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En las guerras convencionales tiene por objeto dirigir las tropas en el teatro de
operaciones hasta llevarlas al campo de batalla. Es una de las tres facetas del
arte de la guerra, las otras dos serían la táctica militar, que consiste en la
correcta ejecución de los planes militares y las maniobras de las fuerzas de
combate en la batalla. El tercer componente sería la logística militar, destinada a
mantener el ejército y asegurar su disponibilidad y capacidad combativa.
La estrategia es la esencia misma del arte de la guerra, es una pauta que guía a la
brutalidad por los arduos caminos que conducen a los éxitos concluyentes, la luz
que alumbra las obscuridades del teatro de operaciones, velada siempre por la duda
perenne de lo que pretende, de lo que intenta, de lo que hace el enemigo, y de los
medios que posee para verificarlos, y la estrategia resulta tanto más complicada
cuando más complicados son los medios de guerra, y es preciso lograr como principal
propósito la ruina de la fuerza enemiga, y el modo de alcanzar dicho empeño entra
en los dominios de la táctica, y pertenece al estado mayor la ciencia de la táctica
sublime.
Hay otra parte del arte militar que se halla de manera intrínseca engarzada con la
estrategia, y nos referimos a la política de la guerra, que delimita los casos en
que ésta es forzosa o ineludible, la zona del teatro de operaciones que debe
optarse para llevarla a cabo, y examinar o tantear la indagación de alianzas y
neutralidades, y tratar de arrebatárselas al enemigo, y continua desplegando un
papel significativo durante la contienda pues procura conservar las alianzas o
romper las que haya contraído el enemigo, interviniendo en los armisticios, fijando
las condiciones en que ambos beligerantes deben subordinarse, y prepara y discute
los tratados de paz a fin de sacar el mayor provecho de la victoria o atenuar las
consecuencias de la derrota.
Índice
1 Estrategia y táctica: conceptos
2 Estrategia en la Europa Antigua
2.1 Antigüedad
2.2 Atenas: estrategos
2.3 Esparta
2.4 Roma
2.5 Godos
2.6 Bizancio
2.7 Paralelo entre la falange y la legión
3 Estrategia en la Edad Media europea
4 Términos relacionados
5 La estrategia militar en la antigua China
5.1 Estrategia militar en época de los reinos combatientes
5.2 La estrategia en épocas posteriores a Qin Shi Huang
6 Estrategia en la Edad Moderna europea
6.1 Derecho internacional
6.2 La palabra estrategia en la Europa de los siglos XVIII-XIX
6.3 Definidores y expositores primitivos de la palabra estrategia militar
7 Estrategia en la Edad Contemporánea
7.1 Siglo XIX
7.1.1 Napoleón Bonaparte: la gran estrategia
7.1.2 Guerra de guerrillas
7.1.3 Duque de Wellington: aplicación de los principios de estrategia
7.1.4 Realistas de España
7.1.5 Conquistas de Inglaterra en Oriente: 1838 a 1848
7.1.6 Europa: cinco grandes guerras (1856-1878)
7.1.7 Guerra de Secesión
7.1.8 Batalla de Sadowa
7.1.9 Utilización últimos adelantos
7.1.10 Segundo Imperio Mexicano
7.1.11 El Mahdi
7.1.12 Guerra anglo-bóer (1899-1902)
7.2 Siglo XX
7.2.1 Imperio británico
7.2.2 Guerra ruso japonesa
7.2.3 Guerra turco-balcánica de 1912
7.2.3.1 Antecedentes
7.2.3.2 Guerra de 1912
7.2.4 Primera Guerra Mundial
7.2.4.1 Orígenes
7.2.4.2 Atentado de Sarajevo
7.2.4.3 Ciencias aplicadas: invenciones
7.2.4.4 Ingeniería
7.2.4.5 Lo material y lo personal
7.2.5 Tratado de Versalles (1919)
7.2.6 Segunda Guerra Mundial
7.2.6.1 Europa
7.2.6.1.1 Campaña de Polonia (Septiembre de 1939)
7.2.6.1.2 Gran ofensiva alemana en occidente (Mayo-Junio 1940)
7.2.6.1.3 Guerra marítima y aérea (1941)
7.2.6.2 Guerra en Oriente
7.2.7 Guerra entre Finlandia y la U.R.S.S. (Noviembre de 1939)
7.2.8 Guerra Fría
7.2.9 Guerra de Indochina
7.2.10 Guerra de Corea
7.2.11 Guerra de Argelia
7.2.12 Guerra de Vietnam
7.2.13 Guerra de los Seis Días
7.2.14 Guerra de las Malvinas
7.2.15 Invasión de Kuwait
7.2.16 Guerra del Golfo
7.2.17 Guerras Yugoslavas
7.2.18 Guerra de Afganistán (2001-2014)
7.2.19 Guerra de Libia de 2011
7.2.20 Guerra de baja intensidad
7.2.21 Grupos insurgentes
7.2.22 Contrainsurgencia
7.2.23 Guerra asimétrica
7.2.24 Guerra irrestricta
7.2.25 Guerra centrada en redes
8 Concepciones estratégicas o movimientos estratégicos en la Historia
9 Estrategia y táctica en un punto decisivo en el campo de batalla
10 Movimiento estratégico de Napoleón I que provoca pérdida de la Línea de
Operación del Archiduque Carlos
11 Concentración
11.1 Movimientos estratégicos concéntricos
11.2 Gran movimiento concéntrico estratégico de Napoleón I en 1805
12 Waterloo: Napoleón I concibe movimientos estratégicos de enorme brillantez y
profundidad
13 Gran combinación estratégica de Carnot
14 Pérdida de batallas por faltas estratégicas
15 Condiciones fundamentales para el completo éxito de un movimiento estratégico
15.1 Celeridad
15.2 Secreto
15.3 Habilidad en los movimientos estratégicos
15.3.1 Campaña V: 1797
16 Diferencias entre estratagema y estrategia
16.1 Ejemplos de estratagemas
17 Diferencia movimiento de estrategia y movimiento de táctica
17.1 Movimientos tácticos de Napoleón Bonaparte precedidos de un movimiento
estratégico
18 Otros términos
18.1 Teatro de guerra
18.2 Teatro de Operaciones de un ejército
18.3 Base desde un punto estratégico y táctico
18.4 Frente
18.4.1 Frente Estratégico
18.4.2 Frente de Operaciones
18.4.3 Posiciones Estratégicas
18.4.4 Líneas de defensa
18.4.5 Diferencias Frente Estratégico y Frente de Operaciones
18.4.6 Frente de operaciones paralelo y frente de operaciones oblicuo
18.4.7 Frente Estratégico del Teatro
18.4.8 Frente Estratégico del ejército
18.4.9 Cambio de frente estratégico
18.4.10 Dobles frentes estratégicos
18.5 Puntos estratégicos
18.6 Líneas de operaciones
19 Batalla estratégica
20 Ruptura estratégica
21 Estrategas importantes
21.1 Tratadistas y escritores sobre estrategia militar, hasta finales siglo XIX
21.1.1 Persia Antigua
21.1.2 Grecia Antigua
21.1.2.1 Cartago
21.1.3 Roma Antigua
21.1.3.1 China
21.1.3.2 Japón
21.1.3.3 Portugal
21.1.3.4 Francia
21.1.3.5 Suiza
21.1.3.6 Holanda
21.1.3.7 Italia
21.1.3.8 Prusia
21.1.3.9 Alemania
21.1.3.10 Austria
21.1.3.11 España
21.1.3.12 Escocia
21.1.3.13 Inglaterra
21.1.3.14 Túnez
21.1.3.15 Sajonia
21.1.3.16 Rusia
21.1.3.17 Finlandia
21.1.3.18 Bélgica
21.1.3.19 Estados Unidos
21.1.3.20 Venezuela
21.1.3.21 Argentina
21.1.3.22 Chile
21.1.3.23 Cuba
21.1.3.24 República del Paraguay
21.1.3.25 República Dominicana
21.2 Tratadistas y escritores sobre estrategia militar, siglos XX y XXI
22 Véase también
23 Notas y referencias
24 Bibliografía
25 Bibliografía complementaria
Estrategia y táctica: conceptos
En el arte de la guerra para lograr el fin primario de derrotar al enemigo, hacen
falta muchos medios cada uno de ellos fundamental: sin armas no hay guerra posible,
sin medios de supervivencia no pueden subsistir las tropas, multiplicando el número
de las cosas necesarias para alcanzar la victoria, siendo no menos cierto que desde
el punto de vista exclusivo del arte militar, para obtener el triunfo es preciso
combinar y ejecutar un plan de guerra acertado de estrategia militar, y como
consecuencia de este plan chocar en favorables condiciones con el adversario y
destruir sus fuerzas de resistencia.
La noción del citado propósito, el arte de guiar las tropas hasta conducirlas en
situaciones provechosas hasta el campo de batalla es el objeto de la estrategia
militar, y el de usarlas meritoriamente contra el adversario, ya en ofensiva ya en
defensiva, es el objeto de la táctica militar, aun habiendo tratadistas militares
que admiten definir los límites de los campos de la acción de la estrategia y de la
táctica, confundiendo ambos conceptos, siendo la táctica quien ejecuta los planes
que proyecta la estrategia, y si la lucha es absolutamente trascendental en la
guerra, a todas las sublimidades de la estrategia se superpondrá perpetuamente la
dispar realidad de la táctica que muda con las armas y con los varios elementos de
la guerra, siendo lo más complejo la táctica aplicada, por ser tan variables las
circunstancias de la lucha, no debiendo pretender la táctica de manera dogmática
caer en el escollo de prever todos los casos, y aunque debe discutir, analizar,
presentar todo el conjunto de los medios de guerra, debe detenerse ante el precepto
escueto.
El arte militar pasó de Asia a Europa pasando por Grecia, siguió en este país sus
progresos naturales, transfiriéndose a Italia, perfeccionándose en Roma junto con
las artes y las ciencias, para decaer después con ellas bajo el dominio de los
pueblos bárbaros del norte y volver a renacer en los siglos posteriores a la
restauración de las artes.
Así se manifestarán también en Troya, donde no se puede ver más que la infancia del
arte —la ciudad amurallada, Troya, y el campo atrincherado ofensivo de los griegos
—, descubriéndose aun así ciertos elementos de orden.
La segunda y más grandiosa experiencia que los griegos tuvieron que hacer de sus
fuerzas y que contribuyó más al sentimiento de nación común fue las Guerras
Médicas, que les permitió conocer las técnicas de combate de los Asiáticos.
En las Guerras del Peloponeso participó Tucídides, que escribió la historia de las
citadas guerras asociando las reglas y las aplicaciones de la táctica y de la
política.
El arte militar hizo ya grandes progresos en esta época ya que de chocar y pelear
en todo lo largo de la línea de batalla y el valor individual, se llega hasta a
elegir el terreno más conveniente a la clase de combate y especie de tropas y se
toman disposiciones, y la victoria se hace ya dependiente más de las oportunas y
sabias disposiciones estratégicas que del valor individual y colectivo.
Los países por donde Alejandro Magno condujo su ejército no fueron un mero tránsito
de sus tropas derrotando a los enemigos que se le presentaban, sino que en sus
expediciones tomó y construyó fortalezas, dejó guarniciones y nombró sátrapas que
gobernaban cada región, quedando afirmada su dominación, y sus conquistas y sus
relaciones mercantiles que algunos de sus sucesores, especialmente los Ptolomeos de
Egipto, sostuvieron con la India, dieron a conocer el Ganges, la remota ciudad de
Tina y la isla de Thapobana (Ceilán)
El arte de los sitios, mejorado primero por los rodios y por los cartagineses, fue
llevado a su esplendor por Dionisio, Filipo y Alejandro y más tarde por Demetrio
Poliocertes y los Ptolomeos; y Poliorcetes introdujo grandes novedades en el arte
militar aplicando la ciencia de su tiempo a las máquinas de guerra y estableció
almacenes y arsenales.
