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Grupo de Estudios Sociales sobre Universidad Nacional de Pilar

Paraguay Ñeembucú
IEALC-FSOC Paraguay
Universidad de Buenos Aires, Argentina

Ponencia/línea de investigación presentada en el

XI Taller: “Paraguay desde las Ciencias Sociales”


Pilar. 7, 8 y 9 de junio de 2018
Universidad Nacional de Pilar

Guardias y Presidios de Ñeembucú


Remolinos
1778-1811
Felipe Bengoechea Rolón
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Universidad Nacional de Pilar
fhilippy@yahoo.com

http://grupoparaguay.org/ paraguay@sociales.uba.ar
RESUMEN
Las Guardias y Presidios constituyeron un sistema de defensa para las poblaciones que
se encontraban ubicadas sobre la costa del río Paraguay. Hacia el norte de la Provincia del
Paraguay; en el Chaco Occidental se establecieron Fuertes, en cambio, hacia la región
Oriental; Costa Abajo, se dispuso la creación de Guardias y Presidios con el fin de proteger la
frontera como así también las comarcas y poblaciones vecinas.
Palabras Claves: Guardias, Presidios, Fuertes, Costa Abajo, Comarcas.

INTRODUCCIÓN
Durante la colonia, civiles y religiosos se dedicaron a la fundación de poblaciones. Luego
de la expulsión de los jesuitas, la fundación de pueblos era tratada por el Cabildo de Asunción y
las autoridades que la regían.
Las fundaciones de pueblos eran de gran importancia por el hecho de que con ella se
afianzaban los dominios territoriales de la región y se defendían los intereses de los habitantes
de la Provincia.
Para salvaguardar a los habitantes, era menester contar con un sistema de defensa, para
ese propósito el Cabildo de Asunción dispuso la construcción de fuertes, guardias y presidios en
los pueblos para resguardo de los mismos y otras posibles amenazas a las poblaciones vecinas.
Éstos eran construidos con un propósito bien definido.
La mayoría de los fuertes, guardias y presidios se crearon en la época colonial y se
ubicaban en las inmediaciones del río Paraguay para contener los ataques de los indios que
cruzaban el río para asolar la campaña de la provincia.
Muchos de los pueblos actuales, cuando se fundaron, tuvieron un origen estratégico. Los
pueblos fundados costa abajo, como Remolinos, Curupayty, Humaitá, Pilar, se fundaron con el
propósito de oponer una resistencia a los ataques de los indios chaqueños.
En la zona del Chaco habitaban los mocovíes, los tobas y payaguas, además de los indios
chaqueños, quienes durante la conquista y la colonia, asolaban las comarcas vecinas robando
ganados vacunos, equinos, saqueando y causando cuantos perjuicios podían.
Las guardias y presidios, como también las primeras poblaciones a lo largo de la costa del
río Paraguay cumplieron un papel importante durante la colonia, cual es el de servir de mural
contra los indios y salvaguardar la vida de los habitantes de la región.
En suma, las fundaciones de pueblos tuvieron sus propósitos como así también los fuertes,
guardias y presidios que contribuyeron para resguardo de la población y las comarcas vecinas.
Fundación de Remolinos
Los españoles, a pesar de estar aislados de su madre patria y contando solo con la ayuda
de los nativos del lugar, dispusieron la fundación de pueblos. “Muchos de los pueblos actuales
tuvieron un origen estratégico; nacieron como nucleaciones militares. De esta manera surgió
Concepción, que contuvo a los indios insumisos del norte, y Humaitá y Curupayty, que
desempeñaron idéntico papel en la región sur”.1
Aquí es importante agregar que las tribus chaqueñas tuvieron extraordinaria importancia
en la vida económica de la colonia hasta la época independiente. En esa época, los dominios
del Paraguay provincial en el Chaco iban más al sur del Pilcomayo, hasta el río Bermejo,
“haciendo que los indígenas que vivían en esta zona, entre el Pilcomayo y el Bermejo, tenían
para el Paraguay colonial la misma importancia que las demás que vivían en la región
Oriental porque bastaba que traspusieran el río Paraguay para que su impacto se hiciera sentir
de inmediato”.2

