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Molinari, María Claudia

Identidades y diferencias en las


primeras etapas del proceso de
alfabetización: Escrituras
realizadas en papel y en
computadora

Lectura y Vida

2007, vol. 28, nro. 4, p. 18-30

Cita sugerida:
Molinari, M.C. (2007). Identidades y diferencias en las primeras etapas del proceso de
alfabetización: Escrituras realizadas en papel y en computadora. Lectura y Vida, 28 (4),
18-30. En Memoria Académica. Disponible en:
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.7468/pr.7468.pdf

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Atribución-No comercial-Sin obras derivadas 2.5
CLAUDIA MOLINARI*
EMILIA FERREIRO*

IDENTIDADES Y DIFERENCIAS
EN LAS PRIMERAS ETAPAS DEL
PROCESO DE ALFABETIZACIÓN.
ESCRITURAS REALIZADAS EN PAPEL
Y EN COMPUTADORA

En este trabajo se relata una investiga-


ción realizada con niños de un Jardín de in-
fantes. En ella, la misma lista de palabras
fue escrita por 25 niños de 5 años, en la
misma sesión, primero en papel y luego en
computadora, con un procesador de textos.
Todos los niños sabían escribir por sí mis-
mos (sin copiar) su propio nombre, pero
diferían en el modo de escribir otras pala-
bras. Cinco niños correspondían a cada
uno de los siguientes niveles de conceptua-
lización de la escritura: pre-silábico (avan-
zado), silábico inicial, silábico estricto, si-
lábico-alfabético y alfabético (inicial).
Los resultados indican, en primer lu-
gar, que la presencia de todas las letras en
el teclado no es condición suficiente para
modificar el nivel conceptual de las pro-
ducciones infantiles. La conceptualización
domina sobre los instrumentos y superfi-
cies de escritura. En segundo lugar, al
comparar los pares producidos se identifi-
ca una categoría específica, que llamamos
“alternancias grafo-fónicas” en las escri-
turas silábicas y silábico-alfabéticas. Es-
tas alternancias grafo-fónicas tienen gran
interés teórico.
Introducción En una época en que se atribuyen a las nue-
vas tecnologías de la información y la comuni-
Desde la aparición y rápida diseminación de cación (TIC) toda clase de efectos casi mágicos,
procedimientos informáticos para leer, produ- ¿será posible observar avances conceptuales en
cir y hacer circular textos a distancia se han niños de períodos prealfabéticos al utilizar el te-
multiplicado los ensayos que anuncian nuevas clado? O bien, inversamente, ¿con los nuevos
formas de leer y escribir (Chartier, 2000; Char- instrumentos los niños escribirán “al mismo ni-
tier y Hébrard, 2002; Chartier, 2004; Nunberg, vel” con que lo hacen con los instrumentos tra-
1998). Es discutible que el hipertexto haga de dicionales (lápiz y papel)? También es posible
por sí desaparecer la lectura lineal (Ferreiro, matizar una dicotomía tan drástica. En uno de
2004 y 2006), pero es innegable que hay nue- los trabajos ya citados se concluye que:
vas formas de escribir favorecidas por los re- el medio no puede crear, por sí mismo, una di-
cursos de seleccionar, cortar y pegar. Los pro- ferenciación inexistente. Pero permite expresar
cesadores de texto han incrementado de manera un trabajo conceptual que la escritura manuscri-
notable los grados de libertad del productor pa- ta oculta. (Ferreiro, 2001:90)
ra corregir, desplazar, insertar, usar variantes ti-
pográficas y decidir la apariencia gráfica de un Podría ocurrir que el contraste entre escritu-
texto. Esos comandos son tan fáciles de usar ra manual y escritura con computadora nos per-
que niños de nivel primario pueden usarlos efi- mita poner de manifiesto hechos que permane-
cazmente para distintas tareas como la revisión cían ocultos sin ese contraste.
de un texto (Luquez y Ferreiro, 2003) o dar el
formato gráfico adecuado a distintos tipos de
texto (Ferreiro, 2001; Ferreiro y Kriscautzky, Población estudiada
2003). y técnica empleada 1
Las computadoras han invadido rápidamen- Trabajamos en un Jardín de infantes público de
te los espacios públicos y penetran los espacios la ciudad de La Plata, Argentina2, donde las ac-
privados. No ignoramos que el acceso a esta tividades de producción e interpretación de tex-
tecnología está lejos de ser un bien común para tos son habituales. Durante todo el año se pro-
el total de la población. Pero también hay que ponen situaciones de lectura por el maestro,
reconocer que los “nativos informáticos”, o sea tanto literatura de ficción como textos informa-
las nuevas generaciones que nacieron con esta tivos. Se cuida expresamente la calidad y varie-
tecnología ya instalada en la sociedad, buscan y dad de los materiales bibliográficos que están
encuentran vías de acceso a través de circuitos disponibles tanto en la biblioteca institucional
extraescolares y extrafamiliares. Incluso los ni- como en la biblioteca del aula. Los niños son
ños pequeños, de medios urbanos, saben que las estimulados a tratar de leer por sí mismos, así
computadoras sirven para conectarse a Internet como a producir por sí mismos, discutiendo en
(un mundo misterioso de localización incierta), pequeños grupos, bajo la guía de la maestra.
así como para escribir y enviar mensajes que También suelen componer textos en situaciones
llegan muy rápido al destinatario, dondequiera de dictado colectivo al docente. Todos los niños
que se encuentre. desarrollan actividades habituales de copia y re-
conocimiento del nombre propio con distintos
Las ventajas de un procesador de textos se
propósitos comunicativos. El uso de las mayús-
manifiestan desde que los niños tienen un pri-
culas de imprenta es predominante en las tareas
mer nivel de comprensión del modo de funcio-
de escritura, aunque a través de los textos im-
namiento del sistema alfabético (etapas inicia-
presos los niños tienen acceso a otras variantes
les del período alfabético). Pero, ¿qué sabemos
tipográficas.
de los usos de un teclado asociado a un proce-
sador de textos en las etapas previas de este Los niños de 5 años de este Jardín asistían
proceso? una vez por semana a una sala de computación 19
para desarrollar allí alguna situación de enseñan- El contraste entre una escritura manual y
za planificada por la docente. Por ejemplo, utili- otra en computadora obliga a tener en las dos
