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LIDERAZGO EN LA EXPEDICIÓN

ANTÁRTICA DE SHACKLETON
Recopilado por: Victor Ferrazzano

INTRODUCCIÓN
En un mundo tan globalizado como el de nuestros días, donde las organizaciones se encuentran en un estado
de lucha permanente por ser cada día más competitivas, las personas que las integran han debido aprender a
ser extremadamente eficientes para lograr el máximo bienestar de la empresa. Al hablar de esta clase de
organizaciones es fundamental mencionar a quienes las conducen: los líderes que logran el éxito de las
organizaciones y que orientan a sus subordinados a conseguir el mismo éxito.
Este trabajo estudia el liderazgo desde el enfoque de la expedición antártica de Shackleton.
Sir Ernest Henry Shackleton era un explorador anglo irlandés que estuvo varado durante dos años con su
tripulación de 27 hombres en las heladas tierras de la Antártida. Veremos cómo sus habilidades
extraordinarias de liderazgo y formación de espíritu de equipo lograron salvar las vidas de absolutamente
todos sus hombres.
La capacidad para ejercer un liderazgo efectivo es una de las claves para ser un administrador eficaz, Los
administradores deben ejercer todas las funciones que correspondan a fin de combinar recursos humanos y
materiales en el cumplimiento de objetivos. La clave para lograrlo es la existencia de funciones claras y de
cierto grado de autoridad en apoyo a las acciones de los administradores.
La esencia del liderazgo son sus seguidores. Lo que hace que una persona sea líder es la disposición de la
gente a seguirla. Además, la gente tiende a seguir a quienes le ofrecen medios para la satisfacción de sus
propias necesidades. El liderazgo y la motivación están estrechamente interrelacionados. Si se entiende la
motivación, se apreciará mejor qué desea la gente y la razón de sus acciones..
El liderazgo adecuado se convierte en un elemento vital para la supervivencia de cualquier organización.
Muchas organizaciones con una planeación deficiente y malas técnicas de organización y control, han
sobrevivido debido a la presencia de un liderazgo dinámico, como veremos a continuación.

UN CASO REAL

"Se buscan hombres para un viaje peligroso por mar. Sueldo bajo. Frío intenso.
No se asegura retorno con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito"

