El destino de los 3 tanques ligeros Vickers ha sido el siguiente: En la Segunda batalla de
Nanawa, un Tipo B (el VAE447) fue inmovilizado por la artillería paraguaya y luego destruido con explosivos para evitar su captura. Los dos tanques restantes fueron capturados intactos por el RC-7 en el cerco de Campo Vía. Del destino de las tanquetas Carden-Loyd no se tienen datos concretos después de la Segunda batalla de Nanawa. Existe la certeza de que las dos que participaron en el ataque, una se atascó en una trinchera paraguaya y la otra fue seriamente dañada por la munición antiblindaje de las ametralladoras paraguayas. Por la falta de registros verificables de su presencia y uso, se cree que ambas se habrían perdido o habrían sido desechadas en esta ocasión. La que quedó atascada habría sido presuntamente incendiada y destruida por su propia tripulación. No existe un informe verificable del último destino, o expediente de servicio que aclare el verdadero final de estos vehículos. Se especula que uno de los tanques usados en Pirizal, o incluso los 2, habrían sido tanquetas Carden-Loyd, y que habrían sido descartados poco después. Rumores, especialmente de origen paraguayo, hablan de la recuperación y posterior uso por parte de Bolivia de una de las Carden-Loyd en la defensa de Villamontes; pero esto no ha sido verificado, ni se han encontrado referencias en los partes bolivianos de esta batalla. Otras fuentes señalan que para esa fecha habrían arribado a Bolivia los primeros ejemplares de Fiat Ansaldo CV-35 (L3/35), que tenía un diseño similar.