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DESCRIPCIÓN BREVE

Las complicaciones derivadas de la sedación


generalmente, son evitables y fácilmente
inferidas.
La nueva dinámica de prestación de servicios
de salud de Colombia, ha establecido un
escenario en el que los médicos generales,
deben ser entrenados en el manejo de la
sedación para procedimientos que,
tradicionalmente, no eran acompañados por

SEDACION GRADO I profesionales de la salud, diferentes a quien


los realizaban
El interés de esta corta revisión es proponer
los elementos generales de la sedación y su

Y II PARA MÉDICOS
aplicación en el quehacer del médico general

DR. ALEJANDRO UPEGUÍ


SALDARRIAGA

GENERALES Médico Anestesiólogo


Especialista en Anestesiología y
Reanimación
Coordinador posgrado de Anestesiología
Universidad Pontificia Bolivariana
Médico Especialista Unidad Materno Infantil
Clínica Universitaria Bolivariana
INTRODUCCIÓN

Los avances en las técnicas diagnósticas y terapéuticas de múltiples especialidades de la


medicina han exigido desarrollo por parte de otras.

Las técnicas de anestesia y de sedo-analgesia, hoy en día son soporte de muchos de esos
procedimientos que en su mayoría se realizan en centros de cirugía ambulatoria,
consultorios y áreas hospitalarias por fuera del quirófano. Se considera que la sedación es
una práctica en expansión que tiene sus inicios en los años 40, pero con un crecimiento
exponencial desde principios de los años 90; desde ese entonces existe una condición
común y a la vez relevante y es que su ejecución se realiza por no anestesiólogos hasta en
un 41%, incluso llegando a realizarse en condiciones de abuso, conllevando un riesgo
importante para los pacientes. Es por esta razón que varias sociedades científicas lideradas
por el comité de seguridad de la Sociedad Colombiana de Anestesiología (S.C.A.R.E.) y
apoyados por el Ministerio de la Salud y Protección Social, disponen un consenso nacional
con recomendaciones para la sedación y la analgesia por médicos no anestesiólogos y
odontólogos de pacientes mayores de 12 años.

El presente artículo busca revisar los aspectos mas relevantes con relación a los puntos de
mayor cuidado y controversia con relación a la sedación de I y II grado, cuando se realiza
por médicos no anestesiólogos y adicionalmente situar al médico general en su entorno
diario y brindarle elementos que puedan ser de gran ayuda al momento de realizar un
procedimiento bajo sedación.
DEFINCIÓN

La sedación se define como el espectro de profundidad del estado de conciencia generada


por el uso de medicamentos buscando como meta primordial la comodidad del paciente, el
control del dolor y de la ansiedad; estos tres elementos podríamos decir se convierten en
los pilares fundamentales o metas terapéuticas al momento de realizar un procedimiento
por parte de quien realiza la sedación 1,2, permitiendo a su vez mejorar las condiciones
técnicas para la realización de procedimientos diagnósticos o terapéuticos.

Ese nivel de profundidad puede ir desde la ansiolisis, hasta la anestesia general 1,2 y en este
espectro según la capacidad de respuesta del paciente, la función cognitiva y el compromiso
de la función respiratoria y cardiovascular, nos podemos encontrar cuatro estados o niveles
de sedación (Tabla 1) 3. Es claro que el paso de un grado a otro puede ocurrir fácilmente en
intervalos muy cortos de tiempo, por lo que conocer las características clínicas de cada
nivel, propuestos por la Sociedad Americana de Anestesiología y adoptadas por la S.C.A.R.E.,
permite el mejor monitoreo del procedimiento, aunque desde el punto de vista clínico
puede ser difícil su diferenciación y hacer un poco complejas las estrategias de manejo que
deben ser implementadas para la recuperación del paciente, condición que puede ser
directamente la causa de la morbilidad asociada a estos procedimientos. Adicionalmente
las condiciones asociadas al alto flujo de pacientes en los diferentes servicios y la falta de
del recurso humano ideal con experiencia en el manejo farmacológico, fisiológico y clínico
del paciente sedado, ha exigido al personal médico y paramédico la competencia de su
desempeño para la aplicación cuidadosa de sedo-analgesia en sus lugares de trabajo 2,3. A
pesar de tomarse este tipo de medidas en entrenamientos específicos, existen en la
literatura una alta tasa de complicaciones cercanas al 20% e indicios de subregistro, que
dificultan la difusión de las técnicas sugeridas por diferentes grupos académicos del
mundo2.