Las tribus que vivían en el Chaco eran los Abipon, los Mocoví y los Tobas, que
pertenecían al grupo étnico guaycurú, término que para los españoles constituía el sinónimo de
“inhumanidad” y “fiereza”. “El grupo étnico guaycurú recorrían toda la zona al sur del río
Pilcomayo, el Bermejo y el Salado, zona del actual Chaco argentino. Los indígenas vivían por
entonces completamente libres. En sus fronteras tenían a las provincias criollas: Salta, Jujuy,
Santiago, Santa Fe, Tucumán, Corrientes y Paraguay”.3
En los documentos de la época, se menciona el paso de Ñeembucú como el paso
frecuentado por los mocoví. “Dicho paso lo usaban para entrar al Paraguay Oriental y en 1748
no sólo invadieron la Región Oriental del país por este paso con sus malones, sino también por
el paso de Pary, más al norte, atacando las estancias en el mismo barrio de Lambaré y
llevándose 48 cautivos que nunca fueron recuperados”.4
Viendo estos continuos ataques de los mocoví, “el gobernador Agustín Fernando de
Pinedo, en 1776, fundó una población criolla, también con la finalidad de colonizar y tener una
guardia de milicias permanentes en el sur; fue la llamada Remolinos que hoy se llama Villa
Franca y que, durante el gobierno de Carlos Antonio López, llegó a tener un gran auge
económico”.5

1
González, 1948, p. 121.
2
Susnik, 1983, p. 115.
3
Susnik, 1983, p. 116.
4
Susnik, 1983, p. 122.
5
Susnik, 1983, p. 122.
De acuerdo al informe del Cabildo de fecha 1º de julio de 1776, el gobernador Pinedo con
los diputados encargados de buscar un lugar conveniente para establecer una población,
manifestaron que “es conveniente al servicio de Su Majestad se pueble esta costa de gente
española, único remedio para contener a los infieles el tránsito a estos distritos y principalmente
a los famosos campos de Tebicuary y sus comarcas”.6
Las mercedes de tierras que el Cabildo consideró conveniente que el gobernador conceda,
estaba condicionado para que una vez que la población construyan sus casas, éstas sirvan de
antemural contra los indios.
En 1776, al principio de la fundación de Remolinos, acudieron allí solamente 80
pobladores.
Los ataques ocasionados por los indios del Chaco, llevaron al gobernador Pinedo y otros
gobernadores en la necesidad de “establecer para los mocovís una reducción en la banda
chaqueña del río Paraguay y de esa forma, pactar la paz con ellos para que ya no ataquen la
Provincia del Paraguay y dejándoles libres de hacer lo que quisieran con las demás
provincias”7. La reducción de los mocoví, como así también las otras etnias que vivían en el
Chaco, influyeron sobremanera en la vida de los primeros habitantes de Remolinos y toda la
comarca vecina, es decir, Pilar, Humaitá, Curupayty, en donde perpetraban robos, asaltos y
muertes sin contemplación alguna. A tal efecto, los gobernadores establecieron la creación de
fuertes, guardias y presidios para defensa de la población.

Guardias y Presidios de Costa Abajo


Simultáneamente a la constitución de pueblos, se establecieron guardias, presidios y
fuertes en lugares estratégicos con el propósito de contener la ocupación clandestina de los
portugueses, luego la de los brasileros, de los indígenas chaqueños preferentemente y de los
argentinos.
Según el diccionario de la Lengua Castellana de 1737, el presidio es “la guarnición de
soldados que se pone en las plazas, castillos y fortalezas para su guardia y custodia”, en un
informe al rey de 14 de septiembre de 1743, el obispo José Cayetano Paravicino ubicaba esta
definición en la realidad paraguaya, y caracterizaba los presidios como “unas chozas cubiertas
de paja y las paredes de cañizo embarrado que las circundan unos palos en bruto clavados en
tierra sin otra fortaleza ni defensa que a poco tiempo se arruinarán”.8

