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OBJETIVOS:
El esqueleto humano adulto está formado por 206 huesos, con nombres que se
agrupan en dos divisiones principales: el esqueleto axial y el esqueleto apendicular .
El eje longitudinal, o centro, del cuerpo humano es una línea recta que pasa por el
centro de gravedad del cuerpo. Esta línea imaginaria se extiende desde la cabeza
hasta el espacio existente entre ambos pies.
La porción axial está formada por los huesos situados alrededor del eje:
los huesos de la cabeza,
los huesecillos auditivos,
el hueso hioides,
las costillas,
el esternón y
las vértebras.
La porción apendicular está formada por los huesos de las extremidades
(miembros) superiores e inferiores y por los de las llamadas cinturas (escapular y
pelviana), que conectan las extremidades con el esqueleto axial.
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b. Impregnación cálcica: mediante un fenómeno esencialmente vascular la
sustancia preósea se transforma en oseína.
Las sales de calcio aportadas por los vasos sanguíneos del medio, se depositan
en el interior de la sustancia fundamental.
Las sales minerales, fosfatos y carbonatos de calcio impregnan los espacios
conjuntivos uniéndose a la oseína.
El resultado es la formación de un tejido sólido y resistente que en ciertas
condiciones (acción de la hormona de crecimiento, la luz y la vitamina D),
adquiere homogeneidad. Este proceso de calcificación invade progresivamente
las trabéculas directrices. Nuevas trabéculas se yuxtaponen a las precedentes,
asegurando así el proceso de osificación.
El hueso crece en longitud y espesor y con los años adquiere su forma definitiva. Ésto
depende de la incidencia de una serie de factores, unos hereditarios o genéticos y otros
puramente locales.
Además, el tejido óseo vivo es muy maleable. Cuando crece el periostio por reacciones
de tracción a la que está sometido, aparecen nuevos canales, sistemas vasculares y
nerviosos, con formaciones irregulares en la superficie, que van modelando el hueso,
es decir le dan una nueva arquitectura. Lo mismo ocurre con las trabéculas directrices
de los huesos compactos, creándose nuevas líneas directrices por la presión que se
ejerce sobre ellos. En el hueso esponjoso, las trabéculas se orientan hacia donde
sufren la tensión.
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Huesos cortos: de volumen restringido, sus 3 ejes son semejantes. De forma variable.
Generalmente cuboidea, se los encuentra en el carpo, el tarso, etc.
3.- ARTROLOGÍA
Flexión: movimiento que acerca dos huesos largos entre sí unidos por una
Articulación.
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Una biomecánica cinemática que analiza cada uno de los movimientos que
pueden desarrollarse en una articulación, "sin tener en cuenta las causas que lo
engendran ni las fuerzas que son aplicadas a los móviles".
4.- MIOLOGÍA
Se insertan o fijan por sus extremos llamados puntos de inserción, en general sobre
el esqueleto, algunos en la piel (cutáneos) y en otros lugares. Lo hacen en general por
tendones y tienen una inserción de origen -fija-y una inserción terminal -móvil-.
4.1.2.- Contractilidad
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Las diversas piezas del esqueleto son semejantes a palancas y poseen, como ellas, un
punto de apoyo, una potencia y una resistencia.
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Algunos músculos son muy grandes, como el dorsal en la espalda, mientras otros muy
potentes como el cuadriceps en el muslo.
Además los músculos sirven como protección a los órganos internos así como de dar
forma al organismo y expresividad al rostro.
Los músculos son conjuntos de células alargadas llamadas fibras. Están colocadas en
forma de haces, que a su vez están metidos en unas vainas conjuntivas que se
prolongan formando los tendones, con lo que se unen a los huesos.
Como ya dijimos, la forma de los músculos es variable. La más típica es la forma de
huso: gruesos en el centro y finos en los extremos.
Dijimos también que los músculos realizan el trabajo de extensión y de flexión y para
ello, tiran de los huesos que hacen de palancas. Otro efecto de trabajo de los músculos
es la producción de calor, a través de la cual regulan el funcionamiento de centros
nerviosos. En esos centros se reciben las sensaciones, para que el sistema nervioso
elabore las respuestas conscientes a dichas sensaciones.
