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Lazarillo de Tormes (Argumento)

La obra está dividida en siete tratados y cuenta en primera persona la historia de Lázaro González Pérez, un
niño de origen muy humilde; aunque sin honra, nació en un río de Salamanca, el Tormes, como el gran héroe
Amadís; quedó huérfano de su padre, un molinero ladrón llamado Tomé González, y fue puesto al servicio de
un ciego por su madre, Antonia Pérez, una mujer amancebada con un negro, Zaide, que le da a Lazarillo un
bonito hermanastro mulato.
El Lazarillo de Tormes es una de nuestras obras cumbre de la literatura española ya que significó la
inauguración de la novela moderna anticipándose, así, al Quijote que fue escrito por Cervantes más
tarde. Existe mucha polémica sobre su autoría y, por eso, en esta otra lección podrás saber Quién es el
autor del Lazarillo de Tormes.

El Lazarillo es una novela picaresca en la que el protagonista, Lázaro, nos explica las aventuras y
desgracias que ha vivido a lo largo de su vida. Originario de Salamanca, muy cerca del río Tormes,
este chico forma parte de una familia humilde y, por ello, tiene que servir a personas como criado para
poder trabajar y ganarse algo de dinero.

Para hacerte un resumen del Lazarillo de Tormes vamos a explicarte que, durante toda la novela,
asistimos a la vida de este joven que crece con diferentes amos entre los que destaca el clérigo, el
ciego, el fraile, el noble, etcétera. El tema de la picaresca lo vemos por las actitudes que, con el
tiempo, va tomando el protagonista, empieza a aprender de la vida y a entender que, para salvarse,
tiene que usar todo su ingenio y picardía.

Durante el transcurso del Lazarillo de Tormes vemos cómo el protagonista va adquiriendo una
educación "pícara" que comienza tras el engaño del ciego. Su origen humilde y bondadoso se ve
quebrado tras las experiencias que va adquiriendo con su trabajo y las relaciones que establece con el
resto de personajes de la novela.

Estructura
Esta segunda parte se divide en 18 capítulos:
 Capítulo I. En que da cuenta Lázaro de la amistad que tuvo en Toledo con unos tudescos, y lo que con
ellos pasaba.
 Capítulo II. Cómo Lázaro, por importunación de amigos, se fue a embarcar para la guerra de Argel, y
lo que allá le acaeció.
 Capítulo III. Cómo Lázaro de Tormes hecho atún salió de la cueva, y cómo le tomaron los centinelas
de los atunes y lo llevaron ante el general.
 Capítulo IV. Cómo, después de haber Lázaro con todos los atunes entrado en la cueva, y no hallando a
Lázaro sino a los vestidos, entraron tantos que se pensaron ahogar, y el remedio que Lázaro dio.
 Capítulo V. En que cuenta Lázaro el ruin pago que le dio el general de los atunes por su servicio, y de
su amistad con el capitán Licio.
 Capítulo VI. En que cuenta Lázaro lo que al capitán Licio, su amigo, le acaeció en la corte con el gran
capitán.
 Capítulo VII. Cómo, sabido por Lázaro la prisión de su amigo Licio, le lloró mucho él y los demás, y
lo que sobre ello se hizo.
 Capítulo VIII. De cómo Lázaro y sus atunes, puestos en orden, van a la corte con voluntad de libertar a
Licio.
 Capítulo IX. Que contiene cómo libró de la muerte a Licio, su amigo, y lo que más por él hizo.
 Capítulo X. Cómo recogiendo Lázaro todos los atunes, entraron en casa del traidor don Paver y allí le
mataron.
 Capítulo XI. Cómo, pasado el alboroto del capitán Licio, Lázaro con sus atunes entraron en su cosnejo
para ver lo que harían, y cómo enviaron su embajada al rey de los atunes.
 Capítulo XII. Cómo la señora capitana volvió otra vez al rey, y de la buena respuesta que trajo.
 Capítulo XIII. Cómo Lázaro asentó con el rey, y cómo fue muy su privado.
 Capítulo XIV. Cómo el rey y Licio determinaron de casar a Lázaro con la linda Luna, y se hizo el
casamiento.
 Capítulo XV. Cómo andando Lázaro a caza en un bosque, perdido de los suyos, halló la Verdad.
 Capítulo XVI. Cómo, despedido Lázaro de la Verdad, yendo con las atunas a desovar, fue tomado en
las redes, y volvió a ser hombre.
 Capítulo XVII. Que cuenta la conversión hecha en Sevilla, en un cadahalso, de Lázaro atún.
 Capítulo XVIII. Cómo Lázaro se vino a Salamanca, y la amistad y disputa que tuvo con el rector, y
cómo se hubo con los estudiantes.

Decorados
La obra conoció un gran éxito en su época: cuatro ediciones en castellano y siete traducciones francesas, todo
ello antes de acabar el siglo XVII. Pero en España no se publicó hasta 1835, significativamente al año siguiente
de ser abolida para siempre la Inquisición. Desde esa fecha se ha reimpreso más de veinte veces.
El autor demuestra conocer la obra de Cervantes, Mateo Alemán, Quevedo y Vicente Espinel, y parodia la
disparatada segunda parte del Lazarillo (Amberes, 1555) en buena parte de su obra. Retoma el anticlericalismo
y la misoginia del Lazarillo original convirtiendo a su protagonista en marido "cartujo".
El argumento de la obra es el siguiente. Lázaro abandona Toledo dejando a su hijo "injerto a canutillo" y a su
mujer cuidados por el Arcipreste, que lo hace "como si propios fueran". Se reencuentra con el escudero, que le
refiere una aventura que tuvo con una dama non sancta. Entre los gitanos figuran el clérigo y la chica que
fueron mojados cuando se escapó del tonel. Un viejo gitano afirma que en España
Todos eran clérigos, frailes, monjas o ladrones, pero que entre todos los mayores bellacos eran los que
habían salido de los monasterios mudando la vida especulativa en activa.
El Lazarillo de Luna fue dedicado a la princesa Marqueta de Rohan y se divide en 16 capítulos:
 Capítulo I. Donde Lázaro cuenta la partida de Toledo para ir a la guerra de Argel.
 Capítulo II. Cómo Lázaro se embarcó en Cartagena.
 Capítulo III. Cómo Lázaro salió de la mar.
 Capítulo IV. Cómo llevaron a Lázaro por España.
 Capítulo V. Cómo llevaron a Lázaro a la corte.
 Capítulo VI. Cómo llevaron a Lázaro a Toledo.
 Capítulo VII. De lo que le sucedió a Lázaro en el camino del río Tajo.
 Capítulo VIII. Cómo Lázaro pleiteó contra su mujer.
 Capítulo IX. Cómo Lázaro se hizo gana-pan.
 Capítulo X. De lo que sucedió a Lázaro con una vieja alcahueta.
 Capítulo XI. Cómo Lázaro se partió para su tierra, y de lo que en el camino le sucedió.
 Capítulo XII. De lo que le sucedió a Lázaro en una venta, una legua antes de Valladolid.
 Capítulo XIII. Cómo Lázaro sirvió de escudero a siete mujeres juntas.
 Capítulo XIV. Donde Lázaro cuenta lo que le pasó en un convite.
 Capítulo XV. Cómo Lázaro se hizo ermitaño.
 Capítulo XVI. Cómo Lázaro se quiso casar otra vez.

