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Apuntes de cristalización

Cristalización es una técnica de purificación de sustancias. El cristal que se forma se


separa del resto de las sustancias del entorno. En un cristal las partículas que lo forman se
ordenan y empaquetan dejando los mínimos huecos entre ellas, siempre de la misma
manera, resultando en formas geométricas cuando se ve a simple vista.

Hay muchos tipos de sales, no sólo la que usamos en la comida. Casi todas las sales
se disuelven mejor (más rápido y más cantidad) a mayor temperatura. A la cantidad de sal
que se puede disolver a una temperatura dada en un volumen de disolvente determinado se
llama solubilidad.

Si disolvemos una sal hasta el límite de su solubilidad a alta temperatura, al enfriarse,


el disolvente (agua muchas veces) no será capaz de mantener disuelta la sal, así que volverá
a su estado sólido. Si lo hace poco a poco se formarán cristales más perfectos, en menor
cantidad y mayor calidad.

De la mima manera, si eliminamos disolvente (por evaporación, por ejemplo),


sucederá lo mismo, más lentamente, formando mejores cristales.

Distintas sustancias pueden influir en la forma final del cristal. En nuestro caso, para
que se vean las agujas en el fosfato monoamónico (forma bipiramidal) hay que añadir sales
de hierro (cualquier ión metálico con tres cargas negativas serviría). Sino, la forma de los
cristales será en forma de prismas.

Para dar color a los cristales se pueden añadir colorantes, pero sólo entrarán en el
cristal mientras crece rápido, al principio del enfriamiento. Cuando el crecimiento es más
lento, no hay imperfecciones donde pueda colarse el colorante.

También hay sustancias que pueden cristalizar juntas y formar cristales mixtos. Lo
vemos en los cristales de ADP (fosfato amónico) que crecen con sales de manganeso como
el permanganato.

·En nuestros experimentos disolvemos 300g de fosfato monoamónico en medio litro


de agua caliente, junto a medio gramo de cloruro de hierro.

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