NIVELES DE SEDACIÓN

SEDACIÓN MÍNIMA O ANSIOLISIS (SEDACIÓN GRADO I): Hay respuesta normal al


comando verbal, la función cognitiva está discretamente comprometida y las funciones
cardiovasculares y respiratorias se encuentran intactas. Este nivel es el que menos
requerimientos tiene para la seguridad del paciente.

SEDACIÓN MODERADA (SEDACIÓN GRADO II): También conocida como sedación


consciente donde hay depresión del estado de conciencia con respuesta al comando verbal
solamente, o este puede estar acompañado de un suave estímulo táctil, no se requiere
manipulación de la vía aérea y la respiración y la función cardiovascular se encuentran
conservadas. Con un entrenamiento básico en el manejo de la vía aérea se pueden manejar
los problemas que ocasionalmente se presenten.

Según la norma vigente, los médicos no anestesiólogos pueden realizar sedaciones grado I
y II, con el uso de un solo medicamento.

SEDACIÓN PROFUNDA (SEDACIÓN GRADO III): Se caracteriza por un compromiso de la


consciencia donde el paciente no puede ser alertado fácilmente, responde a estímulos
repetidos y dolorosos, puede ser difícil mantener la función ventilatoria, la respiración
espontánea es inadecuada, incluso requiriendo permeabilización de la vía aérea, pero la
función cardiaca se mantiene. Casi siempre se logra con la combinación de dos
medicamentos y para manejar las complicaciones asociadas a la pérdida de la vía aérea se
requiere de un entrenamiento avanzado en ella; lo que genera dificultad para que este nivel
sea manejado por personal diferente a anestesiólogos, pues en nuestro país no existe hasta
el momento ningún programa de entrenamiento que avale esta competencia diferente al
de la especialidad.

ANESTESIA GENERAL: evidenciamos la pérdida de la conciencia sin respuesta aún ante


estímulos dolorosos, la capacidad de mantener la ventilación independiente incluso está
comprometida y se requiere de asistencia para mantener la vía aérea permeable y
ocasionalmente se requiere de ventilación con presión positiva. La función cardiovascular
puede estar comprometida. Es de dominio exclusivo del anestesiólogo y está avalada por la
Ley 6ª de 1991.

Tabla 1. Niveles de sedación. Sociedad Americana de Anestesiología.

SEDACIÓN MINIMA SEDACIÓN MODERADA SEDACIÓN PROFUNDA ANESTESIA GENERAL

CONCIENCIA Respuesta normal al Respuesta adecuada a Respuesta adecuada No hay respuesta a


estímulo verbal un estímulo verbal o después de estímulos pesar de estímulos
táctil repetidos o dolorosos dolorosos

VÍA AÉREA No comprometida No requiere Puede requerir Intervención es


intervención intervención requerida

VENTILACIÓN No comprometida Adecuada Puede ser inadecuada Frecuentemente


inadecuada

FUNCION No comprometida Usualmente mantenida Usualmente mantenida Puede estar


CARDIOVASCULAR comprometida

Aunque no siempre es posible predecir la respuesta de un paciente a un plan de sedación,


quien realiza el procedimiento debe ser altamente cualificado y debe ser capaz de
“rescatar” al paciente a niveles menos profundos; de esta forma para la sedación moderada
se requiere el manejo adecuado de la vía aérea y la hipoventilación y para la sedación
profunda se debe tener la capacidad de manejar la inestabilidad respiratoria y
cardiovascular; es por esta razón que la literatura actual apoya antes de realizar un
procedimiento bajo sedación un profundo conocimiento del procedimiento como tal y del
paciente.

