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marisa-mir@uib.es
Un instrumento de evaluación sobre la gestión de clase (CGCI)
RESUMEN
Método. Aplicamos una adaptación del Cuestionario de Gestión de Clase en Educación In-
fantil (CGCI) de Nault (1994) a una muestra de 247 profesionales de diferentes niveles educa-
tivos relacionados con la Educación Infantil.
Resultados. La mayor parte de los items son juzgados como importantes por más del 75% de
los jueces. El cuestionario adaptado ofrece una consistencia interna medida a través del coefi-
ciente alpha de Cronbach de 0,97. Además se ha obtenido un buen índice de concordancia
entre las puntuaciones emitidas por loe encuestados.
Discusión. Los resultados nos permiten apuntar las situaciones consideradas importantes para
gestionar una clase de Educación Infantil, a partir del porcentaje de consenso de los expertos
consultados y presentar este instrumento como una herramienta para su utilización en la for-
mación profesional que ayude a reflexionar, detectar y tomar decisiones. Este Cuestionario
puede ser objeto de interés, uso, ampliación y adaptación personal de los diferentes usuarios
(estudiantes, maestros, profesores de universidad, tutores de prácticas, equipos de dirección y
de orientación psicopedagógica, inspectores, asesores de centros de profesores...), contribu-
yendo con ello a la búsqueda de mejoras en la gestión del proceso de enseñanza-aprendizaje.
INTRODUCCIÓN
Según Gairín (1996) la gestión es una función organizativa que corresponde a la fun-
ción de actuación o ámbito de ejecución de tareas, el ámbito de aplicación de la organización
escolar. Es el proceso de dirigir y organizar una clase. La organización implica en primer lu-
gar, decidir con anticipación los objetivos a alcanzar, prever los recursos que será necesario
movilizar y concretar las actuaciones en el tiempo. En segundo lugar, supone analizar el plan
de actuación para determinar las tareas y las funciones necesarias, así como su asignación a
los miembros de la organización. Por otra parte, exige la ejecución de las tareas asignadas, su
coordinación y la valoración de los resultados.
La gestión también implica la gestión del clima social de la clase (García Co-
rrea,1996), el sistema relacional, la potenciación del aprendizaje o la interiorización de las
normas sociales. Esta multiplicidad de dimensiones de la gestión del proceso de enseñanza-
aprendizaje justifica su complejidad (figura 1).
CIENTÍFICA
Diferentes:
- paradigmas de investigación
- modelos teóricos referenciales
- concepciones pedagógicas
- teorías psicológicas
DIMENSIONES DE LA GESTIÓN
DEL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE
SOCIAL
PSICOEDUCATIVA
De acuerdo con Rosselló (1996) situamos la gestión del aula en tres momentos puntua-
les, tal como se muestra en la figura 2, que hacen referencia a las etapas del currículum pre-
sentado al profesorado, etapas que a nuestro entender, están directamente relacionadas con la
gestión de la clase:
En este contexto curricular, entendemos que las tareas de la gestión del aula se contem-
plan específicamente en el tercer nivel de concreción del curriculum escolar: la programación
del aula. La Unidad de Programación o Unidad Didáctica precisa la secuenciación de conteni-
dos, explicita los objetivos didácticos, diseña las actividades de enseñanza/aprendizaje y las
actividades de evaluación, de acuerdo con las opciones metodológicas, organizativas y de
evaluación del proyecto educativo de centro (PEC) y de la programación anual (PAC), y pre-
vé los recursos y materiales necesarios para conseguir los aprendizajes previstos. Estos postu-
lados se reflejan en la Figura 2.
CURRÍCULUM PRESCRITO
E
S
C Etapa INTERACTIVA: El currículum se lleva a la practica,
O se redefinen “en” y “por” la situación educativa
L
A
R
E
S Etapa POSTACTIVA: Evaluación del currículum
Según Zabala (1992) en estas unidades están incluidas todas las variables metodológicas
desde el modelo más tradicional hasta el método de proyectos de trabajo global: “... estas uni-
dades tienen la virtud de mantener el carácter unitario y recoger toda la complejidad de la
práctica, al mismo tiempo que son instrumentos que permiten incluir las tres fases de toda
intervención reflexiva: planificación, aplicación y evaluación” (Zabala,1995, p.14-15).
