Está en la página 1de 163

Joel Ricardo Turpo Chaparro

Editor

eyidencias
La relación entre la ciencia y la Biblia
Evidencias
la relación entre la
ciencia y la biblia
Editado e Impreso en:
Centro de Aplicación Editorial Imprenta Unión de la Universidad Peruana Unión
Km. 19 Carretera Central, Ñaña, Lima - Perú
Teléfono: (01) 6186300 - 6186301 Fax: (01) 6186339 - 6186354
R.U.C. 20138122256

EV ID EN C IA S, la relación entre la ciencia y la Biblia.


Editor General: Joel Turpo Chaparro

A lta Dirección:
Juan Choque Fernández, Rector
Maximina Contreras Castro, Vicerrectora
Walter M u r i l l o Antón, Gerente General
Walter Dávila Sánchez, Director de Bienestar Universitario

C onsejo Editorial:
Juan Choque Fernández
Dónald Jaimes Zubieta
Mayela Cajachagua Castro
María Vallejos Atalaya ,
José Alomía Lozano

Ediciones Universidad Peruana U nión


D irector editor: Dónald Jaimes Zubieta
Editora asociada: Mayela Cajachagua Castro
Prólogo: Víctor Choroco Cárdenas
C orrección: Ricardo Becerra Albitres
D igitación: Luz Raquel Guevara
D iseño y Diagramación: Eduardo Grados Soto
D iseño de Tapa: Vasthy Bravo Sánchez

Copyright© Universidad Peruana Unión


Primera Edición
Tiraje: 1300 ejemplares
ISBN 978-9972-604-15-7

JOB 14417-12 UNIÓN


e-mail: union@imprentaunion.com
Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2012-05623

Impreso en el Perú
Printed in Perú

Mayo 2012
Joel Turpo C haparro
E ditor

EVIDENCIAS
la relación entre la ciencia y la biblia

'Z/ft*t JÜ/uttíke£éK^4t¿tmitésÍA

UNIVERSIDAD PERUANA UNIÓN


Publicaciones y Difusión Cultural
FACULTAD DE TEOLOGÍA
Decano: Víctor Choroco Cárdenas
Secretario Académico: Edgard Horna Santillán
Director de Escuela: Feíipe Esteban Silva

CENTRO DE RECURSOS EN GEOCIENC1A


Director: Joel Turpo Chaparro
Director Asociado: David Asmat Chávez
Director de Investigación: Orlando Poma Porras

EVIDENCIAS, la relación entre la ciencia y la Biblia.


Editor general: Joel Turpo Chaparro
Asistente: David Asmat Chávez

COMITÉ EDITORIAL
Director: Joaquim Azevedo Neto
Miembros: Roy Graf Maiorov
Marcelo Zanga Céspedes
Joel Turpo Chaparro

COMITÉ DE TRADUCCIÓN
Wilson Quiroga Saavedra
Marcelo Zanga Céspedes

REVISOR DE TRADUCCIÓN
Roy Graf Maiorov

Las opiniones vertidas en los artículos y notas de este libro reflejan el pensamiento de
sus respectivos autores y no necesariamente del cuerpo editorial del libro Evidencias .

El contenido de esta publicación no podrá reproducirse total ni parcialmente por ningún


medio mecánico, fotográfico (scanner y/o fotocopia) sin la autorización escrita de los
editores.
<?¡4».¡Jui'fAtifw '/ííí'M flvft

UNIVERSIDAD PERUANA UNIÓN


Dirección de Publicaciones y Difusión Cultural

LIBROS PUBLICADOS Y EN PREPARACIÓN


Principios de la Educación Adventista en el Pensamiento de Elena de White: Filosofía,
objetivos, métodos y misión.
Edward Cadwallader

Jamás y para siempre (poemas)


Mario Veloso

Inkanomics: Notas sobre la economía peruana


Andrés Remezzano

Manual para la redacción de trabajos académicos


Alfredo Matos Chamorro

/,7 afán de servir: Reflexiones de líderes para líderes


Miguel Ángel Núñez

La salud y el estilo de vida de los adventistas


Juan Choque Fernández

Alimentación para el siglo XXI


Isela Fernández de Choque
Juan Choque Fernández

I listona: Un abordaje bíblico - cristiano para profesores y estudiantes


Gary Land

/7 ( Í020 de las Letras III


Carlos Eduardo Zavaleta

Normas de form ato y estilo de página para trabajos de investigación


Edgard Horna Santillán

Reliquias eternas
Pedro Benjamín Gutiérrez Valencia
' T
TABLA DE

CONTENIDO

P ró lo g o ........................................................................................................................ 9
In trod u cció n ..............................................................................................................

TÓ PICO S EN CIENCIA

L. James Gibson
Vida, evidencia de d ise ñ o ................................................................................... 15

L. James Gibson
Un punto de vista creacionista de la diversificación y el cambio en
las especies................................................................................................................. 22

Orlando Poma Porras


Icnofosiles en el mioceno superior de la formación pisco (lea, Perú):
im plicaciones............................................................................................................ 30

TÓPICOS EN TEO LO G ÍA Y BIBLIA

M erling Alornía Bar Ira


B V esh ít 1 y 2: registro armónico, com plem entario y único, no
repetitivo ni con trad ictorios............................................................................... 41

Alvaro F. Rodríguez
Los días de la creación ¿literales o sim bólicos? Una revisión al
tiempo de Ja creación frente al m étodo histórico-crítico......................... 66

Jesús Hanco Torres


Y para Jesús, Génesis 1 y 2 ¿eran literales o simbólicos? Un breve
análisis exegético de las declaraciones directas de Jesús sobre el relato
de la creación ........................................................................................................... 75
Joel R. Turpo Chaparro
Creación, evolución y ética

TÓPICOS EN FILOSOFÍA DE LAS CIENCIAS

Fernando De Lucchi Arangiiena ^


105
Errores y certezas en la búsqueda científica......................................

Rov E. G r a f Maiorov
Ciencia razón y fe: la búsqueda del conocimiento desde una perspectiva
................ 112
adventista.....................................................................................

TÓPICOS EN DISEÑO INTELIGENTE

Juan Marcelo Zanga Céspedes


Fundamentos de la teoría de diseño inteligente y la aceptación del Dios ^ ^
bíblico como Diseñador..........................................................................................

David Asmat Chávez . ,


El universo en expansión: un vistazo a la luz de la evidencia bíblica..........

Michael Orellana Méndez


El reloj de D ios..........................................................................................................

Daniel Roberto Sánchez Beltramé ^


La era del Gen: maravillas y controversias en los avances de la genética ... 147
PRÓLOGO
El libro que ahora tiene en sus manos es el producto de trabajos de inves­
tigación de varios docentes, investigadores y científicos en el área del creacionismo
bíblico, presentados en ocasión del VI Simposio de Creacionismo realizado el 20 de
mayo del año 2012 en las instalaciones de la Universidad Peruana Unión.

Este volumen contiene, en primer lugar, las presentaciones plcnarias ex­


puestas en el simposio, donde se desarrollan temas relacionados con el origen de la
vida, la relación entre ciencia, fe y razón, y el relato de la creación de Génesis, entre
otros. Asimismo, se encuentran temas presentados en las reuniones semiplenarias,
tales como evolución versus creación, diseño inteligente, catastrofismo, la semana
de la creación y filosofía de la ciencia.

La Facultad de Teología se complace en entregar la presente obra, fruto


del trabajo del Mg. Joel Turpo, Director del Centro de Recursos de Geociencia; Dr.
Joaquim Azevedo, director del departamento de investigación, y otros equipos de
trabajo. Estamos seguros que la lectura de estos artículos será de gran beneficio per­
sonal para corroborar en el desarrollo de su fe en la Biblia y su confianza en un Dios
amante, Creador y Redentor, que se interesa y participa en el devenir histórico de la
humanidad, así como en el beneficio de aquellos que escuchen el mensaje angélico:
“Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a
aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.” (Apocalipsis
14:7).

Mg. Víctor Choroco Cárdenas


Decano de la Facultad de Teología
INTRODUCCIÓN
La creencia que refiere que Dios fue el Creador de todas las cosas, visibles
e invisibles, fue aceptada ampliamente durante casi veinte siglos .1 Sin embargo,
en unas pocas décadas, el péndulo osciló hacia un rechazo mayoritario, produc­
to de la sistematización del pensamiento evolucionista planteado por Charles
Darwin. Como consecuencia, el relato erido para el origen de los seres viviente
es la teoría de la evolución, en rechazo del egistro de la creación bíblica .2Tal fue
la fuerza del evolucionismo, que se ha intentado armonizar el relato bíblico de
Génesis con la teoría de la evolución .3

Sin embargo, nos preguntamos si, todavía hoy, en pleno siglo XXI, po­
demos seguir creyendo en el registro de la creación como indica la Biblia, en
especial el libro de G énesis .4

El propósito de este libro, que es el resultado del VI Simposio de Creacio­


nismo, es dar evidencias que permitan fortalecer la creencia que refiere que Dios
es el Creador del universo, y que formó nuestro planeta hace unos pocos miles de
años.

La realización de este VI simposio de creacionismo y de la publicación de

1Rafael B. Berenguer, Evolución y creación: entre la ciencia y la creencia (Barcelona: Editorial


Ariel S. A., 1996), 13.
2 Leonard Brand, Fe y razón en la historia de la tierra: una paradigma de los orígenes de
la tierra y de la vida mediante un diseño inteligente, trad. Merling Alomía (Lima, Perú: Ediciones
llteologika, 1998), 1.
3Entre estas armonizaciones tenemos: la evolución teísta, progresista, teorías pre-adáni-
i as, teoría del tiempo profundo, etc. para mayor información cié estos planteamientos y sus implica­
ciones véase: Norman Gulley, "El desafío de la evolución teísta a la doctrina bíblica de la creación",
l'heologika, 19, 2 (2004): 228-253; Marco Terreros, "Implicaciones teológicas de modelos alternativos:
l<i muerte antes del pecado y el tema de la expiación", Theologika, 18,1 (2003): 50-99; Peter M. Van
Ik'mmelen, "Divine Accommodation and Biblical Creation: Calvin vs. McGrath", Andrews Univer-
‘•Ity Scminary Studies 3 9 ,1 (2001):109-116; John T. Baldwin, "Progressive Creationism and Biblical
Kevelation", Journal o f the Adventist Theological Society 3 ,1 (1992):105-119; Fernando Canale, "Evan-
j’flical Theology and Open Theism: Toward a Biblical Understanding of the Macro Hermeneutical
Principies of Theology?", Journal o f the Adventist Theological Society 13, 2 (2002):108-120; Norman R.
( áilley, "What Happens to Biblical Truth if the SDA Church Accepts Theistic Evolution", Journal o f
the Adventist Theological Society 15, 2 (2004):40-58.
'Muchos científicos hoy aceptan la creación, un ejemplo de esto es el libro de John F. As-
liton, Em Seis Dias, porque 50 dentistas decidiram aceitar a criagáo (Brasilia: Sociedad Criacionista
Mitisileira, 2010).
este libro no hubiera sido posible sin el apoyo incondicional del Mg. Víctor Cho­
roco, decano de la Facultad de Teología, y del equipo de Centro de Recursos en
Geociencia de la UPeU. Asimismo, se contó con un gran equipo de evaluadores
externos que realizaron un trabajo editorial invaluable. Al Dr. Joaquín Azebedo,
al Lic. Roy Graf, al Lic. Marcelo Zanga por realizar el trabajo editorial; a Wilson
Quiroga y Marcelo Zanga por traducir los capítulos en ingles, Asimismo, al Lic.
David Asmat por su apoyo en la compilación de todos los artículos. No quere­
mos concluir esta introducción sin reconocer a la Universidad Peruana Unión y
a la Dirección de Publicaciones y Difusión Cultural en la persona del Dr. Donald
Jaimes, por el apoyo y los auspicios prestados en la publicación de este libro. A
todos ellos se les agradece de todo corazón. Sin duda, sin la contribución de cada
uno de ellos este libro no sería una realidad.

Finalmente, deseamos agradecer a todos los escritores que emplearon


muchas horas en el estudio y perfeccionamiento de sus respectivos artículos. Su
contenido ha sido organizado en cuatro secciones: la primera se ocupa de inves­
tigaciones científicas con referencia al origen de la vida y la perspectiva creacio-
nista del cambio de las especies. La segunda sección, se encarga de la reflexión
teológica-bíblica. La tercera sección se ocupa de algunos planteamientos con res­
pecto a la filosofía de los orígenes, y finalmente la última sección revisa algunos
tópicos de Diseño Inteligente.

Esperamos que todo el trabajo sea para la honra y gloria de Dios.

Joel R. Turpo Chaparro


El Editor
TÓPICOS EN CIENCIA
Vida: Evidencia de diseño
L. James Gibson
Geoscience Research Institute

¿Qué es la vida?

La vida es tan familiar para nosotros que muchas veces lo damos por
Ilecho, pero todavía hay mucho sobre la vida que no entendemos. No es fácil
Incluso definir la vida, pero podemos describir lo que busca para determinar si
.ligo está vivo. Por lo menos tres condiciones son necesarias para la vida como
nosotros la conocemos .1 En primer lugar, un organismo vivo debe tener un lí­
mite entre sí mismo y el medio ambiente. Esto se logra por membranas, a veces
tiHociadas con otros materiales. En segundo lugar, los organismos vivos utilizan
l.t energía del ambiente para producir materiales para su propio crecimiento y
desarrollo. Esto requiere un sistema complejo y exquisitamente organizado de
biomoléculas, incluyendo muchas proteínas muy específicas que actúan como
enzimas. En tercer lugar, los organismos vivos se reproducen. La reproducción
n'quiere enzimas adicionales, así como los ácidos nucleicos. La vida no sólo de­
pende de la presencia de estos tres sistemas, sino también de su coordinación
Unamente sincronizada.

Cada sistema descrito anteriormente consta de muchos componentes, y


nula componente es construido por el propio organismo viviente. La construcción
i le cada componente depende de la información almacenada en el ADN .2Aunque
•I ADN es uno de los requisitos para la vida, no consideramos que el propio ADN
esté vivo por sí mismo. Tampoco consideramos que los virus, los ribosomas y otros
<>rganelos celulares como siendo individualmente vivos. La vida no es un material,
Mino una propiedad que surge de una disposición particular de los materiales. Es
fiólo el mismo organismo, o la célula, lo que está realmente vivo.

¿Cuántos componentes son necesarios para que la vida exista? El núme­


ro no es conocido con precisión, pero puede hacerse una estimación sobre la base
«leí número de genes presentes en la forma de vida más simple que se conoce. El
organismo unicelular más simple que se conoce, el Mycoplasma genitalium, tiene

1W. L. Bradley, "Thermodynamics and the Origin of Life", Perspectives on Science and Chris-
Him l'/iith 40, no. 2 (1988): 72-83
2 La información necesaria se guarda también en la disposición espacial de las moléculas
••ti l.i célula.
alrededor de 500 genes.3 Se ha estimado* que un organismo unicelular puede ser
capaz de sobrevivir con tan sólo 250 genes, pero no hay ejemplos de organismos
vivientes libres con menos de alrededor de 500 genes.

La evidencia de que la vida requiere un Creador

La vida requiere condiciones altamente específicas, que incluyen no sólo


los componentes propios moleculares, sino también una disposición muy espe­
cífica de estos componentes en los organelos y otras estructuras subcelulares. La
forma en que los organismos vivos se construyen proporciona una fuerte eviden­
cia de que fueron diseñados por un Creador inteligente.

En la actualidad, los científicos no pueden producir la vida en el labora­


torio Incluso si pudieran, esto no demostraría que la vida pudo originarse sin un
creador. De hecho, la creación de la vida en un laboratorio podría ser utilizada
para argumentar que se requiere de un creador. Si la vida fuera creada en el labo­
ratorio/bajo la dirección de un científico, uno todavía tendría que preguntarse si
es razonable proponer que la vida podría surgir espontáneamente. A continua­
ción se describen algunas de las dificultades en la generación espontanea de
vida .5

las biomoléculas como evidencia del diseño

Un problema en el origen de la vida es encontrar una fuente de biopolí-


meros, tales como las proteínas y los ácidos nucleicos. Estas moléculas no se han
encontrado jamás, excepto donde existe vida. Los químicos que siguen procedi­
mientos cuidadosamente controlados puede ser capaces de producir una pro­
teína útil o un ácido nucleico, pero ninguno de los tipos de formas moleculares,
excepto en condiciones especiales. La vida tal como la conocemos no existiría
sin las proteínas y ácidos nucleicos. El azar no explica el origen de las proteínas
y ácidos nucleicos. La única explicación conocida para su origen es la creación
inteligente.

El problema de una fuente de biopolímeros es en realidad mucho mas


grave que simplemente encontrar una manera de producir una proteína o un
ácido nucleico. Uno debe tener un conjunto completo de proteínas con propie­

3 C. M. Fraser, et al., "The Minimal Gene Complement of Mycoplasma Gemtalium , Sci


ce 270 (1995): 397-403.
* A. R. Mushegian, y E. V. Koonin, "A Minimal Gene Set for Cellular Life Derived by Co
parison of Complete Bacterial Genomes", Proceedings National Academy of-Science,' 93^ ° - (
10268-73; E. Pennisi, "Seeking U fes Bare (Genetic) Necessities , Science 272 (1)96). 1098-99
s Una buena discusión de estos problemas se da en C. B. Thaxton, W. L. Bradley y R. L.
Olsen, The Mystery ofiife's Origin: Reassessing Current Theones (NY: Philosophical Library, ).
dades útiles. Ambas proteínas y ácidos nucleicos pueden existir en una enorme
variedad de estructuras diferentes. Una proteína típica está hecha de tal vez 300
aminoácidos. Una proteína producida por 65 aminoácidos sería un poco más pe­
queña que el promedio, pero el número de proteínas diferentes que se pueden
hacer a partir de 65 aminoácidos es más que el número de protones y electrones
en todo el universo conocido. Los organismos vivos producen proteínas útiles
porque son dirigidos al hacerlo por la información almacenada en su ADN. El
.izar no es una explicación satisfactoria sobre el origen de esta información preci­
samente ordenada. La única fuente plausible de esta información es un Creador
inteligente.

Otro requisito para la vida es que las proteínas deben ser hechas de
aminoácidos con una cierta disposición estructural conocida como el "lado
Izquierdo ".6Casi todos los aminoácidos se encuentran en dos formas, que se pue­
den llamar el "lado derecho" y "el lado izquierdo". Cuando se producen en reac­
ciones químicas ordinarias, ambas formas son producidas en cantidades iguales.
Pero cuando se hace una proteína, es importante separar las dos formas, porque
las formas del "lado derecho" interfieren en el proceso de producción de proteí­
nas que son útiles. No se conocer ninguna manera de separar los aminoácidos del
"lado izquierdo" de las formas del "lado derecho" en la ausencia de vida .7 Esto
r.N hecho sólo por células vivas, o con dificultad, por los químicos vivientes. Los
iu idos nucleicos también se componen de unidades más pequeñas que pueden
MtT ya sea del "lado derecho" o del "lado izquierdo". La producción de ácidos
nucleicos implica los mismos desafíos técnicos que la producción de proteínas.
I .i separación original de los aminoácidos del "lado izquierdo" en la creación de
1.1 vida se explica mejor por las acciones de un Creador inteligente.

I -tfacturación espacial precisa, como evidencia del diseño

La vida es mucho más que simplemente una colección de proteínas y áci-


•los nucleicos, incluso más que las proteínas y los ácidos nucleicos correctos. La
\Ida depende de una serie de reacciones químicas controladas con precisión. Es-
1.1 t reacciones químicas son controladas por la presencia o ausencia de enzimas.
I I control se logra mediante una disposición cuidadosa de las reacciones quími­

h Las formas moleculares del "lado izquierdo" y el "lado derecho" son imágenes espe-
lililíes la una de la otra, tanto como una mano izquierda es una imagen especular de una mano
iIi-iim lia. Bajo ciertas circunstancias, puede producirse abióticamente un sesgo parcial en favor de
mili forma, pero, por lo que sabemos, no se produce la separación completa.
7 Varias propuestas especulativas se han hecho en los intentos para resolver este proble­
m a Se reporta que la luz polarizada circularmente puede afectar a la quiralidad. Véase R. Popa,
\ ' .equential Scenario for the Origin of Biological Chirality", Journal o f Molecular Evolution 44, no,
' 1 1'*'*7): 121-7. La posible influencia de la fuerza nuclear débil se describe en R. F. Service, "Does
l ll.• I landedness Come from within?" Science 286 (1999):1282-3.
cas en los diferentes compartimentos limitados por membranas. Esto evita que
las moléculas que se necesitan para una reacción química interfieran con otras
reacciones químicas. La disposición es tan importante que uno puede matar a
una célula simplemente mediante la interrupción de la membrana con un peque­
ño pinchazo. Si a todos los componentes de una célula se les permite mezclarse 1-
bremen te, el resultado es la muerte. Los constituyentes no se ensamblan de forma
espontánea para formar una célula viva. Si lo hicieran, la muerte, probablemente
no sería tan familiar para nosotros. La disposición precisa de los compartimentos
celulares, cada uno con los reactivos adecuados y todos dispuestos para mte-
ractuar armoniosamente indican que la vida ha sido diseñada por un Creador
inteligente.

La complejidad irreducible, como evidencia del diseño

Se debe mencionar otra característica de las células vivas como evidencia


de que la vida es el resultado del diseño. Los diversos componentes tienen una
relación de interdependencia. Por ejemplo, las proteínas son hechas utilizando
la información en el ADN, mientras que el ADN se hace en un proceso que de­
pende de las proteínas. Sin el ADN, las proteínas no se hacen. Y sm protemas,
el ADN no se hace. Por lo tanto las proteínas y el ADN deben haber aparecido
juntos. Esta interdependencia es un ejemplo de lo que se denomina "complejidad
irreductible".8 La complejidad se refiere a un sistema de varios componentes que
interactúan. Que es irreductible significa simplemente que se requiere de cada
uno de los componentes del sistema para que el sistema funcione. Así, la comp e-
jidad irreducible se refiere a un sistema que consta de varias partes, ninguna de
los cuales se puede eliminar sin destruir la función.

El cilio es otro ejemplo para ilustrar la complejidad irreductible.9Un ci­


lio es como una pequeña fibra de pelo que se mueve hacia adelante y hacia atrás
para crear una corriente. Se encuentran en las vías respiratorias de mamíferos, y
también se utilizan para la locomoción por algunos protozoos. Un cilio se com­
pone de un gran número de tipos diferentes de moléculas, no todas de las cua­
les han sido identificadas. Es posible que algunas de estas moléculas se pue an
eliminar sin destruir la función del cilio, pero hay un conjunto de moléculas que
forman juntas un sistema irreductiblemente complejo. Este conjunto consta de al
menos tres tipos diferentes de moléculas. Una proteína llamada tubulina forma
las fibras que componen la estructura principal del cilio. Las hebras de tubuli-
na están unidas por una molécula llamada nexina, que es capaz de estirarse
cuando se jala. Otra molécula de proteína, la dineína, también enlaza las hbras
adyacentes. Como su nombre indica, la dineína puede moverse, y su movimiento

8 Michael J. Behe, Darwin's Black Box (New York: Free Press, 1996).

9 Behe, 59-65.
es responsable de causar el cilio que se mueve de un lado a otro. Estos tres tipos
de moléculas forman un sistema de complejidad irreducible. La eliminación de la
dineína destruye la capacidad del cilio para moverse. La eliminación de la nexina
i|ue permite que las fibras se deslicen una sobre otra, hace que el cilio se deshaga.
I .1 eliminación de la tubulina quita el andamio para que los otros componentes
se puedan adjuntar, eliminado el cilio. Cada una de estas moléculas es necesa­
ria para la función del cilio. La formación del primer cilio debe haber requerido
las tres moléculas para ser montadas juntos en el mismo momento y lugar, un
proceso que es poco probable que se produzca sin orientación inteligente. La
complejidad irreducible se puede aplicar a la base funcional del cilio, ya sea que
este se aplique o no a todo el conjunto de moléculas en el cilio. La complejidad
Irreducible es una de las marcas de diseño inteligente.

/desequilibrio químico como evidencia de diseño

Se ha dicho que los químicos viejos nunca mueren, sólo van hacia el equi-
llbrio. En realidad, el equilibrio químico es muerte .10 La vida es una serie de pro-
i esos químicos que permanecen en desequilibrio, así como los productos de una
reacción se convierten en los reactivos para una segunda reacción química. Si se
•'Hlablece el equilibrio, la vida se detiene. ¿Cómo se puede iniciar un desequili-
Im í o químico en un conjunto de reacciones? Esto requeriría, entre otras cosas, que
las moléculas individuales seleccionadas se muevan a través de una barrera par-
i lal, tal como una membrana. Esto puede que no esté dentro de las posibilidades
humanas, pero más allá de eso, ciertamente parece poco probable que suceda de
(orina espontánea. Incluso si todos los componentes químicos de la vida estaban
I'tosentes, y se disponen en las adecuadas estructuras subcelulares, ni el hombre
til la naturaleza puede traerlos a la vida. Parece ser mucho más fácil llevar una
•'lu la muerta a la vida que crear la vida de los productos químicos inorgánicos,
•ni embargo, no se puede lograr ni siquiera esto. Excepto para Dios, la muerte es
ii reversible. El problema de desequilibrio químico sigue siendo una barrera sin
ifNolver para la creación de de la vida en el laboratorio, y más aún para todas las
(••oí las sobre el origen espontáneo de la vida.

Otras ideas de cómo comenzó la vida

Se han propuesto tres principales alternativas a la creación para el origen


' I•* !•> vida. El primero de ellos es la hipótesis de la "sopa primordial". Esta es la
Itlr.i di* que los compuestos orgánicos fueron producidos de alguna manera en la
al n ios lera, o transportados desde el espacio sobre las partículas de polvo o come-
l•» * 1 ■' lluvia los arrastró hacia el océano sin vida, donde se concentraron. Con el
Ilempo, la vida se formó a partir de reacciones químicas en el océano de "sopa".

10Ci. T. Javor, "Life: An Evidence for Creation", Origins 25 (1998): 5-48.


El éxito principal de la hipótesis de la "sopa primordial" se debe a la producción
experimental de aminoácidos y bases nitrogenadas a partir de una mezcla de ga­
ses .11 Mediante la variación de los gases en la mezcla, los científicos han produci­
do casi todos los aminoácidos necesarios para la vida. Hsto ha animado a algunos,
científicos a suponer que las proteínas fueron las primeras biomoléculas que se
produjeron y que la vida evolucionó a partir de ese comienzo. A pesar de cieito
optimismo inicial, las proteínas no se han producido, aunque algunos ohgopep-
tidos cortos sí .12 Incluso si se hubiesen producido proteínas, esto no explicaría el
origen de la vida, ya que ninguna proteína conocida es capaz de replicarse a si
misma. Otros problemas con la teoría incluyen la necesidad de cientos de pro­
teínas específicas y otros tipos de biopolímeros. No hay avances significativos
que se hayan logrado más allá de este punto, y la mayoría de los científicos han
abandonado esta hipótesis.

La segunda es la hipótesis del "mundo de ARN ".13 Esta es la idea de que


la vida comenzó con los ácidos nucleicos. Ciertos ácidos ribonucleicos (ARN)
pueden actuar como enzimas en reacciones químicas. Algunos científicos han
propuesto que tales "ribozimas" podrían haber actuado t a n t o como enzimas y
también en almacenamiento de información. Al ofrecer la posibilidad de lograr
estos dos objetivos al mismo tiempo, la aparente "complejidad irreductible de
las proteínas y el ADN se eliminaría. Sin embargo, los resultados experimentales
están fuertemente contra la teoría. Los ácidos nucleicos requieren el azúcar nbo-
sa pero la ribosa es muy difícil de producir químicamente, y no es muy estable
en agua. Se considera muy poco probable que pudiera acumularse en cantidades
suficientes como para participar en las reacciones químicas necesarias para pro­
ducir vida. Los constituyentes del ARN pueden ser producidos en experimentos
de laboratorio, pero no en cantidades útiles bajo condiciones prebióticas plausi­
bles.14 A pesar de la abrumadora evidencia experimental en contra de ésta, la hi­

11 S L Miller, "A Production of Amino Acids under Possible Primitive Earth Condi-
Lions", Science 117 (1953): 528-9; G. Schlesingcr, y S. L. Miller "Prebiotic
Containing CH4, CO, and C 0 2 .1. Amino Acids", Jou rnal o f Molecular Ewíwüo» 19 (1983) 376-8: .
Schlesingcr y S. L. Miller, "Prebiotic Synthesis in A tm o s p h e re s Contaimng C\ 14, CO, andX t^2. .
Hydrogen Cyanidc, Formaldehyde and Ammonia", Journal o f Molecular Evolution 19 (1983). 38. - 0.
12 Se han reportado enlaces peptídicos, pero no producen proteínas, bajo una variedad de
condiciones prebióticas simuladas. Véase, por ejemplo C. Huber, y G. Wachtershauser Pep .des
by Activation of Amino Acids with CO on (Ni,Fe) S Surfaces: Implica ions for the Ongm of Ufe ,
Science 281 (1998): 670-2; E. Imai, H. Honda, K. I latón A. Brack, y K. M ^u n o E‘° " 8 atlon °
gopeptides in a Simulated Submarino Hydrothermal System , Science 283 (1)99). 831-3.
» W. Gilbert, "The RNA World", Nnlure 319 (1986): 618. Para un análisis crítico véase G. F.
Joyce, "RNA Evolution and the Origins of Life", Nature 338 (1989): 217-24.
m La mayoría de los componentes de ARN se han producido en experimentos de labo­
ratorio ñero baio condiciones artificiales o en cantidades demasiado pequeñas para ser útiles en el
origen de la vida. Véase, por ejemplo, ibíd; véase también Hubert P. Yockey, Information n’ory am
Molecular Biology (Cambridge: Cambridge University Press, 1992).
pó tesis del "m undo de ARN" sigue siendo una hipótesis popular sobre el origen
naturalista de la vida. Este hecho revela cuán fuertemente el pensamiento de los
i ion tíficos puede ser dirigido por consideraciones filosóficas .15

La tercera hipótesis es que la vida comenzó com o una serie de reaccio­


nes químicas sobre la superficie de un mineral, tal corno una arcilla o una pi­
rita .16 Esta es denom inada informalmente a veces como la "hipótesis de la piz­
za primordial". M uchas biomoléculas tienen una carga superficial negativa, y
•ton atraídas por la carga superficial positiva de estos materiales. Esta atracción
podría resultar en una concentración de moléculas biológicamente importantes
•tobre la superficie del mineral. Una cierta evidencia experimental ha demostra­
do que pueden producirse reacciones interesantes en tales superficies minerales.
I o s nucleótidos pueden formar cadenas de hasta 55 unidades bajo ciertas condi­
ciones. Sin embargo, las condiciones experim entales no son razonables para una
I ierra prebiótica, y la mayoría de los científicos son muy escépticos en relación
i esta hipótesis. Un problema es que cualquier molécula útil para producir vida
probablemente sería destruida al pasar a través las fuentes hidrotermales 17 o en
las reacciones con otras moléculas. Científicamente, la hipótesis de la "pizza pri­
mordial" no es muy "sabrosa".
Conclusión

La vida muestra muchas propiedades que no tienen otra explicación ra­


zonable que la creación de un Diseñador Inteligente. Las moléculas necesarias
para la vida requieren vida para su formación. La disposición exacta de las mo-
léetilas y las estructuras hechas a partir de ellas son evidencia de un diseño inte­
ligente. La compleja interdependencia de los componentes de una célula viva es
evidencia de un Creador inteligente. La dependencia de la vida del desequilibrio
•|ii imico habla de un Creador inteligente. La existencia de la vida es un constante
nvordatorio de que la naturaleza debe su existencia al Dios Creador.

15 M. Kuse, "The Origin of l ite: Philosophical Perspectivas", Journal of'l'heoretical Hiolagi/


Im ' (|‘)97): 473-82.
16 A. G. Cairns-Smith, "The First Organisms", Scienl ifie American 253, no. 6 (1985): 90-100;
1 . Witchtorshauser, "Before Knzymes and Témplales: Theory of Surfaee Melabolism", Microbiologi-
..il Ki'vinvs 52 (1988): 452-84.
17S. L. Miller y A. Lazcano, "The Origin of Life - Did it Occur al High Temperaturas?"
Iniinitil o f Molecular Evolution 41 (1995): 689-92.
Un punto de vista creacionista de la diversificación y el cambio
en las especies1
L. James Gibson
Geoscience Research Institute

¿Qué es una especie?

En estudios biológicos, el término "especie" tiene un significado que


puede ser diferente de la forma en que se utiliza en otros contextos Existen varias
definiciones diferentes de lo que es una especie, pero una de las definiciones mas
comunes es que una especie es un grupo de poblaciones de entrecruzamiento que
no se cruzan con otros grupos. Una especie puede ser bastante uniforme en ap
riencia como el gorrión común. En algunos casos, dos o mas especies pue en,
virtualmente, parecer prácticamente idénticas, como ciertas e s p a d e aves que
difieren principalmente en su canción, de otra manera no se podrían distinguí .
Por el contrario, una sola especie puede ser m u y variable, como e_perrc^domes­
tico que varía desde el pequeño Chihuahua y Pomerania hasta el Gran Danés
V el Lobero Irlandés. Estos ejemplos ilustran el punto de que un cambio en las
especies no significa un cambio en el tipo básico de los animales, m tampoco sig­
nifica evolución. Es evidente que las especies pueden cambiar y cambian, y esta
observación es consistente con la enseñanza bíblica acerca de la creación.

Cambio en la especie parece tener límites

Muchos creadonistas creen que las especies pueden haber cambiado


considerablemente desde que fueron creadas. Ciertamente Dios no ha creado es­
pecies de aves con las alas demasiado débiles como para volar, tales _como ciertas
aves zancudas que no vuelan, ni lagartos c o n piernas demasiado deM es
para caminar, tales como cierto tipo de lagartijas. La violencia característica d
muchas relaciones ecológicas actuales no parece encajar con la d^ c" P c‘o n ^
estado original de la creación. Las especies deben h a b e r cambiado en mu
aspectos desde su creación, pero ¿cuánta cantidad de cambio es posible. Los es­
tudios sobre la selección experimental y las observaciones de las poblaciones na
turales deberían ser la mejor forma de responder a esas preguntas.

' Este material se ha adaptado del capitulo 32, pp 422-9, del libro, Ongtn by Dm gn,
ed. rev., por H a Coffin, R. H. Brown, y L. J. Gibson (Hagerstown, MD; Rev.ew and Horald,
2005).
Un punto de vista ereacionista de la di versificación y el cambio en las especies

( Observaciones de cambios en especies sugieren límites

Las especies sometidas a experimentos de selección muestran una res­


puesta rápida pero lim itada .2 Unas pocas generaciones de selección pueden pro­
ducir cambios que son similares en magnitud a la diferencia entre dos especies.
' *in embargo, si es que se continúa con la selección direccional, la tasa de cambios
disminuye y los individuos tienden a perder su vigor. Esto sugiere fuertemente
11110 los cambios pueden ser limitados.

Las observaciones de poblaciones naturales sugieren una conclusión si­


milar. Las especies tienden a ser muy variables en los detalles, pero muy simila-
i t\s en morfología general en todos sus aspectos, a pesar de grandes diferencias
••n el hábitat y las condiciones ambientales. Por ejemplo, el ratón ciervo está muy
oxtendido en América del Norte. Sin embargo, sólo muestra una variación mor­
fológica de menor importancia. Muchas otras especies tienen distribuciones am-
I 'lias, que incluyen considerables diferencias ambientales, sin embargo, los indi­
viduos de diferentes ambientes muestra sólo diferencias de menor importancia.

Los patrones de especies fósiles sugieren cambios limitados

A pesar de que las observaciones directas son preferibles, los fósiles


Itimbién sugieren lím ites a los cambios en las especies. Alrededor del 85% de
Irtn especies vivas de los mamíferos europeos se han encontrado como fósiles en
depósitos del Pleistoceno .3 Esto significa que estas especies han cambiado muy
Coco, a pesar de los cambios radicales en el clima durante y desde la Edad de
I lirio. Muchas especies de fósiles de plantas, insectos, moluscos, etc., son muy
ii ni lares, aunque usualmente no son idénticas con las especies que viven. Estas
in lili ludes persisten a pesar de los grandes cambios en el clima.

El patrón general de las diferencias morfológicas acerca de los fósiles


itimbién sugiere límites en los cambios. Los fósiles suelen aparecer en grupos de
• iprcies con m orfología similar. Dentro de un grupo, los individuos difieren en
I " MUicños detalles anatómicos. Las diferencias entre grupos son más pronuncia-
•I.»•. liste patrón sugiere que muchos tipos de organismos creados originalmente
•lum diversificado para producir un conjunto de especies similares. Las dife-
i •n* i.ts entre los grupos pueden indicar que las especies no han sido capaces de
■.titibiar lo suficiente como para llenar los vacíos.

2 Véase L. P. Lester y R. G. Bohlin, The Natural Limits to Biological Change (Grand Rapids,
! II /(Huk'rvan, 1984); J. N. Thompson, "Rapid Evolution as an Ecological Process", Trends in Ecolo-
i/i/ iiihl r.t’ohttion 13 (1998): 329-32; J. Weiner, The Beak o flh e Finch (New York: Vintage Books, 1995).
'S. M. Stanley, "Chronospecies' Longevities, the Origin of Genera, and the Punctuational
1 ln.li'l *>l lívolution", Paleobiology 4, no. 1 (1978): 26-40; S. M. Stanley, "Stability of Species in Geolo-
i 11111« Science 192 (1978): 267-9.
¿Podemos estimar los límites de cambio?

Ningún método ha sido desarrollado para cuantificar el grado de dife­


rencia morfológica entre especies. Podemos utilizar el lenguaje cualitativo para
describir los tipos de cambios que parecen haber ocurrido y tratar de estimar los
límites de cambio, pero esto ha resultado ha sido difícil de hacer.

Las categorías taxonómicas no son buenos estimadores de los limites a los cambios

Una forma de estimar la magnitud del cambio posible es el uso de las


categorías taxonómicas. Por ejemplo, podríamos decir que una especie tiene la
capacidad de cambiar lo suficiente como para producir una especie nueva, pero
no una nueva familia, o clase, etc. La sencillez de este método hace que sea atrac­
tivo, pero no es muy satisfactorio. Una razón para esto es que las categorías taxo­
nómicas se definen subjetivamente. No existe una base cuantitativa para decidir
en qué categoría taxonómica debe ser colocada una especie en particular. Esto
puede ser ilustrado por los pinzones de Hawai.

Los pinzones de Hawai (o mieleros) ofrecen lo que parece ser un ejemplo


de la di versificación de un ancestro común. Estos pinzones son un grupo de más
de 20 especies de aves, clasificadas en varios géneros. Ellos pueden variar mu­
cho en la forma y el tamaño del pico, y en color. Algunas especies tienen un pico
curvado largo, otras especies tienen picos cortos y pesados, y se conocen muchas
especies con picos de formas intermedias. Sin embargo, en su estructura interna
las especies son muy similares, y parece que comparten un ancestro común.

¿Qué categoría taxonómica está representada por los cambios aparentes


entre tos pinzones de Hawai? Ciertamente, se han producido nuevos géneros,
pero ¿qué categoría taxonómica debe utilizarse para el grupo en su conjunto? Al­
gunos taxonomistas los han colocado en una familia separada, el Drepanididae.
Otros los han considerado como una subfamilia de la familia canaria (Fringilli-
dae). Una clasificación reciente4 los coloca como una tribu en la familia canaria.

La naturaleza subjetiva de la clasificación hace del uso de las categorías


taxonómicas un método insatisfactorio para describir los límites de los cambios
en las especies.

La estabilidad de las estructuras corporales

La estructura orgánica de un cuerpo se refiere a la disposición de sus

4C. G. Sibley y J. E. Ahlquest, Phylogeny and Classification ofBirds (New Haven CT: Yale
University Press, 1990).
::rte s anatómicas. Las especies parecen ser muy estables en sus estructuras cor-
7 rales, y esto puede representar una limitación a los cambios. Por otro lado, la
T^rructura de las enzimas parece estar sujeta a cambios rápidos, junto con me-
“•rres características morfológicas. Parece que la estructura básica del cuerpo no
arabia, sino que las características de menor importancia pueden cambiar para
^'oducir una variedad casi infinita en sus detalles. Sin embargo, las estructuras
corporales difieren en distintos grados, y no existe un método cuantitativo para
compararlos.

En la actualidad, no tenemos un método científico confiable para estimar


los límites de cambio, aunque parece razonablemente claro que existen límites.
En lugar de pasar más tiempo tratando de definir límites a los cambios, vamos a
examinar las formas en que se podría identificar a las especies que han descendi­
do de un anceslro común o de ancestros diferentes.

Identificación de los grupos creados separadamente

Muchos tipos diferentes de las especies fueron creados en el principio'’.


Desde la creación, se ha producido diversificación y extinción, por lo que las
especies que vemos hoy formar un patrón de agrupaciones aisladas de especies.
Cada grupo representa un linaje separado que ha descendido de la creación ori­
ginal. Algunos creacionistas utilizar el término baramin para cada uno de estos
inajes creados por separado .6 Identificar las diferentes y determinar qué espe­
cies pertenecen a cada baramin es una cuestión interesante para la investigación
de la creación.

Inferir ascendencias separadas

Entre las especies, muchas similitudes pueden deberse a un diseño co­


mún en tanto que otras pueden deberse a la descendencia común .7 Un buen
diseño puede ser útil en más de un tipo de organismo. Muchas características de
a estructura celular y el metabolismo son similares en casi todos los organismos.

5 Génesis 1 menciona muchos tipos de organismos, incluyendo hierbas y plantas, criaturas


acuáticas, aves, ganado, y bestias. Cada grupo, aparentemente incluye numerosas clases.
6 R1 término baramin fue usado por primera vez por Frank Marsh. F. L. Marsh, Fundamen-
- :1 Biology (Lincoln, NE: Published by the author, 1941); Véase W. J. Remine, The Biotic Message (St
aul, MN: St Paul Science 1993); W. Frair, " Baraminology - classification of created organisms",
'reation Research Society Quarterly 37, no. 2 (2000): 82-91.
7 L. R. Brand, Faith, Reason and Earth History, 2da ed. (Berrien Springs, MI: Andrews Uni-
ersity Press, 2009), 255-62; P. Davis, D. H. Kenyon, O f Pandas and People (Dallas: Haughton Publis-
ing Company, 1989), capítulo 5; Marsh, Evolution, Creation and Science, 2da ed. (Washington DC:
eview and Herald, 1947), 230-3; K. P. Wise, "The Origin of Life's Major Groups", en The Creation
íypothesis, ed. J. P. Moreland (Downers Grove, IL: lnterVarsity Press, 1994), 211-34.
Estas características pueden ser explicadas como el trabajo de un Diseñador. Por
otro lado, se puede esperar que las especies que han descendido de un antepasa­
do común tengan muchas similitudes. Por lo tanto, algunas similitudes entre las
especies podrían ser explicadas por un diseño común, mientras que otras se ex­
plican por una descendencia común. Sería útil contar con algunos criterios paia
decidir si dos especies tienen una ascendencia común, o ascendencias separadas.

Se dan tres sugerencias para la identificación de ancestros comunes. En


primer lugar, la capacidad de hibridarse probablemente indica un ancestro co­
mún .8 Si dos especies no son capaces de hibridar, se necesita información adicio­
nal. En segundo lugar, la superposición morfológica podría indicar un antecesoi
común. Si dos especies tienen individuos que forman un continuo moifológico,
probablemente también tienen un ancestro común. Hasta donde sea posible, los
fósiles deben ser incluidos en la aplicación de este criterio. Tercero, el desarrollo
podría constituir otro criterio de la ascendencia. Si dos especies tienen trayecto­
rias de desarrollo que se superponen, es probable que tengan un ancestro común.
Si las trayectorias de desarrollo son diferentes, entonces se necesita más informa­
ción.
También necesitamos criterios para identificar a un ancestro distinto.
Aquí se describen tres sugerencias. En primer lugar, dos o más especies con di­
ferente y única estructura corporal o características morfológicas probablemente
tienen ancestros separados. La diferencia funcional y única de los genes también
puede indicar un ancestro diferente. En segundo lugar, si dos especies peitene-
cen a grupos que son distintos en todo el registro fósil, es probable que tengan
ancestros separados. Si se conoce que hay íósiles intermedios entie dos grupos,
se necesita más información. Si sólo unos pocos fósiles intermedios son conoci­
dos, y no forman una serie de antepasados y descendientes directos, es probable
que tengan ascendencias separadas .'11 En tercer lugar, las especies con diferente.'-,
trayectorias de desarrollo pueden tener diferentes ascendencias. La utilidad ck
identificar el desarrollo de especies ancestrales separadas puede llegar a ser más
evidente cuando los mecanismos de desarrollo se entiendan mejor.

8 Esto ha sido sugerido por Marsh, Evolution, í.rention and Setenee, capítulo 9, se inío
investigación adicional sobre esta idea en S. Scherer, Studium Intégrale Hiologie (Berlín: Pascal Verlag
1993); en el libro de Scherer, escrito en alemán, se informa de patrones de hibridación que se extien
den típicamente a través de una taxonomía del nivel de familia. Véase también S. Scherer, Basú
types of life: Evidence for Design from Taxonomy", in Mere Creation: Science, faith and lntclligcnl
Dctiign, ed. W. A. Dembski, (Downers Grove, 1L: InterVarsity Press, 1998), l l>5, 211.
**Por ejemplo, se han encontrado algunos fósiles que se pretenden que son intermedios
entre aves y dinosaurios. Sin embargo ninguno de estos fósiles es considerado como siendo di reít*»
mente el ancestro de algún otro, y ellos no ocurren en el orden esperado de una serie evolutiva. 1 i>i
lo tanto, es razonable pensar que las aves y los dinosaurios tienen ancestros separados.
La especiación después del diluvio

Las Escrituras describen una catástrofe m undial que destruyó un gran


número de organism os, ha cam biado la superficie terrestre, e interrum pió los
mundos ecológicos. A pesar de que tenem os m uy poca inform ación acerca de
este período, parece probable que en el tiempo inm ediatam ente después de esta
catástrofe, se habrían creado las condiciones ideales para la especiación y cambio
rápido. A continuación se discuten algunas ideas sobre cómo esto podría haber
sucedido.

Según el Génesis 7:22, los anim ales que fueron destruidos por com pleto
fuera del arca eran los que cam inaban sobre la tierra seca y respiraban por la na­
riz. Podríam os describir a este grupo como los vertebrados terrestres. Al parecer,
los vertebrados terrestres sobrevivieron a la inundación sólo en el arca. Todos los
otros tipos de organism os o sobrevivieron a la inundación fuera del arca, o se ex­
tinguieron. Los grupos que pudieran haber sobrevivido fuera del arca incluyen
plantas, organism os m arinos y los invertebrados terrestres.

