González Del Cerro, C. Busca, M. (2017) - Más Allá Del Sistema Reproductor. Aportes para La Enseñanza de La Biología Desde La Perspectiva de Género. Buenos Aires. Homo Sapiens - Archivo

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de reflexion sobre la propia préctca docentey del devenix dde una posicién politica que no habla sido previamente planificada El material que se presente se organiza en cuatro tiem- pos. Enel primero ge reflexionaen torno ale constitucién del ampo dela biologiay de laciencia y los aportes desde lferninismo y los estudios de género hacia este campo dlisciplnar. Er un segundo momento se analizan lo linea ‘mientos currculares dispuestas a partir dela sancién dela ESI para este asignatura escolar. Luego, en una tercera sec cin, e compartey analiza Ia experiencia de ensenianza de ‘Biologia en una escuela secundaria, y se exponen algunas escenas de las clases que permitenidentifiar imprevistos, conflicts, natualizacionesy respuestas de hs estudiantes frente ala propuesta éulica, Finalmente, a modo de cere encliltimo tramo se comparte una entrevista ala docente que patticip6 en este proceso, en la cual se despliegan las ‘eflexiones finales las ensefianzas, preguntas y desafios que deja experiencia compartida, eee 1 Los principales interrogantes que introduce la perspectiva de género enel campo disciptinar 11. La senualdad y el género en a cencia y en a biologia (Comenzaremos diciendo que existe un imaginario ins talado en a sociedad que vincula drectamente el par de palabras “educacin sexual” con una asignatura escolar particular, las Ciencias Naturales ola Biolog. Qué carac- teristica ee atribuyen esta asignatur para poscionarla como le garante de "la verdad” acerca de la sexualidad? En este primer apartado analizaremos los discursossocia- les que refuerzan esta asociacin entre a sexualidad y la Biologfa como asignatura escolar y como campo acadé- ‘mico. Este vinculoestuvo histricamentefortalecido por ‘una definicinesencialista de “sexualidad”, muy araignda en muestra sociedad, pero fuertemente problematizada por laperspectvade género, Bspor eso que etomaremos algu- nas ellexiones sobre los sentidos tradicionalmente dados alos cuerpos, las identidades los deseos, ya su relacin conel dscusocientifio, para luego analizar, ene segundo apartado, cSmo inflayen en elAmbito escolary en particu- laren laensefanza de Biologia. Winn seni 1LLA. Naturalizacion de la cexualidad Qué imaginarnos cuando pensamos en semvaidad? Puede limitarse ala préctica sexual? Qué es el “acto sexual"? ;Cémo, cudndo y donde hay sexvalidad? ,Quié nes tienen el poder de definirla? Qué y cémo enseBamot Yyaprendemos acerca dea serualidad ala largo de muestas vidas? Comencemos entonces por reconstruir las mitadas hegeménicas que rodean esta palabra. Desde las displ nas humanistic se viene dentnciando que la serualidad es unade as dimensiones dea vida social mis naturaizada, Nos referimos al actitud de asociar un hecho oun proceso histérico al plano de lo natural, Natualizado enel sentido de aquello que no suee estar sujeto a analisis o duda por ser un aspecto habitual o “normal”. Lo que siempre fue y siempre srs. ¥ también interpretado con ls caracerstcas atribuidas ala naturaleza: como perteneciente al orden de lonecesario en opesicion alo contingente,alouniversal en coposicién alo particular. Entonces, persist ain un discus sobre la “sexualided natural que podria sintetizarse en una clasificacién de los euerpos yuna lectura lineal del vinculo entre cuerpo- _género-deseo, reflejado en el siguiente esquema: ‘ueapo(cenTaLEs) [_—_aEneno veo Vigne Ferree ante ee oso ie Se trata de un esquema binémico (oftece des opciones pposibles) ene cual sepresentan a su vez como exhaustivos (abarcan la totalidad, no se puede estar por fuera) y exclu ‘yentes entre (sist es una opcién no se puede se la tra). ¥ estin jerarquizados (uno vale mds quela ota): el género nasculino predomina sobre el femenino. Decimos que esta clasfcacién lectura lineal es esencialista porque se sume quelo que fundamenta ala identidad de géneroy a deseo sexo-afectivo dels personas es una supuesta eser cia “inmodificable's esencia que se “evidencia"eneldato genital’ presente en el cuerpo del bebe. Desde este pare digma, el cuerpo esl punto de partida Bl cuerpo repre senta al estado "nds puro” cuerpo esla manifestacin rads incuestionablede a "voluntad de una fuerza natural” El