Esta nada tentadora oferta de trabajo se convirtió en una realidad aún más dura, que ni el propio autor del
aviso imaginó. La convocatoria fue publicada por Shackleton, decidido a atravesar a pie el continente
antártico por primera vez. Por increíble que parezca le respondieron más de tres mil personas, de las cuales
seleccionó 26, a los que luego se sumaría un polizón. Este equipo bastante heterogéneo (músicos, ingenieros,
marineros, carpinteros) afrontaría con éxito, uno de los viajes más extraordinarios de todos los tiempos.
A finales de 1914, Shackleton partió junto a veintisiete hombres a bordo de su barco "Endurance". Este
nombre -que en español significa "resistencia"- no fue nada casual en esta historia.
Shackleton tenía en mente todas las dificultades posibles para esta expedición, ya que contaba con experiencia
previa en el mar, pero jamás imaginó que esa temporada el agua se congelaría antes de tiempo y que ello le
impediría llegar hasta la Antártida: cien kilómetros antes de pisar el continente blanco, el barco fue
aprisionado por los hielos y diez meses después quedó reducido a astillas. Estaban a miles de kilómetros de
casa, sin poder comunicar su situación y sin que nadie pudiese rescatarles. Justo entonces, en el peor
momento y en condiciones críticas, surgió el talento y la determinación de Shackleton, y tras casi dos años de
calamidades y peligros logró salvar a los 27 hombres que tenía a su mando.
La fallida misión del Endurance es uno de los más célebres fracasos en la historia de las expediciones.
El siguiente es un breve repaso de lo ocurrido durante el viaje:
• Diciembre de 1914: El Endurance parte desde las Islas Georgias hacia el Polo Sur con 27 tripulantes.
La meta: realizar el único gran reto antártico que quedaba : cruzar el continente helado de mar a mar
pasando por el Polo Sur. Sería una travesía de 1800 millas y la primera parte sería por territorio
nunca antes explorado.
• Enero 1915: El barco queda atrapado en el hielo cuando ya podía divisarse la Antártida.
• Octubre de 1915: Luego de seis meses de espera -y al darse cuenta de que los daños eran
irreparables- Shackleton ordena abandonar el barco y establecer un campamento. Tras recuperar
provisiones y herramientas, los veintiocho hombres dejan el Endurance. Arrastrando equipos y botes,
sacrificando los perros, racionando las provisiones, marchando sobre la superficie helada del mar, los
hombres se desgastaban día a día, queriendo huir de las inclemencias del tiempo. La temperatura
descendía a más de veinte grados bajo cero. El primer campamento fue bautizado “Paciencia”. El
segundo, “Océano”. El menú diario incluía carne de foca, estofado de pingüino con cacao y té. Los
hombres dormían en tiendas empapadas por los vendavales y acurrucados en sacos mojados. El
tedio y la soledad estaban siempre presentes.
• Noviembre de 1915: Shackleton y sus hombres permanecen todavía en el mismo lugar y frente a
ellos se hunde el Endurance.
• Abril de 1916: luego de vivir casi seis meses sobre un témpano y tras matar y comerse a los últimos
perros, Shackleton y sus hombres se subieron a los botes. Durante siete días remaron una distancia
de 180 kilómetros en unas aguas terriblemente frías, en dirección a la Isla Elefante, ubicada en la
punta norte de la península antártica y donde jamás había estado ningún hombre. Tras 490 días de
expedición alcanzaron tierra firme. Estaban al límite de sus fuerzas, hostigados por el hambre, la sed,
el agotamiento, la congelación y con la angustiosa intuición de que a nadie se le ocurriría ir a
buscarles en mitad de aquella desolación rocosa.
• Junio de 1916: como la ayuda todavía no llegaba, Shackleton y cinco tripulantes toman una decisión
crucial: parten en un bote en dirección a las Islas Georgias, distante unas 800 millas, donde había una
estación ballenera. Imaginemos a tres hombres tumbados en la parte inferior del bote sobre un lecho
de rocas, que actúa a modo de lastre. A otro marinero en la caña del timón y a dos más achicando el
agua que entraba. Durante 17 días el bote es sacudido por el amenazador oleaje del Atlántico Sur, en
los que recorren casi 1.500 kilómetros a través de las aguas más traicioneras del planeta. Torturados
por la sed, estos seis hombres se mantuvieron vivos con la remota esperanza de arribar a salvo. La
navegación se hizo imposible y el viento estuvo a punto de arrancar el velamen. Navegaban a la
deriva, conscientes de que si no avistaban la minúscula isla a la que se dirigían, acabarían en pleno
océano; es decir, la muerte segura, no sólo para ellos sino también para los 22 hombres que habían
dejado atrás, abandonados a su suerte sobre un islote rocoso perdido en plena Antártida. La travesía
de este pequeño bote desde la Isla Elefante hasta las Georgias del Sur se considera hoy como una de
las aventuras marítimas más impresionantes que jamás haya realizado hombre alguno. Este viaje fue
una verdadera proeza, pues esta región es la más peligrosa del mundo para navegar. Cuando llegaron
a la isla, descubrieron que se encontraban en el otro lado de la estación ballenera. Como el bote había
quedado inutilizado, Shackleton decidió dejar a tres hombres en él y junto a otros dos atravesaron la
isla a pie. Después de 36 horas llegaron a la estación ballenera.
• Agosto de 1916: Ya a salvo, Shackleton intentó en cuatro oportunidades rescatar a los restantes
miembros del grupo que habían quedado en la Isla Elefante. En tres ocasiones el hielo lo detuvo,
pero el 30 de agosto de 1916 logró finalmente abrirse paso y 128 días después de que el pequeño
bote iniciara su misión, se encontró con que todos sus hombres habían sobrevivido.

Cuesta creer cómo 28 hombres que se encontraban a 2000 km. de la civilización, en un lugar inhóspito, con
temperaturas extremas, furiosas tormentas, sin nada más que botes salvavidas deteriorados, provisiones
insuficientes y sin comunicaciones con el mundo exterior, pudieran haber sobrevivido durante casi dos años
en esas lamentables condiciones. Sin embargo todos los protagonistas de esta historia regresaron a salvo a sus
hogares.
¿Cómo lo lograron? ¿Cómo vencieron el tedio, el aburrimiento, la rutina helada y la soledad?. El liderazgo
que ejerció Shackleton tuvo mucha influencia en este resultado. Esta expedición es la más importante de
cuantas han habido, no sólo a los Polos, sino en la historia de la humanidad, pues a pesar de que no aportó
ningún beneficio científico, puso en evidencia la resistencia y fortaleza del ser humano cuando existen
razones de esperanza.
La experiencia de Shackleton al conducir a sus hombres y cohesionarlos en la búsqueda del bien común, ha
dado lugar al desarrollo de poderosas estrategias aplicadas hoy en día por los líderes del mundo empresarial.
DEFINICIÓN DE LIDERAZGO