Espacio: El espacio de la novela no es el anacrónico de los libros de caballerías, ni el arcádico de la novela


pastoril, tampoco se sitúa en el viaje por tierras lejanas como en la novela bizantina. El Lazarillo es una novela
itinerante, es decir, el protagonista se mueve por distintos lugares siguiendo a sus amos, aunque este “viaje” se
reduce a una estrecha franja comprendida entre las provincias de Toledo y Salamanca. El Lazarillo se localiza,
por otra parte, en un espacio urbano, que facilita la práctica de comportamientos irregulares.

Tiempo: En cuanto al tiempo ya se ha señalado que en el Lazarillo se producen desfases entre el tiempo que
duran los hechos narrados y el que dedica el narrador, Lázaro adulto, a narrarlos. La infancia de Lázaro, hasta
los doce años, ocupa solo unos pocos párrafos. Sin embargo, al corto periodo que pasa con el ciego se le
dedican bastantes páginas, así como su estancia de seis meses con el escudero. Con este último es significativa
la extensión adjudicada, al principio del tratado III, al tiempo que transcurre desde la mañana hasta la hora de
“comer”. Indudablemente, el narrador-protagonista selecciona los acontecimientos que considera relevantes
para la explicación del “caso”.

Personajes
 Lazarillo de Tormes. Es el protagonista de esta novela y es llamado así porque nació en
Salamanca, al lado del río Tormes, y por esto sus padres decidieron apodarlo con este nombre.
Lazarillo y su familia viven de lo que el padre gana trabajando en el molino y apenas tienen
para comer, en la obra representan la clase pobre de la época. Por este motivo, cuando el padre
de Lázaro muere, al no poder mantenerlo la madre por su cuenta decide entregarlo a un ciego
que necesita a un mozo que lo ayude.
 Los padres de Lázaro: Tomé González y Antona Pérez: Ellos bautizan a su hijo como Lázaro
González Pérez, pero lo apodan Lazarillo de Tormes por nacer junto al río de este mismo
nombre. El padre de Lázaro, Tomé, trabaja en un molino pero, como no les llega para comer,
decide coger un poco de grano del molino para alimentar a su mujer y a su hijo. Cuando es
descubierto lo acusan de robo y es enviado como castigo a servir lejos de allí, muere en una
batalla contra los moros. la madre de Lázaro, al enviudar comienza a trabajar como cocinera
para estudiantes, la madre de Lázaro decide entregarlo a un ciego que necesita ayuda, ya que
ella ya no puede mantenerlo.
 El ciego es el primer amo de Lázaro, por lo que es uno de los personajes del Lazarillo de
Tormes que más influye en el niño, enseñándole a base de golpes a ser astuto, pícaro y
tramposo. Así, Lazarillo aprende a conseguir comida y algo de dinero para el ciego.
Algunas de las características del ciego son que era un viejo avaro y egoísta, 
 El clérigo es el segundo amo de Lázaro y sus características en la novela hacen que represente
a la corrupción y la avaricia de los religiosos de la época.
 El escudero es el tercer amo de Lázaro, entre los personajes del Lazarillo de Tormes destaca
por ser un hombre muy orgulloso de sí mismo y que se preocupa mucho por las apariencias,
hasta el punto de fingir riqueza ya que había sido repudiado por su familia. En la obra
representa la baja nobleza de la sociedad de la época del siglo XVI. Muy preocupado también
por su apariencia e higiene y de aspecto flaco.
 El fraile de la Merced es el cuarto amo de Lázaro, otro de los personajes del Lazarillo de
Tormes. Sus características son el parentesco con unas vecinas del amo anterior de Lázaro, así
es como lo conoce, y que, aunque su aspecto es mundano y es algo más generoso que los amos
anteriores ya que le da a Lazarillo su primer par de zapatos, es un fraile promiscuo, vividor y
corrupto. Como no le gusta estar mucho dentro del convento, prefiere salir y se pasa el tiempo
fuera haciendo recados y negocios necesarios para el convento.
 El buldero: el quinto amo de Lázaro, y entre sus características más marcadas encontramos
que vendía bulas falsas, unos documentos sellados sobre asuntos religiosos y políticos,
engañando a la gente para así ganar algo de dinero. Por esto, en la novela representa la falsa
religiosidad de muchos en la época.
 El Pintor: El pintor es el sexto amo de Lázaro, pero estuvo muy poco tiempo con él. Este
representa la clase renacentista culta y artística de la época. Al poco tiempo, Lázaro lo deja.
 El Capellán Séptimo amo de Lázaro. Es un oportunista que se vale de otras personas para
recibir unos beneficios. Este le ofrece el primer trabajo con sueldo a Lázaro. Lázaro estuvo
cuatro años con este amo, hasta recibir la cantidad de dinero que él necesitaba para comprarse
ropa usada y una espada. Una vez Lázaro obtuvo lo que necesitaba, dejó a su amo y a su oficio.

Narración Interesante:
Otro día, no pareciéndome estar allí seguro, fuime a un lugar que llaman Maqueda, adonde me toparon mis
pecados con un clérigo, que, llegando a pedir limosna, me preguntó si sabía ayudar a misa. Yo dije que sí, como
era verdad; que, aunque maltratado, mil cosas buenas me mostró el pecador del ciego, y una de ellas fue ésta.
Finalmente, el clérigo me recibió por suyo.