cuerpo, entonces, determina el destino deesa persona Sin embargo, esta lectura lineal tiene, como itertos viendo, divereos peoblemat. Desde el mateo teric y pol fico que desarolareos en ete trabajo la pespectva de séneto~ dirermos que este enquerna es un modo entre otros varios de organiza los cuerpos, y uno paticularmente copresvo,Sibien es la mirada hegerénica y la que pesiste nla actulidad, no ela que necestiamente coincide con Jas experiencia vitaesycotdianas dela poblaién en su conju. Diremos,porelcontrario, que existe una enorme diversidad de deseosafectivos y eoticos, de dentidades y cexpresones de ser varén ymuyer, incluso diversoscuerpos y genitals. Esta prema es central en este trabajo y volve- zemos aobrella una y ata ve Cada vez que en la eografia de una persona embarz zada selogra desentrafar el misterode i tiene ono pene, ces decirsi“esnene” oes nena”, se activa toda una bateria de expectativas de género bien diferenciables hacia aque- Ia persona: rose o celeste, débilo fuerte, encantadore 0 vallente objeto osujeto de deseo, Seasume que sitiene un ene ser vat, y desearéeventualmente penetar vaginas Sitiene vagina serd mujer, por ende desearé eventualmente ser penetzada por un pene. Aderds de enfatizar enla base corporal de género, esta determinacin genital da cuenta ica sro el "coitocentrismo" que aparece en ‘entomo alas prctica sexuales. Eldeseo exticoferenino no tiene elamismo valor social que el asculino en esta divi- sién: la predomninancia del conducto vaginal, en contrast, la invisibilizacion del clitoris como érgano eréctil dedicado cexclusivamente al placer es un ejemplo de ello, En nuestra cultura quienes aparecen como las voces autorizadas para describir y prescribir Ia sexualidad Ihumana son, principalmente, la religiémy la cienciaposi- tivista, Ambas tradicions e fundarmentan, como veniraot diciendo, en una mirada esencialista de la sexualidad: Ja verdad de la serualided reside ensitima instanciaen el ‘cuerpo. Bn un largo y complejo proceso de construccién de sentidos, las instituciones eligiosasycentiicas fueron dando forma a lo que aqut llamamos el discurso hegems nico, Ambos discursos, muchas veces coincidiendo sobre cuestionesreferidas ala sexualidad y alos roles masculinos yfemeninos,y otras veces en tensién, fueron modificando yy negociando sus postulados. También fueron disputando los sentdos con el Estado en laelaboracin de noreativas referidas al disciplinamiento de los cuerpes. Por un lado, podemos identficar que laiglesiecaté- tica, en tanto actor politico y referente mayoritario de los valores religiosos en la Argentina, de gran incidencia en el mbito cultural y educativo, dspaté en innumerables oca- siones los significados sobre la buena sexualidad. La virgen ‘Maria, como figura central del tistianismo, representa los valores femenines {la castda, la pieda, lapasvidad, la raternidad abnegada) opuestos ala promisculdad de las ‘prostitutes osolteras. Como veremos mds adelante la jerar- quia eclsiética ug un papel central en la negociacin de sentidos vinculados ala educacién sexual, antes, durante y después de sancionada la ley de ESI Por otro lado, las ciencias (en particular las ammadas uras") también juegen tn papel fundamental en Tos sentides construidos sobre la sexualidad, por ende sobre la educacién sexual, y goza de una gran legitimidad al momento deestablecer la verdad” sobre ella. Lamedicina, comla autoridad epistémica que le brinda su supuesta new ‘waldad yobjetividad cientifca, es vista socialmente como Tas capacitada para diagnosticar y tomar las decisiones importantes sebre los cuerpos. Si bien las précticas en salud superan la mera aplicacin de conocimnientos elaborados porla comunidad de centifices, se representan como una ‘técnica fundamentalmente cientifics De acuerdo alos aportes de Menénder (1988) el Modelo Médico HegernSnico (MIME) consiste en “un conjunto de précticas,saberesy teoras generadas por el desarrollo de Toque te conoce como medicina cientfice, el cual, desde fines del siglo XVIII, ha logrado dejar como subalterno al conjunto de prcticas,saberese deologtas que dominaban «enlos conjuntos sociales hasta logrr identifiarse como la sinica forma de atender Ia enfermedad, legitimada tanto pporlaciencia como por el Estado”. El autor caracteriza al ‘modelo con los siguientes rasgos:biologicsta, positivsta, ‘histérco, individualista, pragmético, mercantilista, de