El Diccionario de Ciencias de la Conducta (1956), lo define como las "cualidades de personalidad y capacidad
que favorecen la guía y el control de otros individuos".
Ralph M. Stogdill, en su resumen de teorías e investigación del liderazgo, señala que “existen casi tantas
definiciones del liderazgo como personas que han tratado de definir el concepto. Aquí, analizaremos el
liderazgo como el proceso de dirigir las actividades de los miembros de un grupo y de influir en ellas. Esta
definición tiene cuatro implicaciones importantes.
• El liderazgo involucra a otras personas: a los empleados o seguidores. Si no hubiera nadie a quien
mandar, las cualidades del liderazgo serían irrelevantes. Dada la voluntad para aceptar las órdenes
del líder, los miembros del grupo ayudan a definir la posición del líder y permiten que transcurra el
proceso del liderazgo.
• El liderazgo entraña una distribución desigual del poder. Los miembros del grupo no carecen de
poder, sin embargo, por regla general, el líder tendrá más poder que cualquier miembro del grupo.
• El tercer aspecto del liderazgo es la capacidad para usar las diferentes formas del poder para influir
en la conducta de los seguidores. Algunos líderes han influido en los soldados para que mataran y
algunos líderes han influido en los empleados para que hicieran sacrificios personales en provecho
de la empresa. El poder para influir nos lleva al cuarto aspecto del liderazgo.
• El cuarto aspecto es una combinación de los tres primeros, pero reconoce que el liderazgo es
cuestión de valores. James MC Gregor Burns argumenta que el líder que pasa por alto los
componentes morales del liderazgo pasará a la historia como un bandido o algo peor. El liderazgo
moral se refiere a los valores y requiere que se ofrezca a los seguidores suficiente información sobre
las alternativas para que, cuando llegue el momento de responder a la propuesta del liderazgo de un
líder, puedan elegir con inteligencia.

TENDENCIAS DEL LIDERAZGO

A medida que cambian las condiciones y el pensamiento de las personas, cambian también los estilos de
liderazgo. Con el objeto de alcanzar sus metas, actualmente la gente busca nuevos tipos de líder.
Históricamente han existido cinco clases de liderazgo :
1.- Liderazgo de conquista: Durante este período la principal amenaza era la conquista. La gente buscaba el
jefe omnipotente, el mandatario despótico y dominante que prometiera seguridad a la gente, a cambio de su
lealtad y el pago de impuestos.
2.- Liderazgo comercial: A comienzos de la edad industrial, la seguridad ya no era la función principal de
liderazgo. La gente empezaba a buscar aquellos líderes que pudieran indicarle cómo mejorar su calidad de
vida.
3.- Liderazgo de organización: Al elevarse los estándares de vida, la gente comenzó a buscar un sitio de
pertenencia. La medida del liderazgo se convirtió en la capacidad de organizarse.
4.- Liderazgo e innovación: A medida que se incrementaba la tasa de innovación, los productos y métodos se
volvían obsoletos. Los líderes del momento eran extremadamente innovadores y podían manejar los
problemas de la creciente celeridad de la obsolescencia.
5.- Liderazgo de la información: Las tres últimas edades se han desarrollado extremadamente rápido
(empezaron en la década del 20). Ninguna compañía puede sobrevivir sin líderes que entiendan cómo se
maneja la información. El líder moderno de la información es la persona que mejor la procesa, aquella que la
interpreta más inteligentemente y la utiliza en la forma más moderna y creativa.

ESTILOS DE LIDERAZGO

Cuando ya le han sido asignados la responsabilidad y autoridad del liderazgo, es tarea del líder lograr las
metas trabajando con sus seguidores. En relación a ellos, los líderes han mostrado enfoques diferentes
respecto a cómo cumplen sus responsabilidades. Se han usado muchos términos para definir los estilos de
liderazgo, pero tal vez el más importante ha sido la descripción de los tres estilos básicos: el líder autócrata, el
líder participativo y el líder de rienda suelta.