Escapé del trueno y di en el relámpago, porque era el ciego para con éste un Alejandro Magno, con ser la misma
avaricia, como he contado. No digo más, sino que toda la lacería del mundo estaba encerrada en éste: no sé si de
su cosecha era o lo había anejado con el hábito de clerecía.

Monólogo:
¡Oh que será de mí, Lázaro de Tormes ante las calamidades, he intentado actuar bien, pero ¡Por Dios!
Primero mi Padrastro, al igual que mi padre, es sentenciado por robo, y mi madre ¡oh Dios mi madre! Que a su
pesar me regaló a un ciego por no poderme mantener, ¡maldita sea toda esta situación!

Cambio de actitud: Lázaro comienza a mostrar un cambio de actitud a partir del quinto tratado al darse cuenta
de que en la vida de un burlador sufren las consecuencias las personas inocentes pero el gran cambio lo da
cuando contrae matrimonio. en tratados anteriores los ejemplos más evidentes son: Tratado VI: “con poner en la
ganancia buen recaudo, ahorre para me vestir muy honradamente de la ropa vieja”. El concepto de ahorrar y la
intención de vestirse para aparentar buena presencia son símbolos de su madurez.

Tipo de narrador:
Narrado en primera persona. Es omnisciente porque todo lo sabe.
Es una novela escrita en primera persona, a la manera de carta dirigida a una persona de Rango superior
(“vuestra merced”), en un acto de obediencia y rendición de cuentas, sin Comentarios ni reflexiones de orden
moral.
La vida es un sueño (Pedro Calderón de la Barca)
Estructura

Coincide en esta obra la división en cuanto a estructura externa e interna, puesto que el pasaje de actos se da al
mismo tiempo que el pasaje de la acción. Consta de tres actos o jornadas. La primera jornada, que tiene ocho
escenas, se desempeña como contextualizador (es decir que en ella se presentan a los personajes y la ubicación
espacio-temporal de la historia). En la segunda jornada, que tiene 19 escenas, aparece el conflicto, nudo o
problema. Y en la tercera jornada, de catorce escenas, tiene lugar el desenlace o resolución.
Género
La obra tiene un tono dramático, pero no llega a ser tragedia. Pertenece al género teatral del barroco,
concretamente, al teatro popular. A la muerte de Lope de Vega, Calderón continuó con la evolución del teatro
que había dejado planteado. Así, en La Vida es Sueño, pueden verse algunas de las características de esta nueva
forma de comedia instituida por Lope de Vega.
Personajes
 Segismundo: personaje principal, a cuyo alrededor se desarrolla toda la obra. Viéndosele en un
principio como hombre-fiera, se lo describe como alma reprimida, muy reflexivo, alterado por su larga
reclusión. A lo largo de la obra, va evolucionando: al principio busca la venganza, comportándose en
forma cruel y despiadada, pero luego aparecen en él ciertos rasgos de humanidad (al perdonarle la vida
a Clotaldo demuestra que ha cambiado y logra vencer a su destino).
 Rosaura: personaje principal femenino, que une fuerzas con Segismundo para impedir que Astolfo se
convierta en rey y así evitar que se case con Estrella. Cuando llega desde Moscovia a la corte, oculta su
identidad, haciéndose pasar por una criada. Durante la obra descubre que es hija del ayo de
Segismundo, Clotaldo. Finalmente, declarada noble, puede casarse con Astolfo.
 Basilio: rey de Polonia, padre de Segismundo. Es un hombre preocupado por lo que pueda sucederle a
su Pueblo. Es débil e indeciso. Sus campos son las matemáticas, las ciencias y la astrología, no
demostrando realmente una sabiduría orientada hacia el gobierno. Teme a Segismundo desde que ha
escuchado el oráculo que le dice el hado. Al final admite sus errores.
 Clotaldo: Lacayo de Segismundo. Es el único, aparte del rey, que puede verle. Le ha enseñado a
Segismundo todo lo que sabe. Se muestra como un personaje anciano, que ha vivido anteriormente
aventuras amorosas (es el padre secreto de Rosaura). Como personaje-tipo representa la superstición.
 Astolfo: duque de Moscovia, con el que Basilio hace un trato para mantener el trono de Polonia. Está
dispuesto a casarse con Estrella a pesar de amar a Rosaura. Al fin consigue su amor deseado.
 Estrella: bella y noble infanta de la corte de Basilio dispuesta a casarse con Astolfo para mantener el
trono. Al fin acaba casándose con Segismundo.
 Clarín: compañero de Rosaura. Es muy ingenioso, responde al arquetipo de cómico.
Argumento
Jornada primera
Rosaura, disfrazada de hombre y acompañada de Clarín (su escudero), toman camino hacia la corte de Polonia
para vengarse de su prometido Astolfo, que su padre, Basilio, decidió hacer una prueba a Basilio,a Estrella y a
Astolfo. Tras la confesión a todo el pueblo, dejan libre Rosaura y Clarín. Pero Clotaldo quiere saber quién es el
enemigo de Rosaura, y preguntando averigua que es el sobrino del rey. Además Rosaura indica su verdadera
identidad.
Jornada segunda
Basilio ha ideado un engaño para ver si Segismundo es realmente cruel: lo llevan dormido a palacio y le
permiten ver cuál sería su destino, pero guardándose la posibilidad de hacerle creer que todo fue un sueño, en
caso de que se demuestre malvado.
Rosaura entra de dama de Estrella con el falso nombre de Astrea.
Segismundo se comporta como un príncipe déspota lanzando un criado por la ventana al poco de despertar,
intenta forzar a Rosaura, hiere a Clotaldo que sale en ayuda de su hija, y se enzarza en una pelea a espada con
Astolfo. En vista del comportamiento, el rey Basilio decide volver a dormirle y llevarlo de vuelta a la torre.
Astolfo corteja a Estrella, pues con su unión compartirían la sucesión en lugar de competir por ella, una vez que
Segismundo ha quedado fuera de juego. Astolfo descubre que Astrea es en realidad Rosaura y rompen
definitivamente.
La jornada termina con el monólogo de Segismundo encerrado nuevamente en la torre. Los últimos versos de
este monólogo son los que dan nombre a la obra:
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Jornada tercera
El pueblo de Polonia, al saber que tiene un príncipe heredero, organiza una revuelta y libera a Segismundo de su
torre. Segismundo libera a Clotaldo permitiéndole ir con el rey, demostrando que ha recapacitado sobre su
comportamiento.