COMPLICACIONES

Son numerosos los eventos adversos que pudieran suceder durante la sedación. Se dice que
cerca del 50% de las complicaciones son prevenibles.

La secuencia clínica que comúnmente se describe en los reportes de complicaciones, inicia


con la pérdida de la permeabilidad en la vía aérea, la obstrucción y la depresión respiratoria,
lo que de manera obligada desencadena hipoxia e hipercapnia, lo que normalmente sucede
es que hay demora en los procesos de identificación e implementación de estrategias para
recuperar el nivel de sedación llevando finalmente a la presentación de hipotensión y
arritmias 4.

Otra condición no inusual, es la pérdida de los reflejos protectores de la vía aérea, que
pueden generar mayor riesgo de regurgitación y aspiración de contenido gástrico.

Para finalizar y como tal es una condición menos frecuente, están las reacciones
anafilácticas a los medicamentos; posiblemente en este grupo sea el propofol el
medicamento con el que más cuidado se debe tener en los pacientes alérgicos al huevo.

Se consideran factores que favorecen las complicaciones el tipo de procedimiento, la


selección de los medicamentos y las dosis utilizadas, el monitoreo usado, el entrenamiento
del personal y las condiciones propias de los pacientes; en este último grupo las edades
extremas, las anormalidades en la vía aérea, los pacientes con comorbilidades como
obesidad, síndrome de apnea obstructiva del sueño y los pacientes con clasificación de ASA
> II, tiene mayor riesgo de presentar complicaciones dado que pueden tener un incremento
en la sensibilidad a los medicamentos y alteraciones en la farmacocinética que puedan
llevarlos a disminuir su eliminación.

Frente a esta condición el comité de seguridad de la S.C.A.R.E., propuso de manera conjunta


con otra serie de sociedades científicas la realización de unas guías de consenso para el
manejo de la sedación, pensando en que la mayoría de las complicaciones asociadas a este
tipo de actividades médicas son prevenibles, pero de igual manera es claro el planteamiento
de que aunque la adherencia a estas puede facilitar al clínico su desempeño, su uso no
garantizan ningún resultado específico 5. Posteriormente dando aval y soporte a esta
propuesta el Ministerio de la Salud y Seguridad Social en su resolución 2003 del 28 de mayo
de 2014, normatiza este tipo de procedimientos, lo que ha generado gran polémica y
discusión.

TIPOS DE PROCEDIMIENTOS
De acuerdo a la naturaleza del procedimiento los podemos dividir en tres grandes grupos y
de acuerdo a esto se podría plantear un tipo de sedación.

PROCEDIMIENTOS NO INVASIVOS Y NO DOLOROSOS: A este grupo de procedimientos


pertenecen radiografías simples, tomografías, ecocardiografía transtorácica, resonancias,
ecografías, gammagrafías, enemas baritados, estudio de potenciales evocados,
electroencefalogramas y electrocardiogramas. En odontología procedimientos como
operatoria simple,
blanqueamientos
y diseños de sonrisa. Para este tipo de
procedimientos se requiere control del movimiento y ansiolisis, lo que podría lograrse con
una sedación grado I.

PROCEDIMIENTOS MINIMAMENTE DOLOROSOS Y ALTO NIVEL DE ANSIEDAD: Hacen


parte de este grupo de procedimientos biopsias o suturas simples de tejidos blandos y piel,
Endoscopia digestiva alta y baja diagnósticas, colocación o retiro de yesos, venopunciones
o punciones arteriales, 
irrigaciones oculares, extracciones sencillas de cuerpo extraño,
punción lumbar, inyección de toxina botulínica, infiltración de ácido hialurónico o de suero
rico en plaquetas, aplicación de tratamiento láser en el rostro para pigmentación, lunares o
rejuvenecimiento facial, electromiografías, paso de sonda nasogástrica o vesical; para
odontología y cirugía maxilofacial operatoria compleja
, endodoncia
, periodoncia
quirúrgica
, implantes dentales
, injertos óseos orales simples
 y elevación de seno
maxilar. Estos procedimientos requieren control del movimiento, ansiolisis, sedación y
analgesia, para lo que podría requerirse un nivel de sedación I o II.