Aunque la m ayoría de los invertebrados y los organism os m arinos fue­


ron destruidos por la catástrofe, algunos de ellos sobrevivieron en poblaciones
pequeñas y dispersas. Los organism os acuáticos se m ovieron por las corrientes
de las aguas, posiblem ente, resultando en la dispersión de pequeños grupos de
sobrevivientes dispersos en m uchos lugares con diferentes condiciones am bien­
tales. Lo m ism o pudo haber pasado con los grupos terrestres com o los insectos,
ombrices y otros invertebrados. Las plantas tam bién pudieron ser dispersadas
ror las corrientes de las aguas. Las diferentes poblaciones de sobrevivientes ex­
perimentaron diferentes condiciones am bientales. Los cam bios genéticos en m u­
chas de esas poblaciones aisladas pudieron haber producido m uchas nuevas es­
pecies de m anera rápida.

Los vertebrados terrestres salvados en el arca tam bién eran pocos en nú­
mero. Después que los anim ales salieron del arca, es probable que encontraran
:omida en abundancia, bajos niveles de depredación, y niveles m uy reducidos
¿e com petencia. Estas condiciones pudieron haber prom ovido un rápido incre­
mento en la cantidad de la población. Las condiciones am bientales pudieron ser
inestables y los procesos geológicos y clim áticos condujeron al m undo hacia un
nuevo estado de equilibrio. Los procesos geológicos tales como volcanes, terre­
motos y cam bios en el nivel del m ar pudieron haber afectado el clim a, crear y
eliminar barreras de dispersión, y producir m uchas catástrofes locales que aisla­
ron a las poblaciones y de especies esparcidas. El clim a de la tierra pudo haber
zambiado rápidam ente de tal m anera que se secaron los mares interiores y se
establecieron nuevos patrones en las corrientes atm osféricas y oceánicas. Estas
rondiciones com binadas prom ovieron cam bios rápidos en las especies. M uchas
especies nuevas pudieron haberse producido en un tiempo relativam ente corto.
¿El cambio en las especies es consistente con la Biblia?

Algunos creacionistas pueden estar sorprendidos por cuánto parecen


haber cambiado las especies desde la creación. La falta de comprensión de la
expresión “según su especie” en Génesis ha llevado a algunos a suponei que los
animales no podían cambiar de forma significativa. Sin embargo, una lectuia
cuidadosa muestra que el texto en realidad no dice nada sobre si la especie puede
o no puede cambiar. En cambio, el texto indica que Dios creó muchos tipos dife­
rentes de organismos durante la semana de la creación. Por otro lado, el Génesis
dice claramente que los cambios pueden ocurrir (Génesis 3:14,18), y Pablo escri­
bió que toda la creación "gime de dolor" (Romanos 8:22, Today's English Versión)
como resultado del pecado. La idea de que las especies son fijas no es una idea
bíblica, sino un derivado de la filosofía de los antiguos griegos. La Biblia no esta­
blece ningún límite en relación a cuánto pueden cambiar las especies, sino que se
limita a afirmar que Dios creó muchas clases en el principio. Así, el cambio en las
especies encaja perfectamente con la teoría de la creación .10

Conclusión

La evidencia experimental y la observación demuestran que las especies


pueden cambiar. Se pueden formar nuevas especies e incluso nuevos géneros.
Sin embargo, la evidencia indica que hay límites en relación a cuánto cambio es
posible. No hay un método para cuantificar las diferencias entre las especies, y
por lo tanto no podemos especificar los límites del cambio, aunque la evidencia
actual sugiere que no se forman nuevos órganos ni cambian las estructuras cor­
porales.

Las similitudes entre las especies puede ser resultado de un diseño co­
mún o un ancestro común. Los criterios propuestos para la identificación de un
ancestro común incluyen la capacidad de hibridarse, la superposición de moifo-
logías, y la superposición de las trayectorias de desarrollo. Se sugiere un ancestio
separado para los grupos con características morfológicas singulares, funciones
únicas de genes, o un programa de desarrollo único.

La recuperación de las condiciones catastróficas del diluvio del Géne­


sis proveyeron las condiciones ideales para un cambio rápido. Las poblaciones
pequeñas, un entorno cambiante, una competencia reducida y la depredación
pudieron promover el cambio en las especies. La evidencia experimental indica
que las especies pueden cambiar rápidamente, pero no mucho, poi lo menos no
a través de mecanismos conocidos. La teoría de la creación acepta la evidencia

10 Por ejemplo, véase L. R. Brand, y L. J. Gibson, " An interventionist Theory of Natural


Selection and Biological Chango within Limits , Origins 20 (1993). 6U-H_.
experimental de cam bio en las especies, pero rechaza la hipótesis de un ancestro
i'omún de todos los organism os vivos.

El cambio en las especies es una parte de la teoría de la creación. Iil desa-


i rollo de métodos para identificar la magnitud del cambio, y la identificación de
ltiH especies que han descendido de una clase particular creada ofrecen oportu­
nidades interesantes de investigación para los creacionistas.

i*
L
Icnofosiles en el mioceno superior de la formación Pisco
(lea, Perú): implicaciones1
Oriundo Poma Porras
Universidad Peruana Unión
Fernando Muñiz
Universidad de Huelva, España
Raúl Esperante
Geoscience Research InsLitute
Introducción

La Formación Pisco localizada en la costa sur del Perú, del Mioceno /


Plioceno contiene una variedad de vertebrados marinos, con cientos de de balle­
nas fósiles y otros vertebrados marinos y destacándose la excelente conservación
de un gran número de estos fósiles. (Esperante et al., 2002, 2008 ; Brand et al,
2004; McDonald y de Muizon, 2002). Las ballenas representan diferentes taxones,
y la sistemática de la mayoría está en estudio. Además de las ballenas hay mu­
chos otros vertebrados marinos, incluidos delfines, focas, pingüinos y otras aves,
tiburones, peces, e incluso perezosos terrestres. Este conjunto ha sido estudiado
en detalle desde una enfoque tafonómico en el valle de lea. (Esperante et al, 2002,
2008;. Brand et al, 2004.), La gran cantidad de fósiles y su estado de preservación
ha conllevado a un estudio e interpretación del contexto sedimentológico de este
conjunto fósiles.

Encontrando en el registro sedimentario icnofosiles, que corresponde al


campo de la paleoicnología que estudia los icnofosiles o huellas de la actividad
orgánica fosilizada en las rocas.

Esta actividad puede darse en la forma de la excavación de madrigueras


o galerías en sedimentos blandos (Burrows) o en materiales duros (Perforaciones
o Borings), así como en forma de huellas de desplazamiento en sedimentos blan­
dos (Pistas o lcnitas).

Las huellas pueden ser de origen biogénico al igual que los restos fósiles,
pero también pueden ser generadas por los restos, es decir, por el organismo una
vez muerto y, por tanto, no son de origen biogénico sino que tendrían un origen
tafogénico.

1 En el presente articulo se ha visto por conveniente respetar el estilo y formato ultilizado


por los escritores.
En otras ocasiones las huellas son producidas por los organismos pero
condicionadas por elementos externos como las condiciones climáticas
Los icnofósiles se caracterizan por:

A. Tener una distribución temporal larga, lo que genera señales de morfología


más sencilla.
B. Tener un rango de facies restringido, lo que permite la identificación de fa-
cies análogas de intervalos temporales no iguales, gracias a esto se pueden
realizar caracterizaciones paleoambientales.
C. No sufrir procesos de transporte, aunque puede haber desplazamiento de las
señales si se produce una mineralización temprana.
D. Los icnofósiles constituyen la única fuente de información sobre los organis­
mos de cuerpo blando.

El Icnogénero Gyrolithes de Saporta se define como una madriguera ver­


tical en espiral circular, regular, con trayectoria dextrorsa o sinextrorsa (Mayoral
v Muñiz, 1995,1998; Netto et al., 2007; Wetzel et al, 2010) y se interpreta como una
estructura cuya trayectoria en espiral optimiza la explotación del sedimento para
a obtención de nutrientes (Mayoral, 1986; Mayoral y Muñiz, 1998; Wetzel et al.,
2010) por parte de la actividad de crustáceos decápodos.

Su distribución abarca desde el Cámbrico Inferior hasta la actualidad.


Las estructuras en espiral descritas para el Paleozoico Inferior e incluidas en
Gyrolithes, suelen ser de difícil asignación a decápodos como posibles organis­
mos productores, mientras que las reconocidas para el Paleozoico Superior (Car­
bonífero y Pérmico) podrían relacionarse con la actividad de crustáceos eocári-
dos (Netto et al., 2007) en medios marino marginales. Por otro lado, Gyrolithes
del Mesozoico y Cenozoico se pueden relacionar claramente con la actividad de
rustáceos decápodos del tipo (Gernant, 1972; Mayoral, 1986; Mayoral y Muñiz,
1995, 1998 entre otros). Wetzel et al. (2010) describen Gyrolithes en depósitos es-
ruarinos del Holoceno de Vietnam y sugieren que fueron producidas por crustá-
eos talasínidos. Dworshak & Rodrigues (1997) describen en ambientes marinos
actuales estructuras idénticas a Gyrolithes realizadas con la actividad del crustá-
:eo laomediidae Axianassa australis. Por otra parte, también se han documentado
madrigueras espirales asignables a Gyrolithes que son el resultado de la actividad
de poliquetos capitéllidos, maldánidos y nereidos en medios estuarinos (Buatois
rtal 2005).

En el presente trabajo se da a conocer el primer registro del icnogénero


Gyrolithes en el Neógeno superior de Perú y, en particular, se discuten las implica­
ciones paleoambientales de la presencia de la icnoespecie Gyrolithes vidali encon-
Tada en el Mioceno Superior marino de la Formación Pisco (lea, Perú) que, hasta la
echa, únicamente había sido citada en el Plioceno Inferior marino del sector suroc-
nden tal de la Cuenca del Guadalquirvir (Palos de la Frontera, Huelva, SO España).
Marco geológico

La Formación Pisco fue depositado durante el más reciente de los tres


principales transgresiones marinas a lo largo de la costa sur del Perú (L. Brand et
al. / Journal of South American Earth Sciences 31 (2011) 414 - 425) en la cuenca
de Pisco.

Estas transgresiones produjeron una secuencia sedimentaria marina del


Eoceno al Plioceno, con una rica presencia de vertebrados fósiles, seguido por
los depósitos del Pleistoceno (de Muizon y DeVries, 1985; Marruecos y Muizon
de 1988; Dunbar et al, 1990;. Dávila, 1993 ). El Mioceno medio hasta principios
del Plioceno. La Formación Pisco está sustentada por la Formacion Chilcatay del
Oligoceno Superior a Mioceno medio (DeVries, 1998).

Estudios anteriores han proporcionado un marco general estratigráfica


de la Formación Pisco (De Muizon y DeVries, 1985). Carvajal y Poma (2002) mi­
dieron secciones adicionales. Pero los cambios de facies causaron dificultades en
la correlación entre las secciones medidas sin determinar unidades litológicas
asignables que representen las líneas de tiempo que une las secciones medidas.

Desde el punto de vista geológico, La Formación Pisco consiste en sedi­


mentos siliciclásticos de grano fino, principalmente arenas finas en las secuencias
inferiores (donde se hallan los ejemplares de Gyrolithes estudiados, junto con los
icnogéneros Thalassinoides (fig. 5) y Teichichnus, por debajo de la unidad M2) y
limos tobáceos y diatomáceos en las secuencias superiores con intercalaciones
de ceniza volcánica, conglomerados biogénicos y nodulos de fosfato, con un
grosor total de varios cientos de metros. Abundan las estructuras sedimentarias
asociadas a eventos de gran energía, incluyendo estratificación cruzada de tipo
hummocky y megaripples. Los contactos de las capas son en su mayoría netos y
planos. La bioturbación es escasa en los niveles inferiores de arenisca, siendo
más abundante en la capas suprayacentes de arenas y limos y prácticamente au­
sente en los limos diatomáceos y diatomitas suprayacentes. Las capas de arenas
y limos se caracterizan por su gran extensión lateral, y relativa uniformidad en
grosor (Brand et al., 2011).

Material estudiado y Metodología

Se determinó un número de capas como capa guía, con características


litológicas y / o paleontológicas definidas. En estas capas se marco con un GPS
las posiciones y alturas tomadas en intervalos sucesivos, y se determinó las fallas
y caídas de los sedimentos. Hemos marcado cada capa guía, seguido de un nú­
mero. La localización con el GPS también se etiqueto con letras y números. Las
fallas y pliegues fueron identificados a través de la sección. Se midió y describió
una sección en la formación Pisco en el valle de lea, desde el contacto con la For-
n ación Chilcatay cerca de Cerro Yesera de Am ara y Bruja en el norte del Cerro
31anco, cerca de Ocucaje (Fig. 2).

La sección en el valle de lea se com paró con los datos publicados y no


publicados en la bioestratigrafía de los moluscos, las diatom eas y otros fósiles, de
los que se dispone de dataciones radiom étricas.

Todas las m edidas fueron tom adas con GPS de la A m érica del Sur 69 de
referencia, los m apas producidos por el IN G EM M ET organización gubernam en­
tal peruana a veces utilizan los m ism os nom bres desde hace m ás de un m onte o
cerro. En nuestra área de estudio hay dos cerros blancos y dos cerros Ballenas.
Usamos el oficial al sur y al norte térm inos para distinguir a los m iem bros de
cada pareja.

Los ejem plares estudiados proceden del yacim iento situado en el área
conocida com o Cerro Yesera de Am ara, a 20 Km al Sur del distrito de de Ocucaje,
departamento de lea, en el Sur del Perú (Fig. 1).

Para la term inología descriptiva se ha seguido a M ayoral (1986), M ayoral


v Muñiz (1995,1998) y W etzel et al. (2010). Icnogénero Gyrolithes de Saporta, 1884
Gyrolithes vidali Mayoral, 1986. Ver fig. 3.

Diagnosis: Gyrolithes sin ram ificaciones y con una cám ara basal en la
parte inferior del sistema.

Descripción: m adrigueras verticales en espiral circular, con enrollam ien­


to tanto dextrorso como sinextrorso (Fig. 3A y B) con su eje ligeram ente desviado
de la vertical. La sección transversal es de subeireular a subelipsoidal, el diámetro
varía entre 3 y 4,5 cm, el núm ero m áxim o de vueltas es de 4 y la longitud m áxim a
observada para la galería basal horizontal es de 12 cm, su term inación es ciega
con m orfología de huso o fusiforme. El diámetro espiral varia entre 5 y 10 cm y el
espaciado intervuelta lo hace entre 1,5 y 3 cm, que am bos tienden a dism inuir en
sentido descendente, es decir, desde la prim era vuelta hasta la última. Las pare­
des son lisas y no se observa con detalle la existencia de ornam entación, pues la
mayoría de los ejem plares presentan una costra diagenética. El relleno es pasivo
y de arenas finas.

En la zona de Zam aca se observa un ejem plar de Gyrolithes donde se


aprecia la cám ara basal, y el avance en espiral con tres vueltas, el relleno está
formado por arenisca fina lim onitizada, (fig. 4)

En los Zanjones, área m as al oeste de yesera de am ara se aprecia un Gyro­


lithes definido por dos vueltas de espiral, (fig. 6), lo que nos m uestra una amplia
distribución geográfica de esta icnoespecie en la cuenca de Pisco.
Orlando Poma, Fernando Muñiz y Raúl Esperante

Discusión

I las La la fecha, el icnogénero Gyrolithes incluye nueve icnoespecies (ver


Mayoral y Muñiz, 1998, pág. 64) y que Wetzcl et al. (2010) agrupan tomando
como criterios el revestimiento de las paredes, el sustrato donde fueron realiza­
das y la asociación con otros icnogéneros. En este sentido, diferencian aquellas ic­
noespecies que presentan paredes con un revestimiento con pelets, como C. undo­
sas o G. ichnosp. indet. (ver Mayoral y Muñiz, 1998), que ocurren en sustratos
no cohesivos y en asociación con Ophiomorpha; y por otro lado, las icnoespecies
con un revestimiento muy fino o sin él, por ejemplo, G. mavylandicus, G. vidali, G.
variabilis típicas de sustratos cohesivos (icnofacies de Glossifungí tes) y en algunos
casos asociadas al icnogénero Tlialassinoides. En los ejemplares estudiados, la pre­
sencia de una terminación ciega, a modo de cámara, en la galería basal del siste­
ma hace que se relacionen con la icnoespecie G. vidali. La diferencia esencial con
respecto a los ejemplares del Plioceno de la Fm. Arenas de Huelva (SO España)
es la morfología final de la galería horizontal distal: en forma de huso (fusiforme)
en los ejemplares de Perú (Fig. 3A), mientras que en los de Huelva se observa un
notable ensanchamiento (Fig- 3 D).

Asimismo se encuentran presentes rasgos de bioturbación, corno thalasi-


noides, que indica la presencia de un sustrato firme en el momento de la forma­
ción, (y la existencia por tanto de organismos con sistemas de anclaje o fijación),
bioturbación vertical tipo skolitos y horizontales (indica un sustrato blando y un
ambiente profundo).

Implicaciones paleoambientales preliminares

Gyrolithes ha sido interpretado como una madriguera típica de medios


marginales (Gernant, 1972; Mayoral y Muñiz, 1995,1998; Buatois et al., 2005; Netto
et a i, 2007; Wetzel et al., 2010, entre otros) cuya morfología helicoidal representa
una arquitectura especializada como adaptación a medios con fluctuaciones se­
veras de salinidad (Buatois et a l, 2005). Los ejemplares de C. vidali estudiados se
asocian a niveles de arenas finas cuyas características litológicas, icnocenosis y
estructuras sedimentarias, sugieren un ambiente de deposición marino de aguas
someras en una bahía protegida.

Cuando el nivel del mar está en retirada en un evento de regresión mari­


na, el suelo oceánico queda con poco agua o ninguna, en este momento los inver­
tebrados marinos y otros litófagos excavan madrigueras en galerías horizontales,
en espiral, o perforan el sedimento. Por tanto estos icnofosiles son evidencia de la
retirada del mar en un evento de regresión marina.
Conclusiones

• Las características morfológicas de ejemplares de Gyrolithes permite asignar­


las a la icnoespecie G. vidali asociadas a un medio marino somero confinado
tipo bahía.
• Los icnofósiles estudiados definen un área de bioturbación en la secuencia
sedimentaria de la formación Pisco.
• Los icnofósiles registrados son indicadores de eventos marinos conocidos
como regresión y transgresión.
• Los icnofósiles registrados constituyen evidencia de actividad de invertebra­
dos marinos en momentos cuando el mar está en retirada, en estos momen­
tos los gusanos marinos y otros litófagos perforan el sedimento y/ o excavan
galerías horizontales o helicoidales.

Cerro Subm arino

'S i
C O LO M B IA
ECUADOR

★ Y e se ra de
A m a ra
PERU

BRASIL

BO LIVIA

CHILE

Fig. 1. Localización geográfica de la zona estudiada. A y B: vista aérea de la zona conocida como Yesera
de Amara; C: vista general del yacimiento con Gyrolithes vidali (foto F. Muñiz).
F

14-24'S I RoKJ
\ Fau»
Kxl>
v M on uro d
' MC5CM

**10000

14* 24* S

Fig 2 Mapa de las capas y las secciones medidas en el valle de lea, elaborado con las iotogia las
por satélite (a partir de Google Earth) desde el norte (Fig. 2a) a sur (Fig. 2c). L. Brand, et al / Journal
of South American Earth Sciences 31 (2011) 414 a 425.

Fie 3 A , B y C: ejemplares de Gyrolithes vidali estudiados en la Fm. Pisco (Perú) (Fotos F. Muñiz); GHoiobp'
de /hallado en la Fm. Arenas de Huelva (SO España) (Tomado de Mayoral, 1986, fig. 5, pag. 219).
i ir i ejemplares de Gyrolithes vidali estudiados en Zamaca, Fm. Pisco (Perú) (Fotos O. Poma); C:
i IhI>ti l|>o de G. vidali hallado en la Fm. Arenas de Huelva (SO España) (Tomado de Mayoral, 1986,
fig. 5, pág. 219).

1'if, '> ejemplares de Thalasinoides estudiados en Zamaca, Fm. Pisco (Perú) (Fotos O. Poma).
Fig.6 ejemplares de Gyrolithes vidali estudiados en Los Zanjones, Fm. Pisco (Perú) (Fotos O. Poma);

Referencias

Buatois, L.A.; Gingras, M.K; Maceachem, J.; Mángano, M.G.; Zonneveld, J.-P.;
Pemberton, S.G.; Netto, R.G. & Martin, A.J. (2005). Colonization of brackish-water systems
through time: evidence from the trace-fossil record. Palaios, 20: 321-347.

Dworschak, P.C. & Rodrigues, S. De A. (1997). A modern analogue for the trace fossil Gyrolithes:
burrows of the thalassinidean shrimp Axianassa australis. Lethaia, 30: 41-52.

Brand, L., Urbina, M.; Chadwick, A. DeVries, T. & Esperante, R. (2011). A high resolution stra-
tigraphical framework for the remarkable fossil cetacean assemblage of the Miocene/Pliocene Pisco
Formation, Perú. Journal o f South American Earth Sciences, 31: 414-425.

Gernat, R.E. (1972). The paleoenvironmental significance of Gyrolithes (Lebensspur). Journal of


Paleontology, 46: 735-741.

Mayoral, E. (1986). Gyrolithes vidali nov. icnoesp. (Plioceno marino) en el sector Suroccidental
de la cuenca del Guadalquivir (área de Palos de la Frontera, Huelva, España. Estudios Geológicos, 42:
211-223.

Mayoral, E. & Muñiz, F. (1995). Nueva icnoespecie de Gyrolithes del Mioceno Superior de la
cuenca de Guadalquivir (Lepe, Huelva). Revista Española de Paleontología, 10:190-201.

Mayoral, E. & Muñiz, F. (1998). Nuevos datos icnotaxonómicos sobre Gyrolithes del Plioceno
Inferior de la cuenca del Guadalquivir (Lepe, Huelva, España). Rei’ista Española de Paleontología, 13:
61-69.

Muñiz, F., Esperante, R. & Poma, O. (2011) La icnoespecie Gyrolithes vidali Mayoral 1986 en el
Mioceno superior de la formación Pisco (lea, Perú): Implicaciones paleoambientales. Paleontología i
evolució, Memória especial 5, 263-267.

Netto, R.G., Buatois, L.A., Mángano, M.G., & Balistieri, P. (2007). Gyrolithes as a multipurpose
burrow: An ethologic approach. Revista Brasileira de Paleontología, 10:157-168.

Wetzel, A.; Tjallingii, R. & Stattegger, K. (2010). Gyrolithes in Holocene estuarine incised-valley
fill deposits, offshore Southern Vietnam. Palaios 25: 239-246.
vnam a
v *m o i o i L N3 1 JL
Bcr'esh it 1 y 2: registro arm ónico, com plem entario y único, no
repetitivo ni contradictorio
M erling Alomía
Universidad Peruana Unión

Cuando Moisés escribió las palabras que Yhwh le reveló acerca de nues-
:ros orígenes en el Génesis, él no sabía que milenios más tarde su relato iba a ser
dividido en capítulos y versículos .1 Además, menos se imaginó que con el trans­
curso de los siglos se levantaría una escuela de erudición que con el pretexto de
establecer el texto original del Pentateuco, le negaría la legitimidad de su autoría
en cambio urdiría una teoría que relegaría sus escritos a un proceso redaccional
nexistente que imagina el ensamblamiento de supuestos documentos anónimos
aducidos como fuentes2 para la confección del Pentateuco .3 Desde los días de As-
rruc con sus "conjeturas "4 hasta los de Vernes 5 con sus "precisiones de la historia
jd ía" y finalmente Lemche en nuestros días con su supuesto "origen helenístico

1La división de los libros de las Escrituras en capítulos es un artificio didáctico que ocu-
~: 5 recién a mediados del siglo XIII cuando Esteban Langton (| 1228) dividió los libros del Nuevo
estamento en capítulos. Esta división fue adoptada por el cardenal Hugo de San Caro en 1226 en
^ Biblia Parisiense, y en adelante esta división fue aceptada por todos. Incluso la Biblia hebraica fue
_ idida siguiendo el sistema Langton-Caro. En cambio, la división de versículos la hizo primero el
minico Santes Pagnini (1470-1541) en su versión latina del AT y el NT en 1528. En 1551 Roberto
: Estienne introdujo una división propia en una edición griega del NT, y en la edición latina de
•ia la Biblia que él mismo hizo en 1555 dividió toda la Biblia, y además los apócrifos.
2Es harto sabido que la escuela alemana de K. Graf, A. Kuenen y J. Welhausen se encar­
aron de formular la denominada 1lipótesis Documentaría, según la cual la narrativa bíblica y en
-racial el Pentateuco muestran en estratos definidos la historia de su composición. Mediante las
lim adas fuentes / {jehovista), E (elohísta), D (deuteronomista) y P (sacerdotal) se inventó un "marco
-tórico" redaccional que fluctúa entre los siglos IX - IV y se impuso su perspectiva de modo arbi-
-irio al punto de ser hoy man- datorio en el ámbito de la erudición bíblica.
3 Jamás hubo consenso sobre la autoría de los documentos esgrimidos por los defensores
;a Hipótesis Documentaría, y la diversidad de supuestos autores de cada documento también
- tan variacio como los expositores, siendo uno de los más suigéneris el de Bloom y Rosemberg
. -lenes arguyen que el autor del "J" que utilizó el autor del Pentateuco —que a entender de los
. rensores de la denominada hipótesis documentaría es la mayor y más antigua fuente literaria del
r "tateuco— fue una mujer de la corte del rey Salomón. Ver Harold Bloom y David Rosemberg, The
o f] (New York: Grove Weidenfeld, 1990).
4 Jean Astruc, Conjecture sur les mérnoires originaux dont il paroit que Mose s'est serví pour
z -:voser le. Livre de la Genése. Avec des Remarques, qui appuient o ti qui éclaircissent ces Conjectures (Brus-
- Chez Fricx, 1753). Astruc aunque no negaba la autoría a Moisés sí le restaba originalidad al
5-cerir que utilizó "memorias originales" como fuente informativa para sus escritos.
5 Maurice Vernes, Précis d’historie juive les origins jnsqu'á l'époque persane (Ve siécle avant
O (París: Hachette, 1889). Vernes conjeturó que el tiempo propicio para la creación de los escritos
- -jr o testamentar ios fueron los siglos IV a II AC, debido a que en éstos florecieron las escuelas de
- .ogía en Jerusalén.
del Antiguo Testam ento"6 y Wesselius con su "origen de la historia de Israel"7 la
erudición bíblica liberal se ha esmerado en negar a Moisés originalidad e ingenio
literario, y de hecho, la inspiración con la cual él pudo registrar lo que se le reveló
en lo concerniente a nuestros orígenes. Durante las últimas tres décadas, y de ma­
nera especial en la última, la erudición se ha dedicado a esgrimir argumentación
sobre la "evidencia" helenística que sirvió supuestamente como base original del
relato mosaico. Junto con esto asumen que la historia del A 1, y en especial el Pen­
tateuco, por el simple hecho de estar en la Biblia no puede ser vista como historia
sino apenas como "discurso m ítico", y como tal todo el AT es descartado como
fuente histórica primaria. Esto, además de negar toda creatividad y originalidad
al escritor bíblico lo reduce a un mero reproductor mítico cargado de un patrimo­
nio de ahistoricidad absoluta. De hecho, como defiende Pfoh, los sucesos bíblicos
despojados ahora de todos sus elementos fantásticos e inverosímiles no sólo son
historia inexistente sino irrelevante,8 lo cual, a nuestro entender, deviene también
en la anulación de la importancia y trascendencia teológica del relato bíblico, inclu­
yendo la historia de nuestros orígenes.9 La imposición de estas asunciones es tan
abrumadoramente impositiva al quehacer académico bíblico que sin la aceptación
de ellas no hay credibilidad exegética al estudio bíblico realizado, a no ser como
ellos señalan "en algunos reductos fundamentalistas" donde los escritos bíblicos se

6Niels Peter Lemche pretende que el origen del Antiguo Testamento debe ser compren­
dido partiendo de vertientes helenísticas, debido a que a su entender, existiría una evidencia abun­
dante mostrando que el período formativo del pensamiento y literatura judío tempranos fue la era
helenística. Lemche hizo pública su teoría primero en una conferencia en Copenhague, (Dinamarca),
el 31 de marzo de 1992 la cual fue impresa como "Det gamle Testament som en hellenistisk bog"
Dansk teologisk tidsskrift 55 (1992) 81-101. Ésta fue traducida al inglés cormo "The Oíd Testament - A
Hellenistic Book?", Journal fo r the study o f the oíd testament 7:2 (1993) 163-93, en adelante fSOT. El
mismo artículo ha sido reimpreso en una versión aumentada en Lester L. Grabbe, ed., Did Mases
Speak Attic? Jeiuish Historiography and Scripture in the Hellenistie Period - JSOTSup, 317/ESHM , 3 (Slie-
ffield: Sheffield Academic Press, 2001), 287-318. Su artículo "How Does One Date an Expression of
Mental History? The Oíd Testament and Hellenism" en Grabbe, op. cit., 200-224 presenta la misma
argumentación sin precisar razones válidas para la suposición que esgrime con respecto al Antiguo
Testamento.
7 Wesselius afirma que el patrimonio de las historias del Pentateuco corres- ponde a
Heródoto pues cree ver en el relato bíblico el mismo patrón narrativo del autor griego. Así, para él
las historias "herodotianas" fueron el original de donde Moisés calcó la "Historia Primaria' de su
relato. Ver Jan-Wim Vesselius, "Disconti- nuity. Congruence and the Making of the Hebrew Bible",
JSOT 13:1 (1999) 24-77; ídem, The Origin ofthe History o f Israel: Herodotus' Histories as Blueprint for the
First Books o f the Bible - JSOTSup. 345 (Sheffield: Sheffield Academic Press, 2002).
8 Emanuel O. Pfoh, "Historia y teología en el Antiguo Testamento. O sobre la confusión
entre discurso historiográfico y discurso mítico", CuaTe 21 (2002) 27-40.
9 A nuestro entender, si el relato bíblico es sólo historia que no es historia, deviene igual­
mente que los escritos bíblicos contienen una teología que no es teología pues "para el pensamiento
racional" —como lo recalca Pfoh— "todas las premisas de la fe son falsas" (ibíd., 37). La teología se
sustenta precisamente en los hitos históricos donde los personajes históricos que registra la Biblia
han vivido por fe en el Dios de la Biblia. Así como "Dios no es Dios de muertos sino de vivos" (Mal
22:32), él tampoco es Dios de mitos sino de hechos históricos.
:man al pie de la letra .10

Estas suposiciones gestadas y desarrolladas dentro de la modernidad acadé-


:ca entre quienes desechan la autenticidad e inspiración de la obra del hijo de Amram,
¿5i como del resto de las Escrituras, convierten en la actualidad a Moisés en "escritor"
-•e una tradición histórica inexistente cuya legitimidad y originalidad más bien corres-
ronde a Heródoto de Halicamaso como padre de la historia bíblica veterotestamentaria
_"tes que a Moisés.11Sin embargo, al margen de tales imaginaciones,12el registro bíblico
s proporciona la evidencia de tener el relato de nuestros orígenes sin el artificio de la
2_visión de los capítulos uno y dos, sino en modo seguido total y completo, esbozado
: n el estilo mosaico propio y original que tuvo el ingenio de presentar un relato excep-
- onal yendo siempre de lo mayor a lo menor, de lo infinito a lo finito, de la totalidad a
: parcialidad, de lo general a lo detallado, de lo cósmico a lo terrestre, de lo trascendente
- lo inmanente, y siempre, enfatizando lo más saltante de lo que se le reveló y a su vez
. "adiendo detalles a su relato, según la inspiración le revelara, para desplegarlo en forma
: complementación descriptiva reiterada.15Y esta dinámica literaria aplicada en todo su
r .ato, fue esbozada por el autor siguiendo simplemente los conceptos retóricos antiguos
:ue la narrativa estilaba en sus días exponiéndolo en dobletes literarios.14

10 Ibíd., 31,
11 Emanuel o. Pfoh, "Entre Moisés y Heródoto: notas historiográficas sobre el Antiguo
- -tamentó como literatura helenística", Cuadernos de Teología 22 (2003) 46. en adelante cuate.
12 Albertz hace notar que la posición de Lemche de designar al ATy al Pentateuco como
■-.¡s helenísticas fue siempre "carente de evidencia histórica", y por otro lado "su argumentación
- : -infusa y decepcionante" y sobre todo dudosa. Igualmente, muestra que las mismas fuentes
: rusticas atestiguan la historicidad mosaica refutando la falacia de Lemche, y señala que éste al
<er jamás estuvo realmente "interesado en la historia israelita y judía, aparte de deconstruirla".
• rtz concluye que la propuesta de Lemche es simplemente retórica y señala de manera definitiva
. el AT no es un libro helenístico. Ver Rainer Albertz, "An End to the Confusion? Why the Oíd
~ - ament Cannot Be a Hellenistic Book" en Grabbe, ed., Did Mases Speak Atitk?, 30-46. En realidad,
ulta hilarante que, en palabras del mismo Lemche, su "hipótesis" al final sea tan sólo "un chiste"
- nunca debiera de haberse publicado", pero como ya fue pregonada, "aunque no es más que
- histe, podría de alguna manera estar más cerca de la realidad de lo que nos imaginamos" (Niels
~---r Lemche, "Hovv Does One Date an Expression of Mental History? The Oíd Testament and
enism," en Grabbe, op. cit., 223-224).
13 Este recurso literario es un arreglo consistente en relatos paralelos que narran un
"_ '.n o evento complementándose mutuamente de modo que ambos proporcionan el cuadro total
’ descrito, l’al fenómeno literario es común en las historias extra bíblicas egipcias, sumerias y
- Iónicas donde se mencionan los orígenes humanos. Ellas presentan el mismo rasgo distintivo
- - endo primero una descripción general y una específica. En realidad, esta manera de narrar los
r -odios descritos es una característica común en historiadores de antaño ya que por lo general los
~rotores antiguos tienden a damos relatos de los eventos en forma paralela. Como señala Kitehen,
: relación de un bosquejo-resumen general es más un relato detallado de un (o más) aspecto
- - or —con estilos que difieren para los dos relatos— es cosa común en los textos orientales anti-
. - . Kenneth A. Kitehen, Ancient Orient and Oíd Testament (Dowtiers Grave: InterVarsity, 1966),

u Duane A. Garrett, "The Documentary Hypothesis", Bible and Spade 6 (Spring, 1993) 41.
I
Vínculo unificador

Moisés comienza su relato en el ámbito cósmico con una cláusula abso­


luta que revela el poder infinito del Creador al iniciar la inconmensurabilidad
del universo y nuestro planeta: "En principio Dios creó los cielos y la tierra (Gn
i n Con laconismo merismático presenta los cuatro temas abarcantes y vil. •
involucrados en la creación: primero, el autor del prodigio de la creación a sa­
ber el Quién■secundo, lo abarcante y la inmensidad de esa obra, es decu el qin.
t e r c e r o e l método empleado por el Creador, o sea el cómo; y cuarto, el momento
cuanrio'él trajo a la existencia todo lo creado, a saber el cuando. Luego, subordin,
r a m e r a parte de su relato a esta cláusula magistral descendiendo del amb.lo
cósmico' al terrestre para describir la tarea divina desglosándola en una secuen-
“ bdomadal precisando el detalle de todo lo hecho por el artífice divino en
cada día por el mandato de su palabra. Primero, la luz; después, la tx j ai
(atmósfera); luego, los océanos, los continentes, y la infinidad
el señorío (dominio) de las lumbreras mayor y menor (el sol y la luna) como>leg
doras en el orbe entero del dia y la noche así como las estaciones, tan necesai , ,
p a r a la flora creada el día anterior; luego, la infinidad de los seres acuático y
volátiles -d e sd e las infinitesimales diatomeas y otros seres aun más diminu ■
hista las ballenas y desde los zancudos hasta los cóndores. Después, la multipli-
d d ld de sereTvivientes terrestres -d e sd e las microscópicas bacterias hasta los
dinosaurios - y finalmente, su obra cumbre, como especio única, llevando tanlo
el varón como la mujer la impronta de la imagen de su Cieado .

Entonces, habiendo acabado "los cielos y la tierra y todo el ejército de


ellos" (2-1) el cranYhwh reposa regocijándose con sus hijos en el día séptimo e
tb lecitn d o e s t día como monumento tangible de "toda la obra que había creado
v hecho"en esa semana (2:3).
I ueeo continúa la segunda parte del relato uniéndolo a un gozne literario
que se mueTC en cadencia r e s p e c tiv a y prospectiva recalcando de nucvo el ^
de la creación el cuándo de ella, sin olvidar el como y el que de la creación talcom
lo hace al inicio de todo el rela to . Si bien la primera parte muestra la a m p litu d c e
la creación en el ámbito cósmico y especialmente en el terrestre, la segunde ^
te muestra intencionalmente al misino Creador tomando interés personal al crea,
“ m u í Y sobre todo la humanidad. Por eso, en el 2:4, que es el gozne Ute­
rino recalca como en el 1:1 los mismos temas grandiosos de la creación. Estos son
los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Yliwh ios
hizo los ciclos y la tierra" (2:4).
Los "orígenes" (tóledót)15 de "los cielos y la tierra" (hcisamayírn16 wha'ares)17
—i.e., del universo entero— ocurrió cuando "fueron creados" (behib'are'am),w el
-:a (beyorny9 que "Yhw h Dios" (Yhwh ’Elohim) "hizo" ('asót)20 "la tierra y los
ríelos" ('eres wehasamayim ).21

Un paralelismo entre Gn 1:1 y Gn 2:4 nos muestra que ambas partes son
- rerdependientes y que tanto su introducción como su contenido descriptivo no
fe contradicen sino más bien se complementan.

15El término tóledót, traducido generalmente como "generaciones", designando genealo-


- 3 (Luis Alonso Schokel, Diccionario bíblico hebreo-españnol, 795, en adelante DBHE) o descendencia
* •illiam Van Gemeren, ed., New International Dictionary o f the Oíd Testament and Exegesis, 4:459, en
. :elante NIDOTTE), es también referido como "orígenes" (Nelson Kirst, et al., Dicionário Hebraico-
'tuguen & Ararnaico- Portugués, 265 en adelante, DHPAP) indicando inicio. El Génesis no sólo
. en ambos sentidos, señalando las descendencias patriarcales o introduciendo una determinada
-ración acerca de los descendientes de alguien, sino también indicando el inicio del universo.
"Los cielos, hasamayím, expresa el espacio celestial atmosfético así como el ámbito cós-
- co. Tanto en Gn 1:1 como en 2:4 "cielos" expresa la totalidad de universo entero como parte de la
.ación de Dios. El mismo término también es usado para indicar el espacio atmosférico que rodea
* _estro planeta. En este sentido es en la expansión abierta de los cielos donde se desenvuelven
rremente los seres volátiles creados en el quinto día.
v/ Ha'eres, "la tierra". Tal es el nombre dado desde sus comienzos a nuestro mundo. Abar­
a totalidad del planeta entero.
18 La frase M iib af’am, "cuando fueron creados" usa el verbo bar a', "crear". Éste es usado
_ el relato de la creación y en el resto de la Escritura como acción exclusiva de Dios. Su uso se
Eringe a las accioiies propias de la Divinidad. Especialmente en lo que se refiere a una creación ex
ihilo o a algo singular que es decisión u obra exclusiva de Dios.
19 El uso de ifyóm, "en el día", es indicador del momento en general cuando Dios creó el
: verso entero. Es un eco directo de Gén 1:1, no es el detalle cronológico previo señalando cada día
- ia semana de la creación.
20'as6t, "hizo". El verbo ’asah, "hacer" es intercambiable con bara, e indica las acciones
rr .->pias de Dios como Creador y Hacedor del universo.
21 En la frase "la tierra y los cielos", 'eres wehaSamaytm, se expresa la totalidad del universo
tero abarcando todo lo creado por Dios en el ámbito terrestre y en el celestial o cósmico. Tal
-rendimiento no era propio sólo en el pensamiento del Israel antiguo (Gn 1:1; Sal 115:15; 121:2)
-o en toda la extensión del ACO (R. C. Van Leewen, "b'ar'a”, NIDOTTE 1: 728- 730). En realidad
expresión "cielos y tierra" no solamente puede ser ampliada de modo diversificado (i.e., Éx 20:11)
-o que la realidad cósmica universal es expresada incluso en diversas expresiones tripartitas (Éx
- 4; Sal 135:5). L. 1. J. Stadelmann, The Hébrexo Conception O'l the World. A Philological and Literary
.Ay - AnalectaBiblica 39 (Roma: Pontifical Biblical Study, 1970), 1-3, 9-10.
On 1:1 v:i1)/-r «'
Cuándo:
beresit - en el principio = beyom - en el día
Cómo:
bar'a - creó = 'asah - hizo
Quién:
'elohhn -Dios =rr>nbK mrr> - Jehova Dios
Qué:
sarnayim wha'eres - cielos y tierra = 'eres wsamayirn - tierra y ciclos

Una mirada más atenta a ambos versículos nos muestra que Gn 1:1 co­
mienza mencionando al Creador seguido de su obra, en tanto que Gn 2:4 se inicia
con la mención de la creación seguida por su Creador. De esta manera tolcót,
los "orígenes", hace eco a bereSit, "en el principio", como momento de inicio de
toda la obra del Creador en todo el ámbito del universo. El autor enfatiza de esto
modo que la materia no es eterna, es decir, Los cielos y la tierra no son eternos,
tienen un comienzo. Ellos llegaron a existir de la nada - ex n ih ilo - al ser creados
por Yhwh Dios el día que él los hizo. Los dos verbos utilizados para describir su
obra creadora, son expresados en todo el relato de manera intercambiable, siendo
bara', "crear", usado exclusivamente como actividad divina, es decir, el hombre
no crea, crea sólo Dios.

Sin embargo, teniendo en cuenta el inicio del relato, en el 2:4 al proseguir


la segunda parte del relato, se añade un énfasis al Quién y al cuándo, recalcando que
el Creador tiene un nombre propio, Yhwh, además del genérico universal,'elohím.
Él es el Creador absoluto de nuestro mundo junto con el universo entero, samayini
u fha'ares, "cielos y tierra". Los cielos y la tierra no son eternos; se originaron (tóle­
dót) por creación, bara' —concepción y diseño— y hechura, asali, —formación y
ejecución - personal de Yhwh Dios, el único Creador de todas las cosas.

No obstante, este arreglo paralelo del "Quién", "cuándo", "como" y que


de la creación precediendo a la semana de la creación es en ambos casos seguido
por la mención —también paralela — de una triple situación de improductividad
y vacuidad de la tierra antes de la semana de la creación, la cual es descrita en
ambas partes del relato con tres oraciones que hacen eco del estado previo del
planeta antes de la labor creadora de Dios en el período hebdomadal.
Gn 1:2 Gn 2:5-6
a. la tierra estaba desolada y vacía a. planta del campo (sit hasedeh no
tohü ivabohü) había(terem yihyeh) en la tierra (’erets
b. oscuridad (hoseq) estaba sobre la faz b. yerba del campo ('eseb hasedh) no ha­
del abismo ('al peny tehom) bía brotado (yitsemah) pues Yhwh Dios 1
no había hecho llover (ki l' himetír Yhwh
'elohim) y ningún hombre había [weadan
'ein], para labrarla)
z. el espíritu de Dios (rüah ’élohim) se c. un vapor ('ed) subía de la tierra e
movía sobre la superficie de las aguas irrigaba la superficie del suelo ('et-cal-
Jal-fené hamcnm) fen e ha'adamah)

Resulta también notable que en la segunda parte del relato (cap. 2), la
descripción de lo creado en la tierra se torna más focal al señalar la región del pla­
ceta donde el Creador decide establecer el hogar de los que llevaban su imagen,
el huerto en Edén. Aquí, sin olvidar que está relatando sucesos correspondientes
al inicio de las cosas en el universo y en este planeta, recalca la forma cómo el
nombre y la mujer fueron creados como iniciadores de la raza humana. En la
rrim era parte del relato describe cómo se inició el universo y en especial nues­
tro planeta; en la segunda parte el relato continúa diciéndonos cómo se inició el
r'.aneta nuestro y en especial la raza humana. Así, Moisés añade tam bién cómo
d tohü loabohu tras haber sido ordenado y llenado a plenitud y con variedad, era
zúcialmente mantenido no por lluvia sino por un fenómeno hidrológico peculiar
— una neblina, 'ed — que es descrito como emergiendo de la tierra para completar
La hidratación del suelo en un circuito que iniciado en el Edén se repartía en una
red tetrafluvial para irrigar la cuenca primigenia, e igualmente con efectividad
rzsio el ámbito terrestre .22 Además, debe notarse que en ambas partes se enfatiza

22 Debe tenerse en cuenta que Gn 2:5-6 presenta también una situación que ha era parte
¿el plan de Dios para los seres humanos, pero que les fue reservada como juicio correctivo. Allí
i. autor hace notar que los arbustos y las plantas aparecidos como la labranza de la tierra (i.e.,
á ta le s y cereales) resultantes de un cultivo e ingenio horticultor y agrícola fueron posteriores a la
-Taación primigenia del planeta. La labor ardua del hombre para arrancar la producción de la tierra
-cmbrando plantas para su sustento vino después del pecado al igual que la lluvia. Al comienzo la
-via no había caído aún porque las condiciones hidrológicas primigenias la hacían innecesaria.
íx Walter M. Booth, "¿Son los días de Génesis 1 literales o no literales?", Theologika 19 (2004) 37. La
r-ebla" y los ríos bastaban para la irrigación no sólo de la hoya edénica sino de "toda la faz de la
_erra" tal como lo indica Gn 2:6. La traducción de Alonso de los versículos 4b-6 de Gn 2 —"Cuan­
- : el Señor Dios hizo la tierra y cielo, no había aún matorrales en la tierra, ni hierba en el campo,
r rrque el Señor Dios no había enviado lluvia a la tierra, ni había hombre que cultivase en el campo
sacase un manantial de la tierra para regar la superficie del campo" (Biblia del Peregrino) — enfa­
d a una situación totalmente ajena a la primigenia, es decir, recalca que aún no había gente que
-embrara o que cavara un pozo para proveerse de agua para regadío; y por otro lado, acentúa la
r.raación futura, después del pecado y hasta ahora vigente, señalada parentéticamente por el autor,
:rae el hombre afrontaría para su supervivencia en su condición de pecado. Dicho de otro modo, el
que los cambios en la naturaleza dependen de la acción de Dios. En la primera
parte, el "espíritu de Dios" es el agente que cambia la superficie de las aguas. En
la segunda parte, aunque el hombre labraría la tierra, el Cieadoi e s t a b le c ió la
subida del vapor desde el mismo suelo para irrigar la tierra vestida y labrada, y
eventual mente él mismo haría llover en la superficie terrestre.

Dicho de otro modo, en la primera parte del relato, Moisés señala que
del universo creado en el principio, con respecto a nuestro planeta, el mismo
Creador escogió el momento para proceder a ordenarlo y llenarlo siguiendo un
proceso concebido y diseñado por él en una semana. El relato se concentra en lo
hecho en el planeta para volverlo habitable para todos los seres creados incluyen­
do al hombre. En la segunda parte, el relato restringe el panorama centrándose
a describir lo hecho por Dios al preparar el rincón del planeta donde Adán y
Eva lo habitarían como su hogar. En la primera parte, se relata en forma breve y
general la creación del hombre y la mujer como parte culminante de la secuencia
de todo lo creado en el orbe entero. En la segunda parte, se detalla la creación de
la primera pareja humana como parte especial de la creación de nuestro mundo.
En ningún momento la descripción se desliga del relato en sí ni del propósito o
de la acción del Creador y ambas partes culminan destacando la importancia del
hombre como creación de Dios. Pero sobre todo, el relato entero exalta de modo
expreso al Creador antes que a su creación.