Las tropas del Rey y las del príncipe se enfrentan y vencen las de Segismundo, se encuentran ambos cara a cara
y el Rey se pone en manos de Segismundo, pero este se postra ante los pies del Rey, aceptando incluso el hecho
de que el rey, Basilio, quiera darle muerte debido a que se haya levantado contra él. Sin embargo, en vista de la
generosa actitud de Segismundo el Rey le deja el trono.
La vida es sueño es una de las obras de Calderón de la Barca más conocida y estudiada. Dicho interés reside en
su complejidad filosófica, pero también en el notable armado dramático. Sin embargo, desde que Marcelino
Menéndez y Pelayo (1910) clasificara a la vida es sueño como drama filosófico, la crítica ha hecho hincapié en
los problemas existenciales de la obra, desatendiendo a veces sus características específicamente formales,
dramáticas. En relación con el primer punto, se pueden señalar algunos ejes que constituyen los temas
filosóficos centrales; la oposición entre destino y libertad, el tópico de la vida como sueño y la tematización del
autodominio. Estos temas centrales subordinan otros como la educación de los príncipes, el modelo de
gobernante, el poder o la justicia, que más tarde vamos a ir relacionando con el soliloquio de Segismundo.
El soliloquio de Segismundo está separado en siete décimas a excepción del primer verso. Cada décima es
octosílaba y en cada una de ellas se encuentra un planteo filosófico de los grandes debates entre la reforma
protestante y la contrarreforma católica.
Décimas uno y dos
Marco
La obra esta dividida en tres jornadas las cuales se desarrollan en dos sitios diferentes, la torre de Segismundo y
el palacio de Basilio. La primera jornada ocurre en la torre de Segismundo a la cual llegan Rosaura y Clarín
después de una travesía por un monte. La segunda jornada se desarrolla en el palacio de Basilio y es donde
Segismundo toma el poder sobre Polonia, al final de esta jornada Segismundo es vuelto a la torre por su padre.
Este manejo de los sitios construye una oposición simétrica que es quebrantada en la última jornada cuando
surge el "campo de batalla" donde se enfrentan padre e hijo en una fervorosa batalla por el poder, donde termina
victorioso el hijo y perdona a su padre. La torre de Segismundo se encuentra rodeada por un monte enmarañado,
es un recinto reducido en el cual se encuentra este hombre encadenado, cubierto de pieles, mitad bestia mitad
hombre, pero muy culto con conocimientos sobre todos los temas de índole religioso. Todas estas oposiciones
entre hombre y bestia, la torre y el monte, comprenden un recurso muy utilizado en el barroco denominado el
claroscuro.
Religión
Debido a la influencia religiosa que tuvo Calderón durante su educación el plantea estos problemas que
surgieron contemporáneamente a él, uno de los más citados es el libre albedrío y la predestinación. El libre
albedrío que es sustentado por la iglesia y la predestinación que es sustentado por los reformistas protestantes.
Ambas tesis tienen apostura bíblica. La resolución de la tragedia indicaría, previsiblemente, la posición de
calderón a favor del credo contrarreformista. El personaje de Segismundo es introducido en la obra cubierto de
pieles, encadenado y con una tenue luz sobre su cabeza. Esta situación lo convierte a él en una bestia, pero con
el desarrollo del soliloquio podemos observar que Segismundo es un hombre muy culto ya que Clotaldo era el
encargado de educarlo. Segismundo es capaz de absorber todo tipo de conocimiento desde mitología griega a
geografía mundial que hace alusión en sus menciones sobre el minotauro y el volcán Etna. En su alusión al
minotauro Segismundo no lo hace directamente sino que lo hace a través de un recurso denominado alusión
mitológica, en la cual nunca menciona el nombre del monstruo sino que se refiere a donde estaba encerrado: el
laberinto. Segismundo es análogo a este personaje de la mitología griega ya que los dos se encuentran
prisioneros y ambos son bestias. En su alusión al volcán Etna, Segismundo lo menciona con el fin de demostrar
la magnitud de su desilusión y bronca, con respecto a lo que le había sucedido, el estar encarcelado y privado de
su libertad. Este menciona que va a estallar como el Etna esta exageración es denominada hipérbole. De nuevo
se encuentran analogías entre el personaje y los elementos de comparación. Se dice que él va a estallar con
verdades dolorosas.
Dualidad
La representación de la civilización y la barbarie en Segismundo es la dualidad, un tema muy importante en esta
obra y típico del barroco. El recurso con el cual se aplica este tema, es la antítesis que funciona contraponiendo
dos ideas. En este caso la civilización o la cultura, y la barbarie o la irracionalidad se interponen para crear este
monstruoso personaje, que en fin termina siendo una persona comprensiva. Dentro de la obra la antítesis más
grande es el personaje de Segismundo el cual representa los términos mas opuestos, la civilización y la barbarie
mencionados anteriormente.
Décima tres
En el soliloquio el tema más importante es la libertad y el libre albedrío el autor la trata haciendo que el
personaje se compare con todos los animales de la naturaleza y haciendo mención también de los cuatro
elementos; el agua, la tierra, el fuego y el aire, donde para cada una de ellas encuentra un animal. Con lo que
primero se compara es con el ave en la tercer décima donde los recursos que utiliza son variados. En primer
lugar se puede observar un retruécano donde se mezclan un ramillete de flores con un ala donde la flor toma el
lugar del ala y el ramillete toma el lugar de las plumas; "...es flor de pluma / o ramillete con alas...". También en
esta décima se hace alusión a la libertad con la que goza un ave cuando el lo que más ansia es poder tener la
mínima libertad. Ya todos sabemos que Segismundo fue encerrado por lo que los hados habían dictado pero por
que si el ansiaba tanto su libertad, cuando fue libre le privó la libertad a otras personas no era capaz de
reconocer que este efecto podría llegar a ser contraproducente. Para concluir esta décima Segismundo plantea
una pregunta retórica "¿y teniendo yo más alma/ tengo menos libertad?" estas preguntas se encuentran al final
de cada décima, con el fin de cuestionar la existencia de una persona si esta es inferior a todo lo que hay sobre
la Tierra.
Décima cuatro
En la décima siguiente Segismundo se compara con un animal al cual lo denomina bruto. Esta décima comienza
desde el principio con una metáfora la cual es la mencionada anteriormente (la de denominar bruto al animal).
También se puede encontrar una hipérbaton donde el orden sintáctico del verso es modificado "apenas signo es
