Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
669-678
ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG
Copyright © 1998 Psicothema
Psychology and anarchism in the Spanish civil war: the work of Félix Martí-Ibá-
ñez. After the Spanish Civil War broke out Dr. Félix Martí-Ibáñez, psychotherapist and
sexologist, was named Director of Public Health and Social Services of Catalonia, Spain,
representing the anarchist trade union C.N.T. In this paper his war time activities are stu-
died, focusing on both his reform of the mental health services and his psychoanalytic
interpretation of the spanish civil war.
669
PSICOLOGÍA Y ANARQUISMO EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA: LA OBRA DE FÉLIX MARTÍ-IBÁÑEZ
ración Nacional del Trabajo, se volcó en las fue avalado por el Dr. Henry Sigerist —al
actividades bélicas y revolucionarias. Orga- que había conocido en el Congreso Interna-
nizó y protagonizó mítines (M-I, 1937b), cional de Historia de la Medicina de Madrid
escribió en periódicos y revistas, promovió de 1935— para obtener el permiso de resi-
el funcionamiento de la Universidad Popu- dencia. Pronto comenzaría a trabajar en la in-
lar, participó en la organización de la asis- dustria farmacéutica, ocupando importantes
tencia sanitaria de urgencia. Cuando la CNT cargos en los departamentos médicos de los
se decidió a participar en los órganos de go- laboratorios Hoffmann-La Roche, Winthrop
bierno republicanos fue designado sucesiva- y Squibb.
mente Director General de Salud Pública y En 1950 Martí-Ibáñez funda en Nueva
Servicios Sociales de la Generalitat, Subse- York MD Publications Inc., que a lo largo de
cretario de Sanidad de la República y Di- dos décadas publicaría numerosas revistas
rector de Educación Sanitaria de Guerra en (MD, International Record of Medicine…) y
Cataluña. Tras representar a España en los monografías médicas, además de organizar
Congresos Mundiales de la Paz de Ginebra, congresos y symposiums. En el terreno es-
Nueva York y México (M-I, 1938), sirvió pecíficamente psicológico, nuestro autor se-
como comandante médico en la Aviación ría editor internacional del Journal of Clini-
Republicana siendo herido en acción de cal and Experimental Psychopathology.
guerra (vid. vv.aa., 1972). Además de autor de unos veinte libros de
Al derrumbarse el frente en Cataluña carácter científico, artístico y literario y de
Martí-Ibáñez pasó a contarse entre los mu- un número incalculable de artículos científi-
chos psicólogos españoles exiliados (vid. cos y periodísticos, Martí-Ibáñez fue profe-
Bandrés y Llavona, 1997). Tras una breve sor de Historia de la Medicina en el New
estancia en Francia, viajó a la que sería su York Medical College entre 1956 y 1958,
patria de adopción, Estados Unidos, donde renunciando a la cátedra para concentrarse
en sus tareas de editor y escritor.
El Dr. Félix Martí-Ibáñez falleció en
Nueva York el 24 de mayo de 1972 a los 60
años de edad, en la plenitud de su actividad
profesional.
nes sectarias, 5. La psicología de las seis es- en la consulta entre el consultante y el mé-
cuelas filosóficas, 6. Paisaje de la psico- dico, se entabla desde el primer momento un
fisiología mística hindú. Constituye el estu- juego entre los dos: el uno disfraza sus in-
dio pionero en nuestro país sobre la psicolo- quietudes a fin de salir dignificado y enalte-
gía del pensamiento místico hindú. cido de la consulta, procurando subcons-
Como citamos anteriormente, Martí-Ibá- cientemente que cargue con la responsabili-
ñez comenzó su carrera profesional como dad de sus futuras acciones el psicólogo-
Médico-Psicólogo, especializado en sexolo- consultor (…) Unas veces convendrá dar a
gía. En esta línea nuestro autor se hizo car- entender que el médico está en el secreto
go en la revista Estudios de un «Consultorio (…) Otras será más provechoso fingir que se
psíquico-sexual», que comenzó a publicarse ignora la verdad y utilizar los prefijados de-
en enero de 1936 y se prolongó hasta junio seos del paciente para insensiblemente cana-
de 1937, siendo recopilado y editado en lizarlos por el lecho adecuado (…) Todo es-
1975 por I. Vidal (M-I, 1975). De la orienta- to constituye la técnica más elemental con la
ción de este consultorio nos darán idea algu- cual el médico psicólogo diseca el alma de
nos de sus textos. «La educación sexual de sus individuos de estudio... (pp. 20-21).