zaban el procesador de textos para escribir las res- superficies (papel y pantalla) las mismas unida-
puestas de un conjunto de adivinanzas que forma- des para poder comparar adecuadamente. Es
rían parte de una recopilación. Esto es importan- bien conocido que en los niveles iniciales el de-
te porque hay que tener en cuenta el tiempo de sempeño más analítico de los niños se obtiene
exploración del instrumento si se propone el te- cuando se les pide que escriban listas de pala-
clado y la pantalla a niños que no hayan tenido bras (por oposición a un texto continuo). Por esa
contacto previo con esta herramienta de escritura. razón en nuestro estudio solicitamos la escritu-
ra de una lista de compras para el supermerca-
La población que asiste a la institución es do, primero en forma manual e inmediatamente
de clase media. Los niños seleccionados cum- después (en la misma sesión) en computadora.
plían todos con una condición común: escritura Esa lista se iniciaba con una palabra tetrasílaba
convencional del nombre propio por sí mismos, (mayonesa), seguida de una trisílaba (lechuga),
sin necesidad de tener el modelo presente. Pero luego una bisílaba (jamón) y una monosílaba
debían diferir entre sí en la escritura de otros (sal). Todas las sílabas son CV, excepto el mo-
nombres comunes. Seleccionamos a un total de nosílabo (CVC) y la segunda sílaba de la pala-
25 niños y niñas distribuidos de la siguiente ma- bra bisílaba (también CVC). Con los niños de
nera: nivel presilábico (avanzado), nivel de nivel silábico y niveles subsiguientes se agrega-
transición silábico-inicial, nivel silábico estric- ron dos palabras, antes del monosílabo: una tri-
to, nivel silábico-alfabético y nivel alfabético sílaba con un diptongo (ravioles) y una bisílaba
(inicial). En total, cinco niveles y cinco niños en con sílaba inicial CVC (carne). Evitamos expre-
cada nivel. Entendemos por presilábico avanza- samente palabras con la misma vocal en sílabas
do el sub-nivel en que los niños presentan escri- sucesivas.
turas diferenciadas (distintas series de letras pa-
ra palabras diferentes), con control cuantitativo En todos los casos la lista dictada concluía
y variedad interna (no repiten la misma letra en con dos palabras vinculadas con el nombre pro-
posición contigua). Entendemos por nivel alfa- pio de cada niño: una palabra donde la sílaba ini-
bético inicial el nivel de aquellos niños que re- cial coincidía con la sílaba inicial del nombre
suelven con dos letras pertinentes las sílabas propio y otra donde solo coincidía la consonan-
consonante-vocal (CV) de las palabras dictadas. te inicial. Por ejemplo, a un niño llamado Simón
A los fines de este estudio, no pusimos ninguna se le pidieron las palabras sifón y soda; a otro
restricción adicional relativa al conocimiento llamado Valentín se le propusieron las palabras
de letras por su nombre o a su utilización apro- vaso y vino, tratando de mantener siempre la al-
piada. En la institución seleccionada es muy di- ternativa ortográfica presente en el nombre pro-
fícil encontrar niños con escrituras silábicas que pio. (En el caso de algunos nombres propios, las
no utilicen las vocales pertinentes (o sea, los coincidencias entre las sílabas iniciales fueron
que han sido llamados “silábicos sin valor sono- parciales: por ejemplo, a Lautaro se le propuso
ro convencional”). Incluso los niños con escri- lápices; a Francisco se le pidió escribir frazada.)
turas presilábicas utilizan ocasionalmente letras
pertinentes en algunas de las palabras. Las palabras fueron dictadas una a una, y re-
petidas si era necesario. Después de cada pro-
El total de 25 niños seleccionados compren- ducción se pedía al niño que las leyera, indican-
de 14 varones y 11 niñas, provenientes de cua- do con su dedo dónde estaba leyendo. Primero
tro salas del Jardín de infantes, con edad media escribieron en papel blanco tamaño A4, con siete
de 5 años 8 meses. Fueron entrevistados indivi- líneas divisorias para que cada palabra quedara
dualmente, en un lugar tranquilo dentro de la claramente diferenciada de la anterior. Utiliza-
institución, utilizando grabadora para registrar ron lápiz y goma, con la consigna de que podían
los comentarios verbales de los niños y notas de corregir borrando o tachando. Una vez finaliza-
campo para registrar los señalamientos. No se da esta lista, el papel escrito quedaba fuera de la
dio ninguna ayuda a los niños durante la tarea. vista del niño y se le invitaba a escribir la misma
El adulto se limitaba a estimularlos a proseguir, lista en la computadora, dictando las palabras de
“tal como te parezca” pero haciéndolo “lo me- la misma forma y en el mismo orden. El teclado
20 jor que puedas”. estaba bloqueado en mayúsculas; el tipo de letra
predeterminado era fuente Verdana, tamaño 16, están en condiciones de monitorear su propio
zoom 100%. Al finalizar la producción de cada proceso de producción, en particular cuando uti-
palabra se solicitaba el uso de la función “en- lizan las vocales pertinentes para los núcleos de
ter”, de tal manera que las palabras quedaban cada una de las sílabas.
en columna y todas visibles en pantalla, para
Javier es un niño excepcional porque logra
garantizar una presentación similar a la lista
escribir todos los pares con identidad total, uti-
manual.
lizando exclusivamente las vocales. Sus pro-
Previamente habíamos verificado que los ducciones son las siguientes (en lo que sigue, la
niños conocían las teclas de retroceso y borra- palabra dictada aparece en cursivas, luego la
do, teclas que varios de ellos utilizaron en el producción en papel y, separada por una barra,
transcurso de la producción en computadora. la producción en computadora, que en este caso
Finalizada la escritura de cada palabra se solici- es idéntica):
taba interpretación sobre su imagen en pantalla
mayonesa: AOEA / AOEA
(por ejemplo, “señalá con tu dedo cómo dice
mayonesa”). No fue posible utilizar el mouse lechuga: EUA / EUA
para el señalamiento, porque estos niños no te-
nían suficiente destreza con ese instrumento, lo ravioles: AOE / AOE
cual es normal para su edad. jamón: AO / AO
carne: AE / AE
Análisis y resultados sal: AA / AA

