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Conversaciones Seductivas:

Número 16, Volumen 2

En este número:

 Editorial

 ¿Cómo superar los falsos mitos sobre las mujeres?

 ¿Cómo seducir en Navidad?

 Trucos prácticos para generar confort

 Caso práctico de éxito: La fiesta navideña

 Despedida

Editorial

Puntual como siempre, y ajeno a las fiestas, aquí me


presento en tu correo para seguir mostrándote el camino, el
camino hacia el éxito.

¿Qué tal estás llevando las fiestas? ¿Bien o en familia?


(Perdón por el chiste fácil).

El boletín de hoy es realmente interesante, así que no te


pierdas ni una línea.

Empezamos haciendo un repaso a algunos de los principales


mitos que los hombres tenemos sobre las mujeres y la
seducción. Mitos que, como tales, son falsos.

En segundo lugar, aprovecho las fiestas navideñas para


desmitificar el hecho de que durante este período no hay
cabida para la seducción. La Navidad es la mejor época para
seducir, simplemente hay que saber aprovechar las
oportunidades. Además, nuestro caso práctico de hoy versa
sobre ese tema en particular.

Por último, te ofrezco una guía práctica para generar


confort de manera rápida. No olvides que el confort es el
paso previo para el éxito. ¿Recuerdas el modelo?

Bien, espero que disfrutes el boletín, y que sigas


avanzando en tu escalada seductora.
¿Cómo superar los falsos mitos sobre las
mujeres?
Si recuerdas, en el último boletín te hablaba de uno de los
mitos más extendidos entre los seductores aficionados: “las
mujeres hablan más que los hombres”.

Y te demostraba que no siempre era verdad, que dependiendo


del contexto las mujeres podían hablar más o menos que los
hombres, ¿lo recuerdas?

Bien.

Pues hoy, te voy a seguir hablando de mitos, esas grandes


falacias que se han construido entorno a las mujeres y que
dificultan las tareas de seducción.

¿Por qué?

Muy sencillo.

Los mitos se apoderan de las mentes de los seductores


aficionados, les intimidan y les impiden mostrarse en toda
su plenitud. Pero tú no eres un seductor aficionado, así
que tienes que aprender a superar los mitos.

¿Cómo?

Simplemente, conociéndolos. Cuando se conoce un mito en


detalle, y se sabe de su falsedad, éste ya no tiene ningún
efecto sobre la mente.

Cuando conozcas los mitos que te voy a detallar a


continuación, y de los que seguramente ya has oído hablar,
conseguirás superarlos, ya no te afectarán nunca más.

Habrás dado un paso más en tu escalada hacia el status de


seductor profesional.

¿Estás preparado?

Comencemos.

MITO 1: LOS GUAPOS LIGAN MÁS

¿Cuántas veces te ha atraído una chica en una discoteca y


ni siquiera te has acercado a hablar con ella por pensar
que no eras lo suficientemente guapo para ella?
¿Cuántas veces has maldecido tu suerte, achacando tu
fracaso seductor a que el otro tipo era más guapo que tú?

¿Cuántas veces?

Seguro que miles.

Pues bien, todo ello se debe a un mito. Pensamos que los


guapos son los únicos que pueden seducir a las mujeres, y
eso es un craso error.

¿Dónde está el error?

Las mujeres no se sienten atraídas por la mayor o menor


belleza física de los hombres, no, las mujeres se sienten
atraídas por aquello que le inspiran.

Me explico.

Un hombre guapo inspira a una mujer sus fantasías de


príncipe azul, de conquista social. Sin embargo, un hombre
menos guapo también le puede inspirar sus fantasías.

¿Qué fantasías?

Las mujeres buscan cualidades en los hombres que van mucho


más allá de su belleza física. Buscan un hombre seguro de
sí mismo, que la trate con galantería, que sea romántico,
que la de seguridad,…

Por tanto, si eres capaz de inspirarla todas estas


emociones, a ella no le importará tu mayor o menor belleza
física.

¡Vamos a ver!

No me entiendas mal. Evidentemente, tu belleza física te


ayudará a seducir, pero no lo hará todo por ti, porque es
solo uno de los atributos que la mujer busca.

Los hombres guapos sin más seducen de una manera pasiva, y


consiguen que las mujeres se cansen de ellos a las pocas
horas. Sin embargo, un buen seductor, un seductor
profesional, seduce de manera activa.