6
Viola, 1992, p. 113.
7
Susnik, 1983, p. 123.
8
Telesca, 2010, p. 32.
Los presidios erigidos Costa Abajo fueron: Mocaipirá, Ybiocá, Yundiay, Naranjay,
Aguatapé, Sanandi, Herradura, San Antonio.9 “Estos presidios (entiéndase fortines y no, lugar
de reclusión) habían sido fundados de acuerdo a una representación del Cabildo de Asunción
al Gobernador Intendente Don Joaquín Alós y Brú, por los vecinos de Asunción, mediante la
contribución de miles de cabezas de ganado vacuno y otros bienes”.10
Los Fuertes, Presidios y Guardias, incesantemente se reparaban. La mayoría de los
Fuertes “se habían construido con piedras, ladrillos y cal. En cambio, los cuarteles y guardias
empleaban tacuaras, tacuarillas, paja y barro en la composición de sus edificios, y como estos
materiales eran muy poco resistentes a la lluvia, al calor, a la humedad y a los insectos, tenían
corto tiempo de vida útil. Por esa razón eran reparados o reconstruidos constantemente”.11
En las guardias o presidios vecinos “no se cumplían en su totalidad el servicio de las
guardias. El servicio militar obligatorio y gratuito, impuesta a una parte de la población
masculina, despojada de tiempo para dedicarse a sus actividades particulares”.12
Hubo guardias y presidios desde Asunción hasta Ñeembucú, Costa Abajo como reza en
los documentos de la época, para seguridad de la frontera y de las poblaciones vecinas
constituidos en esas zonas. Algunos de éstos contaban con escasos recursos en relación a
pertrechos y otros en dotación de milicianos para defensa de la región. Sin embargo,
realizaban vigilancia de las costas y de los pasos que se encontraban en la zona en vista de las
entradas y de las incursiones que realizaban los indios del Chaco.

Características de las Guardias y Presidios


Las dotaciones con que contaban las Guardias, resultaba difícil vigilar toda la Costa y
las poblaciones, los Pasos eran frecuentemente vigilados en época de bajante del río, ya que
esos pasos eran usados por los indios para realizar incursiones en las poblaciones cercanas
realizando cuanto perjuicio puedan ocasionar en ellas. Además se puede constatar que toda la
costa estaba despoblada, las estancias estaban abandonadas por lo que era necesario poblar la
costa, de esta forma para proteger a las comarcas vecinas y sirviendo de antemural contra los
indios chaqueños.
Es importante resaltar las consecuencias sociales que tuvo en la provincia la permanente
y obligatoria asistencia a estos presidios por parte de la población masculina. En uno de los
documentos de la época, se menciona que “Todos los vecinos están obligados a la defensa

9
A.N.A. S.H. Vol. 405. f.8. 1780-1809.
10
Viola, 2004, p. 77.
11
Viola, 2004, p. 82.
12
Viola, 2004, p. 87.
común como lo declara S.M. en su Reglamento tanto más dirigiéndose a la conservación de
sus personas y bienes”. 13 Las guarniciones con la ayuda de la población vigilaban y
resguardaban la costa en Ñeembucú. La mayor parte de la población pasaba casi todo su
tiempo defendiendo los presidios que se levantaban en las fronteras de la provincia, tanto río
arriba como río abajo. Además de colaborar con su servicio, debían hacerlo con sus armas –
quienes las tuviesen – y con sus provisiones para mantenerse mientras hacían dichas guardias.
Para una ilustración mejor respecto a las guardias y los días cumplidos en ella por los
soldados, en una misiva enviada por Fulgencio Pereira al Gobernador, menciona “el estado
que manifiestan las Guardias que guarnece el 1er. Regimiento de Costa Abajo con el número
de soldados que las cubren y los días que se emplean en ella”.14

Guardias por su orden Números de soldados Días


La de la Capital 36 8
Lambaré 8 8
San Antonio 8 8
Villeta 8 8
Angostura 8 8
Mocaipirá 8 8
Ybiocá su Fortín 6 8
Yundiay 8 8
Lobato su Fortín 6 8
Remolinos 20 30
Herradura 18 30
Su Fortín 6 30
Tacuaras 10 8
Su Fortín 9 8
La de la Villa de Ñeembucú 12 8
La del Boquerón 10 8

Fundar y sostener las villas y fuertes del Paraguay, representaban un sacrificio sin igual
que insumía vidas y riquezas.
Las guardias y presidios constituyeron una defensa a las poblaciones ubicadas en las
fronteras y en las costas del río Paraguay.

Asaltos y Robos de los Indios del Chaco. Sus Consecuencias.