de estrellas", luego hace una referencia a Dios por medio de una metonimia la cual lo menciona como El "docto
pincel". En esta décima también podemos encontrar la referencia al minotauro mencionada anteriormente, esta
mención hace referencia a su posición académica ya que demuestra sus conocimientos sobre la mitología
griega. Para culminar esta décima la pregunta retórica es la siguiente "... ¿y yo, con mejor instinto, / tengo
menos libertad?..." está cuestionando a los cielos por que razón él que es un ser humano el cual según
Segismundo tiene más alma y más instinto que un animal y que un ave, no puede tener su libertad. El instinto en
la novela no es un tema muy mencionado o fundamental pero este puede relacionarse con el autodominio. Este
como problema se expresa en la obra como el triunfo del libre albedrío sobre la predestinación, pero también
como una victoria de la conciencia, de la condición humana sobre los instintos y los horóscopos, triunfo que
además es característico y virtud propio del buen rey en que se convertirá Segismundo.
Décima cinco
En la quinta décima Segismundo se compara con un pez. Los primeros versos se ven plagados de metáforas
despectivas hacia estos "insignificantes animalitos" que viven en tan vasto espacio como es el océano, cuando
Segismundo es la completa antítesis de un pez, una persona tan grande, como una bestia encerrada en tan
reducido recinto, confinada a vivir en aislamiento completo, sólo manteniendo contacto con una persona,
Clotaldo. Segismundo se refiere al pez como un "...aborto de ovas (...) bajel de escamas..." y una imagen visual
la cual dice "...sobre las ondas se mira..." que se refiere a las olas u ondas que existen en todo medio acuoso. Al
final de esta décima Segismundo cuestiona nuevamente el albedrío, el cual evidentemente es un tema que se
repite varias veces en este texto.
Décima seis
En la sexta décima Segismundo hace alusión al arroyo, el cual contiene el elemento vital para la vida de todos
los seres sobre la tierra, el agua. Segismundo en esta décima se refiere al arroyo como una culebra la cual serpea
las planicies en busca de su fin. Este arroyo el cual está destinado a su cause durante toda su historia y no tiene
vida, tiene más libertad que este pobre hombre. En esta décima Calderón utiliza dos sentidos para describirnos
el arroyo primero utiliza una imagen visual "sierpe de plata" luego una imagen auditiva "músico celebra" y
culmina la descripción del arroyo mostrando como este no tiene restricción alguna para vivir ya que este tiene
"el campo abierto a su huida" ya que este pide a los "cielos la piedad" y estos se la "dan con majestad". En esta
décima la pregunta es "... ¿y teniendo yo mas vida/ tengo menos libertad?...". Aquí hace mención a un concepto
básico, la vida.
Décima siete
Finalmente la última décima utiliza la diseminación y recolección para concluir y cerrar este soliloquio el cual
va a dar a conocer la relación entre Segismundo, Rosaura y Clarín. En el comienzo de esta décima encontramos
la ya antes mencionada hipérbole sobre el volcán Etna. En esta décima también nos enteramos de que
Segismundo cree que todos los hombres de la tierra están en la misma situación que él, ya que la pregunta que
se hace es "... ¿Qué ley, justicia o razón/ negar a los hombres sabe/ privilegio tan suave/ excepción tan principal,
/ que Dios le ha dado a un cristal, / a un pez, a un bruto y a un ave?...". En esta última pregunta retórica, el
personaje plantea un privilegio, el cual se convierte en derecho cuando una persona nace, del cual él fue privado
desde el momento en que nació, que es la libertad. También esto demuestra un error de conceptos debido al
poco roce social que Segismundo tuvo, ya que la única persona que conoce es Clotaldo. Los últimos dos versos
sintetizan el monólogo, estos dos son la mención de cada uno de los elementos con los cuales él se fue
comparando a medida que el soliloquio ocurría que son; un cristal o el arroyo, un pez, un bruto y un ave.
Para el ave tenemos el alma, de la que carecen los animales, pero tienen más libertad. Para el bruto tenemos el
instinto el cual los animales tienen en sobremanera de forma tal que no lo pueden controlar y en ocasiones
deben pagar con sus vidas. Para el pez tenemos el albedrío el cual es el tema fundamental de la época barroca ya
que la contrarreforma se basa en el pensamiento del libre albedrío con tal de refutar el ideal de la predestinación
de los luteranos. Para finalizar tenemos el cristal o el arroyo el cual hace mención a la vida ya que por un lado
es el único de los mencionados que no tiene vida pero es el encargado de transportar el material más necesitado
por todos los seres vivos sobre la tierra. La libertad que es el punto de comparación para todas estas preguntas la
cual es la relación fundamental de la obra, en la cual todas las lecturas convergen. La representación dramática
de la posibilidad o imposibilidad del hombre de decidir libremente su destino, su salvación, recoge las
polémicas contra reformistas sobre el libre albedrío y la predestinación. Aquellos que opten por la
predestinación sostendrán que existe un designio divino que condena o salva, mediante la gracia y la Fe, que es
un don de Dios, más allá de la forma en que los hombres actúen. Quienes postulan el libre albedrío creen en la
salvación a través de las buenas obras que los hombres realicen en su vida.
Conclusión
En conclusión, el soliloquio de Segismundo sintetiza el carácter barroco en setenta y un versos que están
plagados de metáforas, metonimias, hipérboles, hipérbatos, preguntas retóricas, retruécanos, analogías e
imágenes tanto visuales como auditivas. Todos estos recursos se utilizan para demostrar la complejidad del
pensamiento de esa época y las dualidades tanto culturales como religiosas en el caso de la reforma y la
contrarreforma. Pero al ser una persona tan religiosa, Pedro Calderón de la Barca utiliza su obra para inculcar
los dogmas contra reformistas. Si bien la pieza analizada cuenta con gran cantidad de recursos y temas de esta
época, su verdadero valor se encuentra en el planteamiento de la libertad como un bien tan preciado para la vida
del hombre, que por estar privado de ella muta a un ser implacable y tirano que pierde control sobre su
conciencia y deja que su instinto actúe en su lugar. Esto demuestra la transformación de hombre a bestia, ya que
la parte de hombre deja ser dominada por la parte de bestia o, mejor dicho, el instinto. En pocas palabras,
Segismundo pierde el autodominio al ser privado de su libertad. Esto lo lleva también a perder su libre albedrío,
ya que cuando una persona está cegada por el instinto o por la ira pierde el control sobre su cuerpo y deja de
tener toda posibilidad de tomar decisiones sabias y correctas.

