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Curso: Tercero
Esta parte empieza con un cuestionamiento interesante, a fin de cuentas, que se puede
decir sobre la libertad, si ya se dio por sentado que no puede exponerse a través del
método científico por ejemplo.
Del mismo modo que puede desarrollarse el conocimiento sobre la libertad habiendo
concluido que es una idea sin forma concreta en la realidad, o en lo que entendemos por
realidad, también hay reconocer que todo conocimiento, por más empírico que sea, no
escapa de esta condición.
Explicando esto a partir del fenómeno, “lo que aparece”. La razón dota al cognoscente
de categorías a priori, que aplicados a una “cosa”, lo vuelve objeto, cogniscible, he aquí
la manifestación del fenómeno. Las formas a priori son propias de la inteligencia, y
forman parte de capacidad racional humana, el conocimiento de un fenómeno es a
posteriori, puesto que la aplicación de las categorías se da también mediante la
experiencia. El fenómeno es el resultado de lo puesto (categorías) y lo dado (cosa). Pero
las categorías forman parte del mundo racional del cognoscente, como una cualidad
interna, salen de él y se posan en la cosa, que se vuelve. En este caso, la cosa es todo lo
que rodea al hombre, todo lo que puede ser conocido por él, la naturaleza, que no se
manifiesta sino hasta que este le aplique las categorías. Por lo tanto, la realidad fuera del
hombre, libre de estas categorías queda fuera de su alcance, a lo sumo, el cognoscente
tiene acceso al fenómeno, mas no a la realidad en sí misma. Los objetos toman forma
recién en la mente del cognoscente, donde son ideas, lo que el hombre conoce a partir
del fenómeno, son solo ideas.
Incluso puede decirse, que aunque la naturaleza este llena de estímulos, que los sentidos
captan a mansalva, una vez interiorizados en la mente, estos son ideas. El fenómeno es
una idea en la mente del cognoscente, puede representar a la realidad, pero no es la
realidad en si misma.