En realidad este paralelismo introductor en ambas partes del relato total


de la creación, no es casual sino evidentemente intencionado de modo que quien
lo lea perciba no relatos contradictorios sino descripciones coincidentes y com
plementarias de un solo macro evento: la creación. Esto nos pone ante la realidad
de un historiador que en su relato no necesita poner punto final a su exposición
panorámica descrita en la primera parte de su relato (Gn 1), sino más bien se da
el lujo de presentarnos un "primer plano" detallado en la segunda parte de su
narración (Gn 2 ),23 pero enfatizándolo de diferente modo.

El hecho de que en la primera parte del relato (Gn 1) el autor exponga


la secuencia cronológica de la obra creadora siendo vegetación, aves, animales,
hombre y mujer, no le impide que la segunda parte (Gn 2), mencione ampliando
el informe, que lo creado en el mundo haya incluido hombre (el varón), vegeta
ción, animales, mujer; ya que en la primera parte no sólo enfatizó lo creado sino

autor establece que originalmente el suelo desolado y desprovisto de vegetación fue debido a que
en un comienzo no llovía ni había cultivo y añade que tras la semana de la creación las condiciones
de riego eran ni de lluvia ni de regadío agrícola. Aquí, el énfasis no es en una descripción de la con
dición de la tierra inmediatamente después de la semana de la creación, sino más bien, señala que
esa situación agobiante reinante en la experiencia actual del hombre no existía en el principio. Elle
acaeció después y la razón de todo eso es el pecado que es descrito después.
23Leland Ryken, The Litemture ofthe Bible (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1974), 37
el orden cronológico de la obra. Sin embargo, en líneas generales se tiene que
destacar que aquí no se tiene un ejemplo de repetición incompatible. Se tiene un
ejemplo de un bosquejo estructural de la creación como un todo, seguido por un
enfoque detallado sobre el último punto del bosquejo: el hombre. Lo cual, como
lo señala Kitehen, es artificio muy común en la literatura hebrea y el no recono­
cerlo, es rayar en "el oscurantismo ".2,1

Teniendo en cuenta todo esto y mucho más, resulta evidente que el autor
bíblico prefirió presentar la primera parte del relato (Gn 1:1-2:4) estructurándola
tej*ún el orden cronológico, en tanto que en la segunda parte (2:5-25) prefirió
•uloptar un orden lógico y tópico .-25 Luego, considerando esto, el orden de los
im'ontecinnientos, él mismo prefirió ponerlos como están; primero como fueron
apareciendo y luego destacando algo complementario de lo que ya había creado
I Ños.26 Así, el relato es suplementado complementariamente.

Esta realidad complementaria es destacada con propiedad por Orr quien


>«n.ila con acierto que aunque ambas partes del relato de la creación difieren en
perspectiva, de ningún modo son contradictorias sino más bien quedan ligadas
Milu más estrechamente como complementarias.

. . . En cuanto al comienzo de las cosas, cuán constantemente se alega que 'te­


nemos dos relatos contradictorios de la creación' . Es cierto que las narracio­
nes de Gn i-ii.4 y cap. ii.4ss son muy diferentes en carácter y estilo, y que
contemplan la obra de la creación desde perspectivas diferentes. Pero, no
son contradictorias. La segunda narración, tomada para sí misma, comienza
abruptamente, con una referencia manifiesta a la misma: "El día que Jehová
I )ios hizo la tierra y los cielos" (v. 4). Es, en realidad, un nombre equívoco
hablar del capítulo ii como un relato de la "creación en absoluto", en el mis­
mo sentido del capítulo i. No contiene un relato de la creación ni de la tierra
ni del cielo, ni del mundo general de la vegetación; su interés se centra en la
creación del hombre y de la mujer, y todo en la narración es contemplado
desde este punto de vista .27

n K. A. Kitehen, Ancient Oríent and the Otd Testament (Chicago: InterVarsity Press, 1966), 116.
v‘ Víctor P. Hamillon, Handbook o f the Pentateuch. Genesis, Exodus, Leviticus, Numbers, Dente-
irnunii/ ((Jrand Rapids: Baker Books House, 1982), 21.
“ Como señala Kitehen, "lo mismo puede decirse del orden de los acontecimientos". En
• m ' i') im) hay justificación explícita en el texto para suponer que la creación de los animales aquí
ii'in I u r inmediatamente antes de que fueran nombrados (esto es, después de la creación del
• |ih>), Lil cosa es eisógesis, no exégesis. El equivalente apropiado en castellano para el primer
• 11mi en Gn 2:19 es el pluscuamperfecto (" .. . había formado"). Así, desaparece la dificultad acerca
l>I Miden de acontecimientos. Kitehen, Ancient Orient and Oíd Testament, 118.
wJames Orr, The Prablem o f the Oíd Testament (New York: Charles Scribner's Sons, 1917),
Mh V1,7

*
Por décadas la interpretación bíblica ha tenido que soportar la absurda
imposición de una suposición académica que asume que los dos primeros capí­
tulos de Génesis son el resultado de dos supuestas fuentes - P y J —provenientes
de épocas distintas y conteniendo perspectivas teológicas contrarias. Sin embaí go,
la falacia de esta asunción ha sido cada vez más revelada en las últimas décadas.
Así lo demuestra, por ejemplo, Shea al señalar que en Gn 1 los días de la cieación
son presentados de manera progresiva siendo los días tres y seis los que exhiben
la mayor productividad (vegetación) y población (animales y humanos). Luego
estos puntos focales del tercero y sexto días han sido de nuevo arreglados en Gn 2,
donde aparecen no como mera repetición sino de una manera más plena de modo
que el autor bíblico les da un toque prominente continuo .28 Doukhan por su parte
haciendo un estudio de la estructura literaria de la historia de la creación en Gn 1:1­
2:3 y 2:4-25 muestra que ambas, lejos de ser composiciones diferentes, son más bien
descripciones complementarias que presentan una narración correlativa esbozada
en siete secciones, estando la segunda parte (2:4-25) basada en la estructura de la
primera (1:1 -2:3). C o n s e c u e n te m e n te , ambas partes del relato exhiben un numero
de similitudes en su estructura literaria que no hacen sino indicar fuertemente e
producto de un solo autor ."29

Hess señala por otro lado, que esta característica de composición exten­
dida es utilizada hábilmente por el autor bíblico en otras partes del Génesis tales
como en las genealogías. Esto no hace sino mostrar naturalmente que la creación
sea en la primera parte referida en forma amplia y luego en la segunda tome el
asunto principal de la creación, el hombre, pero concentrándose en su creación, su
ayuda idónea y su hogar, resaltando en ambas secciones la creación del hombie.

Notablemente, Kikawada al estudiar comparativamente en las historias


extra bíblicas los orígenes humanos, encuentra también que los relatos sumerios
y babilónico son narrados en dobletes demostrando que en la literatura de estos
pueblos se estilaba la presentación de este modo. Así, los mitos de Enki y Ninma
tal como el de Atrahasis presentan el mismo rasgo extensivo, dando primeio una
descripción general y luego una específica .31 En realidad, "los escritores antiguos

28 William H. Shea, "The Unity of the Creation Account", Orientalin 5 (1978) 9-38, ver
especialmente las páginas 17-19.
2- ver Jacques B. Doukhan, The Genesis Mistan/. Its Literary Structure (Berrien Springs:
Andrews University, 1978).
™S. Hess, "Genesis 1-2 in its Literary Context", Tynilalc Bulletin (1990) 143-153
311. M. Kikawada, "Double Creation of Mankind in Enki and Ninma, Atrahasis 11 -351,
Y Genesis 1-2", Iraq 45 (1983) 43-45; I. M. Kikawada y A. Quinn, Before Abraham Was: / he Unity of
Genesis 1-11 (Nashville: Abingdon Press, 1985), 38-40.
BVeshít: I y 2: registro armónico, complementario y único, no repetitivo ni contradictorio

tienden a darnos relatos de los eventos en forma paralela."32

Mathews por su parte entiende que los dos primeros capítulos del Gé­
nesis lejos de ser incompatibles, rebosan de compatibilidad y señala que el capí-
lulo segundo es más bien una expansión del primero con el propósito definido
de magnificar lo que aconteció con la familia humana. ''' Igualmente Younker, al
estudiar Gén 2 como posible segundo relato de la creación, que los dos primeros
capítulos del Génesis lejos de ser contradictorios o de diferente autoría más bien
exhiben una naturaleza unificada e integrada .14

En realidad, la primera parte del relato (Gn 1) concluye con la certifica­


ción de la excelencia que Dios hace de la creación en la tierra al finalizar el sexto
día, "vio Dios que todo lo que había hecho... era bueno en gran manera"(Gn
1:3 I). Sin embargo, el relato completo de la creación no concluye aquí pues éste
s«' extiende hasta el capítulo dos. Los tres primeros versículos del segundo capí-
lulo completan el flujo del relato registrando lo ocurrido en el séptimo día de esa
Hcmana. Gn 2:1-2 establece que la creación no estuvo completa en este planeta
hasta que Dios termina su tarea creadora en el séptimo día. "Y acabó Dios en el
íiéplimo día la obra que hizo". El versículo tres nos informa lo que implica el sép­
timo día en la creación, pues, además del descanso divino en él, al "bendecir" y
"santificar" este día, el Creador estatuye para siempre el séptimo día corno único
illa de descanso para la humanidad celebrando la creación del mundo y recono­
ciendo al autor de la creación en este día. El mismo Creador afirma más tarde que
lal como las otras cosas creadas en los días anteriores este día fue hecho también
por causa del hombre" (Mr 2:27). Es decir, todo lo que Dios creó en el mundo fue
para beneficio de la humanidad, incluyendo el séptimo día.

Así, lo relatado en el segundo capítulo de Génesis es un complemento


necesario y adecuado del primer capítulo pues amplía el relato de la creación ha-
i leudo de ambos complementarios en vez de contradictorios pues hay "unidad
en la estructura y mensaje de Génesis 1-2".Vl En Génesis 1 y 2 lo complementario
lejos de ser contradictorio es más bien parte integral del relato total de la creación.

12Duane Garret, " The I )ocumentary I Iipótesis", Bible and Spade 6 ( 1993) 41.
31 Kenneth A. Mathews, Génesis I 11:26 - NAC (Nashville: Broadman cSc Hulmán Publis-
Iiith, 1996), 191.
MRandaIl W. Younker, "Genesis 2: A Second Creation Account?", Creation, Catastrophe &
i altuiry. Wliy a Global Flood Is Vilal lo the Doctrine o f Atonement? (I lagerstown: Review and I lerald
rnbllshing Ássociation, 2000), 77.
:,r' Duane Garret, Retliinking Genesis (Grand Rapids: Baker Books House, 1991), 195.
Merling Atomía

Los nombres divinos: "Elohim y Yhwh

La unidad e integralidad del relato resulta además reforzada con la ma­


nera peculiar con que el autor exalta al Creador presentándolo en un estilo lite­
rario propio de su tiempo y sobre todo con el propósito específico de mostrar
con cada nombre divino un aspecto del carácter del autor de la creación. Payne,
señala correctamente que "en Génesis 1-2:3': 'Elohim es "el Dios trascendente de
la creación", pero en Génesis 2:4-25 es "Yhwh, el Dios inmanente en creación", el
que "connota la cercanía de Dios, su cuidado por el hombre y su revelación de su
pacto redentor".36 De manera que en la primera parte del relato —el primer ca­
pítulo de Génesis— aparece la trascendencia absoluta del Creador omnipotente
bajo el nombre genérico de Dios, 'Elohim; en cambio, en la segunda parte —el se­
gundo capítulo de Génesis— el Creador es presentado por su nombre personal,
Yhwh, en total inmanencia con quienes recibieron la imagen y semejanza de su
Creador como sello distintivo de su naturaleza humana.

Cassuto ha demostrado fehacientemente que en el relato de la creación


los nombres divinos, lejos de indicar alguna fuente usada por el autor en la com­
posición del libro, ellos son complementarios y que "los nombres Yhwh y 'Elohim
señalan aspectos diferentes de su actividad o las maneras diferentes en que él se
revela a los hijos de los hombres".37 Él precisa además que:

. . . en Génesis uno, Dios aparece como Creador del universo físico y como Se­
ñor del mundo, ejerciendo dominio sobre todas las cosas. Todo lo que existe
está ahí debido a su solo mandato, sin contacto entre Él y la naturaleza. . . en
la historia del huerto del Edén encontramos a Dios como Gobernante moral
debido a que Él impone ciertas normas sobre el hombre. . . En otras palabras,
que el Dios del mundo ético no es otro que el Dios del físico, que el Dios de
Israel es el Dios de todo el universo, que los nombres de Yhwh y 'Elohim seña­
lan sólo a dos aspectos diferentes de su actividad, o a las maneras diferentes
en que él se revela a los hijos de los hombres.38

Esta distintividad del carácter de la Deidad descrita por el autor del Gé­
nesis mediante el arreglo gramatical diseñado con el uso de los nombres divinos,

36 B. Payne, “Yhwh", en Laird Harris, et al., Theological Wordbook of the Oíd Testament
(Chicago: Moody Press, 1980) 1:212, en adelante 7WOT.
37Umberto Cassuto, The Documentan/ Hypothesis (Jerusalem: The Magness Press, 1961), 33.

38Ibíd., 32,33. Cassuto, siendo él mismo hebreo, señala que incluso en el hebreo moderno
el empleo de los nombres de la Deidad es el mismo, pues afirma:" . . . actuamos con precisión en
nuestra elección de palabras: empleamos el Tetragammaton [Yhwh] cuando tenemos en mente la
idea tradicional judía de la Deidad, el nombre 'Elohim cuando queremos expresar el concepto filosó­
fico o universal de la Deidad", Ibíd., 30.

-
eságualmente señalada por Archer quien precisa que el empleo de Yhwh y 'Elohtm
en el libro del Génesis revela el propósito que el autor tuvo en mente al escribir
la 'historia de la creación. Con 'Elohtm señala a Dios como Creador y Señor todo­
poderoso del universo, en tanto que con Yhwh precisa a Dios en compromiso de
pacto. Por eso, en Gn 2 el nombre de Yhwh es empleado casi exclusivamente ya
que Dios trata con Adán y Eva en relación de pacto.39

Por otro lado, el mismo Cassuto, enfatizando que el empleo de dos o más
pombres divinos de ningún modo es indicación de más de un autor, sino tradi­
ción literaria general propia del ACO, señala:

La situación es necesariamente tal como es. No se trata de un caso de


disparidad entre diferentes documentos, ni tampoco de una amalgama
de textos separados; cada autor hebreo se sentía compelido a escribir así
y a emplear los dos nombres de esta manera, debido a que el significado
primario de ellos, la tradición general del antiguo Oriente, y las normas
gobernando el empleo de los nombres divinos a lo largo y ancho de toda
la literatura hebrea, lo demandaban.40

La realidad de esta norma gramatical estilada por los escritores del ACO
w*que por cierto no era desconocida por el autor del Génesis, pues la emplea con
toda propiedad — al hacer uso de los nombres divinos en los pueblos circunve­
cinos de Israel, está igualmente registrada en la documentación extrabíblica a lo
largo y ancho del ACO. Gordon ha señalado con propiedad que los documentos
Ugaríticos muestran la misma usanza y del mismo modo, los egipcios en su do-
n imentación no son ajenos al uso de nombres diferentes o compuestos para sus
divinidades.41 Igualmente Kitchen, con estilo propio señala la inconsistencia de
Ioh defensores de la hipótesis documentaría frente a la documentación del ACO
en .relación a los nombres divinos compuestos tanto en Egipto como en Mesopo-
Inmia.

Con relación a términos múltiples para designar deidades compárese el


uso de tres nombres, un epíteto fijo y el nombre común "dios" dado al

39Gleason Archer, Jr., A Survey ofOíd Testament Introduction (Chicago: Moody Press, 1964),
112,
40Cassuto, The Documentan/ Hypothesis, 41.
41Cyrus Gordon, un destacadísimo erudito en los estudios ugaríticos, expresa su expe­
riencia personal sobre este tema al señalar que en sus años de erudición previa, jamás dudó de la
hipótesis JEDP hasta que la realidad ugarítica y egipcia destruyó su lógica acariciada para ella. Él no
p i l a en decir: "Todo esto es admirablemente lógico [la documentación y secuencia JEDP] y duran-
tü flflos nunca he puesto en tela de juicio. Pero mis estudios ugaríticos destruyeron esta especie de
IflHicn con hechos relevantes". Cyrus H. Gordon, "Higher Criticism and Forbidden Fruit", Christia-
lllll/ Today, November 23,1959,4:131-133.
Bfcfel
I •
dios Osiris en la estela de Berlín de Ikhenofret: Osiris, Wennofer, Khent
amentiu, "Señor de Abidos" (Ne-'Abdju', y nuter, "dios" (d. 'Elohim en
hebreo). Pero a ningún egiptólogo se le ocurriría inventar "Osirista",
"Wennoferista", " Khentamentista", "Neb-'Abdujista" y "Neuterista"
como designaciones de fuentes documentales para hacer un paralelo con
las Yahwista y Elohísta de los estudios del Antiguo Testamento. Ikheno-
fret muestra lo que podría ser tomado como "prolijidad" de expresión,
pero, es bien cierto que esta inscripción conmemorativa fue redactada
(como una unidad), tallada y erigida al cabo de unas pocas semanas, e
incluso unos días, de los acontecimientos con los que se relaciona prin­
cipalmente, y. no tiene una "prehistoria" literaria de varios siglos a sus
espaldas y en "manos" de redactores y conflación. Esto se aplica a otros
textos, unos pocos de ellos citados aquí, y muchos más que no se citan.
Además, tal como en Egipto, en Mesopotamia aparecen igualmente múl­
tiples nombres divinos. Podríamos citar a Enlil, llamado también Nu-
mamnir en el prólogo de las leyes de Lipit-Ishtar, y en el prólogo de las
leyes de Hammurabi tenemos a Inanna-Ishtar-Te-litum y Nintu-Mama.
Tres deidades llevan nombres dobles en la denominada epopeya de la
creación (Enuma elis). El mismo fenómeno puede ser observado en Ca-
naán, la antigua Arabia del sur, y entre los hurritas e hititas.42

Así, los nombres de Dios en los dos primeros capítulos de Génesis, le­
jos de indicar diversas fuentes utilizadas por el autor ni mucho menos diver­
sos autores, son indicadores del ingenio y prolijidad con que el autor usó los dos
nombres divinos como recurso literario para presentar la realidad teológica de la
trascendencia y la inmanencia del carácter del Creador. Primero, como Dios eterno,
todopoderoso, infinito y trascendente expresado en el nombre genérico, 'Elohim; y
luego como el Dios personal, infinitamente misericordioso y amante expresado con
el nombre personal y propio de él, Yhwh. En realidad, los nombres de Dios en los
primeros capítulos del Génesis, además de ser en primer lugar indicadores de dos
aspectos diferentes de su carácter y divinidad son también dos maneras diversas
de su revelación a la humanidad. Dicho de otro modo, los nombres de Dios en
los primeros capítulos del Génesis, además de ser en primer lugar indicadores del
carácter trascendente e inmanente del Creador en relación con su creación, son tam­
bién indicadores del talento literario del autor al engarzar de esa manera notable
este concepto teológico peculiar en el relato. No pudo haber un modo más pleno de
revelársenos el doble aspecto de la divinidad al mostrarse a la humanidad tal como
es, como un Dios Creador eterno y todopoderoso, y como un Dios personal capaz
de amar y comunicarse personalmente con quienes son su "imagen y semejanza".

Pero, además, los nombres divinos en Gn 1 y 2, son también indicadores de

42 Kitchen, Ancient Orient, 121-122.


EE1
¿una realidad propia de la época en todo el ámbito del ACO al dirigirse a sus deida­
des, la cual también es utilizada con propiedad y absoluto derecho por el autor del
pénesis. Todo esto, de hecho, en conjunto señala más bien la unidad del libro así
como a un sólo autor.

Una lectura detenida de Gn 1 muestra que Dios —'Elohim— para crear habla,
ordena y "los cielos y la tierra", "las cosas y los animales", "la naturaleza entera", apa­
recen de la nada al mandato del Creador; de allí que el salmista encuentra sólo natural
decir "por la palabra de Dios fueron hechos los cielos y la tierra y por el espíritu de su
boca el ejército de ellos; porque él habló y fue hecho, mandó y existió" (Sal 33:6,9). En
Gn 2, Dios el Creador, Jehová Dios —Yhwh'Elohim— creando, pacientemente "hace",
"da forma", "sopla", "planta", "hace dormir (anestesia)", "toma, saca (una costilla
de Adán)", "cierra (sutura la herida)", y "construye". Todos estos verbos, además
de otros, indican una actividad de intercalación muy estrecha entre el Creador y sus
criaturas humanas en los primeros momentos del arribo del planeta a su existencia,
mostrando, como ya se mencionó, a un Creador plenamente Inmanente para con sus
(Criaturas que reflejan su imagen.43 En otras palabras, en Gn 1 la vida humana es des­
crita como una parte de los propósitos de Dios para su universo entero. En Gn 2, Dios
aparece como actuando en favor del hombre y su bienestar. Primero "como el Crea­
dor y Señor más distante", después, "como el más cercano paternal Dios del pacto,
Jehová Dios"44 Como señala Doukhan, en ambas partes hay más bien un "contraste
en armonía" y si bien es cierto que hay diferencias, éstas más bien apuntan hacia una
relación entre ambas y hacia el significado. Mientras la primera parte (Gn 1), "describe
una creación con un énfasis universalista —Dios es trascendente. El énfasis es puesto
en la creación como un todo en el cual el hombre ocupa un lugar entre otras cosas".
En cambio, la segunda parte (Gn 2) "trae hacia nosotros particularmente la creación
del hombre —Dios es inmanente. El está cerca del hombre".45

]Puesto en términos de entendimiento coloquial, el cuadro que los dos primeros ca­
pítulos del Génesis nos proporciona de Dios es único; ambos son indicadores de dos
pBpectos de actividad o de las maneras diversas de revelación a los seres humanos. En
Gn 1 Dios es el Creador nuestro, en Gn 2 es el Padre nuestro. Y este cuadro se proyecta
®n el resto del Pentateuco y de las Escrituras en forma más explícita hasta que ese Dios
Inmanente se encama, y encamado es "una cosa" con el mismo Creador.

43Young señala acertadamente: "el Dios antropomórfico de Génesis 2 'modela', 'sopla',


jfplanta', 'pone', 'toma', 'forma', 'cierra', 'edifica'. Pero los críticos tienen un argumento totalmente
superficial. Con su mente finita el hombre no puede expresar ideas acerca de Dios excepto mediante
■Mteopomorfismos. El capítulo 1 de Génesis expresa a Dios en términos igualmente antropomórficos
CDino 'llamó', 'bendijo', 'deliberó' (versículo 26 'hagamos'). Dios 'obró' durante seis días, y luego
fnposó"', E. J. Young, An Introductwn to the Oíd Testament (Grand Rapids: W. E. Eerdmans, 1949), 51.
44David Atkinson, The Message ofGen 1-11 - The Bible Speaks Today (Leicester: InterVarsi-
ify Press, 1990), 55.
45Doukhan, The Genesis Creation History, 51.
Merling Momia

El jardín de Edén

La erudición ha recurrido constantemente a los mitos mesopotámicos tra­


tando de explicar el origen del episodio del Edén, sin embargo, el acervo literario
del ACO no ha provisto aún algún relato paralelo en todas sus narraciones.46A lo
largo de los siglos también una diversidad de sugerencias se han postulado para
la identificación del lugar del jardín sin considerar que el cataclismo devastador
del diluvio barrió con todo vestigio del lugar. Al parecer fue Josefo el primero
que registró su interés en la localización del Edén47 y los comentadores se han
concentrado mayormente en la mención de los ríos de la primigenia cuenca edé­
nica y algunos han tratado de relacionarlos con algunos ríos importantes de la
actualidad48 Todas las sugerencias que han intentado e intentan la localización
del jardín del Edén no tienen en cuenta que las condiciones geográficas originales
cambiaron totalmente con el cataclismo universal del diluvio, lo cual incluye a
los ríos con sus respectivas cuencas, de modo que es imposible determinar cual­
quier lugar o región prediluviana.

El relato establece que Dios mismo separó un lugar para la primera pa­
reja humana. Es un huerto, "en Edén al oriente", gan-lf'eden miqqeden (2:8). Evi­
dentemente, el huerto fue un lugar geográficamente céntrico y privilegiado en
una vasta región del planeta recién creado. De allí partía un río, cuyo nombre no
fue preservado, que luego de recorrer los límites del huerto se dividía en cuatro
ramales irrigadores del resto de la tierra. Los nombres de los ríos, coincidentes
con algunos de la actualidad, evidentemente fueron preservados en el recuerdo
de los sobrevivientes del cataclismo diluviano quienes denominaron a los actua­
les con esos nombres remotos. Así sucede en la actualidad con los colonizadores
modernos quienes no tienen mejor perspectiva que la de reeditar los nombres de
su viejo terruño en las nuevas tierras que colonizan o conquistan.

El texto refiere que la flora del huerto era grandemente variada y exu­
berante tanto ornamental como comestiblemente. Simplemente dice que había
"todo árbol delicioso a la vista y bueno para comer" —kol-'ets nehmacL lemar'eh
wetov lema- 'akal (2:9). Había además dos especies botánicas únicas, el "árbol de
la vida", 'ets hahayyim (2:9) y el "árbol del conocimiento del bien y del mal", 'ets

46Mathews, Genesis 1-11:26,184.


47Ant 1.3.38.
48 Así por ejemplo a comienzos del siglo pasado, Abright argüyó que el Edén estuvo en
el lejano oeste y que el Pisón y el Gihón eran el Nilo azul y blanco respectivamente. W. F. Albright,
"The Location of the Carden of Edén", American Journal ofSemitical Languages 39 (1922) 15-31. En
cambio a fines de la década anterior, Sailhamer afirma que "para el escritor del Pentateuco, el jardín
del Edén estaba localizado en la tierra prometida" y además recalca que todo el relato de la creación
está restringido a la tierra prometida a Abraham. John H. Sailhamer, Genesis Unbound. A Provocative
New Look at the Creation Account (Sisters: Questars Publishers, 1996), 220.
p hada 'at tov wara', (2:9) los cuales estaban en medio del huerto.

En el huerto la primera pareja humana tendría un hogar, su centro de


trabajo y su estadía de por vida. El texto establece que el Creador puso (Hif.
nwh) a Adán en el huerto de Edén "para que lo labrara y lo guardase" —le abedah
ul‘samerah (2:15). Cada actividad realizada por Dios con el hombre demuestra
una interconexión personal y de confianza mutua. Al poner a Adán en el huerto
el verbo nwh implica seguridad,49 pues su uso siempre está vinculado con un
Jugar de tranquilidad y seguridad.50 Lo que resalta aquí es la manera personal
Cómo Dios no solo provee un lugar para ellos sino la forma personal cómo los
I VÍnstala" en el huerto. Por otro lado, las actividades mencionadas son explícitas,
"labrar y guardar". El verbo labrar ('bd) implica "trabajar, servir" y en este caso
al indicarse en forma acusativa el lugar donde deberá ejecutar la labor el signi-
- flcado es "labrar",51 o cultivar el huerto. Esto junto con el verbo guardar (smr)
que im p lica "tener un cuidado especial sobre", o "hacer algo diligentemente" 52
1' significa que la primera pareja humana tenía una tarea específica que cumplir en
til huerto de manera que la belleza y el arreglo del jardín dependía también de
í IU empeño, dedicación, cuidado e ingenio. De hecho, el oficio más antiguo de la
humanidad es registrado con claridad en Génesis 2 el cual es la agricultura, junto
con sus derivados incluyendo la jardinería.

La esplendidez, variedad y provisión abundante de este huerto único53


fue ejecu tad a d e tal m odo que él reflejaba no solo el gusto estético del Creador,
lino la bondad característica de él al proveer para sus criaturas todo lo necesario
para la fe lic id a d d e la primera pareja humana. No solo en todo cuanto les prove­
yó sino en lo q u e le s restringió. Como lo concibe Stott:

La provisión dada a A dán y Eva era perfecta. Ellos no carecían de nada


en el Jardín del Edén. Dios sabía que su felicidad dependía en disfrutar
de aquello que él dio y de abstenerse de lo que les prohibió. Su perm iso y
su prohibición fueron establecidos para compartir tanto su bondad como
su am or.54

49L. J. Coppes,"nwh", TWOT2:562.


50J. N. Oswald, "nwh", NIDOTTE 3:57
51W. C. Kaiser, "'bd", TWOT 2:639.
52E. Hartíey, "ámr", TWOT 2:939
53La misma palabra 'eden está relacionada con la abundancia que colmaba el huerto. La
llmología más cercana (ya su vez más antigua) es el arameo 'eden que aparece en la inscripción
I Tell Fekheriye proveniente del siglo IX AC, con el signifi- cado de "abundancia". F. C. Fenshan,
Pile Term 'dn in Keret 14:32-34 (KTU 1.14:11:32-44) and a Few Other Occurrences in Ugaritic Recon-
¡íered", JNSL15 (1989) 89.
54R. W. Stott, "The Subtlety of Satán", Ciencia Tomista 9 (1965) 743.
m
El h o m b re y la m u je r

Los d o s p rim ero s capítulos d e G énesis exp o n en de m anera ex p lícita el


o rig en d e la hu m anid ad . Los m itos co n los cu ales in d u d ablem en te estab a fam ilia­
rizad o el au to r d el G énesis m encionan vagam en te algo d el o rigen d el h o m b re. En
éstos se d a a en tend er qu e los seres h u m anos aparecen p o r decisión ap resu rad a
de la d eid ad su p rem a qu e a exigencia de dioses reb eld es q u e n o qu erían trabajar
crean al h o m b re co n u n sino irreversible d e m iseria y servid u m bre. S in em bargo,
en todos e llo s la creació n de la m u jer e s to talm en te ignorad a. E l relato d el G én e­
sis d escarta sim p lem en te los m itos con trad icién d o los d e plano afirm an d o q u e el
orig en h u m an o es totalm ente distinto. Su s orígen es no son n i sin iestro s n i m enos
cap rich osos; se inician co n los p rop ósitos, diseñ o y obra d e u n D ios tod o p o d ero ­
so y am a n te q u e es Yhw h 'Elohim. A d em ás, la creació n de la m ujer o cu p a u n lugar
de p riv ileg io ; ella al igual que su co n so rte tam bién llev a la im agen d e su Creador.

Y a en el cap ítu lo 1 m u estra cóm o fue cread a la raza h u m ana. El registro


establece q u e n ad ie obligó n i exigió a D io s en su d ecisió n de crear al h o m b re. La
D eidad tras realizar tod a la creación p reced en te se d etien en y ju n to s d elib eran la
form a có m o p ro ced erán al crear el nuevo ser. So b eran am en te d ecid en crearlo a
im agen y sem ejan za suya a fin d e crear el nu evo ser. Soberan am en te p ro ced en a
crearlo a im agen y sem ejanza su ya co n el p ropósito d e qu e este n u ev o ser señoree
sobre toda la creación h ech a p rev ia a él (Gn 1:26). Y así lo h icieron ('sh) creánd olo
(br') en pareja; crearo n (br') al p rim er varón y a la prim era m u jer, y lo s crearon
(b r') llev an d o am bos la im agen y sem ejanza d e su C read or (1:27). N o es casual
el trip le uso d el verbo crear en el v ersícu lo q u e reg istra la creación d el h om bre.55
D io s m ism o establece qu e la estirp e hu m ana llev e co m o patente d e su creación
su im agen y sem ejanza; es d ecir, su g loria in co rru p tib le qu e n o es "se m eja n z a de
h om bre co rru p tible, n i d e aves, d e cu ad rú p ed o s y d e rep tiles" (cf. R o 1:23) —y
d e h ech o ni de hom ínid os56 n i d e gusanos.57 E l lin aje h u m an o n o se o rig in ó de la

55Von Rad puntualiza que el triple uso de bara' en el 1:27 da a este verbo su significa­
do más abarcante y su clímax, pues a su entender, aquí se muestra el blanco al cual apuntaba la
creación desde Gén 1:1. Gerhard von Rad, Genesis. A Commentary (Philadelphia: Westminster Press,
1972), 57.
56La larga lista de "homínidos" que la teoría de la evolución insiste en presentar como
parte de la parentela humana preadánica es cada vez más confusa y variante. Cada nuevo hallazgo
les complica su cronología y su árbol genealógico. Por otro lado, los esfuerzos que hace la evolución
teísta para propagar su interpretación pervertida del Génesis, alegando que "la Biblia no establece
en términos inequívocos que Adán y Eva fueron los progenitores físicos de todos los miembros de
la raza humana de nuestros días" (Douglas C. Spanner, Biblical Creation and the Theology afEvolution
[Exeter: Pater- noster, 1987], 57-59) es cada vez más atrevida e incluso aceptada en ámbitos teológi­
cos evangélicos.
57Una de las más recientes sugerencias evolucionistas sobre el origen humano es la del
paleontólogo chino Shu Degan de la Universidad de Xian (provincia septetrional de Shaanxi - Chi­
na), quien asevera descender de un remotísimo gusano prehistórico, con lo cual piensa también re-
casualid ad fortu ita de u n o rig en selectivo n atu ralista n i tam p oco su rg ió gracias
a u n a evolución caren te de d iseñ o y h u érfan a d e propósito. A d án y E v a n o están
de n in g ú n m o d o em p aren tad o s co n e l llam ad o hom o sapiens;58 éste, e s p u ra im a­
g in ación resu ltan te de m entes q u e han o p tad o d ese ch a r e l relato de la creació n
com o el registro v erd ad ero d el o rig en h u m ano , en cam bio p refieren v ag ar e n la
arid ez esp ecu lativa d e su vano p en sam ien to en ten eb recid o .59

En el cap ítu lo d o s el cu ad ro n o v a ría n i e s o tro c o n resp ecto al o rig en


del h om bre. H ay sí a m p lia ció n d e la re feren cia escu e ta d e la p rim era p a rte (o el
cap ítu lo an terio r). A llí se relata có m o el C read o r p ro ced ió e n la crea ció n d e a m ­
bos. Siem p re a p a re ce la form a có m o D ios h a p referid o p ro ced er e n su creació n ,
en d o s etap as o m o m en to s si se prefiere. T a l co m o a la sem a n a d e la cre a ció n en
nuestro m u n d o p re ce d ió la creació n d el u niv erso en tero (G n 1:1-2), a la cre a ció n »
de la m u jer p reced ió la d el varó n . G n 1 n o s in fo rm a q u e lo s seres h u m a n o s fu e ro n
cread os en el sex to d ía en form a sep arad a y d iferen te d el re sto d e la crea ció n ; G n
2 registra có m o fu e ro n crea d o s en ese m ism o día u n o d esp u és d el o tro y sep a ­
radam ente, p e ro p e rte n ecién d o se u n o al o tro en esp ecie h u m a n a y en v ín cu lo
m atrim onial. D e lo co n tra rio , A d á n h u b ie ra en co n tra d o e n a lg u n a o tra esp ecie
nlgo q u e se le p a re ciera ; p o r o tro lad o , al traerle el C re a d o r a E v a él n o p u d ie-

brttlr la enseñanza evolucionista tradicional que pretende que el hombre proviene de alguna especie
animal vertebrada. Ver "El Comercio", [Lima], lunes 7 de abril del 2003, b ll.
58 Resulta inconcebible que los mismos evangélicos no estén seguros de sus orígenes.
Kldner, un exégeta evangélico reconocido, considera incluso a la evolución perfectamente compati­
ble con la Biblia (Derek Kidner, Genesis: An Introduction and Commentary - Tyndale Oíd Testament
( 'ommentaries [London: InterVarsity Press, 1987], 28,48). Archer, otro destacado comentador
t'vnngélico de las Escrituras, al exponer sobre la antigüedad de la raza humana, asevera que con
M'lación "al problema del Pitecántropo, del hombre de Swascombe, del hombre de Neanderthal y
demás... parece mejor considerar que todas estas razas fueron pertenecientes a una época anterior
ti Adán" (Gleason L. Archer (hijo), Reseña crítica de una introducción al Antiguo Testamento [Gran
Hnplds: Publicaciones Portavoz Evangélico, 1987], 218-219). Afortunadamente en medio de esta
ÍDntroVersia, sin embargo, Sailhamer afirma: "Durante el siglo pasado los científicos han desente-
H'mlo y estudiado los restos de criaturas no-humanas, pero, de apariencia humana las cuales dice
Id ciencia que habitaron en una época muy remota. Por un tiempo se creyó que éstos eran restos de
Antecesores inmediatos de los seres humanos. Aunque muchos todavía sostienen que estas criaturas
ft*presentan 'parientes distantes de los seres humanos, no es posible más sostener que ellos estaban
fVÍRClonados directamente a los humanos modernos. Ahora sabemos que la última de estas criaturas
dfinpareció de la escena repentina- mente y sin dejar ninguna descendencia conocida. No importa
t|U6 clase de criaturas fueran ellos, ahora podemos decir con alguna confianza que esas criaturas
lio fueron los antecesores genéticos inmediatos de los seres humanos. Si su progenie estuviera viva
Imy, ellos no serían seres humanos. Ellos desaparecieron sin dejar rastro alguno, tal como los seres
lllimnnos aparecieron en la escena sin ningún rastro. Hoy día la ciencia y la Biblia coinciden que los
•Mifü humanos no descienden de ninguna forma conocida de criaturas 'pre-humanas': No hubo una
in/u de humanos 'pre adánica'" (Sailhamer, Genesis Ünbound, 171).
59La realidad de estas concepciones es presentada por Pablo con un lenguaje muy
|it>i'liliar. Él las denomina como "elucubración resultante de razonamientos pletóricos de necedad
V huérfanos de sabiduría" (cf. Rom 1:22-23). Y el mismo Pablo también precisa que esto es como
ftllllindo de haber abandonado la verdad revelada por el mismo Dios.
ra haberla reconocido como "carne de su carne y hueso de sus huesos"—decir,
como una de su misma especie— si no hubiera sido como él, vale decir, si no se
le asemejaba a él mismo con la misma imagen y semejanza que él tenía. Por otro
lado el asombro, aceptación y reconocimiento de Adán ante ella es categórico.
Él espontáneamente la llama "varona" ('issah) por su semejanza a él y su origen.
Solo ella podía ser compañera del "varón" (TsJ como verdadera 'issah, "varona",
por el resto de su vida.

Debe recalcarse que el registro bíblico establece que el hombre y la mujer


no iniciaron su existencia como "criaturas celestiales" sino como criaturas terres­
tres. Ambos fueron hechos del polvo de la tierra no de polvo estelar o extraterres­
tre. Igualmente su vínculo biológico está fuera del cuadro animal que le precedió
en la creación. Tanto los datos de Gn 1 como de Gn 2 detallan la diferencia explí­
cita de la raza humana en el mundo biológico. En Gn 1 se señala cómo el Creador
puso la impronta distintiva de su imagen en la primera pareja humana creada, y
en Gn 2 se recalca la imposibilidad de un vínculo bestial con la humanidad al no
encontrar el mismo Adán "pareja apropiada para él" en ninguna "bestia, ave de
los cielos y todo ganado del campo" (Gn 2:19-20). La raza humana solo fue com­
pleta cuando el Creador mismo sacando una de las costillas de Adán formó a la
mujer como "ayuda idónea para él" —'ezer kenegdó60 (Gén 2:18,21, 22)—, la cual
recibió también en su ser la impronta distintiva de la imagen divina (Gn 1:27).
Además, debe señalarse que sólo el hombre y la mujer recibieron el toque perso­
nal de la mano del Creador al ser creados. Todos los demás seres fueron creados
por el poder de su palabra. El hombre y la mujer en cambio fueron formados por
la pericia de sus manos y por la destreza de sus dedos, de modo que cuando el
Creador culminó su obra maestra pudo con todo derecho decir de ellos "para
gloria mía los he creado, los formé y los hice" (Isa 43:7b).61

Faltaríamos en algo dejando de mencionar la importancia que el relato de


la creación del Génesis da a la mujer en su rol de "ayuda idónea". Mientras que
en las teogonias del ACO se menciona apenas de paso la creación del hombre,
la mujer es totalmente ignorada; el Génesis, en cambio, recalca la importancia de
ella. En primer lugar, el registro establece que la soledad no estaba en el designio
de Dios para la sociedad humana. Dios creó al ser humano como un ente sociable
para compartir con otros seres humanos relaciones de sociabilidad. En segundo

60 La expresión ’ezer kenegdd, "ayuda mutua para él", tiene una connotación especial en el
relato de la creación. Tal como el hombre aparece por designio y hechura personal de Dios (Gn 1:26
y 2:7) la mujer igualmente es creada por designio y hechura personal del Creador (2:18,22). La frase
"idónea para él", lit. "semejante a lo que está frente a él", indica una correspondencia entre el varón
y la mujer.
6ILa expresión de Isaías "para gloria mía los creé, los formé, los hice" en un contexto de
redención y creación es igualmente aplicable a la creación de Adán y Eva en el contexto de creación
y satisfacción plena de la Deidad por la creación de la primera pareja.
ESI
lugar, esta sociabilidad debía ser construida a partir de la unión de la pareja con
la cual ambos compartirían no solo relaciones sexuales, sino dimensiones espiri­
tuales, intelectuales y emocionales. La sociabilidad, además se fundamenta en el
hecho de que ambos compartían la misma igualdad humana ausente en el resto
de la creación. En cada aspecto la mujer comparte los mismos rasgos de persona
como lo es el hombre. El relato se centra en la igualdad de los dos en términos
de su constitución esencial. Como portadores de la imagen divina, tal como se
muestra en 1:26-28, aparte de los roles sexuales asignados a ambos, la igualdad
del varón y la mujer está incluso por encima de todo.

El hecho de que la mujer sea llamada "ayuda", implica que ella era una
-Compañera indispensable sin la cual el propósito divino para la raza humana era
Imposible que se cumpliera. El término "ayuda" en el concepto veterotestamen-
tario está en estrecha relación con el apoyo y sustento.62 Ella formaba una parte
Integral en el plan de Dios. Lo que el hombre carecía ella completaba. Sólo ella
podía hacer posible la bendición dada a la raza humana de poblar la tierra ya que
Adán no podía hacerla "solo". Ella más que todo era una socia junto con Adán
en el proyecto emprendido por Dios al crear este mundo. Sin ella, el mundo era
yertamente bueno. En cambio, con ella el mundo se convirtió en "bueno en gran
manera". Mathews señala acertadamente que si hay algo que destaca el Penta­
teuco con relación al término "ayuda" (’ezer) es la dignidad especial que implica
íí quien es señalado como tal.63 De hecho, en el relato del Génesis 1-2 el hombre
y la mujer son simultáneamente los primeros esposos, marido y mujer. Parte del
plan divino para la raza humana era el establecimiento de hogares humanos,
los cuales se formarían cada vez que el hombre dejara a "su padre ya su madre
para unirse a su mujer a fin de ser una sola carne" (Gn 2:24). Dos principios son
manifiestos en tomo a esta institución. El primero es sutilmente indicado por
Kidner quien señala que "el 'dejar' precede al 'unirse'; y el matrimonio, nada
menos precede a la relación sexual". 64 El segundo se refiere a la naturaleza y
durabilidad de la unión matrimonial, la cual es monógama y de por vida. Así lo
Mtablece quien unió a la primera pareja. La poligamia y el divorcio no forman
parte del propósito original para la raza humana. Éstas apenas pueden ser tolera­
das por Dios debido a la "dureza del corazón humano pervertido (Mt 19:8)".65 La

62E1 mismo término es usado para indicar la ayuda que Dios daba a su pueblo frente a
Hll« enemigos (Sal 121:1-2; 124:8). Igualmente, Moisés es mencionado como "ayuda" de Dios para la
Idroa de liberación de su pueblo frente al faraón (Éx 18:4). Así, según el modelo divino. En el caso de
|j|mujer, sin ella como "ayuda" el propósito final de la creación era inalcanzable. Más que una mera
Hyudante, ella era "asociada" en el proyecto iniciado por Dios en la creación de este mundo.
63 Mathews, Genesis 1,214.
64Dicho de otro modo, la nueva pareja, al "unirse deben dejar el hogar y antes de acostarse
IDmo marido y mujer deben primero casarse" (Kidner, Genesis. An Introduction and Commentary, 66, n. 1).
65Lo indiscutible del principio monógamo del matrimonio es manifiesto en la unión esta­
blecida por el mismo Creador, el relato no permite otra clase de unión. Esta a su vez es certificada
unión en "una sola carne" en la unión matrimonial no es meramente sexual, ella
incluye la participación por igual de las dimensiones espirituales, intelectuales y
emocionales de la pareja.66

Resulta demasiado claro en el relato, que Moisés al registrar la creación


de la raza humana, establece que el matrimonio no se inició según los cánones
que la antropología o la sociología evolucionistas han elucubrado. Fue el mismo
Creador que unió "en una sola carne" a la primera pareja humana que Él creó
estableciendo las bases de esa unión que forma el hogar. El "hueso de mis huesos
y carne de m i carne" (Gn 2:23) expresa una relación no solo de pertenencia mu­
tua sino también de franqueza e intimidad total entre ambos, manifestado en el
hecho de que ambos deben dejar a sus padres para vivir en relación de marido y
mujer (cf. Gn 2:24). Por otro lado, esa franqueza e intimidad total de la pareja es
tal "que aun estando desnudos no se avergonzaban" (3:25).67 Es decir, hay una
entrega y cariño mutuo de plenitud total manifiesta en ambos hasta el clímax en
la intimidad de sus relaciones, que desde luego son lícitas al hombre y la mujer
solo en el estado matrimonial, el cual debe ser perenne, tal como el mismo Jesús
lo recalcó, "lo que Dios juntó no lo separe el hombre" (Mat 19:6).68

Conclusión general

Tal es el registro de la creación de nuestro mundo como está registrado


en los dos primeros capítulos del Génesis, por encima de lo que la erudición
bíblica esté dividida-en sus disquisiciones tocante a la composición del relato de
la creación de nuestro mundo. La suposición de que los dos primeros capítulos
del Génesis son dos relatos diferentes y contradictorios de la creación es tan arbi­

por Cristo al declarar que la unión conyugal es algo establecido por Dios mismo "en el principio"
con lazos indisolubles los cuales no deben ser separados por el hombre. Ver C. F. Keil, Commentary
on the Oíd Testament in Ten Voluntes, 1:90. Tanto el divorcio como, la poligamia son una adulteración
y prostitución del plan divino original establecido para la felicidad de la raza humana.
66La plenitud de esta unión concebida según el entendimiento judío es de esta manera:
"El que no tiene esposa existe sin bondad, sin compañera, sin gozo, sin bendición, sin satisfacción...
sin bienestar, sin plenitud de vida... Por cierto el tal reduce la representación de la imagen divina
[sobre la tierra]", Genesis Rabba 17:2, citado en N. M. Sama, Genesis, JPS (Phüadelphía: The Jewish
Publication Society, 1989), 21.
67 La idea de que nuestros primeros padres andaban en el huerto desnudos al igual que
los demás animales, es sólo una fantasía hasta cierto punto morbosa incentivada por cada artista
que imagina de manera irreal la situación original de la primera pareja humana. Si así fuera, ¿qué
sentido tiene que se percataron de haber perdido su vestido original? O ¿qué diferencia hacía que el
Señor los vistiera después de la entrada de pecado?
68 En estos tiempos cuando la sociedad posmodema busca desunir lo que Dios juntó y
pugna por unir lo que jamás puede unirse en matrimonio, conviene recordar que las realidades
y los principios matrimoniales establecidos por Dios al principio fueron para defensa del hogar y
felicidad de la raza humana.
traria como las hipótesis que busquen sustentar tal suposición. Tratar de dividir
líi historia de la creación en dos relatos separados y discrepantes es desvirtuar el
fcropósito de la historia de los orígenes y negar el genio del autor de ese relato.
De hecho, incluso la división actual del relato es artificial ya que nunca fue ésa
la intención del autor de este relato. Los así llamados capítulos 1 y 2 del Génesis
ion un artificio jamás existente en los propósitos del autor bíblico. Cuando él lo
tlcribió lo hizo con el propósito de que ambas partes fueran tornadas en con­
junto, es decir, uno como parte integral de la otra. No es posible tener un cuadro
Completo de la historia de la creación de nuestro mundo sin la descripción de la
primera parte (Gn 1) ni mucho menos vislumbrar la totalidad de la creación sin
los detalles revelados en la segunda parte (Gn 2). Esto es claramente visto en el
relato a medida que uno progresa en la lectura seguida desde el 1:1 hasta el 2:25.