Zabala (1992) teniendo en cuenta a autores como Joyce y Weil (1985), Aebli (1988),
Tann (1990) y otros más cercanos a la tradición española propone: a) las actividades o tareas
(forma de agruparlas y de articularlas en unas secuencias de actividades de enseñanza/ apren-
dizaje o secuencias didácticas); b) las relaciones y situaciones comunicativas (el papel del
profesorado y del alumnado); c) unas formas de agrupamiento o organización social de la
clase; d) una manera de distribuir el espacio y el tiempo; e) un sistema de organización de los
contenidos; f) un uso de los materiales curriculares; g) un procedimiento para la evaluación.
Gimeno y Pérez (1996) opinan que el diseño curricular para los docentes significa pro-
fesionalmente un tiempo para dar oportunidad a pensar la práctica, representándosela antes de
realizarla en un esquema que incluya los elementos más importantes que intervienen en la
misma y que plantea una secuencia de actividades. En opinión de este autor, lo que el profeso-
rado hace para controlar la actividad del aula: “... Se trata de un diseño de la práctica flexible
que se pone de manifiesto en los planes anuales, en programaciones trimestrales y en períodos
de tiempo más limitados para unidades o temas concretos, aunque las directrices prácticas
suelen quedar en la mente sin formalizar al exterior” (Gimeno Sacristán, 1996, p. 313).
El interés por el tema objeto de estudio forma parte de nuestro trabajo docente e inves-
tigador y surge al enfrentarnos con la tutoría y organización de las prácticas del alumnado.
Constatamos sus dificultades en materia de la gestión de la clase en las sesiones de supervi-
sión, en las sucesivas evaluaciones de las prácticas y en una investigación llevada a cabo con
maestras noveles en el momento de su inserción profesional (Colom, Gómez, Mir, Riera, Ro-
dríguez y Rosselló, 1993). Las actividades y habilidades reflexivas eran una de las carencias
más evidentes detectada en los estudiantes y maestros noveles. En concreto, uno de los prin-
cipales problemas con los que se encontraban los estudiantes era la forma de planificar, orga-
nizar y dirigir el funcionamiento de la clase y la evaluación, incluyendo la falta de hábitos de
autoevaluación que habla de la escasa reflexión sobre la tarea realizada (Mir, Riera, Rodrí-
guez y Rosselló, 1991, 1993).
La preocupación por el tipo de ayudas que podíamos ofrecer para analizar las situacio-
nes de enseñanza-aprendizaje nos indujo a investigar un instrumento de apoyo al ejercicio del
pensamiento reflexivo al conocer los trabajos de Nault y Léveillé. La concepción de Nault
(1994) sobre el desarrollo profesional de un enseñante a nivel de la "gestión de la clase" le
lleva a elegir un modelo reflexivo. Esta autora plantea que la observación directa de los gestos
profesionales llevados a cabo en el aula y una reflexión orientada permiten decidir la elección
de los medios a utilizar para mejorar en una situación particular de enseñanza. Al poner en
práctica los elementos de la gestión de clase, el docente puede utilizar el mecanismo del "pen-
samiento reflexivo" altamente reconocido en los escritos sobre la profesión de docente. De
ahí, la conveniencia de analizar el proceso subyacente al pensamiento reflexivo que contribu-
ye al desarrollo y dominio de la gestión de una clase.
Podemos, pues, considerar que el pensamiento reflexivo en gestión de clase es una re-
flexión sobre este conjunto de elementos conducentes a unas acciones precisas en el aula. Este
proceso refleja como el pensamiento reflexivo tiene en cuenta los avances y retrocesos de la
acción en materia de gestión de clase. Es decir, el pensamiento reflexivo comprende en situa-
ción de clase, todo el esfuerzo de concienciación de actos futuros, de actos pasados incluyen-
do la reflexión instantánea hecha en el momento en que la acción se lleva a cabo. Es un salto
de lo conocido a lo desconocido constituido por las sugerencias emitidas a partir de la expe-
riencia vivida que serán sometidas a prueba en la acción futura.