Anteriormente a las guerras púnicas, el examen de las tres batallas que sostuvo
Roma en las Guerras Pírricas prueba la razón que tuvo Polibio al decir que cuando
la irrupción de Pirro de Epiro, los romanos por sus guerras contra los galos y
samnitas habían llegado a perfeccionar mucho el arte militar, y los vencedores
aprendieron de los campos de Pirro a alienar sus tiendas y a separarlas por
pequeñas calles y a observar un orden militar que solo los griegos conocían hasta
entonces4 y se ve por este tiempo órdenes de batallas bien razonadas, diversiones
bien combinadas y el uso de reservas.
La Iliria, país dilatado de las costas del Mar Adriático, tenía diversos soberanos,
pero la más poderosa era la reina Teuta, viuda de Argón, que como regente
gobernadora se hizo dueña del Peloponeso, también de la Fenicia y dio orden a sus
piratas que apresasen todas las embarcaciones romanas. La república romana resolvió
un plan estratégico consistente en que sus cónsules Lucio Postumio Albino y Cneo
Fulvio Centumalo se embarcasen para la Iliria y atacasen en combinación, por mar
con su flota Fulvio, compuesta de 200 galeras y por tierra el ejército de Postumio.
Tras ser derrotada, la reina Teuta se retiró a Rhizon, villa fuerte situada en un
pequeño golfo del mar Adriático.
El arte militar romano tiene una vocación de universalidad y permanencia que falta
al griego, más circunscrito, siempre especial, local, y favorecía la audacia y la
ambicionada rapidez de las empresas de los romanos lo pequeño de su ejército
consular, su severa disciplina y su fácil manejo.
La guerra de Yugurta es la última época en que se hallan las legiones formadas por
clases, ya que luego se las ve formadas por cohortes, y no se formaron al principio
más que en dos líneas como se ve en el orden de batalla de Catilina contra Petreyo,
y posteriormente César, Pompeyo el Grande y todos los buenos generales volvieron
pronto al uso de formarse sobre tres líneas.
Con las reformas de Mario se reunieron en uno los tres manípulos de hastarios,
príncipes y triarios, se extinguió la distinción de todas las clases y se formó la
verdadera cohorte que vino a ser por fin la subdivisión única, la verdadera unidad
táctica y orgánica de la legión, batallón de 500 a 600 individuos divididos en seis
centurias, con fuerza bastante para no necesitar reunirse a otros elementos
semejantes a ella.
Tito Livio es el más poeta entre los historiadores y Flavio Josefo escribió sobre
la guerra en Judea, refiriéndose acerca de la táctica y la poliorcética de los
romanos en tiempo de los emperadores.
Amage, reina de los antiguos sarmatas que habitaban las costas del Ponto Euxino,
estableció en las fronteras de su reino guarniciones de tropas, venció y rechazó a
los enemigos que le invadieron y no negó socorros a los príncipes vecinos cuando
solicitaron su auxilio.
Tácito estudió más bien la conducta humana que las vicisitudes exteriores, aunque
son fecundísimos en instrucción los relatos de las campañas de Germánico, de
Corbulón, de Vespasiano, de Tito, etc.
Boadicea, mujer de Prasutagus, rey de los icenos, tras derrotar sucesivas veces a
los romanos, acudió a su encuentro el ejército de Suetonio, que se arriesgó a dar
una batalla a pesar de la desigualdad del número de combatientes y confiando en la
táctica y disciplina de las legiones.7
Arriano escribió tratados de los más importantes entre los antiguos sobre la
ciencia de la guerra y nos revela en la expedición de Alejandro Magno las
particularidades de las operaciones estratégicas.
Eliano, como en tiempos de Alejandro Severo quien armó a sus soldados con corazas y
yelmos a la griega y largas lanzas formando una gran falange de seis legiones, se
volvió a dar preferencia al arte griego, escribió un tratado sobre la Táctica de
los Griegos.
Durante el Bajo Imperio romano, cuando Vegecio escribía de arte militar, este yacía
casi olvidado, y en vano Trajano vencedor de los dacios y partos, en vano Adriano
restaurador de la disciplina, en vano Septimio Severo dominador de los bretones,
trataron de conservar las antiguas tradiciones, estas se perdieron bajo Caracalla y
sus sucesores, despreciando los soldados el ejercicio del cuerpo y hasta
abandonaron las armas defensivas, cuyo peso les era ya insoportable.
Zenobia, reina de Palmira, tras ser vencida dos veces por Aureliano, se retiró a
Palmira, que fue sitiada por los romanos. Esta reina, que había capitaneado ella
misma sus ejércitos, infundió aliento a los sitiados y se defendió como gran
capitana.
La idea de un poder centralizado fue dejado en herencia por Roma y los pueblos
bárbaros no pudieron nunca igualarla, debiéndose a la citada herencia el
renacimiento de un imperio cristiano en tiempos de Carlomagno.
Atenas: estrategos
Los griegos sobresalieron en la táctica y los romanos en la estrategia, y Atenas
nombraba todos los años por elección sus diez estrategos o generales en jefe, uno
por cada tribu, y se caracterizaban por lo siguiente:
Roma
En la antigua Roma stratiotes o stratioticus significaba soldado y stratiotica
pecunia, caja o erario militar, y en Roma la milicia no era una institución
independiente sino que con todo lo demás era la Administración, era el Estado, era
Roma y el resultado de esa milicia era su ejército activo y el instrumento de Roma
era la legión, cuerpo de tropas con fuerza muy variable en los tiempos, y se fue
incubando desde los primeros tiempos en Roma una predisposición a la guerra
metódica.
La legión romana que era más movible que la falange griega, facilitaba la
conclusión de grandes empresas militares que exigían maniobras a larga distancia y
en terreno desigual, y los campamentos de los romanos en las fronteras o en el seno
en las provincias conquistadas atestiguan que sabían elegir los puntos
estratégicos: Para salir victorioso de las batallas se han de meditar de antemano
los preceptos del arte, para pelear según ellos y no fiarse del acaso (Vegecio).8
Pretor
Cónsul
Tribuno
Centurión
Decurión
Quincurión
Si entre los griegos al jefe supremo de las tropas se le llamó estratego, entre los
romanos lo siguiente: cónsul, maestro de la milicia, dictador, imperator, y más
tarde conde y duque.
Godos
A las legiones de los romanos les sucedió una milicia compuesta de propietarios, de
Godos que habían llegado a serlo, la cual formó el lazo entre lo romano y lo
feudal, soldados que vivían del producto de sus tierras, pero pagaban tributos como
los romanos y los feudales al contrario no tenían ninguna carga pero tenían que ir
sin paga, fundando los Godos su organización militar en la jerarquía nobiliaria y
el sistema decimal y la nobleza se dividía en varias jerarquías (duques, condes,
gardingos,..).
Los godos se armaban a expensas propias, y el que no podía hacerlo era equipado por
el Estado y el prefecto del pretorio estaba encargado de proveer al ejército, y
sabían fortificar plazas y conocían las máquinas de batirlas.
Bizancio
En el Imperio bizantino strategium hacía referencia al cuartel de tropas imperiales
en Constantinopla, y algún general destacado que brilló con luz propia Belisario,
aunque entorpecido en sus empresas por la escasez de los medios que le
suministraban y por los caprichos de una Corte intrigante.
En la Edad Media aparece la guerra señorial, ya que no hubo señor sin tierra y
tierra sin señor y admitida esta forma de propiedad se extendió y generalizó y todo
se hizo feudal y el señorío personal, real y jurisdiccional se denominó feudo y el
que lo otorgaba se llamaba senior o señor, el que lo recibía junior o miles, como
obligado al servicio militar, al que lo recibía directamente vasallo y los sub-
beneficiados valbasores, y cada individuo era al mismo tiempo señor y ligio o
vasallo, y podía ser vasallo en una tierra y soberano en las demás, y cuando toda
propiedad llegó a convertirse en feudo o subfeudo, cada duque, conde, etc., fue
considerado como señor de su tierra y podía tomar venganza por las ofensas
recibidas, ya fuera el rey, ya fuera un noble, derecho llamado del puño que originó
numerosas guerras parciales entre uno o varios nobles y el rey o de señor a señor,
y como el vulgo dependía del capricho de los señores, las guerras asolaban las
campiñas y los tugurios del villano.12
Las guerras privadas tuvieron gran importancia y general uso ocupando sus
reglamentos distinguido lugar en la legislación de aquella época, y solo competía a
los nobles y caballeros, pues la reyerta entre los siervos, villanos y hombres
libres de un orden inferior a los nobles estaban sometidos a los tribunales de
justicia requiriendo la guerra privada igualdad de nobleza o condición, y el clero
reclamaba por su parte y ejercía el derecho de guerra personal y eran suplidos los
clérigos por los vidames o advocati elegidos por los varios monasterios u
obispados, hombres distinguidos por su nacimiento y reputación, que los defendían y
combatían en su lugar, aunque en ocasiones eclesiásticos de noble familia llenos de
las belicosas ideas de su tiempo olvidaban su misión de paz y cuerpo a cuerpo
combatían en el campo de batalla a la cabeza de sus vasallos.
Al lado de la vida del castillo, donde estaban los señores en medio de sus
guerreros, aparecieron las milicias comunales, reacción de los peones contra los
caballeros, del hombre libre contra el tirano, y en el momento del peligro se
tocaba la campana del Común, se anunciaba la reunión para tal día, llevando cada
uno sus armas y así marchaban contra el enemigo, concluyendo la campaña del año en
una o dos batallas.13
Los plebeyos y villanos que veían preciso defender su libertad contra la caballería
o milicia que servía a caballo, despreciativa de la infantería, debieron comprender
la necesidad de obrar al revés que el feudalismo, de dar preferencia a la multitud
que a la fuerza individual e impulsados los suizos por esta necesidad, uno de los
pueblos menos caballerescos en donde se consideraba honrosa la infantería,
adoptaron el uso de las lanzas por medio de las cuales formados en gruesos cuerpos
no dejaban que los desordenase la caballería enemiga, al paso que ellos iban
destruyendo el ejército de sus adversarios, venciendo en las batallas de que
dependía su independencia y luego a Carlos el Temerario, devolviendo esos triunfos
su importancia al combatiente a pie y a la lanza, arma temida por la milicia feudal
y los caballos, marchando en columnas apiñadas como una muralla impenetrable,
perfeccionando posteriormente la disciplina suiza por los españoles, formando una
infantería que fue el terror de Europa, los tercios.
Con el paso del tiempo, en tanto volvieron a reunirse los feudos y aquella
separación política a juntarse y formar cuerpos mayores, condes, duques, príncipes,
repúblicas y reinos cesaron las guerras privadas y empezaron las de Estado a
Estado, y como se volvió a cultivar las ocupaciones en tiempos de paz se introdujo
la costumbre de tomar a sueldo personas que desde joven se entregaban al ejercicio
de las armas y principiaron los mercenarios, y en el germen de los ejércitos
permanentes y del progreso del arte esta el establecimiento de las citadas tropas
mercenarias, como la Gran Compañía Catalana de Roger de Flor, relatados sus hechos
en la Crónica de Ramón Muntaner o las compañías de Sforza, Gattamelata, Braccio,
Piccino, Del Verne y otros, los cuales muestran estrategia en sus movimientos,
siendo muy notable la guerra de Gattamelata y Piccino a orillas del lago Garda
entre los Visconti y Venecia.
Sobre la tremenda irrupción de Europa sobre Asia con las Cruzadas, decir que el
entusiasmo prevaleció sobre los cálculos políticos en una Europa, que contaba
tantos señores como poderes, y este levantamiento en masa de un pueblo de
propietarios, este abandono de las comodidades y de los bienes para ir en busca de
aventuras, sin una necesidad absoluta, eran cosas menos extrañas en tiempos en que
las costumbres disponían a ello, y las primeras fueron empresas tumultuosas de
devotos guiados por hombres que llevaban por única provisión su confianza en los
milagros o esfuerzos parciales de una multitud de señores que mandaban a sus
dependientes del mejor modo posible, sin un designio grandioso, sino que de una
empresa se pasaba a otra, hasta que en las sucesivas capitaneadas las expediciones
por los reyes se dispusieron planes estratégicos como la ocupación de Egipto.
En las Cruzadas, Saladino brilla por los grandes y decisivos acontecimientos a que
va unido y por tener frente a si a uno de los reyes más caballerescos de aquella
época Ricardo Corazón de León y Saladino humano y magnánimo siempre que se trataba
de enemigos vencidos, inexorable y áspero cuando contemplaba a los Cristianos como
una nación, el héroe más perfecto del Islamismo, el príncipe más caballeresco de su
época.
Marino Sanuto el Viejo pasó gran parte de su vida en la Romania para poder llevar a
cabo científicamente el libro sobre la recuperación y conservación de Tierra Santa,
presentando en 29 de septiembre de 1321 en Aviñón a Juan XXII la obra con cuatro
mapas y Guido da Vigevano, médico de Juana de Borgoña, contribuyó a la expedición
de Tierra Santa de 1335 con los consejos reunidos en Thesauris regis Franciae
acquisitionis Terrae Sanctae.
Los señores feudales y los adelantados de las fronteras, los walíes y caballeros
árabes hacían mutuamente correrías en sus respectivos litorales, y a eso decían
"hacer algarada", "irse de escaramuza", porque según las leyes de guerra entabladas
podían acometer cualquier castillo y hacer los unos o los otros correrías o
cabalgadas de improviso y con estratagema que no durase más de tres días.
Juan I de Castilla creó los siguientes dignidades o cargos según Pedro de Salazar y
Mendoza : el condestable de Castilla, siendo el primero Alfonso de Aragón el Viejo,
cuyas funciones según Clonard14 equivalían a un Ministro de la Guerra, y dos
oficios nuevos de mariscal a Fernando Álvarez de Toledo y Pedro Ruiz Sarmiento.
Según Bardin era el cargo de mariscal en principio palatino como Ayudante del
condestable hasta que este caballerizo (condestable viene de comes stabuli, conde
del establo o caballerizo mayor) se transforma en general o comandante de tropas en
guerra, los mariscales que le estaban subordinados en la jerarquía o servidumbre
palaciega, le siguieron tomando el apelativo de mariscal de campo, y en Francia en
tiempo del primer Mariscal de Byron era un verdadero Jefe de Estado Mayor, con gran
autoridad y múltiples atribuciones.
Jan Žižka y los husitas en Alemania, maestros según Eneas Silvio Piccolomini en el
arte de fortificar y en el de tomar plazas15 (en la campaña de 1430 quemaron cien
castillos y ciudades y cerca de 1400 aldeas), anuncian ya la eminente preponderacia
de la infantería en los ejércitos europeos (en la campaña de 1431, el ejército
husita estaba formado por 50.000 soldados de infantería, 7.000 de caballería y
3.700 carros), y no obstante, por una rutina o por una tenacidad difícil de
comprender, no solo el siglo XIV sino también en el siglo XV es cuando llegan su
apogeo la caballería y la armadura en la Edad Media europea.
Los husitas, muerto su jefe Jan, le dieron por sucesor a Procopio por sobrenombre
Raso porque era clérigo y tenía cortado el cabello, única señal de su primitiva
profesión, pues era digno discípulo de Jan y tenía como capitán valentía y
habilidad como aquel. Procopio ya se había distinguido en 1421 defendiendo la plaza
de Justemberg contra todas las fuerzas de Alberto, duque de Austria y obligándole a
levantar el sitio, derrotando posteriormente a los imperiales e invadiendo y
saqueando el Austria, la Silesia, la Lusacia, el Brandeburgo y la Franconia
oriental e hizo formidable su nombre en toda Alemania.
Términos relacionados
Estrategia también deriva del griego Stratos Agein, El ejército que se desplaza
hacia adelante. De las palabras Stratos Ejército que acampa y Agein Empujar
adelante, avanzar. Lo anterior sugiere que la estrategia no es estática, sino que
está intrínsecamente ligada al movimiento.
Estratagémico.- Adjetivo que empleó Jean Maximilien Lamarque para expresar los
movimientos que se verificaban en un círculo más extenso que los que podía alcanzar
la vista. También estratagemático según Carrion-Nisas y atribuye esta palabra a
Sexto Julio Frontino que tituló los tres libros que se referían a grandes
movimientos antes, durante y después de la batalla Stratragematicon y Estrategicon
al 4º libro dedicado a lo que pasa cerca del general y es resultado de su carácter
e influencia personal.17
Stratitates.- En la ínfima latinidad, este término tenía un significado similar al
estratego de Grecia.
Estratarithmétria.- En el siglo XVII, el arte de escuadronar, de formar las tropas
en una figura dada, de hallar el número de soldados que en ella cabían.
Estratología.- Nombre griego que algunos autores como Myler y Walter dieron a la
ciencia que trataba del derecho a la guerra (otros estratonomía).
La estrategia militar en la antigua China
En China, hubo dos grandes fases en la historia de la estrategia militar.
Estrategia militar en época de los reinos combatientes
Durante los reinos combatientes, la guerra quedaba librada por nobles en carros de
combate. Estos comandaban a pequeños ejércitos de campesinos armados con la espada.
El combate entre nobles era de una manera más cortés. De hecho, en el reino Zhou
existía el li, un código de conducta que exigía el máximo respeto al enemigo,
siempre que este fuera noble y ambos contrincantes, del mismo linaje, pues las
tribus bárbaras, otros reinos chinos o nobles que no fueran del mismo rango eran
sometidos a una guerra sin cuartel.
En esta época destaca el brillante general Sun Tzu, que revolucionó la táctica
militar con su libro "El arte de la guerra", libro imprescindible para cualquier
general.
Guerreros de Xian
Con Qin Shi Huang las dimensiones de la guerra alcanzaron unas enormes dimensiones.
Se armaron ejércitos gigantescos de miles de soldados. Las lanzas fueron el arma
principal favorita de la infantería china a corto alcance. La infantería era
apoyada por la caballería y más tarde, por las primeras piezas de artillería
En el siglo XVI, aparecen las tropas imperiales españolas, con sus temibles
Tercios, ya que después de la expulsión de los moros, surgió para España una serie
de guerras exteriores, que la alzaran a un alto grado de pujanza, y como ya no
podían actuar las compañías con independencia unas de otras, ni era posible la
organización feudal de grupos disgregados e irregulares, hubieron de crearse
subdivisiones del ejército con la agrupación de varias compañías, que constituyendo
una especie de brigada recibieron el nombre de Tercio:
Habiendo llegado muy lejos el arte de fortificar con Errard de Bardeluc, ingeniero
de Enrique IV de Francia, el caballero Ville con Luis XIII de Francia y el conde de
Pagan, se debe el mérito de las aplicaciones sistemáticas en sitiar y tomar plazas
a Vauban y en su defensa mejoras adaptadas a las nuevas armas, aplicando los
sistemas ya conocidos, sobresaliendo en la sagacidad con que supo asociar la
fortificación con las estrategia: Fue el primero que vio las cosas en gran escala;
buscó las relaciones de las plazas de guerra entre sí y de la fortificación con las
otras partes del arte militar y hasta con la administración política, y puso las
fortificaciones en la mejor relación con la estrategia de su tiempo y merece el
elogio de que la conservación de los hombres y de los establecimientos fue uno de
sus principales fines (Cita Carnot).
Por los años de la Guerra de los Treinta Años, el elemento feudal casi desapareció,
porque su composición no se fundaba ya en el servicio feudal sino que era una tropa
permanente tomada de la plebe y mandada por señores o nobles sujetos sin embargo a
la jerarquía de los grados en razón de sus capacidades y sus servicios y no del
grado social, lo que destruía los contingentes feudales, y en la citada guerra,
Waldstein y Gustavo de Suecia vivían a expensas de los países que ocupaban con sus
soldados, guerra devastadora, pero el primero era considerado como una adversidad y
Gustavo como un protector, porque el uno dilapidaba y el segundo regularizaba las
exacciones, y ambos demostraron que en los ejércitos más móviles y en los terrenos
menos montuosos sabían hacer servir las fortificaciones de campaña, y empezó
también la división del trabajo en los ejércitos.22
Wallestein ganó fama militar en la guerra contra los bohemos y los turcos, y su
fama y las promesas tentadoras de gloria y de botín trajeron a su bandera muchos
soldados y jefes aventureros, guerra en la que se permitía el pillaje y la
contribución militar, hallando donde quisiera el soldado paga y ganancias.
Raimondo Montecuccoli dejó tres libros en sus memorias, trata el primero del arte
militar, el segundo de la guerra contra los turcos y el tercero de la campaña de
1664, conteniendo preceptos tanto para la guerra ofensiva como la defensiva, y la
guerra entre él y el citado Turena, fue indudablemente un ejercicio del arte de la
guerra, una rivalidad de sutilezas, de serenidad, de temple, de presteza y de
diligencia, no pudiendo contar el uno con que el otro incurriría en más deslices o
desaciertos, con las que el mismo hubiera cometido hallándose en su lugar, y
Montecuccoli prosiguió con victorias hasta que fue hecho prisionero por el Príncipe
de Conde.
A comienzos del siglo XVIII, en la Gran Guerra del Norte destaca como ilustre
militar Carlos XII de Suecia, siendo dignas de atención y estudio el paso de Dwina,
el de Bug en 1703, a nado con su caballería, las activas campañas de 1704 y 1705, y
en 1708 penetra en Rusia hasta Berezina, donde le espera Pedro el Grande, fundador
de la grandeza moscovita, soñando con herir al ruso en el corazón llegando hasta
Moscú y para ello pone sitio en Poltava, plaza de importantes recursos y gran
importancia estratégica.
En el siglo XVIII, tanto Federico II el Grande en la Guerra de los Siete Años como
la guerra con España del inglés Pitt, fundaban su resolución en motivos
estratégicos, en las ventajas que resultarían de descargar un golpe inmediato y
bien dirigido contra el enemigo, sin darle lugar a prepararse.
Federico sujetó la guerra a las especulaciones del talento, redujo a cálculo todos
sus elementos y formando un conjunto de la estrategia con la táctica, la redujo a
una ciencia mixta que comprendía ambas cosas e hizo de modo que el soldado
adquiriese una especie de instinto por la estrategia acelerada, y conociendo la
importancia de la prontitud creó la táctica moderna, y en vez de romper el centro
dio vueltas a las alas y a llevar el mayor esfuerzo al punto débil del enemigo,
multiplicando las piezas de artillería, consiguiendo que se cruzasen con el fuego
de los mosquetes, de manera que si el enemigo avanzaba se encontraba débil antes de
llegar a las bayonetas.24
Otros generales dignos de citar del siglo XVIII son Mauricio de Sajonia, Tollendal,
Eugenio de Saboya; realizaron con sumo acierto grandes operaciones militares Kurt
Christoph Graf von Schwerin, Keit, Ziethen y Seidlitz; en las campañas de 1758 y
siguientes Fernando de Brunswick fue superior o al menos igual a los franceses
teniendo un ejército heterogéneo e inferior; el príncipe Enrique de Prusia en
Sajonia se mostró profundo en la defensa modelo respecto a la elección de
posiciones y movimientos.
Como no eran bastantes los medios ordinarios para rendir una plaza como Gibraltar
tan defendida por la naturaleza como por el arte militar, la Corte de Madrid adoptó
el plan estratégico de acometer por mar y por tierra a un mismo tiempo, valiéndose
de máquinas de nueva invención llamadas baterías flotantes con objeto de batir los
dos muelles y las fortificaciones que defendían la ciudad en lugar de los navíos de
línea, pues como el aparejo y velamen de éstos estaba expuesto a ser quemado con
las balas rojas de la plaza, se evitaba este inconveniente por la naturaleza de su
construcción.
Mal armados los soldados franceses, bisoños en las maniobras, se precipitaban sobre
la artillería y líneas enemigas, protegidos por las baterías y unos cuantos
escuadrones adiestrados, después de todo debían introducir una estrategia nueva, ya
que no teniendo tiendas o bagajes se cuidaban poco de cubrir las líneas y con
extraordinaria movilidad caían de improviso sobre enemigos acostumbrados a marchas
metódicas, aprendiendo a rehacerse, a replegarse contra la caballería y a
aprovecharse de los obstáculos del terreno para acercarse al enemigo.
Los numerosos ejércitos que cubrían sus fronteras obligó a sus generales a crear
cuerpos francos y a emplearlos todos en las guerrillas para suplir la falta de
experiencia militar de aquella época, contrarrestando a los diestros tiroleses y a
los cazadores de lobo austriacos, y en la famosa jornada de Jemappes el general
Dumouriez hizo un excelente empleo de estas tropas, cuyos batallones envolvieron
los reductos austriacos y obligaron a los artilleros a abandonar sus piezas.
Derecho internacional
La primera época del derecho internacional puede fijarse después del Tratado de
Westfalia, representando en sus escritos las bases de un sistema que pretendía
fijar equilibrio entre las grandes potencias, y la segunda época de mismo derecho
tiene su origen en el Tratado de Utrecht, cuando Hugo Grocio basó el derecho de
gentes en el derecho antiguo, que vino a ser racional, filosófico y se compenetra
con el derecho natural.
Así como de las guerras del citado Federico II de Prusia había resultado una nueva
táctica, de las de Napoleón salió la gran estrategia, en la que los escritores
meditando sobre la ejecución de sus vastos planes, echaron los cimientos de esta
ciencia militar, y lejos Napoleón de introducir cambios esenciales en la táctica
establecidos por Federico, extendió su aplicación a las nuevas circunstancias: con
su infantería desbarató a la infantería austriaca, alemana y prusiana, con su
caballería hizo huir a la caballería de la guardia imperial rusa y la célebre de
los mamelucos, con su artillería cargó a escape y destrozó cuadros, abrió brecha en
las murallas más famosas, con sus ingenieros minó, fortificó y destruyó de forma
notable, y las guerras en que se discutían el destino de una gran nación eran
resueltas por él en dos solas batallas a lo más y acometiendo a un territorio,
vencía al primer ejército que se le presentaba destrozándolo, aniquilándolo y antes
de que este se hubiera repuesto marchaba a dar leyes a la capital y si esta se
resistía entraba a viva fuerza.
En el estudio de los mapas es donde Napoleón probaba todas las combinaciones, con
sistemas de marchas hábilmente pensadas, ganar terreno sobre el enemigo y de esta
manera preparaba golpes infalibles, conducía los ejércitos como por la mano,
reuniéndolos, dividiéndolos y maniobrando desde un extremo a otro de Europa con la
misma precisión y seguridad que en el campo de batalla, y de este modo decidió
estratégicamente campañas previstas y aun escritas de antemano en su pensamiento, y
según Jomini, Napoleón sobresalía en el acierto de emplear reservas tácticas y de
ver a la primera ojeada el punto clave y decisivo de una batalla.
Napoleón fue tan afortunado en sus campañas como aciago en sus combates navales, ya
que los almirantes franceses observaban rigurosamente la táctica antigua, mientras
que Nelson concentraba todos sus esfuerzos según las reglas de la táctica moderna,
y la marina inglesa puesta frente a frente con la francesa, hacia el mismo papel
que Napoleón y sus ejércitos con respecto a los austriacos.
Guerra de guerrillas
En la guerra de la Independencia española las inmensas pérdidas que sufrieron los
franceses en España son más bien debidas a las guerrillas que a las batallas, y no
es posible mirar más que como tropas irregulares las masas informes armadas
tumultuosamente que rindió al general Dupont en la batalla de Bailén, las que
derrotó a Moncey en Valencia, las que batieron a Charles Lefebvre en Aragón, como
igualmente los sitios que perpetuaron en la Memoria a Zaragoza, Burgos, Gerona y
Tarragona.
Realistas de España
En las guerras de independencia hispanoamericanas, los realistas de España, después
de haber recobrado el mando, enviaron como recurso estratégico una fuerza
expedicionaria de 10.000 soldados veteranos en los combates en suelo español al
mando de Pablo Morillo, con un plan que abarcaba todo el continente.
Guerra de Secesión
El sitio y reducción del fuerte Pulaski que se hallaba situado en la isla Cokspur
(Georgia (Estados Unidos)), en posición muy estratégica, fue uno de los primeros
hechos, entre las operaciones militares llevadas a cabo en la guerra civil
estadounidense (1861-1865), y demostró plenamente el poder y la eficacia de los
cañones rayados para practicar brechas a grandes distancias, distancias no
conocidas hasta entonces y consideradas enteramente impracticables.
Batalla de Sadowa
En la guerra austro-prusiana, Austria tuvo que constituir una guerra doble y Prusia
se vio forzada a dividir su atención en dos diversos teatros de guerra, uno al este
y otro al oeste, y en este se dieron hábiles operaciones, que revelan dotes de
combinación y acierto estratégico-político del Estado Mayor de Prusia.
El Mahdi
El movimiento nacionalista dirigido por El Mahdi dio como resultado al hecho
decisivo de la formación de otro Estado en la antigua Nubia y Sudán Oriental, y
contra este estado guerrearon los británicos en 1898 al mando de Lord Kitchener,
que se apoderó de Dongola y ganó la batalla de Omdurmán debido a su ventaja
tecnológica militar, después de la cual se dice que sus tropas remataron a 3000
derviches heridos.
Siglo XX
Imperio británico
Eduardo VII terminó la Guerra del Transvaal e hizo una estrategia de alianzas con
Japón para contener el avance de los rusos por Asia, en 1902, y con el mismo fin
envió una misión al Tíbet en 1904 y procuró con gran ahínco el aumentó de la
escuadra, al creer que su superioridad era una garantía incontratable del poder de
Inglaterra, dueña de una red de cables submarinos para que no peligrara su imperio
colonial en todo el mundo.
Esta dictado por el deseo de revancha y desquite, por la derrota sufrida por
Francia en 1870 en la Guerra franco-prusiana, y a la obcecación de Inglaterra de
reducir a la impotencia a la nación que se había atrevido a contender o competir
con ella en la industria y hasta en la marina
En la realidad, los alemanes quedaban sujetos a una manera de servidumbre obligados
a laborar para los vencedores por muchos decenios, y renuncia y cede Alemania sus
colonias, se le señalan zonas de ocupación, los límites de su ejército y marina,
ect., ect.
Establece el tratado la Sociedad de las Naciones, creación americana del presidente
Woodrow Wilson, y quizá lo más detestable del tratado sea la cuestión de las
reparaciones, para las que se parte de la base no evidenciada de que Alemania fue
la agresora y ha de apechar con todas las culpas de la guerra
Segunda Guerra Mundial
Europa
Campaña de Polonia (Septiembre de 1939)
La campaña de Polonia (1939), iniciada en 1 de septiembre, fue la primera de las
acometidas belicosas que inició la Alemania hitleriana, contra suelo polaco, y los
planes estratégicos de cada bando fueron los siguientes:
Las potencias europeas no podían saber cuales eran los límites de las ambiciones de
los planes estratégicos de Rusia ni cuales eran sus verdaderos objetivos
Tenían la presunción que desadormecidos los antiguos afanes del imperialismo ruso,
la U.R.S.S. pretendía ahora explotar el pretexto de la guerra con Finlandia, con la
finalidad estratégica de llegar a las costas libres del Atlántico, amenaza también
directa contra Noruega y contra Suecia, quien temía por sus ricos yacimientos de
hierro
Guerra Fría
Guerra de Indochina
Guerra de Corea
Guerra de Argelia
Guerra de Vietnam
Guerra de los Seis Días
Guerra de las Malvinas
Invasión de Kuwait
Guerra del Golfo
Guerras Yugoslavas
Guerra de Afganistán (2001-2014)
Guerra de Libia de 2011
Guerra de baja intensidad
Grupos insurgentes
Contrainsurgencia
Guerra asimétrica
Guerra irrestricta
Guerra centrada en redes
Concepciones estratégicas o movimientos estratégicos en la Historia
Jenofonte, coronó con brillante éxito la conducción a su patria de los 10 000
guerreros griegos después de la rota de Cunaxa, realizando en aquella memorable
retirada actos de excelente pericia táctica y estratégica que a través de los
siglos excitan hoy la admiración de quienes los estudian. Dejó escrita en su obra
maestra Anábasis en la que aparte de la retirada de los diez mil, está el relato de
la expedición de Ciro el Joven al Asia Superior. Jenofonte estaba con ellos casi
por casualidad como el mismo dice pero después de la muerte de los caudillos del
ejército griego fue uno de los cinco nuevos jefes que se eligieron y que dirigieron
la inmortal retirada. Describió minuciosamente los países que había atravesado y
trazó cuadros completos de las costumbres y del carácter de sus moradores. Lo que
más encanta es la modestia del narrador y el hombre fue grande en terribles
coyunturas y el historiador no se mostró indigno del hombre y trajo además con sus
escritos y hechos militares el camino de la Gran Asia, seguida luego por el excelso
caudillo macedónico, Alejandro Magno. Aportó también la idea del éxito posible de
grandes marchas y expediciones concéntricas.
Alejandro Magno, al que nadie puede negar la calidad de movimientos estratégicos
concebidos por él y ejecutados por las tropas que dirigió el famoso capitán de la
Antigüedad desde las riberas de Asia Menor hasta los márgenes del Indo. Realizó la
aspiración suprema de los griegos en su política exterior que consistió en subyugar
a la Persia y preparó al mundo para la dominación romana. Unió dos civilizaciones,
la de Oriente y Occidente y estableció un cambio fecundo de ideas entre ellas.
Aníbal, con ese ejemplo casi insuperable y brillante, digno de la mayor alabanza,
concibiendo y ejecutando la idea estratégica de herir a Roma mortalmente, una Roma
que fijaba toda su atención sobre un posible ataque cartaginés por la parte
meridional de Italia. Aníbal pasando del Ebro a los Pirineos, dirigiéndose después
al Rodano, remontando la cuenca de este caudaloso río, cruzando las elevadísimas
cumbres de los Alpès y descendiendo luego a las fértiles llanuras del río Po para
internarse en Italia y dar en suelo italiano terribles y afortunados golpes a la
poderosísima y casi invencible República de Roma. Se ve con este ejemplo que los
movimientos estratégicos deben tener siempre el objeto de llevar un ejército al
punto o puntos donde menos sospecha el ejército enemigo que puede ser atacado. La
estrategia de Aníbal destaca por su rapidez y la llevó a cabo o ejecutó a pesar de
los obstáculos de todo género que tuvo que vencer y los romanos no sospecharon
jamás que Aníbal se proponía ir a conquistar Italia tomando semejante rodeo, no
adoptando las suficientes precauciones ni se preocuparon en reunir algunas tropas
sobre Trebia y solo reunieron estas tropas después de haber sabido que Aníbal había
atravesado los Alpes.
Otro enemigo terrible de Roma fue Mitrídates, que resistió por espacio de 40 años a
los más ilustres generales de la República y que meditaba una plan de guerra
extensivo, el cual consistía en adelantarse desde las orilla del Bósforo
arrastrando en su marcha a las naciones bárbaras y semibárbaras contra aquel
enemigo.
Julio César, Son admirables sus concepciones estratégicas y la forma de ejecutarlas
de este famoso caudillo romano, para vencer y subyugar a las Galias (en las que
fijó entre otras cosas su penetrante mirada porque podía ser la entrada otra vez de
más Tribus Bárbaras como ya sucedió anteriormente en la época de Cayo Mario en la
que Roma sufrió lo indecible para acabar con ellas (teutones, cimbrios,
ambrones..)), liderando a sus tropas como diestrísimo general en los valles del
Ródano, Rhin y del Sena.
Tribus Bárbaras o Bárbaros que señorearon a Roma, en las que según Du Roure en su
obra Histoire de Théoderic le Grand hay que destacar, aun cuando muchos lo pongan
en duda, la habilidad estratégica de esas Tribus, cuyas operaciones de guerra y
atrevidas invasiones eran guiadas y realizadas siguiendo reglas de la ciencia
militar.
Atila, rey de los hunos que concibió el proyecto de subyugar al Imperio romano y se
hizo el representante fiel de los instintos de su nación que secundó de un modo
irresistible sus miras ambiciosas. Según algunos historiadores como Jornandes y
Prisco, el Imperio de Atila comprendía toda la Escitia, desde el Mar Negro a las
orillas del Báltico, los sármatas, escitas, gépidos, hérulos, ostrogodos y otros
pueblos sometidos. Una multitud de reyes se rendían ante él y 700.000 guerreros
aguardaban ansiosos el momento de lanzarse a la pelea. Cuando murió en el año 453
su cadáver fue expuesto en el campo entre dos largas filas de tiendas de seda y los
hunos cantaron alrededor con sombría fiereza lo siguiente: Este es Atila, rey de
los Hunos, hijo de Mundzuck, señor de bravísima gente, que con inaudito poder
poseyó la Escitia y la Germania y aterró a ambos imperios romanos de modo que por
no entregar toda la presa le agobiaron con súplicas y le ofrecieron un tributo
anual. Dio feliz término de sus empresas, y murió, no de herida enemiga, ni por
traición de los suyos, sino en medio del placer y sin sentir dolor.
La habilidad estratégica de Tariq, de Muza y sus tenientes después de la Batalla de
Guadalete para sojuzgar en dos años toda la península ibérica siguiendo las mismas
líneas señaladas por los romanos como más conducentes al dominio del país.
Gengis Kan que tras vencer a Ung-Jan tomó posesión de los Estados Tártaros (Aún se
llamaba Temugín y se hizo coronar con el nombre de Gengis Khan o Rey de Reyes).
Destacó los primeros momentos de su reinado por grandes triunfos militares y
declaró la guerra al príncipe juarezmita Mohammed tras haber subyugado a los
príncipes de Carakathai y de hacerse dueño de todas las provincias que habitaban
mogoles y tártaros y los pueblos de Khatai. Posteriormente llevó a otro lado sus
armas vencedoras y en 1214 se había apoderado de Pekín, capital de China. Sus
Estados eran inmensos y cuatro años después de haber derrotado a Gelaleddín murió,
dejando una posteridad digna de su nombre ya que sus Estados componían uno de los
Imperios más vastos que han existido, teniendo súbditos desde el mar Negro hasta
China y en concreto en Europa sometió la parte meridional de la Moscovia, riberas
del Dnieper, costas del Mar de Azof, Crimea y país búlgaro.
En los siglos XVI y XVII el grandioso periodo de la milicia española en sus
inmortales campañas de Italia, de Flandes, de Francia, del Sacro Imperio Romano y
de Portugal se descubren concepciones estratégicas dignas de admiración del Gran
Capitán, de Pedro Navarro, del Gran Duque de Alba, de Alejandro Farnesio, de
Fuentes, de Ambrosio Espínola, del Cardenal Infante etc.
Pachacútec logró con inteligencia, perspicacia bélica, sagacidad y un poco de
diplomacia salvar un reino casi perdido, el Cusco, de sus enemigos naturales, los
chancas, en la decisiva batalla de Yawarpampa, para así configurar el más grande
imperio austral, el Tawantinsuyo.
Toyotomi Hideyoshi de gran astucia y prudencia e ingenioso militarmente que
completo la reunificación nacional del Japón y planeo conquistar a Corea y sojuzgar
a China pero sin lograrlo.
En el siglo XVII con arreglo a los fundamentales principios de la estrategia se
movieron las tropas acaudilladas por Gustavo Adolfo II, por Turena (conde), por
Marlborough y el príncipe Eugenio de Saboya.
De Gustavo Adolfo II destaca su gran genio estratégico en la Guerra de los Treinta
Años de 1630 a 1632 de ocupar casi toda la Pomenaria y vencer a Tilly en la Batalla
de Breitenfeld. Tras esta batalla realiza un movimiento estratégico que en lugar de
ir hacia Viena para salvar la Alemania protestante se dirigió a las orillas del Rin
por la Franconia y el Palatinado y derrotó nuevamente a Tilly en Wurzburgo y a los
españoles en Openheim y Maguncia.
De Turena es digno de destacar entre otras cosas el movimiento estratégico de
trasladar su ejército colocado en Lorena detrás de los Vosges, entre Luneville y
Befort a Alsacia, donde su enemigo Montecucolli con su ejército cometió la torpeza
de situar sus tropas y sus cuarteles de invierno. Turena cayó de improviso en medio
de sus cantones y Montecucolli no pudo reunir su ejército por lo que fue
completamente derrotado en Turwheim cerca de Colmar y obligado a repasar el Rin por
las inmediaciones de Kehl. Montecucolli suponía a Turena tranquilo en su
acantonamiento detrás de los Vosges, pero cuando menos se lo esperaba Montecucolli,
reúne Turena su ejército y se dirige rápidamente al centro de Alsacia y la
situación se convirtió ya para Montecucolli en imposible cuyas tropas se hallaban
dispersas desde Basilea a Landau, reunirlas a tiempo para parar a Turena, debido a
los movimientos estratégicos caracterizados por su rapidez y secretismo del general
francés.
Son ya en el siglo XVIII dechados de movimientos estratégicos los guiados por el
caudillo prusiano Federico II de Prusia en los valles del río Elba y Oder y muy
principalmente los que guiaron a las tropas de Federico a los campos de batalla de
Rosbach y de Leuthen, donde el famoso rey consiguió sus dos mayores victorias.
En la causa de los primeros triunfos de Napoleón I en Italia que consistió en la
maniobra estratégica de conducir el grueso de sus fuerzas sobre una de las alas del
enemigo (Napoleón I al arte de dirigir la guerra le llamó táctica en grande o la
grande tactique y los preceptos por él establecidos lo mismo se aplicaban a los
combates que a las marchas maniobras y por tanto no dividió nunca en dos partes el
arte de la guerra). En 1800 es cuando se caracteriza el sistema napoleónico en el
ramo de la estrategia, es decir, en el modo de disponer, dirigir y hacer la guerra
y se reveló en lo siguiente:
Aniquilar y destruir ejército enemigo
O de cogerlo materialmente prisionero
Desechó añejas rutinas, contraídas a la toma de una o dos plazas o bien en la
ocupación de una pequeña provincia limítrofe.
El medio principal de hacer las cosas en grande, consistía en aplicarse a
desconcertar con preferencia al ejército enemigo arruinándolo, persuadido de que
los Estados o Provincias se destruían por sí mismos, cuando no tenían fuerzas
organizadas que las protegieran (Con la excepción de las Guerras Nacionales como la
de España en la 1º década del siglo XIX, aunque sin el socorro de un ejército
organizado nacional o extranjero, en toda lucha parcial, las poblaciones acababan
por sucumbir).
Calcular de una ojeada las probabilidades que ofrecían las distintas zonas del
teatro de la guerra.
Dirigir sus masas de tropas concéntricamente sobre la zona que fuera más ventajosa.
No descuidar nada para enterarse de la posición aproximada de las filas enemigas.
Lanzarse contra el ejército enemigo con la rapidez de un rayo:
Sobre su centro si estaba dividido.
Sobre una de las extremidades que conducían directamente a sus comunicaciones.
Por tanto envolver, cortar, esparcir, atacar, perseguir sin reposo al ejército
enemigo, obligándolo a seguir direcciones divergentes.
Generales franceses Hoche y Pichegrú. En el otoño de 1793 recibieron los generales
Hoche y Pichegrú el encargo de lanzar a los alemanes de la Alsacia y levantar el
bloqueo de Landau, pero el ejército prusiano se hallaba en las márgenes del Sarre y
del Mosella y el ejército del Rin entre Estrasburgo y Saverne.
El movimiento estratégico se realizó cuando el general Hoche, partió de Sarrelouis,
Sarrebruck, Sarguemines y Hornbach. En esta provincia sólo existía el campo de
batalla de Kayserslautern.
La retirada a Zamosc del general polaco Wojciech Chrzanowski.- El hecho más honroso
de la vida militar de Adalberto Chrzanowski es su paso a través del enemigo con 25
piezas de artillería que conducía a Zamosc para la defensa de la capital y haber
logrado llevarla hasta las murallas de Varsovia. Su retirada a Zamosc está
considerada una obra maestra de la estrategia y le valió el grado de general de
división (destacó también en la toma de Varna en 1828 contra los turcos, y en
Krassuvi, Leipzig y Waterloo))
La Feldmariscal, Helmuth von Moltke, célebre oficial prusiano de origen danés
luchando contra la derecha del ejército francés que marchaba por delante mandada
por el general Moreaux, así como la izquierda lo era por el general Ambert y la
cual marchaba por San Vendel. El ejército prusiano receloso en su izquierda por el
movimiento del general Moreaux, se reunió todo en Kayserslautern, donde temía que
el general Moreaux, que marchaba por Pirmasesns y Tripstand, le cortase la línea de
operación sobre Maguncia. Entonces el general Hoche llama a sí a su izquierda y a
su derecha y finge atacar al ejército prusiano en Kayserslautern y después aparenta
ser batido y se retira por Dos Puentes hacia Bitche, desde donde se encamina por
las gargantas del Lautern sobre Weissemburgo, Anweiter y Landau. Posteriormente
ataca al ejército austriaco y el de los círculos de Alemania por el flanco derecho,
al paso que el ejército del Rin, mandado por Pichegrú, ataca de frente al ejército
enemigo. Con este bello movimiento estratégico se vieron obligados a retirarse en
tropel los restos del ejército alemán, unos sobre Manheim y otros sobre la orilla
derecha del Rin por el fuerte Luis, de que eran dueños y con tanta precipitación,
que los franceses entraron en ese fuerte al mismo tiempo que la retaguardia
austriaca y se apoderaron de él sin disparar un solo tiro. Dinamarca, se dedicó con
ahínco a la reforma del ejército alemán y su gran inteligencia previó los
acontecimientos que hicieron de Alemania el imperio más poderoso de Europa y quiso
que el ejército estuviera preparado para llevar a cabo esta obra de
engrandecimiento. Declarada la guerra contra Austria en 1866, se siguió el plan que
Moltke había trazado y después de una sola y rápida campaña, se terminó con la
batalla de Sadowa e igualmente dirigió el movimiento sobre Viena, que decidió a
Austria pedir la paz. Posteriormente se le encargó de los estudios y planes de la
futura campaña contra Francia y durante cuatro años se habló del cerco de París y
las posiciones a tomar en profundas discusiones. Fue el verdadero artífice de los
triunfos de los alemanes en esta guerra franco-prusiana pues a él se debió el plan
y él dirigió la campaña.
Estrategia y táctica en un punto decisivo en el campo de batalla
También decir que a veces sucede que para una misma operación de guerra las
consideraciones estratégicas están en desacuerdo con las que se derivan del
análisis del examen táctico de la situación del momento y en tal caso es
conveniente dar preferencia a las consideraciones estratégicas que son absolutas y
dependen de la configuración general del teatro de guerra, al mismo tiempo que las
consideraciones tácticas puedan cambiarse.
Picadas sobre el mapa las posiciones y etapas sucesivas se ven materialmente arcos
de círculo, con radio cada vez menor y por consiguiente con disminución de
intervalo entre los cuerpos invasores.
Se dirá con geométrica exactitud que un movimiento concéntrico se lleva a cabo por
medio de líneas de operaciones convergentes.
Prusia
Rusia
Austria
Después de enterarse Napoleón I de movimientos hostiles del ejército austriaco
sobre Baviera, dirigió todo el ejército francés por un movimiento concéntrico sobre
Ulm y debido a este gran movimiento concéntrico estratégico consiguió destruir al
ejército austriaco en un solo día.
Después de esta campaña de 1805 y la paz que fue su consecuencia, se formó otra
coalición con las siguientes naciones:
Rusia
Austria
Prusia
Inglaterra
Prusia fue la primera en demostrar sus intenciones hostiles contra Francia,
apoderándose de Sajonia y vino a tomar posiciones sobre la izquierda del Saale y su
derecha estaba en el Elba y su izquierda en Saafeld y Hof y su centro en Jena y
Mersburgo. Napoleón tomó por base de su línea de operación á Maguncia y volvió a
subir el Mein hasta cerca de su fuente y atacó a la izquierda del ejército prusiano
en Hof y Paluen y se situó en la orilla derecha del Saale y á retaguardia del
ejército prusiano entre el Saaler y el Elster. De este modo se apoderó de la línea
de operación del ejército prusiano, que estaba sobre Leipsick y Dresde, pasó el
Saale por Jena y Mersburgo atacando al ejército prusiano por su retaguardia y lo
destruyó en menos de una hora, siendo admirables sin duda estos grandes movimientos
estratégicos de Napoleón I.
Por una consecuencia necesaria de esta gran combinación estratégica, los restos del
ejército prusiano no tenía otra retirada posible que por Namur, Lieja y el Rhin o
Dusseldorf, pero el general francés Grouchy permitió al ejerció prusiano, tan
completamente derrotado en Ligny, que se retirada sobre Vavre y enseguida se
reuniese al ejército inglés en Waterloo.
El general Moreaux que mandaba este nuevo ejército del Mosela, dejó en
Kayserslautern cerca de 10.000 hombres a las órdenes del general Ambert y con los
50.000 que le quedaban marchó por su izquierda, pasando por Bitche, Sarguemines y
Bouzonville y viene á acampar sobre la orilla izquierda del Mosela entre Thionville
y Hayange y forma allí la reserva del ejército del Sambre y Mosa.
Tan pronto como la marcha del ejército de Sambre y Mosa se decidió sobre Lieja, el
Bajo Mosa, el Roer y Aquisgran, el general moreaux dejó su campo por Sielk y
Cousarrebruck.
El nuevo ejército del Mosela quedó en Trevéris todo el tiempo necesario para dar al
de Sambre y Mosa, que era la izquierda de aquella vasta combinación estratégica, de
que era autor Carnot, el espacio suficiente para que el general Jourdan llegará
sobre el Roer. El ejército del Rhin mandado por el general Michaut, formaba el eje
del movimiento. Por este nuevo movimiento, tan hábilmente combinado, llegaron á
ocupar los ejércitos las posiciones siguientes:
Celeridad
Es una de las principales cualidades de un general en la guerra ya que ello asegura
los sucesos, porque los acontecimientos inesperados abaten la constancia de todos
los hombres y sin la celeridad no hay un gran general y además lo siguiente:
Se ve por este ejemplo que los movimientos estratégicos deben tener siempre el
objeto de llevar un ejército al punto o puntos, donde menos sospecha el enemigo que
pueda ser atacado. Montecuculli suponía a Turena tranquilo en sus acantonamientos
detrás de los Vosges, pero cuando menos lo esperaba, reúne Turena su ejército y se
dirige rápidamente al centro de Alsacia e imposible le fue a Montecuculli, cuyas
tropas se hallaban dispersas desde Basilea a Landau reunirlas a tiempo por el tan
rápido movimiento de Turena y tan bien guardado había estado el secreto.
Campaña V: 1797
A principios de la campaña V, opuso Austria al general Bonaparte su general
predilecto, el archiduque Carlos, que en la campaña del año IV había ejecutado
hábilmente un hermoso movimiento estratégico entre el Danubio y el Mein, contra los
ejércitos franceses del Rin y de Sambre y Mosa, mandados por los generales Marceau
y Jourdan, y abrillanta el laurel de esta notable campaña IV, tanto por la
dirección como por la ejecución al citado archiduque y también a su vigoroso
teniente Latour, lo siguiente: la movilidad, la iniciativa y el arte difícil de
moverse con sus fuerzas recogidas contra el enemigo envalentonado y superior (hay
autores que también encomian la retirada de las tropas republicanas francesas de
Marceau por la Selva Negra por las dificultades materiales y topográficas, pero no
tácticamente por la ausencia por los flancos o la espalda de una poderosa fuerza
capaz de cerrar el paso a su retirada: Moreau prosigue su trabajosa retirada por la
Selva Negra y es batido una vez en Enmendingen por todas las fuerzas del archiduque
y otra vez en Schliengen hasta que al fin, el 25 y 26 de octubre, repasa el Rhin
por Huninga, y tanto esta plaza, como Khel frente a Estrasburgo son al punto
cercadas con sobrada osadía por el archiduque Carlos, que las tomó en los primeros
meses de 1797,34).
Empleo de la astucia
Fingimiento
Engaño artificioso
Destreza
Empleo del ingenio
Cálculo
puestos en práctica y en acción para engañar al enemigo y colocarlo en posición
difícil o crítica que produzca su rendición o derrota.
Pero hablando de la estratagema: ¿en qué escala se toma ese ardid y ese engaño? ¿En
la del sargento que guía una patrulla o en la de Napoleón I en sus ardides de la
Marengo o de la Ulm?
Las opiniones al respecto de diversos autores sobre la voz militar estratagema como
los siguientes:
Por tanto reducir a máximas la estratagema parece tarea harto difícil y no admiten
principios fijos y comúnmente se idean y llevan a la práctica en cada caso
concreto, según el ingenio, la astucia y arte del que manda , en cambio la
estrategia se puede reducir a máximas y reglas generales que deben observar siempre
en el gobierno y dirección de los ejércitos en campaña.
Para terminar decir que se debe huir del abuso y complicaciones en ardides y
estratagemas porque algunas son cándidas y absurdas y como por su índole propia no
pueden ser sistemáticas o metódicas, muchas fallan y hacen perder un tiempo
precioso a quienes las utilizan.
Ejemplos de estratagemas
Marco Antonio, enojado de que los Partos le picaran la retaguardia en sus marchas
todas las mañanas cuando levantaban el campo, no lo desalojó hasta cerca de
mediodía, y tuvo tiempo de acabar su marcha sin incomodidad valiéndose del ardid de
que cuando los partos lo hostigaran, sus hombres para cubrirse de la multitud de
flechas partas, pusieran una rodilla en tierra y que la segunda fila de batalla
metiese los escudos sobre las cabezas de la primera, la tercera sobre las de la
segunda, la cuarta sobre la tercera, etc., de tal manera que todas las hileras se
hallaban cubiertas ( para los mismo se valían los antiguos españoles de las rodelas
y eran suficientes para resistir los arcabuzazos, según el que fuera Maestre de
Campo Francisco Ventura de la Sala y Abarca, en su obra Después de Dios la primera
obligación y glosa de órdenes militares, Nápoles: Gerónimo Fasulo, 1681)
Abenuth, rey de Murcia, para dilatar los términos de su reinado, confiado más en la
industria que en su esfuerzo, se metió a celoso predicante de la observancia del
Alcorán, con lo que logrando ponerlos a todos de su parte pudo resistir y
defenderse del Santo Rey D. Fernando
Al príncipe Luis de Baden le salió mal el proyecto de sorprender al Conde de
Marsin, que cruzaba el Rhin con una considerable fortuna para el Duque de Baviera,
pues aunque envió al general Palfi con mil quiñientos caballos para incordiarlo en
su marcha, le halló tan prevenido que tuvo que retirarse; pero Marsin, receloso de
algún encuentro, acomodó en diferentes sacos o talegas el oro y la plata, para que
puesto a la grupas de los caballos de los mejores oficiales tuviesen la misma
seguridad o riesgo de su vida, y logró llegar al fin al campo del Duque sin
menoscabo de gente ni riquezas.
Cuando Alejandro Farnesio (duque de Parma), pasó a Francia durante la Liga,
atravesó las llanuras de la Picardía, marchando en columna en medio de dos filas de
carros que cubrían sus tropas (Ciro II el Grande contra Creso ya había utilizado la
trinchera movible de carros para formar su retaguardia), y Enrique IV de Francia a
pesar de sus grandes deseos de entablar combate, jamás se atrevió a obligarlo
porque no podía conseguirlo sin atacar la citada trinchera, lo que le habría
expuesto a una pérdida irreparable.
En 1702, después de la batalla de Crostolo, faltó poco para que el príncipe Eugenio
de Saboya, deshiciera completamente al ejército de Vendome, Luis José de Borbón,
que creyendo que se hallaba aun de este lado del Po, estaba acampado detrás del
dique del Zero y solo una casualidad le hizo descubrir a los franceses, ya que
Eugenio había calculado perfectamente las desigualdades del país que debían ocultar
su emboscada.
El marqués del Bai, uno de los generales de Felipe V de España se puso en marcha
para sorprender Alcántara, cuando los aliados se acababan de apoderarse de ella.
Bai que se enteró que su proyecto había sido descubierto, aparentó que abandonaba
la empresa e hizo retirar sus tropas por diferentes caminos, la guarnición se
relajó y Bai que lo había previsto hizo reunir a sus tropas y fue sorprendida la
plaza.
Durante las revoluciones de Hungría, el general Sauches sorprendió la plaza de
Sigest con la estratagema de haber hecho entender al Gobernador que le enviaban
algunos barcos de provisiones para la guarnición, y habiéndolos cargados de tropas
escogidas entraron hasta la ciudad y llegando al puente levadizo saltaron en tierra
los soldados, quienes encontrando desprevenidos los del presidio, se apoderaron
fácil de él.
Carlos V de Lorena encontrando cerca de Mohács a los Turcos superiores en número en
un campo muy ventajoso por las lagunas y trincheras que habían hecho y visto que
arriesgaba demasiado si les ataca en su fuerte, les hizo salir de él por una salida
fingida y obtuvo célebre victoria.
En la batalla de Guastalla, en 1734, dada por el ejército franco-sardo a las
órdenes del rey de Cerdeña y los mariscales Boglio y Coigny contra los imperiales
de Koenigseck, venció el ejército franco-sardo en gran parte incorporando a cada
compañía de infantería cuatro de los mejores tiradores del ejército encargados
exclusivamente de tirar a los generales y oficiales del enemigo, logrando lo
propuesto, ya que a las pocas horas de combatir recayó el mando de los imperiales
de muchas divisiones en los tenientes coroneles y se pusieron las tropas imperiales
en desorden.
Diferencia movimiento de estrategia y movimiento de táctica
Algunos ejemplos de la diferencia entre movimiento estratégico y movimiento táctico
podrían ser los siguientes:
Otros términos
Teatro de guerra
Según Jomini, el territorio en conjunto donde la guerra se hace o tiene lugar y
abraza todas las comarcas en que pueden atacarse sea propio territorio, sea en el
de sus aliados o de potencias secundarias que arrastran en su torrente por temor o
por interés y cuando hay operaciones marítimas (hoy sería aereomarítimas) no se
limita al teatro de las fronteras de un Estado y se caracteriza por ser lo
siguiente:
Cosa vaga
Sujeta a incidentes
No se debe confundir el teatro de guerra con el teatro de operaciones que cada
ejército puede abrazar con independencia de toda complicación.
