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“WARISATA MIA”
En este libro de “Warisata mía” nos habla sobre nuestra primera escuela indigenal,
de cómo fue creada, con que sacrificio y todo lo que pasaron, fundada el 2 de
agosto de 1931, su ciclo duraría diez años, al cabo de los cuales seria abatida por
la alianza feudal y burguesa. Y cuarenta años más tarde, sus doctrinas resurgirían
porque corresponden a los anhelos más profundos de un pueblo que en busca de
su libertad, marcha ahora desafiante y heroico, por los aspectos senderos de la
Revolución. También nos habla de su destrucción, de sus personajes más
importantes, como Avelino Siñani, Elizardo Pérez y otros que ayudaron a fundar
nuestra escuela. En este libro nos dice que nuestras escuelas de hoy no son nada
comparados con Warisata ni los maestros, porque en Warisata, habían maestros
como Raúl Botelho el pintor Fausto Aoiz y otros. Habla sobre el indio y nos dice
que forma una gran parte de la fundación de Warisata el indio fue el que hizo con
sus manos a Warisata, se levantaba en pleno altiplano en la madrugada a fabricar
adobes para Warisata por eso decimos que Warisata fue hecha por los indios,
Avelino SIñani es el fundador de Warisata y fue un indio. También nos habla sobre
la destrucción de nuestra Warisata, para su destrucción destruyen al “parlamento
amauta” y luego acusaron a Warisata de que era “racista” y por ultimo Elizardo
Pérez contó con el problema de la tierra. Warisata tenía muchos enemigos que
amigos, en esta escuela se practicaba el ama llulla, ama kella, ama suwa, siempre
llevaban a nuestra cultura adelante. Prosiguiendo nos dice también que el arte es
parte importante de nuestra educación, el arte debería ser una materia más desde
básico y no solo para secundaria. Warisata formo parte de la historia boliviana, en
cada “ayllu” hoy en día podemos ver que hay muchas escuelas, Warisata era un
ejemplo para otros países ya que en México, Ecuador quisieron imitar su método
de enseñanza.
Los pedagogos que venían a Warisata se sorprendían por los horarios, por sus
cuadernos, sin margen, en donde los niños desde pequeños practicaban el arte
del cultivo.
La lucha a concluido Warisata recibe hoy su última puñalada escribo estas páginas
cuando los asesinos bailan en torno al cadáver aun tibio de mi escuela, Warisata
no puede sucumbir sin luchar y es por eso que Warisata cae luchando Warisata
subsiste en mi espíritu, y en el de pocos compañeros míos. Defiendo a mi
escuela, Warisata no pertenece al estado, fue hecha por unos cuantos hombres,
los necios pedagogos que ahora dirigen la educación no tienen nada que hacer
con Warisata. Fue algo más que una obra de administración pública. Nada tienen
que hacer con ella los burócratas que hoy lo ocupan. Más es preciso aclara esto:
hay cierto pedagogo apolillado que protesta por la destrucción de Warisata, yo
defiendo a Warisata ellos simplemente supuesto burocrático, ¡cómo les duele la
supresión de la normal de Warisata!. Bienvenida la última puñalada, Warisata fue
un tiempo impetuoso canto la lucha y esperanza. Primero difamaron la escuela
después la prostituyeron, Warisata mutilada era algo intolerable, Warisata en
manos de mentecatos que por más de 2 años la explotaron era una infamia y una
vergüenza, por eso no puede dolerme su muerte ha concluido simplemente su
martirio. ¡Warisata mía! Es justo que diga esto, Warisata y yo somos algo
indispensable, cuando fuimos arrojados Warisata subsistió en nosotros, solo que
darán explotadores de indios, los niños que recibieron nuestro pan espiritual
continuaron sus lecciones con nosotros, son los niños quienes nos contaran su
desconfianza hacia sus nuevos profesores. Y así Warisata prosiguió la lucha con
el tesón de la planta, cada vez nuestros niños llegaron a La Paz, lo primero que
hacían era buscarnos, sus únicos maestros continuábamos siendo nosotros. En
1939 se editaba en la escuela un boletín del número 7; la peregrinación de
Elizardo Pérez lo condujo a Warisata que presentaba las características del
altiplano, el hombre vivía en un primitivismo inconcebible, donde predominaba la
ley del látigo, los indios de Warisata Vivian golpeados por el infortunio las
haciendas eran un típico resto feudal, sus dueños vivía en las ciudades por eso no
había en la pampa un porvenir virtuoso
La escuela era obra nacida de las propias manos del indio, era suyo por
completo, casi ajena a la acción del estado, la escuela de Warisata era una
escuela de los desheredados de los pobres de los explotados símbolo vivo de la
lucha por la justicia y libertad, en Warisata el indio era un ser humano, y aunque
no se hubiera resuelto aún el problema de la servidumbre ellos ya eran hombres
liberados en lo más plena acepción de la palabra. La escuela defendía las viejas
formas de la cultura precolombina y el núcleo era la marca indígena, con sus
artes, su música sus industrias y artesanías, empresa múltiple basada en la triple
forma ética del “ama suwa, ama llulla y ama kella”.