Primero, declara que el universo por más distante que esté de nosotros o
por más cercano que sea a nosotros tuvo su origen con el Creador y, el Creador y
Artífice de todo cuanto vemos y nos rodea es Dios, cuyo nombre es Yhwh. Es de­
cir, cada cuerpo celeste en toda la vastedad cósmica inconmensurable del univer-
lo infinito, así como en este planeta, como parte de este universo, fue creado por
Dios. No hay atisbo alguno ni siquiera insinuado de panteísmo alguno. Dios es el
autor absoluto de su creación tanto al iniciarla (Gn 1:1) como al acabarla (2:1,4).

Segundo, el detalle de la creación del universo (Gn 1:1) no nos es pre-


lintado porque no forma parte de nuestro interés primordial; es suficiente con
líb e r que Dios es el Creador del universo. La primera parte del relato (Gn 1:1-
2:4) menciona cómo se inició todo en el universo: las estrellas, el sol y la luna que
nos alumbran, nuestro mundo, el suelo donde deambulamos, la vegetación que
lioi alimenta, los animales que nos rodean y benefician y el género humano que
lo domina todo. El hábitat que nos es familiar, al ambiente en el cual nos move­
mos, vivimos y somos. Sin olvidar que el ciclo semanal iniciado desde entonces
Culmina con el séptimo día, el sábado, el cual forma parte de esa totalidad que
Dios creó para beneficio y bendición plena de la humanidad. La segunda parte
(Gn 2:5-25), abunda en mayores detalles de nuestro hábitat y del interés que el
Creador puso en la humanidad al realizar su creación.

Tercero, el relato en cada aspecto nos muestra la facilidad con que el


Creador realizó su obra creadora en el universo y en nuestro planeta. Él no se
Nfuerza ni menos se cansa. Hizo nuestro mundo tan fácilmente como hizo el res-
lo de su creación. "E l mandó y existió" (Sal 33:9b) o como lo establece el mismo
Génesis: "dijo y fue hecho" (Gn 1:3a, 6a, 14a, 24a). Nadie se le opuso o contendió
i on él. Todo lo hizo libremente de acuerdo a sus propósitos, designios y diseño
propio. Su palabra creadora y poderosa trajo a la existencia todo cuanto existe.

Cuarto, la vida en este planeta es descrita en variedad multiforme y cada


Ambito de ella es mencionada en un orden establecido por el mismo Creador sea en
el ámbito vegetal, en el ámbito animal o en el ámbito humano; Él estableció que sea
"según su especie". No hay especie alguna prebacterial, prebotánica, preanimal, ni
mucho menos algún espécimen prehumano o preadánico. En ambas partes (Gn 1
y Gn 2) el relato es claro, no hay vida alguna antes del tercer día de la semana de la
creación. El relato tampoco da lugar para algún eventual trasplante de vida extra-
terrestre. Las aguas, la tierra, e incluso el aire se poblaron de seres vivientes cuando
Dios inició su existencia, y al comenzar la vida humana el Creador la origina de
manera peculiar a fin de que ésta sea "su imagen y semejanza" (1:27).

Quinto, la "especie humana" es vista en ambas partes del relato como algo
especial cuya creación y hechura son destacadas más que la de ninguna otra parte
o especie de la creación. No hay lugar en absoluto para una vida humana o semi­
humana antes del sexto día de la semana de la creación. En la primera parte del re­
lato (Gn 1) se relata su resemblanza con la "imagen de su Creador". En la segunda
parte (Gn 2) se resalta cómo el Creador se relaciona con su "imagen" creada.

Sexto, la manera cómo procede Moisés en su relato es siempre yendo de


la descripción mayor al detalle menor, de la lejanía a la cercanía, de la vastedad
inconmensurable del espacio infinito del universo a lo restringido y mesurable de
la tierra, de lo macro a lo micro, de lo general a lo particular. Lo hace a manera de
repaso y recuento para destacar detalles que no deben pasar por alto o para clarifi­
car que deben tenerse en cuenta en mayor profundidad. En toda esa descripción es
descartada de manera absoluta alguna posibilidad de evolución naturalista para el
origen de la vida en nuestro planeta y muy particularmente de nuestros orígenes.

Séptimo, la belleza, la plenitud y abundancia del mundo creado fue ubé­


rrima y universal. Sólo dos especies botánicas no crecían en todo el orbe, o a lo
mucho estaban restringidas a un sólo lugar: "el árbol de la vida [que estaba] en
medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal" (Gn 2:9). Cuando
Dios ordenó, "produzca la tierra hierba verde. . . y árbol que dé fruto" (Gn 1:11),
ciertamente en toda la faz de la tierra germinó hierba verde y "todo árbol delicio­
so a la vista para comer" (Gn 2:9). Es decir, apareció toda la flora ornamental y
comestible en todo su esplendor, madurez y variedad.

Octavo, la descripción no da lugar a suponer que al final del relato el


mundo era incompleto, malo o imperfecto. La vida en cualquiera de sus catego­
rías —vegetal, animal y humana—apareció repentina, completa y madura sin
vestigio alguno de imperfección o sujeta a mejora por evolución. Por el contrario,
el sello de perfección es evidente ya que la supervisión del propio Creador de­
clara a la obra terminada como "buena en gran manera" —tóv me'od— (1:31). Lo
que hoy equivaldría a decir "calidad total". Sin embargo, cualquier ISO,69 actual o

49 Sigla de la International Standard Organization (Organismo Internacional de Estánda-



Suturo, queda demasiado corto al compararse con la excelencia inicial de nuestro
Inundo al salir de las manos del Creador.

Noveno, el relato que comienza en los orígenes cósmicos, pasa al terrestre


y de éste al humano. Ya en la primera parte del relato (Gn 1), se establece que Dios
creó al género humano a su imagen, varón y hembra (1:27), para señorear sobre
todo lo creado en este mundo (1:26), y con el potencial de extender su propia es­
pecie (1:28). En la segunda parte (Gn 2), añade el detalle de fueron creados tanto el
hombre como la mujer (2:7,21-22), el propósito por el cual fueron creados ambos
Í2;l8-20), el ámbito donde son colocados (2:8), las obligaciones de las cuales son
Responsables (2:16,17), las labores que precisaban realizar en su huerto-hogar (2:8,
15), y la forma cómo deben empezar las relaciones matrimoniales así como su se­
riedad y durabilidad (2:24). Se concentra en el origen del género humano iniciando
U hogar, la familia y la sociedad.

Dicho de otro modo, el autor del Génesis presenta con sencillez, sobriedad
y talento inigualable los orígenes de todo y el nuestro diciendo: Así comenzó el
^universo, nuestro mundo, nuestra especie. Dios nos creó y de acuerdo a eso se
desarrolló nuestra descendencia que viene desde Adán y Eva. Más tarde Moisés
Vuelve a hacer lo mismo con el universo humano. De las familias de la tierra, Dios
Iscoge una para formar el pueblo de la promesa para que ésta perennice el relato
de nuestros orígenes. Pero eso ya forma parte de la historia del género humano
—y de éste sigue en el resto del Pentateuco y en los demás libros de la Escritura—,
el linaje del cual sale el descendiente prometido en la misma caída, el cual aunque
herido en el calcañar aplastaría definitivamente la cabeza de la serpiente antigua.

El relato de nuestros orígenes así y tal como es, es en absoluto carente de


panteísmo y es totalmente ausente de evolucionismo. Moisés no comparte cáte­
dra ni con Atenas o el Halicamaso ni menos con Londres. Dicho de otro modo, el
Génesis no comparte ni concuerda ni con Aristóteles o Heródoto ni con Darwin
ni mucho menos con el sincretismo de la Nueva Era. El hijo de Amran recibió su
jfiflformación del arcano eterno de verdad cuando el Todopoderoso Yhwh le reveló
nuestros orígenes y al escribir las palabras que él le reveló lo hizo con la erudición
propia de sus días, y lo hizo para la posteridad de los creyentes y fieles que reciben
■ Interpretan seriamente y con fidelidad lo que Dios nos legó en su Palabra.

En Génesis 1 y 2 lejos de haber discrepancia hay plena concordancia, lejos


de existir contradicción hay complementación y revelación esencial mutua. Ambos
Ifcpítulos forman parte de un cuadro congruente total y armonioso de la creación
del universo, de nuestro mundo y de nuestra especie.

fes) que actúa en la supervisión de excelencia y calidad total como una orientación especial en el
HUldado ambiental en las empresas e instituciones.
Los días de la creación ¿Literales o simbólicos?
Una revisión al tiempo de la creación frente al
método histórico-crítico
Alvaro F. Rodríguez
Universidad Peruana Unión

Introducción

El capítulo 1 de Génesis ha sido interpretado de diferentes maneras a


través de la historia y del desarrollo de los estudios bíblicos, siendo uno de los
puntos más controversiales, el tiempo de duración de la creación. Dentro de esta
gama de interpretaciones es posible encontrar dos corrientes principales de in­
terpretación.

La primera corriente asume que cada día de la creación duró un largo


período de tiempo, dando cabida a un proceso evolutivo en cuanto al origen del
universo y de la vida en el planeta Tierra. La segunda corriente de interpretación
defiende que cada periodo de la creación duró un día de 24 horas cada uno.

A continuación se dará una respuesta bíblica a esta discrepancia. Para di­


cho propósito el presente estudio está dividido en tres secciones. En primer lugar
se hará un análisis gramatical de una frase que aparece seis veces en el primer
capítulo del Génesis, a saber, los w . 5, 8 ,1 3 ,1 9 ,2 3 , y 31: "y fue la tarde y fue la
mañana". Se analizará también el sustantivo día seguido de un numeral, que se
repite también en los versículos mencionados anteriormente.

En la segunda sección se presentará el método histórico-crítico, método


de interpretación que permite la aceptación de la evolución, y sus presupuestos
hermenéuticos. Se terminará con la presentación de una respuesta a dicho méto­
do y una propuesta de interpretación del texto bíblico.

La duración de los días de la creación

En esta primera parte se realiza un estudio gramatical del texto hebreo.


Siendo que el Antiguo Testamento fue escrito en dicha lengua, la frase "y fue
la tarde y fue la mañana" de Génesis 1 es la traducción del hebreo: anr
’rri —wayehi ereb wayehi boqer—. Esta frase es complementada por el sustantivo oV
-y om - la cual va acompañada de un numeral, dependiendo el día de la creación
que se relate en el documento bíblico.
Al analizar la oración mencionada lo primero que se debe tener en cuen­
ta es un asunto literario. En los días de Moisés no existieron imprentas ni mucho
menos algún sistema de producción masiva de documentos escritos. El trabajo
era manual, por lo tanto, era lento. Este sistema no permitía, como sucede en la
Actualidad, hacer uso de ciertos recursos para enfatizar alguna idea, tales com o la
letra sombreada o cursiva. El sistema que los escritores bíblicos usaron para en­
fatizar alguna idea, era la repetición de una expresión. Por tal razón, es evidente
que Moisés, al repetir esta frase seis veces, está haciendo énfasis en dicha frase.
Por lo tanto, el hecho que se repita tantas veces en un solo capítulo significa que
es importante para el entendimiento del registro de la creación.

Lo segundo a tener en cuenta en esta oración es el uso específico de una


frase aparentemente "innecesaria". Si Moisés hubiera escrito simplemente: " y fue
el día primero... y fue el segundo día..." y así sucesivamente, técnicamente no ha­
bría ninguna razón para dudar de la duración del registro bíblico. Pero el hecho
es que dicha frase, y fue la tarde y fie la mañana, aparece en el registro bíblico
marcando un claro énfasis en su literalidad, como días de 24 horas.

En tercer lugar, dicha frase es construida intencionalmente. Para tal ob­


jetivo, el autor bíblico hace uso de dos sustantivos que merecen ser estudiados
para una mejor comprensión del texto. Estos sustantivos son st» - eréb- que sig­
nifica "tarde, atardecer"1 y -i¡?a -boqer- que significa "mañana, aurora, amanecer".2

Según Nahum M. Sam a estos dos sustantivos significan estrictamente


ttardecer y amanecer respectivamente.3 Además, estos sustantivos, según los es­
tudiosos del idioma hebreo, se refieren a una parte del día astronómico. Es decir,
■1 sustantivo ereb hace referencia a la parte del día que no tiene luz solar, mien­
tras que boqer describe el tiempo del día en que se percibe la luz solar. Juntos,
por lo tanto, se refieren al día astronómico de 24 horas y no a un período ambiguo
no determinado.

Dentro de la oración en estudio, aparece también la palabra ov -y om - que


dignifica "d ía".4 Esta palabra podría referirse, según el contexto, a un perio­

1 Luis Alonso Schókel, "an»", Diccionario bíblico hebreo-español (Madrid: Editorial Trotta S.
A., 1994), 586. En adelante DBHE.
2 Schókel, a" DBHE, 131.
3 Nahum M. Sama, "Génesis", The JPS Torah Commentary, ed. Nahum M. Sama, (New
York: The Jewish Publication Society, 1989), 1:8.
4 Schókel, "afr" DBHE, 309.
do, una época5 o incluso al día como la parte clara opuesta a la noche.6 Pero
Schokel aclara que cuando va acompañado de un ordinal o numeral se refiere a
un día entero de 24 horas.7

Esta idea se ve fortalecida por la traducción de otros pasajes que apare­


cen en la Biblia en los que aparece la palabra yom. Cuando está acompañada de
un numeral es traducida siempre como un tiempo de 24 horas, es decir, un día
astronómico. De esta manera, el texto no deja lugar a una mala interpretación
del tiempo de la creación. Así, el texto asume que fueron días astronómicos y no
etapas o períodos indefinidos de tiempo.

Se encuentra esto en algunos ejemplos que permiten comprender esta


idea. En Génesis 40:20 dice el texto bíblico que "A l tercer día, que era el día del
cumpleaños de Faraón", se puede preguntar: ¿Cuánto tiempo duró ese tercer día
que fue el día de cumpleaños del Faraón? ¿Fue un periodo largo e indeterminado
que duró miles de años?

La respuesta a estas preguntas es obvia, el texto se refiere a un día de 24 ho­


ras, ni más ni menos. En esta ocasión en el texto aparece la palabra yom la cual está
acompañada por un numeral, por lo tanto se traduce e interpreta de esta manera.

Se puede ver también que en Levítico 23:6 se declara: "Y a los quince
días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová; siete días
comeréis panes sin levadura." ¿Cuánto tiempo se debía comer pan sin levadura
o cuánto dura el día quince de ese mes? ¿Es un tiempo extenso de miles de años
o son días de 24 horas?

La respuesta, como en el caso anterior, es también obvia, cada día re­


presenta 24 horas. La razón es la misma, palabra yom está acompañada de un
numeral, además de ser un asunto de lógica y sentido común.

Tras el análisis literario, se puede determinar que el texto bíblico en cues­

5 En el caso de la frase bíblica "el día de Jehová" referente al día del juicio que no se
refiere a 24 horas, es en este caso que la palabra yom usada en un sentido escatológico no significa
un día de 24 horas sino una etapa, en este caso el día del juicio de Jehová (Joel 1:15; 2:1,11,31; 3:14).
Pablo R. Andiñach, "Joel: La Justicia Definitiva" Revista de interpretación bíblica latinoamericana 36, no.
36 (2000), 151. Además de esto véase también Ez 30:9; Am 5:18,20; Éx 13:10; Jue 11:40.
6 La primera mención a la palabra día en la Biblia está en el versículo 5 del primer
capítulo de Génesis donde se define que el ov -yom- es la parte clara del día (véase también Gn 8:22.
8:22; 29:7; Éx 24:18; Sal 139:12/ etc.) P. A. Verhoef, "ov" New International Dictionary ofOld Testament
Theology and Exegesis, ed. Willem A. VanGemeren (Grand Rapids, MI: Zondervan Publishing House,
1998), 2:419-20. En adelante NIDOTTE.
7 Schókel, "a*", DBHE, 309.
tión se refiere a un día astronómico de 24 horas, compuesto por una tarde y una
fotañana, es decir, la parte oscura y la parte clara del día. Frente a estas evidencias
es posible determinar que los días de la creación fueron días de 24 horas en los
Cuales Dios ejecutó la maravillosa obra de creación.

Todo fue creado en seis días y el séptimo día Dios reposó del trabajo que
había hecho, otras traducciones nos aclaran que se refiere a un día de 24 horas. La
Biblia del Peregrino en Génesis 1:5 dice: "...pasó una tarde, pasó una mañana, el día
©rimero"8. La Biblia de Las Américas dice en Génesis 1:5 "...Y fue la tarde y fue la ma-
flana: un día"9. La Biblia de Jerusalén dice "... y atardeció y amaneció: día primero"10.

Por lo tanto, el texto bíblico es claro al presentar la duración del proceso


Creativo en forma contundente. Moisés no da lugar a dudas en cuanto a este
RSpecto. Declaró que cada día de la creación duró exactamente 24 horas. De esta
manera Moisés aleja toda idea evolutiva del registro veterotestamentario.

Algunos eruditos en los estudios bíblicos, al hacer una evaluación del


texto, aceptan que se refiere a días aunque sostienen que tal afirmación no con­
cuerda con los avances científicos.11 Incluso frente a la idea de que un día en Gé­
nesis 1 representa una era geológica, Skinner declara que esto es, exegéticamente
hablando, indefendible.12 Por lo tanto se puede afirmar que el texto bíblico no da
lugar a tina interpretación ambigua o indeterminada en lo que se refiere al tiem­
po de duración de la creación.

El método histórico-crítico y sus presupuestos

' Tras la conclusión anterior, acerca de la duración de la creación, en la que


el texto bíblico es claro en cuanto a la duración del proceso creativo, 24 horas,
nace la siguiente inquietud: ¿Por qué entonces las diferentes interpretaciones de
¡Génesis 1? ¿No es acaso el mismo texto y las mismas herramientas exegéticas?

La respuesta a esta pregunta, en este caso específico permitirá compren­


der el porqué de la diversidad de pensamientos teológicos existentes, tanto para
•Bte caso específico y que puede ser percibido en otros asuntos de interpretación.

8 Luis Alonso Schókel, Biblia del Peregrino (Bilbao, España: Ediciones Mensajero S.A., 1993), 62.
9 La Biblia de Las Américas (Anaheim, California: Foundation Publications Inc., 1997), 1.
10 José Angel Ubieta, ed., Biblia de Jerusalén, (Bilbao, España: Descleé de Brouwer, 1975), 5.
11Jhon Skinner, Génesis: A Critical and Exegetical Commentary (Edinburg, Great Britain: T &
T Clark, 1994), 4. Véase también Antolín Diestre Gil, Manual de controversia sobre la historia, doctrinas
V mores de los Testigos de Jehová (Barcelona, España: Editorial Clie, 1993), 376-378. Donde hay una
IRiplia documentación a cerca de los días de la creación.
u Ibíd., 5.
B
También dará paso a establecer en forma general lo que es la interpretación bí­
blica.

Toda interpretación bíblica está basada en presupuestos o fundamentos


hermenéuticos.13 La interpretación según el método histórico-crítico tiene, como
todo método, sus presupuestos interpretativos, los cuales han minado el mundo
teológico en general, incluso el adventista14, y esto ha hecho que cada persona
tenga en muchos casos, su propia interpretación de un texto determinado.

El método de interpretación conocido como método histórico-crítico, al


cual estamos refiriendo, evalúa la Biblia desde tres principios, fundamentos o pre­
supuestos hermenéuticos. Estos presupuestos son los que determinan la interpre­
tación, pues son los lincamientos que siguen los estudiosos que toman como base
de los estudios bíblicos al método histórico-crítico.

Dichos presupuestos fueron determinados por el teólogo alemán Ernst


Troeltsch que vivió entre 1865 y 1923. Este teólogo popularizó la idea de estudiar
la Biblia como un volumen de documentos del pasado y estudiarlos con los mis­
mos principios interpretativos de cualquier otro documento antiguo.15

Estos principios fueron publicados por primera vez en el año 1913 en


una revista teológica alemana llamada "Uber Historische Und Dogmatische Methodc
In Der Theologie" por Troeltsch16. Estos principios son: principio de correlación,
principio de analogía y principio de criticismo17. A continuación se dará una

13 Raoul Dederen, "Revelation, Inspiraüon and Hermeneutics" A Symposium on Biblical


Hermeneutics, ed. Gordon M. Hyde (Washington DC: Review and Herald Publishing Association,
1974), 3. Dederen declara que en cualquier disciplina, los estudiantes de la misma, tienen presu­
puestos y decir que no es una abstracción tanto del pasado, presente y futuro. En otras palabras
todos tienen presuposiciones.
14 Esto se puede percibir en círculos minoritarios en los que ciertos adventistas han
aceptado dicho método de interpretación y del mismo modo consideran la evolución como una
explicación de Génesis 1.
15 Gerald F. Hasel, Biblical Interpretation Today (Washington DC: Biblical Research Institute,
1985), 73. Wellhausen declaró también que estos principios tienen el propósito de "alejar todo factor
divino" para una mejor interpretación del texto bíblico. Véase Edgar Krentz, The Historical-Critical
Method. (Philadelphia: Fortress Press, 1975), 85.
16 Ernst Troeltsch, "Über Historische und Dogmatische Methode in der Theologie,"
Gesammelte Schriften 2 (Túbigen, 1913): 729-753. Estos principios fueron reimpresos más adelante en
Gerhard Sauter, ed., Theologicals Wissenschaft (Munich, 1971), 105-127.
17Krentz, 55. Estos principios son citados también por Gerald F. Hasel en Biblical Interpre-
tation Today, 73-78. Para conocer más acerca de estos presupuestos ver Gerald F. Hasel "Presuppos-
tions and Principies of the Historical-Critical Method" Biblical Interpretation Today, 73-99; Roberto
Pereyra, "Método Histórico Crítico: Un Debate Adventista Contemporáneo" Entender ¡a Palabra:
Hermeneutica Adventista Para el Nuevo Siglo, ed. Merling Alomía (Cochabamba: Editorial UAB, 2000),
59-74.
¿breve descripción de cada uno de éstos, que fueron citados por Edgar Krentz en
lUlibro The Historical-Critical Method.

Principio de criticismo

Conocido también como principio de duda metodológica, es decir, todo


i'H puesto en tela de juicio, todo es criticado y puesto en duda. Este principio hace
dudar de lo que está escrito para ser evaluado sin preconceptos. De esta manera
n i * duda de lo que dice el texto bíblico.

vrincipio de correlación

Este principio llamado también principio de interdependencia mutua,


mira todo fenómeno histórico como una cadena de causa-efecto. Según este
principio no se aceptan los milagros o hechos sobrenaturales. Es decir, Dios no
interviene en el quehacer humano. Por el contrario, si sucede algo, es por causa
gutural de otro evento y no puede ser que Dios haya hecho algo especial, de esta
manera se limita a Dios en su accionar.

Principio de analogía

Este principio aduce que la experiencia presente es el juez que determina


l i un hecho del pasado fue real o no, haciendo posible el criticismo. En otras pa­
labras, para creer que un hecho sucedió en el pasado, tiene que suceder un hecho
análogo o similar en la actualidad. Esto significa que no se puede creer que algo
llicedió en el pasado si no sucede hoy.

Bajo estos principios: ¿Es posible que los hechos relatados en Génesis
I sucedieron, en el orden, forma y tiempo en que la Biblia lo declara? ¿Está el
proceso de la creación basado en el principio de causa-efecto? ¿Suceden hechos
Análogos hoy que certifiquen que la creación sucedió tal como lo presenta el re-
glutro bíblico?

La respuestas son todas negativas, por lo tanto, un estudio bajo estos pre­
supuestos nos llevan a dudar de lo que declaran las Sagradas Escrituras. Ahora,
tener alguna duda no es la razón fundamental por la cual debemos rechazar el
BIÉodo histórico-crítico de interpretación. En la siguiente sección veremos cuáles
ion las razones que nos hacen rechazar dicho método interpretativo.

Una respuesta bíblica al método histórico-crítico

Se observa, pues, que estos tres principios o presupuestos han permitido


que los intérpretes de la Escritura se alejen de la verdadera comprensión del texto
bíblico, llevando a muchos a dudar de la inspiración del texto bíblico.
El
Hoy existen muchos que dudan de la veracidad del tiempo de duración
de la creación. Sostienen que Génesis 1 es una producción literaria que solo pre­
tende decir que Dios creó todo lo que existe, pero que no dice la metodología de
dicho proceso, dando paso así a la aceptación de la evolución como el método
utilizado por Dios para traer todo a la existencia. En otras palabras, Génesis 1
responde el qué y no el cómo.

Cuando una persona empieza a dudar de lo que la Biblia declara, empie­


za a dudar de la inspiración divina de la Biblia. En tal caso, el problema de fondo
es utilizar los presupuestos hermenéuticos equivocados al estudiar la Biblia.

La pregunta entonces es: ¿Cuál o cuáles deben ser nuestros presupuestos


al estudiar la Biblia? La respuesta es tener el principio y presupuesto de que la
Biblia es inspiración divina. (2 Ti 3:16; 2 P 1:21). Luego, teniendo como base esta
premisa, podemos determinar el método de interpretación a usar.

Esta presuposición o principio no es externo, sino que es establecido por


la misma Biblia. Ella declara con qué supuestos hermenéuticos se tiene que estu­
diar y analizar la Palabra de Dios. Al estudiar la Biblia como inspiración de Dios,
se podrá llegar a conclusiones seguras y confiables porque basa la investigación
en la Biblia como la única regla de fe.

Aceptar que la Biblia es inspiración de Dios significa que "Dios es el au­


tor de la Biblia, pero en términos de su composición es una colección de escritos
humanos"18. Entonces al aceptar que Dios es la fuente de inspiración de la Escritura,
se hace posible la aceptación de lo que la Biblia declara.19 Al aceptar la Palabra de
Dios como inspiración entonces se acepta que Dios interviene en el quehacer de la
humanidad.20

Por lo tanto, los tres principios del método histórico crítico no son consis­
tentes si determinamos que la Biblia es inspiración de Dios. Veamos qué sucede
ahora con estos tres principios:
Principio de criticismo

El dudar de lo que alguien dice sin haberlo visto es, hasta cierto punto,
natural. De hecho todo ser humano tiene derecho a la duda. Pero, teniendo en

18 Dederen, "Revelation, Inspiration and Hermeneutics" A Symposium oti Biblical Herme­


neutics, 8-9.
19 Dederen declara que la aceptación de este presupuesto de los creyentes adventistas y
compartido en general por la perspectiva evangélica demanda un aspecto de reverencia y fe. "Reve­
lation, Inspiration, and Hermeneutics," A Symposium on Biblical Hermeneutics, 3-4.
20 Millard J. Erickson "Revelation" Foundationsfor Biblical Interpretation, eds. David S. Doc-
kery, Kenneth A. Mathews y Robert B. Sloan (Nashville, Tennessee: Broadman & Holman Publis-
hers, 1994), 12.
BUenta que la Biblia proviene de Dios, la duda debe ser limitada y no generaliza­
da1, Para comprender este asunto es necesario revisar lo que sucede con los otros
d0s principios de dicho método.

|'Principio de correlación

Si se cree que la Biblia es inspiración de Dios, entonces es posible aceptar


que Dios puede intervenir en el quehacer humano. Esto no significa que se debe
Mesechar toda clase de eventos que son parte de una cadena de causa-efecto,
¡jGomo por ejemplo el ciclo del agua. Pero Dios, como soberano del universo, pue­
de intervenir en nuestro medio cuando Él lo desea por el bienestar de su creación.

Principio de analogía

Si bien es cierto los hechos del pasado muchas veces se comprueban


plomo posibles con hechos similares de la actualidad. Es ilógico pensar que algo
es verdadero sólo si sucede algo análogo hoy. Hay, según el texto bíblico, hechos
Íwl generis en el registro de la creación, pero se entiende que son producto de la
intervención de Dios.

Para concluir, tal como Dederen dijo: "el entendimiento del intérprete
de todo el mensaje de la Escritura y su visión de la naturaleza y autoridad de la
Biblia determina en gran parte sus métodos hermenéuticos".21 En otras palabras,
la interpretación depende del concepto que se tiene de las Sagradas Escrituras.

En resumen, cuando se establece el presupuesto de interpretación, en­


tonces se determina el método interpretativo a utilizar. Desde esta perspectiva
B Siguiendo las premisas bíblicas, el método apropiado es el método histórico-
gramatical22 En este sentido, la Biblia es vista desde dos perspectivas básicas.
Primero, la Biblia debe ser analizada desde una perspectiva histórica.23 Segundo,
A Escritura debe ser analizada a partir de los que está escrito, desde la gramática
¡fiebrea y griega pues es un documento escrito en dichos idiomas. Ambos elemen­
tos deben ser tomados en cuenta al estudiarla.

21 Dederen, "Revelation, Inspiration, and Hermeneutics." A Symposiom on Biblical Herme-


m0cs, 3.
22 Este método es también llamado por otros teólogos que no aceptan el método histórico
f 1*1Ileo como: "método bíblico teológico" (G. Maier), "método histórico teológico" (G E. Ladd), "Teo-
luufn exegética" (W. Kaiser), "método histórico teológico" (G. Hasel) y "método histórico gramati-
f t r (R Preus y J. I. Packer). Gerald F. Hasel, Biblical Interpretation Today, 98.
23En este sentido se hace uso de algunas ciencias que ayudan a entender el texto bíblico
Ifllill como la arqueología, además se hace una evaluación del contexto histórico, político/ social,
IjjQnómico y religioso del texto bíblico al ser analizado.
Se debe recordar que la Biblia fue escrita en otros idiomas,24 los cuales
no son usados hoy en día, por lo cual deben ser estudiados para su interpreta­
ción correcta. Justamente en esto se basa la exégesis bíblica, se estudia el texto
en idioma original y se le da una mirada a la historia para poder llegar así a la
interpretación correcta.

Finalmente, se debe recordar que la aceptación del texto bíblico tal como fue
escrito y su adecuada interpretación es un asunto de fe. Por lo tanto, como pueblo
cristiano, se debe ejercer fe ya que "sin fe es imposible agradar a Dios" (Heb 11:6).

24Hebreo y griego básicamente y algunas porciones en arameo.


Y para Jesús, Génesis 1 y 2 ¿eran literales o simbólicos?
Un breve análisis exegético de las declaraciones
directas de Jesús sobre el relato de la creación
Jesús Hanco
Universidad Peruana Unión

Dentro de los últimos años de la historia del cristianismo, se ha ido in­


troduciendo el método histórico-crítico, bajo el cual se ha colocado en tela de
juicio la historicidad de Génesis 1 y 2, aseverando que dichos relatos son cosmo­
gonías, propias de la cultura judía. Concluyendo que dichos relatos no muestran
fil proceso histórico de la creación del mundo, sino tan solo identifican a quién lo
Creó. Esto ha propiciado para que algunas denominaciones cristianas acepten la
posibilidad del evolucionismo teísta, y consideren a Génesis 1 y 2 como relatos
Initicos, carentes totalmente de historicidad.

Frente a este desafío, el presente artículo intenta abordar todas las de-
ilaraciones hechas por Jesús y registradas en los 4 evangelios acerca del relato
de la creación de Gn 1 y 2. Dicho análisis tiene por objetivo, comprender de qué
modo observó y citó Jesús los dos primeros capítulos de Génesis. Con el objetivo
de responder a la pregunta: ¿Los consideró como relatos míticos o como hechos
literal-históricos?

Jesús y el recojo de espigas en día de reposo

El texto se halla ubicado en Mr 2:27. Una propuesta de traducción, pa­


labra por palabra, del texto griego de Nestle-Aland1, refiere de la siguiente
Binnera:

Kct'i IXeyev airrou; xó aáppaxov 8i¿x xóv avGpcojiov éyévexo


V decia a ellos: El sábado por causa de el hombre llegó a ser

Ka\ o\j% ó áv0pcon:o<; Sióc xó aáppaxov


y no el hombre por causa de el sábado

Por lo cual, una traducción personal del pasaje sería: "Y les decía: El sá-
bndo llegó a ser por causa del hombre, y no el hombre por causa del sábado".

1E. Nestle, K. Aland y B. Aland, Novum Testamentum. Graece: Nestle-Aland. Revisión


XXV11 (Stuttgart: Deutsche Bibelstiftung, 1993), 95.
Comentario exegético

Sobre el contexto de toda la perícopa donde se halla el pasaje en estudio,


se puede considerar que forma parte del ministerio de Jesús en Galilea, en modo
específico en Capernaum.2 El episodio se lleva a cabo en un día de reposo, don­
de el tema principal es la acusación de los fariseos de estar haciendo cosas ilícitas
en el día de reposo. Así, al dar lectura a toda la perícopa de Mr 2:23-28,3 se la
podría bosquejar de la siguiente manera:

Acusación de los fariseos (2:23-24):

• Los discípulos de Jesús arrancan espigas de los sembríos


• Fariseos: ¿Por qué hacen lo que no es lícito?

Respuesta de Jesús (2:25-28)

• David comió pan consagrado (2:25-26).


• El sábado fue hecho para el hombre (2:27-28).

Por lo tanto, dentro de la perícopa, el pasaje en estudio se halla formando


parte de la respuesta de Cristo a la acusación de los fariseos, de transgredir el día
sábado. Así, Marcos continúa la narración con la frase: y decíp a ellos (kcu EXeyev
aúroTi;), donde el autor hace uso del verbo griego Xéyto, el cual significa "contar,
enumerar, narrar, decir, hablar".11 El mismo que se encuentra en modo indicativo-
imperfecto, lo cual implica que la declaración fue dada con aserción5 y como
parte de un proceso realizado en el pasado.6

Ya dentro de la declaración de Jesús, el sábado llegó a ser por causa del hom­
bre (xó aáppatov Siá tóv avGpamov éyévexo), se hace uso del verbo griego yívo^ai,
que tiene la idea de algo que viene a la existencia o algo que es creado,7 por lo cual

2Francis Nichol, ed., The Seventh-day Adventist Bible Commentary (Washington: Review
and Herald Publishing Association, 1978) 5:565.
3 Una revisión de la misma narración en los otros evangelios sinópticos (Mt. 12:1-8 y Le
6:1-5) presenta información que enriquece la descripción de lo acontecido aquel sábado. Aunque
ninguno de los otros evangelios sinópticos hace mención a la cita de Marcos 2:27, todos concluyen
con la declaración de Cristo: "el hijo del hombre es Señor (aun) del día sábado".
4 G. Kittel, G. W. Bromiley y G. Friedrich, Ed., Theological Dictionary ofthe New Testament
(Grand Rapids, MI: Eerdmans,1964), 4:69.
5 Daniel B. Wallace, Greek Grammar Beyond the Basics - Exegetical Syntax ofthe New Testa­
ment (Grand Rapids, MI: Zondervan, 1999), 448.
6Ibíd., 541.
7T. Friberg, B. Friberg, y N. F. Miller, Analytical lexicón ofthe Greek New Testament (Grand
Rapids, MI: Baker Books, 2000), 99.
El
,(puede ser traducido como: "llegar a ser, venir a ser, originarse". En correspondencia
a la oración anterior, esta acción se halla en el modo indicativo, pero en tiempo
aoristo, lo cual muestra un tiempo pasado puntual. Además, se hace uso de la
preposición griega dia, que presenta el sentido de causalidad de la declaración,
¡pudiendo ser traducido: por causa de, para beneficio de, para bien de,8 en la oración
del hombre (avOpoorcov), el cual es una referencia a la humanidad en general y no
solo al género masculino.

Finalmente Jesús declara: y no el hombre por causa del sábado (kcu oú% ó
¡&v0pG)7to<; 8iá tó aáppaxov) declaración que es la contraparte de la oración ante­
rior, pues hace uso de los dos sustantivos: hombre y sábado. De ese modo, Jesús
responde a los fariseos y además los identifica implícitamente en esta declara­
ción. Así, con su actitud de acusación, ellos estaban resaltando que el objetivo de
la creación del hombre era el sábado, lo cual es todo lo contrario al propósito de
la creación del sábado.

Por otra parte, al tomar el mismo relato registrado por Mateo (Mt 12:1-8)
y colocarlo junto al de Marcos (Mr 2:23-28), se tiene una comprensión más plena
de la historia, en especial las respuestas dadas por Jesús ante la acusación farisea.
Por lo cual, al leerlas en paralelo, es posible identificar tres argumentos dados por
Jesús frente a la acusación farisea:

(1) David y los panes de la proposición. Dichos panes eran muy sagrados,
«debían ser cambiados cada sábado (de acuerdo a la orden levítica, Lv 24:8) y co­
midos exclusivamente por Aarón y sus hijos dentro del santuario (Lv 24:9). Por
lo cual, si estuvo bien que David y sus compañeros, quienes no eran sacerdotes,
iupliesen su necesidad biológica comiendo del pan sagrado, entonces estaba bien
que los discípulos supliesen también su hambre, recogiendo granos en las horas
ngradas del sábado.9

(2) El trabajo arduo de los sacerdotes en pleno día sábado (Mt. 12:5: los sacerdo­
tes en el templo profanan el día de reposo y están sin culpa). Esto claramente se debía
•1 tipo de actividad realizado, que era de servicio exclusivo a Dios, cumpliendo
tquel día, los ritos que señalaban el poder redentor de Cristo. Por lo tanto, siendo
que los discípulos estaban realizando la obra de Cristo, es decir sirviendo a Dios,
'también deberían ser sin culpa. Así, todo acto sabatino en pro del cumplimiento
de la obra de Dios, se halla en total acuerdo con el mandamiento del sábado.10

(3) La razón de existencia del día sábado (Mr 2:27). De esta manera, Jesús

8 T. Friberg, 108,
9 E. G. White, El deseado de todas las gentes (Buenos Aires: ACES, 1990), 251.
10 Ibíd., 252.
H
traslada a los fariseos hacia el origen del sábado, en modo específico al pasaje de
Gn 2:2-3, donde se registra que en el día séptimo, Dios ('elohim) reposó, bendijo
y lo santificó. Cristo, resume de modo magistral su argumento en solo dos ora­
ciones. La primera oración presenta que la razón de la existencia del sábado fue
a causa del hombre, es decir para beneficio de la raza humana. Por otra parte, en
la segunda oración, rechaza la interpretación que coloca al sábado en contra del
bienestar del ser humano.

Por lo tanto, respecto a Mr 2:27, se puede concluir:

a. Es parte de la argumentación de Cristo en respuesta a la acusación de los


fariseos hacía sus discípulos, sobre la supuesta transgresión del día sábado,
en el cual, al recoger espigas en el día santo, Cristo hace uso de referencias
históricas que eran de conocimiento del pueblo judío.

b. El empleo del verbo griego yívonai, verbo que significa: algo que viene a la exis­
tencia o algo que es creado, es una clara referencia a Gn 2:2-3, donde se registra
la creación del sábado.

c. El empleo del modo indicativo presenta la seguridad y certeza de Jesucris­


to, al brindar su declaración sobre el sábado. Y el tiempo aoristo del mismo
modo, corrobora la certeza de la acción en un pasado puntual, por tanto, un
hecho histórico.

Jesús y la declaración sobre la unidad en la pareja familiar

El texto se halla ubicado en Mr 10:6-9U y Mt 19:5-6, siendo la traducción


palabra por palabra del texto griego de Nestle-Aland,12 de la siguiente manera:

6 ¿ a tó Sé á p x f ¡$ K r ía e to q óp osv ic a i 6 f|X u ¿ k o íiio e v a ú io ú c ■ 7 £ v sk £v to ú to o


d esd e p e r o p r in c ip io d e la c r e a c ió n v aró n y h e m b ra h iz o a e llo s P o r ra z ó n d e e s to

K a ro X e ty E i a v B p r a jt o c xóv n a ré p a a ú to ü k c ü tf| v fu y is p a [k o ñ 7c p o c n c o A X t ] ( h ^ o £ T a i npóc

d e ja r á el h om b re a p ad re d e él y a m ad re y se p eg ará h ad a

n\v Y u v a ftc a a ü t o o ] ,8 kcu g o o v rai oí 66o e i£ o ó p ic a p ia v - S o te o ó tc é n c io tv 5úo

la m u je r d e él y serán lo s dos en ca rn e una A sí que no m ás so n dos

¿ tX X A (tía aáp c.9 5 ouv ó 0 eóc o w & -£ u c e v ¿ tv O p o H to c pf| y w p iú é x c o .


s in o una cam e lo q u e p o rte n to D io s ju n tó el h o m b re no sep are

11 Para el estudio se analizará solo el texto en Mr 10:6-9, pues el pasaje de Mat 19:5,6 se
halla contenido en Marcos, con muy ligeras variantes, las cuales serán mencionadas en el desarrollo
de esta sección.
12E. Nestle, K. Aland y B. Aland, 95.
Así, una traducción personal del pasaje sería: "Pero desde el principio de la
©reación varón y hembra los hizo: Por razón de esto, el hombre dejará a su padre y
tfljtadre, y se pegará hacia su mujer, y los dos serán en una carne; así que no más son
dos, sino una carne; por tanto, lo que Dios juntó, el hombre no separe" (Mr 10:6-9)

IComentario exegético

Sobre el contexto del pasaje en estudio, se puede considerar que forma


parte del ministerio de Jesús en Perea, al otro lado del Jordán.13 El relato narra el
[encuentro de los fariseos quienes acercándose le preguntaron sobre el tema del
divorcio, el cual es el tema principal. Así, la perícopa vendría a ser Mr 10:1-9, y
una propuesta del bosquejo sería:

Preguntas de los fariseos (10:1-2,4)

a. Es lícito al marido repudiar a su mujer (2)


; b. Moisés permitió el divorcio (4)

Respuestas de Jesús (10:3,5-9)

a. ¿Qué mandó Moisés? (3)


b. El divorcio fue una permisión, por la dureza del corazón de las personas (5)
c. El divorcio no es parte del plan de Dios (6-9)

Por lo tanto, al visualizar el bosquejo, el pasaje a estudiar se halla for­


mando parte de la respuesta de Cristo a la pregunta de los fariseos sobre por qué
¡Moisés permitió dar carta de divorcio. Así, dentro de los versículos en estudio
■e debe considerar la referencia a "principio de la creación" frase que se vuelve a
repetir en Mar 13:19, haciendo una clara referencia a Gn 1:27, donde el texto men-
ciona: "varón y hembra los hizo", declaración que en la versión griega de la LXX
es idéntica a la declaración de Marcos. Sobre el resto de la declaración del texto
bíblico de Marcos se puede ver una clara referencia de Cristo hacia Gn 2:24. Con
una clara conclusión de parte de Cristo sobre: "así que no más son dos sino una
■Carne" y "por lo tanto, lo que Dios juntó no lo separe el hombre".

Antes de analizar el contexto inmediato de estos versículos se toma ne­


cesario dar una lectura a la perícopa completa de Mr 10:1-12, en paralelo con la
referencia en Mt 19:1-12 y Le 16:18. Al considerar esta comparación, se puede notar
que el registro markino muestra la referencia de Cristo hacia Gn 1:27, declaración
que tanto Mateo como Lucas no consideran. Adicional a esto, el registro presenta

13 Franeis Nichol, ed., The Seventh-day Adventist Bible Commentary (Washington: Review
And Herald Publishing Association, 1978) 5:565.
a Jesús ubicado al otro lado del Jordán, siendo tentado por los fariseos quienes son
registrados en el relato bíblico tentándole y didéndole: ¿es lícito repudiar a su mujer
(por cualquier causa14)? Sin duda esta pregunta tenía por objetivo colocar en el pue­
blo una actitud de rechazo hacia Jesús debido a las posturas teológicas que existían
entre el pueblo en aquel entonces.

Ante esta pregunta, el maestro Jesús responde a los fariseos haciendo uso
de dos argumentos:

(1) El divorcio como una concesión de Dios debido a la rebelión humana (10:5).
Cristo hace referencia a la declaración histórica de la ley de Moisés hallado en Dt
24:1, donde presenta al divorcio como una concesión de Dios debido a la rebelión
humana en contra del ideal divino.15 Con dicha declaración Cristo deja en claro
que Moisés no ordenó ni animó el divorcio, sino que él meramente lo permitió.

(2) El plan original de Dios para el matrimonio (10:6). Jesús traslada la discu­
sión a un campo más alto, conduciendo a los fariseos hacia la intención original
de Dios para el matrimonio. Para ello hace dos referencias: (a) Gn 1:27, donde
se reconoce que Dios creó a la humanidad únicamente como varón y mujer, en
una clara visión de Dios como el Creador de la sexualidad humana, y la orden
de Dios que el matrimonio debía ser entre un varón y una mujer.16 (b) Gn 2:24,
donde se muestra la intención de Dios, que la pareja en el matrimonio lleguen a
ser un solo ser, una sola carne, la cual no debía ser dividida.17 Al hacer esta refe­
rencia, el relato de Marcos hace uso del verbo griego "itpooicoAXáco", mientras que
el relato de Mateo hace uso de "icoMáco". Aunque ambos verbos significan: "estar
engomado", "estar adherido", "estar unido", el verbo empleado por Marcos es
más intenso.

Ambos argumentos conducen a la conclusión presentada en M r 10:8 y 9,


donde Cristo presenta dos veces la conclusión de sus dos argumentos: (a) "Así
que, ya no son más dos sino uno", (b) "por tanto, lo que Dios unió no lo separe
el hombre", en clara correspondencia a las dos veces que los fariseos intentaron
poner a prueba a Cristo (Mr 10:2,4).