El primer resultado contundente es que ningún jarra: AA / AA


niño (considerando el total de sus produccio- Ese procedimiento riguroso le garantiza
nes) cambió radicalmente su modo de produc- identidad de los pares pero debe enfrentar dos
ción al escribir con el teclado. Esto no quiere situaciones conflictivas: pérdida de la variedad
decir que las producciones fueran siempre idén- interna (sal queda escrito AA) y pérdida de la
ticas, como veremos enseguida, sino que los variedad interrelacional (sal y jarra quedan es-
cambios no corresponden a un cambio de nivel critas de la misma manera, con doble A). Javier
de conceptualización. Por otra parte, conside- es consciente de ambas dificultades. Al escribir
rando en detalle cada uno de los pares de pala- sal dice: “sa...sal...¿la /a/ sola?...¿la /a/ y la
bras escritos (en papel y en computadora), en /a/?...para mí me parece la /a/ y la /a/”.3 Al es-
algunos pocos de ellos pudimos constatar un cribir la palabra siguiente, jarra, también con
cierto avance mientras que en otros, por el con- doble A, le advierte a la entrevistadora: “expli-
trario, se podría hablar de un retroceso con res- cale a la seño que acá dice ‘jarra’ porque si no
pecto a la producción en papel. no se va a dar cuenta... acá hay dos A y acá tam-
En lo que sigue, nuestra unidad de análisis bién”. La entrevistadora le sugiere explorar al-
serán los pares de palabras, tal como fueron guna manera de diferenciar esas dos escrituras
escritos en papel y luego en computadora. Hay iguales para palabras distintas, pero Javier no
que recordar que los niños no escribieron pares encuentra ninguna solución.
de palabras sino dos listas idénticas (a nivel Es más difícil encontrar identidad total
oral). Los pares –nuestra unidad de análisis– re- cuando se utilizan consonantes. Un caso único
sultan de un agrupamiento de los datos. de identidad total con puras consonantes es la
escritura silábica de Celina: mayonesa – MGNS
/ MGNS.
1) Pares con identidad total Más frecuente es la identidad total con pre-
dominio de vocales y alguna consonante. Fran-
Los pares con identidad total (es decir, las mis- cisco, por ejemplo, logra identidad total en le -
mas letras en el mismo orden) solo inician, evo- chuga: QUA / QUA (con lectura silábica, o sea,
lutivamente, cuando aparecen producciones de una letra para cada sílaba), pero en este caso la
tipo silábico. Es comprensible que así sea, ya Q es una forma gráfica que le sirve para repre-
que a partir de las escrituras silábicas los niños sentar cualquier sílaba. En la palabra precedente 21
(mayonesa) dice: “ma...la /a/...yo...¿cuál es?... ravioles: RABIOLES / RABIOLES (Belén)
¡ah! con el palito” y escribe AQ; en lechuga di-
jamón: JAMON / JAMON (Belén)
ce: “¿cuál es la ‘le’? ¡ah!” y escribe Q; en la pa-
labra siguiente, ravioles, vuelve a utilizar Q pa- jamón: GAMON / GAMON (Delfina)
ra la sílaba ‘les’. 4
En los otros pares de identidad total con uso
de consonantes, nos aproximamos ya a produc-
2) Pares sin identidad gráfica
ciones de tipo silábico-alfabético, porque una
El caso opuesto al que acabamos de presentar es
de las sílabas está representada con CV. Un
el de los pares sin identidad. Como era previsi-
ejemplo es Felipe I., quien al escribir fécula
ble, estos pares aparecen predominantemente
–palabra que inicia con la primera sílaba de su
en los niños de nivel presilábico, porque ellos
nombre– logra producir (en este único par) una
no tienen manera de monitorear su proceso de
identidad total: FEUA / FEUA.5
producción.
También Tomás S. resuelve con identidad
Juan Martín es un niño cuyos pares carecen
total el par de palabras que se inicia con la síla-
de identidad. Si bien algunas letras se repiten
ba de su nombre, tomate: TOMT / TOMT. Pero
porque sus cadenas gráficas son bastante exten-
el mismo Tomás S. ya había logrado identidad
sas, no lo hacen en la misma posición. Tampo-
total en dos palabras precedentes:
co hay datos de la entrevista que nos permitan
jamón: GMO / GMO y pensar que este niño está buscando repetir algu-
na secuencia. Algunos de sus pares sin identi-
carne: CNE / CNE.
dad gráfica son los siguientes:
Las escrituras de tipo silábico-alfabético
mayonesa: INUDARTMNT / AWEFGYJIMBK
con predominio de consonantes e identidad to-
tal de los pares son escasas. Algunos notables lechuga: OLTRDPJ / JOLMHBGYFROE
ejemplos son los siguientes:
sal: CTROTNMNTIT / NJBGFRF
ravioles: RABLS / RABLS (Gabriela)
En niños de nivel silábico inicial, con ma-
ravioles: RIOLS / RIOLS; carne: CNE / CNE yor control sobre la cantidad de letras que van a
(Felipe A.) escribir, también registramos algunos pares sin
identidad gráfica. Por ejemplo:
carne: KNE / KNE (Celina)
jamón: ELAS / MOIH (Dolores)
Las identidades totales dominan netamente
en las escrituras de tipo alfabético. De hecho, de sal: TAU / IDO (Clara)
los 44 pares escritos alfabéticamente, 40 tienen
Los pares sin identidad gráfica desaparecen,
identidad total. La alternativa ortográfica elegi-
en el caso de esta investigación, a partir del mo-
da en el papel por los cinco niños que tienen el
mento en que tenemos escrituras de tipo silábi-
total de sus producciones a nivel alfabético se
co estricto, porque todos estos niños escriben
sostiene cuando escriben en el teclado. La pre-
con varias letras pertinentes (sobre todo voca-
sencia en el teclado de consonantes que pueden
les, pero también con algunas consonantes).
sustituirse unas a otras (como B/V, Y/LL, J/G)
no suscitó, en estos cinco niños, ninguna refle-
xión ortográfica. Esto es sorprendente y lo dis- 3) Pares con identidad parcial