orientacién curativa, con una elacién asimétrica médico- ppaciente, se concibe a la enfermedad como diferencia desviada-deficiente. Dela mano del iberalismo se funda- ‘menta enel principio de las libertades individuales, como lalibertad de eleccién, consignando que la salud esunates- ponsabilidad individual, Asimismo,y parafrasaendo a Cze- resniay Freitas (2008), el discursocientifico la especalidad la organizacién institucional de las précticas dela salud. Ssecircunscriben a partir de conceptos objetivos node salud sino de enfermedad, y all radica la diferencia entre una ‘mirada de la salud como prevencién o como promocién. isan ess Blpapel centeal que juege la medicina ene de los cuerpos sexuads se ved en mayor profanidad en libro de esta misma coleccién destinado al abordaje dela asignatura Educacion para la Salud. Sin embargo, aquincs etendremos en algunos ejemplos que ayudan a compre der el modo en que el orden patriatcal se ensambla con el ‘MMH, para de esta forma comprender la importancia de poner en cuestin este orden con una perspectivacrtice de género, partcularmente en Is enseftanza de la cienciay dela naturaleza Comencemos entonces por la profunda medializacin del cuerpo de las mujeres, principalmente en lo concer- niente su capacdad reproductiva y las decisiones per- sonales sobre anticoncepcién,emibarazo, partoy lactanci En las primeras décadas del siglo XX en nuesto pas (y en consonancia con la tendencia europea) primé un pense- ‘mientohigienstay eugenésco, y fueron princpalmente bs intelectuales, médicos y estadistas quienes mostraron pre- ccupacién por laexpansisn del "mal venéreo", la inversion de os oles de géneroy la intensa ciculaciOn de los cuerpos en.una pais de reciente formacién. En este paradigma, 2 To largo del sigh las mujeres han sido objeto de distintas politicas y diseursos sobre planificacin familiar, no s6lo ‘por parte de Estado, sino principalmente— por médicos ‘ysacerdotes, a través de elementos dela industria cultural, ‘como revists, peliculas y programas de ty, que reforzaban su papel de autoridad moral (Felt, 2005). Es posible ver con mayor claridad el problema de cha ‘medicalizacin en lo que el feminismo viene denunciando ‘como violencia obstétrica, Estaes, segtin a Ley 26.485 de “TEs ie Bi pr yr Exes cava ain (Gul sno arts Bae, Home Spies 200 epg Sitinas ‘Semepnter el pepctn de lnm aera aap ‘edo enim orc tas cp dl ie. proteccion integral de las mujeres, aquella que eerce petsonal de salud, principalmente médicrsy enfermenss, Sab el cuerpo yls procesoereproductvos dela raujeces, captesad enn tata dethuranizado, wn abuso de medica s6my patologizacién de lee process vinculades princi palmenteslamaternidad. Vale destacar que ecieterente, y tua las demandas de orgaizaciones de rayjeresy de agen- tes dela salud sancioné en nuestro paisa ley de prto respetadof, que busca visblizary au vez exigt a todas lasinsttucionesrespetar los distinos derechos de radees, padiesehijs antes, durant y después delnacimienta, ‘Owo debate que genera ain tensiones en la sociedad, y que estédiectamente relacionado alos derechos sexu let reproductivos de las mutes ea imposibilidad que tetas tienen de interrumpie volontararnente un embatazo deforma segua libre de esigmatizaién socal. En nues- tuo pala, movimiento de mujeres y de trabajadores de Ja alud viene exgiend hace décadas*que el aborto sea legal, seguro y gratuito en las institucionespblicaso que se gatantize libre distribucién de informaciény de pas tills abotivas(conocdas con el nombre de Misopreta), como sucede en muchisimes paises. Se fundamenta que se rata de un problema de salud publica fntimamenteatra- ‘vesado por injusticias de géneroyde clase socal haciendo “Teapot naga parr scion en hein lism enlo isso gu vere cles erpernae” ‘leas ete ce ac ep por ye nce ae ‘1a dered pgs dtr periment den ‘acter lactam tae depp lyr, inompnd br mau Pega Madi pace «Punic po aoc de sao ‘fren angele Ra dea deere enone {i a cl fpl tcl 2). 