Biografía de Pedro Calderón de la Barca


Pedro Calderón de la Barca nació en Madrid, el 17 de enero de 1600. Su padre, Diego Calderón, era secretario
del Consejo y Contaduría Mayor de Hacienda y se casó con Ana María de Henao, de una noble familia
alemana. Pedro fue el tercero de los cinco hijos que el matrimonio alcanzó a tener y era, pues, de origen
montañés e hidalgo (Viveda, Cantabria).
Empezó a ir al colegio en 1605 en Valladolid, porque allí estaba la Corte, pero como destacó en los estudios, el
padre, de carácter autoritario, decidió destinarlo a ocupar una capellanía que estaba reservada por la abuela a
alguien de la familia que fuese sacerdote. Con ese propósito pasó al Colegio Imperial de los jesuitas de Madrid
en 1608, situado donde ahora se encuentra el Instituto San Isidro, y allí permaneció hasta 1613 estudiando
gramática, latín, griego, y teología. Cuando llevaba dos años estudiando en Madrid, falleció su madre, en 1610,
y su padre casó en segundas nupcias; este hecho le unió especialmente a sus hermanos José y Diego frente a su
padre. Continuó en la universidad de Alcalá, donde estudió lógica y retórica, y en 1615, al fallecer su padre,
pasó a la de Salamanca, donde se graduó de bachiller en derecho canónico y civil, sin llegar a ordenarse como
hubiera sido deseo del padre. En 1621 participó en el certamen poético habido con motivo de la beatificación de
San Isidro y posteriormente en el de su canonización, en 1622, y ganó un premio tercero.
Decidió abandonar los estudios religiosos por la carrera militar y llevó una vida algo revuelta de pendencias y
juego; también tuvo problemas en el ámbito familiar, pues el testamento paterno obligaba al dramaturgo y a sus
hermanos a pleitear con su madrastra y a vender el cargo de su padre para pagar gastos. Acaso por esto tuvo que
entrar al servicio del duque de Frías, con el que viajó por Flandes y el norte de Italia entre 1623 y 1625. Es
posible que las difíciles relaciones con su padre influyeran en su teatro, donde es frecuente encontrar conflictos
edípicos entre padres e hijos. El caso es que entre 1623 y 1625 participó en varias campañas bélicas, según su
biógrafo Juan de Vera Tassis; anduvo enredado en un homicidio y en 1625 marchó como soldado al servicio del
Condestable de Castilla. Su primera comedia conocida, Amor, honor y poder, fue estrenada en Madrid con
motivo de la visita de Carlos, príncipe de Gales, en 1623.
Desde 1625, proveyó a la Corte de un extenso repertorio dramático pero, en 1629, el irrumpir con sus hermanos
en sagrado persiguiendo a un actor, más concretamente en el Convento de las Trinitarias de Madrid, donde se
encontraba la hija de Lope, le causó la enemistad de Lope de Vega y del famoso orador sacrado gongorino fray
Hortensio Félix Paravicino. Calderón correspondió a los ataques de este último burlándose en un pasaje de su
comedia El príncipe constante, escrita en ese año, al igual que La dama duende, su primer gran éxito. Con estas
y otras comedias fue ganándose el aprecio del rey Felipe IV, que empezó a hacerle encargos para los teatros de
la Corte, ya fuera el salón dorado del desaparecido Alcázar o el recién inaugurado Coliseo del Palacio del Buen
Retiro, para cuya primera función escribió en 1634 El nuevo Palacio del Retiro. Asimismo, eclipsada ya la
estrella de Lope en los teatros, se ganó el aprecio del público en general en la década de los treinta con sus
piezas para los corrales de comedias madrileños de la Cruz y del Príncipe. En 1635 se le nombró director del
Coliseo del Buen Retiro y escribió El mayor encanto, el amor, entre otros muchos y muy refinados espectáculos
dramáticos, para los cuales contó con la colaboración de hábiles escenógrafos italianos como Cosme Lotti o
Baccio del Bianco y expertos músicos para las primeras zarzuelas que se escribieron, como Juan Hidalgo. En
1636 el Rey le nombra caballero de la Orden de Santiago y su amigo y discípulo Vera Tassis publica la Primera
parte de sus comedias; al año siguiente la segunda, hasta las nueve que llegó a imprimir, si bien se conservan
tres más impresas por otros editores menos cuidadosos; en 1677 aparecerá, además, la primera parte de sus
autos sacramentales.
Se distinguió como soldado al servicio del Duque del Infantado durante el sitio de Fuenterrabía (1638), y en la
guerra de secesión de Cataluña (1640). De su vocación militar guardó siempre buen recuerdo, como plasmó en
unos famosos versos:
Este ejército que ves / vago al yelo y al calor, / la república mejor / y más política es / del mundo, en que nadie
espere / que ser preferido pueda / por la nobleza que hereda, / sino por la que él adquiere; / porque aquí a la
sangre excede / el lugar que uno se hace / y sin mirar cómo nace / se mira cómo procede. / Aquí la necesidad /
no es infamia; y si es honrado, / pobre y desnudo un soldado / tiene mejor cualidad / que el más galán y lucido; /
porque aquí a lo que sospecho / no adorna el vestido el pecho, / que el pecho adorna al vestido. / Y así, de
modestia llenos, / a los más viejos verás / tratando de ser lo más / y de aparentar lo menos. / Aquí la más
principal / hazaña es obedecer, / y el modo cómo ha de ser / es ni pedir ni rehusar. / Aquí, en fin, la cortesía, / el
buen trato, la verdad, / la firmeza, la lealtad, / el honor, la bizarría, / el crédito, la opinión, / la constancia, la
paciencia, / la humildad y la obediencia, / fama, honor y vida son / caudal de pobres soldados; / que en buena o
mala fortuna / la milicia no es más que una / religión de hombres honrados.
P. Calderón, Comedia famosa. Para vencer a amor, querer vencerle, Valencia, 1689, pero escrita en 1650
Por entonces se amplía el Palacio del Retiro y se construye un gran estanque de agua en cuya isla central
estrenará en 1640 Certamen de amor y celos. Pero, herido durante el sitio de Lérida, obtuvo la licencia absoluta