A partir de las aportaciones de los escritos científicos, Nault define el concepto de ges-
tión de clase como: "El conjunto de actos pensados y secuenciados que hace un enseñante
para producir aprendizajes" (1994, p.15). Propone un modelo articulado en tres funciones se-
cuenciales, clasificando los comportamientos de la gestión de clase en fases operacionales.
Esta autora categoriza en un cuadro secuencial de elementos de la gestión de clase girando en
torno a tres temas: la planificación de las situaciones de enseñanza-aprendizaje, la organiza-
ción del funcionamiento en el aula y el control durante la acción. Estos temas constituyen los
objetos del acto reflexivo y tienen lugar en diferentes momentos: antes (fase pro-activa), du-
rante (fase activa) y después (fase retro-activa) de la acción en situación de clase. Nault su-
giere que un inventario de los elementos esenciales para gestionar la clase puede ser un buen
instrumento para el ejercicio del pensamiento reflexivo, una guía para sistematizar el conjunto
de actos que debe manejar un docente para producir situaciones de enseñanza-aprendizaje.
OBJETIVOS
la replicación del trabajo psicométrico de estos autores en una nueva muestra para validar la
escala y estudiar su fiabilidad.
METODO
Muestra
La muestra del presente trabajo la conformaron 247 expertos pertenecientes a diferentes
niveles educativos representativos del sector: maestras y maestros titulares con plaza en la
enseñanza pública y/o privada en aulas de 3, 4 y 5 años, directoras/es de centro, personal ase-
sor de infantil de los Centros de Profesores y de Recursos (CPRs), miembros de equipos de
orientación psicopedagógica y estimulación precoz (EOEPs), miembros de los equipos de
inmersión lingüística, profesorado universitario con docencia en la diplomatura de Maestro
Educación Infantil, inspectoras/es de la administración educativa y otros especialistas en in-
fantil como personal técnico del Ministerio, de las Comunidades Autónomas, profesión libre,
personal investigador, autores con publicaciones.
Esta muestra difería de la utilizada en el estudio original (N=75) porque aquella incluía
una proporción sustancial de sujetos de niveles educativos diferentes (primaria y secundaria),
mientras que en ésta pertenecen a la segunda Etapa de Infantil y la muestra es sustancialmen-
te mayor (N=247). Esta variación muestral ha contribuido a afianzar la validez del cuestiona-
rio.
Diseño
La adaptación del instrumento original al contexto educativo español, en concreto al se-
gundo ciclo de Educación Infantil, se llevó a cabo mediante un diseño de investigación que
demostró sus cualidades psicométricas contrastando la validez teórica y la validez empírica.
Los datos de este estudio han sido obtenidos por los equipos de investigación sobre
Gestión de la Clase adscritos a los departamentos de Ciencias de la Educación de la Universi-
dad de Sherbrooke (Canadá) y de la Universidad de las Islas Baleares.
Instrumento
El cuestionario sobre la gestión de la clase prevé una medición de los comportamientos
a observar y describe cuatro escalas construidas con un diseño Thurstone (escala 0-10) con
cien declaraciones o ítems distribuidos en las cuatro dimensiones. Cada una de estas dimen-
siones consta de un número desigual de ítems para cada una de ellas. Los ítems son positivos
y representan declaraciones cuyo contenido confirma el sentido o escala a la que pertenecen.
Cada uno de estos enunciados del inventario tiene diez posibles respuestas, que reciben un
valor e indican distintos grados de acuerdo o desacuerdo con la declaración formulada.
A los sujetos les fue administrado el cuestionario de Nault (1994), traducido y adaptado
por Mir (1999a). La gestión de clase se concibe como una unidad que permite una aproxima-
ción global a las conductas del docente. El cuestionario incluye, las escalas referidas a las
variables de la gestión en el aula y sus dimensiones, es decir acciones relacionadas con: la
planificación, la organización, la intervención y la evaluación (ver Anexo 1. Extracto del
cuestionario).