la nueva generación comprende dos facetas:
la estrictamente médico-higiénica, la ense- La Reforma de la Psiquiatría en la Guerra
ñanza eugénica que se recibe en las obras Civil
científicas escritas al efecto, y la prepara-
ción psicosexual, el aprendizaje de la espon- Como hemos comentado antes, el Dr.
taneidad amorosa y la sinceridad sexual (M- Martí-Ibáñez fue Director General de Sani-
I, 1975, p. 13). «En esta nueva sección de dad y Asistencia Social de Cataluña entre
Estudios vamos a contestar a aquellas con- 1936 y 1937. Una parte destacadísima de su
sultas que planteen un conflicto espiritual o labor se desarrolló en el área de la salud
sexual y que requieran consejo o tratamien- mental, concretándose en un intento de re-
to psicológico» (p. 15). «La sexualidad, al forma de la asistencia psiquiátrica en Cata-
encajarse como pieza de mosaico en el cua- luña. Nuestro autor nos dejó un relato de
dro integral de la personalidad humana, ad- aquellos diez intensos meses (M-I, 1937c).
quiere su pleno significado. La boga actual Según Martí- Ibáñez, «Por las trabas que el
del concepto totalitario de las cosas no es capitalismo puso siempre a toda suerte de
obra del azar, sino de la imperiosa necesidad reformas, existían en Cataluña manicomios
de síntesis que acusa nuestro siglo y la se- (…) lo que no existían eran servicios psi-
xualidad recobra a través de esta lupa psico- quiátricos bien organizados (…) Y apremia-
lógica todos sus valores y su categoría de ba reorganizar la lucha contra las enferme-
expresión vital que colocar junto a los de- dades mentales, porque la guerra y la Revo-
más, no sobre todas, absorbiendo la savia de lución fueron siempre grandes períodos de
las otras como pulpo, tal y como Freud la si- excitación colectiva, en los cuales los cho-
tuó» (p. 19). «Pero calándose los prismáti- ques físicos y morales, las privaciones, etc.,
cos del análisis psicológico, descubrimos revelaron muchos trastornos mentales la-
que lo que pretende el consultante casi siem- tentes» (p. 55). Las nuevas autoridades se
pre al correr en pos del médico-psicólogo es incautaron gradualmente de todos los hospi-
buscar una base en su consejo para afirmar tales psiquiátricos y, no contentas con sol-
más el criterio o solución que él se ha pro- ventar el internamiento de los enfermos de
puesto de antemano (…) En virtud de esos Cataluña y de buena cantidad de refugiados,
finísimos hilos psicológicos que se tienden se propusieron una reforma de la asistencia
«se habilitaron nuevas salas y pabellones asistentes sociales; 14. Distribución del per-
(…) usando de la laborterapia como recur- sonal en los establecimientos y servicios;
so curativo, así como se cultivó el aspecto 15. Conveniencia de emplear personal en-
deportivo y cultural mediante la creación de fermero femenino en algunos servicios de
campos de juego, Bibliotecas y cuadros es- los departamentos de hombres; 16. El di-
cénicos» (pp. 55-56). Para los enfermos psi- vorcio en los enfermos mentales; 17. Esteri-
coneuróticos se utilizó una finca en Horta, lización de ciertos enfermos psíquicos; 18.
