La Iglesia de San Ignacio y la Custodia La Lechuga, su origen común y su puesta en valor como

patrimonios independientes

En la Plaza de Bolívar de Santafé de Bogotá, entre 1610 y 1691 se construyó el templo jesuita de
estilo manierista, consagrado a San Ignacio de Loyola. En 1700, los jesuitas comisionaron al
artesano José Galaz, la elaboración de su custodia eucarística.
Conocida como La Lechuga, por sus 1485 esmeraldas, es el bien principal del barroco de la Nueva
Granada. Los jesuitas la vendieron en 1985 al Museo del Oro del Banco de la República, donde se
exhibe en la actualidad; esta entidad ha coordinado su exposición en los Museos del Prado (2015)
y del Louvre (2017).
La Iglesia de San Ignacio, declarada bien de interés cultural nacional en 1975, fue restaurada con
fondos mixtos; su reapertura en 2017 contó con la presencia del Presidente de la República.
El valor actual de la custodia se centra en su naturaleza de bien artístico mientras que el templo
continúa siendo lugar de culto, el cual aún requiere la restauración de su mobiliario y la definición
de criterios de apreciación cultural y religiosa para el siglo XXI.
La separación de la Custodia y el Templo demuestra el reto de la puesta en valor de bienes que
pierden el diálogo de su origen común.

KEY WORDS

Iglesia San Ignacio

Custodia La Lechuga
Puesta en Valor

The San Ignacio Church and La Lechuga Custody, their common origin and their value
enhancement as independent heritages

In Santa Fe de Bogota’s Bolívar Square, between 1610 and 1691 the jesuit temple of
mannerist style was built, consecrated to Saint Ignacio of Loyola. In 1700, the jesuits
commissioned the artisan José Galaz, the crafting of its eucharistic custody.
Known as La Lechuga, because of its 1485 emeralds, is the main asset of the baroque of
early Nueva Granada. The jesuits sold it in 1985 to the Gold Museum of the National Central Bank,
where it is currently exhibited; this organization has coordinated its exposition in the Prado (2017)
and Louvre (2015) Museums.
The Church of Saint Ignacio, declared a national good of cultural interest in 1975, was
restored with mixed assets; its reopening in 2017 counted with the participation of President of
Colombia.
The present value of the custody responds to its nature as a piece of art, while the church
continues to be a place of worship, which still requires the restoration of its furniture and the
criteria that defines its cultural and religious appreciation for the XXIst century.
The separation of the Custody and the Church proves the challenge of the value enhancement of
the heritages hat loose their relation with their common origin.

KEY WORDS
San Ignacio Church
La Lechuga Custody
Value enhancement