2se hubiera atrevido, me hubiera abrazado; 3hoy no estuviera deshecho 4en la voz de la almohada 5el sentimiento helado.
6En la llanura del día,
7al borde de lo tranquilo, 8encerraba en fantasía 9la vida en nuevo camino: 10vereda desconocida. 11Arribó a mí, embestido, 12el contexto de la nada, 13yo, viéndome enternecido, 14diciendo en boca callada: 15¡Si alguien me hubiera advertido!
16Sólo quedó el pensamiento
17de una reacción de la mente, 18que es rima del descontento 19o funesta obra eminente 20que prescinde del objeto. 21Vuelve el delirio ceñido, 22cuya frente alta alcanzaba 23del amante al detenido 24a quien nadie, por si osaba, 25se hubiera atrevido.
26Seríalo estar en crisis
27de un mal, mal medicamento 28que cortare aquellas veces: 29al pensar, el condimento; 30a los llantos, buenos iris. 31En tiempos de destrozado 32queda sólo padecer: 33animal, perro, ganado, 34por empatía tener, 35me hubiera abrazado.
36En una mente obstinada
37el pensar no es simple cosa, 38que al pensamiento arraigada 39no supera ni a la rosa, 40¡qué va a superar taimada! 41Que de humano no hay derecho, 42sino más bien condición; 43es inquebrantable trecho 44si acaso en mi corazón 45hoy no estuviera deshecho.
46Si por extraño me ignora
47el nombre que busco al cielo 48no me moriría ahora 49porque antes me salva tu hielo 50al aparecerse tu hora. 51Naturaleza impregnada 52grita en alto, muy fuerte, 53en la última hora dorada 54cuando el llanto se convierte 55en la voz de la almohada.
56Los fríos de temporadas
57ya quedan como ilusión 58de pretérito impregnadas 59o, acaso, de fijación 60por las constantes miradas. 61No es sino ese frío estado 62la apelación de la flaqueza 63que del otro ilusionado 64siente con toda firmeza 65el sentimiento helado.