dado que para Martí-Ibáñez estos enfermos Asistencia a los niños anormales; 19. Nor-
no precisaban internamiento manicomial si- mas medicolegales de ingreso en estableci-
no «un lugar de reposo, trabajo y aislamien- mientos psiquiátricos.
to, en donde se les pueda estudiar psicológi- En cuanto a la formación del personal au-
camente y tratar con arreglo a las normas xiliar, Martí-Ibáñez estableció, por decreto
psicoterápicas indicadas» (p. 56), y todo de octubre de 1936, la obligatoriedad en to-
ello bajo «un régimen abierto y fraternal en dos los centros de cursos teórico-prácticos
el orden interior de los establecimientos» (p. destinados al personal no diplomado. En
56). ellos los monitores «además de proporcionar
Para sacar adelante estas reformas el Dr. a los asistentes los conocimientos técnicos
Martí-Ibáñez consideraba necesarias dos indispensables, se esforzarán en inculcarles,
condiciones: disponer en los centros de una de palabra y con el propio ejemplo, de ma-
orientación técnica homogénea y de calidad nera sentida y convincente, la noción eleva-
y contar con la colaboración de un personal da, noble y responsable que tiene todo enfer-
auxiliar bien formado. Para alcanzar el pri- mero psiquiátrico» (M-I 1937c, p. 195).
mer objetivo nuestro autor convocó en no-
viembre de 1936 la «Conferencia de Asis- Psicoanálisis de la Guerra Civil
tencia Psiquiátrica e Higiene Mental» que
contó con la presencia de la mayor parte de Las tareas prioritarias de la guerra no im-
los especialistas de Cataluña. El programa pidieron a algunos psicólogos políticamente
de esta extraordinaria conferencia desarro- comprometidos abordar estudios de investi-
llada en plena guerra civil fue, en síntesis, el gación de muy diversa índole (vid. Bandrés
siguiente: 1. Normas de Higiene mental del y Llavona, 1996). El Dr. Martí-Ibáñez se
combatiente. Psiconeurosis y psicosis de atrevió a ensayar una interpretación psicodi-
guerra; 2. Difusión de las reglas de Higiene námica de la guerra civil en Psicoanálisis
mental y la Eugenesia; 3. Misión de los Dis- de la revolución social española (M-I,
pensarios psiquiátricos de Higiene mental; 1937a). El ensayo se abre con una primera
4. Asistencia a los enfermos psiconeu- parte dedicada el complejo de Edipo y el to-
rósicos; 5. Establecimientos frenocomiales; temismo en la Historia. En ella se repasan
6. Asistencia a los toxicómanos y alcohó- temas como las relaciones entre Psicoaná-
licos; 7. Asistencia a los enfermos de reac- lisis e Historia, características del complejo
ciones peligrosas; 8. Asistencia social psi- de Edipo y orígenes del totemismo, para de-
quiátrica; 9. Laborterapia; 10. Enfermos sembocar en una sección sobre el Psicoaná-
mentales delincuentes; 11. Asistencia psi- lisis ante la Revolución. En ésta nuestro au-
quiátrica no diferenciada por motivos de ín- tor afirma: «La Revolución (…) es superpo-
dole económica; 12. Organización territo- nible psicoanalíticamente al estado psíquico
rial de la asistencia psiquiátrica e higiene del complejo de Edipo y a su precedente fi-
mental en Cataluña; 13. Selección y forma- logénico, al pecado original de la Humani-
ción del personal: psiquiatras, enfermeros y dad (parricidio e incesto) y sistema totémi-
co subsiguiente» (p. 17). «...la Revolución cuanto al Pueblo, a los núcleos de trabajado-
es ante todo una renovación, un verdadero res que viven en una sociedad patriarcal-ca-
renacimiento, y en él revive el pueblo las pitalista, fácil es equipararle a los hijos, a la