Las poblaciones ubicadas Costa Abajo y comarcas vecinas, eran asechadas
constantemente por los indios del Chaco, especialmente los que se encontraban en la
reducción de Remolinos, quienes conjuntamente con los tobas realizan robos y muertes en la

13
A.N.A. S.H. Nº 86. f.10. Colección Río Branco. 1805.
14
A.N.A. S.H. Nº 86. f.32. Colección Río Branco. 1805.
villa y estancias quitándoles los pocos animales que tienen los pobladores, que son usados
para su subsistencia diaria, haciendo imposible permanecer en sus tierras ya que eran
despojados de cuanto tenían, dejándolos inmersos en la miseria. Las autoridades de la
reducción y de la villa de Remolinos realizaban sus reclamos al gobernador, sin embargo,
todas medidas propuestas para contener a los indios resultaban nulas porque éstos hacían caso
omiso a lo ordenado por el gobernador.
En la reducción de San Francisco Solano de Remolinos estaban asentados los grupos
mocoví, ubicado frente al otro Remolinos que se encontraba en la ribera oriental del río
Paraguay. Estos indios de la reducción constantemente realizaban asaltos y robos en las
poblaciones vecinas, sus incursiones llegaban hasta Curupayty, Santa Fe, y otras ciudades que
eran víctimas de sus ataques, saqueos y muertes.
Los indios tobas realizaban robos de ganados de Curupayty y de Ñeembucú. Así lo
manifestaba un “observador del cacique Carapé de la reducción de Remolinos, en un
reconocimiento realizado costa abajo hacia las naciones tobas, en busca de ganados vacunos
para llevar a la reducción”.15
Además de las naciones tobas que robaban ganados vacunos, los indios de la reducción
de remolinos, los mocovíes, “robaban ganados de la estancia del Rey de Surubi´í”. 16 “Los
indios de la reducción pasan hacia la villa de Remolinos “robando ganado de diferentes
marcas”. 17 No solo en las poblaciones vecinas los indios tobas atacaban y robaban,
también se adentraban hacia la zona chaqueña de Tucumán y Santa Fe para robar y hacer
cuantas maldades puedan a las comarcas de la zona.
La existencia de ganado de diversas especies en las estancias que se iban estableciendo
atraía los asaltos de los aborígenes, en especial en la época de estiaje. Se sumaba a este
peligro la poca cantidad de habitantes con que contaba la villa de Remolinos y sus
alrededores, la escasez de armas de fuego, y la poca o ninguna cantidad de proyectiles.
Los perjuicios ocasionados por los indios eran tales que resultó infructuoso todas medidas
para evitar que los indios de la reducción sigan cometiendo asaltos, robos y muertes que
comprende la zona de Remolinos y otras comarcas vecinas. Las pérdidas para los pobladores,
dueños de estancias y milicianos eran cuantiosas, cuyas consecuencias peligraba el abandono de
sus estancias y de sus casas para volver a Asunción, por los perjuicios ocasionados en sus
propiedades, no resultando efectivas las medidas y ordenanzas impuestas por el gobernador.

15
A.N.A. S.H. 1780-1809. Nº 2. f. 1.
16
A.N.A. S.H. 1780-1809. Nº 2. f. 2.
17
A.N.A. S.H. 1780-1809. Nº 2. f. 46.
Las principales causas de los ataques y robos de los indígenas “es a consecuencia de la
escasa población española radicada en las costas de Remolinos y la poca cantidad de armas
que tenían los moradores”.18