Teatro de Operaciones de un ejército
Comprende todo el territorio que trata de invadir un ejército o todo el territorio
que puede tener que defender un ejército.
El archiduque Carlos esta por las paralelas como menos fácil de romper
Jomini por las perpendiculares como más a propósito para dividir al enemigo:
Frente
Terreno que se extiende delante de una tropa por oposición a flancos.
Frente Estratégico
La extensión del frente que abrazan y mira a la parte del enemigo junto a los
enemigos
Frente de Operaciones
La posición del terreno desde donde el enemigo podrá probablemente llegar sobre
este frente en 1 o 2 marchas.
Es por tanto la parte del territorio que se extiende delante del Frente Estratégico
a la zona hasta donde en un momento puede llegar la acción del ejército
Posiciones Estratégicas
Luego que un ejército se encuentra colocado en la zona del teatro que ha de abrazar
para atacar o defenderse, ocupa en él, por lo común posiciones estratégicas.
Líneas de defensa
Tan pronto como las operaciones de una campaña estén a punto de empezar, uno de los
dos ejércitos tomará sin duda la resolución de esperar al enemigo y en este caso
cuidará de apoyarse en una línea de defensa más o menos preparada de antemano, la
cual podrá estar:
No obstante, según lo que dejó escrito Jomini, otro autor como Vial no admitió la
distinción de Jomini y que da al frente de operaciones el concepto que según este
tiene el frente estratégico:
Líneas de operaciones
Son aquellas que el ejército recorre para ir de la base al punto objetivo y es más
bien un conjunto de líneas y puede entenderse una media proporcional imaginaria
entre todos los caminos recorridos realmente y un ejemplo, el de los Aliados en
1813 al marchar a Sajonia sus ejércitos formaban tres líneas de operaciones
diferentes:
Prevista
Preparada con un objetivo importante y decisivo
Que fuera producto de meditadas combinaciones
Que estuviese sometida a un plan anterior y estudiado
Pero que sea flexible este Plan en el que pudieran caber modificaciones adventicias
que los sucesos impongan.
Que se tuviera muy en cuenta el terreno para adaptar a él la formación y las
maniobras.
Que el orden en conjunto presentase la debida trabazón, sin grandes claros o
intersticios.
Ofrecía al enemigo algún hueco para desorientar
Que hubiera defensa y apoyo recíproco
Que los flancos y la retaguardia estuvieran seguros
Que las armas se auxiliasen y combinasen, sin embarazarse, sin mezclarse, sin
entorpecerse en su acción.
Que el orden se prestase con elasticidad a todo género de movimientos, sin que la
derrota ni el desorden en un punto pudiera cundir y trastornar al resto.
Que el paso de líneas o relevo se verificase sin confusión.
Que el fuego de las "Reservas" se dilatase, conteniendo todas las impaciencias
hasta el momento supremo.
Que las impedimentas, parque, material, tren, equipajes no corriesen peligro, ni en
caso de retirada embrollasen el movimiento ya de suyo angustioso y ocasional
Que el ímpetu mismo del ataque se refrenara, contando con que la persecución había
de ser
inmediata e impacable.
Ruptura estratégica
La ruptura estratégica es el único ataque de frente posible, porque el ataque
frontal sin ruptura de la línea de defensa enemiga no puede producir buenos
resultados más en el caso de haber una verdadera desigualdad de fuerzas:
La ruptura consiste en caer sobre el frente enemigo a modo de cuña para romperlo y
una vez separado en varias partes batir cada una de ellas separadamente impidiendo
que combinen sus esfuerzos
Para que lo dicho tenga éxito es preciso que el atacante maniobre por líneas
inferiores a fin de que una vez abierta la brecha el atacado se vea obligado a
seguir direcciones divergentes, abriendo más y más la brecha
Esta combinación debe emplearse cuando el enemigo se extienda sobre un frente
estratégico excesivo
En la batalla del Marne, la ruptura estratégica, con el avance general de las
tropas aliadas, que debían llevar al interior de la misma al ejército británico y
la 5º francés con elementos superiores a los de los cuerpos de jinetes del Kaiser
que se produjo en su línea, no pudo remediarse con los triunfos tácticos que
obtuvieron los ejércitos imperiales del centro y la derecha, porque el dispositivo
francés se deformó sin llegar a romperse mientras se hacía cada vez mayor la brecha
existente en el de los germanos, y la retirada alemana la única solución.
La ruptura estratégica solo debe tener lugar cuando lo recomienden los desaciertos
del enemigo y es más aconsejable el ataque al flanco que lleva consigo la ventaja
de obligar a tomar nuevas posiciones y amenazar las comunicaciones del atacado, y
es el ataque de flanco el germen del movimiento envolvente que consiste en la
prolongación del ataque sobre una de las alas, desbordando el flanco atacado y
cortando la línea de retirada del adversario ( como la Batalla de Tannenberg
(1914), en la Primera Guerra Mundial, en la que inmortalizó su nombre Paul von
Hindenburg).
Estrategas importantes
Tratadistas y escritores sobre estrategia militar, hasta finales siglo XIX
Persia Antigua
Ciro II el Grande
Grecia Antigua
Temístocles
Milcíades el Joven
Arístides
Alejandro Magno
Cartago
Amílcar Barca
Aníbal Barca
Roma Antigua
Tulio Hostilio
Marco Furio Camilo
Manio Curio Dentato
Escipión el Africano
Escipión Emiliano
Quinto Sertorio
Cayo Mario
Lucio Cornelio Sila
Cneo Pompeyo
Cayo Julio César
Tito Labieno
Marco Antonio
Cayo Octaviano (Augusto)
Trajano
Bizancio
Justiniano
León de Tesalónica
Mauricio (emperador)
Belisario
China
Sun Tzu
Zhuge Liang
Mao Zedong
Japón
Miyamoto Musashi
Isoroku Yamamoto
Portugal
Luís Mendes de Vasconcelos
Francia
Joly de Maizeroy - Historiador y experto en milicia griega
Napoleón Bonaparte
Renard
Bardín
Carrión Nisas
La Barre Duparg
Du Roure
Guibert
Folard
Vauban
Ardant du Picq
François de Belleforest
F. A. Aubert de La Chesnave des Bois
Gabriel Daniel
Marmont, duque de Ragusa
Bourcet
Broglie (tratadista militar)
Honorat de Meynier
A.Deville
Gabriel Naudé
F. J. de Graindorge d'Orgeville (Barón de Mesnil-Durand)
Louis de Gaya
T. A. Le Roy de Grandmaison
Prosper de Sionville
Suiza
Antoine-Henri Jomini (barón de Jomini)
Holanda
Menno van Coehoorn
Italia
Raimondo Montecuccoli
Nicolás Maquiavelo
Giorgio Basta (conde de Hust)
Achille Tarducci
Giulio Ferretti
Francesco Patrizi
Alessandro Cavalca
Lelio Brancaccio
Prusia
Rüstow
Bülow
Carl von Clausewitz
Julius von Verdy du Vernois
Sigismund von Schlichting
Wihelm von Willisen
Federico II de Prusia
Alemania
Helmuth von Moltke
Christoph Nottnagel
Erwin Rommel
Heinz Guderian
Erich von Manstein
Austria
Archiduque Carlos
España
Gonzalo Fernández de Córdoba
Emilio Mola
Evaristo Fernández de San Miguel (general)
Blas de Lezo
Sánchez Osorio (general)
José Almirante
Bernardino de Mendoza
Gómez de Arteche (general)
Francisco de Valdés
Bernardino de Escalante
Álvaro Navia Osorio y Vigil (marqués de Santa Cruz de Marcenado)
Álvaro de Bazán
Cristóbal Lechuga
Jaime de Guzmán-Dávalos y Spínola, (marqués de la Mina)
Francisco Xavier Mina
Francisco Barado
Serafín María de Sotto (Conde de Clonard)
D. Francisco Villamartín
Diego Enríquez de Villegas
Pedro de Lucuce
Sancho de Londoño
Tomás de Puga y Rojas
García Ramírez de Arellano
Francisco de Francisco y Díaz
Juan Sánchez Cisneros
Arsenio Martínez Campos
Escocia
William Wallace
Gales
Henry Lloyd
Inglaterra
Julian Corbett
John Colomb
Horatio Nelson
Duque de Wellington
Túnez
Ibn Jaldún
Sajonia
Mauricio de Sajonia
Rusia
Pedro I de Rusia
Eduard Ivanovich Totleben
Mikhail Ivanovich Dragomirov
Okouneff
Piotr Bagratión
Mijaíl Kutúzov
Unión Soviética
Mijaíl Frünze
Mijaíl Tujachevski
Klíment Voroshílov
Semión Timoshenko
Iván Kóniev
Gueorgui Zhúkov
Aleksandr Vasilievski
Konstantín Rokossovski
Vasili Chuikov
Finlandia
Carl Gustaf Mannerheim
Bélgica
General Renard
Estados Unidos
Alfred Mahan
Stephen Luce
Robert E. Lee
Douglas Mc Arthur
Dwight Eisenhower
Venezuela
Simón Bolívar
Antonio José de Sucre
José Antonio Páez
Ezequiel Zamora
Argentina
José de San Martín
Manuel Belgrano
Chile
Bernardo O'Higgins
Manuel Rodríguez
Manuel Baquedano
Cuba
Antonio Maceo
Calixto García Íñiguez
Fidel Castro Ruz
República del Paraguay
Rafael Franco
José Félix Estigarribia
República Dominicana
Máximo Gómez
Tratadistas y escritores sobre estrategia militar, siglos XX y XXI
Nicolas Falcon
J. F. C. Fuller
Heinz Guderian
Erwin Rommel
Winston Churchill
José Teófilo Goyret
Luis Alberto Leoni Houssay
Mao Zedong
Herman Khan
H. M. Catudal
Hugh Trenchard
Stuart W. Leslie
E. Cholet
Andre Corvisier
Anton Nijholt
Brian Bond
Y. Korabliov
Morris Janowitz
Antonio Martínez Teixidó
J. C. Venezia
Giulio Douhet
Mijaíl Tujachevsky
Rafael de Nogales Méndez
Thomas Edward Lawrence
T. Schackley
Bill Custom
Basil Liddell Hart
Kalev I. Sepp
Lewis Sorley
Andrew F. Krepinevich
Randall W. Heather
E. G. Lansdale
José Luis Calvo Albero
M. Adkin
T. Marks
R. Clutterbuck
R. H. Spector
F. Osinga
J. M. House
A. Hillgruber
Carlos Santamaría
M. A. Cabrera
V. Partal
Baader-Meinhof (grupo)
M. E. Howard
José María Gárate Córdoba
H. Guiheret
J. P. Charnay
J. Duran Tambo
M. Alonso Baques
H. Magenheimer
C. S. Gray
Juan Cano Hevia
A. Beaufre
C. Delmas
R. Aaron
Eliseo Álvarez Arenas
Eisenhower
J. L. Snyder
Henry Alfred Kissinger
J. L. Gaddis
E. Murillo Gómez
S. S. Gartner
B. Buzan
C. Rose
L. J. Halle
A. Romero
Samuel Phillips Huntington
R. S. Mcnamara
A. Livesey
A. H. Burne
A. Castex
Zbigniew Brzezinski
V. D. Sokolovski
K. Werner
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G. Cardona
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Edwrad N. Luttwak
V. Martínez
J. Borrero
M. Ailleret
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W. W. Kauffmann
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Heidi Toffler
Vasili Chuikov
Augusto César Sandino
Véase también
Armisticio
Artillería
Asedio
Armada
Aviación de combate
Base naval
Bloqueo naval
Blitzkrieg
Caballería
Casus belli
Carro de combate
Dictadura militar
Disciplina militar
Ejército
Estado Mayor
Falange
Fortaleza militar
Genocidio
Guerra
Guerra asimétrica
Guerra de guerrillas
Guerra contra el terrorismo
Infantería
Logística militar
Mercenarios
Táctica
Táctica militar
Tercio
Guerras Médicas
Guerras Púnicas
Guerras Samnitas
Reino de Macedonia
Conquista de las Galias
Guerra Civil de Roma
Imperio Mongol
Cruzadas
Guerra de las Dos Rosas
Reconquista Española
Conquista de América
Guerra de los Cien Años
Guerra de Sucesión
Guerra de los Treinta Años
Guerra de los Siete Años
Guerra de Independencia de Estados Unidos
Revolución Francesa
Guerras Napoleónicas
Guerras de Independencia Hispanoamericanas
Guerras Carlistas
Guerra de Secesión
Guerra de los Diez Años
Guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay
Guerra franco-prusiana
Guerra de Independencia de Cuba
Guerra Hispano-Cubano-Estadounidense
Primera Guerra Mundial
Guerra Civil Rusa
Guerra del Chaco
Segunda Guerra Mundial
Guerra Civil China
Guerra de Corea
Revolución Cubana
Guerra de los Seis Días
Guerra de Vietnam
Guerra de Angola
Guerra de Etiopía
Guerra de Irán-Iraq
Guerra Fría
Intervenciones militares de los Estados Unidos
Primera Guerra del Golfo
Guerras Yugoslavas
Guerra de Kosovo
Invasión de Iraq de 2003
Intervención militar en Libia de 2011
Guerra de Siria de 2011
Notas y referencias
Gartner, pp. 163.