mismas fases mentales y sociales por las hermandad (fratria) que vivía sometida a la
cuales pasaron el niño en el orden indivi- tutela del Patriarca» (pp. 23-24). «...el Pue-
dual y la Humanidad en el histórico cuando blo (Hijos), su odio contra el Estado (Pa-
tuvieron que sufrir la crisis precursora de un triarca), su anhelo de repartirse sus mujeres
cambio de personalidad (..) 1) Patriarcado (Libertad, Justicia, etc..) y especialmente la
tiránico; 2) Parricidio y castración patriar- Madre (Tierra) no son sino el planteamiento
cal; 3) Banquete totémico; 4) Incesto edípi- social de aquel complejo de Edipo descrito
co; 5) Etapa de los fratricidios; 6) Expiación anteriormente, con la diferencia de que (…)
del parricidio; 7) Instauración del totemis- no brota como entonces una simple rebelión
mo; 8) Aparición de los tabús; 9) Fase de la filial, sino un movimiento revolucionario»
exogamia; 10) Etapa del matriarcado» (p. (p. 25). «Un día, una fracción de ese Estado
18). se desgaja (parte del Ejército, sectores de la
En la segunda parte del ensayo se aborda policía, clero, capitalismo, etc…) y precisa-
el análisis de las equivalencias entre el com- mente la fracción más odiosa para la her-
plejo de Edipo y el Totemismo en la Revo- mandad obrera por sus aspiraciones dictato-
lución Social. La primera fase es la del Pa- riales (…) Los hijos van a combatir contra el
triarcado tiránico: «...España antes del 19 de Estado-Patriarca (en su fracción fascista) por
julio ofrece un complejísimo panorama so- la posesión de la Madre-Tierra y las otras
cial, esquematizable en tres grupos de facto- mujeres (Libertad, Justicia, etc…). Y del
res: A) El Estado (…) y sus fuerzas represi- choque de ambos pedernales brota la cente-
vas, así como los eternos puntales del Esta- lla revolucionaria (p. 27)».
do, clero, militarismo y plutocracia. B) El La segunda fase es la del parricidio y la
Pueblo, representado por los múltiples sec- castración patriarcal. «Psicoanalíticamente,
tores proletarios. C) La Tierra, la Paz, la Li- representa el antifascismo una sublimación
bertad, la Justicia Social, y demás factores del impulso antiestatal revolucionario que
materiales o espirituales cuya conquista se enfoca contra el anti-Estado fascista a fin
constituyó siempre un ideal proletario (…) de que sea posible que conviva esa tenden-
tales factores son perfectamente equipara- cia con las otras más moderadas de la
bles a los actores del drama edípico (pp. 21- conciencia (Estado) leal (…) Bajo el deno-
22). «El Padre, como vemos, es simbólica- minador antifascista (que es la idea revolu-
mente el Estado. En algunos Estados como cionaria sublimada) se consuma en muchas
los fascistas, esta identidad es absoluta y vi- capitales el parricidio (en el sentido de des-
sible al condensarse el Estado en la figura de truir los privilegios tiránicos de la fracción
un caudillo dictador (…) En los Estados re- estatal capitalista)» (p. 28). «En la revolu-
publicanos, la figura se diluye en la institu- ción actual, la castración estuvo simboliza-
ción, pero ésta conserva su simbólico carác- da por el acto de apoderarse el pueblo de las
ter en la mentalidad popular. El segundo gru- armas existentes en los cuarteles sublevados
po de factores citados es el de los símbolos, contra el régimen, puesto que ese desarme
Tierra, Libertad, Justicia Social, Paz etc (…) representaba arrancarles los atributos más
En la Madre —que es fundamentalmente ostentosos de su poder» (p. 29).