cutiremos en las conclusiones. Así, registramos
pares con identidad total como los siguientes: Las identidades parciales pueden ser puramente
mayonesa: MALLONESA / MALLONESA gráficas o grafo-fónicas. Por prudencia, habla-
(Clara) remos de identidades parciales grafo-fónicas
cuando, en el par, coinciden letras en la misma
m a y o n e s a : M AY O N E S A / MAY O N E S A posición y esas letras son pertinentes para la pa-
(Belén) labra que se está escribiendo.
ravioles: RAVIOLES / RAVIOLES (Clara) Ya hemos dicho que, en las condiciones di-
22 dácticas antes referidas, incluso los niños de nivel
presilábico son capaces de utilizar letras perti- En estos tres ejemplos, la escritura manual
nentes en algunas de sus producciones, particu- puede considerarse más evolucionada, desde el
larmente al inicio de una palabra. De hecho, so- punto de vista cualitativo. En efecto, Clara pone
lo hemos registrado en el total del corpus dos en el papel las tres vocales pertinentes (EUA)
pares donde hay identidad de la letra inicial sin en tanto que en la computadora apenas la inicial
que esas letras sean pertinentes para la palabra. es correcta. Carmela y Celina también ponen
Estos dos casos de identidad parcial puramente tres letras pertinentes en su escritura manual
gráfica son los siguientes: (dos consonantes y una vocal) mientras que en
computadora son pertinentes solo las consonan-
Sal: NFPI / NBGOD (Guillermina) tes inicial y final.
Jamón: FACB / FOU (Clara) Como puede verse a través de todos estos
En todos los otros casos donde la identidad ejemplos, las identidades grafo-fónicas parcia-
parcial se limita a la inicial hay claros indicios les son de muy diverso tipo: identidades de vo-
de búsqueda de la letra pertinente (identidad cales únicamente, de consonantes, o de conso-
parcial grafo-fónica). Por ejemplo: nantes y vocales; identidad de una única letra en
pares con cantidad reducida o con mucha canti-
mayonesa: MAPNIÑ / MTYHISREG (Lautaro P.) dad de letras; identidad de todas las letras me-
nos una; etcétera. A los fines de este trabajo las
En ambas producciones, Lautaro P. anuncia
hemos agrupado, sin ignorar sus diferencias.
que la palabra empieza con “la eme”, y en am-
bos casos lee la sílaba “ma” sobre M, realizan-
do luego un silabeo oral con ajustes en el seña- 4) Pares con alternancias grafo-fónicas
lamiento para abarcar todas las letras escritas.
Simón, en la producción de la última pala- Los pares que vamos a presentar ahora constitu-
bra, muestra una clara intencionalidad de poner yen el principal hallazgo de esta investigación.
al inicio y al final una letra pertinente: Comenzaremos por un ejemplo sobresaliente, el
de Santiago S., que amerita ser presentado en
soda: OUALEA / OLAUBRA detalle, y en el orden en el que las palabras fue-
ron escritas (todas sus escrituras son de tipo si-
En la escritura manual este niño inicia con lábico estricto):
OUALE, mira el resultado y dice “la /a/ me fal-
tó”, y la agrega al final. En computadora, inicia mayonesa – MHES / MSNS
diciendo “so...o”, escribe OLAUBR, mira el re- lechuga – LUG / LUA
sultado y dice “me faltó la /a/”. Se trata de una
escritura con vocales pertinentes en las posicio- ravioles – RVL / ROL
nes extremas. El resto de las letras no está allí jamón - AO / AO
para representar una sílaba sino apenas para dar
consistencia gráfica a lo escrito. Obsérvese que sal – SL / AS
dentro de las letras intermedias hay también
soda – SA / OD
tres coincidencias (U, A, L) pero no están en el
mismo orden (UAL / LAU) y, como ya señala- salame – SAM / ALE
mos, por prudencia nos limitaremos a conside-
Hemos indicado con negritas las letras que
rar como identidades parciales a las mismas le-
merecen una atención particular. Vayamos una
tras en el mismo orden.
por una. El par mayonesa podría ser considerado
En escrituras de tipo silábico estricto tam- como un par con identidades parciales de letra
bién podemos observar identidades grafo-fóni- inicial y final. Santiago escribió en el papel MH
cas parciales limitadas a la letra inicial o bien a mientras iba diciendo “ma...ma...la eme [escribe
la inicial y final: M y sigue silabeando] yo...creo que la hache
muda”. La misma sílaba “yo”, en computadora,
lechuga: EUA / EOF (Clara) da lugar al siguiente comentario: “yo...yo...no
ravioles: ROL / RTL (Carmela) creo que ponga la /o/...” (descarta explícitamen-
te la vocal y pone S). Ambas producciones son
ciruela: SRA / SHA (Celina) leídas silábicamente (una sílaba en cada letra). 23
La segunda sílaba es problemática aparece solo una de ellas en una pri-
durante el proceso de construcción: mera realización y solo otra en una
no sabiendo cual poner, Santiago segunda realización. Estas letras re-
recurre a “la hache muda”, en es- presentan la misma sílaba pero con
critura manual, y rechaza explícita- realizaciones gráficas alternativas.
mente la vocal correcta en compu- Tenemos, pues, un caso paradojal
tadora. Lo más interesante es la de identidad fónica (silábica) sin
cuarta sílaba, porque aquí tenemos, identidad gráfica.
en papel, la E, y en computadora, la
Otros niños producen escrituras
N, o sea, las dos letras de la sílaba
silábicas con alternancias grafo-fó-
“ne”. En la siguiente palabra, le -
nicas, pero limitadas a una letra de
chuga, la última sílaba se resuelve,
la secuencia (como en las tres pri-
en papel, con la consonante correc-
meras escrituras de Santiago S., que
ta (él dice: “ga...ga...la ge”), y en
acabamos de ver). Por ejemplo:
computadora con la vocal correcta.
Lo mismo ocurre con ravioles, en lechuga: LUA / EUA (alternancia
la segunda sílaba. En estas tres pri- en la sílaba “le”) (Tomás S.)