Los músculos gastan mucho oxígeno y glucosa. Cuando el esfuerzo es muy fuerte y
prolongado, los músculos no alcanzan a satisfacer sus necesidades y se da como
resultado los calambres y fatigas musculares, que se producen por acumulación de
toxinas musculares. Estos estados desaparecen con descanso y masajes que activen la
circulación, para que la sangre arrastre las toxinas presentes en la musculatura.
4.4.- Tejido muscular
Este tejido, de origen mesenquimático, está constituido por:
Células musculares (fibras musculares), capaces de generar movimientos al
contraerse bajo estímulos adecuados y luego relajarse.
Tejido conjuntivo, estrechamente asociado a las células musculares. Este
actúa como sistema de amarre y acopla la tracción de las células musculares
para que puedan actuar en conjunto. Además, conduce los vasos sanguíneos y
la inervación propia de las fibras musculares.
liso, involuntario
Recordamos que cada tipo de músculo tiene células de estructura distinta, adaptadas a
su función específica; pero en todos ellos, la maquinaria intracelular contráctil está
formada por filamentos que se orientan paralelos a la dirección del movimiento.
Todas las variedades de células musculares aprovechan la energía química
almacenada en el ATP y la transforman en energía mecánica.
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Tejido Muscular esquelético
Este tejido está formado por manojos de células cilíndricas (10-100 mm), muy largas
(de hasta 30 cm),multinucleadas y estriadas transversalmente, llamadas también fibras
musculares esqueléticas.
Los núcleos de las fibras se ubican vecinos a la membrana plasmática (sarcolema),
que aparece delimitada por una lámina basal (lámina externa). El tejido conjuntivo que
rodea a las fibras musculares contiene numerosos vasos sanguíneos y nervios y se
dispone de manera de transferir, en la forma más efectiva posible, la contracción de las
fibras musculares a los sitios de inserción del músculo.
Cada fibra muscular recibe una terminación del axón de una neurona motora,
formándose en la zona de unión una estructura denominada placa motora .
El músculo esquelético se une a los huesos a través de los tendones, estructuras
continuas con la envoltura conjuntiva llamada epimisio, que rodea externamente al
músculo completo. El tejido conjuntivo penetra al interior del músculo, formando el
perimisio, que corresponde a delgados septos (tabiques) de tejido conjuntivo que
envuelven a manojos o fascículos de fibras musculares. A partir del perimisio, se
origina el endomisio formado por delgadas vainas de fibras reticulares que rodean
cada una de las fibras musculares. Los vasos sanguíneos penetran al músculo a través
de estos septos conjuntivos.
La inervación del tejido muscular esquelético se relaciona directamente con la
regulación de la contracción de cada fibra muscular y en consecuencia con el estado
de tensión del músculo completo.
Músculo cardíaco
El músculo cardíaco está formado por células musculares ramificadas, que poseen 1 o
2 núcleos y que se unen entre sí a través de un tipo de unión propia del músculo
cardíaco llamada “disco intercalar”.
A diferencia del músculo esquelético, las fibras musculares cardíacas corresponden a
un conjunto de células cardíacas unidas entre sí en disposición lineal.
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posteriormente. Los túbulos se asocian generalmente con una sola expansión de las
cisternas del retículo sarcoplásmico. ( ver Unidad Temática 1)
De manera que lo característico del músculo cardíaco son las díadas, compuestas de
un túbulo T y de una cisterna de retículo endoplásmico.
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FIGURA A
Una vez unida a actina, la cabeza de la miosina experimenta un nuevo cambio
conformacional que se traduce en un desplazamiento del filamento fino y en la
liberación de ADP (estado V).
De esta manera, cada cabeza de miosina se desplaza hacia el extremo (+) del
filamento fino adyacente. Mientras la concentración de Ca++ sea alta y exista ATP
disponible, los ciclos de formación de puentes actina-miosina continúan y el sarcómero
continúa contrayéndose. En ausencia de ATP, el complejo actina-miosina se estabiliza,
fenómeno que explica el "rigor mortis".
