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novelista italiano Eric Frattini La huida de las tra en el pequeño grupo de personas que, des-
ratas. Cómo escaparon de Europa los criminales de despachos oficiales o por su cuenta, “traba-
de guerra nazis (Barcelona, Temas de Hoy, jaron para cambiar esa situación e impedir que
2018, 365 pp.), que es más bien una suma de el mundo se olvidara de estos crímenes”, nos
relatos cortos sobre doce de los personajes habla de perseguidores que tuvieron la deter-
huidos en doce capítulos; y el mejor documen- minación de seguir con su tarea “incluso cuan-
tado estudio a cargo de Nagorski, periodista, do el resto del mundo, incluidos los gobiernos
escritor y analista escocés, norteamericano de que representaban a los vencedores, ya había
adopción, corresponsal durante más de tres perdido todo el interés en el destino de los cri-
décadas de Newsweek y vicepresidente y direc- minales de guerra nazis” (p. 22). Estas personas
tor de políticas públicas en el EastWest Institu- tuvieron un objetivo común, y por eso recibie-
te. Nos ocupamos ahora del libro de este últi- ron el nombre genérico de cazadores de nazis,
mo. pero nunca formaron un grupo con una estra-
tegia común y en varios casos se comportaron
Durante el transcurso de la Segunda Guerra como rivales. Sus éxitos tuvieron un alcance
Mundial, los Aliados planearon hacer pagar sus limitado si se tienen en cuenta la magnitud de
crímenes a los dirigentes del Tercer Reich, polí- los crímenes del Tercer Reich y de los colabora-
ticos y militares. Cuando, en octubre de 1943, cionistas con el nazismo y el número de perso-
los ministros de Exteriores de las tres grandes nas implicadas en los delitos. Pero, como escri-
potencias se reunieron en Moscú acordaron be el autor, los esfuerzos de los cazadores para
juzgar a los criminales de guerra con responsa- llevar ante la justicia a unos pocos criminales
bilidad en actos cometidos en todos o varios de “dieron forma a una epopeya que no cesó du-
los países atacados, y que los responsables de rante años y años de posguerra, y que no tiene
atrocidades circunscritas a determinados ámbi- antecedentes en la historia de la humanidad”
tos geográficos serían entregados a las nuevas (p. 23). A una parte de los cazadores les movió
autoridades de los países donde hubieran ocu- el deseo de venganza, sobre todo a algunos de
rrido los hechos; esta cuestión volvería a abor- los afectados por el Holocausto, ellos y sus fa-
darse en reuniones posteriores. Así pues, quie- milias. Otros buscaban Justicia, que sus presas
nes juzgaron a los criminales, al menos a los del respondieran por sus crímenes y que, siendo
bando derrotado, fueron los Aliados, no los así, ningún criminal se sintiera a salvo del peso
alemanes, más interesados estos “en olvidar su de la ley; el libro vuelve en varias ocasiones
pasado reciente que en andar expiando culpas” sobre el interesante debate que se planteó,
(p. 21). El Tribunal Militar Internacional consti- antes de que la guerra terminara, sobre si los
tuido en la ciudad de Nuremberg juzgó a los criminales debían ser ejecutados de inmediato
principales dirigentes nazis que no se habían o ser llevados ante un tribunal con el propósito
suicidado, y del personal de menor relieve que de que los juicios proporcionaran datos y deta-
pudo ser detenido tras la victoria se ocuparon lles sobre el exterminio de los judíos y otros
los siguientes doce juicios que se celebraron colectivos de población. También consta un
también en Nuremberg bajo la jurisdicción del propósito educativo, que los crímenes y los
ejército de Estados Unidos, así como otros tri- criminales de la Segunda Guerra Mundial y el
bunales constituidos en distintos países durante Holocausto no fueran olvidados y un horror
los meses siguientes. Sin embargo, cuadros semejante nunca más tuviera lugar.