meras palabras tenemos identida-
des grafo-fónicas parciales, pero tallarines: ASIN / ASIE (alternan-
hay algo más que esa denomina- cia en la sílaba “nes”)6 (Tomás S.)
ción no llega a capturar. En las escrituras silábicas estrictas,
las alternancias son únicamente cualitati-
Al llegar al primer bisílabo (jamón), vas, pero en el inicio de las escrituras silá-
Santiago muestra su insatisfacción, porque bico-alfabéticas aparece un fenómeno similar,
prefiere poner tres letras y no solo dos (dice: aunque con alternancias que son a la vez cuan-
“ja..ja...mo...¿dos palabras son?”). Con la ex- titativas y cualitativas. Veamos dos ejemplos:
presión “dos palabras” Santiago se refiere a las
sílabas, término que desconoce. Se atiene es- lechuga: LUG / LUGA (Celina)
trictamente a las vocales, y logra una identidad felpudo: FUO / FLUO (Felipe A.)
total del par. Se niega a escribir el siguiente bi-
sílabo (carne) y enfrenta el monosílabo muy En ambos casos la primera escritura (ma-
molesto: “sa-al...¡otra vez dos palabras!”, y po- nual) es estrictamente silábica. Además, todas
ne SL sin más comentarios; en la computadora las letras son pertinentes. En la escritura en
dice: “sa..a..(A)..sal...voy a poner algo más computadora una de las sílabas aparece con dos
porque no puede ser (AS)”. Entre las dos escri- letras pertinentes, mientras que las otras sílabas
turas del monosílabo tenemos todas las letras se escriben con una sola letra. Estos dos ejem-
que efectivamente van en sal, y esta escritura, plos pueden considerarse como avances, en ese
con los criterios anteriores, debería aparecer par específico, de una escritura silábica a una
como un par sin identidad, lo cual tampoco se- silábico-alfabética. Por otra parte, el ejemplo
ría adecuado. de Felipe A. es singular, ya que logra escribir
las dos consonantes de una sílaba CVC, “fel”,
Finalmente, con soda y salame tenemos al- lo cual es poco frecuente en escrituras de este
go completamente nuevo: cada una de las síla- nivel.
bas se resuelve con una letra pertinente (tanto
Algunos pares combinan varios tipos de fe-
en escritura manual como en computadora) pe-
nómenos, como en el siguiente ejemplo de Ga-
ro las letras están alternando rigurosamente.
briela:
Todas las letras de la palabra aparecen, pero
siempre una por sílaba. Estamos lejos de las es- mayonesa: MCONES / MRNSA
crituras sin identidad que hemos descrito previa-
golosinas: GOLSN / GOLOSIA
mente. Por eso, en las escrituras silábicas estric-
tas, decidimos llamar alternancia grafo-fónica En el par mayonesa aparecen, en el papel,
a la escritura sucesiva de un segmento silábico dos sílabas representadas con dos letras cada una
de la misma palabra con letras pertinentes, pero (CO = “yo”; NE = “ne”) pero en la escritura con
24 tales que, de las posibles letras de una sílaba, teclado solo la última sílaba está representada
con dos letras (SA = “sa”). En el par golosinas, tipo, ya que las dos letras son pertinentes, pero
apenas la primera sílaba está representada alfa- solo una es ortográfica. En el par escrito por Va-
béticamente en la primera versión (papel) mien- lentín la situación es todavía más complicada:
tras que las tres primeras lo están en la segunda la alternancia inicial VA / B es, a la vez, una al-
(teclado). Las alternancias son las siguientes: ternancia cuantitativa (2 letras / 1 letra) y cuali-
NE / N; S / SA (en mayonesa); L / LO; S / SI; tativa ortográfica (V / B). La segunda alternan-
N / A (en golosinas). cia (C / S) es más difícil de valorar. Sabemos
que muchos niños conocen los dos valores fóni-
Defenderemos en las conclusiones el interés
cos posibles de la letra C, sin conocer aún los
de considerar las alternancias cualitativas pro-
contextos en donde esta letra equivale a K y los
pias del nivel silábico como un antecedente evo-
contextos en donde equivale a S. Valentín es
lutivo de estas alternancias –a la vez cualitati-
uno de estos niños porque, en la escritura del
vas y cuantitativas– propias de las escrituras
par sal escribe CALA / SALA. Creemos que,
silábico-alfabéticas. Por esa razón establece-
desde el punto de vista del niño, se trata tam-
mos el siguiente criterio: en las producciones si-
bién, en la segunda sílaba de vaso, de una alter-
lábico-alfabéticas llamaremos alternancias gra-
nancia ortográfica.
fo-fónicas a la escritura sucesiva (en el tiempo)
de un segmento silábico de la misma palabra
con letras pertinentes pero tales que, de las posi-
5) Distribución de los pares de palabras
bles letras de una sílaba, aparece solo una de
ellas en una primera realización y más de una en
una segunda realización (o a la inversa). Hemos presentado varios ejemplos para que se
aprecie la variedad de respuestas que estamos
Hemos registrado en escrituras silábico-alfa-
agrupando bajo la denominación “escrituras
béticas algunas alternancias grafo-fónicas de un ti-
con alternancias grafo-fónicas”. En la tabla 1
po particular, que llamaremos alternancias gra-
aparece la distribución de las respuestas en las
fo-fónicas ortográficas. Veamos dos ejemplos:
categorías antes mencionadas. Para dar relieve
carne: KAN / CANE (Gabriela) a las “alternancias grafo-fónicas” les hemos
asignado una columna particular. Basta con una
vaso: VACO / BSO (Valentín) alternancia de este tipo para que el par haya si-
En el par escrito por Gabriela aparece la al- do computado en esta categoría. En esa misma
ternancia final N / NE, idéntica a las ya analiza- columna se incluyen las alternancias grafo-fó-
das. Pero la alternancia inicial K / C es de otro nicas ortográficas (muy escasas en este corpus).