• EL LÍDER AUTÓCRATA: Un líder autócrata asume toda la responsabilidad en la toma de


decisiones, inicia las acciones, dirige, motiva y controla al subalterno. La decisión se centraliza en el
líder. Esta clase de líder piensa que solamente él es competente y capaz de tomar decisiones
importantes, y que sus subalternos son incapaces de guiarse a sí mismos. Por eso siente la necesidad
de asumir una sólida posición de fuerza y control. La respuesta pedida a los subalternos es “la
obediencia” y “adhesión” a sus decisiones. El autócrata observa celosamente el nivel de desempeño
de sus subalternos para evitar desviaciones con respecto a sus directrices.

• EL LÍDER PARTICIPATIVO: Cuando un líder adopta el estilo participativo, utiliza la consulta para
practicar el liderazgo. No delega su derecho a tomar decisiones finales y señala directrices
específicas a sus subalternos. Un líder participativo escucha y analiza las ideas y sugerencias de sus
subalternos y acepta sus contribuciones siempre que sea posible y práctico. El líder participativo
impulsa a sus subalternos a incrementar su capacidad de auto-control y los insta a asumir más
responsabilidad para guiar sus propios esfuerzos. Es un líder que apoya a sus subalternos y no asume
una postura de dictador. Sin embargo, la autoridad final en asuntos de importancia sigue en sus
manos.

• EL LÍDER DE RIENDA SUELTA O LÍDER LIBERAL: Mediante este estilo de liderazgo, el líder
delega en sus subalternos la autoridad para tomar decisiones Puede decir a sus seguidores “aquí hay
un trabajo que hacer. No me importa cómo lo hagan con tal de que se haga bien”. Este líder espera
que los subalternos asuman la responsabilidad por su propia motivación, guía y control. Excepto por
la estipulación de un número mínimo de reglas, este estilo de liderazgo, tiene muy poco contacto con
los seguidores. Se requiere que el subalterno sea altamente calificado para que este enfoque tenga un
resultado final satisfactorio.

Desde luego, existen diversos grados de liderazgo comprendidos entre estos estilos; sólo se analizaron tres de
las posiciones más definidas.
En la sociedad dinámica actual casi nunca hay dos organizaciones que tengan metas y objetivos idénticos.
Debido a esto, por lo general se recomienda que el líder tome en cuenta una serie de factores para determinar
qué estilo de liderazgo es apropiado para cada situación.
En pocas palabras, un estilo de liderazgo será más eficaz si prevalecen determinados factores situacionales, en
tanto que otro estilo puede ser más útil si dichos factores cambian.
El estilo de liderazgo de Shackleton se caracterizó por dos elementos fundamentales: flexibilidad en los
objetivos y tenacidad en los esfuerzos.
• Flexibilidad en los objetivos porque los planificó meticulosamente pero nunca se ató a un plan que
no funcionara. Ni al plan A... ni al plan B. Reconocía que la planificación de contingencias muchas
veces era insuficiente y sostenía que era preciso improvisar cuando el escenario cambiaba
bruscamente. Cuando su barco quedó atrapado en el hielo, Shackleton abandonó inmediatamente su
tan deseado objetivo y comenzó a trabajar en otra meta mucho menos gloriosa: “sobrevivir”.
Supo que su rol (al igual que el de todos sus hombres) ya no era el de explorador, sino el de
sobreviviente.
Una de las cosas más difíciles que un líder debe enfrentar es renunciar a su proyecto. Continuamente,
vemos líderes que por no renunciar a sus ideales, sacrifican todos sus recursos, incluso los humanos.
Shackleton sabía que un líder debe mantener en buen estado a su equipo, por lo que su prioridad fue
en todo momento, el bienestar mental y físico de sus colaboradores. Sabía que para sobrevivir debía
mantener a su tripulación unida, esperanzada y activa. Si se atenía a su plan original sólo conseguiría
arriesgar la vida de todos.

• Tenacidad en los esfuerzos: una consecuencia de la renuncia a un objetivo es la disminución del


esfuerzo y compromiso de las personas. Shackleton reconocía que la frustración de no concretar tan
esperada hazaña, atentaría contra la motivación y voluntad de trabajo de sus hombres. Pero también
sabía que necesitaban del esfuerzo individual y conjunto más que nunca.
Los tripulantes estaban al límite de sus fuerzas, hostigados por el hambre, la sed, el congelamiento y
con la angustiosa intuición de que a nadie se le ocurriría buscarles en medio de aquella desolación.
Lo primero que necesitaban de su líder en aquellos momentos, era motivación para no flaquear en
sus intentos de supervivencia, ni quebrarse emocionalmente. Para preservar la integridad emocional
de sus hombres, Shackleton se aseguró de mantener alto el espíritu de equipo y camaradería. Luego
de dieciséis meses en el lugar más desolador, sus hombres conservaban el mismo espíritu que tenían
cuando imaginaban conquistar la Antártida a pie.

DIFERENCIAS ENTRE UN JEFE Y LÍDER

Teniendo en cuenta el relato anterior vamos a marcar algunas diferencias entre un jefe común y corriente, y
un verdadero líder

JEFE LÍDER
Existe por la autoridad. Existe por la buena voluntad.

Considera la autoridad un privilegio de mando. Considera la autoridad un privilegio de servicio.


D
Inspira miedo. I Inspira confianza.
F
E
Sabe cómo se hacen las cosas. R Enseña como hacer las cosas.
E
Le dice a uno: ¡Vaya!. N Le dice a uno: ¡Vayamos!.
C
I
Maneja a las personas como fichas. A No trata a las personas como cosas.
S
Llega a tiempo. Llega antes.

Asigna las tareas. Da el ejemplo.

Pese a sufrir fuertes dolores por la ciática, Shackleton trabajó más duro que nadie, daba el ejemplo. Su
sagacidad psicológica le permitió tratar a cada hombre en función de sus necesidades. Para Roland Huntford,
su biógrafo, actuaba según lo que resultara más apropiado. Se enfrentó a tan sólo un intento de
amotinamiento. Ocurrió mientras arrastraban los botes salvavidas a través del hielo. Henry McNish declaró
que tras el hundimiento del Endurance, él ya no se consideraba bajo el mando de Shackleton. Pero duró poco
con ese pensamiento. Fue persuadido de no abandonar a su líder. McNish fue quien posteriormente hizo
navegable el pequeño bote para la gran travesía y uno de los seis hombres que iría a bordo del mismo.
Otro tripulante conflictivo era el fotógrafo de la expedición: James Francis Hurley. Excelente fotógrafo que
tenía también dotes de líder. Era muy habilidoso: llegó a construir una cocina portátil y una bomba de achique
con restos de chapas y siempre estaba dispuesto para las tareas más arduas y difíciles. Shackleton llegó ad
decir que "respondía mejor a las alabanzas y a menudo necesitaba que se le elogiase y se le hiciera sentir
importante.”
Shackleton intuyó esa necesidad y temió que si no la alimentaba, Hurley podría sentirse menoscabado y
posiblemente fomentaría el descontento entre los demás, así que lo incorporó al reducido grupo de sus
asesores porque "no quería contrariarlo". Demostraba ser un gran conductor de hombres y profundo
conocedor del alma humana.
LA AUTORIDAD PARA EL LIDERAZGO

Para que un líder logre eficazmente las metas que se le asignaron, debe estar investido de autoridad. Esto le
permitirá actuar de manera que estimule una respuesta positiva en aquellos que trabajan para él, hacia el logro
de las metas. La autoridad para el liderazgo consiste en tomar decisiones o en inducir el comportamiento de
los que guía. Existen por lo menos dos escuelas de pensamiento acerca de las fuentes de autoridad del líder.
La posición tradicional afirma que la función del líder se otorga a individuos a los que se considera capaces y
deseosos de servir, de tal modo que logren una respuesta productiva de parte se sus subalternos. La fuente de
toda autoridad proviene del que representa la autoridad máxima. Desde esta fuente se delega la autoridad en
forma descendente. (Figura 1)

“Tiene usted la
autoridad para ser el Líder
jefe de todos en su
grupo de trabajo.

Trabajador Trabajador Trabajador Trabajador Trabajador

Figura 1 Cómo funciona la autoridad de arriba hacia abajo.

