Está en la página 1de 2

Partido comunista Perú Libre

Por Sergio Tapia

En cuanto a la organización política partidaria del comunismo, el nombre no le da ni


identidad, ni lo define. Y, este dato no nos viene del comunismo como excrecencia ideológica
del occidente europeo. Marx funda el comunismo y le da este nombre en el Manifiesto de
1848. Pero, el promotor de la fundación partidaria del comunismo en el Perú, José Carlos
Mariátegui, se negó rotundamente a identificar su creación política con la denominación
comunista. Asentó razones de tipo táctico, por las que para una sociedad como la peruana, no
era conveniente aún, en 1928, denominar al comunismo-comunismo. 93 años después, aún la
sociedad peruana sigue expulsando como sustancia nociva que algo sea denominado
“comunismo”. Se han empleado otras denominaciones: socialismo, izquierda revolucionaria,
frente de liberación nacional (generado en 1963, como el primer grupo guerrillero comunista
que agredió a los peruanos, dirigido por Héctor Béjar, el canciller de estos días designado por
el gobierno de Perú Libre.). Y, así llegamos hasta izquierda unida que ganó el gobierno
municipal de la provincia de Lima con el comunista Barrantes.

El uso del término democracia es también frecuente por el comunismo, tanto para
denominar organizaciones partidaria (en 1978 el partido comunista fundado por Alfonso
Barrantes se denominó Unidad “Democrática” Popular). Pero, también el término democrático
ha sido frecuentemente utilizado por el comunismo para denominar a los estados sojuzgados
por los regímenes totalitarios, de partido único, persecutor de toda oposición. Convirtiendo la
denominación “República Democrática”, en una farsa de veras inhumana.

Asimismo, el término democracia se ha utilizado para ensalzar a comunistas, así el


cripto-marxista Valentín Paniagua, a la sazón presidente de la República, dijo sobre Barrantes
al fallecer en diciembre del 2000: “Barrantes fue un pionero de la democracia”. Lo cual
constituye un indescifrable elogio.

En los días actuales a los comunistas no les gusta llamarse así: Verónika Mendoza
(irrumpe en la política con el Partido Nacionalista del Perú, y ha candidateado por Gana Perú,
Nuevo Perú, Frente Amplio y Juntos por el Perú), el cura bajo pena canónica de suspensión
Marco Arana (gusta denominar a sus organizaciones partidarias como Movimiento Tierra y
Libertad, así como Frente Amplio por Justicia, Vida y Libertad), el caso de Vladimir Cerrón es
similar en denominaciones que ocultan la denominación comunista (en el 2006 Frente Patriota
Peruano, en el 2008 Movimiento Político Regional Perú Libre, en el 2012 fundó el Partido Perú
Libertario, en el 2014 retorna a la participación electoral con el Movimiento Perú Libre, en el
2016 lanza su candidatura presidencial reasumiendo el Partido Perú Libertario a la que
renuncia antes de los comicios por el ínfimo apoyo previsible y para evitar la pérdida de la
inscripción partidaria) y, finalmente, sobre Pedro Castillo (en el 2002 postuló para una alcaldía
distrital de su terruño por Perú Posible, y en el 2021 por el referido partido cerronista Perú
Libre).

Se constata que hay comunistas que aún no se inclinan en autodenominarse


comunistas. Es decir, el comunismo en el Perú, por generaciones, no puede superar -hace ya
93 años- esa confidencialidad de origen u originario disimulo.
Hoy tenemos impuesto un gobierno de inspiración ideológica marxista-leninista, que
no oculta su predisposición al violentismo, que es pro-estatista de la economía. Cuya
legitimidad de origen es severamente cuestionada, porque salvo los votos discordantes de los
dos fiscales supremos (siendo el segundo irregularmente designado), los jueces electorales han
apadrinado la imposición de un gobierno que íntegramente carece de aquel escrutinio “reflejo
exacto y oportuno de la voluntad del elector expresada en las urnas por votación directa”
como reza el artículo 176° de la Carta Constitucional.

A la que suma una corrosión y deterioro acelerado, que afecta gravemente su


legitimidad de ejercicio, en tan sólo los primeros 10 días de transcurrido la instalación del
partido en el gobierno del estado.

Cuando cayeron como castillo de naipes todos los estados europeos denominados
“democráticos”, que realmente padecieron ser sojuzgados por el marxismo europeo. Se
revelaron dramas y farsas inimaginables, para muestra un botón: Alemania Oriental sojuzgada
durante 44 años por un régimen comunista terrible, fue un estado que acumuló medallas
olímpicas debido a un plan estatal de dopaje de más de 10 mil atletas con esteroides
anabolizantes, sin su consentimiento ni conocimiento. Otra práctica de esa ya desaparecida
Alemania comunista fue la escasez artificial filatélica para generar incremento del precio
comercial para los coleccionistas de series de estampillas, que genera mucha afición entre los
europeos.

Las encuestas ya señalan que son más los que desaprueban la gestión de Pedro
Castillo, medible a través de la selección de su primer gabinete ministerial. Y, está en
incremento el número de los manifestantes que exigen al Congreso la declaración de la
vacancia del presidente y de su vicepresidenta.

En suma, el comunismo está liquidado en el Perú, engañó a la mitad y obtuvo


ilegítimamente la asunción al poder. Pero, ya no puede crecer más, porque la otra mitad ya se
desengañó.

También podría gustarte