TABLA 1.
Frecuencia de los pares de palabras según el nivel de escritura y las categorías de análisis

Pares escritos Pares sin Pares con Pares con Pares con Totales
de manera... identidad identidad identidad alternancias
parcial total grafo-fónicas

pre-silábica 20 10 0 0 30

silábica inicial 8 14 0 0 22

silábica estricta 0 19 18 12 49

siláb.-alfabética 0 7 10 16 33

alfabética 0 3 40 1 44

Totales 28 53 68 29 178
25
En la Tabla 1 presentamos los números ab- de la sílaba, se limitan a poner solo una de ellas?
solutos porque no nos interesa la frecuencia re- La fuerza de la hipótesis silábica para guiar la
lativa de aparición, ya que el corpus es reduci- producción escrita es impactante.
do, sino la relación entre los cruces vacíos y
Pasemos ahora a las alternancias propias de
llenos. Puede observarse que cuando los pares
las escrituras silábico-alfabéticas. Aquí las pre-
escritos son de tipo presilábico, hay apenas dos
guntas interesantes son las siguientes: ¿predo-
posibilidades: pares sin identidad o con identi-
minan los casos donde aparece una única letra
dad parcial (esta última limitada, en la mayoría
de la sílaba en la escritura manual y las dos le-
de los casos, a la letra inicial). En las escrituras
tras de la sílaba en la escritura en computadora?
de transición hacia el nivel silábico (silábico
Si fuera así, ¿en la escritura manual aparece de
inicial) ocurre lo mismo, pero las identidades
preferencia la consonante o la vocal?
parciales aumentan y dichas identidades pue-
den referirse tanto al inicio como al final de Tenemos registrados nueve casos donde
una secuencia gráfica. aparece solo una letra de la sílaba en la escritu-
ra manual y las dos letras en la computadora.
Las producciones silábicas estrictas (en el
Por ejemplo: S y luego SA para la sílaba “sa”; N
caso de esta investigación, con empleo de letras
y luego NE para la sílaba “ne”; G y luego GA
pertinentes para casi todas las sílabas) introdu-
para la sílaba “ga”. En 8 de esos 9 casos apare-
cen dos novedades: los pares con identidad total
ce la consonante en la escritura manual y la con-
y los pares con alternancias grafo-fónicas. Estas
sonante seguida de la vocal en la computadora.
alternancias perduran en las escrituras de tipo si-
Por lo tanto, tenemos una situación similar a la
lábico-alfabético pero desaparecen en el caso de
observada en las escrituras del nivel anterior.
las escrituras alfabéticas (el único caso que apa-
rece en la tabla se explica en la sección 7). Pero también tenemos registrado el caso in-
verso: dos letras en la escritura manual y solo
una en la computadora (para la misma sílaba).
6) Datos adicionales sobre Esto ocurrió en 6 casos. Por ejemplo: YO y lue-
go Y para la sílaba “yo”; RA y luego R para la
las alternancias grafo-fónicas
sílaba “ra”; NE y luego N para la sílaba “ne”.
En el caso de las alternancias que aparecen en Las frecuencias respectivas (9 casos contra
las escrituras silábicas estrictas una pregunta in- 6) no nos autorizan a indicar ninguna tendencia.
teresante es saber si, en la primera escritura, Pero el solo hecho de haber registrado alternan-
aparece la vocal de la sílaba y recién en la com- cias donde solo una de las letras ya utilizadas
putadora aparece la consonante. Si fuera así, manualmente aparece en la escritura con tecla-
podríamos decir que la dificultad reside en evo- do nos parece bastante sugestivo: las escrituras
car la forma correcta; al ver en el teclado la con- silábico-alfabéticas no se convierten en alfabé-
sonante, el niño la identifica y la selecciona. ticas simplemente porque se pongan todas las
Registramos en total cinco ocasiones donde pri- letras a disposición de los niños.
mero los niños escribieron la vocal y luego se-
leccionaron la consonante. Ejemplos: E y luego
N para la sílaba “ne”; A y luego D para la síla- 7) Pares de palabras con oscilaciones
ba “da”. Lo interesante es que registramos en en el modo de construcción
total diez ocasiones (el doble) donde ocurre lo
contrario: primero escribieron la consonante y En palabras con sílabas CV tenemos apenas
luego, en el teclado, eligieron la vocal. Ejem- cuatro pares de palabras cuyo modo de cons-
plos: J y luego A para la sílaba “ja”; S y luego trucción no corresponde exactamente al mismo
O para la sílaba “so”; N y luego E para la síla- nivel. La lista completa es la siguiente:
ba “ne”.7
mayonesa: MONA / MSNSA (Felipe A.)
Por lo tanto, estas alternancias grafo-fónicas
del nivel silábico resultan aún más interesantes, lechuga: LUG / LUGA (Celina)
ya que parecen provenir de niños que pueden
cera: SAR / SA (Celina)
evocar la consonante y la vocal pertinentes de
26 esas sílabas. ¿Por qué, si conocen todas las letras vaso: VACO / BSO (Valentín)
En el primer ejemplo (Felipe A.) aparece discontinuidad en un proceso que, como ya sa-
una escritura estrictamente silábica en papel, bemos, es un continuo donde los avances mo-
mientras que en el teclado logra desplegar la úl- mentáneos y los retrocesos también momentá-
tima sílaba (SA), lo cual es un avance, aunque neos son típicos de los momentos de transición.
hay un retroceso en la representación silábica de Lo que también es evidente es que el instrumen-
la segunda sílaba (la vocal correcta es sustituida to informático, de por sí, no genera avances. En
por una consonante no pertinente). Celina pre- dos de los cuatro pares presentados la produc-
senta una composición estrictamente silábica en ción en papel tiene “algo más” que la produc-
lechuga pero consigue desplegar la última síla- ción en pantalla. 8
ba en la computadora. En cera pasa lo contrario:
Aclaremos, finalmente, que en la Tabla 1
en escritura manual logra identificar la conso-
los pares que presentaban alguna discrepancia
nante de la segunda sílaba (aunque la posponga
en el modo de composición (como el caso LUG
a la vocal) mientras que en computadora la com-
/ LUGA para lechuga) fueron contabilizados en
posición es totalmente silábica. Valentín es un
el renglón correspondiente a la producción más
caso muy interesante: tiene una escritura alfabé-
avanzada, en este caso, silábico-alfabética). La
tica en papel (aceptando que C es una variante
columna, para todos ellos, es la de “pares con
ortográfica de S) y una silábico-alfabética en
alternancias”.
pantalla. Además, en el par, aparecen dos alter-
nancias ortográficas: V/B y C/S.
Es evidente que en tres de estos cuatro ca- Conclusiones
sos estamos en la tenue frontera que separa una
escritura silábica estricta de otra silábico-alfa- Retomemos las preguntas iniciales. En primer
bética (con apenas una sílaba representada con lugar, quisimos verificar si, al utilizar el tecla-
dos letras). Las etiquetas dan la impresión de do, los niños en niveles de conceptualización