Más allá de su belleza física, utiliza sus armas, esas que


te he venido explicando en todos los boletines anteriores,
inspira a su objetivo emociones que ella desconocía, y
consigue seducirla de manera permanente.
Por tanto, destierra ya de tu diccionario seductor el mito
de que “los guapos ligan más”.

Ese mito para ti no existe. Porque tú tienes estrategias,


trucos y conocimientos que ellos no tienen. Tú puedes
llegar al alma de la mujer, y despertarle esos sentimientos
que te convertirán en triunfador.

A un seductor profesional no le importa su aspecto físico,


simplemente utiliza sus conocimientos para seducir.

MITO 2: LA SEDUCCIÓN ES DIFÍCIL

¡Este mito es totalmente falso!

¿Por qué está tan extendido?

Porque los hombres no conocen la esencia de la seducción,


ni las motivaciones de sus objetivos.

La seducción es un arte, y como tal, tiene unos conceptos,


unas reglas, unos métodos que deben de ser conocidos para
poder ser dominada.

¿Cuál es el problema?

Que la mayoría de los hombres desconocen esos conceptos,


esas reglas y esos métodos.

Sin embargo, tú ahora los conoces.

Está claro que necesitarás práctica. No pienses que con


leer los boletines y conocerte la teoría al pie de la
letra, vas a salir ahí fuera y convertirte en un seductor
profesional, no.

Necesitas practicar, y practicar, y practicar, y practicar.

Te lo he dicho desde el principio, la teoría es esencial,


pero no es suficiente. Debe de ir complementado con la
práctica.

Y seguro que las primeras veces tu seducción será un


fracaso, pero no dejes que te cunda el desaliento, no,
sigue practicando y verás como, poco a poco, tus éxitos ser
irán multiplicando, hasta el momento en el que hayas
adquirido tal práctica, que el éxito será la regla y el
fracaso la excepción.
Por tanto, la seducción no es difícil, simplemente los
seductores aficionados no conocen su arte lo suficiente
como para llegar a dominarla.

Y cualquier actividad que no dominamos nos parece difícil.

MITO 3: LAS MUJERES NECESITAN SOLUCIONES A SUS PROBLEMAS

¡Falso!

La mayoría de los hombres consideran que cuando una mujer


les está contando un problema es para que él les de una
solución.

¡GRAN ERROR!

Ya hemos hablado de este hecho en algún boletín anterior,


pero no me importa repetirme, porque es un concepto
esencial.

Cuando una mujer habla de sus problemas no lo hace para


encontrar soluciones, no, una mujer habla de sus problemas
porque necesita compartirlos.

¡Nada más!

Si tu objetivo te empieza a contar cualquier problema, o a


pedirte un consejo sobre cualquier decisión que tenga que
tomar, nunca, nunca, nunca, la ayudes.

Escúchala, déjala que hable, pero nunca le des una solución


o un consejo.

¿Por qué?

Las mujeres piden consejos a sus amigos. Si tú le das un


consejo pasarás a ser su amigo.

La mente femenina funciona muy rápido, y te encasillará


enseguida en la ZONA DE LOS AMIGOS, de donde es
prácticamente imposible escapar.

Por tanto, si estás interesado en una chica nunca le des un


consejo. Muéstrate receptivo a sus problemas, escúchala
comprensivamente, pero nada más.

El concepto que tienen muchos hombres de mujeres desvalidas


en busca de soluciones para sus problemas, es un concepto
desfasado que lo único que te traerá serán fracasos
seductivos.
MITO 4: SI UNA MUJER NO ENVÍA SEÑALES DE INTERÉS, NO ESTÁ
INTERESADA

La mente masculina funciona así: “¡Me gusta esa chica! Voy


a intentar seducirla. Le voy a mostrar que estoy interesado
por ella”.

La mente femenina funciona así: “¡Me gusta ese chico! Voy a


fingir que no me atrae”.

¿Ilógico?

¡Las mujeres son ilógicas!

Me dirás, sin embargo, que hay mujeres que envían claras


señales de interés, o que, incluso, dan el primer paso para
la seducción.

Raras excepciones.

La norma es que las mujeres intentan esconder su interés


por el sexo opuesto.

¿Cuál es el problema?

Que muchos hombres esperan una señal para dar el primer


paso hacia la seducción. Y así esperan, y esperan, y
esperan, y esperan,…

¡Un seductor profesional no aguarda una señal!