1. Puen encanta ke sees ahs rah fammsepoduie Dispute ae EOE hincapié enlaavtonomiadelas mujeres para decidir sobre sus cuerpos y sobre dénde, cdma y con quién realizarse un abort, sin importar el motivo del embarazo, Aqui el dis curso religiso y fuertemente esencialista de a maternidad tiene un peto determinante tanto en el émbito legislative como ena opinién piblica Pero no solo se medicalizan los cuerpos de las mujeres, La psiquiatra se dedicé durante décedas a “carat” a toda aquella persona cuyo género u orientacién sexual no coincida con la asignads al nacer. Como ya djimes, detrés de estos intentos subyace un modo de ler los cuerpos que aqui denominareos“determinismo bioligico”,es deci, a necesidad de que exista ua coherencia, comespondenciay permanencia etre las marcas del cuerpo y las expresiones de género y deseo. El modelo médico hegemenico tiende a “normalizar” ~y en el mismo sentido establece su patolo- gizacién-a aquells personas que no encajanen la norma heterosexual. Ast, podemos recordar el valor histérico ue sepresenté para gays ylesbianas que el x7 de mayo de toys la Asociacién Americana de Peiquatraelirinara ala homosexualidad del Manual diagnéstio y estado de os trastrnos meniaes,y que en el ao s990 la OMS declarara sa fecha como el Dia internacional conta la homofobia ‘También durante décadas la psiquiatra ue elaborando una larga lista de “parafilias”, es decir de préctice sexua les consideradas como enfermedades por tener objetos de deseo o modes de excitacin “no convencionales"y por ello susceptible de ser clasficadas como sintomas psiquidtr- cos. La antropéloga Gayle Rubin fue de las primeras en poner en cuestin esta organizacién méiica de los desecs, ‘yen uno de sus trabajos mas reconocidos (Rubin, 986) labors una detallada descripcin de la "jerarqua sexual” «que regulaba la moralidad estadounidense dela década de los 80 en relacién ala pricticas sexuales buenas o malas ‘eco MEAN INE AERA ELMORE segin con quién, xno, donde y para qué se la practique. Dentro de las prcticasconsideradas ms buenas/naturales encontramos Ia heterosexual, el matrimonio mondgamo, procteador,intrgeneracional, dea dos, sn bjeos, otal, tc, El sexo malofantinaturl s aquel que sea—siguiendo cota jeraqla cuestionada por la autora—homoserual, sin matrimonio, promiscuo, intergeneracional, grupal, con cobjetos, no cota, et. As, las personas juzgan su nivel de “aceptabilidad social en relacién al grado y combinacién de estas prdcticas Por otro lado, el modelo médico hegeménico también se dedicé a expica Tos fatores y las curas frente al “pro blema’ de las personas transgénero. Nos referimos a aque- Iles personas que expresan una identidad de género dife- rente ala asignaia al nacersegin ou configuracin genital, Porlo general han tenido que convvir con un cuerpo, un ‘agen y una socializacion incongruente con lo que real- ‘mente piensan ysienten, Hasta hace pocas afiosen Argen- tina, las personas trans no podian cambiar su nombre y “sexo! (femenino omasculino) en los registrosidentifcato tos oficiales porque ea obligatori contr con una genital- dad “acorde al sex legal” reclamado, A su ez las llmadas “cirugias de resignacién sexual” se encontraban prohibidas ‘en Argentina bajo una legislacién que estableta "no levar cabo intervenciones quirdrgicas que modifiquen el sexo 4eLenfermo, salvo que sean efectuadas con posteriordad 2 ‘una autorizacién judicial”. La sancién dela Ley de Ident- dad de género (N° 26 793} en el 012 modifcé por completo ‘este paradigea que patologizaba ala personas trans, quie~ nes ahora pueden modifica estos datos del DNI sin acucir a ningiina autorizacién médica o judicial. Esta normativa también establece que en el caso de que las personas lo soliciten, la adecuacin corporal pueda realizarse a tra- ‘vés de procedienientos médicos tales como intervenciones cab soe quinixgicas pariales o totales yo tratamientos integrales hhormonales. Con este caso vernos que la fronteras de lo legttimo y lo degitimo en torno aloe soe del cuerpo van reconfiguréndose en las distintas etapas histricas, dela mano de las nuevas regulaciones piblicas y tarmbién en consonancia con el desarrollo de tecnologias de interven- cig comporal, que actalizan el debate bioético (Far, 213). ‘Un tltimo ejemplo sebre el papel predominante de la cienciay la medicina en la regulacién de los cuerpos son Is intervenciones quirdrgicas abebee recién nacies inter sexuales, Nos rferimos a aquellas personas que nacen con variaciones por cromosomas, gonadas 0 genitales que difieren del promedio femenino 0 masculino. Un ejem plo de estas variaciones es cuando el tamafo del pene es “demasiado pequetio o cuando el clitoris es “demasiado” grande, tanto como para penetra. Segin la Organizacion “Mundial dela Salud (OMS), con dichacondicién nace una

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