14Aunque el relato de Marcos no considera, Mateo registra la cláusula como una evidencia
implícita de la disputa de dos escuelas teológicas sobre el sentido de Dt 24:1. La escuela de Shamai
adoptó la postura del divorcio solo por la falta de castidad, mientras que la escuela de Hillel, la
postura liberal de un divorcio por cualquier capricho pasajero. Véase en A. T. Robertson, Comentario
al texto del Nuevo Testamento (Barcelona: Editorial Clie, 2003), 52.
15J. A. Brooks, Mark en The New American Commentary (Nashville: Broadman & Hol-
man Publishers, 2001), 23:157.
16J. R. Edwards, The Gospel according to Mark en The Pillar New Testament commentary
(Grand Rapids, MI: Eerdmans, 2002), 302.
17J. A. Brooks, 157.
Aunque el relato de Mateo presenta los dos mismos argumentos, pero en
|í>rden invertido, claro es que Jesús hizo referencia de dos bases históricas reales
[con el objetivo de responder a la tentación de los fariseos.

Por lo tanto, respecto a Mr 10:6-9, se puede concluir:

a. Es parte de la argumentación de Cristo, en respuesta a la pregunta de los


fariseos, si era lícito al marido repudiar a su mujer, en la cual Jesús hace uso
de dos referencias históricas de la Torah, (a) la legislación de Moisés sobre el
caso del divorcio (b) la intención original de Dios como es distinguido en la
creación.

b. Jesús hace uso de un argumento, no basado en la tradición, sino en el mismo


relato de la creación, presentando no solo los hechos históricos sino la inten­
ción de Dios al realizar cada una de las acciones.

c. El matrimonio es una institución divina y la intención original de Dios fue:


(a) se realice entre u n varón y una mujer y (b) Ambos estén unidos en una
carne, por toda la vida. Ambas características tienen su fírme base en el relato
de la creación.

Jesús y la referencia a la fundación del mundo

En este caso, Jesús hizo referencia pasiva en tres ocasiones18 a la frase:


lundación del mundo (KaTapokrj*; Kóofxou), los textos se hallan ubicados en Mt
25:34, Le 11:50 y Jn 17:24, siendo una traducción literal del texto griego de Nestle-
Aland de la siguiente manera:

En Mt 25:34, el texto griego refiere:

TÓts ¿peí ó paaúsXK, to í; ¿k Se^iárv» ccútot», Asurs oí só3>oyt)ft®voi «>6


entonces dirá el rey hada lado derecho de él: venid los que son bendeddos dd

; naxpóq ¡joü, K>.rpovo¡j.riaaTS tr¡v ritoifxcxofiÉvrjv íjjitv PcoiI eíccv ano


padre de mí, heredad lo que ha sido {¡reparado para vosotros d reino desde

KccraPoXíjt; kóojíou.
la fimdadón dd mundo.

18Aunque existe una cuarta referencia de Cristo a esta frase, la cual se halla en Mat
13:35, debido a que la palabra griega kosmou es omitida en algunos manuscritos antiguos como el
Códice Sinaítico (en la mano del primer corrector), el códice Vaticano, la familia 1, los manuscritos
minúsculos "e" y "k", la siriaca sinaítica y la siriaca curetoniana, junto al testimonio de Orígenes y
Bueebio de Cesarea. El presente estudio no considera el análisis de ese pasaje, creyendo suficiente
IttMevidencias que se hallan en las otras tres menciones.
Por lo cual, una traducción literal del texto griego sería: "Entonces el Rey
dirá a los de su lado derecho: Venid, los que son bendecidos de mi padre, heredad
el reino que ha sido preparado para vosotros desde la fundación del mundo".

Comentario exegético

Sobre el contexto del versículo, se puede afirmar que forma parte del fin
del ministerio de Jesús en la ciudad de Jerusalén en el año 31 d .C .19 Siendo el
tema principal, la descripción del juicio realizado por el Hijo del Hombre hacia
todas las naciones, y la perícopa que la contiene es Mateo 25:31-46. Una lectura
detenida de la misma podría ser bosquejada20 del siguiente modo:

El separador (31): El Hijo del Hombre con los ángeles, sentado en su


trono.

La separación (32-33): Apartará a las naciones los unos de los otros, como
el pastor que aparta a las ovejas (a su derecha) y los cabritos (a su izquierda)

Los separados (34-46)

1. Los de su derecha (34-40): serán recompensados


a. Identificación (34): benditos del Padre
b. Contenido (34): Recibirán el Reino, preparado para ellos desde la
fundación del mundo.
c. La causa (35-36): Amor al prójimo, dando de comer y beber, siendo
hospitalario, cubriendo la desnudez, y aun asistiendo al Hijo del
Hombre al estar enfermo y en prisión.
d. La sorpresa (37-39): Los justos preguntan cuándo acontecieron
todas estas cosas.
e. La aclaración (40): Hacer a los más pequeños es hacer al Rey.

2. Los de su izquierda (41-46): serán castigados


a. Identificación (41): Malditos
b. Contenido (41): Serán apartados del rey, al fuego eterno prepara­
do para el diablo y sus ángeles.
c. La causa (42-43): Falta de amor al prójimo, no dando de comer y
beber, no siendo hospitalario, no cubriendo la desnudez, y aun no
asistiendo al Hijo del Hombre al estar enfermo y en prisión.

19Francis Nichol, ed., The Seventh-day Adventist Bible Commentary (Washington: Review
and Herald Publishing Association, 1978) 5:275.
20Este bosquejo es una adaptación de H. L. Willmington, The Outline Bible (Wheaton:
Tyndale House Publishers, 1999), Mt 25.45-46.
d. La sorpresa (44): Los impíos preguntan cuándo acontecieron todas
estas cosas.

e. La aclaración (45-46): No hacer a los más pequeños es no hacer al Rey.


Aun cuando algunos autores consideren a todo este relato como una pa­
rábola, un análisis más cuidadoso lo consideraría como una descripción en len­
guaje apocalíptico.21 En donde se presentan cuadros escatológicos:

(1) Todas las naciones (ítávra xa e0vti) del 24:32, es una referencia directa a
los pasajes de Is 66:18; J14:2, donde se hace mención a esta frase, dando un carácter
[universal a este evento. Además, la misma frase aparece dentro del contexto de
Mateo en: (a) el odio universal que existiría hacia los discípulos de Jesús en Mt 24:9
y (b) la proclamación universal del evangelio en Mt 24:14.

(2) El rey (ó paoiteui;), que no es otro sino el Hijo del Hombre (ó uióg xoü
¿v0ptí)7cou, 24:31), quien separará a los unos de los otros (24:32). Sobre el acto de
separar, el autor hace uso del verbo "á<popí£co" que significa: tomar aparte, quitar,
separar, excluir, acción utilizada anteriormente en Mateo 13:49, en la explicación
de Cristo sobre la parábola de la red, donde los ángeles del cielo separan a los
malos de los buenos. Esto añadido a la declaración final de Mt 25:46, Y éstos irán
di castigo eterno, pero los justos a la vida eterna.

(3) El pastor (jtoijj.f)v), aparece como imagen de comparación, evidenciado


por el uso del adverbio de modo "cba n ep " (como), donde la separación realizada
por el rey hacia todas las naciones, es comparada con la tarea de un pastor que
'aparta a las ovejas de los cabritos.22 Entendiendo que el punto de comparación
entre el rey y el pastor es la acción de separar a un grupo de otro, en el caso del
rey, a los justos (Mt 25:37) de los impíos.

Por lo cual, dentro del bosquejo, se puede percibir'que el pasaje en estu­


dio se halla dentro de la declaración del Rey hacia el grupo de las naciones. En
este caso Jesús continúa la narración diciendo: entonces el rey dirá a los de su lado
derecho (xóxs épsT ó paoileui; xou; ék Se^icov aúxoü), para ello, se hace uso del verbo
ere! (que proviene del verbo legó,23) en modo indicativo y tiempo futuro, lo cual
Implica la certeza de Cristo al declarar sobre este acontecimiento futuro.

Luego, en la declaración "recibid el reino" ( Ktoipovo^Tjcjaxs...paaiA.eíav) el

21F. F. Bruce, New International Bible commentary. "Formerly titled New intemational Bible
¡Bommentary and The intemational Bible commentary" (Grand Rapids, MI: Zondervan Publishing
House, 1979), 1148.
22T. Friberg, 320.
23Dicho verbo significa: "Digo", "hablo", "narro", "reporto".
verbo griego empleado es KXipovojAé© hallado en imperativo aoristo, lo que im­
plica una orden que conlleva a una acción que aún no se ha comenzado.24 Acerca
de ello, aun cuando el tema del reino de Dios es amplio dentro de todo el texto
bíblico, al considerar el hecho de recibir el reino en el juicio de las naciones y el
uso del imperativo-aoristo, se puede asumir que el reino aquí mencionado es
una recompensa que solo se comenzará a experimentar luego del juicio final.
Además, dicha recompensa, es descrita como preparada (lYroijiac^iévryv), donde se
hace el uso de un participio con artículo, lo cual muestra su función adjetiva,
generándose de ese modo una clausula relativa25 al término reino, mencionando
que ha sido preparado para ellos, es decir para los justos.

Finalmente, el versículo presenta la frase árcó KaiaPoÁTte KÓapou, que está


conectada dentro de la oración con la preposición ójió, lo cual indica todo aleja­
miento tanto en sentido local como también temporal,26 pero en el caso de este
pasaje, el alejamiento sería temporal, traducido como "desde". Entendiéndose de
ese modo que el Reino comenzó a ser preparado para los justos, no en los tiempos
de Jesús, ni después que él se haya ido al cielo, sino desde un punto específico, la
fundación del mundo. Sin embargo, esa preparación aún se mantiene debido a que
el participio "preparar" se halla en tiempo perfecto, es decir en acción continua,
proceso que inició en la fundación del mundo. De allí que Jesús habló en Jn 14:2,
3, de ir y preparar un lugar. Por lo cual, la terminación de este proceso sería antes
de la venida de Cristo Jesús.

En Le 11:50, la traducción palabra por palabra del texto NA 27 sería:

iva ¿KCT|Tr|9fj xó am a návuov t<5v npocpriT©v tó étacexuiiivov cuto


para que sea demandada la sangre de todos los profetas que ha sido derramada desde

KctraPoXffc KÓonou ojió rfic yevecb; xaúrnq,


fundación del mundo desde generación esta

Por lo tanto, una traducción personal del pasaje podría ser: "Para que
la sangre de todos los profetas que se ha sido derramada desde la fundación del
mundo sea demandada de esta generación"

24 Ray Summers y T. Sawyer, Essentials ofNew Testament Greek (Nashville, TN: Broadman
& Holman, 1995), 127.
25 Roberto Hanna, Ayuda Gramatical Para el Estudio del Nuevo Testamento Griego (El Paso,
Texas: Editorial Mundo Hispano, 1993), 64.
26Bruno Corsani, Guia para el estudio del Griego del Nuevo Testamento (Madrid: Sociedades
Bíblicas Unidas, 2001), 66.
Y para Jesús, Genesis 1 y 2 ¿eran literales o simbólicos?

iComentario exegético

Sobre el contexto de toda la perícopa donde se halla el pasaje en estudio,


se puede considerar que forma parte del ministerio de Jesús en Perea, cuando se
hallaba enseñando en parábolas.27Además, el episodio se lleva a cabo dentro de
la casa de un fariseo, quien había invitado al Maestro para comer (Le 11:37-54),
siendo el tema principal, la condena de Jesús hacia las prácticas hipócritas de los
fariseos, donde Jesús pronuncia 6 ayes sobre los fariseos e intérpretes de la Ley.
Así, al leer toda la perícopa se la podría bosquejar del siguiente modo:

A. La verdadera limpieza (11:37-41)


a. Jesús es invitado a comer en casa de un fariseo (37)
b. Jesús no realiza el lavado ritual (38)
c. Limpieza externa pero inmundicia interna (39-41)
B. Tres ayes contra los fariseos (11:42-44)
a. Ay por la ignorancia del amor y la justicia de Dios (42)
b. Ay por amar los puestos de honor y respeto (43)
c. Ay porque parecen modelos de pureza pero son puntos de inmundi­
cia (44)
C. Tres ayes contra los intérpretes de la Ley (11:45-52)
a. Ay por aplastar a los hombres con tradiciones que ellos no llevan (46)
b. Ay por la historia del derramamiento de sangre inocente (47-51)
c. Ay por ocultar la verdad de los hombres (52)
D. La hostilidad de los fariseos e intérpretes de la Ley (11:53-54)

Por lo tanto, se puede observar que el pasaje en análisis se halla den­


tro del contexto de las declaraciones de Jesús en contra de los intérpretes de la
Ley, quienes edificaban las tumbas de los profetas (Le 11:47). Este acto era con­
siderado como un acto de honrar a estos enviados de Dios, que fueron muertos
por la generación anterior. Sin embargo, Jesús denuncia que también este acto,
iparentemente de respeto hacia los santos hombres de Dios, es realizado con
Wpocresía.28 Así que, al edificar esos sepulcros con una actitud hipócrita, ellos
¿aban testimonio contra sí mismos, mostrando que realmente eran hijos de quie­
nes asesinaron a los profetas. Asimismo, Jesús declara que Dios en su sabiduría y
Bftinisciencia, conocía que sus profetas y apóstoles serían muertos (11:49).

Por otra parte, al analizar el versículo se puede notar que comienza con
U palabra griega 'iva, conjunción que por lo general expresa propósito29, siendo

^Francis Nichol, ed., The Seventh-day Adventist Bible Commentary (Washington: Review
and Herald Publishing Association, 1978) 5:665.
28 Nuevo comentario ilustrado de la biblia (Nashville: Editorial Caribe, 2003), 1247.
29 Roberto Hanna, Sintaxis exégetica del Nuevo Testamento griego (El Paso, Texas: Editorial
traducida como: para que, a fín de que, lo cual muestra su conexión con la última
parte del pasaje anterior. Donde, la permisión de Dios sobre la muerte y la per­
secución de algunos de sus profetas y apóstoles sería con el propósito de deman­
dar (ÉK^rjxéa)). Aunque el verbo mayormente es traducido como examinar, buscar
diligentemente, también significa: demandar,30 y por estar al lado del nominativo:
sangre (de todos los profetas), la mejor traducción sería: "la sangre de todos los
profetas sea demandada", debido a que el nominativo mayormente funciona
como sujeto. Además, dentro del relato bíblico, la imagen de demanda por la
sangre de una persona es muy común.31

Asimismo, para poder especificar que no se trata de la sangre de un per­


sonaje sino de todos los profetas, Jesús los encierra a través de la mención del
primer y último mártir del canon hebreo. Para Jesús, la sangre de Abel, es la
primera en ser derramada en el Antiguo Testamento (Gn 4:10) y la sangre de
Zacarías, la última, pues se registra en Crónicas, el último libro del canon (2 Cr
24:22). De este modo, Jesús logra dejar en claro a los fariseos, quienes conocían el
texto bíblico, la referencia a todos los profetas de la antigüedad. A través de esta
mención, también se puede percibir que el canon del AT era conocido y respeta­
do en los tiempos de Jesús, desde Génesis hasta Crónicas32 y a la vez dentro de
su declaración Jesús considera a Abel, el personaje del relato de Gn 4, como un
personaje histórico y no mítico o irreal.

El pasaje continúa con la mención: "que ha sido derramada desde la funda­


ción del mundo", frase que inicia con un participio pasivo neutro, que cumple la
función adjetival atributiva,33 calificando al sustantivo sangre. De manera que al
hablar Cristo de "la sangre de todos los profetas que ha sido derramada", necesita to­
mar un punto de partida, el cual es la fundación del mundo (KaTaJ3oA.fikóojiou). Y
al mencionar dentro del texto a la sangre de Abel, como la primera en ser derra­
mada (Gn 4:10), Jesús hacía referencia a un momento histórico anterior a Abel, es
decir al periodo de Gn 1 y 2, los cuales son los relatos que describen la fundación
del mundo.

Finalmente el versículo termina empleando la frase esta generación (xfíq

Mundo Hispano, 1997), 128.


30 H. G. Liddell, A lexicón: Abridged from Liddell and Scott's Greek-English lexicón (Oak Har-
bor, WA: Logos Research Systems, 1996), 238.
31 Los textos donde se puede apreciar más la demanda por la sangre de una persona o
animal son: Gn 9:5; 42:22; 2 S 4:11; Sal 9:12; Ez 3:18,20; 33:6,8.
32 A diferencia del orden de los libros del AT que aparecen en las versiones protestantes,
iniciando por Génesis y terminando con Malaquías, el canon hebreo contiene la misma cantidad de
libros pero en diferente ubicación iniciando con Génesis y terminando con Crónicas, bajo el orden:
La ley, los Profetas y los Escritos.
33 Ray Summers, 98.
wevsáq toótt|q), el cual se refiere a quienes viven en el mismo periodo de tiempo,
o que son contemporáneos.34 A la vez dicha frase griega aparece siete veces en
este evangelio,35 en donde los puntos comunes entre cada uno de los versículos
son: (1) es una frase empleada por Jesús y (2) se da en respuesta a una pregunta,
inquietud o alusión a los fariseos, escribas o intérpretes de la Ley.

En Jn 17:24, el texto griego menciona

ricrrep, 6 ó ¿5 cokóc fioi» 9éÁco iva o nou etpi éyci> K Ó K s t v o i . cooiv


Padre, lo que (tú) has dado a mi, (yo) deseo para que donde estoy yo aquellos estuviesen

fier’ ¿(íoü, tva Qecopwoiv tt|v oóqav r^v épriv, fjv oéocoKÓ; |xot oti
junto de mí, para que contemplasen la gloria mía la que (tú) has dado a mí poique

rf/órtrioá^ us upo K ataPo/ .fjc k ó o |¿o u .

(tú) amaste a mí antes fundación dd mundo.

Bajo lo cual, una traducción personal del pasaje bíblico sería: "Padre, lo
que me has dado, deseo que donde yo estoy, aquellos estuviesen junto a mí, para
que contemplen mi gloria, la que me has dado, porque me amaste antes de la
.fundación del mundo".

■fComentario exegético

Al poder analizar la perícopa que contiene este pasaje, se puede notar


que se halla dentro de la oración de Cristo realizada en el Getsemaní. Esta his­
toria se halla ubicada, luego que Jesús sale del aposento alto (Jn 14:31), saliendo
de la ciudad de Jerusalén hacia el lado este, y en dirección hacia el monte de los
Olivos.36 Por lo cual, toda la sección de los capítulos 15-17 corresponde al último
¡discurso de Jesús hacia sus discípulos antes de ser arrestado.

Dentro de dicho plegaria se puede apreciar 2 grupos por los cuales espe­
cíficamente el Maestro ora: sus once discípulos (1-19) y los que han de creer en
él por la palabra de aquellos, es decir, la iglesia cristiana (20-26). Y siendo que el
pasaje en estudio se halla dentro de esta última sección, se podría bosquejar de
|a siguiente manera:

A. Jesús pide por la unidad de la iglesia en la misión (17:20-23)


Petición al Padre por la unidad de la iglesia (20)

34T. Friberg, 97.


35 Le 7:31; 11:31,32; 11:50,51; 17:25.
36 J. D. Douglas, Nuevo diccionario bíblico (Miami: Sociedades Bíblicas Unidas, 1991), Getse-
Dianí.
La iglesia sea una en la deidad (21)
La gloria de Cristo es el medio para la unidad (22)
La morada mutua del Padre en el Hijo y el Hijo en la iglesia (23)
6. Jesús pide para que la iglesia alcance su destino (17:24)
Estén con Cristo (24a)
Vean su gloria (24b)
C. Jesús pide para que la iglesia experimente el amor de Dios (17:25-26)
La iglesia ha conocido que el Padre envió a Jesús (25)
Dar a conocer el nombre de Jesús (26a)
El amor del Padre esté en ellos (26b)

Al analizar el mismo versículo, se puede percibir que inicia con la pala­


bra Padre (Tlócep), el cual es un vocativo que muestra la dirección de Jesús hacia
Dios Padre, con el objetivo de hacerle una petición, esta invocación se repite den­
tro del capítulo en los versículos 1,5,1 1 ,2 1 y 25. Dentro de esta petición, a través
del verbo griego Oétao, Jesús expresa su deseo respecto a "aquellos", haciendo uso
del pronombre demostrativo kóksTvoi. El hecho que este pronombre esté en plu­
ral, identifica a quienes habrían de creer por la palabra de los discípulos (17:20),
es decir a su iglesia. Por otra parte, Jesús no hizo diferencia de privilegio, entre
los que le habían oído personalmente y los que habrían de oírlo por medio de los
discípulos, esto se evidencia al orar por la unidad de ambos grupos.37

Seguido a esto, Cristo hace mención de la palabra griega 8ó£a (una ma­
nifestación de gloria, esplendor, luz radiante), palabra empleada tres veces en esta
plegaria (17:5,22,24). De ese modo, Cristo muestra la importancia de mostrar su
gloria como un elemento importante para la unidad de la iglesia. Con la diferen­
cia que en esta ocasión, la gloria sería vista en el futuro, cuando sus seguidores
estén con Jesús, en el lugar donde él está (en tiempo presente).

Por otra parte, el pasaje presenta dos declaraciones que inician con la
conjunción griega 'iva, “presentando dos propósitos del deseo de Jesús:

1. Para que donde yo estoy, aquellos estuviesen junto a mí (iva orcou sijii éycp
kccksívoi coaiv (xsx é|4.ou), el primer propósito del deseo de Cristo es, que
en el lugar donde Jesús está (tiempo presente, es decir: ahora), aquellos,
es decir sus seguidores, estén (modo subjuntivo, donde se muestra el
anhelo de Cristo para que esto sea tina realidad) junto a mí. El emplea el
verbo eijii en modo subjuntivo, en esta última parte expresa el deseo para

37 D. Carson, R. France, J. Motyer y G. Wenham, Nuevo comentario bíblico: Siglo veintiuno


(Miami: Sociedades Bíblicas Unidas, 1999), Jn 17.24.
38Esta conjunción generalmente expresa propósito y también puede ser traducido como
"que". Ver Roberto Hanna, 127.
Y para Jesús, Genesis 1 y 2 ¿eran literales o simbólicos?

una futura glorificación de los creyentes.39

2. Para que contemplen mi gloria, la que me has dado (iva Gecopcóciv Só^av
ttjv éprjv, r^v 6é5íOKáq jaoi) el segundo propósito del deseo de Cristo es, que
cada seguidor pueda contemplar la gloria del Hijo (es decir: mi gloria),
gloria que fue dada por el Padre a Jesús. Esta declaración muestra una
unidad indivisible entre el Hijo y el Padre.

El pasaje termina con la declaración: porque me amaste antes de la fundación


del mundo (<5ri ryyá7tr|aái; jie icpó KaTaPoXífe KÓopao), esta frase inicia con la conjun­
ción on,40el cual presenta la causa por la cual Jesús recibió gloria, la misma que es
el amor de Dios hacia él. Sobre la frase "me amaste" se hace uso del verbo griego
¿cycnráú^el cual presenta, un amor basado sobre una evaluación y elección, un asunto
de deseo y de acción.41

Aunque, llama la atención el uso del tiempo aoristo al hacer esta decla­
ración, debido a que el tiempo aoristo en el modo indicativo, presenta frecuente­
mente, un hecho puntual en el pasado.42 La declaración parece limitar la acción
de amar de Dios hacia Cristo a un momento específico en el pasado. Esto puede
ser afirmado más adelante, por el uso de la preposición griega upó (antes), donde
el texto claramente confirma que el Padre amó a Jesús, en un punto específico
antes de la fundación del mundo.

Una vislumbre de solución a esta dificultad se aprecia en Jn 10:17, donde


Cristo mismo presenta que el Padre le ama (tiempo presente), debido a que él
pone su vida para volverla a tomar. De esa manera, Jesús une el acto del Padre, de
ornar a Jesús, con su elección de sacrificio por la raza humana, dejando a un lado
•u gloria. Esta posibilidad puede explicar mejor el pasaje de Jn 17:5, donde Jesús
hace mención a la gloria que tenía (tiempo imperfecto, acción lineal terminada
en el pasado), antes de la existencia del mundo, la cual fue limitada por sí mismo
(Fil 2:6-8) en un momento puntual antes de la fundación del mundo, siendo éste
un motivo más por el cual Jesús enfatiza que el Padre le amó.

De manera que la última frase del versículo: fundación del mundo


fllcaraPoA,fj(; kóojiod), llega a ser un importante momento histórico a considerar.

39E. D. Radmacher, R. B. Alien y H. W. House, The Nelson study Bible: New Kitig James
lyirsion (Nashville: T. Nelson Publishers, 1997), Jn 17.24.
40Esta es una conjunción causal y traducida como: porque, ya que, dado que. Ver Roberto
Harina, 128.
« T . Friberg, 30.
42 Daniel B. Wallace, Greek Grammar Beyond the Basics - Exegetical Syntax of the New Testa-
Ittent (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1999), 556.
Pues, fue antes de este suceso el acto del Padre, de amar a Jesús, por decidir en­
tregar su vida para rescate del pecador. Esto es confirmado por la declaración de
1 P 1:19,20.

En conclusión, en cada uno de los tres versículos analizados, se puede


observar que el uso de la frase KauaPoXfji; kóojiou, cuyo significado es: fundación,
comienzo o creación43 del mundo, de la siguiente manera:

A. Mt 25:34
Descripción histórico-real: El juicio de las naciones
El reino entregado por el Rey a los justos fue preparado desde la
fundación del mundo................................................. (acción lineal)
B. Le 11:50
Descripción histórico-real: Sangre derramada de todos los profetas
La sangre derramada desde la fundación del m undo......... (acción lineal)
C J n 17:24
Descripción histórico-real: La unidad del Padre con Jesús
Tú me amaste antes de la fundación del m undo................(acción puntual)

De manera que al emplear esta frase, Jesús hace referencia directa al mo­
mento cuando el mundo fue creado. Además, dentro de las tres declaraciones, se
puede observar que Jesús toma esta frase como un momento puntual e histórico.

Jesús y el principio de la creación

El texto se halla ubicado en Mr 13:19, siendo la traducción palabra por


palabra del texto griego de Nestle-Aland,44 de la siguiente manera:

¿oovtou. yáp ai r||ispaisicstvai 0).tyic ota ao ysyovev toiaún) ¿ai’


serán porque los días aquéllos angustia tal como no ha habido como esta desde

Ktíoeojw fjv textosv ó 9eoc eco^ToO vOv «ai oü |if| . yéNTjiat,


principio déla creación que creó Dios hasta ahora y no no acontecería.

Por lo cual, una traducción personal del pasaje sería: "Porque aquellos
días serán de angustia, tal como no ha habido como ésta, desde el principio de la
creación que Dios creó, hasta ahora, ni acontecerá jamás".

Comentario exegético

43T.Friberg,217.
44E. Nestle, K. Aland y B. Aland, 95.
E SI
Sobre el contexto de la sección donde se halla el pasaje en estudio, se
puede considerar que forma parte del fin del ministerio de Jesús en Jerusalén en
el ¡año 31 d.C.45 Siendo más específicos, este relato se ubica en la semana de la
prucifixión de Jesús, donde la perícopa que la contiene sería Marcos 13:5-27. Esta
Perícopa, es delimitada por la mención tanto al inicio como al final del verbo grie­
go pXéjreTe (Mirad),46 siendo el tema principal de la perícopa, los acontecimientos
ftntes del fin, en especial en los días de la tribulación (vers. 19 y 20), por lo tanto,
ipuede ser bosquejada del siguiente modo:

A. El principio de dolores (13:5-13)


a. La aparición del falso Mesías (4-6)
b. Guerras y rumores de guerras (7-8a)
c. Terremotos y hambres (8b)
d. Persecución de los santos (9,12-13)
• Persecución religiosa y política (9)
• Persecución familiar (12-13)
e. Predicación universal del evangelio (10)
f. Ministerio del Espíritu Santo (11)

B. La abominación desoladora y el tiempo de angustia (13:14-23)


a. La abominación desoladora (14-18)
b. Periodo de angustia para los seguidores de Jesús (13:19-23)

Por lo tanto, el versículo en estudio es parte del periodo de angustia


que los seguidores de Cristo habrían de pasar. Asimismo, Jesús deja en forma
Indefinida la ubicación específica de este periodo de angustia, pero lo identifica
como un periodo de aflicción y apostasía que ocurriría después que se haya
establecido la abominación desoladora. Estas dos figuras aparecen en el libro de
paniel, donde la abominación desoladora históricamente dura "tiempo, tiem­
pos y medio tiempo" (Dn 7:25) y el periodo de angustia es ubicado junto a la
manifestación del arcángel Miguel (Dn 12:1).

En la primera oración del versículo: Porque aquellos días serán de angustia


paovxai yáp al fmépai éiceivai 9Aa\|/i<;), se puede observar que inicia con la par­
tícula griega pospositiva yáp (porque), la cual se usa comúnmente como una
Eonjunción causal o explicativa. Eso relaciona este pasaje con su precedente,
ponde Jesús está describiendo la abominación desoladora que habló el profeta
¡Daniel, la cual vendría hacia Jerusalén. Por lo tanto, dentro del pasaje, Jesús

45Francis Nichol, ecL, The Seventh-day Adventist Bíble Commentary (Washington: Review and
líerald Publishing Association, 1978) 5:565.
46Hans K. LaRondelIe, Las profecías del Fin (Buenos Aires: ACES, 1999), 43.
H
continúa mencionando: en aquellos días (airmépai ¿Keívai), frase que solo vuelve
a aparecer dentro de los evangelios, en Mt 24:22, haciendo alusión al mismo
tema. Cabe resaltar que la principal característica de aquellos días será de "an­
gustia, tribulación" (0A,T\jju;), debido a que se encuentra dentro de una oración
predicativa.

La siguiente oración declara: tal como no ha habido como esta, desde el


principio de la creación (oía ot>yéyovev toioótíi án’ ápx,f¡<; ktícjsgx;), esta oración está
completamente subordinada a la palabra griega GÁ-ñj/ic, que literalmente sig­
nifica: presión, aflicción, opresión, sufrimiento, preocupación, tribulación,47 palabra
que también aparece en Mt 24: 21, pero como: "gran tribulación". Y aunque
Marcos no coloca el adjetivo "grande", hace uso del verbo yívo|¿ai (existir, llegar
a ser, venir, originar) en modo indicativo y tiempo perfecto, mostrando que una
descripción de esta angustia, es que no ha habido como esta, desde (arcó) el
principio de la creación (ápxfeicTíoeax;). Además, el sustantivo Kríoiq, que puede
ser traducido como: "creación, suma total de todas las cosas creadas, criatura",48
aparece 19 veces en el Nuevo Testamento, y tres de ellos en el evangelio de
Marcos.49Y sin duda, este sustantivo, presenta una clara referencia a la creación
de Dios, idea que es confirmada con la oración subordinada: que Dios creó hasta
ahora (fív Iicnoev ó 0sóq §a>q xoü vüv), donde Cristo recalca referencia específica
al momento de la creación realizado por Dios en Gn 1:1, donde se presenta a
Dios como el creador de todo. A esto se une el paralelismo entre la declaración
"principio de la creación" de Mr 13:19 y la frase "principio del mundo" de Mt 24:21,
mostrando que para Jesús el principio de la creación era una referencia clara al
principio del mundo.

A través de toda esta declaración, Jesús muestra que dicho periodo se­
ría único en la historia y para confirmarlo Jesús toma el punto de referencia, el
principio de la creación, afirmando que ningún otro periodo desde el principio de
la creación hasta ahora (es decir hasta el momento cuando Cristo lo declaró) se
compara con lo que iba a acontecer en el periodo de angustia. Además, el tipo
de declaración empleado en este pasaje es usado con frecuencia en el AT, para
describir un gran desastre, en un contexto de juicio (Ex 9:18; 10:14; 11:6; Jer 30:7;
J12;2).

Finalizando el pasaje termina con la oración: ni acontecerá jamás (oú |ií|


yévnxai), donde se hace uso de dos partículas negativas oú y jif], los cuales nie­
gan totalmente la posibilidad de dicho periodo de angustia vuelva a acontecer,
con un enfático "N O " acontecerá.

47T. Friberg, 198.


48T. Friberg, 239.
49Mar 10:6; 13:19 y 16:15.
Jesús y la referencia a toda la creación

El texto se halla ubicado en Mr 16:15, siendo la traducción palabra por


palabra del texto griego de Nestle-Aland50 de la siguiente manera:

Ktd eÍ7iev auiou;- 7iopex)0évtec sig xóv k óg jiov cbiavra Kr^púcare xó eüceyyéltov
y dijo a ellos: Yendo hacia di mundo todo proclamad el evangelio

TOHJfl xfj K r i o e t .
a toda la creación

Por lo cual, una traducción personal del pasaje sería: "Y les dijo: Después
de ir hacia todo el mundo, proclamad el evangelio a toda la creación".

¡iCom entario exegético

Sobre el contexto de la sección donde se halla el pasaje en estudio, se


puede considerar que forma parte de las apariciones de Jesús, posteriores a su
Insurrección. La perícopa que contiene el pasaje en estudio sería Marcos 16:14-
18, donde el tema principal es la aparición de Cristo a los once discípulos, el cual
podría ser bosquejada de la siguiente manera:

K A. El reproche (16:14)

B. La gran comisión (16:15-16)


1. Dinámica de la predicación: Yendo (Activa no pasiva)
2. El campo de la predicación: Todo el mundo
3. El contenido de la predicación: El evangelio
4. Objetivo de la predicación: Toda criatura
5. Resultados de la predicación:
• El que creyere y fuere bautizado: Salvo
• El que no creyere: Condenado

|v,C. Las señales de confirmación (16:17-18)


1. Echarán fuera demonios
2. Hablarán nuevas lenguas
3. Tomarán en la mano serpientes
4. No les hará daño si beben cosa mortífera
5. Impondrán las manos sobre los enfermos y sanarán

50 E. Nestle, K. Aland y B. Aland, 95.


re a
Por consiguiente, el versículo en estudio se hedía dentro de la gran comi­
sión dada por Cristo hada sus discípulos. A diferencia de Mateo, el verbo sobre
el cual gira la gran comisión es el verbo griego laipúacci), que significa: proclamar
públicamente, anunciar, hacer conocer extensivamente, predicar.51 Este verbo se ha­
lla en modo imperativo aoristo, lo cual es una orden que conlleva a una acción
aún no comenzada.52 Y aun cuando los discípulos de Jesús, ya habían salido a
proclamar las buenas nuevas del evangelio, esta nueva orden tendría un énfasis
totalmente diferente.

A esta orden de proclamar, se subordina el participio JiopeuGévrss (des­


pués de ir), el cual es un participio de función verbal, y por hallarse en tiempo
aoristo debe traducirse como una acción antecedente de la acción del verbo prin­
cipal: proclamar, de manera que la traducción sería: "Después de ir por todo el
mundo, proclamad el evangelio", debido a que el participio funciona como una
acción subordinada a la acción principal.53

Finalmente, dentro de la frase a toda creación (nfart] tq ktíosi), la cual


es una construcción dativa, sintácticamente viene a ser el objeto indirecto de la
acción de proclamar, siendo "el evangelio" el objeto directo de la oración. En con­
clusión, la frase "a toda criatura", presenta el objetivo que tiene la proclamación
del evangelio, considerando de ese modo a toda persona, como una criatura. Una
clara referencia a la creación, el momento cuando Dios formó'al hombre y sopló
en su nariz aliento de vida (Gn 1:27,2:7). Por lo cual, Jesús antes de partir al cielo
entregó la gran comisión a su iglesia, enfatizando que toda persona es una cria­
tura, es decir una creación de Dios.

Conclusión general

Luego de analizar cada uno de los 12 versículos de los 4 evangelios, don­


de Cristo realizó declaraciones alusivas a Gn 1 y 2, se puede llegar a las siguientes
conclusiones:

En su encuentro con los fariseos Mr 2:27, Jesús declaró certeramente, que


el sábado fue creado en un momento puntual en el pasado. Y en el encuentro de
Mr 10:6-9 y Mt 19:5-6, Jesús citó directamente a Gn 1:27 y 2:24 como la evidencia
histórica fundamental, que presenta el plan original de Dios, en contraste con la
limitada permisión histórica de Moisés en Dt 24:1 a causa de la rebelión humana.

Al hacer uso de las frases "fundación del mundo" y "principio de la creación"

n T. Friberg, 230.
52 Ray Summers, 127.
53M i., 97
B
------------ ------------ -------------------------------- M
de Mt 25:34, Le 11:50, Jn 17:24 y Mr 13:19, Jesús presentó el hito que divide de
nnanera clara la historia de la humanidad, siendo el único punto referencial que
apunta al origen y la creación de la raza humana.

Finalmente, en la orden de "proclamad a toda criatura" en Mr 16:15, Jesús


[visualiza a todo ser humano, como un ser creado por Dios.

Por lo tanto, en las referencias que Jesús realizó a Génesis 1 y 2, las ubicó
Como un hito histórico que presenta el origen de la humanidad, la base para ubi­
car el plan original de Dios y como la base teológica para responder diferentes
Inquietudes de los líderes de aquel entonces. De modo que todo grupo de per­
sonas que pretende seguir a Cristo en la actualidad, debe rechazar toda idea que
trate de visualizar a Gn 1 y 2 de un modo diferente como Cristo lo visualizaba:
un relato histórico, real y una firme base de fe cristiana.

B5EI
la F •■
8P

Creación, evolución y ética


Joel R. Turpo Ch.
Universidad Peruana Unión

Introducción

La cosmovisión, sea cual fuere, no es opcional, todos los seres humanos


pensamos y actuamos sobre la base de una cosmovisión, aunque no seamos cons­
cientes de ello.1 Así, sea cual fuera la conducta ética, esta se fundamenta en una
cosmovisión particular de la vida. En consecuencia, es fundamental examinar el
significado de la cosmovisión y su relación con la ética, para identificar los valo­
res y actitudes que la gobiernan.

Por lo cual, el presente estudio, examina (1) la relación entre la cosmovi­


sión y la ética, (2) conceptualizando las diferencias entre la cosmovisión bíblica y
naturalista, (3) comparando las implicaciones éticas basadas en su (a) concepción
del hombre, (b) su diferencia con los animales, (c) el desarrollo de su conciencia,
(d) su discernimiento de las leyes, y finalmente (e) su percepción del tiempo. Se
pretende mostrar que sea la cosmovisión naturalista, que se basa en la evolución,
o la bíblica, estas tiene un impacto ético, sea coherente o incoherente, en todas las
categorías de la existencia humana.

Relación entre la ética y la cosmovisión

La ética es el estudio de los valores morales y de la conducta que procu­


ra contestar ciertas cuestiones fundamentales en relación a lo que es correcto e
incorrecto,2 está mayormente relacionada con juzgar, intentando determinar qué
condiciones o experiencias son buenas o malas, qué rasgos del carácter son virtuo­
sos o viciosos, y que prácticas, instituciones y normas son correctas o equivocadas.3

La cosmovisión es un conjunto de ideas básicas acerca de la realidad que,


como consecuencia de su naturaleza general y su amplio espectro, condiciona
toda la gama del pensamiento y la acción de los hombres,4 funcionando como

1John M. Fowler, "Hacia una cosmovisión cristiana, una perspectiva clara ante la vida y el
destino", Diálogo Universitario 1(1990): 5.
2George R. Knight, Filosofía y educación, una introducción a laperspectiva cristiana (Colombia: Aso­
ciación publicadora interamericana, 2002), 43; Para un enfoque cristiano de la ética véase Gerald Nyenhuis y
James P. Eckman, Ética cristiana, un enfoque bíblico-teológico (Colombia: Editorial Unilit, 2002), 13,191; Fowler, 5
3 David R. Larson, "Ética y Ciencia en la educación cristiana", Educación adventista 17 (20Q3):13.
4Femando Luis Canale, "La cosmovisión teológica y su influencia sobre la Iglesia Ad-
«presuposiciones que están directamente implícitas en el proceso por medio del
Bfeual los seres humanos comprendemos la realidad y nos relacionamos con ella.5
■hksí la cosmovisión es una perspectiva totalizadora acerca del origen, propósito,
■ destino de la vida humana y del universo, que determina nuestros valores éticos
■ y nuestra conducta diaria.6

Conceptualización de la cosm ovisión b íb lica y naturalista

Fowler, menciona siete pilares fundamentales de la cosmovisión bíblica:7


I (1) Dios es la realidad última, el centro y punto de referencia de todo, es la causa y
■ el diseñador de la vida en todas sus formas, un ser que vive, se comunica con los
B seres humanos y busca relacionarse con ellos; (2) Dios se ha revelado a los seres
■ humanos especialmente mediante la Biblia, que como revelación de Dios sienta
I las bases epistemológicas y éticas de la cosmovisión cristiana, fundamentalmente
■ revelada por el Hijo; (3) Dios creó a los seres humanos a su propia imagen, lo cual
B' coloca a los hombres y mujeres en una posición única de dignidad y valor; (4) el
1 pecado ha dañado la creación de Dios al interrumpir el orden y el plan original de
■ P íos , distorsionando las dimensiones física, mental, espiritual, emocional, social,
1 como las relaciones y los valores; (5) Dios está librando un conflicto contra Satanás;
K (6) Dios ha tomado la iniciativa de restaurar la humanidad mediante la actividad
■ redentora de Cristo; y (7) Dios ha asegurado la restauración final y la lleva a cabo.

El evolucionismo plantea que la vida surgió por generación espontánea,


K un accidente, un azar del destino,8 como consecuencia no dice nada sobre el sen-
■ tido del universo ni de los seres humanos.9 Asimismo, considera la existencia de

pventista del Séptimo día", Enfoques 11,1 y 2 (1999): 103.


5 Canale, 105.
6Fowler, 5. Las Escrituras subrayan este principio de que "cu^l es su pensamiento en su
.corazón (del hombre), tal es él" (Pr 23:7). Elena de White, que elaboró plenamente su pensamiento
Sobre la base de principios bíblicos, nos explica que "la mente controla al hombre entero. Todos
/nuestros actos, buenos o malos, tienen su origen en la mente". De allí subyace la importancia de que
nuestras presuposiciones estén bajo el control de una cosmovisión acertada, pues esta impactará en
hombre, de una forma u otra. Humberto M. Rasi, "Combatiendo en dos frentes, una respuesta
'adventista al secularismo y al neopanteísmo". Revista Diálogo Universitario 1 (1991): 4.
7 Fowler., 7.
8La abiogénesis, considera que la vida surgió de un caldo de cultivo prebiótico espontáneamente,
la exobiogénesis cree que la vida de la tierra vino del espacio exterior. Para mayor información véase Raúl
Esperante, "Abiogénesis y Exobiogénesis". Ciencia de los Orígenes 75 (Primavera, 2008): 11. Para una crítica del
origen de la vida según la evolución ver: Raúl Esperante, "El origen de la vida en la tiara: Razones por las
que los modelos naturalistas son imposibles". Ciencia de los Orígenes, 75 (Primavera, 2008): 1-11; Asimismo,
para una revisión del origen del universo desde el punto de vista evolucionista véase Carmelo Martines,
'Creación y evolución - origen, presente y destino; un estudio en contraste", Davarlogos 10,1 (2011): 2-4.
9 Ignacio Núñez de Castro, "Creación y sentido en un universo en evolución" en evolución y
•cristianismo: un dialogo posible. Ed. Lucio Florio (Buenos Aires: Editorial Dunken, 2007),142-144.

m
un intrincado proceso evolucionista, es decir, todas las formas de vida, preceden
de las más simples, en este proceso sobrevive el más apto, aquel que tiene mejor
capacidad de adaptación. Así, no hay meta final, ni ninguna fuerza dirige la vida.
Las mutaciones y la selección natural (productos del azar) operan ciegamente, con­
servando lo que funciona y descartando lo que no.

Im p licacion es éticas

El hombre

En la cosmovisión evolucionista, la persona no es más que el resultado


del material genético en el proceso evolutivo de lo simple a lo complejo, un ani­
mal más, que deriva de algún primate que precedió al homo Sapiens,10 siendo la
selección natural la explicación lógica del mecanismo evolutivo, donde sobrevive
el más apto, el más fuerte, aquel que tiene mejor capacidad de adaptación. Tal
afirmación provoca una ética competitiva, así, la persona debe estar preparada
para adaptarse al medio y para competir con el prójimo con la finalidad de su­
perarlo11, porque los peces grandes se comen a los más chicos y estos a los más
pequeños. Según esta perspectiva, lo esencial en la vida es poder: poder sobre
los más débiles y la voluntad de ejercitarlo. Tal es la ley de la naturaleza, y el ser
humano como parte del mundo natural, es más auténtico cuando se comporta
como el resto de los animales.12
En cambio, para la cosmovisión bíblica el hombre es imagen y semejanza
de Dios (Gn 1:26, 27),13 un ser completo e indivisible14, poco menor que los án-

10Elaide Kennedy, "buscando a los antepasados de Adán", Diálogo Universitario, 8:1 (1996), 12.
11Priora, 4.
12Jack W. Provonsha, "Bioética cristiana, decisiones racionales en asuntos de vida o muer­
te", Diálogo Universitario 1 (1989): 9.
13Esto significa que el hombre fue diseñado para reflejar la imagen de Dios, lo cual apunta hacia
su papel como representantes de Dios sobre la creación inferior (SI 8;6-8), como también, en su función fí­
sica, mental, social, espiritual, y la capacidad de comulgar con Dios, son una parte integral del concepto de
imagen de Dios. Véase Aecio Cairas, "Hombre" en Tratado de Teología, Ed. Raoul Dederen (Buenos Aires:
ACES, 2009), 236; Asimismo Veloso indica que . .el concepto de imagen y semejanza de Dios describe las
características específicas del hombre incluyendo la totalidad de su ser y la plenitud de sus expresiones de
vida. Caracteriza al hombre como persona viviente que tiene la capacidad de relacionarse con el creador,
que está en condiciones de vivir en armonía con sus semejantes, que posee una capacidad espiritual
mediante la cual puede distinguir entre el bien y el mal, que comprende claramente la finalidad o misión
de su vida a la cual debe dedicarse con todas sus energías, que actúa con una identidad persona diferente a
la identidad colectiva de los animales, que posee la libertad de decidir y de actuar en armonía con sus deci­
siones, que experimenta una vinculación especial con el poder normativo de Cristo y con la persona misma
del Señor, imagen perfecta de Dios, gracias a la cual puede adquirir un nuevo ser cuya realidad es la res­
tauración de la imagen de Dios destruida por la experiencia del pecado. El hombre como imagen de Dios
es una persona viviente que se realiza en Cristo y encuentra sentido para su existencia en la misión que él le
encomendó". Mario Veloso, El hombre, una persona viviente (Brasilia: Ediciones SALT, 1980), 141,142
14Norman Gulley, ¡Cristo Viene! Un enfoque cristocéntrico de los eventos de los últimos días
BSfli
geles (Sal 8:5), representante de Dios sobre la creación inferior (Gn 1: 2 6 ,28)15 y
que vive en un ambiente de ayuda mutua (Gn 2:18). Este marco provee la base de
la naturaleza relacional del ser humano en un ambiente de cooperación. De esta
manera el creacionismo no propone la supervivencia del más apto sino la super­
vivencia de todos. Este sentido ético evita el desequilibrio de la competitividad
por la cooperación en un ambiente de armonía.16

El hombre en comparación con los animales

La evolución afirma que todas las formas de vida trazan su inicio has­
ta los orígenes naturales de materia sin vida. Así todas las especies y seres vi­
vos evolucionaron a partir de un antecesor común. Esto promueve la ética de la
homogeneidad, es decir, que tanto animales como seres humanos son iguales.17
Desvalorizando, a la persona como un mero animal que evolucionó. Esta ase­
veración genera un cúmulo de problemas éticos en la persona, pues, siendo el
hombre un animal, vive por instinto, buscando la satisfacción del placer por el
mero hecho del placer,18sin importarle la persona, que sería tratada simplemente
como un objeto.

