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incapacidad de sevice del propio encend Uno mismo es culpuble de exta sinor'a dz edd, evan no yace en un defecto del en: y lacobariia, Por eso les es muy inesmodareenenaed esd! Sitensounlibr ga fee e Casi convertida en naturales sync Ye ha cobrado \ Sane el momento es realmente incapaz de scrvirse del propio \ NCO, porque jams se'le deja hacer dicho ensayo. Losgrilleces que atan a la persistente minorfa de edad estin dados por leyes y fore mulas: instrumentos mecénicos de un uso racional, o mejor de un abu- 4 50, de sus dotes naturales. Por no estar habituado a los movimiencos d libres, quien se desprenda de esos grilletes quizé diera un inseguro salto por encima de alguna estcechfsima zanja. Por ¢s0, s6!o son pocos los © que, por esfuerzo del propio espfritu, logran salir de la minorfa deedad | yandar, sin embargo, con seguro paso. a ; Pero, en cambio, es posible que el publico se ilustre a sf mismo, siempre que se lo deje en libertad; incluso, casi es inevitable. En efec- £0, siensen por'sf'mis- mos, hasta entre los tutores instituidos por la confusa masa. Ellos, des- | pués de haber rechazado el yugo de la minora de edad, ensancharin a esptricu de una estimacién racional del propio valor y de la vocaci6n que todo hombre tiene: la de pensar por sf mismos Pero | rucores, incapaces de suy dicial resulea sembrar prejuicios, pues.acaban por vengarse de aquélle o de sus precursores, que fucron sus autores. Luego, el ptiblico ued alcanzar ilustracién sélo lentamente. Quizd. por una revolu vs posible’producir la caida del despotismo personal o de alguna opres reresada y dominance; pero jamds se logrard por este camino la ver idera reforma del modo de pensar, sino que surgirin nuevos pt i s que, como los antiguos, servirdn de andaderas para la mayor pi fe la masa, privada de pensamiento, ios " ma “de hacer un us ico de | z6n, en cualquier dominio. Pt oigo exclamar por doquier: jno razones! El oficial dice: ino razones adiéstrate! El financista: no razones y pagal! El pastor: ing razot fe! (Un Unico sefior dice en el mundo: jrazonad todo lo que. qué © sobre lo que querdis, pero obedeced!) Por todos lados, pues, ent mos limitaciones de Ia libertad, Pero jcudl de ellas impide Jai Scanned by CamScanner modo particular el progreso de la ilustracién. Entiendo Por uso publico de la propia razdn, el que alguien hace d la toralidad del pablico del mundo de le empleo de la ode una fu en cuanto docto, y ante ores. Llamo uto privado al - dn que se le permite al hombre dentro de un puesta civil in que se le confia. Ahora bien, en muchas ocupaciones |” concemientes al interés de la comunidad son necesarios ciertos meca- nismos por medio de los cuales algunos’de sus miembros se tienen que, || Comportar de modo mecamente pasivo, para que, mediante cierta una) nimicad artificial, el gobierno los dirija hacia fines pablicos o, al me- : | Nos, para impedir ta destruccién de los vine ie este caso no ¢s'permitido razonar, sino que se nece edecer. Pero | €n cuanto a esta parte de la méquina se la considera miembro de una: |} comunidad integra 0, incluso, de la sociedad cosmopolita; en’ cuanto’ sc la estima en su calidad de docto que, mediante escritos, se dirigea puiblico en sentido propio, puede razonar sobre todo, sin que por ello” padezcan las ocupaciones que en parte le son asignadas en cuanto miem- bro pasivo. Asf, por ejemplo, seria nuy peligroso'siun oficial, que:deb | | obedecer al superior, se pusiera a.argumentar’én voz'alta, estando de | servicio, acerca de la conveniencia 0 inutilidad de la orden teci Tiene que obedecer. Péro'no sé Ie’ puede prohil ‘justicia hacer # observaciones, en cuanto docto, acerca de los defectos del servicio: mi cary presentarlas ante el juicio del pablico. El ciudadano puede negar a pagar los impuestos que le son asignados, tanto censura impertinente a esa carga, en cl momento que debe: © pucde ser castigada por escandalosa (pues podria ocasionar este generales). Pero, sin embargo, no actuard en contra del deber' fe'un F ciudadano si, como docto, manifiesta publicamerite sus ideas acerca de 3 | la inconveniencia 9 injusticia de tales impuestos, De la misma mai un sacerdote esté obligado a enseffiar a sus catecdimenos yasucomt dad segtin el stmbolo de la Iglesia a que sitve, puesto que ha sic tido en ella con esa condicién. Pero, como docto, tiene ple y hasta la misién, de comunicar al publico sus ideas ~cuidad examinadas y bien intencionadas~ acerca de | $ lo; es decir, debe exponer al publi r Scanned by CamScanner mejofamiento de las instituciones, referid 2 lo En esto no hay nada que pueda provocar rn CL z cia. Presentard lo que ensefia en virtud dz su funcién ~en tanto con- ductor de la Iglesia~ como algo que no ha de ensetiar con arbicraria libertad, y segdn sus propias opiniones, porque se ha comprometido a predicar de acuerdo con prescripciones y en nombre de una autoridad ajena. Dird: nuestra Iglesia ensefia esto 0 aquello, para lo cual se sirve de determinados argumentos. En tal ocasién deducird todo lo que es til para su comunidad de proposiciones a las que él mismo nose some- * teria con pleria convicciéa? pero se ha comprometido a exponerias, Porque no es absolutamente imposible que en ellas se oculte cierta verdad que, al menos, no es en todos los casos contraria a la religi6n {ntima. Si no creyese esto ultimo, no podria conservar su funcién sin sentir los reproches de su conciencia moral, y tendrfa que renunciar. Luego, el uso que un predicador hace de su raz6n ante la comunidad es meramente de uso privado, puesto que dicha comunidad s6lo constitu- ye una reunién familiar, por amplia que sea. Con respecto a/la misma; . serlo, puesto que'ejecuta un que habla mediante escritos » igtaiblie RoR di cerdote gozard,: deneodel wep ico de swraz6ni, de una ilimitada libertad para secvir- se de la misma y, de ese modo, para hablar en nombre propio. En efec- to, pretender que los tutores del pueblo (en cuestiones espiricuales) sean también menores de edad constituye un absurdo capaz de desem- car en la eternizacién de la insensatez. ‘Pero una sociedad eclesidstica tal, un sinodo semejante de la Iglesia, ‘decir, una classis de reverendos (como la llaman los holandeses) {no odrfa acaso comprometerse y jurar sobre algtin credo invariable que | levaria asfa una incesante y suprema tutela sobre cada uno de sus mier gros y, mediance ellos, sobre el pueblo? De ese modo'no lograrfa izarse? Digo que es absolutamente imposible. Semejante contrato, € excluiria para siempre toda ulterior ilustracién del género humano | en sf mismo, sin mds, nulo ¢ inexistente, aunque fuera confirmado | rel poder supremd, el congreso y los mas solemnes tratados ‘dé paz.) época no se puede obligar ni juramentar para poner a'la'si n la condicién de que le sea imposible ampliar sus conocimi Scanned by CamScanner ver la ilustcacihMSecia un crimen consi La naturales hamana, euya decerminacién originaria consiste, juostamence, en eve progresor La pox teridad esté plenamente justificada para rechazar aquellos decretos, acep- tados de modo incomperente y criminal. La piedra de coque de todo lo que se puede decidir como ley para un pueblo yace en esta cuestin: jun pueblo podria imponerse a sf mismo semejante ley? Eso podefa ocurrir si, por ast decirlo, tuviese Ia esperanza de alcanzar, en corto determninado tiempo, una ley mejor, capaz de introducir cierta ordenacién. Pero, al mismo tiempo, cada ciudadano, principalmente los sacerdotes, en cali- dad de doctos, debieran tener libertad de llevar suis observaciones publi- camente, es decir, por escrito, acerca de los defectos de la actual institu- cién. Mientras tanto —hasta que la inceleccion de la cualidad de estos asuntos se hubiese extendido lo suficiente y escuviese confirmada, de tal modo que el acuerdo de sus voces {aunque no la de todos) pudiera elevar ante el trono una propuesta para proteger las comunidades que se habfan gidn, segan los conceptos: unido en una direccién modificada de la reli propios de una comprensién més iluscrada, sin impedir que los que quit ran permanecer ficles a la antigua lo hagan asf-, mientras tanto, pues, perduraria el orden establecido. Pero constituye algo absolutamente pro- hibido unirse por una constitucién religiosa inconmovible, que pablica- mente no debe ser puesta en duda por nadie, aunque ms no fuese duran- te Jo que dura la vida de un hombre, y que aniquila y torna infecundo un: 7 perfodo del progreso de la humanidad hacia su perfeccionamiento, tore: ndndose, incluso, nociva para la posteridad. Un hombre, con respectoa su propia persona y por cierto tiempo, puede dilacar la adqui una ilustracién que estd obligado a poseer; pero renunciar a ells relacién a la propia persona, y con mayor significa violar y pisoceat los sagrat © presul Ba ermitir: i el monarca se que cualquier verdade feccionamiento se concilic con el orden civil, ipodra = stibditos hagan por sf mismos lo que consideran necesar cién de sus