La unidad estructural y funcional de las células musculares estriadas es el sarcómero
(Fig 1), elemento que se repite a lo largo de las miofibrillas. El análisis de la estructura y
composición molecular del sarcómero, permite entender el mecanismo de contracción
de las fibras musculares estriadas, basado en el deslizamiento de los miofilamentos
gruesos sobre los miofilamentos finos.
Los filamentos gruesos (de 15 nm de ancho y 1.6 mm de largo) están formados
principalmente por miosina y se localizan a lo largo de la banda A.
Los filamentos finos (de 8 nm de ancho y 1.0 mm de largo) corresponden a
microfilamentos de F-actina. Estos se localizan en la línea Z, luego cursan a lo largo de
la banda I y penetran la banda A, donde corren paralelos a los filamentos gruesos,
terminando a nivel de la banda H que contiene sólo filamentos gruesos.
En la banda A se observan puentes que se extienden desde los filamentos gruesos
hacia los filamentos finos y que corresponden a las cabezas de las moléculas de
miosina.
A nivel de la línea M cada filamento grueso se asocia a 6 filamentos gruesos
adyacentes, a través de puentes proteicos dispuestos radialmente.
Durante el proceso de contracción, los filamentos finos de los sarcómeros adyacentes
son empujados hacia el centro de la banda A, lo que produce el acortamiento del
sarcómero . Como consecuencia de este proceso, se oblitera la banda H y disminuye la
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longitud de la banda I, sin que se modifique la longitud de la banda A. El grado de
deslizamiento entre filamentos gruesos y finos explica este fenómeno.
Los filamentos finos están formados por actina, tropomiosina y troponinas, proteínas
que se relacionan directamente con el proceso de acortamiento del sarcómero.
Figura 1 Figura 2
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En la zona de contacto, la terminal axónica forma una dilatación que se aloja en una
depresión poco profunda de la superficie de la fibra llamada “hendidura sináptica
primaria”.
El sarcolema, que reviste la hendidura sináptica primaria muestra numerosos pliegues
que constituyen las hendiduras sinápticas secundarias. En la zona de unión, la lámina
basal de la célula de Schwann se fusiona con la lámina basal de la célula muscular.
Esta cubierta celular fusionada, se extiende hacia la hendidura sináptica primaria,
separando la fibra nerviosa de la fibra muscular, y penetra al interior de cada hendidura
sináptica secundaria. Cuando el potencial de acción alcanza a la placa motora, el
neurotransmisor acetilcolina, contenido en las vesículas sinápticas, se libera y difunde a
través de la hendidura. Este mediador se une a receptores de acetilcolina presentes en
la membrana postsináptica, concentrados principalmente en la entrada de los pliegues
sinápticos secundarios, e induce la depolarización del sarcolema que es transmitida a
los tubos T.
Ramas de una misma neurona motora pueden llegar a inervar hasta 500 fibras
musculares. Sin embargo, mientras más fino es el movimiento que debe efectuar el
músculo, menor es el tamaño de la unidad motora, existiendo situaciones en que cada
fibra nerviosa inerva sólo una fibra muscular.
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Un caso particular de proliferación de células musculares lisas, se produce en el útero
de animales preñados, donde se observa aumento del número de células
(hiperplasia) y aumento del tamaño de ellas (hipertrofia). Durante esta etapa, el
miometrio presenta numerosas mitosis. De ahí que se acepte que las células
musculares lisas mantienen su capacidad mitótica durante toda la vida.
5.1.- Hombro
Constituido por dos huesos, la clavícula por delante y la escápula por detrás.
Clavícula: Son dos, una derecha y otra izquierda. Es un hueso alargado que se
extiende desde el esternón a la escápula. Tiene una forma de S itálica y presenta:
2 bordes, uno anterior y otro posterior,
2 caras una superior y otra inferior y
2 extremos, uno esternal o medial y otro acromial o lateral.
