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Personas autosuficientes: ¿cómo

son?
 Fact Checked
 
19 abril, 2021
Este artículo ha sido escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater

Las personas autosuficientes no son frías ni despegadas. Confían en ellas mismas,


no temen a la soledad y no dependen de nadie para tomar sus propias decisiones.
Se trata de una valiosa cualidad que todos podemos desarrollar.

 Hay quien escucha solo lo que quiere oír


 Personas intransigentes: el coste de las mentes cerradas
 ¿Por qué soy una persona fría y distante con los demás?
Las personas autosuficientes aúnan una buena autoestima y un
gusto particular por la independencia . Les gusta decidir por sí mismas sin
tener que depender de otros, no temen la soledad y suelen ser esas figuras a las
que a veces cuesta entender, puesto que no siguen convencionalismo alguno.
Porque más allá de estas características, les define su libertad de pensamiento.
Resulta curioso cómo al visualizar la palabra “autosuficiencia” lo primero que nos
viene a la mente es la imagen de alguien que no suele necesitar a nadie y que se
vale por sus propios medios para sobrevivir. Sin embargo, este término encierra en
realidad valiosos nutrientes desde un punto de vista psicológico. Vale la pena
profundizar en este concepto para desarrollarlo, dejar a un lado estereotipos e
integrarlo en el repertorio de nuestro crecimiento personal.

Al fin y al cabo, este concepto no es sinónimo de desprendimiento, no es ser el


clásico outsider que no necesita nada ni a nadie. Autosuficiencia es el arte
de confiar en uno mismo. 

Personas autosuficientes: los cinco pilares que las


definen
A la hora de hablar de la autosuficiencia es común hacer referencia al que se
considera su auténtico gurú: el ecologista John Seymour. Fue él quien inició un
movimiento que arrastró a miles de personas a cambiar su estilo de vida durante
las décadas de los 60 y los 70. Con libros como The Self–Sufficient Life and
How to Live It  animaba a las personas a realizar cambios revolucionarios.
Buena parte de esas transformaciones pasaban por dejar la vida de la oficina o de
las fábricas para vivir en el campo. Esto hizo por ejemplo que en Reino Unido
aparecieran comunidades alternativas de grupos de gente que lideraban un
movimiento ecologista. Así, lo primero que descubrieron estos cientos de hombres
y mujeres (jóvenes en su mayoría) es que la autosuficiencia requiere
mucho esfuerzo.
No era fácil mantenerse fuera del sistema y sobrevivir solo a partir del campo y de
lo que la tierra ofrecía. Sin embargo, sucedió algo más importante. Muchos se
dieron cuenta de que si bien la autosuficiencia económica no era viable a través de
ese estilo de vida, si desarrollaron la autosuficiencia psicológica. Es
decir, aprendieron a pensar y decidir por sí mismos y adoptar una
visión más crítica de las cosas. 
Veamos a continuación qué más rasgos definen a las personas
autosuficientes.
La seguridad personal y la satisfacción les definen
Nacemos siendo criaturas completamente dependientes de nuestros
progenitores. Lo cierto es que nos cuesta mucho poder adquirir
esa independencia y autosuficiencia por la que valernos por nosotros mismos en
cualquier aspecto: emocional, social, económico…

Es común que durante una buena parte de nuestra vida nos sintamos apegados a
muchas de nuestras figuras cercanas. Adquirir una independencia plena en todos
los aspectos implica desarrollar en una buena confianza en nosotros mismos.

Más tarde, y a medida que vamos descubriendo de lo que somos capaces, llega la
satisfacción por lo que somos, por nuestro potencial y valía. Todo ello se enhebra
con el hilo de la autoestima y el del amor propio, esenciales en las personas
autosuficientes.

Se sienten únicos responsables de su propia vida


Las personas autosuficientes se definen por un pilar indiscutible: disfrutan
sintiéndose responsables de su propia vida. ¿Qué significa esto? Implica
que no dejan sobre hombros ajenos sus decisiones. No dependen de lo que los
demás hagan, digan o esperen de ellos para actuar.
Son reacios a cumplir expectativas ajenas, se limitan a seguir
únicamente sus deseos , metas personales y aspiraciones en cada etapa de
sus vidas. Asimismo, asumen sus propios errores y fracasos. Solo así adquieren
valiosos aprendizajes para seguir avanzando.
Son hábiles en inteligencia emocional
Hay un rasgo muy especial y característico de en las personas autosuficientes.
Suelen pasar mucho tiempo consigo mismas y ese contacto con la propia
soledad les ha permitido aprender a regular sus emociones .

El autoconocimiento que traza su esencia se combina con la habilidad para


gestionar sentimientos, racionalizar pensamientos y regular en todo momento la
propia conducta. La habilidad en inteligencia emocional impulsa esa
autosatisfacción existencial tan común en los hombres y mujeres autosuficientes.

Se centran en lo que sí está bajo su control y aceptan lo que está


fuera del mismo
Autosuficiencia es por encima de todo tener la vida bajo control y sentirse libre a la
hora de decidir el propio camino. Ahora bien, hay un aspecto que define a este tipo
de personalidad. Saben que hay muchas cosas que escapan a su
voluntad, a esa capacidad para controlar lo que les envuelve.
Las decepciones, las pérdidas, las crisis, los giros del destino… Hay un sinfín de
aspectos que uno no puede prever. Sin embargo, las personas autosuficientes las
aceptan, saben encarar la adversidad e intentan siempre sobrevivir a
cualquier circunstancia .
No son frías ni despegadas, valoran en todo momento la
autenticidad
En ocasiones, esa independencia en el carácter de esta personalidad puede
hacernos pensar que son frías y que siempre van marcando distancias. No
obstante, nada de esto es completamente cierto. Las personas
autosuficientes sí aprecian la cercanía afectiva, pero son selectos a la
hora de establecer vínculos.
Valoran la autenticidad, los afectos sinceros, la amistad verdadera, las alianzas que
enriquecen y que no limitan ni vetan la propia libertad. Son figuras de nuestra
sociedad que no necesitan demostrar nada a nadie, pero que se deleitan
de los vínculos que nutren y que saben respetar, por encima de todo, su forma de
ser.
“Para encontrarse a sí mismo, piense por sí mismo”.

-Sócrates-

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