PROCEDIMIENTO DOLOROSO O ALTO NIVEL DE ANSIEDAD: A este último grupo


pertenecen procedimientos como Biopsias (renal, hepática, prostática, etc.) o suturas
complejas de tejidos blandos y piel, o en el rostro, toracentesis, toracostomía, paracentesis,
cardioversión, reducción de hernias, reducción de fracturas o luxaciones, artrocentesis,
remoción de cuerpos extraños complejos, nasofibrolaringoscopias, cateterismo cardiaco,
eco transesofágico, angiografías, cistouretrografías, desbridamiento y curación de
quemaduras, drenaje de abscesos, aspiraciones de médula ósea, procedimientos
endoscópicos terapéuticos como: 
endoscopia digestiva alta y baja; CPRE; ultrasonido
endoscópico terapéutico; dilataciones; colocación o retiro de balón intragástrico; cirugía
endoscópica superior o colónica; esclerosis, várices y úlceras, gastrostomía- yeyunostomía
endoscópica percutánea, radiofrecuencia del tracto digestivo, tratamientos láser por
dermatología, litotricia
y captación de óvulos en tratamientos de fertilidad. Para
odontología procedimientos como exodoncias múltiples y terceros molares e injertos óseos
orales. Este tipo de procedimientos más complejos requieren niveles de sedación I, II e
inclusive III.

Como toda norma tiene sus excepciones y a pesar de tener definidos los procedimientos, la
sedación de nivel I o II debe ser realizada por anestesiólogos en pacientes no colaboradores,
con edades extremas, con enfermedades cardiacas severas, enfermedades pulmonares,
hepáticas, renales o del sistema nervioso central, con obesidad mórbida, con apnea del
sueño, embarazadas, o quienes abusan del alcohol o de sustancias psicoactivas, pacientes
con antecedente de sedación fallida o con antecedentes de efectos adversos a
medicamentos usados en procedimientos anteriores.

Siendo entonces el objetivo darle al paciente la máxima seguridad posible, buscando


disminuir la morbi-mortalidad prevenible, se regulan las condiciones para la prestación del
servicio y no pueden ser obviadas para ningún procedimiento.

La sedación debe ser realizada por un médico, un odontólogo, una enfermera o un auxiliar
de enfermería diferente del operador, pero siempre bajo la supervisión de este y con las
competencias necesarias que se exponen a continuación5:

 Debe vigilar los signos vitales del paciente: Frecuencia cardiaca, presión arterial y
saturación.
 Debe tener vigente el certificado de soporte vital básico en caso de realizar sedación
grado I o II.
 Debe contar con la certificación en sedación avalada por la sociedad
correspondiente de manera conjunta con la SCARE, dicha certificación debe incluir
manejo de crisis y complicaciones.
 Debe conocer la farmacología de los medicamentos utilizados, sus efectos
colaterales y sus posibles complicaciones.
 Debe tener conocimiento del manejo de la vía aérea.
 La certificación tendrá una validez de 4 años.

Para el personal que administra sedación grado III debe certificar adicionalmente:

 Certificación en soporte vital avanzado vigente


 Certificación en monitoreo electrocardiográfico
 Entrenamiento en manejo avanzado de vía aérea
 Experiencia supervisada en sedación
 El monitoreo debe incluir electrocardiografía y capnografía.

