Está en la página 1de 1

Maldito el ídolo al que impetramos

En fríos de invierno y angustias de hambre,


En vano creímos y le miramos,
Nos ha vendido, nos ha engañado.
Tejemos, tejemos.

Maldito el rey, el rey de los ricos,


Que no ablandó nuestra miseria,
Que nos arranca lo que sudamos,
Que como perros nos manda matar.
Tejemos, tejemos.

También podría gustarte