Cuando un líder recibe la autoridad para funcionar como líder mediante la autorización de su superior
inmediato, quien ha recibido autoridad de un líder más alto en la jerarquía organizacional, esta clase de
liderazgo recibe el nombre de “autoridad de arriba hacia abajo”. (ver figura 1.).
Otro concepto importante acerca de la autoridad del líder se basa en la “teoría de la aceptación”. Esta teoría
afirma que los líderes son seleccionados o “aceptados” por aquellos que serán sus seguidores. Solamente
cuando un individuo es aceptado como líder y se le otorga el derecho de guiar a sus seguidores, éstos se
convierten en sus subalternos y responden a su autoridad. Los seguidores otorgan autoridad porque tienen
respeto o admiración por el individuo o porque éste representa valores importantes para ellos. De acuerdo a la
teoría de la aceptación los trabajadores reconocen la necesidad de guía y apoyo que puede proporcionarles el
líder. Luego, los trabajadores analizan a todos los candidatos posibles y le otorgan autoridad a quien escogen
para que sea su líder.
Líder “Usted será nuestro
líder y jefe. Acep-
taremos sus instruc-
ciones”.

Trabajador Trabajador Trabajador Trabajador Trabajador

Figura 2 Cómo funciona la autoridad de abajo hacia arriba.

Según este enfoque, la fuente de la autoridad radica en el nivel más bajo de trabajo y no en el nivel más alto
de la estructura de la organización. Basándose en esto, algunas veces se ha llegado a conocer el enfoque de
autoridad de liderazgo como la “teoría de abajo hacia arriba” (ver figura 2).
Aunque las teorías de autoridad parecen ser contradictorias no lo son necesariamente: la autoridad desde
arriba hacia abajo es necesaria si se quiere obtener un nivel apropiado de coordinación y control. Se necesita
por lo menos cierto grado de autoridad centralizada para lograr la planeación y toma de decisiones necesarias
a fin de conseguir que la organización opere eficientemente. La estructura de la autoridad formal, mediante
líderes formales, ayuda a lograr la unidad necesaria. Estos líderes trabajan con sus subalternos de tal manera
que logran un esfuerzo unificado y constructivo. Sin embargo, desde el punto de vista del líder y sus
seguidores, las tareas del líder formal se cumplen más fácilmente si éste cuenta con el apoyo de quienes guía.
Cuando los subalternos no muestran respeto, admiración o cualquier otra actitud positiva hacia el líder, no
pueden seguirlo voluntariamente ni pueden cooperar con él.

ENFOQUES SITUACIONALES O DE CONTINGENCIA DEL LIDERAZGO

Se han efectuado numerosos estudios acerca de que el liderazgo se ve fuertemente influido por la situación en
la que el líder emerge y opera. Son ejemplos el ascenso de Franklin Delano Roosevelt en la gran depresión de
los años treinta, la China de Mao Tse-Tung en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial y la epopeya
de la expedición antártica de Shackleton. En este enfoque del liderazgo se admite la existencia de una
interacción entre grupo y líder. Esto apoya la teoría de los seguidores en el sentido de que los individuos
tienden a seguir a aquellos en quienes confían (acertada o desacertadamente) que puedan proveerlos de
medios para satisfacer sus necesidades personales. Así pues, el líder es la persona que identifica esos deseos y
hace lo necesario para satisfacerlos. En el caso de Roosevelt fueron la mejora en la calidad de vida. En el caso
de Shackleton, la certeza de que él podía salvarlos y retornarlos a salvo a casa.
En este último caso, ya hemos dicho que después de 16 meses de sobrevivir en el hielo y con el barco
destruido, el espíritu de los hombres era el mismo que al inicio de la campaña. Esto fue posible gracias a que
los hombres tenían diversas actividades de las cuales ocuparse. Para mantener el ánimo de su tripulación,
Shackleton distribuía a diario diversas tareas. También organizaba actividades recreativas.
De esta manera, las personas ocupaban el tiempo, se mantenían en forma y lograban conciliar el sueño en las
eternas y solitarias noches polares. Durante los casi dos años que duró la travesía, la tripulación continuó
remando, escalando en el hielo, buscando comida, narrando historias, jugando partidos de fútbol y cantando
por las noches, con el mismo espíritu que al comienzo de la expedición.
Shackleton entendía muy bien algo que aún resulta difícil de comprender para muchos líderes: es tan
importante para el liderazgo planificar... como saber improvisar en momentos de crisis. A pesar de su
naturaleza conservadora, Shackleton reconocía que existen situaciones límite que deben ser enfrentadas con
flexibilidad y con tenacidad. Flexibilidad para no perseguir un objetivo inalcanzable y tenacidad para trabajar
con el mismo empeño por un nuevo objetivo.
Siempre es interesante encontrar lecciones de liderazgo fuera del ámbito de los negocios, en la historia o en la
literatura. En este sentido, la historia de la expedición fallida del Endurance merece conocerse como ejemplo
de liderazgo en tiempos de crisis. Tan inspirador fue el liderazgo de Shackleton para sus hombres, que en su
siguiente expedición a la Antártida ocho de ellos volvieron a responder a aquella particular oferta de trabajo.

