Está en la página 1de 2

ORACION CONTRA LA PESTE

Oremos

Dios de misericordia, Dios de piedad, Dios de indulgencia, que compadeciéndote de la aflicción


de tu pueblo, dijiste al ángel castigador que lo hería: "¡Suspende tu mano!": por amor de
aquella Estrella gloriosa, la Virgen Maria, de cuyos pechos te alimentaste, concédenos el
auxilio de tu gracia para que de toda peste y de la muerte repentina nos veamos libres, y de
todo ataque de perdición misericordiosamente seamos salvados. Por ti Jesucristo, Rey de la
gloria, y Salvador del mundo, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Santo Dios, líbranos de la peste y de todo mal, por tus santas llagas. Por tu cruz, líbranos de la
peste, oh divino Jesús. De la cólera celestial que la culpa desafía, nos guarde y defienda la
Virgen María. Amén.

V: Oh dulce Madre, tierna María, dadnos de Jesús dulce compañía.

R: Señor Dios, misericordia; Señor Dios, misericordia; Señor Dios, misericordia.

ORACION CONTRA LA PESTE

Oremos

Dios de misericordia, Dios de piedad, Dios de indulgencia, que compadeciéndote de la aflicción


de tu pueblo, dijiste al ángel castigador que lo hería: "¡Suspende tu mano!": por amor de
aquella Estrella gloriosa, la Virgen Maria, de cuyos pechos te alimentaste, concédenos el
auxilio de tu gracia para que de toda peste y de la muerte repentina nos veamos libres, y de
todo ataque de perdición misericordiosamente seamos salvados. Por ti Jesucristo, Rey de la
gloria, y Salvador del mundo, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Santo Dios, líbranos de la peste y de todo mal, por tus santas llagas. Por tu cruz, líbranos de la
peste, oh divino Jesús. De la cólera celestial que la culpa desafía, nos guarde y defienda la
Virgen María. Amén.

V: Oh dulce Madre, tierna María, dadnos de Jesús dulce compañía.

R: Señor Dios, misericordia; Señor Dios, misericordia; Señor Dios, misericordia.

ORACION CONTRA LA PESTE

Oremos

Dios de misericordia, Dios de piedad, Dios de indulgencia, que compadeciéndote de la aflicción


de tu pueblo, dijiste al ángel castigador que lo hería: "¡Suspende tu mano!": por amor de
aquella Estrella gloriosa, la Virgen Maria, de cuyos pechos te alimentaste, concédenos el
auxilio de tu gracia para que de toda peste y de la muerte repentina nos veamos libres, y de
todo ataque de perdición misericordiosamente seamos salvados. Por ti Jesucristo, Rey de la
gloria, y Salvador del mundo, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Santo Dios, líbranos de la peste y de todo mal, por tus santas llagas. Por tu cruz, líbranos de la
peste, oh divino Jesús. De la cólera celestial que la culpa desafía, nos guarde y defienda la
Virgen María. Amén.

V: Oh dulce Madre, tierna María, dadnos de Jesús dulce compañía.


R: Señor Dios, misericordia; Señor Dios, misericordia; Señor Dios, misericordia

También podría gustarte