Escápula: Son dos una derecha y otra izquierda. Es un hueso plano triangular que se
apoya sobre la parte superior, posterior y lateral del tórax, frente al cual posee una gran
movilidad. Tiene:
dos caras, la cara anterior o costal y la cara posterior o dorsal, donde sale el
acromion, lugar de articulación con la clavícula.
tres bordes; medial o espinal, lateral o axilar, superior y
tres ángulos, superior, inferior y lateral; en este último está la cavidad
glenoidea donde se aloja la cabeza del húmero.
5.2.- Brazo
5.3.- Antebrazo
Radio: Es un hueso largo. Comprende una diáfisis y dos epífisis, superior e inferior.
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Se articula por arriba con el cóndilo humeral a través de la cabeza radial, que tiene una
cavidad glenoidea y con el cúbito a través de una faceta articular. La inferior participa
de la articulación radio carpiana por medio de una pirámide cuadrangular.
Cúbito: Hueso largo. Extremidad superior tiene una cavidad articular destinada a la
tróclea humeral. En el extremo inferior hay una cabeza pequeña destinada al radio y la
apófisis estiloides.
5.4.- Mano
Los huesos del miembro o extremidad inferior son 60 en total y los podemos dividir de
acuerdo a la región que describamos
En el muslo: el único hueso es el fémur
En la pierna encontramos la tibia y el peroné
En la rodilla que es la articulación entre el muslo y la pierna encontramos la
rótula
5.6.- Articulaciones
Articulación coxofemoral: Es una sinovial y une la cabeza del fémur al hueso coxal.
Es sólida, estable y adaptada a sus funciones estáticas, posee sin embargo una
notable movilidad. Hay una cápsula articular alrededor de la ceja cotiloidea (que es el
borde óseo de la cavidad cotiloidea) y del cuello del fémur.
Articulación de la rodilla
Participan:
la extremidad inferior del fémur, con los cóndilos femorales,
la rótula que en sus tres cuartos superiores de su cara posterior se articula con
la tróclea, a través de la interposición de un revestimiento cartilaginoso de
considerable espesor;
la tibia lo hace recepcionando con sus platillos superiores, zonas débilmente
excavadas, cavidades glenoideas de la tibia para que apoyen los cóndilos
femorales.
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Esta diferencia entre cóndilos y cavidades glenoideas, se corrige mediante la presencia
de los meniscos lateral y medial, que se insertan mediante: ligamentos anterior y
posterior el medial y los ligamentos cruzados.
También participan una cápsula fibrosa y los ligamentos que la refuerzan.
5.7.1.- Huesos
Generalidades:
La Columna Vertebral está constituida por piezas óseas superpuestas llamadas
“vértebras”, cuyo número es de 33 a 34.
La columna comprende 4 porciones que, de arriba hacia abajo son:
cervical (7 vértebras),
torácica (12 vértebras),
lumbar (5 vértebras) y
pelviana (9 o 10 vértebras unidas entre sí, para formar dos piezas óseas
distintas: el sacro y el cóxis).
Agujero Vertebral: por detrás del cuerpo vertebral, constituye el canal vertebral por
la superposición de los forámenes (agujeros). Allí se aloja la médula espinal, sus
raíces, sus envolturas y sus anexos. La vértebra es un elemento de protección
del contenido nervioso noble y frágil que alberga.
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Agujero Transverso (sólo en las cervicales): por donde pasan la arteria vertebral,
las venas vertebrales y ramas del simpático.
Apófisis Transversa:
El Sacro y el Cóxis: son las vértebras, que unidas entre sí, continúan la columna
lumbar y constituyen la porción pelviana de la misma.
Las 5 primeras vértebras, separadas en el niño, no tardan en soldarse sobre sí, para
dar origen al sacro. Las vértebras siguientes se fusionan y forman el cóxis.
La longitud de la columna vertebral varía con la talla del individuo. Es, término medio,
de 73 a 75 centímetros en el hombre y de 60 a 65 centímetros en la mujer. Esta
longitud disminuye con la edad debido al aplastamiento de los discos intervertebrales
que aumenta la concavidad anteroposterior llamada “cifosis”.