En cambio, la cosmovisión bíblica cree que Dios creó todos los seres
vivos,19 por lo menos a nivel de las especies y géneros (Gn 1:21, 24, 25).20 Y aun­
que existen similitudes entre el hombre y los animales, ya que somos hermanos
en la creación,21 sin embargo, las diferencias están profundamente enraizadas en

(Buenos Aires: ACES, 1998), 297.


15Gerald Wheeler, Más allá de esta vida: Lo que Dios dice acerca de la vida, la muerte y la inmor­
talidad (Buenos Aires: ACES, 1998), 11,12.
16Víctor M. Amenteros Cruz, "Cosmovisión creacionista: la estructura de nuestro pensa­
miento", Ciencia de los Orígenes 74 (otoño, 2007): 3,4.
17Elsie Romanenghi Powell, Interrogantes sobre el sentido de la historia y otros ensayos (Bue­
nos Aires, Ediciones Kairos, 2006), 37.
18Leonard Brand, "¿Cuál es la relación entre la ciencia y la fe?", Theologika 9,1 (1994): 30,31.
19Esta creación fue a partir de grupos o tipos originales, dotados de la posibilidad de pro­
ducir variaciones al reproducirse, siempre dentro de ciertos límites. Carlos F. Steger, "Los dinosau­
rios y la inspiración", Revista adventista (Enero, 2004): 13.
20Brand, "¿Cuál es la relación entre la ciencia y la fe?", 30,31; Fernando De-Lucchi y Mer-
ling Alomía, "Las especies del Génesis y la genética actual", Theologika 9, 2 (1989): 220-247.
21Entre estas semejanzas Cremades señala que (1) ambos son hermanos de la creación, (2)
ambos comparten cuerpo y alma, (3) ambos presentan la misma composición química, (4) ambos es­
tán constituidos por células que son estructuralmente semejantes, (5) ambos manifiestan un carácter
similar en los genes y los cromosomas, (6) ambos presentan un plan estructural en el esqueleto y los
órganos, (7) ambos tienen semejanzas etológicas o de comportamiento. Véase Cremades, Antonio.
"Creados a imagen de Dios: Hacia una antropología bíblica". En Rasi, Humberto M., comp., Chrisl
in the Classroom. Adventist Approaches to the Integration ofFaith and Leaming, Vol. 32. (Silver Spring,
MD: Institute for Christian Teaching Education Department, 2004), 411-426.
el significado de ser "creados a imagen y semejanza de Dios". Así, la creatividad,
el sentido estético, el uso de la inteligencia, la moral, el libre albedrío, un lenguaje
complejo,22 la percepción de lo trascendental y esencialmente la capacidad de re­
lacionarse con Dios como la expresión más elevada de su ser,23 son aspectos que
diferencian al hombre de los animales. Por lo cual, el hombre es un ser dotado
por el Creador de libertad y autoridad (Gn 1:26-28) que debe ejercer con respon­
sabilidad, ante Dios, los hombres,24 y la naturaleza.

La conciencia moral

La evolución trata de explicar y definir el origen de la moralidad de la éti­


ca en términos del relativismo cultural y la sociobiología. El relativismo cultural
arguye que cualquier cosa aprobada por un grupo cultural es correcta; lo que no
sea aprobado por el grupo es incorrecto.25 De esta manera, no existen principios
fijos para guiar el desarrollo de códigos morales universales, ya que la cultura de­
termina lo que es bueno y malo. Así cada cultura desarrolla sus propias normas
morales, y ninguna otra cultura tiene el derecho de juzgar el sistema de valores
de otra cultura. Por lo tanto no hay normas morales absolutas que se apliquen a
toda la gente en todo lugar y tiempo 26 Por todo esto, el relativismo cultural ha
sido etiquetado como algo ilógico e irrazonable 27

La sociobiología es la aplicación de la teoría evolucionista al estudio de


la conducta social animal y humana,28 analiza la base biológica de todo compor­
tamiento social, incluyendo la moral, enseñando que todos los sistemas morales
y religiosos existen simplemente por que ayudan a promover la supervivencia
y la reproducción del grupo y argumentan que se puede explicar la existencia
de cada religión o sistema de creencia importante en el mundo en términos de
selección natural y evolución. El impacto ético consiste en que la definición de
"verdad" sólo puede ser definida como, "aquello que resulta", y no necesaria­
mente lo que es verdadero.29

22David Ekkens, "Los animales y los seres humanos: ¿son iguales?", Diálogo Universitario,
6:3 (1994), 5-8.
23Owen L. Hughes, "Creados a imagen de Dios: un enfoque cristiano de la personalidad
humana" en Dialogo Universitario 2 (1989), 12-14,29.
24Priora, 6.
25James Rachels, Introducción a lafilosofía moral (México: Fondo de cultura económica,
2006), 42.
“ Rachels, 38-42.
27Rachels, 43; Nyenhuis y Eckman, 199-201.
28Leonard Brand, Fe y razón en la historia de la tierra: una paradigma de los orígenes de la tierra y de
la vida mediante un diseño inteligente, trad. Merling Alomía (Lima, Perú: Ediciones Theologika, 1998), 209.

irsia
29John D. Clark, "Implicaciones filosóficas sobre la teoría de la evolución" Ciencia de los
La cosmovisión bíblica al aceptar que "Dios creó al hombre a su lina
gen" (Gn 1:27) acepta que lo dotó de una conciencia que sería el asiento del llbrV
[albedrío, el filtro axiológico que regularía la praxis del hombre, como también
el receptor de los mensajes divinos.30 Por lo tanto, el ser humano es un ser "rn-
tcional-moral", así, no solamente percibe cómo son las cosas sino también se cid
cuenta de que las cosas deben ser de un cierto modo. Se da cuenta de que hay una
[diferencia entre lo bueno y lo malo, entre lo correcto y lo equivocado.31

Las leyes y normas

El naturalismo intenta explicar todo lo que existe en la naturaleza me­


diante las leyes naturales conocidas,32 de esta manera, la ciencia, debe explicarse
naturalmente y ser sujetos aprueba, mediante los criterios de nuestros cinco sen­
tidos. Esto confiere autoridad a nuestros sentidos y al razonamiento humano. La
¡consecuencia ética de esta formulación será conceder autoridad a la persona para
la búsqueda de soluciones en sí mismo, o en la naturaleza.

En contraposición la cosmovisión bíblica sustenta que Dios es el Creador


de todo el universo y de la vida (Gn 1,2; Job 38:4-7; Sal 19; Jn 1:1-4; Col 1:16), Do
esta manera, Dios ha establecido un conjunto de leyes, y el universo opera de
acuerdo a esas leyes.33 De igual manera, normas y leyes están presentes en la óti­
ca, como en la moral y la conciencia. Estas leyes emanan de la ley moral dada por
el Supremo Legislador,34 Con esta fundamentación la ética de la persona estará
basada en la Palabra de Dios.

fiempo

La cosmovisión evolucionista sostiene que la vida apareció hace 600 mil


millones de años, en este sentido el concepto de tiempo es concebido como cíclico,
siendo el ciclo el desarrollo de la historia con sus sociedades emergentes y deca­
dentes, uniendo los parámetros de extensión y de repetición, se concluye que la
presencia del ser humano en el mundo es sumamente insignificante y pasajera.w
Asimismo, concibe que la materia es eterna, la naturaleza funciona uniformemente

\Orígenes 1 (Enero-Abril, 1982): 4.


30Ovidio Morales, "La conciencia humana y la ciencia", Ciencia de los Orígenes 9 (setiem­
bre-diciembre, 1984): 2.
31 Nyenhuis y Eckman, 14.
32Brand, Fe y razón, 38.
33Ibíd., 39.
34Véase Ex 20:1-17; Dt 5:6-21.
35Armenteros, 3.
iia i
en un sistema cerrado rigiéndose por el principio de causa-efecto y la historia es
una corriente de eventos sin objetivos,36 que llevan en última instancia a un final
destructivo, así la vida en el tiempo carece de sentido.37 El resultado ético, al no
percibirse un marco de origen (pasado) y destino (futuro) concretos, es vivir el
momento, el día a día, que se resume en la búsqueda de la felicidad inmediata.38

En la cosmovisión bíblica, el tiempo es lineal, existe un pasado, y un fu­


turo concreto, de esta manera el tiempo adquiere valor, por causa del efecto del
pecado, la muerte. Por lo tanto, para el creyente, la redención es la única solución
que rompe esta maldición. Este planteamiento da sentido a la historia y clarifica
la participación de Dios en ella. De esta manera, Dios crea (protología), sustenta
(providencia) y tiene un propósito final (escatología) para la historia del hombre.
Así, Dios está presente en todas las fases del desarrollo del universo.39 El resultado
práctico es vivir éticamente con un llamado de redención y misión.40

Conclusión

De acuerdo con la teoría evolucionista naturalista, el universo y la vida son


un accidente.41 Así, no puede hallar razón y significado en el cosmos, en la existencia
del hombre o peor aún, en su ética, fuera de lo que el azar pudiera proporcionar.
La cosmovisión bíblica, en cambio, proporciona conceptos éticos clara­
mente definidos. Lo cual provee al hombre de una vida con sentido, de utilidad,
de ideales altos, de solidaridad, de respeto, de significado, de trascendencia, de
misión.

De esta forma, ambas cosmovisiones impactan de una forma negativa o


positiva en la ética, al definir el significado y propósito de la vida, una reducien­
do el origen de ella a cuestiones accidentales, negando, de plano, la función ética
de la persona, como también, sus conceptos de valor y moral.42 Otra, aportando
sentido y claridad, dando a la persona un valor que se desprende de ser imagen
y semejanza de Dios, por consiguiente, la praxis y los valores morales tienen que
ser realizados con responsabilidad, ya que Dios al final, traerá toda obra a juicio,
sea buena o mala.

36Priora, 3.
37 Martines, 11.
38 Armenteros, 3.
39Martines, 11
40Ibíd., 3.
41 Clark, 3.
42 Juan Carlos Priora, "Principios evolucionistas en la filosofía de la educación", Ciencia de

usa
los Orígenes 22 (enero-abril, 1989): 4.
TÓPICOS EN FILOSOFIA
Y CIENCIA
Errores y certezas en la búsqueda científica
Femando De Lucchi Arangüena
Universidad Peruana Unión

¿Qué buscan con tanto afán los científicos hoy?

Deberíamos empezar, mas bien, preguntándole a usted:


—¿Qué busca usted, al asistir a un Seminario de Creacionismo y de te­
mas sobre la búsqueda científica? ¿Es usted científico?
—No, no lo soy exactamente—responderá Ud.—pero... el sólo título de
un Seminario como éste nos lleva a pensar en temas polémicos o controversiales
KP cualquiera, pues como yo, quiere enterarse de quién saldrá ganando... o, por
[último, saber algo nuevo.

—Amigo—respondemos—, coincidimos con usted, pues, desde niños


macemos con la misma tendencia, como lo señaló Aristóteles, la cumbre del saber
' griego, quien dijo: "Todos los hombres tienden por naturaleza a saber" (frase
(Inicial de su Metafísica).1

Lógicamente, se refirió a la curiosidad humana por saber la verdad de


las cosas. Luego, señala la causa de esta tendencia y la ruta que sigue: "Y a este
paber... llegan los hombres por el asombro... [es decir, por una actitud reflexiva,
de contemplación y admiración frente a lo que observa]".2

Aristóteles, a través de toda su extensísima obra, alaba y estimula la "ten-


menda a saber" y el amor a la sabiduría, que él practicó desde su juventud. Un
lifijemplo de querer "saber a ciencia cierta":

—¿Cómo se forma un polluelo dentro de su huevo, y cuánto tiempo le


toma hacerlo?—se preguntaba la gente. Los filósofos de esa época se contentaban
con una simple deducción o "inferencia" del fenómeno. Pero Aristóteles, siendo
foonesto consigo mismo, fue a los hechos:

—¿Cómo se va formando el polluelo dentro del huevo y cuánto demora


en romper su cascarón y salir, desde que lo puso la gallina?

Él no confió en las deducciones, ni en la opinión popular: Él verificó per-


lonalmente este asunto, juntando 22 huevos fecundados (de gallinas previamente

1 Julián Marías, "Historia de la Filosofía", 'Revista de Occidente 17 (1964): 60.


2Ibíd., 61.

y*
naa
"pisadas" por un gallo)3puestos el mismo día, y rompió uno (N° cero), observan­
do detenidamente y describiendo su contenido; luego, numeró los 21 restantes
y los puso a incubar, usando gallinas duecas. Al día siguiente, rompió el "N°
1", observando y describiendo alguna novedad o diferencia con el N° 0 del día
anterior. Y así, sucesivamente, fue rompiendo, observando y describiendo uno
por uno cada día hasta que el último comenzó a "romperse sólo", desde dentro.

¿Quién podría refutar estas descripciones de Aristóteles? ¡Estaban basa­


das en hechos y no en meras "deducciones", o "inferencias lógicas"! Sus contem­
poráneos (filósofos, teóricos y, aun algunos discípulos suyos) lo criticaron por
"ensuciarse las manos" con cosas "tan materiales" y por "rebajar" la filosofía y
aun, su propio prestigio como v tan admirado. También supo pasar horas, en un
bote anclado en aguas tranquilas, observando y describiendo cómo se reprodu­
cían ciertos peces.

Pasando encima de las críticas humanas, la historia há dado a Aristóteles


su justo reconocimiento considerándolo, además de su innegable autoridad en
Filosofía, como el "padre de la Zoología", de la Embriología y, por el contenido
de su "Lógica", como el fundador del método correcto aplicable a cada ciencia.

La "tendencia humana a saber" es implantada en el cerebro por Dios, el


"Autor de la Vida"4, y del hombre hecho asu imagen inteligente. La Biblia abunda en
consejos y estímulos para que el hombre cultive y desarrolle su "tendencia a saber":

"Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteli­


gencia" (Prov. 2:6,7)5.

"El principio de la sabiduría es el temor de Jehová" (Prov. 1:7)

"Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, y la ciencia fuere dulce a tu alma, el


consejo te guardará, te preservará la inteligencia..."(Prov. 2:10,11).

Y una de las fuentes del "saber" que Dios invita a contemplar y estud
es la VIDA en sí misma y sus admirables fenómenos. Por ejemplo, a Job, el "va­
rón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal", lo invita (¿o "desa­
fía"?) a responder una serie de interrogantes, registrados en Job 12:7-10 y en todo
el capítulo 39 del mismo libro (que recomendamos leer):

3 Las gallinas "vírgenes" o "solteras" ponen "huevos del aire" (infecundos) de los que
nunca nacen polluelos.
4 Hch. 3:15.
5 Las citas bíblicas han sido transcritas de la Antigua Versión de Casiodoro de Reina
(1569) revisada por Cipriano de Valera (1602) de la ASOCIACIÓN BIBLICA INTERNACIONAL.
"...Pregunta ahora a las bestias, que ellas te enseñarán; y alas aves de los cielos,
\que ellas te lo mostrarán... los peces de la mar te lo declararán también. ¿Qué cosa de
Uodas éstas no te hace entender que la mano de Jehová las hizo? En su mano está el alma
de todo viviente, y el espíritu de toda carne humana".

Volviendo al "pagano" Aristóteles, nacido en pleno politeísmo griego,


¿no sería el mismo compasivo Espíritu de Dios el que le planteó los citados in­
terrogantes: "¿Cómo se forma un polluelo dentro de su huevo?", o "¿Cómo se
^reproducen ciertos peces...?", para que, a partir de ese nuevo "saber", llegara
[Aristóteles a su conclusión monoteísta, y terminara acuñando la palabra "Theo-
ilogia" como la meta final de toda la Metafísica?

Por otra parte, el sabio rey judío, Salomón, hastiado de la habitual indi­
ferencia y frivolidad humana (gente sin "tendencia a saber"), exclama: "¿Hasta
icuándo, oh SIMPLES amareis la simpleza, y los BURLONES amareis la chacota, y los
INSENSATOS aborrecerán la CIENCIA?" (Prov. 1:22).

La Biblia, pues, no es como se la acusa, "enemiga del progreso" y "freno


para la ciencia". Sus acusadores citan, como ejemplos, la persecución y amena­
zas de muerte del, descaradamente mal llamado "Santo Oficio" contra el sabio
tGalileo Galilei que, en su sinceridad, trataba de persuadir mediante hechos, al
Papa Urbano VIII y al clero, de la falsedad del geocentrismo, una doctrina defen­
dida por dicha iglesia, etc.

Esa persecución jamás la estableció la Biblia, sino los sistemas de poder


¡corruptos y criminales que se auto proclamaban (y aun lo hacen muchos otros)
como "defensores de las normas divinas".

La verdadera "razón" (jamás confesada, pero sabida por todos) de estos


sistemas, es que a sus líderes no les interesa un bledo el "sabér" (entendido como
conocimiento cierto de la realidad), peor aun, que éste llegue a las masas, porque esto
les "abre los ojos" y comienzan a hacer, según ellos, "preguntas que jamás deben
pacerse" acerca de sus abusos, favoritismos, dogmas, prohibiciones absurdas, hi­
pocresía, corrupción, etc. Ellos procuran formar "borregos dóciles", manejables,
y no masas pensantes, para mantenerse en el poder.

Yo, por eso fui ateo y un sincero estudioso de incrédulos, como Ludwig
Feuerbach, F. Engels, A. Thalheimer y otros promotores del materialismo histó­
rico y dialéctico, que afirman que "Dios fue creado por el hombre a su imagen y
igemejanza"; que toda "religión" está constituida por empresas explotadoras de la
buena fe de la gente, para lo cual presentan serias denuncias basadas en ejemplos
históricos innegables, todo lo cual acrecentó mi náusea hacia la religión.

is a
/
Pero los años fueron pasando y mostrándome que estos "audaces y justi­
cieros" acusadores contra toda religión, fundaron ellos también, sistemas temibles
y dictaduras, que ya no usaban hogueras públicas, sino fusilamientos, asesinatos,
desapariciones inexplicables, terrorismo y otras "herramientas disuasivas" y "es­
carmientos" contra quienes se atrevan a discrepar con ellos.

Fue esta dramática realidad humana la que me planteó nuevos y más


maduros interrogantes: "¿Es lo mismo "religión", que fe personal sincera en todo
lo que sea verdadero, justo y bueno?" Muchos dirán: "Eso depende de a qué lla­
mas tú verdadero, justo y bueno". Replicamos: ¿Es el humano "falluto", inestable,
desleal y hasta corrupto, la "norma autorizada y confiable" para determinar y
señalar qué es lo verdadero, justo y bueno?

La Biblia nos da una pauta: "¡Ay de los que a lo malo llaman bueno, y a lo
bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz..." (Isaías 5:20)

¿Cuál es, entonces, la "norma autorizada y confiable" para determinar y


señalar qué es lo verdadero, justo y bueno? ¿Existe, como afirman los que creen, un
Dios, ajeno a la "religión" humana, y que sea realmente verdadero, justo, sabio y
bueno, aunque no visible físicamente, que es lo que anhela íntimamente y reclama
toda conciencia sincera, especialmente la que vive pisoteada por la injusticia, o
la del desahuciado por la ciencia médica, etc.?, ¿O un Dios tal es sólo una mera
"quimera inexistente"?

Amo la ciencia desde niño. Soy biólogo por vocación. Examinando la


historia de la ciencia, veo que ésta, según el propósito de su búsqueda, puede
distinguirse, o dividirse en dos corrientes:

A. La ciencia manejada por mentes honestas, como Aristóteles o Galileo, cuya


búsqueda y meta es descubrir y demostrar, sin timidez, la realidad de algo,
aunque ésta duela, o asuste, o suscite oposición, o resulte laboriosa y costosa,
o "inconveniente" para algún interés ajeno a dicha búsqueda.

B. La ciencia "comprometida", cuya búsqueda y meta es "apuntalar" o darle


"base científica" a algún sistema, teoría o doctrina (generalmente, de con­
sistencia discutible), como admitió "Bufón y otros sabios del S. XVIII, que se
caracterizaron por una intención doble, pero genial y sincera: confesar sin rodeos,
su búsqueda de una hipótesis para erigir un sistema y, admitir [no obstante] que
hay necesidad de colocar la experimentación a la altura que conviene"6. También
es "comprometida" la ciencia movida por intereses puramente comerciales,
políticos, fama, etc.

6 Citado por Pierre Flourens en: "Bufón: Histoire de ses travaux et des ses idées", 1844.
¡g ¡|
Nadie duda de lo correcto (y muchas veces, heroico) de la primera de
\las corrientes citadas (A.), evidenciada por sus frutos permanentes e irrefutables:
^conocimiento cierto, comprensión más profunda del mundo, respeto y beneficios
para la vida y la humanidad, etc.

Ésa es la verdadera ciencia, señalada y recomendada por la Biblia.

¿Qué buscan, entonces, con tanto afán los científicos hoy?

Lo que buscan, lo que esperan y lo que temen encontrar los científicos


son muchas cosas, de las cuales citaremos solo algunas:

a) En general, buscan solución a necesidades, problemas o amenazas mun­


diales actuales. También, a perspectivas futuras muy preocupantes
(muerte del Planeta por contaminación, sobrepoblación, cataclismo cós­
mico, etc.) y buscar posibilidades de vida extra-planetaria.
b) Crear nuevas "herramientas" al servicio de los poderes humanos, que las
patrocinan.
c) Convertir en realidades, sueños y fantasías del pasado y crear nuevos
sueños factibles.
d) Los materialistas, buscan dar "base científica" y reforzar teorías que ha­
gan aparecer como "innecesario" a Dios y al creacionismo y "liberen" a
la sociedad actual de odiadas "restricciones" morales, leyes, normas, etc.
que obstaculizan la "felicidad" (desenfreno) del "humano moderno". Etc.

¿Qué espera la gente, de la ciencia actual?

Para empezar, admitamos que mucha de la gente común confunde como


"ciencia", la ciencia-ficción, tan fascinante, popular y tan difundida por muchos
"medios" y otras fuentes favoritas. Esa gente espera que la ciencia vuelva reales a
sus "héroes", sus poderes mágicos y sus armas.

Otra inmensa mayoría, espera que la ciencia derrote todas las enferme­
dades, especialmente las que resultan de una vida desenfrenada y licenciosa
para, así, poder "seguirla" sin miedo, ni consecuencias.

El por qué de las discrepancias entre evolucionismo


y creacionismo

El evolucionismo desdeña al creacionismo porque lo acusa de basarse sólo


en la fe, y carecer de evidencias científicas para validarse, mientras al contrario, el
evolucionismo se jacta de validarse únicamente con evidencias científicas, pres-
ttíndiendo de la fe, dicen, por considerarla "innecesaria".
El creacionismo, por su parte, hace notar que nunca necesitó modificar o
echar al canasto ninguna de sus enseñanzas, como sí viene haciéndolo el evo­
lucionismo, desde sus inicios, con sus hipótesis cambiantes y, hasta hoy, cientí­
ficamente indemostrables (como el Big bang y la "aparición espontánea" de la
materia a partir ["abracadabra"] de "energía pura"7; o su última hipótesis sobre
el "origen de la vida", que ha quedado atascada en el 2008 por ser bioquímica­
mente indemostrable, etc.); además, al no existir la pretendida "ley de auto-per-
feccionamiento" (o "probabilidad de evolucionar desde el caos hacia el orden"),
la "evolución" de los seres, entonces, es imposible pues, mas bien a la inversa,
sí existe lo contrario (seres organizados, y aun sustancias complejas que, con el
tiempo se degradan "desde el orden hacia el caos"). Además, el evolucionismo
sigue perdiendo terreno y credibilidad porque no puede explicar la complejidad
y perfección de la vida, sus estructuras y sus funciones, negándose a admitir que
es evidente la previa intervención no humana de un diseño inteligente y un propó­
sito innegable en ello.

Cómo identificar y diferenciar los errores de las certezas, en ciencias

Usemos el Diccionario de la RAE para confirmar el significado de ambos


términos:

Error. (Del lat. error,-óris) . m. Concepto equivocado o juicio falso. II 2.


Acción desacertada o equivocada. II 3. Cosa hecha erradamente. II 4. Der. Vicio
del consentimiento causado por equivocación de buena fe, que anula el acto jurí­
dico si afecta a lo esencial de él o de su objeto. I I 5. Fís. y Mat. Diferencia entre el
valor medido o calculado y el real.

Certeza. (De cierto), f. Conocimiento seguro y claro de algo. II 2. Firme


adhesión de la mente a algo conocible, sin temor de errar.

Hay certezas demostradas en la búsqueda científica, como la Ley de gra­


vitación universal, tan usada para calcular y dirigir sondas espaciales, o predecir
fenómenos estelares, planetarios, cometarios, etc. Se demuestran experimental­
mente mediante el cumplimiento inequívoco de sus predicciones. O la certeza
demostrada experimentalmente de que "La vida sólo procede de la vida", etc. Estas
certezas científicas aceptadas y/o establecidas como verdades fundamentales,
tienen carácter permanente, no cambian, ni "pasan de moda" ni, menos aun, se
descartan.

Pero existen límites para la certeza científica: Debe buscársela mientras

7 E=mc2 es demostrable matemáticamente, o teóricamente: Diariamente transformamos


materia en energía. Pero jamás se ha observado, ni el hombre ha podido convertir físicamente energía
pura en materia.
iiSl
Ésea accesible a la observación y verificación natural, sin forzar la Naturaleza, por
lejemplo, la búsqueda en el microcosmos tiene límites como el "principio de in-
Icertidumbre", dado por Wemer Heisemberg, donde la pequeñez de lo que se
musca la hace inalcanzable. En el macrocosmos, lo inaccesible son las dimensiones,
' el tiempo, las distancias.

Hay distintos errores en la búsqueda científica: por desconocimiento, o


por el apremio ante competidores en la misma búsqueda. Hay también omisio­
nes intencionadas para "sacar adelante" alguna hipótesis propuesta.

Luis Pasteur usó el método experimental para descartar definitivamente


la falsa doctrina de la "generación espontánea" de la vida, diciendo:

"Semejantes errores no podían resistir mucho tiempo el espíritu de crítica que se


¡adueñó de Europa en los siglos XVI y XVII" .8

Finalmente, para identificar errores y certezas en la búsqueda científica, es


necesario tener conocimientos básicos de la ciencia que se quiere investigar y la
vocación y minuciosidad exigida por el método experimental correspondiente
ella.

Nuestro Planeta ante un futuro temible e ineludible

La gente que puebla y percibe el ineludible futuro de nuestro Planeta,


debe saber que ello simplemente descorre el velo para mostrar vividamente el
^desenlace final del conflicto entre el bien y el mal, entre Cristo y Satanás. Cristo
£reó un Planeta bello, acogedor y lleno de vida. Estudiarlo (usando la verdadera
¡giencia) inspira el "asombro" del que habló Aristóteles y desarrolla una creciente
sabiduría, admiración (y adoración) por su Creador, que ha prometido perdón,
restauración y vida eterna a quienes estén de acuerdo con sus leyes de amor.

Satanás, por su envidia y orgullo inflexible, rechazó el perdón, la restau­


ración y la vida eterna. Odió el amor, la santidad, la justicia, la verdad, la sabi­
duría y, a u n , la vida que recibió de Dios. Odió a Cristo, a quien asesinó en una
[cruz. Odió a toda su creación y, peor aun, al hombre hecho a imagen de Dios y
por el cual Cristo dio su vida. Satanás sabe que va a morir (Ez. 28:19) y su meta
es convertir al hombre a imagen de Satanás mediante los sutiles engaños de "la
¡falsamente llamada ciencia" (1 Tim. 6:20), que enseña la "evolución", la "supervi­
vencia del más apto" y la "salvación y la paz mediante la ciencia", etc.

8Louis Pasteur, Estudios Sobre Generación Espontánea, traducido al español por Guillermo
Díaz Doín (Emecé Editores S.A., Buenos Aires. Prototipografía Publicitaria Argentina Luis L. Gote-
¡lli. 25 de Julio 1944).
Ciencia, razón y fe: la búsqueda del conocimiento desde una
perspectiva adventista
Roy E. G raf- Facultad de Teología
Universidad Peruana Unión

Introducción

Lo que sigue constituye una reflexión en "voz alta", en interacción con


algunas fuentes bibliográficas, motivada por la forma en que los adventistas,
particularmente en el contexto de nuestras instituciones superiores en Sudamé-
rica, a menudo hacemos investigación. Debemos reconocer, para empezar, que
la investigación es un bien escaso, una práctica que busca abrirse paso. Pero a
la vez, una práctica que merece todo el apoyo posible pues es esencial al queha­
cer universitario. Por otro lado, aunque la actividad investigadora busca abrirse
paso en nuestras instituciones superiores en Sudamérica, la misma a menudo
parece efectuarse sobre bases epistemológicas1 poco claras o incluso ignoradas.2
Muchos profesores han sido formados a nivel de posgrado en instituciones secu­
lares. Consecuentemente, se asume con frecuencia, por ejemplo, que los mismos
criterios epistemológicos y metodológicos utilizados para investigar en el ámbito
de universidades seculares, son aplicables sin mayor cambio a lo que hacemos
en nuestras instituciones adventistas. Así, por ejemplo, hay quienes asumen que
"ciencia" es sólo un término aplicable a disciplinas empíricas que utilizan el mé­
todo experimental, tales como la física, la química, la biología, etc. Esta perspec­
tiva, por supuesto, deja fuera del ámbito del saber científico a disciplinas como
la historia y la teología, punto de vista que nos enmarcaría más en el positivismo
que en una concepción bíblica de la ciencia. Lamentablemente, esta perspectiva
puede observarse a veces en nuestras instituciones.

1 Canale define "epistemología" como la "disciplina filosófica que estudia las herramien­
tas intelectuales de la ciencia a fin de determinar su naturaleza, límites y confiabilidad al alcanzar
conclusiones y desarrollar las enseñanzas de cada disciplina erudita". Femando Canale, "A Biblical
Epistemology for Adventist Scholarship?" (ponencia, 4th Symposium on the Bible and Adventist
Scholarship, Riviera Maya, Estado Quintana Roo, México, 16-22 de marzo, 2008), 2.
2 Canale señala que la erudición adventista se ha embarcado en la investigación científica
pero descuidando la discusión epistemológica. Ibíd., Es sorprendente, por ejemplo, ver como en el
pasado, muchos creacionistas científicos han estado comprometidos -quizá sin darse cuenta- con
presuposiciones filosóficas positivistas acerca de la ciencia, perspectiva que, "irónicamente, relegó
todos los estudios sobre los orígenes -incluyendo al mismo creacionismo- a la arena no científica".
Kurt Wise, prefacio a Fe y razón en la historia de la tierra: Un paradigma de los orígenes de la Tierra y de ln
vida mediante un diseño inteligente, 2da. ed. por Leonard Brand, trad. Merling Alomía (Lima: Edicio­
nes Theologika, Universidad Peruana Unión, 2001), ix.
u
Recuerdo por ejemplo a un respetado profesor del área de las ciencias
sociales que pidió, en una reunión de profesores de una universidad adventista
sudamericana, que levanten la mano quienes eran docentes del "área de cien­
cias". Para desconcierto de este profesor, otro profesor, en este caso de teología,
levantó su mano. Por supuesto, el primer profesor en realidad deseaba que le­
vantaran la mano los profesores del área de las ciencias llamadas "duras", tales
como la física o la química. Asumía implícitamente que los docentes de áreas
como historia, teología o incluso psicología, no enseñan realmente "ciencia".

A menudo he escuchado también algo similar a esto: "la fe, está más allá
de la razón". Aunque esta declaración puede ser verdadera en algún sentido,3 la
misma parece implicar a menudo que la fe no necesita jugar un papel importante
en el proceso de investigación que lleva a cabo un docente adventista. Por otro
lado, pareciera sugerir a la vez que la fe es algo irracional, no racional o incluso,
quizá, contrario a la razón.

Puede ser útil preguntamos, entonces, ¿qué es lo que debiéramos consi­


derar "ciencia"? ¿Cuál es la relación entre la razón y la fe? ¿Qué papel juega (o
debe jugar) la Biblia en el proceso de investigación? Es imposible ser exhaustivo
aquí al abordar estas cuestiones tan abarcantes. Pero quisiera efectuar algunas
reflexiones que incentiven cambios en la manera de ver el asunto en nuestro ám­
bito. Para ello empezaremos por discutir elementos del trasfondo histórico de
esta discusión para luego plantear algunas definiciones en cuanto a la forma en
que debiéramos entender la ciencia, la razón y la fe en el marco de la investiga­
ción adventista.

Notas históricas

Para entender las dificultades que tenemos en el quehacer investigativo


para interpretar adecuadamente la relación entre ciencia, razón y fe, necesitamos
hacer un breve repaso de la forma en que se ha entendido en el pasado el acceso
del ser humano al conocimiento y los cambios introducidos a partir de la moder­
nidad en cuanto la forma de entender la ciencia.

Es conveniente iniciar nuestro repaso con los dos pensadores más in­
fluyentes de la antigüedad en el pensamiento occidental: Platón y Aristóteles.
Platón (427-347 AC) consideraba que el conocimiento era básicamente recordar.
El alma humana, distinta del cuerpo, procedería del mundo de las ideas al cual
sería afín. En el proceso de la caída, el alma olvida las ideas, pero al ver los objetos

3 Por ejemplo cuando nos referimos a ciertos aspectos de la verdad revelada en las Escritu­
ras que escapan plenamente a nuestra comprensión finita.
B§|
del mundo sensible, estos estimulan el recuerdo de las ideas.4

Conocer, entonces, es recordar lo que el alma vio en el mundo de las ideas


antes de encarnarse (reminiscencia). El conocimiento, es básicamente a priori a la
experiencia. La experiencia solo sirve para evocar lo que ya se conoce y se lle­
va dentro. Como afirma Canale, "el verdadero conocimiento, entonces, era esa
clase de conocimiento que es capaz de captar las ideas atemporales, eliminando
aquellas características de un objeto que pertenecían a lo temporal, al mundo
sensorial".5

Aristóteles (384-332 AC), se va a diferenciar de Platón, al negar que las


ideas estén separadas de las cosas concretas. Para él las ideas forman parte de las
cosas mismas. Las cosas concretas están compuestas de dos principios básicos:
form a (equivalente a la idea platónica) y materia. La forma, como el plano de
una casa por construirse, informa a la materia (los elementos de construcción de
la casa) para que ésta sea la sustancia llamada casa. Estos dos principios, se dis­
tinguen intelectualmente aunque inseparables en la práctica y tienen su unidad
en la sustancia, que es la forma en la que Aristóteles se refiere al ser o ente. La
sustancia es la cosa individual y concreta, que existe por sí misma. La forma es
aquello que le confiere su ser a la sustancia, y sin lo cual no sería lo que es; es su
esencia, lo que hace que sea lo que es y no otra cosa.6

Aristóteles utiliza la metáfora de la tabula rasa. El alma es como una "ta­


bla encerada" sobre la cual se graban las impresiones producidas por el mundo
sensible. El conocimiento no es entonces algo puramente a priori. Parte de la ex­
periencia. Sin embargo, Aristóteles también creía que conocer era, en última ins­
tancia, abstraer la esencia del objeto. Es decir, a través de la captación intelectual
de las cosas, "extraer" de ellas su forma o esencia atemporal con la cual el alma,
que también es una forma, es afín.7

Como se puede observar, en última instancia, tanto para Platón como


para Aristóteles, el conocimiento adquirido a través de la razón se refiere a obje­
tos atemporales: las ideas, en el caso de Platón y la forma o esencia en el caso de
Aristóteles.

4Julián Marías, Historia de la Filosofía, 34ta ed. (Madrid: Revista de Occidente, 1983), 46.
5Fernando Luis Canale, A Criticism ofTheologicál Reason: Time and Timelessness as Primor­
dial Presuppositions, Andrews University Seminary Doctoral Dissertation Series (Berrien Springs, MI:
Andrews University Press, 1987), 88.
6Marías, 66-69; Rafael Gambra, Historia sencilla de lafilosofía, 12ma ed. (Madrid: Ediciones
Rialp, 1981), 74.
7Canale, A Criticism, 93-94
Hg
El pensamiento griego se prolongó, en buena medida, en el cristianismo,
con algunas modificaciones. La forma de entender el acceso al conocimiento se
mantuvo. La filosofía platónica ingresó al cristianismo gracias a la influencia del
neoplatonismo en los padres de la iglesia y de manera especial en Agustín de
Hipona (354-430), cuyo pensamiento dominó la primera parte de la Edad Me­
dia.8 A su vez, la forma de entender el acceso al conocimiento en Aristóteles,
se introdujo en el torrente cristiano a través especialmente de Tomás de Aquino
(1225-1274).

El cristianismo asumió también tempranamente la idea griega de que


Dios era un ser atemporal, fuera del espacio y ajeno al tiempo.9 Por lo tanto, la
noción de que la razón se ocupa de conocer realidades atemporales significaba
que se entendía al conocimiento de Dios, y a la teología y la filosofía (con sus
construcciones metafísicas y especulativas), como saberes científicos. Pero con el
arribo de la modernidad, y la aparición del empirismo se empezó a asumir que el
único conocimiento científico válido era el que se relacionaba con la experiencia
sensorial. En este esquema de pensamiento, el conocimiento de Dios no tenía
cabida y debía dejarse de lado como no científico. Dios era accesible básicamente
a través de la fe, y por lo tanto, la razón y la fe debían ser consideradas como dos
cuestiones completamente separadas.10

En este proceso de cambio de entender la relación entre razón y fe, tuvo


un papel importante Immanuel Kant (1724-1804). Kant va a proponer en su Crítica
de la razón pura11que el hombre no puede conocer las cosas en forma directa sino a
través de estructuras mentales que operan como factores "organizadores" del co­
nocimiento. Una cosa en sí (o noúmeno, como es llamada por Kant) genera un "caos

8Según Justo L. González, la influencia neoplatónica del Pseudo-Dionisio (autor seudóni­


mo de fines del siglo V) compite en importancia con la de Agustín, ya que a través de los escritos de
aquél "el neoplatonismo penetró en el pensamiento teológico en mucho mayor grado que a través
de Agustín y sus discípulos". Justo L. González, Historia del pensamiento cristiano (Barcelona: Clie,
2010), 385.
9Véase al respecto Canale, A Criticism. Esa idea persiste en la actualidad como presuposi­
ción teológica básica no sólo del quehacer teológico en el ámbito católico sino también en el ámbito
protestante. Esta presuposición está claramente presente en la teología de Lutero. Véase Femando
Canale, "¿Por qué los adventistas están adoptando los estilos de vida seculares?", Theologika 26,
no.l (2011):107-27. En cuanto a su presencia en la teología evangélica contemporánea véase, a título
de ejemplo, Millard Erickson, Teología Sistemática, 2da ed., trad. Beatriz Fernández (Barcelona: Clie,
2008), 341, quien afirma que Dios se encuentra "en una dimensión de realidad totalmente distinta"
y por lo tanto es "atemporal ontológicamente hablando".
10Vale mencionar aquí, aunque sea de paso, que un antecedente importante de esta
actitud es el nominalismo del siglo XIV que incluye a pensadores como Guillermo de Occam, para
quienes Dios no es asequible a la razón humana y por lo tanto la razón y la fe no tienen relación
entre sí.
11Para una síntesis de la concepción kantiana del acceso al conocimiento véase Marías,
278-284.
PEI
de sensaciones" que es organizado en dos etapas por la mente. En la primera etapa,
es organizado en función de las formas de la sensibilidad que son el espacio y el
tiempo (que se encuentran en la mente misma). Así el caos de sensaciones queda
transformado en un fenómeno. Este a su vez es trasformado en una segunda etapa
por las categorías del entendimiento. El producto final, es el conocimiento.
Se puede resumir esquemáticamente su manera de entender el acceso al conoci­
miento de la siguiente manera:

Mente Mundo exterior

Esta forma de concebir el acceso al conocimiento implicaba que la existen­


cia de Dios no podía ser demostrada pues en el caso de Dios, no existe el caos de sen­
saciones inicial. Esto anulaba el valor de los argumentos medievales para demos­
trar la existencia de Dios (el argumento ontológico de Anselmo, por ejemplo).12
Y, en términos de las presuposiciones que Kant manejaba, significaba que Dios y
las verdades reveladas, eran cuestiones de fe, pero estaban más allá del alcance
de la razón científica y por lo tanto no podían ser objetos de estudio de esta.13

12Marías, 238-4,
13 Véase Marías, 284. El impacto de Kant en la teología fue también enorme. Con respecto
al impacto de Kant en la teología moderna, véase González, 857-862. Entre otras cosas, la compren­
sión kantiana del acceso del hombre al conocimiento contribuyó a lá expansión de la alta crítica en
los estudios bíblicos que asumen implícitamente la noción de la atemporalidad de Dios negando
la posibilidad de la causalidad divina en el ámbito espacio-temporal y en el flujo de la historia
humana. Esta noción, aplicada a la exégesis bíblica, conlleva la negación de los milagros por ser con­
siderados contrarios a la razón. Véase muy especialmente Raúl Kerbs, "La crítica del Pentateuco y
sus presuposiciones filosóficas", en Inicios, paradigmas y fundamentos: Estudios teológicos y exegéticos en
el Pentateuco, ed. Gerald A. Klingbeil (Libertador San Martín, Entre Ríos, Argentina: Editorial Uni­
versidad Adventista del Plata, 2004), 3-43. Véase también Raúl Kerbs, "El método histórico crítico
en teología: En busca de su estructura básica y de las interpretaciones filosóficas subyacentes (Parte
I)", DavarLogos 1, no. 2 (2002):105-123; Raúl Kerbs, "El método histórico crítico en teología: En
busca de su estructura básica y de las interpretaciones filosóficas subyacentes (Parte I)", DavarLogos
2, no. 1 (2003): 1-27. Kerbs resume muy claramente el impacto de Kant sobre los estudios bíblicos
cuando afirma que "Kant considera que la Escritura es una producto histórico humano que contiene
algunas verdades racionales y morales, pero también incluye elementos históricos que no tienen
validez permanente, porque no son más que recursos naturales visibles para hacer representable
lo sobrenatural invisible [atemporal]. Pero siempre es la razón la que, por medio de la erudición y
la exégesis bíblica, ha de distinguir, dentro de las Escritura, entre que tiene valor racional y moral
BU
Ciencia, razón y fe: la búsqueda del conocimiento desde una perspectiva adventista

Ciencia, razón y fe

Tanto los pensadores griegos (Aristóteles) como los medievales (Agustín,


Tomás de Aquino) y los modernos (Kant) tenían algo en común: Asumían que
Dios era un ser atemporal. Durante la Edad Media, dado que la razón se ocupaba
del conocimiento de realidades atemporales, no hubo inconveniente en asumir
que la teología era una ciencia. Pero esa situación cambió cuando se asumió que
la razón científica debía ocuparse sólo de las realidades "temporales" o sensibles.
En este contexto, la fe y la razón no podían ir de la mano. La fe debía ocuparse de
la realidad de Dios, que estaba más allá del conocimiento científico. La ciencia,
aplicaba la razón a las realidades sensibles. La realidad sensible fue vista como
un sistema cerrado de causas y efectos donde no podía existir ninguna inter­
vención sobrenatural. Esta es la perspectiva positivista y empirista con la que la
ciencia se ha manejado en general. En ella, la Biblia no tiene lugar como fuente
de verdadero conocimiento pues, supuestamente, su contenido haría referencia
a un Dios fuera del espacio y del tiempo, y por lo tanto más allá del alcance de la
ciencia. Su contenido, tampoco sería vinculante en materia de investigación cien­
tífica. Lo que la Biblia dice, sería científicamente irrelevante, pues un Dios fuera
del ámbito.14 espacio temporal, no es capaz realmente de comunicarse o revelar­
se con seres humanos que viven en este ámbito. En consecuencia, la teología, que
expone las verdades reveladas, tampoco puede ser considerada una ciencia. ¿Es
esta perspectiva de la ciencia válida? ¿Es la teología un saber no científico? ¿Es la
fe un asunto desconectado de la razón, contrario a la razón o incluso irracional?