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prealfabéticos, mostrarían avances conceptua- la misma palabra. Lo segundo no se deriva de lo
les. La respuesta es claramente negativa. Los primero, en términos evolutivos. Los criterios
niños que están en condiciones de monitorear para establecer diferencias son siempre menos
su propio proceso (particularmente los de nivel equívocos que los criterios para establecer
silábico estricto y los de nivel alfabético inicial) identidades, en todos los campos del conoci-
eligen cuidadosamente las letras y no se dis- miento y, en el caso que nos ocupa, la situación
traen con las opciones que les presenta el tecla- no es menos confusa: hay que aprender que las
do. Los que parecen distraerse con la variedad variedades tipográficas y las alternancias ma-
ofrecida en el teclado son los de niveles presilá- yúsculas/minúsculas no alteran las identidades,
bicos, precisamente los que carecen de criterios a pesar de los cambios gráficos efectivamente
para saber qué letras poner y en quienes, en oca- observados.
siones, las letras aparecen en pantalla según sea
Las identidades parciales, observadas ya
su vecindad en el teclado. Esto no quiere decir
desde niveles presilábicos, nos muestran que los
que estos niños pierdan control al escribir con el
niños tratan de repetir la misma serie de letras y
teclado. Todos ellos fueron observando el resul-
es asombroso que puedan recuperar algunos ele-
tado que aparecía en pantalla y mantuvieron el
mentos de la primera escritura al intentar la se-
criterio de variedad interna, borrando las letras
gunda, con un intervalo de varios minutos y, so-
que aparecían repetidas por presión reiterada
bre todo, después de haber escrito muchas otras
sobre la misma tecla.
palabras. Es quizás eso lo que explica por qué
Este resultado era previsible. Los los niños de nivel alfabético no explo-
niveles de conceptualización de la ran alternativas ortográficas sino
escritura no son dependientes del que se atienen rigurosamente a la
instrumento utilizado ocasio- alternativa que eligieron en la
nalmente para producir las primera producción.
marcas. Esos niveles expre-
Pero ¿qué pasa con las
san algo muy profundo: la
alternancias grafo-fónicas?
manera en que se concibe un
De alguna manera ya las co-
sistema de marcas social-
nocíamos, sin haberlas nom-
mente construido.9
brado de esa manera. En efec-
Sin embargo, la escritura to, cuando los niños obtienen,
sucesiva de la misma lista de pa- involuntariamente, la misma es-
labras en dos superficies y con dos critura para palabras diferentes, y se
instrumentos diferentes nos ha permiti- confrontan ambas pueden ocurrir varias
do poner de manifiesto ciertos hechos que per- cosas, una de las cuales es la producción de una
manecían ocultos sin ese contraste. Nos referi- alternancia grafo-fónica. Un ejemplo entre mu-
mos, específicamente, a las alternancias grafo- chos: un niño de nivel silábico que escribió ga -
fónicas. Al respecto, es necesario hacer una to y pato con AO, al ver el resultado modificó la
aclaración. El contraste papel / pantalla consti- segunda escritura y la convirtió en PO, produ-
tuyó una excusa razonable para obtener la pro- ciendo en este caso la alternancia grafo-fónica A
ducción de la misma lista de palabras en la mis- / P. (Claro que los niños pueden hacer muchas
ma sesión. Es posible que resultados similares otras cosas, incluido el dejar las escrituras tal
se hubieran obtenido confrontando escrituras cual, por más insatisfactorias que resulten.)
sucesivas en la misma superficie (ya fuera pa-
Lo que ahora sabemos es que esas alternan-
pel o pantalla). Lo que nos importa es conocer
cias grafo-fónicas para representar la misma sí-
cuales son las condiciones que le permiten al
laba aparecen también en el período silábico,
niño recuperar el modo de construcción de una
sin la intención de generar una representación
serie gráfica.
diferenciada sino todo lo contrario, o sea, para
Una cosa es que se necesiten letras distintas escribir la misma palabra. El caso de Santiago
(o las mismas pero en otro orden) para que en lo es ejemplar porque nos muestra que conoce to-
escrito se puedan leer palabras diferentes. Otra das las letras de las palabras salame y soda pero
cosa es que se requieran exactamente las mismas no puede poner aún dos letras para cada sílaba,
28 letras, en el mismo orden, para que se pueda leer porque eso va en contra de la hipótesis silábica,
con la cual se siente seguro de saber lo que es- 2. Jardín de Infantes de la Escuela Graduada “Joa-
tá haciendo. quín V. González”. Universidad Nacional de La
Plata.
Es probable que estas letras alternativas pa-
ra el mismo segmento silábico expresen las po- 3. Para transcribir las verbalizaciones de los niños
utilizamos las siguientes convenciones: cuando
sibilidades de los niños de este nivel de centrar-
están nombrando una vocal pondremos esa vocal
se cognitivamente no solo en el núcleo vocálico entre barras; las verbalizaciones sucesivas apare-
sino también en el ataque consonántico de cada cerán separadas con puntos suspensivos, cual-
sílaba. Se trataría de centraciones sucesivas, sin quiera haya sido la longitud de la pausa entre
coordinación, que probablemente aparezcan ha- ambas.
cia el final del período silábico, expresando lo
4. “La creencia de que existe una letra que se co-
más avanzado que se puede lograr en ese perío-
rresponde a un sonido silábico (que existe una
do y preanunciando su propia crisis. ‘te’, una ‘me’), muchas veces lleva a los niños
Las coordinaciones (momentáneas, no sis- a incorporar letras consonánticas que conocen
temáticas) caracterizarían las escrituras subsi- solo por su forma. En estos casos los niños no
guientes (silábico-alfabéticas) donde por mo- tienen la certeza de haber colocado la letra ade-
cuada, pero de todas maneras las utilizan y estas
mentos –pero no a través de todas las sílabas de
pasan a funcionar como comodines silábicos.
la palabra– se logra dar cuenta de los dos ele- Estos comodines en última instancia son un caso
mentos CV (ataque y núcleo) en la representa- particular del uso de letras en función de susti-
ción escrita. En ese sentido, las alternancias tuta, porque las colocan para sustituir a una letra
grafo-fónicas del período silábico nos parecen que están seguros debería ir en la palabra escri-
constituir el nexo, hasta ahora faltante, entre el ta, pero que no saben cuál es” (Quinteros,
período silábico y el silábico-alfabético (¿uno 1997:39).
de los “eslabones perdidos”, en términos evolu- 5. Felipe I. es un niño cuyas cuatro primeras pala-
tivos?). Un análisis teórico más acabado de es- bras (tanto en escritura manual como en compu-
ta filiación excede los límites de este artículo. tadora) son de nivel silábico inicial. Muestra un
notable avance en las dos últimas palabras que
escribe, precisamente las que tienen similitud so -
Notas nora con el inicio de su propio nombre. Este
avance, registrado en la escritura manual, se sos-
1. En lo que sigue se reporta una parte de los datos
tiene en la escritura en computadora. Es un caso,
correspondientes a la tesis de maestría en Cien-
entre varios, en donde es preciso distinguir entre
cias con especialidad en Investigaciones Educati-
la valoración del total de la producción del niño
vas sustentada por Claudia Molinari en el DIE-
(en este caso, un niño con escritura silábica ini-
CINVESTAV, México, bajo la dirección de Emilia
cial en transición hacia el nivel silábico estricto)
Ferreiro. Dicha tesis fue aprobada en examen el
y la valoración de cada uno de los pares que pro-
27 de junio de 2007.
duce.

