboxila a la dopamina, esto ataca directamente al problema de los
pacientes con EP, lo cual es una pérdida de las neuronas que producen dopamina en
la sustancia negra pars compacta (Katzung, 2019).
Agonistas del receptor de dopamina

Farmacocinética

No compiten en la absorción con los antiácidos como la levadopa, por lo tanto se


pueden administrar en la dieta habitual. Tiene una semivida mayor a la levadopa y no
necesitan de una conversión metabólica para ejercer su efecto, por lo tanto no tienen
metabolitos tóxicos (Lorenzo Fernández et al., 2018).

Farmacodinamia

De acuerdo a Lorenzo Fernández et al. (2018) “Son fármacos que comparten la


capacidad de estimular directamente los receptores dopaminérgicos sin las
complicaciones motoras asociadas con la levodopa; por este motivo se han utilizado en
la fase precoz de la EP”.

Inhibidores de la monoamina oxidasa (IMAO)

Farmacocinética

Los más conocidos son la selegilina y la rasagilina. Ambas atraviesan la barrera


hematoencefálica, pero la rasagilina tiene una potencia 10 a 15 veces mayor que la
selegilina y también la rasagilina es mejor tolerada y tiene una semivida prolongada, de
aproximadamente 40 horas, lo cual permite una dosificación única diaria (Lorenzo
Fernández et al., 2018).

Farmacodinamia

Se han distinguido dos tipos de monoaminooxidasa en el sistema nervioso. La


monoaminooxidasa A metaboliza la norepinefrina, la serotonina y la dopamina; y la
monoaminooxidasa B (MAO-B) metaboliza la dopamina selectivamente, por lo tanto en
la EP lo que nos interesa en la inhibición de la segunda, retrasando así la
descomposición de la dopamina (Katzung, 2019). Según Lorenzo Fernández et al.
(2018) “Los inhibidores de la monoamina oxidasa B inhiben de forma irreversible la
MAO-B, aumentando la biodisponibilidad de la dopamina central, sin afectar el
metabolismo de las otras catecolaminas”.
IDEAS DESTACADAS

- Es importante sabe el concepto de la EP, pero entender su fisiopatología y


anatomopatologia nos hará comprender en donde actúan los fármacos y nos dará una
visión más amplia del tratamiento. La EP se caracteriza por la pérdida de neuronas que
producen dopamina, principal factor desencadenante de la sintomatología, y por la
presencia de inclusiones intracelulares llamadas cuerpos de Lewy.

- La sintomatología comienza con las alteraciones no motoras, sin embargo al ser casi
imperceptible por el paciente y sus familiares, o pudiendo ser confundidas por las
manifestaciones fisiológicas que ocurren a esta edad avanzada, no se reportan con
frecuencia, sino hasta estadios más graves en donde ya aparecieron las alteraciones
motoras.

- El tratamiento es personalizado para cada individuo evaluando los riesgos y


beneficios, depende de la edad y la progresión de la enfermedad, pero el punto de
corte es a partir de los 60 años, donde se decide si se inicia directamente con levadopa
u otros fármacos que tienen menos efectos adversos pero también son menos
potentes.

- En la práctica clínica la levadopa no se administra sola por su baja biodisponibilidad y


su poco ingreso al cerebro, por este motivo se la asocia a un inhibidor de la dopamina
descarboxilasa (carbidopa) para incrementar los niveles plasmáticos y semivida de la
levadopa, incluso con esta asociación se puede reducir la dosis diaria de la misma.

APORTE A MI FORMACIÓN

El presente ensayo me ha permitido conocer información relevante acerca de una de


las Enfermedades Crónicas No transmisibles (ECNT) más conocidas que existen
actualmente, como lo es la EP, dicha patología no es muy mencionada cuando se
habla de las ECNT, sin embargo me parece ideal saber sus aspectos generales para
poder implementar dicho conocimiento en la práctica clínica. Personalmente el mundo
de la neurología me es muy atractivo y realizar este ensayo no solo me inspiro a
adentrarme más a la especialidad, sino que también me brindara una base sólida en el
futuro para el control de los pacientes así como para brindarles un adecuado apoyo
farmacológico basado en evidencia.

CONCLUSIONES

- La enfermedad de Parkinson es definida como un trastorno del sistema nervioso que


produce alteraciones motoras y no motoras, es la segunda enfermedad
neurodegenerativa que existe actualmente a nivel mundial afectando a personas de
edad mayor, su causa es multifactorial interviniendo factores ambientales y genéticos.

- Su diagnóstico es clínico, el principal criterio es que el paciente debe tener


bradicinesia y al menos uno de los siguientes signos: rigidez, temblor en reposo e
inestabilidad postura; posterior a eso se deberán descartar otras causas de
parkinsonismo; y luego confirmar otros criterios menores como la mejoría después de
la administración de levadopa.

- El manejo terapéutico abarca tratamiento tanto farmacológico como no farmacológico,


los grupos de fármacos más utilizados en la enfermedad de Parkinson son: los
anticolinérgicos, beta-bloqueadores, IMAO-B (potencia baja); agonistas
dopaminérgicos (potencia intermedia); y levadopa (potencia elevada). Se debe aplazar
la administración de levadopa hasta su uso sea estrictamente necesario. Con el tiempo
todos los grupos de fármacos perderán su efecto.

- Existe un arsenal de medicamentos para controlar la EP, pero los tres grupos
farmacológicos más utilizados en la actualidad son la levadopa, agonistas del receptor
de dopamina y los IMAO; todas con una administración diaria por vía oral para mayor
comodidad del paciente. Para que la levadopa tenga una mayor biodisponibilidad, en la
práctica clínica se asocia siempre con carbidopa.

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