ENFOQUE DE CONTINGENCIAS DEL LIDERAZGO DE FIEDLER

Fiedler y sus colaboradores en la Universidad de Illinois propusieron una teoría de contingencia del liderazgo.
Esta teoría sostiene que los individuos se convierten en líderes no sólo por sus atributos de personalidad, sino
también por varios factores situacionales y por las interacciones entre líderes y miembros de los grupos.
Con base en sus estudios, Fiedler detectó tres aspectos críticos de la situación de liderazgo que contribuyen a
determinar qué estilo de liderazgo es el más eficaz:
• Poder otorgado por el puesto. Es el grado en que el poder otorgado por un puesto (en oposición a
otras fuentes de poder, como personalidad o experiencia) le permite a un líder conseguir que los
miembros del grupo sigan sus instrucciones; en el caso de los administradores, es el poder que
procede de la autoridad organizacional. Como señala Fiedler, un líder a quien su puesto le concede
un claro poder puede obtener más fácilmente buenas respuestas de sus seguidores que uno carente de
ese poder. En la lectura de Shackleton, éste era “el Capitán” de todos ellos.
• Estructura de las tareas. Este aspecto se refiere al grado en que es posible formular claramente las
tareas y responsabilizar de ellas a los individuos. Si las tareas son claras, será más fácil controlar la
calidad del desempeño y responsabilizar más definidamente de él a los miembros del grupo. De
vuelta a Shackleton, se comprende ahora por qué éste se empeñó en distribuir las tareas diarias en
forma tan celosa.
• Relaciones líder-miembros. Este aspecto tiene que ver con el grado en el que los miembros del grupo
se sienten satisfechos con el líder, confían en él y están dispuestos a seguirlo. Fiedler consideró este
aspecto como el más importante de todos ya que es probable que el poder otorgado por el puesto y la
estructura de las tareas se hallen en gran medida bajo el control de la empresa.

Un buen líder debe saber combinar armónicamente estos tres aspectos. Cuando su puesto le otorga al líder un
poder débil, la estructura de las tareas es poco clara y las relaciones líder-miembros son más bien deficientes,
la situación es desfavorable para el líder.

LIDERAZGO TRANSACCIONAL Y TRANSFORMACIONAL

Debemos distinguir entre líderes transaccionales y transformacionales. Los líderes transaccionales identifican
qué necesitan sus subordinados para cumplir los objetivos. Aclaran funciones y tareas organizacionales,
instauran una estructura organizacional, premian el desempeño y toman en cuenta las necesidades de sus
seguidores. Trabajan intensamente e intentan dirigir la organización con eficacia y eficiencia.
En cambio los líderes transformacionales articulan una visión e inspiran a sus seguidores para materializarla.
Poseen la capacidad de crear un ambiente favorable para el cambio organizacional. Compañías como IBM y
AT&T cuentan con programas para promover el liderazgo transformacional con el propósito de renovar
rápidamente sus organizaciones a fin de que sean más sensibles a los veloces cambios en sus condiciones.
Existen muchas semejanzas entre los líderes transformacionales y los carismáticos. Recordemos que los
primeros se distinguen en particular por promover el cambio y la innovación, en cambio cuando se piensa en
los carismáticos, vienen de inmediato a la mente personajes como Shackleton, Martín Luther King y la Madre
Teresa.
El liderazgo resulta vital en trabajos de equipo. Son numerosos los momentos emocionantes en que
Shackleton logró que todos los hombres le siguieran. Por ejemplo, cuando les explicó que dejasen lo que no
fuese imprescindible para iniciar la marcha a través de los hielos, y para que no quedasen dudas del
significado de aquella orden, Shackleton tomó del bolsillo de su parca un puñado de libras esterlinas y su
cigarrera de oro y las tiró sobre la nieve. Por último, tomó la Biblia que le había obsequiado la Reina Madre
Alexandra y la depositó en el suelo luego de arrancarle las páginas con la dedicatoria.
Dennis Perkins en su libro “Lecciones de liderazgo. Las 10 estrategias de Shackleton en su gran expedición
antártica” esboza ciertas facetas de la historia de la tripulación del Endurance para remarcar las diez
estrategias que según él, sirven para definir a un líder triunfador, las cuales son:
1. Nunca pierda de vista la última meta y concentre su energía en objetivos a corto plazo.
2. Dé ejemplo personal con símbolos y conductas visibles y fáciles de recordar.
3. Inspire optimismo y auto confianza, pero aférrese a la realidad.
4. Cuide de sí mismo: mantenga su resistencia y déjese de complejos de culpa.
5. Refuerce constantemente el mensaje de grupo: somos uno y viviremos o moriremos juntos.
6. Minimice las diferencias de estatus e insista en la cortesía y el respeto mutuo.
7. Domine el conflicto. Maneje el enfado en dosis pequeñas; atraiga a los disidentes e impida luchas de
poder innecesarias.
8. Encuentre algo que celebrar y algún motivo con el que reír.
9. Esté dispuesto a asumir el Gran Riesgo.
10. Nunca abandone, siempre hay otro movimiento.

