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EL REGRESO A CASA

Había una vez en un lugar muy bonito muchos animales, unos volaban, otros
nadaban, otros caminaban de un lugar a otro, le rodeaba mucha fauna, ese lugar se
llamaba bosque.
Repentinamente se escuchó un grito de auxilio, ¡auxilio!
Por favor alguien puede ayudarme, el señor león que es el rey junto con el señor
elefante corrieron para ver quien necesitaba ayuda. Los monos curiosos saltaban de
rama en rama y hablaban entre sí, muy admirados de lo que observaban, algo así no
era común ver por esos lados, hasta el rey de la selva se alarmo ¿Quién eres, que
haces por aquí le pregunto? Soy un oso polar que logre salir de mi habitad ya que se
está destruyendo mi hogar, muchos de nosotros salimos, pero no sé qué ha pasado
con el resto; inmediatamente lograron ayudarlo, le dieron agua, comida, lo dejaron
descansar.
Después de algunos días ya el oso salía a cazar, hizo buenos amigos, era muy
sociable, corría con las ardillas, jugaba con las manadas de pequeños leones y de
tigres, en fin, muy buen amigo resultó. Hasta que un día se sintió muy triste, que te
pasa le pregunto la jirafa, el oso se puso a llorar había tocado la fibra de su corazón
extraño a mi familia, mi hogar, mis amigos como yo. Esto llego a oídos del rey león
debemos ayudarlo, convenció a los demás y emprendieron el viaje a ese destino
desconocido para ellos, caminaron mucho, mucho, hasta que lograron ver desde la
distancia unos picos de nieve, el oso saltaba de alegría, ese es mi hogar ha mejorado.
Produjo un gran grito, que corrieron muchos osos blancos llamados polar a recibirlo
lo estaban esperando. Se despiden unos a otros y el oso muy agradecido les dijo que
siempre los recordaría, muchas gracias por todo, pero ese no era mi habitad, trate de
adaptarme, pero se me era imposible, pueden ver que vengo de un lugar muy frio y
es este mi habitad mi lugar, por más bonito que es el suyo no podía continuar.
Muchas gracias por hacer posible mi regreso. Hasta pronto.

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