Procedimiento
El proceso seguido en la creación de los nuevos ítems se inició con la traducción y el es-
tudio del modelo de Nault con el objeto de conocer la metodología seguida en la confección y
validación de su cuestionario (Nault y Léveillé,1997). Dado que la adaptación del instrumento
se fundamentaba en el modelo teórico de base de Nault (1994), el punto de partida fue la es-
tructura organizativa del instrumento canadiense y el procedimiento seguido en su elabora-
ción.
portamientos del profesorado que respondían a las orientaciones psicoeducativas del curricu-
lum de Infantil. Cada una de las situaciones seleccionadas se refrendaron con las opiniones de
varios autores. Se inició un proceso de redefinición de las categorías y sus dimensiones para
adecuarlas al nivel de infantil, tal y como puede observarse en la figura 3, ello motivó la des-
aparición o sustitución de algunas categorías y la creación de otras nuevas más en consonan-
cia con el léxico español, identificándose las situaciones que permitían la factura del primer
banco de ítems. A continuación se seleccionaron, definieron y operacionalizaron los rasgos y
se fueron adscribiendo a las diferentes categorías siguiendo el acuerdo de dos especialistas. El
porcentaje obtenido fue del 90% considerando en consecuencia, que el resultado era bueno y
que existía concordancia en la adscripción de los rasgos a la categorías que se habían realiza-
do. Posteriormente se procedió a las sucesivas depuraciones de los ítems por saturación para
evitar repeticiones. Una vez finalizado el proceso de revisión quedó listo el inventario de las
situaciones representativas para su validación empírica y asegurar de este modo que las situa-
ciones presentadas en el CGCI eran válidas en nuestro medio escolar y relevantes para la pro-
fesión docente.
En la 2ª fase, para asegurar que la muestra de los ítems contenidos en el cuestionario re-
presentaba bien las situaciones válidas e importantes se optó por la validación inter-jueces
(expertos en educación infantil). Pusimos a prueba los nuevos ítems, para comprobar su perti-
nencia y comprensión, administrándolos a una muestra de la población. Al analizar sus res-
puestas se verificaron su fiabilidad y consistencia. A lo largo de este proceso definimos, iden-
tificamos, seleccionamos y contactamos con la muestra de los expertos que debían validar los
ítems y creamos la base de datos para recoger sus respuestas. Una vez efectuada la prueba
piloto, se procedió a la distribución y recogida de los cuestionarios, se metieron en la base de
datos las puntuaciones y las observaciones recogidas, se analizaron estadísticamente los resul-
tados obtenidos, seleccionándose los ítems que cumplían los requisitos necesarios para validar
empíricamente el instrumento adaptado y se clasificaron de acuerdo con el modelo de partida.
El CGCI muestra dos cualidades métricas importantes: su validez y su fiabilidad.
El espacio
Es el marco físico del aula que
El tiempo
Hace referencia a la distribución
de las actividades de aprendizaje
a corto y largo plazo, la organi-
zación cotidiana de la jornada
escolar, la gestión de las activi-
dades, su duración, la alternancia
de las actividades y la adecua-
ción a los ritmos de aprendizaje
individuales y de grupo.
La evaluación (E)
La evaluación es la verificación que hace el profesor de su propio proyecto de trabajo haciendo posible una
valoración de su adecuación y de su cumplimiento.
La selección de los autores se ha hecho de acuerdo con los criterios siguientes: a) auto-
res españoles; b) con publicaciones en los últimos diez años aproximadamente; c) en sintonía
con el modelo propuesto por el currículum de Infantil. Estos dos criterios están relacionados
con el período de inicio del movimiento de reforma educativa que ha tenido lugar en España y
con las directrices del nuevo currículum implementado en esta etapa.
Cada ítem del cuestionario se presenta con el aval de varios autores constituyendo las
bases científicas del instrumento, en consonancia con el modelo teórico del Diseño Curricular
Base de la Educación Infantil (MEC,1989,1992) que representan. Como se puede constatar, el
conjunto de estos comportamientos de gestión de las situaciones educativas tiene numerosos
referentes bibliográficos que responden a las orientaciones psicodidácticas del diseño curricu-
lar de infantil.
La presentación de los referentes bibliográficos y los ítems del cuestionario está organi-
zada en función de las variables del cuestionario y sus correspondientes dimensiones. Primero
se identificaron las situaciones en la consulta bibliográfica y luego se adscribieron nominal-
mente los autores consultados a los ítems del cuestionario.