Adicionalmente y para completar el marco del procedimiento, la sedación debe ser


precedida por una lista de chequeo (Resolución 1141 de 2013), que debe ser verificada y
consignada en la historia clínica del paciente. Esta historia clínica debe ser lo más completa
y puntual para identificar elementos de riesgo y en ella deben quedar consignados
antecedentes relevantes como resultados inadecuados en procedimientos anteriores,
antecedentes patológicos, experiencias adversas previas a condiciones de sedación,
alergias, uso de medicación actual y sus interacciones, historia de tabaquismo y/o consumo
de alcohol o sustancias de abuso 1,2. Debe realizarse un examen físico puntual que incluya
signos vitales, auscultación cardiaca y pulmonar y evaluación detallada de la vía aérea. Se
solicitarán exámenes de laboratorio complementarios si las condiciones del paciente lo
exigen o si usted cree o considera que el resultado de estos puede cambiar su propuesta de
manejo; el tiempo de ayuno aunque carece de suficiente evidencia para soportar el hecho
de que disminuye la incidencia de resultados adversos, es un elemento puntual y muy
importante, pues el adecuado vaciamiento gástrico aunque es una condición no
completamente predecible y con elementos de controversia, si se considera que sea muy
cercano a lo ideal luego de haber cumplido tiempos adecuados y de esta manera disminuir
la probabilidad de aspiración de contenido gástrico, como lo propone la Sociedad de
Anestesiología y que se enuncian a continuación:
Líquidos claros, período mínimo de ayuno de 2 horas.
Leche materna, período de ayuno de 4 horas.
Fórmulas infantiles, leche no humana y alimentos ligeros, el período debe ser de 6 horas.
Alimentos no ligeros o condiciones especiales, 8 horas 6.

El consentimiento informado debe estar escrito y firmado por el paciente y su familiar o


acudiente, deben ser informados de los beneficios, los riesgos y las limitaciones del
procedimiento, debe incluso quedar consignada la muerte como complicación de la
sedación. Se debe explicar quién es el responsable de la sedación y la analgesia, así como
las posibles alternativas existentes y las recomendaciones posteriores. Esta medida
traspasa no solo los límites de la responsabilidad civil y penal, sino que da elementos de
juicio al paciente o a las personas responsables del mismo, para tomar una decisión con
relación a la realización del procedimiento.

Como se enunció previamente el uso de la sedación o sobresedación, puede generar


depresión respiratoria y cardiaca entre muchos otros eventos y deben ser rápidamente
reconocidos y manejados para evitar desenlaces como el daño cerebral hipóxico, el paro
cardíaco o la muerte 7. Por el contrario niveles de sedación inadecuadas pueden favorecer
el desarrollo de respuestas adversas fisiológicas al estrés. Es por esta razón que el
monitoreo debe quedar consignado en un registro y deben quedar en él claramente los
siguientes momentos: antes de iniciar la sedación, después de administrar los
medicamentos, al iniciar el procedimiento, durante intervalos regulares durante el
procedimiento, al iniciar la recuperación e inmediatamente antes del alta. Este monitoreo
debe buscar el reconocimiento temprano de apnea y paro cardiaco, por lo tanto debe incluir
la respuesta verbal como medio para valorar el estado de conciencia, variables
hemodinámicas y respiratorias, siendo estas últimas las mas importantes en niveles de
sedación grado I y II; la oximetría de pulso es una herramienta que ayuda a anticipar la
aparición de apnea y paro cardiaco, su gran limitante es que no ofrece valores en tiempo
real. La capnografía de igual manera permite detectar la obstrucción de la vía aérea y de
apnea, con mejor rendimiento sobre la oximetría ya que su lectura se hace en tiempo real.
Lograr alcanzar el monitoreo con estos dos dispositivos sería ideal para los procedimientos
bajo sedación.
En caso de que se presenten complicaciones, de igual manera deben ser consignadas en el
registro.

Se debe contar con un acceso vascular permeable durante el procedimiento y sólo debe ser
retirado cuando el riesgo de depresión cardiorrespiratoria haya desaparecido. Esto debe
realizarse en el área de recuperación donde el paciente debe permanecer hasta recuperar
su estado basal, monitorizado con oximetría de pulso.

Deben existir recomendaciones por escrito posteriores a la realización del procedimiento y


al momento del alta, verificar que el paciente se encuentre acompañado.

De igual manera el sitio dispuesto para realizar los procedimientos debe cumplir con las
siguientes exigencias:

 Un espacio para realizar una reanimación cerebro-cardio-pulmonar.


