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El cromo es un elemento químico de número atómico 24 que se encuentra en el grupo 6

de la tabla periódica de los elementos. Su símbolo es Cr. Es un metal que se emplea


especialmente en metalurgia. Su nombre cromo (derivado del griego chroma, ‘color’)
se debe a los distintos colores que presentan sus compuestos.

Índice
1 Características principales
2 Aplicaciones
3 Historia
4 Compuestos
5 Papel biológico
6 Abundancia y obtención
7 Producción mundial
8 Isótopos
9 Precauciones
10 Toxicología
10.1 Introducción
10.2 Toxocinética
10.3 Efectos en humanos
10.4 Mecanismo de acción
10.5 Exposición al cromo y fuentes en la naturaleza
11 Referencias
12 Enlaces externos
Características principales

Cromo puro
El cromo es un metal de transición duro, frágil, color blanco agrisado y brillante.
Es muy resistente frente a la corrosión.

Su estado de oxidación más alto es el +6, aunque estos compuestos son muy
oxidantes. Los estados de oxidación +4 y +5 son poco frecuentes, mientras que los
estados más estables son +2 y +3. También es posible obtener compuestos en los que
el cromo está presente en estados de oxidación más bajos, pero son bastante raros.

Aplicaciones
El cromo se utiliza principalmente en metalurgia para aportar resistencia a la
corrosión y un acabado brillante.
En aleaciones, por ejemplo, el acero inoxidable es aquel que contiene más del 12%
de cromo, aunque las propiedades antioxidantes del cromo empiezan a notarse a
partir del 5% de concentración. Además tiene un efecto alfágeno, es decir, abre el
campo de la ferrita y lo fija.
En procesos de cromado (depositar una capa protectora mediante electrodeposición).
También se utiliza en el anodizado del aluminio.
En pinturas cromadas como tratamiento antioxidante
Sus cromatos (cromato de plomo) y óxidos (óxido de cromo III o verde de cromo) se
emplean en colorantes y pinturas. En general, sus sales se emplean, debido a sus
variados colores, como mordientes.
El dicromato de potasio (K2Cr2O7) es un reactivo químico que se emplea en la
limpieza de material de vidrio de laboratorio y, en análisis volumétricos, como
agente valorante.
Es común el uso del cromo y de alguno de sus óxidos como catalizadores, por
ejemplo, en la síntesis de amoníaco (NH3).
El mineral cromita (Cr2O3·FeO) se emplea en moldes para la fabricación de ladrillos
(en general, para fabricar materiales refractarios). Con todo, una buena parte de
la cromita consumida se emplea para obtener cromo o aleaciones.
En el curtido del cuero es frecuente emplear el denominado «curtido al cromo» en el
que se emplea hidroxisulfato de cromo (III) (Cr(OH)(SO4)).
Para preservar la madera se suelen utilizar sustancias químicas que se fijan a la
madera protegiéndola. Entre estas sustancias se emplea óxido de cromo (VI) (CrO3).
Cuando en el corindón (α-Al2O3) se sustituyen algunos iones de aluminio por iones
de cromo se obtiene el rubí; esta gema se puede emplear, por ejemplo, en láseres.
El dióxido de cromo (CrO2) se emplea para fabricar las cintas magnéticas empleadas
en las casetes, dando mejores resultados que con óxido de hierro (III) (Fe2O3)
debido a que presentan una mayor coercitividad.
Historia

Óxido de cromo
En 1766, el mineralogista alemán Johann Gottlob Lehmann analizó un mineral de color
anaranjado rojizo conocido como plomo rojo de Siberia. Pudo determinar que contenía
plomo y algún otro elemento, que finalmente no pudo descubrir ya que murió al año
siguiente. El mineral molido resultaba ser muy útil en pinturas debido a sus
propiedades de estabilidad como pigmento. Esta aplicación se extendió con rapidez,
por ejemplo, se puso de moda un amarillo brillante, el amarillo de cromo, obtenido
a partir de la crocoíta. Además los ejemplares con cristales de buena calidad eran
muy apreciados por los coleccionistas.1