Estudios sobre la lectura


Aciertos e infortunios en la investigación
de las últimas décadas
María Cristina Rinaudo
PEDIDOS
Asociación Internacional de Lectura - Lavalle 2116, 8 o B
C1051ABH Buenos Aires, Argentina
Telefax: (011) 4953-3211 - Fax: (011) 4951-7508 - E-mail: lecturayvida@ira.org.ar
29
6. Las interpretaciones que los niños asignan a estos Referencias bibliográficas
pares aportan datos complementarios. En todos
los casos las alternancias grafo-fónicas no son Chartier, A.M. (2004). Enseñar a leer y a escribir.
consideradas como opciones equivalentes, pues Una aproximación histórica. México: Fondo de
al atribuir significado los niños afirman que solo Cultura Económica.
dice la palabra dictada en uno de los dos términos Chartier, A.M. y Hébrard, J. (2002). La lectura de
del par. Las diferencias gráficas se imponen y un siglo a otro. Discursos sobre la lectura
prevalece la idea de que la identidad gráfica total (1980-2000). Barcelona: Gedisa.
garantiza la identidad de significación. Esto indi-
ca que se trata de soluciones sucesivas, imposi- Chartier, R. (2000). Las revoluciones de la cultura
bles de coordinar entre sí. escrita. Barcelona: Gedisa.

7. En la Tabla 1 aparecen 12 pares escritos de ma- Ferreiro, E. (2001). La “mise en page” en contexto
nera silábica estricta y aquí estamos hablando de informático: los problemas del investigador y las
15 ocurrencias de alternancias grafo-fónicas, soluciones de los niños. Tópicos del seminario
porque algunas escrituras presentan más de una (Universidad Autónoma de Puebla), 6, 77-91.
alternancia. Ferreiro, E. (2004). Alfabetización digital ¿De qué
8. Los datos que poseemos sobre otro tipo de síla- estamos hablando? En 12ª jornadas de bibliote-
bas (CVV y CVC) son muy esporádicos y no nos cas infantiles, juveniles y escolares (13-32). Sa-
autorizan a extraer ninguna conclusión. Otras in- lamanca: Fundación Germán Sánchez Ruipérez.
vestigaciones, centradas en esas sílabas, serían Ferreiro, E. (2006). Nuevas tecnologías y escritura.
necesarias. En el cuerpo del texto hemos mencio- Docencia. Revista del Colegio de profesores de
nado el caso de Felipe, quien escribe la primera Chile, 11(30), 46-53.
sílaba de “felpudo” con la alternancia F / FL. Hay
que agregar a la lista dos casos más, en la escri- Ferreiro, E. y Kriscautzky, M. (2003). Del texto con-
tura de carne, Gabriela escribe el par KAN / CA- tinuo al formato gráfico: soluciones de los niños
NE. La primera sílaba es CVC pero ella la repre- para la poesía tradicional. Rivista di psicolin-
senta como CV, con una alternancia ortográfica; guistica applicata, 3 (1), 91-107.
la segunda sílaba presenta una alternancia igual a Luquez, S. y Ferreiro, E. (2003). La revisión de un
las ya analizadas. Valentín, en cambio, escribe texto ajeno utilizando un procesador de palabras.
este par como XRNE / KERNE. La consonante Lectura y vida, 24 (2), 50-61.
“difícil” de la sílaba (la R, en posición coda) ya
había sido identificada en la primera escritura. La Nunberg, G. (comp). (1998). El futuro del libro.
computadora le permite encontrar la consonante Barcelona: Paidós.
inicial (el ataque) que provisoriamente había re- Quinteros, G. (1997). El uso y función de las letras
presentado con una X y agregar la vocal de esa en el período pre-alfabético. Tesis 27. México:
sílaba, aunque no se trata de la vocal correcta. DIE-CINVESTAV.
9. La interacción temprana con distintos instrumentos
y superficies de escritura ha brindado a los niños de
este estudio la posibilidad de poner en juego sus Este artículo fue recibido en la Redacción de LECTURA
ideas sobre el sistema de escritura. Es a partir de es- Y VIDA en agosto de 2007 y aceptado ese mismo mes.
ta frecuentación con el instrumento informático –y
no en su ausencia– donde han tenido oportunida-
des de resolver los problemas que la escritura les
plantea; no en soledad, sino en el marco de inter-
venciones didácticas específicas. No hay razones * Claudia Molinari
para pensar que el procesador de textos no deba Profesora adjunta ordinaria de “Didáctica de
ser introducido de manera temprana en la educa-
la Lectura y la Escritura”, Facultad de Huma-
ción inicial. La interacción con el procesador pue-
de ofrecer a los niños buenas oportunidades para nidades y Ciencias de la Educación, Universi-
aprender el sistema de escritura, en situaciones de dad Nacional de La Plata, Argentina.
producción que tomen en cuenta las prácticas socia-
les. Resulta necesario contar con investigaciones * Emilia Ferreiro
específicas para saber cómo resuelven los niños
problemas de escritura con este recurso informáti- Investigadora del CINVESTAV (Centro de In-
co (en cada uno de los niveles de conceptualiza- vestigaciones y Estudios Avanzados), México
ción y en situación escolar) y bajo qué condiciones D.F.
30 didácticas se favorece el aprendizaje.
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