RESULTADOS
Podemos observar que todos los ítems son juzgados importantes (7 o más en la escala
de 0 a 10) por más del 75 % de los jueces, con excepción del ítem 22 cuya cota es de 6,9.
Destacamos que 32 de los 100 ítems del CGCI tienen una cota de 8 o más, siendo valoradas
esas situaciones como muy importantes por más del 75 % de los jueces.
En definitiva, este análisis de los ítems mostró, que el CGCI posee un valor altamente
científico en cuanto a la homogeneidad del instrumento y a su fiabilidad. A partir de los resul-
tados alcanzados se validaron los ítems que merecieron la consideración de importantes y
muy importantes por los jueces.
CONCLUSIONES
En primer luga,r los resultados alcanzados constituyen una justificación más que sufi-
ciente de la utilidad del instrumento para la identificación, observación, análisis y evaluación
de la gestión de las situaciones de enseñanza-aprendizaje en aulas de educación infantil.
Puesto que el CGCI ofrece un cuadro teórico y empírico válido para explorar la inter-
vención en el aula, se puede entonces utilizar como instrumento de observación según lo re-
quieran las situaciones personales de los usuarios. Proponemos a continuación algunas estra-
tegias formativas y posibles actividades tanto en la formación inicial como en la permanente.
Ante los problemas con los que se encuentran los futuros docentes durante sus prácticas
(la forma de planificar, organizar y dirigir el funcionamiento de la clase), este cuestionario
puede servir tanto al alumnado como al profesorado para analizar las situaciones de enseñan-
za-aprendizaje en las aulas de infantil (Mir, 2001) y estimular el pensamiento reflexivo sobre
la acción. Creemos que este instrumento puede servir para que el profesorado tutor pueda cen-
trarse más en el desenvolvimiento en las aulas incidiendo en las situaciones problemáticas del
alumnado para analizar las experiencias de prácticas y suscitar actividades de reflexión, tal y
como apuntan (Zabalza y Marcelo,1993).
Otras propuestas de trabajo sobre la gestión de clase consisten en introducir este cues-
tionario como instrumento de reflexión sobre la actividad docente en el contexto de los pro-
gramas de formación (Mir, 1999b), como elemento de soporte o guía de un proceso de inter-
vención en el aula en la formación inicial del profesorado: material didáctico, dossiers de tra-
bajo o manuales de prácticas (Mir y Riera, 2001), como una herramienta de autoevaluación en
la enseñanza superior (Mir, 2000a). A partir de este conocimiento es posible iniciar un pro-
yecto de intervención destinado a introducir los elementos de soporte que se consideren nece-
sarios y factibles habida cuenta de los recursos disponibles.
Otra posibilidad consiste en utilizar este instrumento para identificar y evaluar la per-
cepción del alumnado durante sus experiencias prácticas en las escuelas y estudiar la evolu-
ción en la adquisición de esta competencia y en el manejo de las situaciones de enseñanza-
aprendizaje a lo largo de su formación profesional (Mir, 2002).
Este instrumento también puede ser útil como material instructivo de las nuevas tecno-
logías. La creación de una página web con el soporte digital del CGCI puede facilitar el acce-
so a una base de datos que permita consultar las referencias bibliográficas que apoyan la ges-
tión de la clase en nuestro país (Mir, 2003). En la Universidad de las Islas Baleares una web
sobre la gestión de clase permite a los estudiantes de las diferentes islas autoevaluarse (Mir,
2000a) sobre su grado de dominio en esta materia, y tener acceso por intranet a la documenta-
ción pertinente <http://www.uib.es/depart/dceweb/gei/index.html>
En la formación permanente puede ser una herramienta didáctica para los maestros que
quieran renovar su práctica educativa al utilizarse como una guía no sólo para los noveles sino
también para todos aquéllos que deseen analizar las situaciones de enseñanza-aprendizaje en
las aulas de infantil (Mir, 1999c, 2000b), o quieran mejorar sus práctica docente.