Quienes responden afirmativamente a estas preguntas, ignoran realmen­


te la concepción bíblica de Dios. Desde el punto de vista bíblico, sin embargo,
Dios no es un ser ajeno al tiempo y al espacio. Tal suposición no procede de la
Biblia sino de la filosofía griega clásica. Por lo tanto, bíblicamente, asumir que
Dios es ajeno al ámbito de causas y efectos del espacio-tiempo es injustificado.
Esto debiera tener consecuencias en la forma en la que el investigador cristiano
aborda la búsqueda del conocimiento. El investigador y el científico cristiano tie­
nen el derecho y el deber de asumir que las causas sobrenaturales deben ser una
posibilidad a tener en cuenta. No es contrario al verdadero espíritu de la ciencia
reconocer, por ejemplo, que la naturaleza refleja diseño,15 y que, por lo tanto,

permanente, y lo que es meramente histórico y, en consecuencia, ya no tiene ningún valor para


nosotros o, en todo caso, sólo tiene un valor analógico para enseñar los valores morales y hacernos
representable lo sobrenatural que necesitamos pensar para darle sentido a la moral". Kerbs, "La
crítica del Pentateuco y sus presuposiciones filosóficas", 14.
14Kerbs, "La crítica del Pentateuco y sus presuposiciones filosóficas", 13.
15Con respecto al concepto de diseño inteligente véase Michael J. Behe, Darwin's Black Box:
The Biochemical Challenge to Evolutioti, 2da ed. (New York: Free Press, 2006). Aunque Behe no es un
creacionista, entiende que las estructuras bioquímicas básicas poseen un nivel de complejidad que
es irreductible a estructuras más simples y por lo tanto sólo pueden ser producto del diseño. Véase
K 3
debe haber un Diseñador M aestro que crea en el ámbito histórico y que sigue in­
terviniendo en él. Tampoco es contrario a una perspectiva bíblica de la búsqueda
del conocim iento asumir que Dios, el diseñador, se comunica con sus criaturas
en el contexto del ámbito espacio-temporal, a través de la revelación general y
de la revelación especial. En ese caso, la revelación divina a través de las Escri­
turas, constituye una fuente de conocim iento epistemológicamente válida y que
el investigador debe tener en cuenta. Es más, si realmente Dios se revela en el
ámbito espacio temporal a través de las Escrituras, dado su carácter de revelación
proposicional, su contenido es del m ás alto valor epistemológico y debiera con­
vertirse en la fuente de conocim iento que juzga a todas las demás.,16 En palabras
de Elena de W hite, "la Biblia no debe ser probada por las ideas científicas de los
hombres, sino que la ciencia debe presentarse para soportar la prueba de esta
norm a infalible".17 En consecuencia, "debidamente entendida, la ciencia y la pa­
labra escrita concuerdan, y cada una derrama luz sobre la otra".18 Estrictamente
hablando, entonces, "sólo el cristiano puede hacer un uso correcto del conoci­
miento. A fin de ser completamente apreciada, la ciencia debe ser vista desde un
punto de vista religioso".19

también Ariel A. Roth, La ciencia descubre a Dios: Siete argumentos a favor del diseño inteligente, ed.
digital (Madrid: Editorial Safeliz, 2010).
16Elena de White considera que, en el contexto del pecado, aunque "la naturaleza aún
habla de su Creador", "sin embargo, estas revelaciones son parciales e imperfectas. Y en nuestro
estado caído, con las facultades debilitadas y la visión limitada, somos incapaces de interpretarlas
correctamente". La educación (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1978). 17. Por
lo tanto "la naturaleza necesita un intérprete". Ibíd., 101. La Biblia es el medio a través de la cual la
naturaleza debe ser interpretada.
17Elena G. de White, Mensajes selectos (Mountain View, CA: Publicaciones Interamerica-
nas, 1984), 3:352. Esta declaración sigue diciendo: "Cuando la Biblia hace declaraciones sobre hechos
de la naturaleza, la ciencia puede compararse con la Palabra escrita; y un conocimiento correcto de
ambas demostrará que ambas están en armonía. La una no contradice a la otra. Todas las verdades,
ora estén en la naturaleza, ora en la revelación, están mutuamente de acuerdo". En otra declaración
penetrante al respecto Elena de White señala que "el que tiene un conocimiento de Dios y de su
Palabra tiene una fe establecida en la divinidad de las Santas Escrituras. No prueba la Biblia por las
ideas de la ciencia. Trae estas ideas para ser probadas por la norma inerrante. Sabe que la palabra de
Dios es verdad y que la verdad no puede nunca contradecirse a sí misma; sea lo que fuere que en la
enseñanza de la así llamada ciencia contradiga la verdad de la revelación de Dios, es mera conjetura
humana". Ellen White, Counsels on Education (Mountain View, CA: Pacific Press Publishing Associa-
tion, 1968), 254-5..
18 Elena G. de White, Consejos para los maestros, padres y alumnos acerca de la educación cristia­
na (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1991), 411. Elena de White considera que
"puesto que el libro de la naturaleza y el de la revelación llevan el sello de la misma Mente maestra,
no pueden sino hablar en armonía. Con diferentes métodos y lenguajes, dan testimonio de las
mismas grandes verdades. La ciencia descubre siempre nuevas maravillas, pero en su investigación
no obtiene nada que, correctamente comprendido, discrepe con la revelación divina. El libro de la
naturaleza y la Palabra escrita se alumbran mutuamente. Nos familiarizan con Dios al enseñarnos
algo de las leyes por medio de las cuales él obra". La educación, 128.
19 Counsels on Education, 41.
ir e i
Esto implica que la teología es una ciencia, tanto como lo es la física, la
química o la biología, además de otras disciplinas como la psicología, la peda­
gogía o la historia, por mencionar algunos ejemplos. La teología, al igual que las
otras disciplinas, posee un método (o varios, de acuerdo a cada sub disciplina
teológica, tales como el método exegético, la sistematización, etc.), un objetivo
(conocer a Dios, sus obras y la relación con su creación) y una fuente de informa­
ción (Las Escrituras).20 En este sentido, la estructura formal del método teológico,
es comparable al de otras disciplinas empíricas.21 El siguiente cuadro, puede
ayudar a entender la estructura del método teológico en comparación con una
ciencia empírica, en este caso, la Biología:22

Ciencia Método Objeto (teleología) Fuente de información

Conocer a Dios, sus


Exégesis,
Teología obras y la relación que La revelación
sistematización
tiene con su creación.

Conocer el
Datos obtenidos a través
Biología Experimental funcionamiento de la
de percepción sensorial.
vida.

Alguien podría argumentar que la teología, sin embargo, se basa en pre­


suposiciones que no puede demostrar empíricamente, en contraste con las cien­
cias duras. Sin embargo, en nuestro contexto posmoderno, tal argumento ya no
tiene peso. La posmodemidad ha resaltado el hecho de que todo conocimiento
implica necesariamente una interpretación.23 La interpretación de los datos, en el
marco de las ciencias empíricas se da sobre la base de presuposiciones ontológi-
cas y epistemológicas acerca de la realidad investigada de las que el investigador
frecuentemente no es consciente y que tampoco son fruto de una elección racio­
nal. Así por ejemplo las ciencias empíricas presuponen un determinismo natural,

20 Para una excelente introducción a los componentes estructurales de la metodología teo­


lógica, véase Femando Canale, Creación, evolución y teología: Una introducción a los métodos científico
y teológico, trad. Claudia Blath (Libertador San Martín, Entre Ríos, Argentina: Editorial Universidad
Adventista del Plata, 2009), 105-127.
21 Ibíd., 99-101.
22 Esta no pretende ser una descripción técnica precisa de la estructura formal del método
de la Biología. Dejo esa clase de precisión en manos de los expertos.
23Canale, Creación, evolución y teología, 20. Véase también pp. 52-64.
PEI
donde todo se explica en términos de relaciones causa-efecto inmutables.24 Por lo
tanto, las ciencias empíricas no son totalmente objetivas como el positivismo ha
pretendido. Sus resultados, también son interpretación de datos.25 En las ciencias
empíricas intervienen las presuposiciones del investigador como en la teología o
en las ciencias sociales. El conocimiento no es determinado sólo a partir del obje­
to estudiado; también existen aportes del observador.26 De hecho, el "funciona­
miento" de las ciencias empíricas sería imposible si no fuera por la intervención
de las presuposiciones. Estas son una condición metodológica imprescindible.27
En este sentido, elegir las presuposiciones del naturalismo o del positivismo cien­
tífico no es más racional que optar por las presuposiciones bíblicas.28

Esto implica también que debiéramos redefinir nuestra forma usual de


entender la ciencia. La ciencia puede definirse como la búsqueda organizada de
conocimiento a través de un método y sobre la base de ciertas presuposiciones
asumidas. Este conocimiento, no es sólo el que se obtiene a través de las ciencias
llamadas duras. Incluye a los conocimientos emanados de las disciplinas teológi­
cas.29 En realidad, desde una perspectiva cristiana, la búsqueda del conocimien­
to, debiera darse desde la fe. No se trata meramente de integrar la fe al proceso
de investigación. Investigar desde la fe implica nada menos que investigar firme­
mente anclado en la fe, entendida no sólo como actitud de confianza o certeza en
Dios (Heb 11:1) sino también como contenido revelado y marco a partir del cual
se investiga. Esto puede implicar, por ejemplo, explicitar nuestras presuposicio­
nes teológicas en nuestros protocolos de investigación.

24Véase ibíd., 38-9.


25En cuanto a los resultados del método científico como interpretación de datos, véase
ibíd., 41-52. En palabras de Ester Díaz, a partir de la posmodemidad, "nos dimos cuenta de que
la producción científica no responde a verdades ahistóricas sino a prácticas y discursos humanos,
demasiado humanos". Ester Díaz, Posmodemidad (Buenos Aires: Editorial Biblos, 199), 55
26 Canale, "A Biblical Epistemology", 5-6.
27Canale, Creación, evolución y teología, 35-6,39-40. Las presuposiciones podrían incorpo­
rarse en el cuadro de arriba, como una quinta columna que describe otro elemento de la estructura
metodológica de las ciencias. Canale destaca que "el método científico utiliza presuposiciones
hermenéuticas para generar problemas, formular hipótesis y verificar las consecuencias. Dado que
la interpretación (contribución del sujeto) está presente en cada paso de la metodología científica,
los científicos necesitarán incorporar el cambio hermenéutico a su metodología y ajustarse a sus
consecuencias epistemológicas". Ibíd., 40.
28 Esta elección, sin embargo, es ineludible. Como afirma Canale, hablando de las presu­
posiciones sobre las que opera la teología (afirmación que vale para las ciencias en general), "racio­
nalmente hablando no hay mejores razones para elegir una interpretación en lugar de la otra. Pero
debemos elegir, pues la elección es necesaria para el funcionamiento de la razón y la construcción
del pensamiento humano filosófico, científico, religioso y teológico". Femando L. Canale, "Decons­
trucción y Teología: una propuesta metodológica", DavarLogos 1, no. 1 (2002): 17.
29Esto hace posible lo que señala Elena de White: "La investigación científica abrirá ante
las mentes de los hombres realmente sabios vastos campos de conocimiento e información. Verán a

1ES1
Dios en sus obras, y lo alabarán". White, Mensajes selectos, 3:352..
Por otro lado, la fe no es el medio de acceder a Dios en contraste con la ra­
nzón en el ámbito de las ciencias empíricas. Es un punto de partida necesario que,
ponqué no puede identificarse con la razón, tampoco es irracional o contraria a
,la razón. La fe complementa a la razón proveyéndole las presuposiciones nece­
sarias para su operación. Así entendida, incluso la fe puede reclamar evidencia.

Un caso bíblico puede ilustrar también la forma en que la fe se relaciona


'.con la razón. A menudo se ha interpretado popularmente la actitud fe de Abra­
ham como contraria a toda razón. De hecho, Pablo, en Romanos 4, afirma que
LAbraham "creyó en esperanza contra esperanza" (v. 18) y "y no se debilitó en la
fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años),
■o la esterilidad de la matriz de Sara" (v. 19). Una lectura superficial de estos tex­
to s puede conducir a la impresión de que cuando Abraham "creyó a Jehová" (Gn
[15:6), su fe fue irracional porque las evidencias empíricas sugerían que nunca
podría tener hijos. Sin embargo, el mismo Pablo se ocupa de aclarar que Abra-
■ham creyó sobre la base de "la promesa de Dios" (v. 20; véase Gn 15:2-5), "ple-
¡namente convencido de que [Dios] era también poderoso para hacer todo lo que
(había prometido" (v. 21). Por otro lado, una lectura de los versículos que siguen
■a Gn 15:6 ("Y creyó a Jehová ...") demuestra que Abraham realmente reclamó
[evidencias sobre las cuales seguir edificando su fe. Luego de que Dios le promete
ja Abraham que su descendencia heredaría la tierra que estaba habitando (v. 7),
¡el patriarca pregunta: "Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de heredar?" (v.
8; énfasis añadido). Abraham, el prototipo y modelo bíblico del creyente, creía
en el contenido de la promesa divina, pero su fe no era contraria a la evidencia
'ni mucho menos era irracional. Su fe fue el requerimiento imprescindible para
acceder a la evidencia.

A modo de conclusión

fLos investigadores adventistas deben asumir una concepción de la ciencia que dé


Rugar a los aportes de la teología que, a través del estudio de la revelación escrita,
[debe proveer las presuposiciones acerca de Dios, la realidad y el acceso al cono-
pimiento sobre las que se basará la investigación científica. Los teólogos deben
Exponer, explicitar y sistematizar dichos contenidos para ponerlos a disposición
de los demás investigadores adventistas.
[Como hemos podido ver, entonces, la fe no es contraria a la razón. La fe de he­
cho forma parte del proceso de investigación científica. Es incluso ejercida por
.aquellos que practican las ciencias empíricas, al confiar en sus propias presuposi­
ciones y en los resultados de sus trabajos. Más aún, nadie puede ser un buen in­
vestigador si no ejerce una cuota de fe. Esto no tiene porqué sorprender. Incluso
Ja fe, reclama evidencia.

n
Fundamentos de la teoría de diseño inteligente y la aceptación
del Dios bíblico como Diseñador
Juan Marcelo Zanga Céspedes
Universidad Peruana Unión

Introducción

El azar y el diseño en sus conceptos principales son dos corrientes (lid


metralmente opuestas, la primera es tomada por el darwinismo como la explica
ción de la existencia de la vida en la tierra, pero la segunda muestra que pnrit la
existencia de la vida fue necesaria la presencia de un ser inteligente, es decir un
diseñador. A lo largo de este tema trataremos de identificar las diferencias funt l«t
mentales entre el concepto del darwinismo y el diseño inteligente (DI), luego pra
tendemos entender los fundamentos teóricos de diseño inteligente y finalmente*
establecer una relación entre la teoría de DI con nuestro Creador.

Diferencias fundamentales entre el concepto del darwinismo y el dincHo


inteligente

Fundamentos del darwinismo

El pensamiento común y universal, hasta el siglo XVIII, acepta ba a DI ni


cómo el creador del universo, de la tierra y el tiempo; con el iluminismo so creyó
que la humanidad "iluminada por la luz de la razón" alcanzaría la felicidad;
la razón sustituiría a la fe y la explicación científica al dogma.1 En ese conlexln
las teorías de Darwin, Marx y Freud han influenciado el pensamiento cultural v
¡académico moderno. A partir de la publicación del "Origen de las especien" di*
Charles Darwin, el pensamiento científico y académico, tomó la explicación di'
Darwin. Los fundamentos para la explicación del origen de la vida de Darwin
tienen implicaciones relacionadas al azar o casualidad, la eternidad de la malcría,
y la existencia de un ancestro común como base de todas las formas viviente*,

Considerar el azar como fundamento del origen de la vida y del uní


verso implica aceptar que todas las cosas pueden ocurrir aleatoriamente denlm
de la vida y del universo. Descarta, de propósito, el control de un ser superior **
implica que las leyes de la misma naturaleza son suficientes para controla rué a

1Manuel Rojas Garcidueñas. "Evolucionismo y creacionismo". Ciencia UANI. 1‘>, ' (’.’lllki)
246-248.
sí misma. A ese pensamiento de casualidad la ciencia le ha dado el hombre de
naturalismo metafísico.2

El darwinismo3 y el naturalismo4 indican que la causa de todo se encuen­


tra en la materia, considerando que ésta es eterna. La ciencia aceptaba la idea de
que el universo se perpetuaba a sí mismo y no necesitaba a Dios como diseña­
dor.5En su mayoría, los científicos, aceptaban que el universo era eterno, que los
átomos se unían y separaban en un proceso de nunca acabar sobre un espacio
y un tiempo infinitos.6 Si se acepta a la materia como eterna y que ella misma
realiza sus cambios sin necesidad de la intervención de un ser pensante se está
aceptando automáticamente la inexistencia de Dios, así mismo se infiere que no
existe significado ni propósito en la vida y no hay reglas.

Ahora bien, la comprensión del universo y de la materia que se tiene en


la ciencia fue tomada del mundo antiguo. En el seno de la cultura pagana griega
se creía en un universo eterno y sujeto a un eterno retomo en ciclos de transfor­
mación, generación y extinción. Osborn, en su afán de conocer si existían teorías
similares pero anteriores a las de Darwin encontró que muchas de las ideas bá­
sicas darwinianas ya habían sido propuestas desde el siglo II a.C.7 Esas ideas del
mundo griego expuestas por Darwin son aceptadas por la sociedad científica
actual y se la pregona como verdad en los establecimientos educativos.

En la mayoría de los establecimientos de educación formal de nivel bá­


sico y superior se enseña el darwinismo que contiene el mensaje de que la vida
no tiene propósito ni diseño. Entonces vale la pena preguntarse ¿esa es la idea de
vida que tenemos para nuestra sociedad actual y la futura?, ¿excluir a Dios como
el creador, sustentador y redentor?

El modelo de Darwin, para la explicación de la vida en la tierra, implica

2Es la posición que no acepta la existencia de Dios y asume que el universo surgió por
azar. Edward B. Davis y Robin Collins, "Scientific Naturalism", Science and Religión: A Historical
Introduction, ed. (Gary B. Ferngren, Johns Hopkins University Press, 2002), 322-324.
3Es la teoría que indica que todas las cosas evolucionaron por selección natural desde un
ancestro común. Javier Sampedro, Deconstruyendo a Darwin: Los enigmas de la evolución a la luz de la
nueva genética (Barcelona: Drakonstos Bolsillo, 2007), 38
4Es la corriente filosófica que indica que todas las cosas y la vida está basada en leyes y
causas naturales y no en espirituales. Instituto Transformaciones, La creación y el naturalismo http://
www.mexmission.com/bible-school/ creacion_naturalismo.pdf, 2 (consultado, 24 de abril del
2012).
5Denyse O'Leary, ¿Por diseño o por azar? El Origen de la Vida en el Universo (Barcelona:
Editorial CLIE, 2011), 15.
eO'Leary, ¿Por diseño o por azar?: 16.
^ enry Fairfield Osborn, From the Greeks toDanoin, (New York: Forgotten Books, 1929), 29.
' la aceptación del surgimiento espontaneo de la vida, fundamentado en la casua-
i lidad, y en un ancestro común a todas las especies. Esos seres vivos ancestrales
¡¿debían adaptarse al medio ambiente y en ese entorno, era el más apto el que
. sobrevivía. Sin embargo los registros fósiles, que deberían probar la existencia
; de una cadena de evolución y cambios en las especias, no indican la presencia de
fósiles intermedios entre el ancestro común y los seres vivientes, por lo tanto la
teoría de Darwin no está probada.

La casualidad, la materia en su existencia eterna y el ancestro común


de todos los seres vivos, son ideas para los fundamentos naturalistas y darwi-
nianas que han fortalecido la teoría de la evolución, ellas que tratan de excluir
ía Dios como el Creador y Sustentador de todo lo que existe en el Universo. Sin
embargo la teoría de Diseño Inteligente pretende mostrar, desde su fundamento
metodológico científico la necesidad que tiene la naturaleza de alguien que haya
diseñado todo lo que existe, ¿cuáles son los fundamentos de la teoría de diseño
inteligente?

Fundamentos del diseño inteligente

El diseño inteligente es una teoría que estudia la presencia de patrones


en la naturaleza, los cuales puedan explicarse mejor si se atribuyen a alguna
inteligencia. El DI pretende concentrar en los sistemas biológicos patrones que
denoten inteligencia.8 Tiene como postulado central únicamente causas inteli­
gentes que puedan explicar adecuadamente las estructuras ricas en información
estudiadas por las diferentes ciencias, especialmente por la biología, y que esas
causas sean empíricamente detectables. Se puede indicar, también, que mediante
el DI se pretende eliminar el azar como base de la existencia de la vida sobre la
tierra y el universo.

El primer desafío de DI fue tratar de descubrir una formula conceptual­


mente poderosa que haga avanzar a la ciencia, especialmente porque era nece­
sario mostrar una forma o proceso científico metodológicamente aceptable para
demostrar la validez de sus postulados relacionados a la presencia de un diseño
en el macro y micro universo. Esta teoría está fundamentada en tres importantes
argumentos como son el universo bien afinado, la complejidad irreductible y la
complejidad específica.

La primera contribución de DI vino por medio del bioquímico Michael


Dentón,9 que planteaba la idea de que la complejidad en el mundo natural no

•William A. Dembski, "Diseño Inteligente: Una Breve introducción" http:// www.oiacdi.


org/articulos/Diseno_lnteligente.pdf (Consultado el 25 de abril del 2012).
’Científíco australiano investigador titular de la Universidad de Otago, en Nueva Zelan-
■ I
puede ser explicada mediante la acumulación de cambios aleatorios sino que
la naturaleza parecía estar diseñada expresamente para albergar la vida. A esta
contribución se puede notar la del argumento de la complejidad especificada.

William A. Dembski10muestra el argumento de la "complejidad especifi­


cada" como señal de la existencia de un diseño inteligente. Muestra que cuando
algo tiene complejidad especificada se puede asumir que fue producido por una
causa inteligente, por lo tanto no puede ser reproducido por la casualidad; y es
especificado en el sentido de exhibir un patrón dado. Es necesario analizar los
argumentos relacionados al diseño y su propósito por ejemplo: si un arquero
dispara flechas a una pared, y luego pintamos blancos de tiro alrededor de las
puntas, imponemos un patrón después del hecho; también si los objetivos se es­
tablecen por adelantado se convierten en especificados y luego el arquero da en
ellos con precisión, entonces sabemos que se hizo por diseño.

Las enzimas individuales, los caminos metabólicos, las máquinas mole­


culares llegan a ser sistemas especificados por necesidades funcionales indepen­
dientes a su vez exhiben un alto grado de complejidad. Por lo tanto cuando un
organismo exhibe complejidad especificada, el diseño no se atribuye solamente
al órgano sino a todo el conjunto.

La segunda importante contribución tiene que ver con el nombre y el


concepto de diseño inteligente que fue dado por Philip E. Johnson.11 El DI no
tiene que ver solamente con el hecho de aceptar la existencia de un diseñador,
sino, de manera más profunda, tiene que tomar en cuenta la posibilidad de plan­
tear argumentos científicamente aceptables y metodológicamente comprobables
que ayuden a la ciencia a concluir que la naturaleza no es fruto del azar sino del
diseño de un ser inteligente.

Otro de los argumentos es el "universo bien afinado", en ella se argumen­


ta la existencia de un diseñador que planificó adecuadamente la existencia y el
funcionamiento de las leyes y trabajo de todos los elementos físicos del universo y
de la tierra. Vivimos en un universo bien afinado, esto es sustentado debido a las
características que hacen posible la vida en su totalidad, esas características no son
fruto de la casualidad o el azar sino incluyen los valores de las constantes físicas
que están en un balance adecuado para el desarrollo de la vida sobre la tierra.
Guillermo González12, miembro del Centro para la ciencia y la cultura, indica que

da. En sus dos obras principales: Evolutiort: a theory in crisis y Nature's destiny planteaba la idea de un
diseño como la explicación causal de la vida.
10William A. Dembski, Intelligent Design: The Bridge between Science and Theology (Downer's
Grove, Illinois: InterVarsity Press, 1999), 47.
11 En 1991 publicó su trascendental obra Darwin on trial (Juicio a Darwin, University of
Berkeley, California).
12Guillermo González y Jay W. Richards, El Planeta Privilegiado (Madrid: Ediciones La
|g|
si alguno de estos valores fuera ligeramente diferente, el universo sería dramática­
mente diferente, haciendo imposible la existencia de muchos elementos químicos y
características del universo tales como las galaxias.
Este argumento permite comprender la necesidad de un diseñador inte­
ligente que controle o estipular leyes balanceadas adecuadamente para mantener
la vida. No solamente para que exista sino para que se desarrolle como lo había
previsto, es decir como lo había planificado.

La tercera contribución importante a la teoría de DI fue presentada por


Michael J. Behe,13 que indicaba la existencia de "sistemas irreductiblemente com­
plejos". Estos indican que en la naturaleza existen sistemas tan complejos que no
pueden explicarse por la acumulación gradual de pequeña mutaciones aleatorias.
Algunos de ellos requieren una estructura mínima para ser funcionales. Estos sis- ,
temas irreductiblemente complejos se puede explicar únicamente por medio de la
aceptación de un agente externo inteligente en acción.

Este argumento indica que los sistemas irreductiblemente complejos están


conformados por varias partes interrelacionadas y en los que si se elimina una
parte se destruye la función de todo el sistema. El ejemplo utilizado por Behe es
el flagelo bacteriano. El flagelo es un motor giratorio energizado por ácido y una
cola a manera de látigo que da unas 20,000 revoluciones por minuto y cuyo movi­
miento rotatorio permite a la bacteria navegar en su medio acuoso. La intrincada
maquinaria de este motor molecular necesita la interacción coordinada de por lo
menos treinta proteínas complejas, y que la ausencia de cualquiera de ellas daría
por resultado la pérdida total de la función motora.

Los argumentos presentados por los partidarios de DI muestran que un


universo bien afinado, la complejidad especificada y la complejidad irreductible
necesitan de un diseñador que planificó adecuadamente todos los elementos de la
naturaleza con sus características para que cumplan los propósitos por los cuales
fueron diseñados. ¿Quién ese Diseñador?

Dios el gran diseñador del universo, la tierra y la vida

La Sagradas Escrituras muestra a Dios como el Gran Diseñador, el Crea­


dor y el Sustentador de todo lo que existe. El relato bíblico, con un lenguaje sim­
ple, muestra la creación de todo lo que existe, obviamente antes de la creación
tuvo que existir un plan, es decir un diseño.

Dios el Diseñador de la creación. El capítulo 1 de Génesis muestra un

Palabra, 2006), 14.


“ En su obra Danoin's Black Box: the biochemical challenge to evolution (La caja negra de

IES1
Dartvin: el desafío bioquímico a la evolución, The Free Press, New York, 19% ).
relato lógico de la creación de la tierra y del ser humano, en realidad se aprecia la
preparación del ambiente natural para la vida del ser humano. En sólo seis días la
tierra fue transformada de desordenada y vacía (Gn 1:2) en un paraíso ordenado,
colmado de sobreabundante belleza. Toda la naturaleza mostraba su esplendor
y la creación fue coronada con la formación del hombre. Las mismas palabras de
Creador muestran que el diseño planificado por parte de la deidad, en el momen­
to final de su ejecución, llegó a tener una declaración superlativa por parte de su
Hacedor como "bueno en gran manera" (Gn 1:31).

"Hagamos al hombre a nuestra imagen conforme a nuestra semejanza"


(Gn 1:27) establece a Dios como el diseñador y ejecutor del plan de crear al hom­
bre, ese trabajo detallado de la creación de la raza humana se relata en (Gn 2:7)
cuando Dios forma al hombre y le da aliento de vida, luego a la mujer (Gn 2:21-
24) donde se muestra que el varón y la mujer son el complemento adecuado que
forman la humanidad diseñada con anterioridad y con propósito. Según Génesis
1:28-30 el propósito de Dios para el hombre era que debía multiplicarse y con su
descendencia enseñorear, como mayordomo, la creación que Dios había hecho
para el hombre.

Dios crea con propósito. Todo en la naturaleza tiene un propósito; la luz,


el agua, la vegetación, los animales y los astros, dentro de la complejidad de la
naturaleza se sirven los unos a los otros. Por ejemplo: el agua riega el campo que
ayuda a la vegetación a crecen y ser alimento para los animales; los astros, ade­
más de delimitar las estaciones y el tiempo entregan es decir dan; el sol, provee
(da) la luz es necesaria para el desarrollo y alimentación de las plantas y para el
hombre y los animales la luz les sirve para que puedan desarrollar sus activida­
des diarias. Todo en la naturaleza se desarrolla bajo un complejo sistema de leyes
diseñado y establecido por Dios con un propósito.

El Gran Diseñador es el Sustentador de todo lo que existe. "Porque en él


fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra,
visibles e invisibles.. .todo fue creador por medio de él y para él. Y él es antes de
todas las cosas y todas las cosas en el subsisten" (Co 1:16,17). Este pasaje indica
que Dios, además de ser el creador de todo, es el que sustenta lo que existe, es
decir controla que todas las cosas, sean de la complejidad específica, de la com­
plejidad irreductible y del universo bien afinado marchen como él lo diseñó.

Conclusiones

La teoría evolucionista está basada en tres importantes argumentos, el


primero la aceptación del azar o casualidad, el sungo argumento tiene relación
con la aceptación de la eternidad de la materia y finalmente levantan como ban­
dera la teoría de Darwin en el sentido que todos los seres vivos tienen un mismo
ancestro. La aceptación de estos argumentos como ciertos permiten descartar la
Ría
intervención de Dios como el Creador, Sustentador y Redentor, por lo tanto se
acepta implícitamente que el ser humano no tiene pecado y puede vivir en la
tierra como desee porque es el único momento que podrá hacerlo.

La teoría de Diseño Inteligente presenta tres argumentos importantes, la


complejidad especificada, la complejidad irreductible y el universo bien afinado.
Estos argumentos pretenden mostrar la necesidad de un diseño inteligente, es
decir la intervención de alguien que haya podido planificar, ejecutar y mantener
la vida en el universo y la tierra bajo leyes previamente planificadas y estable­
cidas. Al demostrar la necesidad de un Diseñador también se permite entender
como necesario la eliminación del azar o casualidad, la exclusión de la creencia
que la materia es eterna y se regida por leyes controladas por nadie, adicional­
mente se puede entender que la presencia de diseño tiene que ver con propósito.

Finalmente se puede decir que Dios es el Gran Diseñador, Él es quien pla­


nificó (diseñó) la creación, y la sustenta (mantiene el diseño con un propósito) en
todo el universo y la tierra. Finalmente Dios antes de formar al hombre, preparó
todo el medio ambiente; el macro(cielos) y micro(tierra) cosmos con todas las le­
yes que la rigen para albergar a sus hijos Adán y Eva, quienes fueron comparados
por el rey David como "poco menor que los ángeles" a quienes Dios coronó de
"gloria y honra" (Salmos 8:5). El Diseñador del universo afirmó que su diseño
estaba completado y era "bueno en gran manera" (Gn 1:31).

BU
El Universo en Expansión
Un vistazo a la Luz de la Evidencia Bíblica
David A sm atCh.
Facultad de Teología

Introducción

El misterio del origen del universo hoy, ha ingresado en una fuerte dis­
cusión. Científicos sostienen que de acuerdo a la constante de Hubble, el uni­
verso se encuentra en expansión y este no es el mismo de hace algunos miles o
millones de años.1 Desde este enfoque, la consideración del universo en expan­
sión es sinónimo de evolución. Sin embargo, otros aceptan que aunque el uni­
verso se encuentre en expansión, no es necesariamente sinónimo de evolución.2

Pero ¿Qué dice la Biblia al respecto? ¿Guarda silencio respecto a estas


declaraciones? Por ello el presente estudio planea dar un vistazo no sólo al argu­
mento científico de un universo en expansión sino, que es ío que la Biblia dice al
respecto ¿Cuan antagónicos pueden ser los resultados de la observación de un
universo expansivo con la idea de un universo diseñado?

El entretelón

La discusión sobre si la Biblia es un texto que trata de ciencia, y si estos


concuerdan con el saber científico actual, ha venido a ser materia de discusión
constante.

Por un lado los que alegan defender el quehacer científico han venido
repitiendo que la Biblia nada tiene que ver en esto, y solo debe ser concebida
dentro de su función religiosa. Sin embargo, esta declaración conlleva la idea que
desfragmenta el valor de la revelación, la cual no solo se restringe a la escritura
misma sino que abarca toda su creación. Una declaración de esa naturaleza asig­
na a su autor (Dios) una visión miope, poco trascendente de las dimensiones que
abarca toda su revelación, y sobre todo el propósito creativo de este mundo, así
como del universo entero.3

lWendy Freedman, "La constante de Hubble y el universo en expansión", investigación y


ciencia, junio (2004), 43.
2Erwin W. Lutzer, Siete Razones Para Confiaren la Biblia (Barcelona: Editorial Portavoz, 2010),
116-120.
3Para una consideración de los diversos tópicos de ciencia tocados en la Biblia ver: C. F.
B
Por tal motivo, una comprensión de la revelación natural, la autoridad
de la Biblia y quien es autor de todo, nos permiten entender: (1) la existencia de
la raza humana a partir de la iniciativa divina, (2) asimismo, que la consideración
de un origen divino nos da una visión más abarcarte, plural y armoniosa de las
declaraciones bíblicas y la creación frente a diversas disciplinas científicas y (3)
sobre todo, que la Biblia debe ser interpretada sobre la base de la intervención de
Dios en la historia de la salvación del hombre.4

El universo y su expansión

La disciplina que ha ganado más adeptos es la cosmología, la cual ha


ido saciando la curiosidad de muchos respecto al origen del universo y por con­
secuencia, de la vida.5Según Rhys, el trabajo que vendría a ser propicio para la
comprensión del origen del universo, es la teoría de la expansión del universo
de Hubble, donde se precisa que el universo tuvo un punto de origen y se está
expandiendo a gran velocidad.6 Razonamiento que confirmaría la teoría del Big
Bang.7Pero ¿Qué dice la Biblia misma respecto a esto? La palabra universo como
tal, es hallada solo dos veces en la versión castellana de la Reina Valera del 60, en
hebreos 1:2 y 11:3. Sin embargo, existen también algunas referencias implícitas al
universo o su estructura mecánica celeste, que pueden ser encontradas en otros
textos como: Job 38:33; 9:9; 38:31 y 32; Sal 148:3-6.

El uso de aionas y shamüyim

Propiamente, el termino universo, se encuentra descrito en la Biblia


como ya se señaló con los textos de Hebreos 1:2 y 11:3. El término griego que
el apóstol usa es aionas. Friberg, señala que en los textos de hebreos, este tér­
mino puede ser entendido como un concepto espacial que cuenta con un inicio
de movimiento connotando también un movimiento largo, que puede verse li­
mitado por el tiempo llamado universo.8En tal sentido para Friberg el uso de
aionas, debe entenderse no tanto bajo la descripción de la bastedad de todo el

Steger, "Información científica de la Biblia", Ciencia de los orígenes, Enero - Abril 2003,64:3-6.
4Aunque pareciera extraño, científicos como S. Hawking, sostienen una posición muy cer­
cana a la idea de un Dios que se valió de la precisión al originar el universo. Hawking, S. W. (1988),
Historia del Tiempo. Buenos Aires, Grijalbo S.A., p. 61,71,40,41,51,78,164,167. Esto nos llama a
reflexionar en que si el avance científico atúnno ha terminado es porque básicamente hay mucho
por descubrir, y si hay mucho que descubrir es porque el modelo establecido es basto pues ha sido
dado por un ser de poder, inteligencia y habilidades infinitas.
*Lydia Jaeger, hacia unafilosofía cristiana de las ciencia (Grand Rapids, MI: Libros desafío,
2000), 97.
‘David Rhys, "El universo y la Vida", Theologika 9, no. 1 (1994): 310-318
Treedman, 38-45.
*Rhys, "El universo y la Vida", 310-318.
m
universo, sino a la actividad dinámica del mismo. Sin embargo, un análisis del
primer uso de la expresión universo en Hebreos 1:2, hace más alusión a la des­
cripción de la capacidad creadora de Cristo haciendo realce de su naturaleza
divina y refiriendo que por medio de él se hicieron todas las cosas en el prin­
cipio. O como señala filosóficamente T. Holz y H. Sasse las cosas visibles en
si son las realidades invisibles de las que partieron, por que lo que se ve fue
hecho de lo que no se veía. Lo cierto en esta declaración es que nuestros ojos
pueden ver hoy parte de un universo [un todo], poco conocido e imperceptible.9
Asimismo, Heb. 11:3 describe la certeza que se debe tener de la eficacia del poder
creador de Dios por intermedio de su palabra. Es claro que estos textos no descri­
ben propiamente una posible estructura del universo, aunque aionas si posee la
idea de extensión, amplitud y dinámica.

En el Antiguo Testamento, la idea de un expandir los cielos puede verse


inferida en Isa 40:22; 42:5; Zac 12:1, donde los escritores bíblicos usan términos
como nátah que significa "extender, expandir, desplegar algo plegado o estirar
algo encogido".10 Esta palabra ocurre 185 veces en todas sus formas en el AT.11
La gran mayoría de sus ocurrencias conlleva la idea de extender o plantar una
tienda o extender algo como un báculo o un brazo. Tanto los versículos de Isa
40:22 como 42:5, usan y conectan la forma verbal estirar con cielos, donde es
claramente evidente que Dios tiene una participación directa en el acto creativo.
Sin embargo, cave señalar que el contexto mayor enfoca propiamente la gran­
deza creadora, la omnipotencia e incursión soberana de Dios en la historia de la
salvación de este mundo, su grandeza y superioridad sobre todo poder, deidad
pagana y sabiduría humana.12

Bajo el entendimiento de este contexto, surge el único uso en toda


la Biblia del verbo mátah, que posee la idea de desplegar, tender, o extender13
donde su objeto de extender son los cielos. El uso de la palabra cielos es en­
contrada en Isaías 40:22; 42:5 y Zac 12:1. Sin embargo, Isaías 40:22 y Zac 12:1
usan la forma indefinida shamayim = cielos; mientras que Isaías 42:5 usa la for­
ma definida hashamayim = los cielos. Aunque parece insignificante el uso del

9Friberg, Analitical key Lexicón, en Michael S. Bushell, Michael D. Tan y Glenn L. Weaver,
Bible Works, CD-ROM, versión 8.0 g (Norfolk, VA: BibleWorks, 2009).
10 T. Holz, ’aicbv'. Diccionario exegético del Nuevo Testamento>vol. 1, ed. Horst Balz y Ger-
hard Schneider (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1996), 137. H. Sasse, ’aicpv’, Compendio del Dicciona­
rio teológico, ed. Gerhard Kittel y otros (Grand Rapids, MI: Libros desafio, 2000), 39.
uLuis Alonso Schokel, Diccionario bíblico de hebreo-español (Madrid: Editorial Trotta, 1994),
490.
12Abraham Even-Shoshan, A New Concordance ofthe Oíd Testament (Jerusalem: "Kiryat
Sefer" Publishing House, 1990), 756,757
13Roberto Jamieson, Comentario exegético y explicativo de la Biblia, tomo 1 (Buenos Aires,
Argentina: Junta Bautista de Publicaciones, 1989), 614,616.
IE3
artículo -ha- conlleva a una especificación de un universo/ cielos observables14
y puede traer a nuestra mente la misma construcción de Gen 1:1, el cual esta
precedido del mismo verbo bar a "creó" con un sentido ex-nihilo, creado a par­
tir de la nada, siendo argumento para la concepción de la creación del univer­
so en un primer momento creativo "pues lo que se ve se creo de lo que no se
veía". Esta postura se vería reforzada por la concepción de una creación pre­
via de otros mundos y seres como lo refiere el libro de Job 38:4-7 y Jobl:6.15
Asimismo, esto se ve doblemente reforzado por las propiedades físicas que
muestran el tiempo de llegada y demora de la luz hasta nosotros. Una inter­
pretación interesante de la palabra cielos es dada por R. Younger, quien la
asocia con la palabra tierra alegando un merismo que es respaldado por Ken-
neth A. Mathews que señala el cosmos/universo acabado totalmente, mas no
un universo completo u organizado, puesto que solo habría de ser conside­
rado como terminado hasta el momento de la creación de nuestro planeta.16
Así, una consideración de la palabra "cielos" en estos textos nos insta a tomar en
cuenta la creación del universo en un primer momento creativo, siendo observa­
bles a través de nuestros cielos.

En tal sentido, el uso de la terminología, nos permite entre ver que existe
la evidencia de la creación de un universo que puede ayudarnos a reinterpretar
la idea de un universo en expansión, sin dejar de admitir las evidencias físicas;
pero llegando a proponer un universo que se muestra dinámico y que puede dar
la idea de la actividad constante de Dios en el.

La constante de Hubble

Una de las ideas que los astrónomos poseían hasta inicios del siglo XX, acerca
del universo, era que este poseía el mismo tamaño. Sin embargo, en 1920 el astróno­
mo americano Edwin Hubble descubrió en las galaxias vecinas estrellas cefeidas17

“Schókel, "»nn", 46; Michael S. Bushell, Michael D. Tan y Glenn L. Weaver, Bible Works,
CD-ROM, versión 8.0 g (Norfolk, VA: BibleWorks, 2009).
15Merling Alomía, ed., "Génesis 1: Nuestros Orígenes como lo Reveló YHWH a Moisés",
Y Moisés escribió las palabras de YHWH (Lima, Perú: Editorial Imprenta Unión, 2004), 44.
16Se han propuesto al menos tres interpretaciones: A. Algunos consideran que Génesis
1:1 se refiere a la creación de un universo en un tiempo no identificado en el pasado, con la semana
de la creación ocurriendo en un momento posterior (la teoría del intervalo). B. Algunos consideran
que Génesis 1:1 es solamente una introducción al recuento de la semana de la creación, y que se
refiere solamente a nuestro mundo. C. Algunos consideran que Génesis 1:1 se refiere a la creación
del universo durante la semana de la creación. Ver: J. Gibson, "La primera semana: Un creyente
científico lee Génesis", en Ciencia de los orígenes, 2009,1-3. Randall W. Younker, "Asuntos cruciales
en la interpretación de génesis 1". Ciencia de los Orígenes, 2010,3-5.
17Raymond A. Serwayjohn W. Jewett, Física para ciencias e ingeniería, vol. II (Barcelona:
Cengage Leaming Editores, 2005), 568. El uso más espectacular del efecto Doppler es la medición
de cambios en la frecuencia de la luz emitida por un cuerpo astronómico en movimiento como lo es
1)53
que permitirían la determinación de las distancias estelares. Fue así que para 1929,
definió que las galaxias que están más lejanas de nosotros se alejan a velocidades
vertiginosas.18Según E. Hubble una galaxia que se encuentra a un megaparsecs
(unidad de distancia en la astronomía que es equivalente a 3.262.000 años luz19
o 9,5 x 1018 m), se está alejándose a 65 kilómetros por segundo. Este aleja­
miento de las galaxias puede entenderse por medio del efecto Doppler. Es
decir, se experimenta un efecto Doppler siempre que haya movimiento re­
lativo entre una fuente de ondas y un observador. Sin embargo, si el obser­
vador sale de reposo para acercarse a la fuente que emite las ondas, estas
resultan ser mucho más intensas. No obstante, si ambas están en movimien­
to y se van alejando el sonido emitido por la fuente se torna más débil.20
Aunque el estudio del efecto Doppler puede ser mucho más abarcarte, este pue­
de ser entendido de forma sencilla en el siguiente gráfico.

Así, el efecto Doppler no solo puede medir las ondas sonoras sino tam­
bién ha sido usado para medir la distancia entre galaxias, las cuales emiten luz
que al ser descompuesta nos permite ver la frecuencia de ondas luminosas las

una galaxia. Cuando la luz emitida en átomos que se encuentra en otras galaxias y que normalmen­
te se encuentra en violeta se al pasar al rojo de otra galaxia, señala que esta se está alejando. Esta
Jl+ v / c
medición de otras galaxias puede hacerse mediante la formula fobs = . ‘fuente
Jl-v/c
18Younker, 2010,3-5.
19Kenneth A. Mathews, Genesis 1-11 (Nashville, Tenn.: Broadman and Holman, 1996), 26
20Las estrellas cefeidas tiene una luz que varía en episodios, y esta puede ser medida
en periodos, los cuales son: el tiempo transcurrido entre dos máximos o mínimos de luminosidad
irradiada, así cuando el periodo de luminosidad es largo es porque la cefeida es muy luminosa.
Trinh Xuan Thuan, La melodía secreta...: Y el hombre creó el universo, Trad. Josep Sarret Grau (España:
Biblioteca Buridán, 2007), 69.
|g|
cuales se aproximan al rojo (se alejan) o azul
(se nos acercan), como se ilustra en el gráfico
a la derecha.21

No obstante, el universo tiende al rojo y muy


rápido.22 Esta constante de velocidad-distan­
cia en el efecto Doppler puede ser medida por la formula:23

I cz = HQ.d v = Hd

Se considera H0 y H, por que estas constantes varían con el tiempo, según


el parámetro del siguiente modo:

Q = -H~2(dH/dt+h2)
-I Rapidez de cambio ¡
j (velocidad)

La teoría del universo en expansión sostiene además, que el universo


posee un punto de origen. Y que a partir de ese punto de origen, el movimien­
to del universo puede entenderse mediante los siguientes modelos: (1) En un
Big Crunch o universo cerrado que así como el Big Bang tuvo un punto inicial
este tendría un punto final, (2) tal vez un universo abierto con una expansión
constante la cual no se cierra y (3) La consideración de un universo acelerado el
cual se ajusta a nuestro universo.24 Esto puede entenderse mejor en el siguiente
diagrama:

(3)Acelerado

21E1 gráfico fue tomado de http://elmundoatravesdelafisica.blogspot.com/2011/ll/


efecto-doppler.html (consultado: 13 de Mayo, 2012).
“Angel Torregrosa Lillo, Relatividad y Universo: Relatividad y cosmología básicas (San Vicen­
te, España: Editorial Club Universitario, 2010), 71.
23Z= el corrimiento al rojo, un número adimensional. C = la velocidad de la luz V= Veloci­
dad de separación; D = distancia de galaxias y H = constante de proporcionalidad de Hubble.
24Ian Ridpath, Diccionario de Astronomía (Barcelona: Editorial Complutense, 1999), 369.
m
Ante estos cálculos, es bien cierto que resulta imposible negar la realidad
de un universo en movimiento o en expansión y que los cálculos señalan que
este pudo surgir aproximadamente hace 15 billones de años, aunque no digo
que así sea. Sin embargo, estos hallazgos no permiten ubicarnos en la realidad
del universo en un aquí y ahora, sin lograr precisar lo que pudo ser en el pasado
y lo que sucederá en el futuro. Obviamenté, la concepción del universo a partir
de un ser inteligente el cual es Dios, nos propone un inicio o punto partida, pero
radicalmente distinto de lo que nos ofrece la teoría de la expansión del universo.

El punto de desencuentro entre la idea del universo en expansión evolutivo y


las declaraciones bíblicas

Como se ha observado, la revelación y la ciencia tratan de enlazar las


manos procurando mostrar los misterios que hasta hoy, han sido mostrados, en
parte, a nosotros. Pero cuales pueden ser las notas discordantes entre los argu­
mentos tratados, veamos:

1. En uno de sus discursos el muy conocido Stephen Hawkin señaló: "U n uni­
verso en expansión no excluye la figura de un creador pero pone límites a
cuando él podría haber realizado su obra".25 Esta declaración, nos sitúa en
una doble consideración: (1) Una consideración del Big Bang como herra­
mienta creativa, la cual es incompatible y limitante para la actividad creadora
de Dios quien no posee limite, (2) la idea de un universo en expansión afian­
zada con el Big Bang, está en contra del uso de la palaba b á ra ’ en la Biblia,
la cual señala una creación ex-nihilo (es decir de la nada) y no a partir de
materia pre-existente, (3) aceptar la postura de un universo en expansión y
el Big Bang, nos lleva a un coqueteo con la evolución teísta la cual es ajena a
toda declaración bíblica y (4) la referencia sola a un universo en expansión no
es una evidencia exclusiva de evolución, mas si de movimiento.

2. El universo da gala de precisión y simetría matemática, que sería difícil de


explicar solamente por medio de la casualidad. Una sola alteración en esta
precisión simétrica, generaría un desmoronamiento del cosmos en una milé­
sima de segundo. Un ejemplo de esto es la electrostática, la cual se encuentra
en equilibro con la fuerza nuclear fuerte, equilibrio que hace posible la for­
mación diversa de átomos y la existencia de la vida.26 Esto hace resaltar un
esmero en la creación del universo, una creación que demuestra propósito y
que no puede ser entendida mediante un modelo evolutivo de la expansión

25Stephen Hawkin, "Primera conferencia", en La teoría del todo: el origen y el destino del
universo, trad. Javier García Sanz, (EEUU: Random House Mondadori, 2010).
26Para una revisión mas detallada del argumento ver: L. James Gibson, "¿Qué hace tan
asombroso al universo?", en Ciencia de los Orígenes, no. 61 (Enero - Abril 2002), 5.
H
del universo.27

1 3. La concepción de poner límites a nuestros argumentos respecto a lo que pre­


tendemos conocer de toda la bastedad del universo, se ha hecho evidente a
lo largo de la historia, donde el hombre ha ido ampliando su conocimiento
sobre universo. Pues cuando creíamos que solo era nuestro planeta se des­
cubrió que habían mas planetas, cuando creimos que solo era nuestra galaxia
se descubrió que habían muchas más galaxias. Esto se ha hecho evidente una
vez más, al proponer físicamente una lógica desaceleración del universo si
partimos de un punto de explosión, y que en lugar de esto "antinatu ral­
mente" y como un asunto de ciencia ficción, concebimos hoy la actividad de
una energía oscura que precipita una aceleración de la expansión del universo.
Lo cual es completamente diferente a la teoría de la 3-esfera de la constante
cosmológica de Einstein donde el universo era constante.28 David Garfinkle
y Richard Garfinkle aseveran es que la energía oscura que causa la aceleración
en la expansión del universo es mucho mayor que todo lo demás junto.29 Lo
sorprendente a todo esto es que el universo esta en equilibrio y sigue en ex­
pansión aún a pesar de la gravedad y anti-gravedad, evitando una expansión
infinita o un colapso en implosión.30

Conclusión

Las referencias bíblicas hacen mención del universo como una obra di­
recta del poder infinito de Dios. Los ajustes finos en la estructura del universo, las
consideraciones físicas y matemáticas encontradas en él nos hablan que este fue
creado o diseñado con un propósito específico. El uso de la terminología aionas
y shámayim, sugieren la idea de un universo dinámico, coincidiendo apenas con
parte del planteamiento de un universo en expansión, un enfoque que ha venido
cambiando y siendo modificado, y que pretende darle una explicación evolutiva
ál universo. Además, la consideración de una postura evolucionista del universo
en expansión llevaría a considerar la prexistencia y coetemidad de la materia
junto a Dios, algo contrario a la propuesta bíblica de una creación ex-nihilo. Así
entendemos pues que el universo y nuestro mundo fue creado no en vano sino,
con propósito " ... para que fuese habitada la creó.. (Isa 45:18).