Bassford, Christopher (2002). «Clausewitz and his Works». Consultado el 25 de mayo
de 2010.
De la guerra, Escuela de Guerra Naval, 1945, por Carl von Clausewitz
El teniente coronel e ingeniero Vicente Ferraz publicó en Madrid, Imprenta Real,
1800 la obra Tratado de Castramentación o arte de campar ocupándose preferentemente
de los hebreos, griegos y romanos según copiosas descripciones de Polibio, Vegecio
y Justo Lipsio
Semejante táctica apuraba la paciencia del ardiente africano, quien perdiendo la
esperanza de atraer a una formal batalla a Fabio, a quien sus mismas legiones
llamaban El Pedagogo, se vio obligado a levantar el campo para ir en busca de
víveres (cita sacada de la obra de Jean Bernard Mary-Lafon Roma antigua y moderna,
Madrid: Librería Española, 1857)
Según Napoleón III, «el Senado ponía en práctica los principios que fundan los
Imperios y las virtudes que la guerra engendra. Rodeada de vecinos belicosos Roma
tenía que triunfar o perecer, de aquí esa superioridad en el arte de la guerra».
(obra: Histoire de Jules César, París: H. Plon, 1865-66, 2 vols.)
El poeta del siglo XVIII Ricardo Glover compuso la tragedia Boadicea
Cita sacada de Discursos varios del arte de la guerra:... cuyo autor es José
Serrano Valdenebro, Madrid: J. Ibarra, 1796
Obra: De bello Gotorum
El feudalismo como la aplicación instintiva de una nueva base del derecho,
trasladó a la esfera del derecho y sobre el elemento común, el elemento individual
que faltaba en el mundo antiguo, al hecho común de la conquista, y tenía en casos
analogía con la clientela y patronato antiguo, diferenciándose esencialmente de
esta en que el patronato era limitado, supletorio del derecho estricto y el feudal
fue relación general, tenía carácter puramente civil, era base directa de derecho y
corregía el derecho estricto antiguo, juntando por las relaciones personales los
estados que aquel separaba, y los conquistadores daban parte de lo ganado bajo la
obligación de fidelidad y a servicio de guerra y la duración de esta relación
dependía del cumplimiento de la obligación recíproca; Compendio de historia
universal, de G. Weber, Madrid: Imprenta Díaz y compañía, 1853
En el siglo XIII el Señor de Beaumanoir (ca. 1210 - ca. 1265) en su compilación de
las Costumbres de Beauvaisis determina las formalidades que se requieren para la
guerra privada
La mayor parte de los jurisconsultos opina que la esencia del feudo consiste en la
reserva que hace el señor o el que le concede, de la propiedad originaria; y por
parte del vasallo, en una prestación cualquiera, en señal de fe y homenaje. Por eso
en el feudo se distingue la propiedad útil y la directa, como en los contratos
enfiteúticos. Francisco Foramiti Manual de jurisprudencia feudal, Venecia, 1841.-
Sobre la palabra valbasores algunas obras: Diccionario histórico y forense del
derecho real en España, de Andrés Cornejo, Madrid: J. Ibarra, 1779-1784, 2 vols;
Discursos de la nobleza de España, de Bernabé Moreno de Vargas, Madrid: Antonio
Espinosa, 1795; reeditada por Lex Nova, 199
Según Augustin Thierry en el Norte de Francia se realizó la revolución comunal
bajo el principio de la antigua ghilde germánica o banquete de gastos comunes,
palabra que significa también asociación o cofradía porque todos sus individuos
prometían por medio del juramento defenderse unos a otros y ayudarse como hermanos,
modificado bajo el imperio de las ideas cristianas en la Edad Media; obra: Lettres
sur l'histoire de France, París: Furne, 1853 (reeditada en 2012, Classiques
Garnier; otra obra de Thierry: Histoire de la conquete de l' Angleterre par les
Normands, París: Jouvet, 1882.
Autor de Historia orgánica de las armas de infantería y caballería españolas,
Madrid: D. B. González, 1851-59, 16 vols.
"A pesar de que esta ciudad estaba defendida por rocas escarpadas, no por eso dejo
Jan Žižka de circunvalarla con murallas y antemurallas. En parte se hallaba bañada
por el río de Lusinitz y en parte por un torrente considerable. El espacio para
entrar en ella por tierra es apenas de treinta pies. Allí hay un foso muy hondo y
un triple muro de tal espesor que esta a prueba de toda máquina de guerra. Maestros
los taboristas en tomar plazas habían consturído muchas torres y muchos antemurales
a lo largo de las murallas y en los sitios más necesarios. Aquel era el refugio de
todos los herejes. Jan fue el primero que lo edificó y los que le siguieron
aumentaron las fortificaciones según su genio. La describimos Tabor tal cual la
hemos visto", palabras de Aeneas Silvius Picolomini, cardenal, que fue
vicecanciller de Federico III de Habsburgo, que le envió en misiones diplomáticas a
Roma, Milán, Nápoles, Bohemia y otros lugares. Aeneas posteriormente fue papa
llamado Pío II. Dejó varias obras escritas, entre ellas: Historia de los
Bohemianos.... y Historia de la Europa, desde el reinado del emperador Federico
III..., 1685, en fólio
Carlos Promis comentando la obra de Martini, investigó los cambios en la ciencia
de la fortificación hasta su completa restauración, empieza por una biografía de
los tratadistas y mientras que Guarnieri y otros autores principian solo desde
Tartaglia en 1546, Promis lo hace desde Egidio Colonna que dedicó la obra citada a
Felipe el Atrevido que escogió a Colonna preceptor de su hijo; obra de Carlos
Promis: Memorias históricas sobre el arte del ingeniero y artillero en Italia,
Madrid: Memorial de Imgenieros, 1882
L' Espectateur militaire. Recueil de science, d'art et d'histoires militaires,
Tomo I, II, IV sobre Filologiam, París, 1865
Obras: Del arte de la guerra y El Príncipe
Paulo Jovio describió el ejército de Carlos cuando entró en Roma: suizos y
alemanes con espada corta y lanzas de 10 pies y otros alabardas y de cada mil
infantes 100 tenían fusil; 5.000 gascones ballesteros, caballería escogida entre la
nobleza francesa; escuderos que a veces servían como caballería ligera; los
arqueros llevaban un gran arco a la inglesa e iban armados de yelmos y gruesos
venablos; guardia del rey 400 de a caballo, 140 cañones gruesos y otros muchos
pequeños que rodaban rápidamente tirados por caballos
Autor de Nueve discursos de la ciencia militar, Madrid: Biblioteca militar, 1851
Elogio del principe Raimondo Montecuccoli, Bolonia, 1776
Duque de Sully tuvo el cargo de gran maestre de artillería y creó arsenales,
parques, reservas, laboratorios, un sistema completo de material
Sobre la última empresa de Turena, el conde de Guibert dice lo siguiente:
Estudiando la campaña que puso fin a la vida de Turena le he visto por espacio de
seis semanas en frente de Montecuccoli hacer una guerra de posiciones y de
movimientos enteramente igual a la que haría otro general con la táctica moderna;
alguna obra de Guibert: Écrits militaires, 1722-1790, París: Copernic, 1977;
Oeuvres militaires de Guibert, París: Magimel, 1803, 5 vols.
Por medio de maniobras dirigidas conforme al objeto obtuvieron las tropas
prusianas una agilidad, una habilidad de evolucionar hasta entonces desconocido y
los reglamentos del rey establecieron y aseguraron la unidad de ejecución; cita de
Carl von Decker Táctica de las tres armas; otras obras de Decker: Elements de
stratégie pratique, Brusselas: Méline, 1849; La Petite guerre..., París, 1827, 3
vols.; Batailles et principaux combats de la guerre de Sept ans.., París, 1839-40,
3 vols; Algerien und die dortige Kriegführung,.., Berlín, 1844, 2 vols.
Obra de Federico: Instrucción militar del rey de Prusia para sus generales
Gran Bretaña fue también la primera en experimentar las ventajas de forrar en
cobre los navíos, medio muy propio para conseguir la ventaja en combate naval
Obras: Essais militaires,.., Amsterdam, 1762; Théorie de la guerre, Lausana, 1777
(reeditada en 1978, París); Traite des armes defensives, Nancy, 1767
Obras: Dictionnaire de l'armée de terre,.., París: J. Corréard, 1841-51, 17 vols;
Manuel d'infanterie, París: Magimel, 1813; Manuel des sergents et caporaux,..,
París: S. A. Hugelet, 1807
Colaborador de Encyclopédie methodique. Art militaire, París, 1797
Obras: Mémoires militaires et politiques du général Lloyd, París: Magimel, 1801;
Histoire des guerres d'Alemagne, París: instituto de Estrategia Comparada, 2001;
War, society and enlightenment:.., Leiden: Brill, 2005
Obras de La Barre Duparcq: Éléments d'art et d'histoire militaires,..., París: C.
Tanera, 1858; Hannibal en Italie, París: C. Tanera, 1863; Histoire de l'art de la
guerre, París, 1860-64; Verdun en 1792:.., París: Surcy, 1890; Los Perros de
guerra: estudio histórico, Madrid: Correo Militar, 1874
Giacomo Durando a la estrategia y a la táctica del Archiduque Carlos añade en su
obra Della Nazionalità italiana, Parigi: A. Franck, 1846 la Táctica-Estrategia o
Gran Táctica: elegir entre todos los puntos señalados por la estrategia los que
deben ser más favorables al buen éxito de una empresa
Cita del general M. S. Foy, autor de History of the war in the Peninsula, under
Napoleon, Londres, 1829
Cita "Diccionario Militar", Madrid, 1869, del general español José Almirante y
Torroella
Federico Moretti et son "Diccionario militar español-francés" / Gabriel Laplane,
Bordeaux, 1963
Obra de Carrion-Nisas: Essai sur l'histoire générale de l'art militaire, París,
1824, 2 vols.
Bibliografía
Fuentes
En otros idiomas
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