Si tienes claro que te interesa tu objetivo, no lo dudes.


Utiliza tus técnicas seductivas y lánzate a por ella. No
esperes a que ella te envíe una señal.

Pero no solo eso.

Es cierto que las mujeres tratan de evitar el enviar


señales a los hombres que las interesan, pero, haciéndolo,
están lanzando señales indirectas o inconscientes.

Las cuáles tú ya estás en disposición de captar. Lo cuál te


deja en una posición de ventaja con respecto al resto de
los hombres, que nunca llegarán a comprender la esencia de
estas señales.

Así que tienes una doble ventaja con respecto al resto de


los seductores aficionados.

Por un lado, no aguardas a una señal explícita para iniciar


tu proceso seductivo.
Y, por otro, sabes captar esas señales que otros ignoran, y
que te sirven para poder realizar un filtro de tus
objetivos, tratando de maximizar tus esfuerzos.

Bien, por hoy tienes suficiente con estos cuatro mitos.


Repásalos y trata de interiorizarlos para que en el futuro
no afecten a tu seducción.

En el próximo boletín te hablaré de otros tantos mitos que


obstruyen tu mente cuando te enfrentas a un objetivo.

Hasta entonces, trabaja sobre lo que ya conoces.

¿Cómo seducir en Navidad?


La Navidad ha llegado a nuestras vidas, y tiene pensado
quedarse por, al menos, un par de semanas. Período de
recogimiento y celebración familiar, en el cuál no hay
cabida para la seducción.

¿O sí?

Se suele pensar que las fiestas navideñas no son propicias


para la seducción, que son más apropiadas para disfrutar
con los amigos y la familia.

Pero eso es completamente falso.

De hecho, si hay un período del año más adecuado para la


seducción, ese es LA NAVIDAD.

¿Sorprendido?

Te lo voy a explicar.

Aquí tienes 6 factores que hacen de la Navidad la época


ideal para la seducción:

1. ALCOHOL

¿Cuál es la época del año en la que bebes más alcohol?

La Navidad.

¿Y sólo te pasa a ti, o es algo generalizado?

Es algo generalizado.
Es decir, allá donde vayas te encontrarás con mujeres que
han ingerido gran cantidad de alcohol.

¿Y qué pasa cuando ingerimos alcohol?

Que perdemos nuestras inhibiciones, y liberamos nuestras


defensas.

Por tanto, la ecuación está clara. Tienes a mujeres que han


ingerido alcohol en exceso, y que, entonces, se encuentran
con las defensas bajas.

En definitiva, mujeres que están a expensas de tus técnicas


seductivas.

¿Lo ves?

2. EMOTIVIDAD A FLOR DE PIEL

La Navidad hace aflorar los sentimientos, tanto los buenos


como los malos.

Durante estas fiestas hay gente que se emociona de


felicidad, porque adoran la superficialidad y el
consumismo, o, simplemente, porque les encanta la esencia
de estas fiestas.

Pero, también, hay gente que se deprime por motivos muy


diversos. O bien porque han perdido un ser querido, o
porque no tienen a nadie con quien celebrarlo,…

En cualquier caso, el hecho es que la emotividad se


encuentra a flor de piel. Todo el mundo siente algo durante
estas fiestas.

Y, claro está, es mucho más sencillo llegar a los


sentimientos de una mujer cuando éstos se encuentran en la
superficie.

Es decir, durante estas fiestas, todo el mundo está más


dispuesto a tener una relación, simplemente porque se
encuentran más vulnerables sentimentalmente.

¿Y qué hace un seductor profesional ante esta situación?

Aprovecharse de ella.

Es el ambiente ideal para alguien que conozca bien la


técnica.
3. AFÁN DE REGALAR

Las fiestas navideñas se han convertido en una competición


para comprobar quien es el que hace más regalos a sus seres
queridos, en una clara importación del modelo anglosajón.

Pues bien, es el momento ideal para que hagas un regalo a


esa chica de la que llevas tanto tiempo enamorado.

Si le hicieras un regalo en cualquier otra época del año,


puedes estar seguro que ella se pondría a la defensiva, y
te calificaría como una presa segura para ella.

Sin embargo, durante estas fechas lo verá como algo normal.


Entenderá que el espíritu navideño se ha introducido en tu
espíritu y te ha hecho regalarle algo.

Así que aprovéchate y hazle un regalo personal, que le


demuestre lo mucho que la conoces y como te preocupas por
ella.

