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CAPÍTULO N° 8 LA AGENCIA DE LAS MUJERES Y EL CAMBIO SOCIAL

MARÍA PAULA PINZÓN GONZÁLEZ


IIB TRABAJO SOCIAL

Este capítulo comienza hablando de que la labor de los movimientos hace muy poco tiempo
se limitaba a promover un buen trato a la mujer, centrándose de esta manera en su
bienestar, pero en la actualidad estos objetivos han cambiado considerablemente
incorporando el papel activo de la mujer como un agente de cambio, rectificando así todo
tipo de actos desiguales y desventajas para cualquier mujer sin dejar de lado el bienestar,
reconociendo que las personas son seres que pueden decidir actuar de una manera o de
otra y así hombres y mujeres deben asumir cierta responsabilidad.
Aquí destacamos que se debe prestar atención a los malestares de las mujeres, a cada una
de sus privaciones y a su sufrimiento ya que es importante para la justicia social enfocarse
en la agencia de las mujeres como papel participante en la erradicación de las inequidades
que causan estos malestares en ellas, en la mayoría de los casos la capacidad de obtener
ingresos de una mujer refuerza su posición social en el hogar como también en la sociedad,
obteniendo voz y voto en las decisiones sin depender de otros, hablando de la resolución de
conflictos basados en la cooperación podemos decir que da lugar a una determinada
distribución de los beneficios conjuntos y el análisis de estos conflictos ayuda a comprender
las causas que influyen en el trato que reciben las mujeres en el reparto de los recursos de
la familia.
El aumento de poder de la mujer en la familia puede reducir la mortalidad en general, y su
capacidad de leer y escribir normalmente en el mundo también reduce la tasa de mortalidad
infantil aumentando como madres las oportunidades y capacidades que pueden tener sus
hijos, influyendo también en la toma de buenas decisiones.
La desigualdad en cuestiones como el de la asistencia sanitaria y la repartición de alimentos
se ve reflejada entre hombres y mujeres ya que por lo general en estas sociedades pobres
las mujeres son más discriminadas pero la tasa de fecundidad disminuye cuando estas
adquieren cierto poder económico, aumentando su poder sobre la decisión de procrear o
no, y de la misma manera las mujeres que saben leer y escribir amplían sus horizontes y no
están ligadas a sólo la crianza de hijos, si no que tiene acceso a información de
planificación familiar y en cuestiones políticas y sociales se debe reconocer la labor de la
mujer ya que desde que tiene la oportunidad de ser partícipes de estos hechos se han
destacado notoriamente de la misma manera que cuando se desempeñan en labores
económicas y empresariales, un dato que aporta a esta conclusión es que el desarrollo en
muchos países tiene de cierta manera que ver con el poder obtenido por las mujeres.
(Desarrollo y Libertad, Amartya Sen)

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