^Ariel A. Roth, A Ciencia descobre Deus (Tatui, SP: Casa Publicadora Brasileira, 2010), 69,70.
^imothy Ferris, La aventura del universo: De Aristóteles a la teoría de los cuantos: una historia
sin fin, vol. 20 (Madrid: Editorial Critica, 2007), 225.
29David Garfinkle, Richard Garfinkle, El universo en tres pasos: del sol a los agujeros negros y
él misterio de la materia oscura (Barcelona: Editorial Critica, 2010), 253.
^Ibíd., 256.
El reloj de Dios
Michael Orellana
Universidad Peruana Unión

Según la Escritura, los astros fueron creados para servir como señales
de tiempo.1 Esto significa que funcionan como un gran reloj. Ciertamente es el
reloj más complejo y maravilloso que existe. Su estudio ha dejado perplejos a
todos los físicos. Sin embargo, a pesar de su complejidad, este gran reloj permite
la existencia de la vida en un delicadísimo balance que de ser roto, el universo
mismo colapsaría.

En este artículo se hace una revisión de la complejidad del funcionamien­


to de semejante reloj. Luego bajo el argumento de que existe un "balance perfec­
to que permite la vida", pretendemos fortalecer la concepción de que Dios es un
Creador inteligente.

"D ijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar
el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años,"
(Gen 1:14 R60)

El versículo que acabamos de leer contiene una explícita declaración de


Dios con respecto a porqué colocó los astros en el cielo: Para separar el día de
la noche y servir como señales de ciclos temporales. ¿Qué significa esto? Que
la creación de todo el sistema estelar tenía el propósito de demarcar el tiempo.
Demarcar el tiempo era sumamente importante para las criaturas que Dios es­
taba creando. Puede sonar bastante egoísta, pero esto dice el texto. El término
"señales" en hebreo "ot" significa: Marca, señal o bandera.2 Esto significa que la
fuente de luz estelar sería un referente para la vida aquí en la tierra.

Esto es algo que molestaría obviamente a alguien que cree que el univer­
so existe únicamente por leyes físicas y no tiene ningún propósito definido. Pero,
observemos más detenidamente este reloj que Dios colocó a nuestra disposición,
antes de demostrar que nada en la naturaleza escapa a la idea de un diseño inte­
ligente.

’La Escrituras mencionan más de trescientas veces los Astros en una variedad de contex­
tos. El énfasis esencial es que Dios es el Dios de los astros. Stewart Custer, The Stars Speak: Astro-
nomy in the Bible (Greenville, CA: BJU Press, 2002), 180.
^ames Swanson, Dictionary o f Biblical Languages With Semantic Domains: Hebrew (Oíd
Testament), s.v. "sin"
iETil
Cada vez que analizo este tema me siento como cuando era niño y dt1»
[ armaba un juguete de cuerdas y luego cuando no podía armarlo nuevamente mi
i frustración era total. En ese entonces no entendía que papel jugaban toclnn Imm
f partes que allí se hallaban o incluso cual era su lógica interna. Terminé creyendo
que después de desarmar mi juguete, se le perdieron piezas y por eso no poilln
funcionar de nuevo.

Así pasa con los científicos cuando intentan analizar el universo y onlen
der cómo funciona. En algún momento, junto con Isaac Newton, todos so un \
tían seguros de entender que básicamente la ley de la gravedad regulaba todos |<>n
fenómenos físicos. Era obvio para cada terrestre, al menos aquí abajo, que ni un
objeto es de mayor masa entonces tiene mayor gravedad y que todo funciono hn|o
acción-reacción.

Muy pronto la ciencia se chocó contra una nueva pared al descubrir qu*
saliendo de nuestro sistema solar, nada allá afuera en el universo parece «ogulr
exactamente este patrón.

Uno de los científicos que confirmó esto fue Jeremiah Paul Ostriker' (ha
ddo en 1937). Este hombre después de observar detenidamente las galaxias llcgO
a la conclusión de que siguiendo las leyes de Newton, el universo colap.sarín y mu
destruiría por la falta de masa. Por lo tanto, era necesario idear algo que ohpil­
case porqué esto no ocurría, así que propuso la existencia de la materia ONi’uru
Algo que nunca se comprobó.

Según él, dentro del universo había mucha materia que no se ve y t|iir*
sería el faltante dentro de las ecuaciones newtonianas para que el universo no no
desmoronara.4

Poco después, Vera (Cooper) Rubin5 (nacida en 1928) hizo una observa­
ción extraordinaria. Supuestamente, bajo las leyes newtonianas los astros intlri
cercanos a su centro gravitacional debían girar más rápido que los que se en
contraban en los extremos. Sin embargo, ella descubrió por medio de sus obwr
vaciones de la galaxia de Andrómeda que las estrellas más lejanas a su centro

3Este brillante científico propuso junto con Gunn la aceleración electromagnética en In


magneto-esfera de las estrellas de neutrón. Malcom Longair, The Cosmic Century: The History n/
Astrophysics and Cosmology (Cambridge: Cambridge University Press, 2006), 293.
4E1 hecho de que las leyes de Newton presentan un vacío para explicar el universo ruin
presentados históricamente por Richar Panek. Richard Panek, The 4% ofthe Universe: Dark Mullir,
Dark Energy, and the RACE to D1SCOVER the REST ofthe REALITY (Boston, NY: Houghton Mtfflln
Harcourt, 2011), 1-240
*Vera Rubin, una impresionante astrónoma, propuso una teoría alterna a la Hubble con
respecto al movimiento de las galaxias. Ibíd., 24-40
Q
gravitacional giraban tan rápido como las que se encontraban más cerca de él.
Esto fue denominado el problema de rotación de galaxias.

Obviamente, esto trajo consigo muchas preguntas en cuanto a las leyes


de Newton. Rubin terminó creyendo que estas leyes debían modificarse para las
interacciones gravitacionales lejanas. En otras palabras: No se entendía cómo es
que funcionaba el gran reloj de Dios.6

Tal vez, piense usted, que esta incomprensión se deba a que estamos vien­
do sólo los engranajes grandes de este reloj, entonces vayamos a unos de los más
pequeños: El átomo.

Por muchos años, las ideas que se tenían de este "ladrillo" - él átomo - de
la materia venían solo de la filosofía. Así podemos citar a Demócrito (450 a.C)
como el más antiguo representante de esta idea, aunque no el único.

Durante siglos se creyó que el átomo era indivisible hasta que Joseph
John Thomson (1856 -1940) descubrió el electrón gracias a un trabajo sobre rayos
de cátodo. Este era el primer paso para entender que el átomo se compone de
elementos aún más pequeños. Luego Niels Bohr (1913) propuso que este electrón
giraba en órbitas alrededor del núcleo semejante al sistema planetario solar.

Esta comprensión del átomo todavía resultaba "masticable" para la ma­


yoría de científicos. Sin embargo, Ernest Rutherford (1871 - 1937) sacudió la
comprensión científica de la materia con la demostración de que el átomo se des­
integraba radioactivamente. Aún más, el hecho de que era posible que un átomo
de cierto elemento se transformara en otro. De hecho, él había logrado convertir
el núcleo del nitrógeno en oxígeno.7

El esquema de Rutherford era inexplicable. ¿Cómo era posible que la


materia se desintegrara? Y si esta en realidad se desintegraba, ¿significaba que
había una relación estrecha entre materia y energía? O quizá ¿la materia sería
una forma de energía? Además de esto, ¿cómo era posible que el electrón girara
siempre alrededor el núcleo atómico sin desacelerar al punto de chocar finalmen­
te con este?

6E1 matemático Kurt Godel demostró que los teoremas matemáticos no son totalmente
completos y por lo lo tanto, los matemáticos deben aceptar un mínimo de incertidumbre en sus
"verdades" matemáticas. Esta observación de Gódel se aplica no solo a la comprensión de la
matemática, sino de la física y por tanto del universo. Hugh Ross, Beyond the Cosmos: V/hat Recent
Discoveries in Astrophysics Reveal About the Glory and Lave ofGod (Colorado Springs, CO: NavPress,
1999), 51.
7J. L. Heilbron, Emest Rutherford: And the Explosion ofAtoms (New York: Oxford University
Press, 2002), 57-83.
irei
Cómo puedes comprobar en este punto, la observación de las parlh tiln*
más pequeñas de este gran reloj de Dios dejaba perplejos a los científicos.
si esto te parece un asunto del pasado, continuemos la historia.

Poco después, Heinrich Hertz en 1887 observó que el arco eléctrico «|in>
salta entre dos electrodos, saltaba más alto cuando era puesto bajo luz ultravioltf
ta que si se ponía simplemente en la oscuridad. ¿Qué efecto tenía la luz sobre lo
electricidad? ¿Cómo estaban conectadas?

Una vez más, nada parecía tener sentido, hasta que Albert Einstein pro­
puso en 1905 que los fotones de luz transmitían energía. De esta manera, su
trabajo titulado "Heurística de la generación y conversión de la luz" lo llevó al
premio Nobel.

Entonces, quedaba claro que átomo y energía estaban conectados. El


mismo Albert Einstein se encargaría de explicar dicha conexión en su famosa
fórmula E=mc2 (Energía es igual a masa por la velocidad de la luz al cuadrado).
En esta fórmula, la masa, energía y luz están conectadas. Todo lo cual indica que
la conversión entre energía y masa es algo que puede ocurrir. Si hasta aquí, todo
este asunto del átomo, una de las piezas más pequeñas del gran reloj de Dios te
parece muy confuso, prepárate para escuchar lo siguiente: El átomo no es lo más
pequeño que existe.

En la década de los 50, los científicos inventaron los famosos acelerado­


res de partículas con los cuales chocaban las partículas del átomo para destruirlas
y saber de qué están hechas. La sorpresa fue fatal: Descubrieron un gran número
de diminutas partículas que llamaron hadrones. Ya para entonces, los científi­
cos habían encontrado la presencia de otras partículas como el protón, neutrón,
neutrino, muón y kaón, mesones, bariones y todo un zoológico de partículas. El
átomo no era nada sencillo de entender. Fue entonces que Wolfgang Ernst Pauli
(1900 -1958) dijo con respecto a la dificultad de entender el átomo frente a la gran
cantidad de partículas que estaban descubriendo: 'Si hubiera previsto esto me
hubiera hecho botánico7.

Definitivamente cada vez que los científicos se acercaban más a los áto­
mos, estos parecían alejarse más de ellos. Las pequeñísimas partículas sub-ató-
micas no solo eran muchas sino además de comportamiento extraño.8 Por ejem­
plo: El electrón podía aparecer en un lugar, desaparecer y luego aparecer en otro
lugar. ¿Qué es esto? Omnipresencia o algún truco físico. Incluso, algunos llega­
ron a pensar que había un universo paralelo desde donde el electrón se transpor-

8G. Compagno, R. Passante y F. Pérsico, Atom-Field Interactions and Dressed Atoms, Cam­
bridge Studies in Modem Optics (Cambridge: Cambridge University Press, 2005), 1-64.
IES
taba, pero definitivamente solo son especulaciones.

La realidad es que aquí en nuestro entorno todo parece normal. Tú. pue­
des tomar tu auto e ir a tu casa bajo las leyes de Newton. Prendes tu radio y
escuchas las noticias bajo los principios del electromagnetismo. Prendes tu com­
putadora y trabajas bajo los principios de la mecánica quántica. Lo paradójico
es que las leyes de Newton no se aplican a los átomos; sin embargo, todo está
funcionando. Tu mismo cuerpo es un laboratorio donde elementos químicos
peligrosos como el hidrógeno están siendo procesados, pero nada parece ir mal.

La naturaleza trabaja aunque no la entendamos del todo. El gran reloj de


Dios sigue moviendo sus manecillas y nada parece indicar que se ha detenido.
Las estaciones vienen y van, el día es seguido por la noche.

¿Qué pasaría si hubiera una pequeña avería de este gran reloj? Por ejem­
plo, imaginemos que solo le quitásemos un componente pequeño al átomo: el
gluón; en consecuencia, el átomo explotaría y toda la materia que conocemos de
desmoronaría.

La vida es un asunto muy delicado y requiere de una altísima perfección.


El universo puede ser un lugar muy peligroso y la luz de las estrellas pueden ser
mortales.

Para explicar esto es necesario hablar un poco acerca de la luz. La luz es


un fenómeno electromagnético. ¿Qué significa esto? Bueno, que los fotones que
componen la luz se mueven como ondas. Las ondas que nuestros ojos pueden
captar van entre 380 nm9 hasta 780 nm. Las abejas y muchos insectos pueden
captar longitudes de onda de luz menores a 380 nm (luz ultravioleta).

Así existen ondas que nuestra capa de ozono no acepta: como las mi­
croondas. Si nuestra atmósfera permitiera el ingreso de estas ondas sencillamen­
te seríamos cocinados. Otras ondas como los rayos X y los rayos gamma también
son rechazadas. Si estas ingresaran sencillamente los compuestos del ADN se­
rían modificados a una escala subatómica: La vida reproductiva sería imposible.
Hasta ahora hemos supuesto pequeñas imperfecciones en las condicio­
nes de vida a nivel atómico. Sin embargo, si el gran reloj de Dios funcionara un
poco más rápido. Digamos, que una estación durara mucho menos, entonces el
efecto sería catastrófico. Muchas especies como la tortuga de mar sencillamente
no podría reproducirse. Las condiciones de luz para las aves migratorias serían
sumamente difíciles y sus ciclos de reproducción se alterarían fatalmente.

9Nanómetro. Es la unidad de longitud que equivale a una milmillonésima parte de un metro.


iü l
Nada dentro de este gran reloj ha sido dejado al azar. Las condicionen
para la vida son demasiado delicadas tanto a nivel subatómico como a nivel hm•
tral y sin embargo, estamos aquí. Este delicado sistema físico nos permite vivir,
Las madres pueden dar a luz porque las constantes físicas les permiten hacerlo.
Las abejas pueden encontrar el néctar de las flores porque la luz ultravioleta Ihn
guía y pueden fabricar la miel porque la saliva de las abejas (enzima invertasfl)
trabaja de acuerdo con las leyes de la termodinámica. Si no fuera así, no podría
mos disfrutar de la miel.

De esta manera, los astros que Dios colocó para que sean por señales para
los vivientes aquí en la tierra no tienen una existencia sin relación alguna con la
vida. Un exceso de materia o falta de ella simplemente destruiría el universo.

Mientras, el día y la noche que son señalados por nuestro sol nos parecen
tan comunes como mirar nuestro reloj, afuera de nuestra atmósfera la misma luz
puede ser asesina.

Por otro lado, aunque nos parece lejano llegar a una estrella, somos re­
ceptores de su luz y de alguna manera afectados por las leyes de la física que las
rigen. Y aunque podemos saber de qué está hecha una estrella gracias al análisis
espectográfico, estamos todavía muy lejos de entender cómo éstas funcionan en
concordancia con las leyes que rigen el funcionamiento del átomo.10

De esta manera, las manecillas de este reloj que Dios fabricó, sus engra­
najes y cómo funcionan son misterio y siempre lo serán en algún aspecto.

Y tal como dice una frase célebre que se acostumbra asignar a Albert
Einstein: "Hay dos maneras de vivir su vida: una como si nada es un milagro,11
la otra es como si todo es un milagro." Usted puede elegir creer que todo el uni­
verso formado no tiene ningún propósito y que probablemente llegue a un bing
freeze donde morirá en un agotamiento de energía y finalmente se congele o a u n
bing rip donde toda la materia se destruya por falta de gravedad.

Sin embargo, la Biblia dice que existe un propósito definido para cada
cosa creada y que las estrellas son señales temporales para las criaturas vivientes.
Si así lo consideras, tendrás el privilegio de pasar la eternidad estudiando cada
cosa creada. Tal como lo dice Elena White refiriéndose al término del pecado:
"El gran conflicto ha terminado. Ya no hay más pecado ni pecadores. Todo el
universo está purificado. La misma pulsación de armonía y de gozo late en toda

“ David M. Harland, The Big Bang: A viewfrom the 21st century (Comwall, UK: MPG
Books, 2003), 17-99

IEC1
"Francisco Angulo Lafuente, Un instante después del Bing Bang (s.L: Youtube, 2006), 124.
la creación. De Aquel que todo lo creó manan vida, luz y contentamiento por
toda la extensión del espacio infinito. Desde el átomo más imperceptible hasta el
mundo más vasto, todas las cosas animadas e inanimadas, declaran en su belleza
sin mácula y en júbilo perfecto, que Dios es amor."12

l2Elena G. White, El conflicto de los siglos (Buenos Aires: ACES, 1993), 428.
La era del gen Maravillas y controversias en los avances dt 1A
genética
Daniel Roberto Sánchez Beltramé
Estudiante del 4to año de Teología

Introducción

"Tiene su gusto por la música, pero la pasión por la lectura lo heredó ile
m í..." Orgullosamente, todo padre y madre atribuyen a sí mismos las caracterífl
ticas que ellos ven en sus hijos. Hemos heredado alguna combinación del mal»
rial genético de nuestros padres. Entre toda esta información hay genes bueno*,
malos e indiferentes, genes que ellos heredaron de sus padres y ellos de los suyos,
y así sucesivamente.1

Al llegar al siglo XXI, la investigación en genética ha logrado avances muy


importantes. A fines del siglo XX, poco más de cuatro décadas del descubrimiento
de la estructura del ADN por Francis Crick y James Watson (1953),2 la genética yA
desempañaba un papel importante en numerosos y diversos campos como en Ion
juicios criminales, en la identificación de la gente y en el estudio de las enfermtxlli­
des.3Actualmente se puede investigar en los genes responsables de la herencia con
el fin de modificar su expresión en plantas, animales y sobre todo, seres humanos.4
No cabe duda que se está viviendo en la era del gen.

Entrados en la era del gen, ¿cuáles son algunas de las maravillas que se han
llegado a descubrir en el campo de la genética?, tales descubrimientos ¿represen­
tan un desafio para la teoría de la evolución naturalista?, y finalmente ¿qué dilemas
éticos han traído consigo el estudio en genética?5En el presente trabajo se pretende
responder a estas preguntas de manera sucinta, con el objetivo de encaminarnos
al conocimiento de más evidencias naturales que muestran la existencia de Dios, y
de aproximarse a las respuestas de los problemas que trae consigo la era del gen.

’George Javor, Al inicio de la era del gene, Diálogo 9, no. 2 (1997): 12-14. http://dialogue.
adventist.org/index_s.htm. (consultado: 18 de abril, 2012).
2Lee Strobel, El caso del Creador (Miami, Florida: Editorial Vida, 2004), 275.
3Ibíd.,
4Antonio Cruz, Bioética cristiana (Barcelona, España: Clie, 1999), 239.
5Cabe notar que las definiciones especializadas serán tomadas de los especialistas en el
área, cuya referencia bibliográfica será oportunamente citada.
Las maravillas del gen

Considere a continuación algunas maravillas que la genética ha ido en­


contrando en sus avances en las últimas dos décadas, avances que debido a la
monotonía estructural del ADN,6 fueron posibles solo gracias al descubrimiento
de las "enzimas restringentes" de las bacterias.

.. .Javor amplía:

Estas asombrosas proteínas aparentemente pueden reconocer se­


cuencias de cortos segmentos de nucleótidos especiales del ADN y divi­
dirlo en un lugar en particular. Por lo tanto, tenemos actualmente medios
de obtener fragmentos más pequeños del ADN, de composición uniforme.
También se encontraron otros catalizadores (enzimas) que tenían la ca­
pacidad de empalmar fragmentos del ADN. Estos descubrimientos pavi­
mentaron el camino para llegar hasta donde nos encontramos hoy en día:
tenemos la capacidad de manejar genes individuales, de introducir genes
de un organismo dentro de otro, de recombinar porciones de genes dife­
rentes en el tubo de ensayo y de determinar el orden de sus nucleótidos.7

El gen y el genoma humano

Antes que nada, ¿qué es un gen?... responder a esta pregunta no es senci­


llo. La clásica definición mendeliana del gen como "la unidad de la herencia" no
es suficiente. Los últimos descubrimientos en genética han complicado aún más
el concepto de gen.8 Sin embargo, se podría aproximar a una definición acorde
con los últimos avances: El gen es un segmento de ADN que constituye la unidad
de información hereditaria9que contiene códigos de información para la produc-

6Javor explica: "Si se pudiera representar sobre papel en forma simple una estructura tal
empleando las abreviaturas A,T,G y C para los cuatro nu-deótidos, tendríamos uno a más libros lle­
nos de líneas similares a la siguiente (el orden de los nucleótidos variarían continuamente).

—ACTGGTTAGTTCCAGTCATGAGGTCCAATATAGATCAGTACGATTTAAGGCAT—

Esta monotonía estructural impidió que los científicos segmentaran el ADN en fragmentos
más pequeños que se pueden manipular, de una composición más uniforme y que pudieran determi­
nar el orden de los nucleótidos". George Javor, Al inicio de la era del gene, Diálogo 9, no. 2 (1997): 12-14.
http://dialogue.adventist.org/index_s.htm. (consultado: 18 de abril, 2012), 13.
7Ibíd.
"Kenneth S. Saladin, Anatomy and Physiology. The Unity ofForm and Funtion (Boston: Me
GrawHill, 2010), 129.
’Eric P. Widmaier, Hershel Raff, Kevin T. Strang, Vander's Human Physiohgy, (Boston: Me
GrawHill, 2008), 727.
1EE1
dón de moléculas de ARN, el cual cumplirá un rol importante en la síntesis de
proteínas.10Así, el gen es la unidad mínima con informadón heredable.

El genoma, por otra parte, es la informadón genética total codificada en


el DNA de una célula típica en un organismo. Los estudios en genética muestran
que el genoma humano contiene aproximadamente 30,000 a 40,000 genes, y que
la secuenda total de nucleótidos del genoma humano es de 3 billones. Sin embar­
go, todos estos descubrimientos son solo un primer paso, pues en lo que respecta
a la regulación de la mayoría de los genes en el genoma humano, continúa siendo
un misterio.11

Cada ser humano hereda 46 cromosomas, 23 del padre y 23 de la madre.


Al fusionarse los cromosomas de ambos progenitores, cada persona llega a tener
dos copias de cada uno de sus genes, con excepción de los cromosomas que de­
terminan el género masculino, llamado "Y ". De estos, el varón tiene solamente
una copia y las mujeres ninguna.12

Puede decirse entonces, que el genoma humano no es otra cosa que nues­
tro "documento de identidad biológico".

El código genético

El código genético es un sistema que puede asemejarse al sistema bina­


rio usado por las computadoras a través del cual se almacena y transmite infor­
madón, que incluye imágenes y sonido.13 Por lo tanto, así como se precisa darle
a la computadora nuevas líneas de código cuando se necesita que realice una
nueva fundón, para que un organismo adquiera una nueva función, o estructura,
se le tiene que proveer esa informadón a la célula. Stephen C. Meyer explica: "Se
requieren de nuevas instrucciones para producir los componentes importantes
de la célula como producir proteínas".14

Estas instrucdones son dadas a través de la combinadón de cuatro clases


diferentes de bases nucleótidas (Adenina, Timina, Citosina, Guanina) en unida-

wIbíd. Así, el ADN funciona como u n almacén de información para un proceso de ma­
nufactura finamente coreografiado, el de enlazar los aminoácidos correctos para producir el tipo
correcto de proteínas que se doblan en la forma correcta para originar sistemas biológicos. Lee
Strobell, El caso del Creador (Miami, Florida: Editorial Vida, 2004), 270.
"W idm aier, Raff & Strang, 55.
“Javor, 12.
13Saladin, 130.

“Stephen C. Meyer en Lee Strobel, El caso del Creador, (Estado Unidos de América: Edito­
rial Vida, 2005), 280.
IEEI
des de código de tres bases cada una contenida en un gen.15 Este sistema puede,
a través de un sistema complejo de códigos, dictar el orden de casi cualquiera de
las 20 clases diferentes de aminoácidos que constituyen una proteína.16

Un sistema de control de genes y el sistema para corregir errores

Este es el broche de oro para nuestro listado de maravillas descubiertas


en genética. Los genes poseen una capacidad de control en el complejo y alta­
mente regulado proceso de fabricación de proteínas (expresión genética) a partir
de la información contenida en ellos. Los genes deben ser activados o desactiva­
dos de acuerdo con la necesidad.17

... Gardner comenta:

Los sistemas de regulación genética mejor conocidos son los que


controlan la producción de enzimas en las bacterias. Las bacterias son
organismos relativamente sencillos carentes de membrana nuclear y de
mecanismos de procesos meióticos. Ha sido esencialmente dilucidado el
mecanismo de la regulación de la síntesis de proteínas por las bacterias
mediante el control de la transcripción de RNAm (mensajero) por proteí­
nas reguladoras.18

Esta capacidad de regulación de la expresión genética afecta directamen­


te el control de las acciones y capacidad de actuar de un sistema vivo, pues,
ambos mecanismos se dan mediante diversos agentes como enzimas, anticuer­
pos, receptores y represores cuyo elemento citoplasmático básico es, en todos los
casos, la molécula proteica.19

Pero, lo genes no solo poseen un mecanismo de regulación y control, sino


también un sistema de corrección de errores, que no es otra cosa que el conjunto
de procesos involucrados en la corrección del daño del ADN.20 Este mecanismo

15Widmaier, Raff & Strang, 727.


16Ariel Roth, Los orígenes: eslabones entre la ciencia y las Escrituras (Buenos Aires: ACES,
2000), 156. Salvo los aminoácidos esenciales, conseguidos a través de la dieta.
17Roth, 155.
18Eldon J. Gardner, Principios de genética, (México: Editorial Limusa, 1979), 262. Un ejemplo
básico de control de gen es el sistema "Lac operon", este sistema fue descubierto en la E. coli. Roth
amplía: "Este sistema regula la producción de tres enzimas empleadas en el metabolismo del azúcar
llamado lactosa. Las tres enzimas están codificadas una junto a la otra en el ADN". Roth, 155; Gard­
ner, 263.
19Gardner, 261.
^Medicina molecular, "Glosario", Medicina molecular, http://www.medmol.es/glosa-
IES1
es sumamente importante, pues diariamente los organismos multicelular^* pmIAm
produciendo nuevas células como parte de su proceso normal de mantenimiento
y reparación, por ejemplo, de un día al otro ya no estamos con la mismtt piel lío
este constante proceso de división celular, se replican de millones a mi leu de mi­
llones de pares de bases nucleótidos.

...Roth explica:

En el caso de los seres humanos, más de tres mil millón»* il«*


bases nucleótidos se reproducen cada vez que se fabrica el ADN pora una
célula nueva. En el proceso de duplicar esta información pueden prodil
cirse errores con bastante frecuencia. Aunque algunos de estoa error©» tlr
copia pueden parecer que hacen poca diferencia, toros pueden ser fatalea
para un organismo.21

Como se observa, nos hallamos frente a un sistema propenso ti t'rmre»*,


pero afortunadamente existen estos sistemas eficientes para realizar las com viin
nes necesarias. Estos sistemas pueden mejorar la exactitud de copiado mlllonc*
de veces, de modo que quedan muy pocos errores.22 Así se evita unn uuiitiiiIii
ción de mutaciones que podrían conducir a la célula a un estado de sonmwidlN*
a la síntesis de proteínas aberrantes o a la apoptosis. Estos fallos e n Io n n In Im iiim n
de reparación causarían graves patologías y envejecimiento.23

Genética y evolución

Comenzamos con la parte controversial. Hasta aquí, con asombro m* luí


observado todo lo que se puede encontrar en algo tan pequeño como i'l gen; v
probablemente también se habrá preguntado ¿puede ser todo esto resultado «Ip I
azar?, o, con todas estas evidencias: ¿será que nos encontramos frente* ni dcwtífo
genético a la evolución darwiniana?

Evaluemos la siguiente declaración de George T. Javor en 1997: "Hl nivel


de sofisticación de la ingeniería y de la bioquímica visto en la materia vlvh'ii

rio /57/ (Consultado: 6 de mayo, 2012).


“Roth, 155.
22Tbíd.
^Medicina molecular, "Glosario", Medicina molecular, http^/www.medniol.i'M/ulomi
rio /60/ (Consultado: 6 de mayo, 2012). La apoptosis es: "El proceso por el que la célula muero mil*
estímulos extra o intracelulares. La apoptosis es fundamental en el desarrollo de órganos y nInU’Iiiam,
el mantenimiento de la homeostasis del número de celular y en la defensa frente a patógenos |{n iiii
proceso finamente regulado que cuando se altera produce graves patologías como malformmli h w n ,
defectos de desarrollo, enfermedades autoinmunes, enfermedades neurodegenerativas o npnrlt'lón
de tumores. Ibíd.
Hl
te, excede por mucho cualquier proceso observado en nuestras mejores plantas
de producción bioquímica".24 ¿La llegada del siglo XXI ha cambiado esto? No,
seguimos frente una cuestión que en muchos aspectos todavía sigue siendo un
misterio.25 A esto hay que agregar que, además de la propia información conte­
nida en el gen, debe tomarse en cuenta las interrelaciones entre la información
del ADN y los estímulos químicos de la célula, pues son muy importantes ya que
condicionan todo el desarrollo de los seres vivos. ¡Esto es todavía mucho más
maravilloso de lo que se esperaba!26

Genes, ¿evidencia de tjué?

Ésta es la pregunta del millón, todo lo que ahora sabemos sobre los ge­
nes, toda este maravilloso sistema de información en código, ¿qué evidencian?...

Vallamos por "partes y cucharadas". Empecemos por la gran cantidad


de información que poseen nuestros genes. Cuando usted mira un libro o los có­
digos de programación de una PC, deduce que tanto los libros como los códigos
de programación fueron diseñados por una inteligencia; entonces, la presencia
de información contenida en las regiones de código del ADN (que tienen las
mismas propiedades relevantes de un código o un lenguaje de programación),
también implica una fuente inteligente.27Se calcula que en un micrómetro cúbico
de ADN puede codificar 150 megabytes de información,28 y que para originar
una proteína se necesita de entre mil doscientas y dos mil bases (A, C, G, T).29 La
pregunta es: ¿de dónde salió toda esta información?

Ahora, deténgase en la manera en la que está organizada. La sofisticada


organización y el complejo sistema de transmisión de la información genética son

“Javor, 12.
25Widmaier/ Raff & Strang, 55.
“Antonio Cruz, La ciencia ¿encuentra a Dios? (Terrassa, Barcelona: CLIE, 2004), 305. Esto es
relevante, pues hemos de saber que el genoma no contiene toda la información de todos los planos
del organismo, Cruz explica: "la memoria del genoma, a pesar de su gran tamaño, no alcanza ni
para contener un plano detallado de las 1014conexiones que hay en la sinapsis o uniones entre
células nerviosas del cerebro humano. El genoma humano contiene las formsa de construir muchas
proteínas complejas, los tipos de ARN y el propio ADN, pero esto no es suficiente para fabricar todo
un elefante o un ser humano. Además del ADN que constituye los genes del genoma, se requiere
también de la ayuda que aporta la célula que ha de ser capaz de traducir toda la información que
éste contiene", Ibíd., 304-305.
27Meyer, en El caso del Creador, 299.
MJavor, amplia: "Si la secuencia completa del nucleótido de la bacteria común del colon,
Escherichia coli se imprimiera en forma de libro, éste tendría tinas 3.000 páginas. Un documento
similar que reflejara el contenido informativo del gene humano formaría una biblioteca de 1.000
volúmenes de 3.000 páginas cada uno." George Javor, 13.
29Meyer, en El caso del Creador, 283.
sorprendentes. Este impresionante sistema de codificación/ que es el que da las
instrucciones para el ensamblaje de las proteínas que llevan a cabo las funciones
cruciales de la célula,30 ¿pudo haber surgido del azar?, por otro lado ¿podemos
reducir la complejidad?' en ambos casos la respuesta es no.

Y por último, ¿cómo podría un sistema propenso a errores ser lo suficien­


temente consistente para permitir la evolución de un mecanismo auto corrector?,
¿cómo se explica la procedencia del master control que actúa en los sistemas de
control y corrección de los genes y la expresión genética? Esta dificultad ha sido
descrita como "un problema no resuelto en la biología teórica".31

... Roth acota:

Al estudiar el ADN, los hombres de ciencia están descubriendo


una amplia colección de funciones especializadas que copian, cortan, em­
palman, editan, producen translocaciones e invierten en ADN. La antigua
idea de un esquema sencillo de ADN que dicta el desarrollo y el funciona­
miento de los organismos está siendo reemplazada por un concepto "flui­
do" del ADN con capacidades de programación.32

Frente a todo esto, ¿estaremos - propone Meyer - frente a un "argumen­


to del diseño del ADN"?.33 Particularmente y frente a las claras evidencias, cree­
mos que el origen de la información genética, su codificación, y los sistemas de
control y regulación "son mejor explicados bajo una causa inteligente que por
cualquiera de los tipos de causas naturalistas que los científicos suelen utilizar
para explicarlos."34

Genética y ética

No cabe duda que el estudio en genética ha levantado muchas controver­


sias. La pregunta es ¿cuán lejos se está llegando? A continuación se discute las
controversias que ha suscitado el Proyecto Genoma Humano (PGH).

Los problemas de los estudios genéticos

El PGH, un proyecto que significo para la biología lo que para la NASA

*°Ibíd., 280.
31Roth, 155.
32Ibíd.
“ Meyer, en El caso del Creador, 280.
“ Meyer, 281.
lEgl
fue enviar al hombre a la luna, fue lanzado oficialmente en 199035 con el objetivo
de de determinar las secuencias de los nucleótidos de los 23 cromosomas huma­
nos, que se estima contienen aproximadamente tres mil millones de nucleótidos
y de localizar lo totalidad genes dentro de estas secuencias.36 Para ser más espe­
cíficos, el PGH pretende averiguar donde se halla cada gen (en qué lugar o locus
del cromosoma se encuentra) y, la secuencia completa de las bases que lo consti­
tuyen. Es - ejemplifica Cruz - como intentar escribir lo que es el hombre desde el
punto de vista genético, con una sola palabra. Pero, eso sí, una palabra formada
por tres mil millones de letras.37

Por un lado, el conocer la localización y la función exacta de todos los


genes, permitirá entender mejor el metabolismo celular, las claves de cómo se
forman los diversos tejidos, la diferenciación celular, la formación de los em­
briones e incluso, el porqué de ciertos comportamientos humanos.38 Esto traería
consigo muchos beneficios en los campos de la salud tanto en el diagnóstico y la
prevención de enfermedades, así como en el mantenimiento, tratamiento y reha­
bilitación del paciente.

Pero (y este es el principal conflicto ético de la era de gene), al llegar


a conocerse mejor el "patrón" genético adecuado... ¿llegara el día en que se
considere a los seres humano que estén fuera del patrón como seres humano de
segunda clase?, ¿se preferiría optar por seleccionar o crear qué bebes van a nacer
o, clonar seres humanos por su perfección? Y qué de aquellos que al conocer su
"mapa" genético se enteran que poseen alguna enfermedad heredada ¿no ten­
drían derecho a vivir una vida amargada? Porque, ¿acaso no es cierto que todos
somos prisioneros de nuestros propios genes? Si los genes determinan nuestra
personalidad y nuestra inteligencia, ¿no controlan, en gran medida, la calidad de
nuestra vida? La respuesta es un rotundo no.39

Javor explica:

^Francisco Guerrero Aguirre, "Genoma Humano" Conferencia dictada en la mesa re­


donda "Genoma humano y Derechos Humanos", durante la "Jomada Conmemorativa del Día del
Médico 2000", en la Cuidad de Toluca, México, en Derechos humanos CODHEM. http://www.juri-
dicas.unam.mx/publica/librev/rev/derhum/cont/45/pr/pr26.pdf (consultado: 04 de mayo, 2012),
126. Guerrero específica los objetivos son: (1) Identificar la totalidad de genes humanos en el DNA.
(2) Determinar la secuencia de 3 billones de bases químicas que conforman el DNA. (3) Acumular la
información en bases de datos. (4) Desarrollar de modo rápido y eficiente tecnologías de secuencia-
ción. (5) Desarrollar herramientas para análisis de datos. (6) Dirigir las cuestiones éticas, legales y
sociales que se deriven del proyecto. Ibíd.
«Javor, 13.
^Cruz, Bioética cristiana, 291-292.
38Cruz, Bioética cristiana, 293.
39Javor, 13.
Aunque muchos de nuestros atributos físicos y las características
básicas de nuestra personalidad son controlados genéticamente, hay evi­
dencia abundante de que el medio ambiente, el estilo de vida y la die­
ta son considerables determinantes de nuestro bienestar físico y mental.
Lo que leemos, escuchamos, vemos, sentimos y pensamos, afecta nuestra
vida. Tenemos el poder de controlar y modificar nuestro ánimo, nuestros
pensamientos y nuestras acciones. No somos entidades estáticas, sino que
estamos en continuo cambio... Es el contenido de nuestro cerebro el que
define quiénes somos.40

¿Prohíbe la Biblia la investigación genética?

Actualmente el conocimiento en genética nos abre grandes posibilida­


des, y, todo aquel que tiene la Biblia por regla de fe, seguramente vera la mano
del Gran Diseñador en todo lo que respecta al gen, pero tener la posibilidad de
manipular los genes en un tubo de ensayo, ¿debería preocuparnos?, ¿estamos
entrando en un terreno prohibido por el Creador?

Comencemos por el principio. En Génesis 1:28 se da al hombre un man­


dato puntual: "Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la
tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en
todas las bestias que se mueven sobre la tierra" (RV60). El hombre es constituido
el administrador de este mundo. Puede alguien administrar lo que no conoce,
definitivamente no.

Bien, por un lado, si - menciona Javor - uno ve al gen como un com­


ponente de la materia viviente funcionad, y no como una "sustancia maestra",
entonces las preocupaciones expresadas en forma específica concernientes a la
investigación científica del gen, podrían ampliarse para incluir todos los ámbitos
de la investigación dentro de la biología.41 Sin embargo, es claro que el problema
no es el conocimiento, pues la mayordomía será fiel y eficaz en la medida que
conozca qué es lo que estoy administrando.

Todo aquel - acota Javor - estudio que se haga en pro de la salud y el


bienestar del individuo y del grupo, podemos estar seguros de que se encuentra
dentro de los parámetros bíblicos. El peligro, es entonces, la dirección que tome
la investigación científica, "si está dirigida a la explotación de los sistemas bio­
lógicos con propósitos destructivos y egoístas nos coloca en un curso de colisión
directa con el Creador." Estamos ya en la era del gen, se ha llegado lejos, y segu-

40Ibíd., 14.
41Javor, 14.
|^|
ramente se seguirá avanzando más, y con el avance se enfrenta y se enfrentará
"problemáticas no diferentes a las que tuvimos cuando entramos en la era atómi­
ca." Con todo esto "¿hemos llegado a ser más sabios?".42

C onclusión

Hemos recorrido parte del camino transitado por la genética. Las evi­
dencias son claras: las maravillas que se han descubierto en el estudio del gen
y el genoma, la gran cantidad de información y la compleja manera en que se
organiza y transmite a través del código genético, y el asombroso sistema de
control y corrección, una y otra vez "cuentan la gloria de Dios, y... anuncian
la obra de sus manos" (Sal. 19:1), y ciertamente constituyen un desafío para las
teorías naturalistas. Finalmente, ¿qué con los problemas éticos? Sólo nos queda
decir que debemos ser conscientes de que para muchos de nosotros hay cosas
que no están en nuestras manos con respecto a lo que se hace en genética, pero,
nuca olvidemos que Dios está al control de todo, "Él es el único Soberano, Rey de
reyes y Señor de señores" (1 Ti 6:13-15).

n bíá.
GUIA DE AUTORES
L. James Gibson
Ph.D por la Universidad de Lomalinda, Estados Unidos. Investigador en bio-
geografía en vertebrados. Actualmente se desempeña como director del Ins­
tituto de Investigación en Geociencia de la Asociación General de la Iglesia
Adventista del Séptimo Día. Ha publicado numerosos artículos académicos y
científicos para revistas especializadas.

Orlando Poma Porras


Nacido en Huancayo, Perú. Ingeniero de Minas por la Universidad Nacional
del Centro, Huancayo, Perú. Licenciado en Matemática y Física por la Uni­
versidad Inca Garcilaso de la Vega. Es director de investigación del Centro de
Recursos en Geociencia. Docente del área de Geología en la Facultad de Inge­
niería y Arquitectura de la Universidad Peruana Unión. Poma es un acucioso
investigador de campo en ciencias geológicas.

Raúl Esperante
Nacido en España. Ph.D por la Universidad de Loma Linda. Es uno de los
grandes investigadores del Instituto de Investigación en Geociencia, con sede
en California, Estados Unidos. Sus trabajos giran en tomo a temas científicos
en paleontología. Dicta conferencias en diversos claustros académicos y cien­
tíficos en el mundo.

Fernando Muñiz
Nacido en España. Doctor en Biología. Especialista en icnofósil. Pertenece al
Grupo de investigación en "Tectónica y Paleontología" de la Universidad de
Huelva, España. Muñiz es un investigador de campo muy dedicado y minu­
cioso. Trabaja también para el Área de Educación y Cultura del Ayuntamien­
to de Lepe, Plaza de España. Dicta conferencias a nivel internacional.

Merling Alomía Bartra


Nacido en Perú. Ph.D por la Universidad de Andrews, de los Estados Unidos.
Profesor emérito de la facultad de Teología de la Universidad Peruana Unión
y director de la Revista Theologika. Alomía ha escrito varios libros, entre los
cuales están "Daniel, el profeta mesiánico", "Varón muy amado de Dios";
asimismo ha escrito numerosos artículos relacionados con la exégesis bíblica
y la filosofía de los orígenes.
Es3
Alvaro F. Rodríguez
Peruano, nacido en Juliaca, Profesor de la Facultad de Teología en el área de
Antiguo Testamento, en la Universidad Peruana Unión. Concluyó sus estu­
dios de maestría en el seminario Adventista Latinoamericano de Teología con
mención en Sagradas Escrituras. Es un joven teólogo e investigador. Escribe
artículos sobre exégesis bíblica para revistas académicas de teología.

Jesús Hanco
Nació en Lima, Perú. Profesor de la Facultad de Teología en el área de Nue­
vo Testamento en la Universidad Peruana Unión. Concluyó sus estudios de
maestría en el seminario Adventista Latinoamericano de Teología con men­
ción en Sagradas Escrituras. Escribe artículos en revistas académicas de teo­
logía.

Joel R. Turpo Ch.


Nacido en Cusco, Perú. Profesor de la Facultad de Teología en el área de
Teología Sistemática y director del Centro de Recursos en Geociencia de la
Universidad Peruana Unión. Actualmente es candidato a doctor en estudios
teológicos en la Universidad Adventista del Plata. Concluyó sus estudios de
maestría en la Universidad Peruana U nión. Su tesis se titula: "Ungir el santo
de los santos" un estudio exegético de Dn 9:24. Escribe artículos en revistas
académicas de teología.

Fernando De Lucchi Arangiiena


Nació en Lima, Perú. Es Lie en biología y también en Teología. Profesor Emé­
rito de la Universidad Peruana Unión. Ha escrito diferentes artículos. Antes
de conocer la Iglesia Adventista fue abiertamente ateo y antirreligioso, pero
debido a sus estudios de la Biblia, se convirtió en ardoroso defensor del crea­
cionismo. Es un conferenciante de larga trayectoria en el Perú. Escribe para
revistas de interés académico y científico.

Roy E. Graf
Nació en Asunción, Paraguay, y vivió en Argentina. Es profesor del área de
Teología Sistemática e Investigación en la Facultad de Teología de la Univer­
sidad Peruana Unión. Graf es un joven de perspectivas eruditas en teología,
acucioso investigador de los escritos de la Biblia. Asimismo es profesor de
música y Director asociado de la revista Theologika.
Juan Marcelo Zanga Céspedes

is a
Nació en Bolivia. Es docente de Investigación en la Facultad de teología. Estudió
maestría en Educación en Universidad Peruana Unión. Es candidato a doctor en
Educación por la Pontificia Universidad Mayor San Francisco Xavier de Chuqui-
saca. Dicta conferencias y escribe artículos sobre ciencia y Biblia/ investigación y
educación.

David Asmat Ch.


Nacido en Lima, Perú. Docente del área de Antiguo Testamento en la Facultad
de Teología en la Universidad Peruana Unión. Es director asociado del Centro de
Recursos en Geociencia. Joven investigador y pensador. Escribe artículos sobro
arqueología, teología y ciencia y Biblia.

Michael Orellana
Nació en Perú. Es candidato a magister en Sagradas Escrituras por la Universi­
dad Peruana Unión. Actualmente es docente de Antiguo Testamento en la Facul­
tad de Teología de la Universidad Peruana Unión. Es un teólogo comprometido
con la investigación de los textos bíblicos, sobre los cuales dicta conferencias y
escribe para revistas académicas.

Daniel Roberto Sánchez Beltramé


Nació en Perú. Es un distinguido estudiante del cuarto año de la Facultad de Teo­
logía. Es miembro de la Sociedad Unionista de Honor de Investigación Teológica.
EVIDENCIAS, la relación entre la ciencia y la Biblia,
de Joel Turpo Chaparro, editor

Se terminó de imprimir el 16 de Mayo del 2012 en los talleres gráficos del


Centro de Aplicación Editorial Imprenta Unión de la Universidad Peruana
Unión, Lima-Perú.

Tiraje: 1300 ejemplares


En la actualidad, los científicos no pueden producir la vida en
el laboratorio. Incluso si pudieran, esto no demostraría que la
vida pudo originarse sin un creador. De hecho, la creación de
la vida en un laboratorio podría ser utilizada para argumentar
que se requiere de un creador. Si la vida fuera creada en el
laboratorio, bajo la dirección de un científico, uno todavía
tendría que preguntarse si es razonable proponer que la vida
podría surgir espontáneamente.

La vida es tan familiar para nosotros que muchas veces lo


damos por hecho, pero todavía hay mucho sobre la vida
que no entendemos. No es fácil incluso definir la vieja, pero
podemos describir lo que busca para determinar si algo está
vivo.

L. James Gibson

También podría gustarte