Solamente la última es fija, las otras tres se modifican con los movimientos de flexión o
de extensión.
Estas curvaturas están en el esqueleto articulado y, dependen, por una parte de los
cuerpos vertebrales y, por otra, de los discos intervertebrales.
Estas curvaturas denotan la adaptación del hombre a la posición de pie. Esto se ve por
la evolución tanto durante el crecimiento como por la anatomía comparada.
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que existe una curvatura convexa hacia la izquierda en los diestros y, en los casos
patológicos se llaman “escoliosis”.
5.7.4.- Articulaciones
Generalidades:
La columna vertebral se articula por arriba con la cabeza, hueso occipital, mediante las
dos primeras vértebras cervicales atlas y axis. Las articulaciones de los cuerpos
vertebrales pertenecen al grupo de las articulaciones cartilaginosas, sínfisis
intervertebrales (anfiartrosis).
Las superficies articulares están formadas por las caras superior e inferior de los
cuerpos vertebrales. En el medio presenta una lámina de cartílago.
Los medios de unión son todos los discos intervertebrales y por un estuche fibroso,
reforzado adelante y atrás por los ligamentos longitudinales (vertebrales comunes
anterior y posterior). El anterior que va del occipital hasta el sacro aplicado a los
cuerpos vertebrales en su parte anterior y media. El posterior se aplica sobre la cara
posterior de los cuerpos vertebrales.
Existen otros caracteres regionales, según la zona de la columna, entre las
articulaciones vertebrales que no tiene interés describirlas para nuestro objetivo.
5.7.5.- Músculos
Generalidades:
Nos interesa dar la ubicación y el movimiento que ocasionan en la columna vertebral.
Músculos posteriores: son los que aseguran la extensión de la columna.
Músculos laterales: que participan en la rotación e inclinación lateral de la
columna. Estos músculos están en contacto directo con la columna y están
colocados entre las apófisis espinosas y transversas de las vértebras.
Existen los músculos de la región posterior del tronco, como los serratos posterior
superior e inferior y el cuadrado lumbar que son voluminosos y anchos, que por sus
inserciones en costillas actúan como inspiradores y espiradores en el movimiento
respiratorio.
Hay un equilibrio de las vértebras, una con relación a las otras, y su mantenimiento
durante los movimientos y esfuerzos depende de las articulaciones y sus elementos y
de los músculos.
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Que un aumento de la actividad muscular aumenta la rectitud del tronco en la
posición de sentado; las personas poco musculosas tienden a inclinarse hacia
delante en esa posición. Esto provoca un cansancio de las articulaciones
posteriores que se manifiesta por lumbalgias (Conductor de vehículos pesados) por
desplazamientos vertebrales.
Antes hablamos de los movimientos de las articulaciones . Ahora nos referiremos a los
de la columna vertebral .
La flexión está asegurada por músculos abdominales como los rectos, oblicuos y
transversos. También se fija la pelvis a la columna y se mueve en flexión sobre el
muslo. Los más móviles son los segmentos cervicales y los segmentos lumbares.
La inclinación lateral y la rotación son movimientos muy limitados y con carga a los
discos intervertebrales y acción de los músculos laterales.
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o los ligamentos se fibrosan,
o los discos se vuelven rígidos y
o aparecen osificaciones periarticulares,
La cabeza, articulada abajo con la 1ª vértebra cervical, está formada por el cráneo,
caja ósea que contiene y protege al encéfalo y la cara que aloja la mayor parte de los
órganos.
6.1.- Cráneo
Los vamos a describir de adelante hacia atrás para la bóveda y de atrás hacia adelante
para la base del cráneo.
Las características generales de estos huesos del cráneo es que son planos.
Están tapizados por fuera por un periostio delgado y por dentro por la duramadre
(meninge).
Están formados por dos láminas de tejido óseo compacto, que son las tablas externa e
interna. Entre ellas se encuentra una capa de tejido esponjoso, de espesor variable: el
diploe.