En 1797 el químico francés Louis Nicolas Vauquelin obtuvo muestras del mineral, y
mediante tratamiento con carbonato potásico fue capaz de precipitar el plomo
manteniendo en disolución una sustancia desconocida que daba sales coloreados con
otros metales. Posteriormente preparó el óxido de ese elemento, y en 1798 descubrió
que se podía aislar cromo metálico calentando el óxido con carbón en polvo. Lo
llamó cromo (del griego χρῶμα, chrōma, "color") debido a los distintos colores que
presentan sus compuestos. También pudo detectar trazas de cromo en gemas preciosas,
como por ejemplo, en rubíes y esmeraldas.1

El cromo se empleó principalmente en pinturas y otras aplicaciones hasta que, a


finales del siglo XIX, se empleó como aditivo en aceros. Este uso no se extendió
hasta principios del siglo XX, cuando se comenzó a obtener cromo metálico mediante
aluminotermia. Actualmente en torno a un 85% del cromo se utiliza en aleaciones
metálicas.

Según un estudio arqueológico sobre las armas que usó el ejército de Qin, datadas
hacia los años 210 a. C., se descubrió que estaban recubiertas de cromo. Aunque
probablemente se trate de una simple contaminación con minerales naturales de cromo
tras estar enterrados tantos siglos, algunos investigadores piensan que los chinos
desarrollaron las tecnologías suficientes como para producir un baño de cromo sobre
algunos metales.2

Compuestos
El dicromato de potasio, K2Cr2O7, es un oxidante enérgico y se utiliza para limpiar
material de vidrio de laboratorio de cualquier resto orgánico que pueda contener.

El «verde de cromo» (es el óxido de cromo (III), Cr2O3) es un pigmento que se


emplea, por ejemplo, en pinturas esmaltadas y en la coloración de vidrios. El
«amarillo de cromo» (cromato de plomo, PbCrO4) también se utiliza como pigmento.

También el cromo se encuentra en el dicromato de hierro (II) FeCr2O7, en estado


mineral.[cita requerida]

No se encuentran en la naturaleza ni el ácido crómico ni el dicrómico, pero sus


aniones se encuentran en una amplia variedad de compuestos. El trióxido de cromo,
CrO3, el que sería el anhídrido del ácido crómico, se vende industrialmente como
«ácido crómico». Empleado como uno de los componentes del proceso de los baños de
cromado.

Papel biológico
En principio se considera al cromo (en su estado de oxidación +3) un elemento
esencial, aunque no se conocen con exactitud sus funciones. Parece participar en el
metabolismo de los lípidos, en el de los hidratos de carbono, así como otras
funciones.

Se ha observado que algunos de sus complejos parecen potenciar la acción de la


insulina, por lo que se les ha denominado «factor de tolerancia a la glucosa»;
debido a esta relación con la acción de la insulina, la ausencia de cromo provoca
una intolerancia a la glucosa, y esta ausencia, la aparición de diversos problemas.

No se ha encontrado ninguna metaloproteína con actividad biológica que contenga


cromo y por lo tanto no se ha podido explicar cómo actúa.

Por otra parte, los compuestos de cromo en el estado de oxidación +6 son muy
oxidantes y carcinógenos.

La cantidad diaria recomendada de cromo es de 50-200 μg/día.3

Abundancia y obtención
Se obtiene cromo a partir de la cromita (FeCr2O4). La cromita se obtiene
comercialmente calentando a la cromadora en presencia de aluminio o silicio
(mediante un proceso de reducción). Aproximadamente la mitad de las cromitas se
extraen de Sudáfrica. También se obtienen en grandes cantidades en Kazajistán,
India y Turquía

Los depósitos aún sin explotar son abundantes, pero están geográficamente
concentrados en Kazajistán y el sur de África.

Aproximadamente se produjeron en 2000 quince millones de toneladas de cromita, de


la cual la mayor parte se emplea para aleaciones inoxidables (cerca del 70 por
ciento), por ejemplo para obtener ferrocromo (una aleación de cromo y hierro, con
algo de carbono, los aceros inoxidables dependen del cromo, y su óxido protector).
Otra parte (el 15%, aproximadamente) se emplea directamente como material
refractario y, el resto, en la industria química para obtener diferentes compuestos
de cromo.