intermedios e inferiores con responsabilidad en
crímenes de guerra y crímenes contra la huma- En consecuencia, los protagonistas principales
nidad, entre estos la mayor parte de los man- del libro son los siguientes: los caza nazis inde-
dos de los escuadrones especiales de ejecución pendientes, y grandes impulsores de esta tarea,
en el frente del Este, lograron confundirse entre Simon Wiesenthal y Tuvia Friedman, ambos
el resto de alemanes y otros consiguieron huir a supervivientes del Holocausto; Jan Sehn, juez
países cuyos gobiernos les ocultaron y protegie- de instrucción polaco, quien interrogó a Rudolf
ron. Además, el inicio de la Guerra Fría redujo Höss, el comandante que más tiempo estuvo al
considerablemente el interés de los Aliados en frente del campo de Auschwitz y fue uno de los
procesar a los criminales nazis, cuestión sobre más grandes criminales de la Historia, a las ór-
la que volveremos. El libro de Nagorski se cen- denes de Himmler y Hitler, y quien convenció a
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Reseñas / Book reviews
este para que escribiera sus memorias antes de Hermine Braunsteiner e Ilse Koch; y, entre los
que lo ahorcaran; el juez y fiscal alemán Fritz que tardaron en ser detenidos, Klaus Barbie,
Bauer, socialdemócrata, miembro de una fami- Erich Priebke y Eichmann; y entre los buscados
lia judía no practicante, quien, con su perseve- y nunca capturados, destaca Josef Mengele ,
rancia, tuvo un papel determinante en la captu- médico, más bien sádico torturador, que traba-
ra de Eichmann tras recibir información confi- jó en Auschwitz, al igual que el también doctor-
dencial de que se ocultaba en Argentina, la cual criminal Aribert Heim. Asimismo, se atiende a
decidió no confiar a su gobierno, y sí al de Is- las rutas de huida, aunque muy poco se dice de
rael, y fue quien impulsó en 1960 el juicio con- los gobiernos y organizaciones que colaboraron
tra actores secundarios de Auschwitz, que se en mayor o menor medida en la fuga de los
celebró en Frankfurt y obligó de nuevo a mu- nazis (sorprende el casi silencio sobre el papel
chos alemanes a enfrentarse con un pasado que del Vaticano, incluido un papa y un futuro papa,
pretendían olvidar o fingían desconocer; el jefe Pío XII y Pablo VI); sí se trata de Argentina como
del Mossad Isser Harel, que puso en marcha la destino principal, gracias al interés de Perón por
investigación que finalmente condujo a la cap- acogerles, no en balde allí vivieron Eichmann,
tura de Adolf Eichmann, y Rafi Eitan, jefe del Mengele, Priebke y otros, no de España como
comando que le secuestró en Buenos Aires el escondite provisional y lugar de paso o refugio
11 de mayo de 1960 y le condujo a Israel; de definitivo.
entre los que tomaron el relevo, se destaca el
papel del matrimonio Beate y Serge Klarsfeld, Los juicios celebrados al término de la guerra
que recopilaron pruebas contra antiguos nazis establecieron que tanto quienes ordenaron y
en Alemania occidental, incluido el canciller planificaron los crímenes como quienes los
Kiesinger, al que llegó a abofetear Beate, y que ejecutaron tenían una responsabilidad directa
fueron quienes iniciaron la campaña contra los en el resultado, fuera quien fuera el que hubie-
autores de la deportación de judíos en Francia y ra dado las órdenes. Sin embargo, al iniciarse la
localizaron en los años ochenta a Klaus Barbie, Guerra Fría, los gobiernos occidentales “empe-
el oficial de la Gestapo responsable de la mis- zaron a perder ostensiblemente el interés por
ma; la Oficina de Investigaciones Especiales del perseguir a los criminales de guerra, y a reducir
departamento de Justicia de Estados Unidos, las sentencias de los ya condenados” (p. 129).
constituida en 1978, que trabajó para identifi- En la República Federal Alemana, y la situación
car y retirar la nacionalidad estadounidense a no fue muy distinta en la Alemania comunista,
los criminales nazis que residían en el país, Ofi- fueron pocos los interesados en que se conde-
cina en la que destacó como director Eli Rosen- nara a los asesinos, y muchos, como dejaban
baum, futuro secretario del Congreso Mundial claro sucesivas encuestas, los que mostraron
Judío que desveló pruebas del caso Waldheim; indiferencia ante los asesinatos masivos; en
el Centro Simon Wiesenthal, y el director de su consecuencia, a la inmensa mayoría de las au-
oficina en Jerusalén Efraim Zuroff, que organi- toridades del país se les pasaron las ganas, ¿fin-
zó, ya en la década de 2010, la campaña “Ope- gidas?, por encarcelar a los nazis y por evitar
ración última oportunidad”, para localizar a que ocuparan determinados puestos de traba-
envejecidos criminales; y, en la categoría de jo. Por este motivo fue tan importante el traba-
cazadores-ejecutores, Christian Didier, quien en jo de los cazadores independientes en las déca-
1993 asesinó a René Bousquet, el que fuera jefe das de 1950 y 1960, y aún después, aunque no
de policía encargado de la deportación de ju- solo de ellos. La búsqueda y captura de Eich-
díos en Francia. mann fue el objetivo principal de los caza nazis,
y es lógico que fuera así, ya que, en tanto que
Por supuesto, en el libro se trata también de los director de la oficina de Asuntos Judíos, que era
perseguidos: Martin Bormann, secretario per- una división de la Oficina IV (Gestapo) de la
sonal de Hitler y líder de la cancillería del Parti- Oficina Central de Seguridad del Reich (dirigida
do Nazi, quien, al desconocer el Tribunal de por Reinhard Heydrich, la mano derecha de
Nuremberg que había muerto en los últimos Heinrich Himmler), había sido el cerebro de la
días de la guerra, fue condenado en ausencia; logística de la Solución Final y en consecuencia
de algunos de los que pronto serían detenidos, el que podía explicar al mundo cómo se había
hombres, como Rudolf Höss, y mujeres, como organizado. Eichmann fue una obsesión para
Wiesenthal; lo fue ya cuando, tras ser liberado que nadie decía ser nazi o saber qué eran los
en el campo de Mauthausen, cerca de la ciudad campos de concentración; y, algo sobre lo que
austriaca de Linz, ofreció sus servicios a la ofici- se vuelve en varias ocasiones, cómo funciona la
na de crímenes de guerra que los norteameri- mente de un asesino en serie, “por qué hom-
canos instalaron allí, para identificar y capturar bres bien formados y educados habían ido tan
a nazis, y cuando asumió la dirección del Centro lejos y se habían desviado tanto de los valores
Histórico de Documentación, en Linz. Y lo mis- que aprendieron en su infancia”, como escribió
mo para Friedman, que dirigió en Viena otro el juez Musmanno al reflexionar sobre su expe-
centro de documentación que reunió los testi- riencia en Nuremberg.