 Iluminación adecuada.
 Disponer de una mesa o una silla que permita ubicar al paciente en posición
horizontal.
 Disponibilidad de succión, con cánulas de diferentes tamaños.
 Disponibilidad de una fuente de oxígeno y de cánulas o máscaras para respiración
espontánea. 

 Una bolsa de reanimación (tipo AMBÚ), con máscara de no reinhalación.
 Oxímetro de pulso, con o sin curva pletismográfica. Las alarmas nunca pueden ser
suspendidas.

 Medicamentos de reanimación cardiopulmonar:

 Adrenalina

 Atropina

 Amiodarona o Lidocaína sin epinefrina.
 Líquidos intravenosos.
 Flumazenil (se omite si no se usan benzodiacepinas)

 Naloxona (se omite si no se usan opioides)

 Bala portátil de oxígeno o suministro portátil de oxígeno
 Inhalador broncodilatador tipo salbutamol, ipratropio
 Hidrocortisona
 Tensiómetro manual o automático.
 Cánulas orofaríngeas y nasofaríngeas; son altamente deseables máscaras laríngeas
(ideal) o laringoscopio y tubos endotraqueales.

 Desfibrilador (no se requiere en sedaciones con óxido nitroso).

 Debe disponerse de una estrategia explícita para solicitar asistencia adicional de
emergencia.

 Debe cumplirse con las regulaciones vigentes de habilitación.

Sin embargo, la norma referenciada en la Resolución 2003 de 2014 es un poco más exigente
en cuanto a los cumplimientos para la sedación grado I y II. Ella exige la existencia de
protocolos de sedación, protocolos para el manejo de emergencias, protocolos que definan
la atención por el anestesiólogo y la existencia de transporte asistencial cuando se realizan
procedimientos bajo sedación grado I o II, por fuera de salas de cirugía.

Con relación a los medicamentos para la sedación una propuesta es colocarlos de forma
titulada hasta alcanzar el efecto deseado, evitando la generación de efectos adversos. Es
importante ser muy cauteloso en los tiempos de inicio de los medicamentos, con el fin de
evitar efectos sumatorios que llevarían a la inestabilidad del paciente. Adicionalmente debe
tenerse cuidado con el uso de medicamentos por vías de administración diferentes a la
intravenosa, ya que la absorción puede ser impredecible y en este mismo sentido no se
recomienda el uso de dosis repetidas de medicación oral 8.

Se han utilizado múltiples medicamentos para lograr niveles de sedación apropiados para
la realización de procedimientos, entre ellos el propofol, el midazolam, el methohexital y la
ketamina, son los que mejor se han ajustado a las necesidades del medio, sin desconocer
los riesgos potenciales de su uso, razón por la cual quien los usa, debe conocerlos a
profundidad.

A continuación se enumeran algunos aspectos de los medicamentos más usados en


sedación, pero una vez más se insiste que el objetivo es generar un balance entre el confort
y la seguridad y para esto conocer que las dosis NO pueden ser predichas para lograr un
nivel deseado.

PROPOFOL: Tiene un rápido inicio y corta duración lo que permite una rápida recuperación
de la función cognitiva. Tiene efecto antiemético y puede producir euforia. Cuando se ha
comparado en sedación vs. benzodiacepinas-opioide, ha mostrado ser más satisfactorio
para los pacientes 4.
Produce hipotensión, depresión respiratoria y obstrucción de la vía aérea. Adicionalmente
no tiene efecto analgésico, por lo que se propone combinarlo con opioides en
procedimientos dolorosos.

MIDAZOLAM: De inicio lento y duración prolongada, es un medicamento con un amplio


margen de seguridad, aunque genera demora en los procesos de recuperación. Produce
sedación, ansiolisis, amnesia y relajación muscular mediada centralmente.
Induce depresión cardiorrespiratoria de una manera dosis dependiente por lo que deben
evitarse dosis repetidas y en combinación con otros sedantes u opioides, dicha depresión
puede ser más exagerada. Su efecto puede ser reversado con flumazenil.