Se han descubierto depósitos de cromo metal, aunque son poco abundantes; en una
mina rusa (Udachnaya) se producen muestras del metal, en donde el ambiente reductor
ha facilitado la producción de diamantes y cromo elemental.

Producción mundial
Datos disponibles de la producción mundial de cromo en 2019, en miles de toneladas
por año :4

Puesto País Miles de toneladas


1 Bandera de Sudáfrica Sudáfrica 16395
2 Bandera de Turquía Turquía 10000
3 Bandera de Kazajistán Kazajistán 6700
4 Bandera de la India India 4139
5 Bandera de Finlandia Finlandia 2415
Bandera de Brasil Brasil 200 5
Todo el mundo otros 4910
Isótopos
Se han caracterizado 19 radioisótopos, siendo el más estable el cromo-50 con un
periodo de semidesintegración de más de 1,8 × 1017 años, seguido del cromo-51 con
uno de 27,7025 días. El resto tiene periodos de semidesintegración de menos de 24
horas, la mayoría de menos de un minuto. Este elemento también tiene dos
metaestados.

El peso atómico de los isótopos del cromo va desde 43 uma (cromo-43) a 67 uma
(cromo-67). El primer modo de decaimiento antes del isótopo estable más abundante,
el cromo-52, es la captura electrónica, mientras que después de este, es la
desintegración beta.

El cromo-53 es el producto de decaimiento del manganeso-53. Los contenidos


isotópicos en cromo están relacionados con los de manganeso, lo que se emplea en
geología. Las relaciones isotópicas de Mn-Cr refuerzan la evidencia de aluminio-26
y paladio-107 en los comienzos del Sistema Solar. Las variaciones en las relaciones
de cromo-53/cromo-52 y Mn/Cr en algunos meteoritos indican una relación inicial de
53Mn/55Mn que sugiere que las relaciones isótópicas de Mn-Cr resultan del
decaimiento in situ de 53Mn en cuerpos planetarios diferenciados. Por lo tanto, el
53Cr da una evidencia adicional de procesos nucleosintéticos justo antes de la
coalescencia del Sistema Solar.

Precauciones
Generalmente, no se considera que el cromo metal y los compuestos de cromo (III)
sean especialmente un riesgo para la salud; se trata de un elemento esencial para
el ser humano, pero en altas concentraciones resulta tóxico.

Los compuestos de cromo (VI) son tóxicos si son ingeridos, siendo la dosis letal de
unos pocos gramos. En niveles no letales, el Cr (VI) es cancerígeno. La mayoría de
los compuestos de cromo (VI) irritan los ojos, la piel y las mucosas. La exposición
crónica a compuestos de cromo (VI) puede provocar daños permanentes en los ojos.

La Organización Mundial de la Salud (O. M. S.) recomienda desde 1958 una


concentración máxima de 0,05 mg de cromo por litro (VI) en el agua de consumo. Este
valor se ha revisado en nuevos estudios sobre sus efectos en la salud, pero ha
permanecido constante.

Toxicología
Introducción
El cromo, principalmente en forma de aleaciones y sales solubles del ion Cr [VI],
ha sido utilizado ampliamente en industria durante más de un siglo. La experiencia
ha demostrado que el cromo, en exposiciones excesivas, puede actuar como irritante
cutáneo, como carcinógeno y como alérgeno en el ser humano. El Cr [VI] es aceptado
como el principal responsable de las respuestas tóxicas mientras que los compuestos
de Cr [III] han sido relacionados como irritantes pero no como carcinógenos o
alérgenos.

Toxocinética
• Compuestos de Cr [III] Las sales de Cr [III] se absorben muy poco tras una
exposición oral, tópica o inhalatoria. Es muy poco permeable e incluso a pH
fisiológico en disolución acuosa se hidroliza y precipita, acumulándose
posteriormente en los sitios de unión a cationes de la membrana celular.