De nada te servirá que le regales algo frío y puramente


material. Tienes que esforzarte por conocer sus gustos y
aficiones, y regalarle algo que tenga algún significado
personal para ella.

Entonces, su subconsciente comenzará a trabajar, y se


imaginará cuanto la cuidarás si estuviera contigo
sentimentalmente.

4. REENCUENTROS

La Navidad es la época de los reencuentros. Te reencuentras


con tu familia, con tus amigos, y CON TUS EX.

Es el momento ideal para llamar a esa antigua novia que


todavía te sigue gustando. Ella no verá con malos ojos
quedar contigo para tomar algo y celebrar las fiestas
navideñas.

Y una vez que estés con ella, y si juegas tus cartas de


manera adecuada, puedes optar a una segunda oportunidad.
Tienes que aprovechar la emotividad de la que te hablaba
antes, y utilizar todos aquellos factores sentimentales que
conoces de ella.

Provoca sus sentimientos de nostalgia y conseguirás


seducirla.
Recuerda que te encuentras en la situación ideal: su
emotividad se encuentra a flor de piel, tú conoces todos
sus puntos débiles sentimentales y ella se siente segura
contigo porque ya te conoce.

Así que aprovecha tu oportunidad.

5. CITAS INFORMALES

Compras, conciertos navideños, cabalgata de reyes, visita a


rastrillos benéficos,…

La Navidad te proporciona gran cantidad de oportunidades


para fijar citas informales.

¿Cuál es la ventaja de las citas informales?

Que ella nunca te dirá que no.

Si a tu objetivo le planteas una cita romántica, con cena a


la luz de las velas, ropa de gala,…, ella se planteará si
está realmente interesada en ti, antes de aceptar.

Sin embargo, si le planteas acompañarla a hacer sus compras


navideñas, o si la invitas a un rastrillo benéfico que hay
cerca de tu casa, ella aceptará sin más, sin realizarse
planteamientos internos.

¿Qué ganas con ello?

Consigues tiempo. Tiempo para demostrarle lo buen tipo que


eres. Si intentas organizar una cita formal, tendrás que
haber despertado su interés antes de la petición, porque si
no ella declinará tu oferta, y no tendrás oportunidad de
utilizar tus técnicas seductivas.

Así que las citas informales que proporcionan una excusa


perfecta para pasar tiempo con ella, sin que se sienta
presionada, y conseguir así poner en práctica todos tus
conocimientos seductivos.

6. FIN DE AÑO

La fiesta por antonomasia.

Parece que si no estás en una fiesta durante la Nochevieja,


no existes.
Si quieres triunfar durante esa noche, tendrás que buscarte
una fiesta idónea para ello.

¿Qué es una fiesta idónea?

Una fiesta idónea es aquella en la que conoces a alguien,


pero no a todo el mundo, en la que hay mujeres, pero no en
exceso, en la que te sientes cómodo, pero no acomodado.

Vamos poco a poco.

Es importante que conozcas a alguien, porque durante la


noche habrá momentos en los que se formarán los típicos
corrillos de amigos para los brindis habituales del
momento. Y en esos instantes, no quieres estar solo.

Sin embargo, no te interesa conocer a demasiada gente de la


fiesta en la que te encuentras. Si es así, tenderás a
refugiarte en ellos, a intentar pasártelo bien con la gente
que ya conoces y no te abrirás a otras personas.

También es importante que haya mujeres, no en vano si no


las hubiera estarías perdiendo tu tiempo en ese lugar. Pero
tampoco te interesa que haya demasiadas mujeres.

¿Por qué?

Porque si las mujeres detectan que son mayoría, tienden a


agruparse entre ellas. A formar grupos y a no abrirse a
elementos subversivos, en este caso, tú mismo. Así que, si
hay demasiadas mujeres en tu fiesta, tus dificultades se
multiplicarán.

Y, por último, te interesa conocer el lugar donde se va a


celebrar la fiesta, sentirte cómodo en él. ¿Por qué? Porque
si te sientes cómodo podrás dedicar todos tus esfuerzos a
tu proceso seductivo y no preocuparte por otros aspectos
más triviales.

Sin embargo, sentirse cómo no es lo mismo que estar


acomodado. Si la fiesta se celebra en un lugar que sientes
como tu propia casa, tenderás a relajarte en exceso y a
mostrarte con ademanes muy poco seductores.

