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Crisis Como Reaccionan Los Paises En Los Momentos Decisivos

Todos las vivimos, porque la crisis es inherente a la vida. El hecho de existir supone
contingencias inesperadas todo el tiempo. Y si a esto se agrega el hecho de vivir y convivir en
un medio social, se agregan más probabilidades de contingencias, de modo que la capacidad
de análisis en un medio de paciencia, considerando honestamente los pros y los contras, y
estando dispuesto a negociar de acuerdo al propio esquema de valores, forma parte del
manejo de las crisis. Tenemos las crisis de la mediana edad, las crisis del envejecimiento.
Cuando la vida ya deja de darnos cosas y empieza a quitárnoslas. Y así como hay crisis
personales, en las cuales se cuenta con ejemplos para manejarlas, con ayuda de otros en
muchos casos, aunque en otros no, lo cierto es que dejan su indeleble enseñanza. De modo
que lo que a uno no lo mata, lo fortalece.

De la esfera personal, sumando familias, comunidades, lenguas, salen las naciones, las cuales
también están sujetas a crisis. Donde Jared Diamond, con su conocimiento geográfico y su
apreciación de situaciones graves que pueden llevar a extinción de civilizaciones, analiza en
forma reportada, con relación a varios países en los cuales ha vivido y procura dejar la
enseñanza de la historia, como un memento, un recordatorio de las cosas que pueden pasar si
no se recuerda lo que otros guías y comunidades han hecho.

Una de las cosas sobre las que llama la atención, son los diferentes derivados de mayor
comunicación y mayor facilidad de viajes y movilidad. La mayor comunicación ha desplazado la
interacción personal, con lo cual, desafortunadamente es más fácil volverse solitario. Volverse
más sesgado. Una palabra que me ha llamado la atención, es la nichificación, o el hecho que la
gente se vuelca solamente sobre aquello con lo cual se identifica y tiende a reforzar entonces
un grupo de pensamientos, un estilo de lenguaje, un modo de conductas, una visión sobre el
mundo, un estilo consecuente de votación en torno a la conveniencia personal, que muchas
veces no tiene otras contrapartes para ver de modo más equilibrado el medio social en que se
vive.

Y Diamond se refiere a Churchill, cuando al preguntársele sobre la democracia, dijo que era la
peor forma de gobierno que había, con excepción de todas las demás. Es decir, de lo malo, es
lo menos malo. Y uno se pregunta por qué Diamond se expresa así, y es que resulta que la
democracia es buena en la medida de la educación de los votantes. Eso se sabe desde la época
de Pericles, de Clístenes, cuando la votación se restringía a quienes tenían medios y de paso,
oh tiempos, oh costumbres, la visión de la cosa política por tener la formación. Alcibíades lo
sabía, y de hecho, supo consumadamente vender la idea que quiso a quienes quiso de
partidarios, a pesar de haber traicionado a unos y otros; el punto es que la demagogia era la
capacidad de manipulación para conseguir el poder, seduciendo a un electorado susceptible. Y
eso es factible en la medida o no de la educación. La animosidad y la facciosidad son más
fáciles en temperamentos sin mayor pulimento. La debilidad de la democracia, tiene una serie
de consecuencias deletéreas para el entorno planetario, porque se llega a ignorar a la ciencia,
cuando el interés que hay es económico en principio. Se ponen en peligro todos los
pluricomponentes del ciclo complejo de la Tierra, la extinción de especies afecta el clima
globalmente. Las abejas son las principales polinizadoras, eso lo sabemos desde la escuela.
Pero si la población de abejas baja mucho, sin polinización los cultivos de granos caen
aparatosamente. Las exportaciones bajan. El hambre en alguna parte del mundo hará
comparar estilos de vida abyectamente pobres con aquellos abyectamente ricos. Y las
soluciones de facto se pondrán a la orden del día. Así como se están haciendo esfuerzos para
salvar lo que se pueda del maremágnum de desorden ecológico y social, se están haciendo los
mismos esfuerzos en sentido opuesto. Solo que en este momento quedan menos de dos
décadas para el punto de no retorno sobre el efecto global en el clima terrestre. Y la crisis
planetaria, no tiene desafortunadamente parangón en otro planeta que enseñe a quienes
detentan la responsabilidad administrativa, que hacer. Se han sembrado más árboles que
nunca, pero la deforestación y la quema de selvas nativas, el ecocidio que se viene cometiendo
en gran escala, está también galopante.

Muchos se preguntan cuál es el poder de uno. Este poder es el de decidir que se quiere hacer.
Hablar de ello. Hacer grupo. Hacer que los civiles estén organizados. (Para equilibrar el hecho
presente que los que están organizados no son civiles). Este es el valor de las palabras de
Diamond, que habla de su percepción sobre las crisis en Alemania, Chile, Finlandia, Indonesia,
EEUU, Japón, Australia, que son países en los cuales ha vivido. Y ha visto que quienes han
salido adelante, son honestos en sus posibilidades, tienen unos valores alrededores de los
cuales se aglutinan, y hacen lo posible por aceptar lo que tienen, y procurar que las crisis
causadas no se repitan.

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