en 1642 y una pensión vitalicia. Estrena sus obras más ambiciosas, las que requieren música (zarzuelas) y más
escenografía. Calderón es por entonces un discreto pero activo cortesano y llega a convertirse en un personaje
respetado e influyente, modelo para una generación entera de nuevos dramaturgos e incluso para talentos tan
grandes como los de Agustín Moreto y Francisco Rojas Zorrilla, sus más importantes discípulos.
A mediados de los cuarenta, decretados sucesivos cierres de los corrales de comedias a causa de los
fallecimientos de la reina Isabel de Borbón (entre 1644 y 1645) y el príncipe Baltasar Carlos (entre 1646 y
1649), así como por las presiones de los religiosos moralistas contrarios al teatro, acaeció un largo lapso de
cinco años sin teatro desde 1644, y muertos sus hermanos José (1645) y Diego (1647), el dramaturgo se sumió
en una cierta crisis, que coincide con la de España entre la caída del Conde-Duque de Olivares (1643) y la firma
en 1648 de la Paz de Westfalia. Es más, hacia 1646 nace su hijo natural, Pedro José, y Calderón ha de
replantearse su vida.
Sale de esta crisis interior y exterior al reabrirse los teatros en 1649 y al convertirse durante unos años en
secretario del Duque de Alba; además, ingresa en los terciarios (Tercera orden de San Francisco) en 1650 y se
ordena sacerdote en 1651. Poco después (1653), obtuvo la capellanía que su padre tanto ansiaba para la familia,
la de los Reyes Nuevos de Toledo, y, aunque siguió escribiendo comedias y entremeses, desde entonces dio
prioridad a la composición de autos sacramentales, género teatral que perfeccionó y llevó a su plenitud, pues se
avenía muy bien con su talento natural amante de las complejidades teológicas. Siguió componiendo
espectáculos para los reyes en el Palacio del Buen Retiro y para la fiesta teológica del Corpus, pero se decanta
por los temas mitológicos, huyendo así su fantasía de una realidad tan áspera como la que demuestra la firma de
la Paz de los Pirineos en 1659. Entonces ya era el dramaturgo más celebrado de la corte y todavía en 1663 el rey
siguió distinguiéndole al designarle como su capellán de honor, hecho que le obligó a trasladar definitivamente
su residencia a Madrid; la muerte del monarca en 1665 marcó un cierto declive en el ritmo de su producción
dramática; se le nombra sin embargo capellán mayor de Carlos II en 1666. Fue alguna vez importunado por los
moralistas que veían con malos ojos los espectáculos teatrales y especialmente errado que lo hiciera un
sacerdote como él. A ellos les contestó altivamente de esta manera: «O esto es bueno o es malo; si es bueno, no
se me obste; y si es malo, no se me mande».
Al final de su vida sufrió algunas estrecheces económicas, pero con motivo del Carnaval de 1680 compondrá su
última comedia, Hado y divisa de Leónido y Marfisa; falleció el 25 de mayo de 1681, dejando a medio terminar
los autos sacramentales encargados para ese año; su entierro fue austero y poco ostentoso, como deseaba en su
testamento: «Descubierto, por si mereciese satisfacer en parte las públicas vanidades de mi mal gastada vida».
Así dejaba huérfanos los teatros quien fue considerado uno de los mejores escritores dramáticos de su época.
Obra
La obra teatral de Calderón de la Barca significa la culminación barroca del modelo teatral creado a finales del
siglo XVI y comienzos del XVII por Lope de Vega.
Según el recuento que él mismo hizo el año de su muerte, su producción dramática consta de ciento diez
comedias y ochenta autos sacramentales, loas, entremeses y otras obras menores, como el poema Psale et sile
(Canta y calla) y piezas más ocasionales. Aunque es menos fecundo que su modelo, el genial Lope de Vega,
resulta técnicamente mejor que aquel en el teatro y de hecho lleva a su perfección la fórmula dramática lopesca
reduciendo el número de escenas de esta y depurándola de elementos líricos y poco funcionales, convirtiéndola
en un pleno espectáculo barroco al que agrega además una especial sensibilidad para la escenografía y la
música, elementos que para Lope de Vega tenían una menor importancia.
Utiliza frecuentemente piezas anteriores que refunde eliminando escenas inútiles; disminuye el número de
personajes y reduce la riqueza polimétrica del teatro lopesco. Igualmente, sistematiza la exuberancia creativa de
su modelo y construye la obra en torno a un protagonista exclusivo. En cierto modo, purga el teatro de Lope de
sus elementos más líricos y busca siempre los más teatrales. Ángel Valbuena Briones ha señalado que en su
estilo cabe distinguir dos registros:
 En un primer grupo de obras Calderón reordena, condensa y reelabora lo que en Lope aparece de
manera difusa y caótica, estilizando su realismo costumbrista y volviéndolo más cortesano. En ellas
aparece una rica galería de personajes representativos de su tiempo y de su condición social, todos los
cuales tienen en común los tres temas del teatro barroco español: el amor, la religión y el honor.
En el cultivo de este último tema destaca Calderón en obras como El alcalde de Zalamea, en que se enfrentan el
honor individual (o lo que es lo mismo, la dignidad humana, no costumbre social o externa) de un labrador rico,
Pedro Crespo, cuya hija ha sido violada por un aristócrata capitán de los tercios del famoso general don Lope de
Figueroa, con el honor corporativo o esprit de corps de este último. En este drama, una de las obras maestras de
Calderón luce la verdad humana de los caracteres y la sabiduría y experiencia del héroe, Pedro Crespo, que
aconseja así a su hijo Juan antes de que marche a la milicia con unos versos justamente célebres:
Por la gracia de Dios, Juan, / eres de linaje limpio, / más que el sol, pero villano. / Lo uno y otro te digo; /
aquello, porque no humilles / tanto tu orgullo y tu brío, / que dejes, desconfïado, / de aspirar con cuerdo
arbitrio / a ser más; lo otro, porque / no vengas desvanecido / a ser menos. Igualmente / usa de entrambos
designios / con humildad; porque, siendo / humilde, con recto juicio / acordarás lo mejor / y como tal, en
olvido / pondrás cosas, que suceden / al revés en los altivos. / ¡Cuántos, teniendo en el mundo / algún defecto
consigo, / le han borrado por humildes; / y cuántos, que no han tenido / defecto, se le han hallado, / por estar
ellos mal vistos! / Sé cortés sobre manera; / sé liberal y esparcido, / que el sombrero y el dinero / son los que
hacen los amigos; / y no vale tanto el oro / que el sol engendra en el indio / suelo, y que conduce el mar, / como
ser uno bienquisto. / No hables mal de las mujeres; / la más humilde, te digo, / que es digna de estimación; /
porque al fin de ellas nacimos. / No riñas por cualquier cosa; / que cuando en los pueblos miro / muchos, que a
reñir se enseñan, / mil veces entre mí digo: / «Aquesta escuela no es / la que ha de ser». Pues colijo / que no ha
de enseñarse a un hombre / con destreza, gala y brío / a reñir, sino a por qué / ha de reñir; que yo afirmo / que, si
hubiera un maestro solo / que enseñara prevenido, / no el cómo, el por qué se riña, / todos le dieran sus hijos.
En otras ocasiones aborda las pasiones amorosas que ciegan el alma, en especial los celos patológicos que
aborda en El mayor monstruo, los celos o en El médico de su honra, entre otro dramas.
 En su segundo registro, el dramaturgo inventa, más allá del repertorio caballeresco, una forma poético-
simbólica desconocida antes de él y que configura un teatro esencialmente lírico, cuyos personajes se
elevan hacia lo simbólico y lo espiritual. Escribe entonces fundamentalmente dramas filosóficos o
teológicos, autos sacramentales y comedias mitológicas o palatinas.
Calderón destaca sobre todo como creador de esos personajes barrocos, íntimamente desequilibrados por una
pasión trágica, que aparecen en El príncipe constante, El mágico prodigioso o La devoción de la cruz. Su
personaje más conocido es el desgarrado Segismundo de Polonia de La vida es sueño, considerada como la
pieza cumbre del teatro calderoniano. Esta obra, paradigma del género de comedias filosóficas, recoge y
dramatiza las cuestiones más trascendentales de su época: la libertad o el poder de la voluntad frente al destino,
el escepticismo ante las apariencias sensibles, la precariedad de la existencia, considerada como un simple
sueño y, en fin, la consoladora idea de que, incluso en sueños, se puede todavía hacer el bien. Tiene esta obra
varias versiones hechas por él mismo. También se apunta en ella, aunque muy en segundo plano, el tema de la
educación, tan desarrollada posteriormente en el siglo XVIII.
En este segundo registro, lleva a su perfección el llamado auto sacramental, pieza alegórica en un acto de tema
eucarístico destinada a representarse el día del Corpus. Por mencionar sólo algunos, citaremos El gran teatro
del mundo o La cena del rey Baltasar.
En cuanto a dramas filosóficos, su obra maestra es, sin duda, La vida es sueño; El médico de su honra y El
alcalde de Zalamea en cuanto al drama de honor, aunque hay también piezas comparables como El pintor de su
deshonra (h. 1648) o A secreto agravio secreta venganza (1635).
El secreto a voces y La dama duende son cimas en cuanto a comedia de enredo, con otras muchas menos
conocidas de capa y espada como El escondido y la tapada, No hay burlas con el amor, Casa con dos puertas
mala es de guardar o Mañanas de abril y mayo, que anticipa el género de la comedia de figurón, aunque una
pieza suya como Guárdate del agua mansa posee ya uno, el estrafalario don Toribio de Cuadradillos.
Tienen carácter melodramático comedias como No hay cosa como callar (h. 1639), No siempre lo peor es
cierto (entre 1648 y 1650) o La niña de Gómez Arias (h. 1651), que poseen una mayor introspección y se
acercan al universo trágico.
Comedias palatinas son El galán fantasma (1629), Nadie fie su secreto, Manos blancas no ofenden (h. 1640), o
El secreto a voces (de la que se conserva un manuscrito autógrafo de 1642).
Se acercó al drama histórico con piezas como La gran Cenobia (1625), La cisma de Ingalaterra, Amar después
de la muerte, o El tuzaní de la Alpujarra (1659) o El mayor monstruo del mundo (1672).
Dramas filosóficos y simbólicos son La hija del aire en sus dos partes, donde se pinta la ambición sin límites de
la reina Semíramis, asesina de su marido Nino, y Las cadenas del demonio (de atribución dudosa).
Dramas religiosos y hagiográficos son La devoción de la Cruz (h. 1625), El purgatorio de San Patricio (1640),
El príncipe constante (h. 1629), cuya representación tanto había de influir sobre la concepción teatral de Jerzy
Grotowski, y El mágico prodigioso (1637), obra que influyó poderosamente en el Fausto de Goethe, al que
prestó algunos pasajes enteros.
Calderón empezó a interesarse por las comedias mitológicas al sustituir a Lope de Vega en 1635 como
dramaturgo de cámara. Rápidamente se adaptó a las condiciones del gran espectáculo cortesano con piezas
como El mayor encanto amor, de ese año, y otras como El golfo de las sirenas, El monstruo de los jardines,
Fieras afemina amor, La fiera, el rayo y la piedra (1652) o La púrpura de la rosa (1660) entre otras muchas.
De este género es la ópera Celos aun del aire matan, que el propio Calderón parodió en su comedia burlesca
Céfalo y Pocris.
Pero el género que monopolizó el maestro fue el de los autos sacramentales, desde los de aire medievalizante
como El gran teatro del mundo o El gran mercado del mundo a los de pretexto mitológico, como Andrómeda y
Perseo o Psiquis y Cupido. Otros: La cena del rey Baltasar, La vida es sueño, El divino Orfeo (del que hizo dos
versiones separadas por casi treinta años), La nave del mercader (1674) etcétera. Calderón es el maestro
indiscutido de este género, en el que ya los personajes se han convertido en puras abstracciones conceptuales o
pasionales.

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