Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
EXPLICACIONES FALLIDAS
Si en algunos ámbitos el psicoanálisis se ha mostrado fructífero, tampoco faltan casos en
los que la aplicación indiscriminada o no contrastada de sus tesis ha tenido
consecuencias negativas, cuando no contraproducentes.
El caso más llamativo es el del autismo. El psicoanálisis, al aplicar sus tesis sobre el
desarrollo infantil, partía de la idea de que el trastorno autista era provocado por el estilo
de crianza de los padres, lo que llevó a la creación del mito de la «madre nevera». De
esta manera, trataba de dar por demostrada una hipótesis que, sin embargo, Leo Kanner
(descubridor del trastorno) había descartado en su artículo de 1943:
«No es fácil evaluar el hecho de que todas nuestras pacientes procedan de padres muy
inteligentes. (…) Otro hecho destaca prominentemente: en todo el grupo hay muy pocos
padres y madres realmente cálidos (…). Surge la pregunta de si, o hasta qué punto, este
hecho ha contribuido a la condición de sus hijos. La soledad de los niños desde el
nacimiento hace difícil atribuir el cuadro general exclusivamente al tipo de relaciones
parentales tempranas con nuestros pacientes. Por tanto, debemos asumir que estos niños
han llegado al mundo con una incapacidad innata para formar el contacto afectivo normal
con las personas biológicamente proporcionado, al igual que otros nacen con deficiencias
intelectuales o físicas innatas.» Kanner, L. (1943): 'Autistic disturbances of affective
contact.' Nervous Child, 2.
En contra de esta tesis, la interpretación psicoanalista se impuso, dando lugar a la
práctica de crear centros para recluir a los niños y apartarlos de sus padres, aplicando
terapias de muy dudosa eficacia, y creando serios problemas de autoinculpación en
padres y madres.
Las investigaciones científicas posteriores evidenciaron la falsedad de las tesis
psicoanalíticas al demostrar la base neurológica y hereditaria del autismo. Actualmente,
las guías de buena praxis en el tratamiento del autismo desaconsejan las terapias
psicodinámicas.
A pesar de esto, los psicoanalistas lacanianos siguen defendiendo el papel del
psicoanálisis en el debate sobre autismo.
PSICOANÁLISIS Y NEUROCIENCIA
El psicoanálisis se ha ido integrando con el desarrollo actual de las neurociencias, en lo
que se ha venido a denominar neuropsicoanálisis.
Científicos como Eric Kandel, Premio Nobel de Medicina y Fisiología (2000), o António
Damásio, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica (2005),
reclaman un diálogo entre las neurociencias y el psicoanálisis. Damásio cita: "Creo que
podemos decir que los discernimientos de Freud sobre la naturaleza de la conciencia
concuerdan con los puntos de vista más avanzados de la neurociencia contemporánea". A
su vez, Kandel: "Acerca de la mente, no hay todavía concepción más coherente e
intelectualmente satisfactoria que el psicoanálisis". Aunque también Kandel afirma que las
bases del "inconsciente neuronal" no tienen similitud con el "inconsciente freudiano" y no
está relacionado con fuerzas instintivas o conflictos sexuales ya que la información nunca
entra en la "conciencia".
El neurólogo y neurocientífico argentino Facundo Manes, incluye a Freud en su historia
de las neurociencias. Manes sostiene, en su libro "Usar el cerebro", que "durante las
décadas de 1880 y 1890 el trabajo de Sigmund Freud evolucionó del método anátomo-
clínico (después de los estudios histológicos experimentales) a la neurología teórica
(histeria y modelos de afasia) y a la psicología, proceso que dio origen al nacimiento del
psicoanálisis".
CINE Y PSICOANÁLISIS
La relación entre el cine y el psicoanálisis ha sido en las últimas décadas cada vez más
estrecha. Una muestra de ello es el hecho de que prácticamente todos los congresos y
conferencias internacionales de psicoanálisis cuentan con participaciones de destacados
psicoanalistas especializados en el análisis del cine. Por otra parte, la apreciable cantidad
de largometrajes de calidad cuyo tema central es el psicoanálisis, sus principales autores
o hasta sus pacientes famosos da cuenta de una relación recíproca.
Aunque el cine y el psicoanálisis nacen juntos (Sigmund Freud publicó junto a Josef
Breuer los Estudios sobre la histeria en el mismo año en que los hermanos Lumière
presentaron su primera película), Freud se mostró muy escéptico respecto de las
posibilidades, significación y alcance de este nuevo medio para el psicoanálisis. Según
consta en su correspondencia con Sándor Ferenczi, sabía, sin embargo, que nada podría
evitar que se filmara sobre la técnica y la teoría psicoanalítica, pero mantuvo su posición
crítica y llegó a negarse a ser vinculado personalmente con alguna representación fílmica.
Pensaba que no existía una posibilidad seria y respetable de mostrar de manera plástica
las abstracciones a las que había arribado la teoría psicoanalítica. En 1925, a pesar de
ello y en medio de una polémica al respecto con Freud, Karl Abraham y Hanns Sachs
entregaron su apoyo técnico y asesoría científica para la primera película psicoanalítica
Misterios de un alma (Geheimnisse einer Seele), del director Georg Wilhelm Pabst.
En las décadas que siguen y hasta la fecha, el psicoanálisis, la vida de Freud o el
contexto histórico de sus desarrollos han sido temas que han aparecido con cierta
frecuencia en el cine: