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EL PELIGRO DE IR A LA DERIVA

Proverbios 14:15, 16 05 julio de 2018

Una hermosa tarde, mi mejor amigo y yo encontramos un bote


abandonado en el río. Tenía los remos rotos, lo cual no era un gran
impedimento para un par de adolescentes. Subimos al bote, y nos
dejamos llevar por la corriente mientras hablábamos y bromeábamos.
No estoy seguro de cuánto tiempo pasamos flotando a la deriva, pero
nos dimos cuenta de que estábamos en problemas cuando oímos un
estruendo. Más adelante, el agua se precipitaba sobre una represa.
Aterrorizados, echamos mano de los remos rotos y remamos con
fuerza contra la corriente. Nos las arreglamos para llegar cerca de la
orilla, y saltamos sin peligro al agua poco profunda, pero el bote cayó
en la represa. Lo que comenzó como una diversión sencilla terminó
casi en una tragedia.
LO MISMO LES SUCEDE A MUCHAS PERSONAS:
 Lo que comienza como una diversión y un placer, termina en un
naufragio porque se dejan llevar por la corriente, sin darse cuenta
de que se están alejando de la seguridad que ofrece el plan de Dios.
 Según la actitud prevaleciente en la sociedad moderna, Dios no
hace falta mientras la corriente esté tranquila. En otras palabras,
cuando hay buenos ingresos, la familia está segura y la salud es
estable, ir con la corriente parece estar bien.
 Pero en realidad, una persona que va a la deriva es arrastrada por
las corrientes de un mundo sin Cristo. El pasaje de hoy enseña que
EL SABIO VE EL FUTURO Y EVITA EL DESASTRE:
Dicho de otra manera: dejarse llevar por la corriente es una
insensatez. En muchos aspectos de la vida: matrimonio, familia,
vocación laboral, situación económica, etc… necesitamos tanto una
meta como un plan de navegación si queremos tener éxito. Dios da
ambas cosas en su Palabra. (Véase Proverbios 3:6).
Biblia en un año: Salmos 132-13 encontacto.org Charles Stanley

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