Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Que te propongas comer siempre a las mismas horas de forma regular. Así das a
tu cuerpo una nutrición adecuada y reduces los deseos compulsivos hacia la comida
evitando que te dispares otra vez.
Atacar o controlar las consecuencias del atracón, por ejemplo los vómitos.
Ante todo necesitas conocer cuáles son tus propios desencadenantes de los
atracones. Lee tu registro diario y si es preciso habrá que trabajarlo mejor otra
semana para ver bien las circunstancias en que se producen, los antecedentes y las
consecuencias.
Una vez que hayas conseguido conocer tu problema de un modo más preciso,
intenta “jugar” con las circunstancias para conseguir pequeños aumentos en tu
sentido de control de lo que te pasa. Intenta, por ejemplo, limitar tus atracones a
un solo lugar. O, por ejemplo, intenta restringirlos a un cierto momento del día.
Intenta anticiparte a estos puntos peligrosos. Por ejemplo, los fines de semana con
demasiado tiempo libre suelen favorecer la aparición de atracones. Trázate un plan
de actividades agradables para el fin de semana.
Siempre que sientas que vas a darte un atracón, distráete haciendo algo
incompatible con el mismo: salir a pasear, llamar a algún amigo… En este sentido,
ver la televisión o leer no ayudan mucho, porque es muy fácil darse un atracón
mientras estás haciendo cualquiera de ambas cosas. Especialmente en el caso de la
televisión, porque muchos de los anuncios están pensados precisamente para
despertar la insatisfacción e inducirnos a consumir.
Hay gente que a medida que pasa el tiempo sin darse un atracón se van poniendo
más y más nerviosas, pues sienten que la responsabilidad aumenta porque en estas
circunstancias cualquier pequeño tropiezo tendrá una gran gravedad. Hay que
combatir este tipo de ideas, y un buen truco es el darse un “atracón planificado”. Tu
decides cuándo, cómo y en qué cantidad, y notas que no hay descontrol, que después
puedes seguir con toda normalidad tal como estabas. En todo caso, recuerda siempre
que un tropiezo no deshace el trabajo bien hecho de semanas anteriores. Si vuelves a
intentarlo verás cómo recuperas la sensación de control.