monios y documentos aportados por los judíos
que llegaban a la capital austriaca desde Europa A un investigador español le sorprenderá que
oriental y central, con el fin de utilizar después en el libro se cite solo una vez a España. Na-
la información en los juicios contra miembros gorski lo hace al tratar el caso de Otto Remer,
de las SS y otros cuerpos de seguridad nazis uno de los hombres clave en el fracaso del
implicados en el Holocausto. En consecuencia, complot contra Hitler en julio de 1944; fue va-
en varios capítulos se analizan la personalidad rias veces acusado de hechos de naturaleza
de Eichmann, su responsabilidad en el Holo- criminal, condenado, luego amnistiado y de
causto, la huida por la ruta italiana (muy poco nuevo acusado, y entonces, en 1994, se trasla-
se dice de la implicación del Vaticano en la pro- dó a España, donde murió tres años más tarde.
tección de nazis), su vida en Argentina, su cap- Sin embargo, el autor no dice nada de otros
tura, los interrogatorios, sus argumentos de nazis que pasaron por España, y tampoco de los
defensa (que colaboró en las evacuaciones, que que llegaron y se quedaron, que fue lo que hizo
se limitó a cumplir órdenes, “de mí no se espe- el líder del fascismo belga Leon Degrelle, cuya
raba que tomara decisión alguna”), el juicio, la entrega fue requerida por el gobierno belga, en
ejecución, los periodistas y escritores que cu- varias ocasiones, cada vez con menos ganas de
brieron el proceso y el debate suscitado enton- que Franco cediera a su petición, y que fue ob-
ces sobre cómo un ser humano fue parte prin- jeto de al menos un intento de captura a manos
cipal del exterminio de millones de personas de un comando, tema sobre el que existe do-
indefensas. Al juicio asistió la maestra en teoría cumentación española aunque no sepamos
política Hannah Arendt, que convirtió sus ar- quién organizó la operación. No obstante, el
tículos sobre cómo entendía ella lo sucedido, la libro está muy bien construido y es una buena
falta de reflexión como caldo de cultivo de la aportación al tema de la persecución de los
burocratización del mal, en el libro Eichmann en criminales nazis, creo que la mejor en lengua
Jerusalén. Un estudio sobre la banalidad del castellana.
mal, obra, publicada en 1963, de capital impor-
tancia para el pensamiento político, que cual- Los Tribunales de Nuremberg y los que le si-
quier estudiante de Historia debería leer (hay guieron, con el mismo propósito, y en parte
una buena traducción en Lumen, 1999, 457 pp, gracias al esfuerzo de los caza nazis, establecie-
reditada por DeBols!llo. ron una doctrina que permanece: todo indivi-
duo es responsable de sus acciones en todo
Al tiempo que trata de los caza nazis y de sus momento, independientemente de las órdenes
objetivos, Nagorski expone otros temas relacio- que pueda haber recibido.
nados directa o indirectamente con el asunto
principal del libro: las represalias llevadas a Cuando en 2016 se publicó la edición inglesa
cabo por el Ejército Rojo contra militares y civi- del libro, los cazadores de nazis y sus presas
les alemanes, tras cuatro años luchando en su eran ya especies en extinción y, tal vez, extin-
territorio y sufriendo operaciones de extermi- guidas. No lo son los neonazis. Y el tema sigue
nio y esclavitud; la liberación de los campos de interesando, desde el punto de vista académico
concentración y de exterminio y lo que los liber- y literario, y quedan cosas por contar. ¿Se ima-
tadores encontraron allí; la expulsión de pobla- ginan que la documentación, toda la de la dé-
ción alemana de territorios de Europa central y cada de 1940, depositada en los archivos espa-
oriental; la visión, la percepción de los ocupan- ñoles fuera accesible a los investigadores?
tes de Alemania y de los alemanes, entre los
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