Hueso Frontal: Es un hueso único, mediano y simétrico, ocupa la parte más anterior
del cráneo. Está situado por delante de los parietales, del etmoides y del esfenoides:
cierra la parte anterior de la cavidad craneana. Se articula por debajo con el etmoides,
los huesos propios de la nariz, los malares, lagrimales o unguis y el maxilar superior.
Contribuye a reunir el esqueleto del cráneo a la cara y participa en la formación de las
cavidades nasales y orbitarias.
Hueso Parietal: Hueso par situado por detrás del frontal, por encima del temporal y por
delante del occipital, ocupa la parte lateral y superior de la bóveda del cráneo.
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Hueso Occipital: Hueso único, mediano y simétrico, corresponde a la parte
posteroinferior del cráneo, en dónde se encuentra el agujero occipital por el cuál la
cavidad craneana se comunica con el canal vertebral (conducto raquídeo), por dónde
pasan el bulbo raquídeo y la médula.
Hueso Temporal: Hueso par situado en la parte lateral, media e inferior del cráneo,
contiene el órgano vestíbulo coclear (aparato de la audición y de la estática).
Esfenoides: Hueso impar, medio y simétrico, situado como una cuña en la base del
cráneo, entre los huesos que lo rodean. Separado de los huesos articulados, tiene
forma de mariposa con las alas abiertas, ya que presenta un cuerpo central impar y
mediano del que se separan las alas menores, las alas mayores y las apófisis
pterigoideas. (Recordemos que estamos hablando de la silla turca, en donde se aloja la
glándula hipófisis)
Etmoides: Hueso mediano simétrico, se halla situado por delante del esfenoides y por
detrás del hueso frontal. Contribuye a la formación de las cavidades orbitarias y
nasales. Tiene una lámina vertical o perpendicular y una lámina horizontal cribosa, ésta
última permite distinguir una parte superior endocraneana y otra inferior el tabique de la
cavidad nasal.
6.2.- Cara
Los huesos de la cara forman un macizo óseo que está situado en la parte anterior e
inferior de la cabeza. Está dividido en dos porciones llamadas “macizo facial” y
“mandíbula”.
Maxilar superior
Malar
Cornete Inferior
Propio de la nariz
Palatino.
Huesos Propios de la Nariz: Son dos pequeñas láminas unidas en la línea media,
situadas en sutura frontonasal.
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Hueso Lagrimal: Hueso par, situado en la cara medial de cada cavidad orbitaria, es
una lámina ósea delgada e irregular.
Hueso Palatino: Hueso par y profundo, contribuye a formar la bóveda palatina, las
cavidades nasales y la órbita.
Hueso Vómer: Es una lámina ósea mediana, extendida desde la cara inferior del
cuerpo del esfenoides hasta la sutura mediana de la bóveda palatina. Forma la parte
posterior del septo de las cavidades nasales.
Hueso Maxilar Inferior: Hueso simétrico, impar y mediano, es un hueso móvil situado
en la parte inferior de la cara, constituye por sí sólo la mandíbula. Tiene la forma de un
cuerpo cóncavo hacia atrás, semejando una herradura. Sus extremos se dirigen
verticalmente hacia arriba formando con el cuerpo un ángulo casi recto.
En su borde superior están los alvéolos que alojan las raíces dentarias.
Las diferentes piezas óseas que conforman el cráneo y la cara están unidas por
articulaciones inmóviles (sinartrosis). Constituye una excepción la articulación de la
mandíbula con el cráneo que es móvil.
Estática
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Forman la caja torácica los elementos osteocartilaginosos que contiene los pulmones,
el corazón y los demás órganos mediastinales.
Ya vimos las vértebras ahora estudiaremos el esternón, las costillas y los cartílagos.
Costillas: Son huesos planos de forma alargada. Se las compara con arcos (arcos
costales), tendidos desde la columna vertebral atrás hacia el esternón adelante, al cual
están unidas por los cartílagos.
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RODILLA
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HOMBRO
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ESQUELETO
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CRÁNEO Y CARA
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Músculos de la región posterior
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Músculos de la región anterior
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