La posibilidad de que pueda ser utilizado como instrumento de observación según lo re-
quieran las situaciones personales de los diferentes usuarios (estudiantes, maestros, profesores
de universidad, tutores de prácticas, equipos de orientación psicopedagógica, inspectores,
asesores de centros de profesores...), permite a su vez identificar las categorías de los respon-
dientes en relación con la diversidad de “estilos de actuación”.
Nos gustaría contribuir con este instrumento a la capacitación del profesorado para to-
mar sus propias decisiones teniendo fundamento para hacerlo en situaciones reales y concre-
tas, facilitándole la evaluación de su trabajo a partir de datos concretos, dotándole de los me-
canismos necesarios para ser constructor de su trabajo y ayudándole a sentirse protagonista
del mismo y de su mejora.
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Anexo 1
0 • • 3 • 5 • 7 • • 10
nada — poco — regular — bastante — mucho
Anexo 2
Se trata de precisar las expectativas con claridad, explicitar las rutinas y los procedimientos,
negociar las normas, y recordar los límites.
...Zabalza (1987), propone clarificar lo que se espera que haga el
C67. Clarificar lo que se espe- niño, la situación y el sentido de las normas y de los valores (expli-
ra que haga el alumno. car el porqué de las cosas) aceptar las sugerencias de los niños;
explicar derechos y deberes dentro de la clase. Hacer propuestas,
sugerencias, dar instrucciones positivas (en lugar de señalar lo que
C68. Comprobar que los alum- no hay que hacer); procurar realizaciones palpables que hagan per-
nos conocen y compren- cibir a los niños que son productivos, eficaces.
den las normas y las ruti- ...Fernández, Arnaiz, Gómez, Mir, Serrats, Bassedas,
nas. Huguet,Solé, conceden mucha importancia a la claridad, estabilidad
y coherencia de las actitudes, normas, valores y criterios educativos,
que puedan interpretarlos bien los niños, que no dependan del estado
C69. Hacer explícitos los pro- de ánimo del adulto. No basta dictarlas sino que se han de explicar,
pios sentimientos y expec- consensuar, implicar a los padres en su cumplimiento, y ser consis-
tativas a los niños. tentes también a nivel de centro.
...Zabalza (1987), es partidario de descubrir los propios sentimien-
C70. Segmentar y dosificar la tos, hacerlos explícitos para que el niño tenga nuevas informaciones
tarea. sobre cómo se siente y reacciona el adulto, sobre cómo se puede
hacer cuando se está muy enfadado y sobre qué tipo de cosas causan
enojo al profesor.
C71. Ceder al niño cada vez ...Coll, Colomina, Onrubia, Rochera (1992), proponen graduar la
más responsabilidad y dificultad de las tareas y proporcionar al alumno los apoyos necesa-
control rios para afrontarla, proporcionar un puente entre el conocimiento
previo y el conocimiento nuevo, ofrecer una estructura de conjunto
C72. Mantener la orientación para la realización de la tarea, traspasar progresivamente el control
de las diferentes acciones al alumno, intervenir activamente, interaccionar en otros contextos.
...Sánchez Blanco (1997), dar a conocer los pasos de las tareas a los
hacia el cumplimiento de niños y niñas.
los objetivos de la activi- ...MEC (1992): el educador influye en los niños cuando verbaliza en
dad. voz alta los pasos que dará en la realización de una acción, cuando
se dice a sí mismo que ha de pensar como ha de hacer una cosa
C73. Mantener el interés : bus- antes de hacerla, cuando verbaliza la meta y los pasos que dará para
conseguirla, cuando evalua en voz alta las consecuencias previsi-
car recursos para que la
bles.
tarea sea motivadora. ...Pérez Cabaní (1995): utilizar métodos de enseñanza que permitan
el paso del control del profesor al control del alumno.
C74. Seleccionar propuestas ...Coll (1990), plantea ceder y traspasar progresivamente la respon-
que tengan en cuenta lo sabilidad y el control en el aprendizaje.
que saben los niños y lo ...Colomina y Onrubia (1992): ajustar el tipo y el grado de ayuda a
los progresos del alumno en la realización de la tarea; retirar de
que quieren saber. forma progresiva la ayuda, y promover la autonomía y control en el
aprendizaje.
…