Tierra y Libertad— se concentran las ansias A continuación, y tras apartarse un mo-
del hijo, como en el Padre —que simboliza mento del psicoanálisis para hacer una inter-
ley y tiranía— se vinculan sus odios. En pretación de la simbología numérica de la
legión compacta y vibrante —puño y fusil, mental durante la guerra civil española.
pluma y cerebro— vayamos juntos a la con- Profesionalmente se presentaba a sí mismo
quista de la Libertad, formando una frater- como médico-psicólogo, aunque su vida y
nidad de la lucha que mañana lo sea de la obra le acreditan como un auténtico huma-
Paz y el Trabajo» (p. 46). nista. Aunó cualidades que rara vez convi-
ven en una personalidad histórica. Durante
La obra psicológica de un exiliado la guerra, con la misma naturalidad se le
puede encontrar desempeñando cargos de
En su exilio norteamericano el Dr. Martí- la máxima responsabilidad, representando
Ibáñez asumiría importantes responsabilida- a España en foros internacionales, arengan-
des en la industria farmacéutica y editorial. do a las juventudes anarquistas, impulsando
Ello no le hizo olvidar su antigua dedicación en plena contienda civil la tan esperada re-
a la Psicología. Ya hemos citado su labor co- forma de la asistencia psiquiátrica, escri-
mo editor internacional del Journal of Clini- biendo un psicoanálisis de la guerra o al
cal and Experimental Psychopathology. mando de una unidad médica en el frente de
A lo largo de los 32 años de vida en su combate. Y todo ello desde una actitud de
patria de adopción, Martí-Ibáñez escribió tolerancia libertaria. Sus escritos de guerra
además numerosos artículos y ensayos de (vid. p.ej. 1937b, 1938, s.a.) lanzan siempre
temática psicológica. El propio autor selec- un mensaje de fondo: todas las creencias
cionó algunos para ser publicados en un vo- religiosas e ideologías políticas que estén
lumen que recogía parte de sus ensayos so- dispuestas a integrarse en el sistema demo-
bre la historia de las ideas médicas (M-I, crático —aunque no compartan el ideal re-
1958). Entre ellos citaremos The Historical volucionario— son respetables y asumibles
and Philosophic Background of Psychobio- dentro del proyecto de progreso que encar-
logy, The Quest for Freud, On Christmas na la República. Esa misma tolerancia le
and Neuroses, On the Psychology of Simbo- permitiría años después (vid. M-I, 1961)
lism in Oriental Rugs, Symbols and Life, On declararse admirador de la obra de autores
the Psychology of Chess y, finalmente, The como Ortega, Marañón o Laín, que se habí-
Psychological Impact of Atomic Science in an alineado con sus enemigos durante la
Modern Art. Varios de ellos pueden consul- Guerra Civil y de los que se consideraba se-
tarse en la recopilación Surco (1960). parado políticamente por un abismo. Un
Félix Martí-Ibáñez fue el «cerebro» de psicólogo para nuestra Historia, un anar-
la CNT-FAI en materia de sanidad y salud quista español en Nueva York.
Referencias
Martí-Ibáñez, F. (1938) Mensajes a la juventud Martí-Ibáñez, F. (1961) Los grandes retos histó-
revolucionaria. Valencia: F.I.J.L. ricos de la Medicina y los hombres que han
Martí-Ibáñez, F. (s.a.) Prólogo a L’assistencia respondido a esos retos. Madrid: Instituto
social en la revolució. Barcelona: Imp. Elze- Farmacológico Latino.
viriana. Martí-Ibáñez, F. (1975) Consultorio psíquico-se-
Martí-Ibáñez, F. (1958) Centaur. Essays on the xual. (Selección y prólogo de Ignacio Vidal).
History of Medical Ideas. Nueva York: M.D. Barcelona: Tusquets.
Publ. VV.AA. (1972) Aspects of the Life and Work of
Martí-Ibáñez, F. (1960) Surco. Ensayo sobre Li- Félix Martí-Ibáñez, M.D. M.D., Julio, 90-95.
teratura, Historia de la Medicina, Arte y Psi-
cología. Madrid: Aguilar. Aceptado el 6 de abril de 1998