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Alvariz, Ariel
Dinámica macroeconómica,
mercado de trabajo y
distribución del ingreso en el
período 2003-2005
Geograficando
2007, año 3, no. 3, p. 27-46.
Cita sugerida
Adriani, H. L.; Suárez, M. J., y Alvariz, A. (2007) Dinámica
macroeconómica, mercado de trabajo y distribución del ingreso en
el período 2003-2005 [En línea]. Geograficando, 3(3). Disponible
en: http://www.fuentesmemoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/
pr.3666/pr.3666.pdf
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2007 Vol. 3, Nº 3, 27-46 ISSN 1850-1885
Dinámica macroeconómica,
mercado de trabajo y distribución
del ingreso en el período 2003-2005
Resumen
El período post-devaluación 2003-2005 presenta una combinación de
cambios y continuidades en la dinámica socioeconómica y territorial con res-
pecto a la fase de recesión y crisis del Régimen de Convertibilidad. Se registra
una significativa recuperación de la actividad socioeconómica en diversos
sectores, ramas y empresas que no se traduce con el mismo vigor en los
indicadores sociales sobre mercado de trabajo y pobreza, o incluso sin que
se produzcan modificaciones sustantivas en los referidos a distribución del
ingreso. En el territorio argentino estos procesos se reflejan a través de una
desigual distribución de las inversiones y de la captación de los beneficios que
el crecimiento económico genera. El presente artículo tiene como objetivos
caracterizar este período a partir de un análisis de las principales variables
socioeconómicas, presentar los principales debates en torno a los cambios
y continuidades respecto del régimen de convertibilidad y dar cuenta de sus
vinculaciones con la dinámica territorial.
Macroeconomic dynamics,
job market and income distribution
during the 2003-2005 period
Abstract
The post-devaluation period (2003-2005) introduces a combination of
changes and continuities in the socio-economic and territorial dynamics with
respect to the Convertibility recessión and crisis. An important recovery of
the socio-economic activity in various areas, branches and businesses is
noticed, though it does not directly correlate with the job market and poverty
social indicators; nor does it even bring about substantial change in income
distribution. In Argentina, these processes are seen in the uneven distribution
of investments and of benefits reception generated by economic growth. This
article aims at characterising this period by analysing the main socio-economic
variables, at introducing the most significant debates around the changes and
continuities concerning the Convertibility regime, and at accounting for the
connections with the territory dynamics.
Mercado de Trabajo
Durante el período 2003-2005, en el Mercado de Trabajo nacional se
destacan el crecimiento del empleo, la disminución de la desocupación y la
subocupación, y una tendencia ascendente de la población económicamente
activa (PEA).
Fuente: EPH-INDEC
Deso- Sub-
Regiones Actividad Empleo
cupación ocupación
GBA 48.5 42.9 11.5 13.7
Cuyo 42.2 39.3 6.8 12.7
NEA 36.7 34.7 5.4 9.3
NOA 42.3 37.8 10.6 11.7
Pampeana 45.2 40.4 10.5 11.1
Patagónica 43.7 40.7 6.8 4.6
Fuente: EPH-INDEC
Fuente: INDEC
Interpretaciones y debates
Si bien hay coincidencia en distintos trabajos en caracterizar el actual pe-
ríodo como de crecimiento económico, se presentan distintas interpretaciones
respecto de si se trata de una ruptura o de una continuidad de las políticas
neoliberales11. Según la posición del Ministerio de Economía de la Nación,
explicitada en el denominado “Plan de normalización, recuperación y creci-
miento”, la economía se halla en una etapa de consolidación del crecimiento
estructurando un modelo productivo, ocupacional y distributivo diferente del
establecido en los ’90.
En una perspectiva distinta se posicionan diversos autores. Para Schorr
y Wainer (2005), la salida de la crisis del régimen de convertibilidad fue re-
sultado de enfrentamientos entre los sectores del “empresariado productivo”
mayormente nucleado en torno a la UIA, por un lado, y parte del sector finan-
ciero local y las empresas privatizadas, por otro. Este último sector sustentaba
una salida dolarizadora mientras que el primero reclamaba una devaluación,
particularmente desde que en la segunda mitad de los ‘90 la economía argen-
tina perdía competitividad en razón de las distintas devaluaciones sucedidas
en la economía mundial. Dicho sector logró articular una alianza social más
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de los conflictos, ante la negativa de los sectores del capital a revertir los be-
neficios de los que disponen en este nuevo escenario económico.
Con respecto a las características del crecimiento, Noda y Mercadante
(2005) señalan que luego de la crisis comenzó una recuperación, que siguió
con tasas de crecimiento récord acompañadas por cambios positivos en la
mayoría de las tendencias económicas. Sin embargo, hasta el momento (ini-
cio del segundo semestre de 2005), el crecimiento se basó en la utilización
de capacidad instalada ociosa (cerca del 50% antes de la devaluación), hecho
que se debe al valor del dólar: a $3 actúa como barrera y permite una sustitu-
ción de importaciones. Por su parte, en el sector agropecuario, hasta el 2004
se destacaron como ventaja los altos precios en el mercado internacional,
aunque con una disminución en los porcentajes de incremento, que ha sido
compensada con un aumento en la cosecha. A su vez, el sector exportador
triplicó los precios de los bienes de consumo masivo en el mercado interno
al trasladar lo más que pudo los aumentos obtenidos por la devaluación.