Por tanto, relajarse, sí, pero sin bajar la guardia.

Por otro lado, las fiestas de Nochevieja son ideales para


la seducción porque la esencia de las mismas es el contacto
físico y los besos por doquier.
Convence al pincha de que pida una nueva celebración del
nuevo año, y que la gente se bese entre sí. Asegúrate de
estar junto a tu objetivo en ese momento, y aprovéchate de
la situación. Lo mejor es que ella no te dirá que no.

¿Qué te parece?

Ahora ves la Navidad de una forma distinta, ¿verdad?

Pues no pierdas más tu tiempo, sal ahí fuera y aprovecha


esta época, porque no volverás a tener una oportunidad
similar hasta dentro de un año.

Trucos prácticos para generar confort

Repasando boletines anteriores, recordarás que el confort


es un elemento esencial para conseguir seducir a una mujer.
Tienes que crear el ambiente necesario de confort para que
ella se sienta cómoda contigo, se relaje, y se deje
seducir.

Por los comentarios que he recibido, he llegado a la


conclusión de que todos habéis entendido la importancia que
la generación de confort tiene en el proceso seductivo, sin
embargo hay una duda generalizada.

¿Cómo se crea el confort en la práctica?

En boletines anteriores ya te hablaba de ello, pero muchos


de vosotros me habéis pedido que repasemos algún truco
práctico generador de confort.

Pues bien, hoy lo voy a hacer.

Pero recuerda que solo son trucos aislados, que deben de ir


acompañados de todo lo aprendido anteriormente.

¿Estás preparado?

Pues allá vamos.

1. PUNTOS EN COMÚN

Hay un axioma físico incontestable: “los polos opuestos se


atraen”, el cuál ha sido extrapolado a las relaciones
sentimentales, intentando darle la misma certeza
científica.
Seguro que has oído eso de que “los opuestos se atraen” en
miles de ocasiones, pero, ¿sabes qué?, es totalmente falso.

Sí, puede ser que te encuentres con alguna pareja formada


por individuos totalmente opuestos, pero eso no es más que
la excepción que cumple la regla.

¿Qué regla?

Muy sencillo, todos tendemos a relacionarnos y a sentirnos


atraídos por aquellas personas que son parecidas a
nosotros.

¿Por qué?

Por una razón doble.

Por un lado, al encontrar a una persona similar a nosotros,


estamos reivindicando nuestra manera de ser. Te gusta la
otra persona porque es como tú, y si es como tú debe de ser
una buena persona, ¿o no?

Y, por otro lado, si hablas con alguien que tiene las


mismas opiniones y aficiones que tú, acabarás sintiéndote a
gusto con ella, porque te gusta lo que dice.

Por tanto, olvídate de aquello de que los opuestos se


atraen, y céntrate en encontrar aquellos puntos en común
que tienes con tu objetivo.

Investiga a sus amigas, a sus conocidos, y obsérvala hasta


que conozcas sus gustos y aficiones, y, entonces, hazlos
tuyos. Puedes creerme, ella te lo agradecerá.

Pero, ¿y si no la conoces? ¿Y si solo es una chica a la que


estás entrando en la discoteca?

No pasa nada.

Simplemente, síguele la corriente en la conversación.

¿Cómo? Más o menos así.

TÚ: Bueno, y ¿qué tipo de música te gusta?


ELLA: No sé, un poco de todo, siempre he pensado que
toda la música tiene su momento. Así que escucho de
todo.
TÚ: Sí, estoy de acuerdo contigo en eso, pero, tendrás
un grupo que te guste en especial, ¿o no?
ELLA: Bueno, he de reconocer que sí, pero me da un
poco de vergüenza,…
TÚ: ¿Por qué? No te preocupes, prometo no reírme, ni
aunque me digas que te gusta “El Fary”, no es él,
¿verdad?
ELLA: (Sonrisa) No, no.
TÚ: ¿Entonces?
ELLA: Perales, me encanta perales.
TÚ: ¿Estás de broma?
ELLA: Ya sabía que te ibas a escandalizar, todo el
mundo lo hace.
TÚ: ¡Qué no, qué no! ¡Qué a mí también me encanta! Es
genial, ¿sabes?, el otro día leí que gana casi mil
millones de pesetas por derechos de autor de todas las
canciones que ha escrito, ¡es un genio el tío!
ELLA: (Sonrisa) ¿De verdad te gusta? ¡Qué alegría!