CONCLUSIÓN
La definición de Liderazgo ha ido cambiando a lo largo de la historia, porque han ido cambiando las
necesidades de las personas y un buen líder se caracteriza por saber interpretar esas necesidades y
satisfacerlas de la mejor manera posible para el beneficio de éstas, el grupo o la organización.
Una de las características que debe distinguir a un buen líder, es tener una visión aguda, aquella que le
permite contemplar la situación en toda su extensión y reaccionar en consecuencia, además de tener
flexibilidad mental para variar el rumbo marcado inicialmente. Así actuó Shackleton, que salió victorioso de
la histórica y agotadora misión del Endurance hacia el Polo Sur. Lo primero que hizo para llegar a buen
puerto fue observar, para luego sortear acontecimientos que ponían en peligro la suerte de su tripulación. Ése
fue su único norte, la salvación de todos, y en pos del mismo ejercitó su sentido común e idoneidad para
tomar decisiones en algunos casos acordes a la lógica y en otros a la intuición.
No existe un único estilo de liderazgo. En este trabajo se han analizado tres de ellos: el líder autócrata, el líder
participativo y el líder liberal, cuyas características se pueden resumir en los siguientes ejemplos de
pensamiento:
LIDER AUTOCRATA
“Oigan, yo soy el jefe aquí. Yo tomaré las decisiones y yo les diré lo que quiero que hagan. Será mejor que
cumplan con su trabajo porque estaré observando cada movimiento".
LIDER PARTICIPATIVO
"Estoy seguro que entenderán que la responsabilidad final de tomar una decisión es mía, pero me pueden
ayudar dándome ideas y diciéndome lo que piensan. Les dejaré ayudar en la implantación de la decisión, una
vez que ésta haya sido tomada".
LIDER LIBERAL
“Aquí está el trabajo que van a hacer. Háganlo como quieran con tal de que salga bien. Solamente espero que
se me informe cuando tengan problemas sumamente difíciles.
El poder que emana de la figura del líder no tiene una única fuente: el poder puede provenir por el puesto
mismo que ocupa. Por ejemplo el puesto de Capitán, cuya autoridad se supone indiscutible, pero en otros
casos el poder puede provenir directamente de los miembros del grupo en la medida en que éstos se sienten
satisfechos con el líder, confían en él y están dispuestos a seguirlo
La gesta de Shackleton en su expedición antártica de 1914-1916, aún hoy causa admiración y noventa años
más tarde se sigue estudiando como ejemplo de liderazgo, de trabajo en equipo y de cómo dirigir una empresa
de envergadura en momentos de adversidad.

BIBLIOGRAFÍA
Alexandre, Caroline. “Atrapados en el hielo” ISBN 84-08-05305-1
Alvaro, Sebastián. “Lección de Shackleton para el Real Madrid” (http://as.com)
Kiyoaki: “La aventura de Shackleton” (http://www.kiyoaki.com)
Perkins, Dennis: “Lecciones de liderazgo. Las 10 estrategias de Shackleton en su gran expedición antártica”
Quijano Ponce de León, Andrés: “Liderazgo”. Universidad del Rosario. Facultad de Altos Estudios de
Administración de Empresas y de Negocios, Bogotá. Colombia
Montañismo y exploración (http://montanismo.org.mx)
Sarcos, Jorge: “Lecciones de un fracaso” (http://blog.360.yahoo.com)

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