Estos análisis permiten concluir que se produjo un cambio en el régimen
de ganancias extraordinarias: del sector importador, las privatizadas y las
finanzas se pasó al gran capital industrial (alimentos y bebidas, siderurgia,
metales comunes, automotrices) y a sectores exportadores primarios como el
agro y el petróleo. Subsidiariamente se han beneficiado también sectores del
pequeño capital aunque con limitaciones, dadas las dificultades de acceso al
crédito y por su fuerte demanda de insumos importados respecto a su capital
y facturación. Si bien se observa que el nuevo contexto ha favorecido a las
Pymes, éstas no han podido salir del estado de vulnerabilidad en el que se
encontraban.
De esto se desprende que la salida de la crisis no implicó un nuevo mode-
lo de acumulación sino un reordenamiento de la toma de ganancias extraordi-
narias entre los sectores económicos integrantes de la cúpula económica, en
razón de la nueva estructura de precios relativos. Asimismo no han variado el
grado de participación de los sectores trasnacionales en la economía nacional
ni, en lo sustantivo, la relación ingresos fiscales-pago de la deuda externa.
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Consideraciones finales
De lo analizado puede concluirse que la actual fase de crecimiento eco-
nómico consiste en un reordenamiento de los sectores dominantes, liderados,
Dinámica macroeconómica... 43
como señalan Schorr y Wainer (2005), por grandes empresas y grupos econó-
micos nacionales y extranjeros, con un ciclo de acumulación y reproducción
ampliada de capital fuertemente trasnacionalizado.
Este reordenamiento y las características de las actividades económicas
en las que se basa moverían a pensar que presenta en los niveles de des-
ocupación, precarización laboral, distribución regresiva del ingreso y pobreza
una condición para su reproducción y no un límite o un conjunto de procesos
a revertir.
Las importantes tasas de crecimiento económico implican a su vez signi-
ficativos incrementos en la productividad y en los márgenes de rentabilidad de
las empresas, hecho que no puede disociarse de la fuerte caída del salario,
que en el 2005 aún no había alcanzado los niveles del año 200113.
Es en el plano político donde las tendencias actuales se plantean de difícil
“sostenibilidad” y resolución para los sectores dominantes, en razón del incre-
mento de la conflictividad social y las crecientes demandas por parte de los
distintos actores socioeconómicos que siguen perjudicados y postergados.
Bibliografía
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Chilavert.
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Notas
1
PBI en valores constantes, a precios de mercado en pesos de 1993.
2
Los datos corresponden a la Inversión Bruta Fija.
3
FIDE, 2006.
4
Argentina. Indicadores Económicos. Ministerio de Economía de la Na-
ción. Abril 2006.
5
Heller, 2005.
6
Para un análisis de estos procesos pueden verse Basualdo, Lozano y
Schorr, 2002; Arceo, 2004; Schorr y Wainer, 2005.
7
Las regiones que considera el INDEC son: Gran Buenos Aires (Ciudad
de Buenos Aires y Partidos del Conurbano); Cuyo (Mendoza, San Juan y San
Luis); NEA (Corrientes, Formosa, Resistencia, Posadas); NOA (Catamarca,
Tucumán, Jujuy, La Rioja, Salta, Santiago del Estero); Pampeana (Bahía Blan-
ca, Concordia, Córdoba, La Plata, Rosario, Paraná Santa Fe, Mar del Plata,
Río Cuarto, Santa Rosa); Patagónica (Comodoro Rivadavia, Neuquén, Río
Gallegos, Ushuaia-Río Grande).
8
Existen un conjunto de elementos que permiten cuantificar y cualificar el
empleo precario: la inestabilidad, referida principalmente a los contratos por
tiempo determinado; la ilegalidad, medida en términos de empleo sin regis-
trar; la desprotección, como carencia de beneficios sociales; los empleos de
jornada parcial; la percepción de salarios no acordes con la calificación o por
debajo del mínimo establecido; la polifuncionalidad, entre los más destacados.
Los autores de este artículo han publicado varios trabajos sobre el tema en
los últimos tres años.
9
Se denomina elasticidad empleo-producto a la relación entre los puntos
que crece el empleo por cada punto de incremento del PBI.
10
Se considera pobre a la población cuyos ingresos son inferiores al valor
de una Canasta Básica Total (CBT). Esta Canasta comprende un conjunto de
bienes alimentarios y servicios no alimentarios (vestimenta, transporte, educa-
ción, salud, etc.) que cubren necesidades esenciales. El conjunto de alimentos
que satisfacen un umbral mínimo de necesidades energéticas y proteicas se
define como Canasta Básica Alimentaria (CBA). Quienes no pueden cubrir
esta Canasta con sus ingresos son considerados indigentes.
11
FIDE, 2003 a; García, 2003; Instituto de Estudios y Formación, 2003 a,
2003 b, 2003 c; Lozano 2004, 2005; Zaiat, 2004.
12
Para ampliar los debates sobre la crisis del 2001 y la salida de la
misma pueden verse Astarita, 2001; Basualdo, 2001; O`Donnell, Kosacoff y
Szmrecsanyi, 2003.
13
La remuneración bruta en los puestos declarados del sector formal era
en 2001 de $1.525 y en 2005 de $1.451. FIDE (2006).