• Compuestos de Cr[VI] Se absorbe el 10% por vía oral y por vía inhalatoria se ha
demostrado su absorción pero no se conoce con exactitud en qué grado ya que depende
de la solubilidad de los distintos compuestos de Cr [VI]. Existe una reducción
significativa de la eficacia de los macrófagos pulmonares para reducir el Cr [VI]
en fumadores. El Cr [VI] en sangre se transporta selectivamente en eritrocitos, es
reducido y se une a la hemoglobina. A pH corporal atraviesa las membranas celulares
vía band 3 protein, la cual transporta también aniones sulfato y fosfato.6

Efectos en humanos
Exposición aguda

En adultos, la dosis oral mortífera se considera que es 50-70 mg. de cromatos


solubles por kilogramo de peso. Absorción intestinal. Los efectos clínicos de una
intoxicación aguda son vómitos, diarrea, hemorragia en el tracto gastrointestinal
provocando un shock cardiovascular. Las secuelas de la exposición aguda son
necrosis hepática y renal.

Exposición dérmica

En exposición dérmica se han detectado úlceras crónicas y dermatitis irritativa


aguda. También se ha descrito dermatitis alérgica de contacto. En la exposición
cutánea, sobre todo para el Cr[III], se ha informado de mecanismo el Cr [IV] entra
en la célula y es reducido a Cr [III] y es este el que se conjuga con las proteínas
formando así el antígeno completo que inicia la reacción alérgica.

Exposición inhalatoria

La vía inhalatoria representa la vía de exposición más peligrosa de los compuestos


de Cr [IV] sobre todo para efectos a largo plazo, estos ocurren cuando los
mecanismos de defensa específicos del tracto respiratorio y los mecanismos de
reducción local son sobrepasados por la cantidad de metal. Si la exposición es
respiratoria se produce una marcada irritación en el tracto respiratorio. También
se han descrito ulceraciones y perforaciones del tabique nasal. Se ha relacionado
con cáncer senonasal y pulmonar. La inhalación de cromo hexavalente también puede
dar lugar a cáncer de hueso, próstata, estómago, riñón y vejiga urinaria además de
en el sistema hematopoyético. Se han informado de casos de rinitis, broncoespasmo y
neumonía en exposición laboral.

Hepatotoxicidad

Múltiples publicaciones han llegado a la conclusión que el Cr VI es potencialmente


hepatotóxico. Su toxicidad se basa en la disminución significativa de moléculas
antioxidantes como el glutatión, vitamina C, así como de la actividad de las
enzimas antioxidantes glutatión peroxidasa y superóxido dismutasa. También se
sugiere que el cromo induce daño tisular provocando la pérdida de la viabilidad de
los hepatocitos y que puede acumularse en el tejido hepático.7

Nefrotoxicidad

El cromo puede provocar daños a nivel renal mediante mecanismos de lesión oxidante
causando necrosis tubular aguda. El cromo causa una proteinuria severa en forma
progresiva seguida por poliuria y glucosuria y se sugiere que la toxicidad del
dicromato se debe a su influencia en el funcionamiento del túbulo proximal.

Mecanismo de acción
Las sales de Cr [VI] producen daño en el ADN, mutaciones genéticas, intercambio
entre cromátidas hermanas, aberraciones cromosómicas, transformaciones celulares y
mutaciones letales. Esto no ocurre con el Cr [III]. Los compuestos generados
durante la reducción de Cromo hexavalente se han relacionado con la genotoxicidad.
Agentes reductores implicados son la cisteína y el glutatión. Los radicales libres
de oxígeno generados por reacciones mediadas por el cromo activan la transcripción
de NF-kB, el cual es un activador crítico de genes involucrados con la inflamación,
inmunidad y apoptosis.8

Exposición al cromo y fuentes en la naturaleza


La presencia de cromo hexavalente en la naturaleza es debida principalmente a la
actividad industrial pudiendo pasar este al aire, al agua o quedar en forma de
sedimentos. La principal fuente industrial de cromo es la cromita mineral. Los
cromatos son producidos por procesos de fundición, tostado y extracción. El
ferrocromo es utilizado en la producción de acero inoxidable y otras aleaciones.
Así mismo, los compuestos de cromo son utilizados en enchapado, curtido de cuero,
fabricación de colorantes y pigmentos, utensilios de cocina y como conservantes de
la madera.9

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