No importa si te gusta Perales, o no, la clave está en que
ella piense que sí, y se sentirá cerca de ti, cómoda
contigo. Habrás generado el confort que estabas buscando.

Sin embargo, déjame que te lance dos avisos importantes,


para que no cometas errores en tu búsqueda de los puntos
comunes.

Primero, y más importante, cuando comiences una


conversación encaminada a encontrar puntos en común hazlo
sobre un tema que domines. Es decir, no intentes encontrar
gustos musicales parecidos si no has pasado de Operación
Triunfo 2, ¿me entiendes?

Y, segundo, tienes que saber moderar tus puntos en común.


Recuerda que corres el peligro de que ella se de cuenta de
tu juego y piense que eres un falso. Por tanto, no intentes
estar de acuerdo con ella en todo.

2. INTIMIDAD

Pero no me refiero a la intimidad que se genera en las


últimas fases del proceso seductivo, aquellas en las que el
nivel de kino se encuentra cercano al máximo, no.

Me refiero a la intimidad que se genera entre dos personas


que se sienten cómodas entre sí. Me refiero a esas bromas
que gastas con tus amigos, y que son solo vuestras, porque
nadie más las entendería, pero vosotros os partís de la
risa con ellas.

Evidentemente, se necesita conocer mucho a una persona para


llegar a un nivel de intimidad elevado. Sin embargo, hay
trucos que puedes utilizar para acelerar el proceso.
Verás, imagínate que estás en una discoteca, y te has
lanzado a hablar con una chica que te atrae.

TÚ: Sí, como te digo, ha sido una cena genial, nos


hemos puesto hasta arriba, y, la verdad, no ha sido
nada caro.
ELLA: Pues yo todavía no he cenado, he salido tarde
del trabajo y me he venido directamente de fiesta, mis
tripas están que trinan.
TÚ: ¿De verdad? ¡No podemos permitir eso! Hay una
pizzería justo en la esquina, te invito a una pizza.
ELLA: Gracias, pero no, estoy aquí con mis amigas, y
no quiero dejarlas.
TÚ: ¿Tus amigas son esas que están hablando con ese
grupo de chicos? No parece que te vayan a echar de
menos en un ratito, prometo que no te dejaré masticar
ni nada.
ELLA: (Sonrisa) Está bien, vamos.

¿Cuál es tu éxito en esta situación?

En la discoteca, ella no está contigo. Está hablando


contigo porque te has acercado y porque pareces un “chico
majo”.

Pero, en la pizzería, ella estará contigo. Ha ido allí solo


contigo, ya se ha generado una intimidad entre vosotros.

Has acelerado el proceso de generación de confort.

¿Ves como funciona?

3. COMPARTIR SENTIMIENTOS

El truco más antiguo para acercarse sentimentalmente a una


persona, es el de compartir sentimientos íntimos con ella.

Todas las relaciones sociales se aceleran cuando uno de los


protagonistas de las mismas comparte un secreto, un
sentimiento íntimo, una vulnerabilidad, con el otro.
Entonces, se genera un vínculo entre ellos, están
compartiendo algo íntimo.

Y eso genera confort, hace que se sientan cómodos juntos.

¡Ese es tu objetivo!

Pero no te lances a compartir sentimientos a lo loco, no.


Tienes que esperar el momento adecuado, y ser capaz de
introducir tus sentimientos íntimos de forma que parezca
accidental, como una fase más de vuestra conversación.

Para ello tendrás que hacer algo de trabajo de campo.


Trabájate historias sentimentales, que te hayan pasado, o
no. Y hazlo como conclusión de diferentes conversaciones
alternativas, de forma que te garantizarás que siempre
llegarás a ese punto.

¿Quieres un ejemplo?

Aquí lo tienes.

ELLA: Pues sí, acabo de adoptar un gatito, ¡más mono!