Características de los Indios del Chaco


Los mocoví, se caracterizaron “por un fuerte espíritu guerrero, enardecido por la
posesión de caballos desde aproximadamente mediados del siglo XVII; esto le permitió
realizar operaciones masivas – en forma de malones – contra los centros coloniales que
rodeaban al Chaco”. Estos pueblos “eran en un principio gente de pie y con la
muchedumbre de caballos que han robado se han hecho fuertes jinetes”. 19
Durante los enfrentamientos que realizaron los españoles del litoral argentino contra los
indígenas del Chaco, llevaron de alguna manera al español a realizar observaciones más
minuciosas respecto a los líderes, especialmente los del grupo guaycurú. Es importante
desatacar el testimonio hecho por Lozano, refiriéndose a un jefe mocoví, “que había ejecutado
estragos en la frontera”, agregaba que “en la realidad era indio valiente, astuto y sagaz”. 20
El espionaje resultaba ser un procedimiento muy utilizado por los indígenas, “es de
suponer que tales tareas, por le riesgo que implicaban, les fueran adjudicados a aquellos
hombres que por su arrojo y decisión ostentaban la categoría de jefes”.21
Los tobas sin embargo, “su táctica fue luchar contra el grupo abipón coligados con los
mocoví, haciendo sus grandes asaltos, llegando hasta Campo Grande y penetrando no por el paso
de Ñeembucú sino un poco más al sur de la desembocadura del Pilcomayo al río Paraguay.”22
“Entraban al Paraguay oriental y allí comenzaban sus malones, asaltos y robos buscando el toba
fundamentalmente el caballar, para la caza y el algarrobal. No se interesaban tanto en el ganado
vacuno como en el caballar, excepto que fuera para hacer buenos trueques con los criollos”.23
Los indios abipón cuando realizaban sus expediciones, cada guerrero necesitaba de 5 o 6
caballos. “La posesión del ganado vacuno era indispensable para sus nuevas pautas adoptivas de
cultura. Es notable que estos grupos no consumían sus propias reses sino que las utilizaban para
negociar trayéndolas para trueque a Santa Fe, a Corrientes o incluso a Asunción, donde los
criollos, aun sabiendo que el ganado era robado, se prestaban a realizar estos trueques”.24

18
Viola, 2004, p. 93.
19
Vitar, 1991, p. 252.
20
Vitar, 1991, p. 269.
21
Vitar, 1991, p. 267.
22
Vitar, 1991, p. 267.
23
Vitar, 1991, p. 267.
24
Vitar, 1991, p. 267.
Reducción de San Francisco Solano de los Remolinos
El Gobernador Pinedo había establecido una Reducción en la banda chaqueña del río
Paraguay denominado “Reducción de San Francisco Solano de los Remolinos, que se formó
en el año 1776 con los indios mocovíes, estaba ubicada casi enfrente al pueblo de Remolinos.
La distancia existente entre la villa de los Remolinos y la Reducción de indios mocovíes era
de tres leguas”.25
Para asegurar esa Reducción, el “Cabildo pidió al Gobernador Intendente que una
partida de cincuenta soldados con sus oficiales se estableciera en la Reducción, en donde se
debía construir una guardia”.26
Por medio de una carta enviada al Gobernador Intendente por los Comandantes de la
villa de Remolinos y los oficiales de plana mayor, se puede constatar los perjuicios
ocasionados por los indios de la Reducción y la poca subordinación a las autoridades, en tal
sentido, las autoridades de la villa manifestaban en relación a los indios de la Reducción que
“cuando la Reducción fue fundada en el Gobierno de Don Agustín Fernando de Pinedo, hasta
hoy que se cuenta 1807, y en los términos de tantos años no ha de ver un indio quien sepa
ayudar en misa, ni ellos quieren seguir la ley cristiana, más inclinadas están a la infidelidad
que a la cristiandad, ellos no se dedican en otra cosa más que a los daños y perjuicios
nuestros”.27
Desde su fundación, el nuevo asiento de la Reducción, funcionó mal y precariamente.
Los mocovíes mostraban poco interés en la reducción y los jesuitas tampoco pudieron
apoyarlos porque ya habían sido expulsados del Paraguay, de modo que solamente había allí
un cura doctrinero, sea franciscano o dominico.
Con la Reducción de los mocovíes en la Reducción de Remolinos, se inició también
para ellos un proceso de fragmentación social y de desintegración. “Posteriormente, en la
época independiente, el Dr. Francia creó una serie de fuertes y fortines, como Formosa, Fuerte
Santa Elena, Fuerte Santa Clara, etc., entre el Tebicuary y la desembocadura del Bermejo en
el Paraná, que era hasta entonces donde llegaban las fronteras del Paraguay por esa época”.28
Sin embargo, todos estos fuertes tenían ya un carácter más bien provisorio porque,
prácticamente ya en aquella época, ni los mocovíes ni los abipon practicaban ya más sus
asaltos.

