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TRABAJO
DISCRIMINACION
INTEGRANTES
CUERO QUIÑONES MARÍA TRINIDAD
MARINEZ WILLIAM
PRADO ONEIDA
MARIA DEL CARMEN QUIÑONES
ZAMORA MARTIN LADY VANESSA
PROFESORA:
VIVIANA ESTACIO
Vivo con mi padre, se llama Mauricio Cortes, mi madre murió hace 2 años.
Un buen día la rectora de la Institución, me mira triste con lágrimas en los ojos y
me dice, hijo mío que tienes, yo le respondo, estoy cansado de que no me
acepten por ser como soy, luego la rectora al escucharme, quiso entablar una
conversación con mi padre, con los estudiantes que me molestaban y con cada
uno de sus padres, ella se comprometió a comprarme todo lo necesario para
estudiar en mejores condiciones,
Vivo con mis padres, mi madre se llama Carlota y mi padre Secundino, son
personas muy dedicadas a mí.
Mis padres siempre están muy pendiente de mí, ya que presento una
discapacidad en mi brazo izquierdo y pierna derecha, cuando tenía 5 años de
edad, viví una situación bastante pasada y tormentosa a la vez, jugando a montar
en bicicleta con unos amigos, tuve un accidente, una moto me atropello
dejándome muy mal, mis padres inmediatamente me buscaron ayuda médica,
pase un buen tiempo hospitalizado, pero no fue mucha la mejoría que se pudo
lograr.
El barrio donde vivo siempre suelen rechazarme, tanto los que dicen ser mis
amigos, como los que no lo son.
Ya no quiero estar más en esta situación, quiero dos cosas, ser como las otras
personas o morirme si continuo así, no existir más en este mundo.
Vivo con mis abuelos, los cuales se llaman. Marina Rodríguez y Fernando
Sánchez. Hace unos 3 años vivía en Bogotá, ciudad de personas racista, donde
permanecía con una tía, hermana de mi mamá, ella trabajaba en el súper mercado
Carulla un negocio muy grande por cierto, mi tía siempre le gustaba llevarme
muchas cosas compradas del supermercado para que yo me alimentara.
Un buen día mi tía se fue a trabajar, yo esperándola por varias horas, porque ya
tenía que haber llegada a casa, pasaron las horas y mi tía no llegaba, luego deber
que mi tía no llegaba, fui en busca de un vecino para que hiciera el favor de
acompañarme a buscarla, con el vecino nos fuimos al supermercado, cuando ya
íbamos a llegar nos encontramos con una señora de cabello amarillo y piel blanca,
que nos dice miren, miren, ustedes para donde creen que van, negros como mi
cordón, ustedes no pasaran por aquí , este no es paso para personas de su color,
el vecino y mi persona, nos quedamos mirándonos uno al otro y nos quedamos
tan sorprendidos que nos fuimos a recostarnos a una esquina esperando que mi
tía saliera del supermercado, porque siendo las 11 de la noche aún estaba
trabajando, horas extras. Luego mi tía salió, pero ella no sabía que nosotros
estábamos allí, yo corrí y la abrace llorando, le comente todo lo que nos había
pasado, ella se quedó sin palabras de ver la postura de aquella señora. Desde
aquel día yo no he podido superar ese episodio, no me gusta tener muchas
conversaciones con las personas de color blanco, quede con un trauma que en
momentos me da rabia hasta de yo mismo.
Después de unos días, mi tía se puso hablar con el vecino, diciéndole de verdad
que esto del racismo o se va a terminar en este País. No hay derecho.