TÚ: ¿Adoptado? No sabía que se podían adoptar gatos.
ELLA: Sí, es como cuando adoptas un niño, pero con un
animal. Tienes que ir a la granja, y allí te hacen
preguntas sobre tu forma de vida, si has tenido
animales antes, etc.
TÚ: Suena bien, interesante, mejor que comprar y
vender animales.
ELLA: Eso es lo que yo pensaba exactamente. ¿Qué me
dices de ti? ¿Tienes alguna mascota?
TÚ: No, la verdad es que no.
ELLA: ¡Vaya! Suenas triste. ¿Qué pasa? ¿No te dejan
tenerla?
TÚ: No, no es eso, es que no me atrevo…, ¡bah! Es una
historia muy larga y tú no tendrás ganas de escuchar
historias tristes.
ELLA: ¡Venga! ¡Cuéntamelo! Me encantan las historias
sobre animalitos.
TÚ: Pero esta es muy triste.
ELLA: No importa.
TÚ: De acuerdo. Verás, cuando tenía 7 años me
regalaron un cachorro de pero, un recién nacido. El
caso es que mis padres me encargaron a mí su cuidado,
era como una forma de que les mostrara lo responsable
que era, ya sabes, ese tipo de cosas pedagógicas que
tanto les gusta a los padres.
ELLA: Sí, sé exactamente a que te refieres.
TÚ: Bueno, pues el caso es que, bueno,…, ¡yo era un
niño! Y los niños, ya sabes,…, somos irresponsables.
Así que, bueno, lo típico, un día se me olvidaba darle
de comer, otro lo dejaba encerrado en la habitación,…,
pero ¡sin malicia!, solo porque era un niño, y los
niños, pues eso, que no son responsables…, el caso es
que,…
ELLA: El perrito murió.
TÚ: Eso es. Fue el día más triste de mi vida, porque
me culpé por ello, y aún hoy lo hago,…, así que, y
aunque adoro a los animales,…, pues eso, que no,…, que
no me atrevo a tener otro animal.
ELLA: ¿Cómo se llamaba?
TÚ: Suri.
ELLA: ¡Qué nombre tan bonito!
TÚ: ¿Qué nombre le has puesto a tu gato?
ELLA: Illie.

¿Ves como funciona?

Has compartido un sentimiento íntimo con ella, con lo que


has conseguido generar confort. Ahora ella se siente más
cerca de ti, siente que te conoce mejor, y le gusta lo que
conoce.

Bien, hasta aquí los trucos generadores de confort.

Recuerda que bien utilizados pueden ser muy beneficiosos


para ti, pero que si los utilizas de manera inadecuada te
llevarán al fracaso más absoluto.

Apréndetelos y úsalos en tu beneficio, no en tu perjuicio.

Caso práctico de éxito: La fiesta navideña


Acababa de pasar la nochebuena con la familia, y había
salido a tomar unas copas con unos amigos. El caso es que
eran cerca de las 4 de la mañana, y el ambiente que se
palpaba en la calle estaba decayendo a pasos agigantados.

La idea generalizada era la de dar la noche por terminada y


marcharnos a nuestras casas respectivas. Sin embargo, Pepe
nos habló de una fiesta privada que se estaba celebrando en
un lugar no muy lejano de donde estábamos.

Aunque dubitativos al principio, decidimos acercarnos a


tomar la última copa de la noche.

La fiesta era en un chalet adosado, situado a las afueras


de la ciudad. Parecía como si varios vecinos se hubieran
puesto de acuerdo para celebrar la velada de manera
conjunta, porque varios chalets estaban abiertos.

Pepe nos dirigió al primero de todos, y entramos sin


mayores dilaciones.
El lugar estaba a rebosar, gente de todas las edades
pululaban por el salón, todos con alguna copa de más y solo
algunos conservando el espíritu navideño de la fiesta.

La proporción entre hombres y mujeres era la adecuada.


Había las mujeres justas, para que tuviéramos donde elegir,
pero no formaran grupos entre ellas.

Rápidamente, encontramos el lugar donde se servía la


bebida, y nos agenciamos unas copas gratis.

En un primer vistazo no encontré ninguna chica que llamara


mi atención, así que me centré en la conversación que
mantenía con mis amigos, la cuál, la verdad, no recuerdo.

Al rato noté un empujón en mi espalda, y al volverme mi


mirada se cruzó con una morenaza de ojos verdes que me
pedía disculpas.

Estaba hablando con un tipo que la estaba aburriendo sin


límite, pero ella fingía interés mostrando la típica media
sonrisa de cortesía.

En ese momento, decidí que ella sería mi objetivo de la


noche.

Lo primero que necesitaba era hacer desaparecer a aquel


pesado que no la dejaba en paz. Para ello recurrí a mi
amigo Ismael, el cuál es un experto en estos menesteres.

La verdad es que no sé como lo hizo, pero un instante


después se lo había llevado y mi objetivo se había quedado
totalmente sola.

