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El movimiento cognitivo

La concepción skinereana de un organismo que reacciona pasivamente ante la estimulación


que proviene del mundo externo bajo la perspectiva de la caja negra, fue perdiendo peso en
forma progresiva. Solo se rescató de la propuesta de este autor el aspecto metodológico de
trabajo. Más que pasividad, es actividad con lo que responde el organismo, elaborando la
información, planificando, ejecutando, dentro de un proceso de autorregulación (Sánchez-
Barranco Ruiz, 1996, p. 453):

Incluyendo una actividad tanto conciente como inconciente (aunque no en el sentido


dinámico del psicoanálisis). En tal estado de cosas va abandonándose el concepto de
conducta (behavior) a favor del concepto de actividad, lo que traía consigo el retorno
de la conciencia, o lo mental al campo de la psicología. En todo caso, los intereses
psicológicos se centraron en los procesos cognoscitivos, que Neisser (1979), uno de
los protagonistas del giro cognitivista, concretó en la percepción, el pensamiento, el
juicio, el recuerdo, la memoria y la atención, llegando a conformar estos estudios una
de las grandes orientaciones de la psicología moderna (Ulich, 1989).

Uno de los campos específicos de estudio son los procesos que se llevan a cabo en la
adquisición del conocimiento y el estudio del conocimiento mismo como producto resultante.
Se considera la actividad tanto conciente como inconciente, desde la perspectiva pública
(actividad observable) y privada (actividad interna). La metodología de abordaje para dicho
objeto de estudio es el hipotéticodeductivo experimental, que recurre a una amplia
producción de modelos que se ponen a prueba experimentalmente en el laboratorio de
actividad humana:

(…) puede decirse que bajo el epígrafe de psicología cognitiva se acogen, al menos,
tres perspectivas no claramente integrables: la del procesamiento de la información,
la epistemología genética piagetiana y la histórico-cultural soviética. En cualquiera
de los casos, el pensamiento y el lenguaje ocupan un lugar de privilegio (Sánchez-
Barranco Ruiz, 1996, p. 453).

La perspectiva del procesamiento de la información supone una investigación con sumo rigor
experimental de laboratorio cuya metodología es hipotética deductiva. Se busca el
esclarecimiento de las variables que determinan la conducta humana en forma circular y
sistemática y no al modo lineal estímulo-respuesta.

Existen notables diferencias entre los estudios llevados a cabo entre el animal y el hombre, y
para una mayor comprensión de este, es necesario poder examinar las variables que
intervienen en el interior de esa caja negra, es decir, poder comprender la manera en que el
hombre procesa la información que recibe, cómo la interpreta y qué significa (Sánchez-
Barranco Ruiz, 1996, p. 484):

Parten de la metáfora del ordenador, teniendo consiguientemente en cuenta el


componente que llega al organismo (input) y el que sale de él (output), aunque
situando la clave explicativa del comportamiento en el procesamiento realizado por
los programas internos (software): en efecto, las teorías del procesamiento de la
información suponen, como indica Carpintero (1989), que una conducta está
explicada adecuadamente cuando se posee un programa de ordenador que la simule,
porque los principios abstractos implicados en la construcción del programa serían,
en cierto modo, generalizables al organismo en cuestión, aunque la estructura
material que sirva de soporte (esto es, su hardware) sea diferente.

El progresivo avance en el campo de la informática, la computación y la cibernética


produjeron renovadas investigaciones de laboratorio en el campo de la teoría del
procesamiento de la información. A estas renovaciones se sumaron el enfoque cognitivo-
cultural de Piaget y Vygotski, ofreciendo alternativas superadoras de las visiones
mecanicistas de los primeros cognitivos.

En consideración de estos nuevos aportes, las acciones humanas son entendidas dentro de un
marco cultural bajo una permanente interacción entre el organismo y su medio. Esta
interacción se lleva a cabo en condiciones de suma actividad, adaptación y autorregulación
por parte del funcionamiento mental (Sánchez-Barranco Ruiz, 1996, p. 486):

Fue quedando en claro que no solo procesamos información, sino que construimos la
realidad donde esta información es procesada, seleccionando activamente los inputs
que interesan y creando nuestros propios programas de funcionamiento (…) en todo
lo cual se selecciona la información de forma activa, debido a que intervienen ciertas
motivaciones para ello. Todo ello autoriza a mantener un modelo constructivista que
supera con mucho los anteriores enfoques estáticos y mecánicos.
En forma sintética podríamos decir que lo que le interesa a la psicología cognitiva es el
proceso activo de pensamiento llevado a cabo por un individuo que busca, escoge, almacena,
utiliza, recuerda e interpreta la información proveniente tanto del medio exterior como del
interior.

La terapia cognitiva. Este tipo de terapia se centra básicamente en el examen y la


modificación de las estrategias con que se procesa la información, y que determinan el estado
mental del sujeto, como así también la manera en que se conduce, es decir, sus conductas.
Entran en juego aquí las variables cognitivas como la emoción, imágenes, pensamientos, etc.

Las técnicas terapéuticas de orden cognitivo más generalizadas, tal como nos muestra
Sanchez-Barranco Ruiz (1996) son la terapia racional-emotiva de Ellis, el entrenamiento en
autoinstrucción de Meichenbaun, la terapia cognitiva de Beck y la solución de problemas de
D Zurrilla y Golfried:

La terapia racional trata de cambiar los pensamientos irracionales del sujeto, el


entrenamiento de autoinstrucción persigue que el individuo aprenda a usar ciertas
verbalizaciones que le ayuden a modificar su comportamiento anómalo, mientras que
la terapia cognitiva de Beck se concentra en la corrección de las autoverbalizaciones
y patrones de pensamiento desadaptativos, la solución de problemas enseña al cliente
a reaccionar correctamente ante ciertas cuestiones problemáticas de su vida (p.483).

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