Aipe un municipio que lleva este nombre porque por en medio de él pasa el río llamado Aipe, allí vio nacer a un niño al que llamaron YEISON CAMILO ESPINOZA GUTIÉRREZ, A quiénes sus padres acostumbraron a ser responsable de su propia vida, con todo el apoyo y acompañamiento de su familia. Desde que era un niño su mamá, le enseñó el valor del amor, la honestidad, la colaboración y de la responsabilidad, siempre ha estado acostumbrado a ganarse las cosas con su propio trabajo ya que de niño se le inculcó qué las personas deben ganarse las cosas y que el simple hecho de lavar el plato en el que se le sirve la comida es una manera de agradecer los beneficios que nos dan. YEISON era un niño Soñador y siempre pensó en que cuando fuera grande se formaría para hacer un hombre exitoso para viajar y conocer Cuántos sitio fuera posible, Obviamente si Dios le prestaba su vida sería acompañado de su amada madre, viajar era lo que más le gustaba. Siempre estuvo rodeado de sus primos y primas lo cual lo hacía muy feliz, pues la compañía de ellos era la que siempre quiso; cada día sus ideas empezaron a cambiar ya no sólo pensaba en él su mamá, también pensaba en aquellos seres queridos que eran tan importantes que habían hecho de su vida momentos tan especiales, así que se dedicó a estudiar y superarse como persona para ser Cada día mejor y ser el orgullo de su familia. YEISON, se dedicó a estudiar, se propuso a que cada día sería el mejor, que nada lo detendría y que sus sueños no los iba a dejar ir con el viento, en fin todo lo hacía pensando en su futuro. Así fue que sin pensarlo dos veces decidió Buscar la forma de capacitarse Y lograr ser un profesional, pero a su vez pensando en que buscaría la forma de ser Cada día mejor para su mamá y es aquí donde comienza a tejerse los nudos de sentimientos que se fueron formando en su familia. A pesar de la satisfacción de madre que sintió viendo a su hijo crecer como ser humano, cómo salía a enfrentarse a una nueva experiencia de conocimientos y que sería la determinación para ganarse la vida, al mismo tiempo su corazón se arrugaba ya que se quedaba sin su hijo, su gran apoyo. YEISON, hizo su vida se dedicó su lugar como persona y poco a poco fue cumpliendo sus propósitos con mucho esfuerzo y con uno que otro tropiezo a pesar de que le hacía muy feliz ver a su mamá aliviada y luchadora pensaba que en algún momento ella podía desmejorar por su edad, por su salud y le atormentaba sólo pensar que ella faltará. La vida es un momento que se debe vivir al máximo, con sus aciertos y con sus desaciertos con todo lo que ella implica hoy en día de la vida de YEISON llena de todos esos momentos que hace que cada día se aprenda llamando profundamente a su mamá logrando que los propósitos se cumplan y que su vida no sea color de rosa, sino una vida llena de virtudes de gratitud con la misma vida.