Ahora era mi momento.

- Dame una cifra aproximada.

- Una cifra aproximada, ¿de qué?

- Una cifra aproximada de cuantos pesados te han


entrado esta noche.

- Contigo, unos 10.

- (Sonrisa) Touché.

- (Sonrisa)

- Pero, ¿sabes lo mejor?


- ¿Qué?

- Que yo seré el último.

- ¿Cómo lo sabes?

- Porque acabarás pasando el resto de tu noche


conmigo.

- Ese comentario es un tanto pretencioso.

- No, no es pretencioso, simplemente sincero.

- Bien, bien, ¿y cómo tienes pensado seducirme?

Sin duda, se trataba de una chica realmente lista, y que ya


estaba curtida en muchas batallas seductoras, por lo tanto,
mi técnica estaría basada en burlarme de todas las técnicas
de seducción habituales. Ella las habría sufrido casi
todas, y al reconocer mi burla me tomaría como un tipo con
sentido del humor.

- La verdad es que no lo había pensado todavía, ¿qué


te parece el estudias o trabajas?

- Un poco pasado, ¿no?

- Sí, es cierto, ¿qué tal “que hace una chica como tú


en un sitio como esté”?

- Demasiado manido, cómo no lo hagas mejor lo vas a


llevar crudo.

- Está bien, ¡a la tercera va la vencida!

- Soy toda oídos.

- Voy a usar la técnica del tipo comprensivo y


sensible, ¡muy apropiada para esta época de buenos
sentimientos!

- Bien, no está mal, muy bien traída, aunque,


sinceramente, no creo que funcione conmigo.

- Bueno, ya veremos.

En tono irónico le fui contando varias historias


sensibleras que tenía preparadas dentro de mi catálogo de
historias para contar, y ella no paraba de sonreír.
¡Qué sonrisa! Amplia y sincera, hermosa y cautivadora.
Unida a sus ojos y su tez morena me estaba volviendo loco.

Después de una media hora hablando y riéndonos juntos,


pensé que era el momento de avanzar en la generación de
confort. Intentaría que me acompañara a cualquier otro
lugar donde fuéramos juntos, ella y yo.

- Parece que la fiesta está empezando a decaer, ¿no?

- Sí, la verdad es que sí.

- ¿Te gusta el chocolate con churros?

- ¿No ves mis cartucheras? Pues claro que me gusta.

- Pues yo conozco la cafetería que sirve los mejores


churros de la ciudad.

- Eso es una afirmación demasiado tajante.

- ¿No me crees?

- No mucho, la verdad.

- Entonces, tendrás que probarlos tú misma para


convencerte, ¿qué me dices?

- No sé, ya es tarde y quizá debería volver a casa.

- Tú misma, simplemente pon en tu balanza de


prioridades, los mejores churros de la ciudad en un
lado, y la misma cama de siempre en la otra, tú
decides.

- Está bien, me dejo engañar, ¡vámonos!

En verdad, se trataba del local donde vendían los mejores


churros de la ciudad. Los hacían en su justa medida, ni
demasiado crudos, ni demasiado aceitosos, ni demasiado
grandes, simplemente geniales.

Compartiendo nuestro chocolate y nuestros churros seguimos


manteniendo nuestra conversación. Era una conversadora
excelsa. Siempre captaba las ironías y los dobles sentidos,
y además, los seguía.

Estuvimos casi dos horas en la cafetería conversando y


riéndonos de todo. Luego, la acompañé hasta su casa, y al
despedirnos nos dimos un beso de buenas noches algo
subidito de tono, vamos, en plan película americana.

Quedamos para otro día, y para otro, y para otro. Hasta que
iniciamos una relación en serio. Desgraciadamente, terminó
porque tuvo que marcharse al extranjero por temas
laborales, pero aún añoro mis conversaciones con ella.

Despedida

¡Hasta aquí llegamos esta semana!

¿Qué te parece? ¿No te dije que las fiestas navideñas eran


propicias para la seducción?

Espero que hayas comido mucho turrón, bebido mucho champán


y abierto muchos regalos.

Y si no es así, no te agobies, que la vida es muy corta


para agobiarse. Sal ahí fuera y diviértete.

Pero cuando lo hagas recuerda utilizar todas las técnicas


que te he enseñado.

Bueno, cuando vuelva a visitar tu mail será un año nuevo,


así que supongo que he de despedirme con ¡Hasta el año que
viene!

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