25
Viola, 1992, p. 118.
26
Viola, 2004, p. 92.
27
A.N.A. S.H. Nº 115. f. 13. Colección Río Branco. 1807-1808.
28
Susnik, 1983, p. 124.
REFLEXIÓN FINAL
Los Fuertes, Guardias y Presidios cumplieron un papel fundamental durante la colonia
salvaguardando la población y la frontera de la Provincia del Paraguay.
Una vez realizada la fundación de un pueblo, se establecían sistemas de defensa como
los fuertes, guardias y presidios para resguardo de la población y las comarcas aledañas de las
incursiones hostiles por parte de los indios del Chaco especialmente, ya que éstos
continuamente asolaban las poblaciones ubicadas sobre el río Paraguay.
En la zona de Remolinos, en la región Oriental, estaban asentados los mocoví, tobas y
abipon en el Chaco.
Los presidios y guardias establecidos en Costa Abajo, realizaban vigilancias constantes
en los pasos por donde los indios pasaban hacia Ñeembucú.
Las poblaciones se encontraban dispersas, esto dificultaba aún más para las guardias y
presidios para su defensa. Aunando esfuerzos, tanto la población, dueños de estancias,
conjuntamente con los regimientos de las guardias y presidios se establecía un sistema de
defensa contra las posibles incursiones de los indios del Chaco.
En toda la zona del Ñeembucú, los mocoví, tobas y abipon realizaban robos de ganado
y caballar. Los gobernadores dispusieron varias medidas para contener a los indios del Chaco,
sin embargo, éstos no fueron oídos por los caciques ni por los indios de la Reducción de
Remolinos. Una de las medidas del gobernador para contener a los indios fue fundar un
pueblo en la zona del Chaco, por lo que se determinó fundar Remolinos para de esa forma “se
pueble esta costa de gente española único remedio para contener a los infieles el tránsito a
estos distritos y principalmente a los famosos campos de Tebicuary y sus comarcas”.
Los indios del Chaco influyeron de alguna manera en la vida de los habitantes de Costa
Abajo. Una de las causas de los ataques de los indios fueron los establecimientos de estancias,
donde robaban ganados que eran destinados preferentemente para el sustento de los
regimientos de las guardias y presidios.
De alguna manera con el establecimiento de defensa como los Fuertes, Guardias y
Presidios se contenían los ataques de los guaycurú. Varias Guardias y Presidios se establecieron
a lo largo de la costa del río Paraguay. Sin embargo, con los escasos recursos de que disponían;
hombres y pertrechos de guerra, y por las poblaciones dispersas, resultaba difícil realizar un
control de los pasos y costa de la zona donde estaban ubicadas las poblaciones ribereñas por lo
que, las poblaciones también tenían que ayudar para la defensa de los mismos, además los
dueños de estancias, capataces y peones tenían la obligación de contar con armas de fuego para
defensa de la población contra los malones de los indígenas que habitaban el Chaco.
FUENTES CONSULTADAS
A.N.A. Colección Río Branco.
GONZÁLEZ, Natalicio J. Proceso y Formación de la Cultura Paraguaya. Tomo I.
Editorial Guarania. Paraguay-Asunción. 1948.
SUSNIK, Branislava. El Rol de los Indígenas en la Formación y en la Vivencia
del Paraguay. Instituto Paraguayo de Estudios Nacionales. I.P.E.N. Tomo II. Asunción-
Paraguay. 1983.
TELESCA, Ignacio. Mujer, Honor y Afrodescendientes en Paraguay a Fines de
la Colonia. Revistas. América Sin Nombre, 2010. Nº 15.
VIOLA, Alfredo. Presidios y Cuarteles. Anuario de la Academia Paraguay de
Historia. Vol. XLIV. Asunción-Paraguay. 2004.
VIOLA, Alfredo. Villa de Nuestra Señora del Rosario de los Remolinos después
llamada Villa Franca. Anuario de la Academia Paraguay de Historia. Vol. XXIX. Asunción-
Paraguay. 1992.
VITAR, Beatriz. Las Relaciones entre los Indígenas y el Mundo Colonial en un Espacio
Conflictivo: la Frontera Tucumano-Chaqueña en el Siglo XVIII. Revista Española de
Antropología Americana, 21, 243-278. Año, 1991.

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