En el caso del propofol su aplicación puede generar un compromiso rápido y profundo de


la conciencia y de la función cardiopulmonar, llevando al paciente a un estado de anestesia
general. Cuando se usan el propofol o las benzodiacepinas como medicamento único para
la sedación, se estima la sobresedación en cerca de un 9%, cuando se usan combinados la
sobresedación puede llegar a ser del 50% 6.
OPIOIDES: Su mayor uso se indica en procedimientos dolorosos, por lo que se consideran
adyuvantes al producir analgesia y disminuir el efecto autonómico frente al estímulo. Se
deben evitar o titular la dosis en pacientes ancianos, obesos mórbidos y en pacientes con
apnea obstructiva del sueño.
El remifentanil por ser degradado por estearasas plasmáticas, tiene una vida media entre
20 y 30 minutos y una vida media sensible al contexto de 3 a 5 minutos, se considera
altamente efectivo en los procedimientos por su corto tiempo de acción.

KETAMINA: Es un anestésico disociativo con propiedades analgésicas. Tiene dos


propiedades que lo hace un excelente medicamento a la hora de sumar efecto sinérgico, es
estimulante cardiovascular y no tiene efecto depresor respiratorio. En dosis bajas entre 0.25
y 1 mg/kg, tiene un muy buen efecto analgésico. En dosis altas aumenta la incidencia de
náusea y vómito postoperatorio (PONV), sueños vívidos y alucinaciones.
Puede producir hipertonía músculo-esquelética y aumento de secreciones que pueden
desencadenar laringoespasmo e incluso favorecer la aspiración pulmonar.

GLUCOCORTICIODES: Sustentan su uso en las propiedades antiinflamatorias. La


dexametasona en dosis de 4 – 8 mg, produce adicionalmente analgesia y disminuye la
incidencia de PONV. Por lo que se considera una buena opción terapéutica para el manejo
analgésico en sedación.

DEXMEDETOMIDINA: Es un agonista alfa 2 de acción central de inicio lento y larga


duración. Produce sedación, analgesia y tiene propiedades simpaticolíticas, por lo que
puede producir bradicardia e hipotensión.
Su propiedad más llamativa a la hora de usarse en sedación está relacionada con los
mínimos efectos en la ventilación y en mantener la respuesta normal a la hipercapnia.

Debemos recordar que el oxígeno debe ser empleado en todos los procedimientos bajo
cualquier nivel de sedación y debe ser considerado un estándar de seguridad debido a que
impacta el desarrollo de hipoxemia 9.

Como es frecuente el uso de opioides y de sedantes del tipo benzodiacepinas, es de vital


importancia tener siempre disponibles agentes que antagonicen su efecto (naloxona -
flumazenil), deben conocerse presentaciones, dosis, efectos y siempre debe asegurarse que
el estado de depresión cardiorrespiratoria no recurra luego de la terminación del efecto
antagónico.

Actualmente, el desarrollo de dispositivos, de software, y de condiciones que permitan la


disponibilidad de personal con altos estándares de entrenamiento en sedación permite la
implementación de sedación controlada por el paciente, donde se logran controlar de
forma precisa los procesos farmacocinéticos de cada medicamento, para hacer modelos
seguros dirigidos por metas plasmáticas 10.

CONCLUSION

Podemos decir que la sedación se convierte cada vez en un procedimiento más frecuente
dadas las condiciones de prestación de servicios en los diferentes sistemas de salud.

Aunque la mortalidad no es clara, la morbilidad con gran compromiso funcional genera los
peores desenlaces para los pacientes y para la sociedad, generando un enorme impacto
económico, por esta razón las diferentes sociedades científicas del país unidas en pro del
mejoramiento de la prestación del servicio, decidieron reglamentar las actividades y los
estándares de cuidado que se consideran óptimos para los grados de sedación I y II, por
médicos no anestesiólogos.

En la actualidad estos estándares son acogidos por el Ministerio de la Salud y la Protección


Social para darle fuerza a su debido cumplimiento.
BIBLIOGRAFÍA

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