almas. Sc trata de algo que no le concieme} importaré mucho evitar que unos a los otros se pidan con vial trabajar por su determinacién y promocién seguin tod: c Out és ta nusrRAcion / Fito Pear su majestad si se’mezclaze cn estas cosas, some Eporer an neue los escritos con que lo: sibdiess rr del propio a see con pureza, salvo que lo hiciera convericidg orate ae em ictamen intelectual -con lo cual se prestaria al ind loan est supra grammaticos- 0 que rebajara su poder su- Biaclde anne como para amparar dencro del Estado el despotismo tiranos, ejercido sobre los restantes sbditos. Luego, si se nos pregunta ST aie Acenqum ins Sin embargo, ahora tienen el campo abierto para trabajar li- bremente por el logro de esa meta, y los obstéculos para una ilustracidn general, o para la salida de una culpable minoria de edad, son cada vez menores. Ya tenemos claros indicios de ello. Desde este punto de visca, nuestro tiempo.es la época de la ilustracién 0 el siglo de Federico. Un principe que no encuentra indigno de sf declarar que sostiene como deber no prescribir nada a los hombres en cuestiones de religién, sino que los deja en plena libertad y que, por tanto, rechaza el preten- cioso nombre de tolerancia, es un principe ilustrado, y merece que el | mundo y la posteridad lo ensalce con agradecimicnto. Al menos desde “el gobierno, fuc el primero en sacar al género humano de la minorfa de ‘edad, dejando a cada uno en libertad para que se sirva de la propia raz6n en todo lo.que concierne a cuestiones de conciencia moral. Bajo Gl, dignfsimos clérigos ~sin perjuicio de sus deberes profesionales— pue- den-someter al mundo, en su calidad de doctos, libre y publicamente, ciertos puntos se aparcan del credo acep- | fos juicios y opiniones que en ‘tado. Tal libertad es aun mayor entre los que no estén limitados por ber profesional. viricutdesl pa i a a ae t| circuns! un claro cjemplo para este ultimo, es eeadses de la libertad, no debe haber la menor preocupacion. | la paz exterior y la unidad de fa comunidad. Los hombres salen: i piadualmence del estado de rusticidad por propto trabajo, siempre aX Se trate de mantenerlos artificiosamente en es condicién. ig yy CamScanner he i s ditos. Ademds, la minoria d la que ofrece modo de pens: todavia mds h n-tepresentar eb papel- det le edad en cuestioncs religiosas es mayor peligro; también es la mds déshonrosa. Pero el ‘ar de un jefe de Estado que favorece esa libertad llega lejos y comprende que, en lo referente ala legislacién, no 8s peligroso permitir que los stibditos hagan un uso piiblico de la propia Tazén y xpongan puiblicamente al mundo los pensamientos relativos a una concepcién mis perfecta de esa legislacién, la que puede incluir una franca critica a la existente. También en esto damos un brillante ejemplo, Pues ningtin monarca se anticipé al que nosotros honramos. Slo alguien Que por estar ilustrady no teme las sombras yal mismo tiempo, dispone de un cjército numeroso y disciplinado, que les garantiza a los ciudadanos una Paz interior, sdlo él podrd decir algo que No osaria un Estado libre: irazonad tanto como querdis y sobre lo que uerdis, pero obedeced! Se muestra aquf una extrafia y no esperada mar- cha de las cosas humanas; pero si la contemplamos en la amplitud de su trayectoria, todo es en ella paradyjal. Un mayor grado de libertad civil Parecerfa ventajoso para la libertad del espititu del pucblo y sin em bargo, le fija limites infranqueables. Un grado menor, en cambio, le Procura cl ambito para el desenvolvimiento de todas sus facultades. Una vez que la Naturaleza, bajo esti dura cdscara, ha desarrallado la semilla que cuida con extrema ternura, es dec la inclinacisn y dispo- sicidn al libre pensamiento, ese hecho Fepercure gradualmente sobre el modo de sentir del pueblo (con lo cual éste va siendo poco a poco inas ~ capaz de una libertad de obrar) y hasta en los Principios de gobierno, que. | encuentra como provechoso tratar al hombre conforine a su dignida _ Puesto que es algo mas que una maqitina,! ; » TEnel Semanario de Biisching, del 13 de septiembre, leo hoy -30 del mismo me: _-Snuncio de la Revita mensualde Bern, correspondiente a tate nes, gue publ | "Tespuesta del setior Mendelssohn a ta misma cuesti6n. Todavia no me ha llegado } las manos; de otro modo hubiese retrasado mi actual respuesta, que ahor 0 | de ser considerada sino como una prueba de lo mucho que ¢l acuerdo de sedebe‘al azar. Scanned hy CamSeanner

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