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CASO PRÁCTICO

MA289

Alumno: Eduardo Ortega Gallardo

Asignatura: REUTILIZACIÓN Y POTABILIZACIÓN DEL AGUA

Nombre de la maestría o especialización: Master de Ingeniería y tecnología


ambiental

Fecha: 12/072021
1. En el contexto del que se está hablando tiene mucho que ver el PIB del país en los
usos y consumos del agua. Explique y proporcione algunos ejemplos sobre la
influencia de dicho indicador del estado de bienestar en el uso y consumo por
sectores del agua. ¿Cómo se explican las grandes diferencias entre países?

Los principales consumos en el mundo se establecen de la siguiente manera:


a. Agricultura : 60%
b. Industria: 30%
c. Doméstico 10%

Pero estos son porcentajes genéricos a nivel global varían en función de la renta per
cápita y se puede establecer una relación entre el aumentos de la renta per cápita y el
consumo del agua en una actividad u otra. Así por ejemplo el consumo urbano
aumenta con una renta per cápita mayor sobre todo en usos recreativos, como
campos de golf, parques y jardines y derivados del turismo.

Países con una renta per cápita mayor ven incrementados el consumo de agua en
industria (al encontrase en países más industrializados como Norte América o Europa)y
consumo doméstico en cambio disminuye el consumo en agricultura (mediante el
empleo de sistemas de regadío más eficientes).

2. Realice un esquema tipo del ciclo que sigue el agua en una planta potabilizadora a
partir de la captación en un medio natural. ¿Considera que sería políticamente
correcto introducir en el ciclo la contribución proveniente de un tratamiento
terciario de una EDAR?
Con relación a la incorporación en el ciclo del tratamiento terciario de un EDAR, hoy
en día, no creo que sería políticamente correcto, si bien es cierto, de alguna manera ya
se está haciendo
Una EDAR, después de los tratamientos pertinentes, y entendiendo el tratamiento
terciario como los procesos adicionales para eliminar contaminantes remanentes, en
estado coloidal o suspendido, podemos plantearnos los siguientes supuestos:

I. El tratamiento de aguas terciario se produce en la EDAR, las aguas ya tratadas


son vertidas a un río, supongamos una ciudad aguas abajo captara las agua del
rio, las pasara por una planta potabilizadora y las distribuye entre su población
caso que es muy común y bien visto y entendido socialmente.

II. Omitimos el rio, el tratamiento terciario se realiza como primer proceso de la


planta de potabilización, previo a la filtración.

En mi opinión no sería políticamente correcto el caso segundo, ya que la sociedad


asociarían la recirculación (tratada y potabilizada) como una simple recirculación
omitiendo de alguna manera los conceptos de tratamiento y potabilización, a pesar de
que el resultado de ambos supuestos fuera similar. A la gente la sigue costando
aunque eso sea el futuro y se tenga que concienciar o acostumbrar con ejemplos
gráficos y fáciles de asimilar que un agua proveniente de una EDAR es perfectamente
tratable para el consumo urbano.

3. ¿Por qué es tan dispar el precio del agua en las ciudades? ¿Existe correlación entre el
precio del agua y su abundancia?
El precio del agua (€/m3) es muy dispar en las distintas ciudades debido a que no
incluye todas las etapas del ciclo del agua, principalmente porque en muchos casos
están subvencionados, como ejemplo destacar la fluctuación entre los 0.83 €/m3 de
Roma o los 1,10 €/m3 de Madrid o 1,22€/m3 de Sevilla territorios semi-desérticos y los
4.54 €/m3 de Copenhague (ciudad en la que prácticamente todos los días llueve y no
hay escasez de agua).
Por lo tanto no hay ninguna relación entre la abundancia del agua y el precio del agua.
Los costes reales están asociados al impacto energético de cada uno de los procesos
que constituyen el ciclo del a agua, en el diagrama adjunto se identifican los KW/m3
asociados a cada uno de los procesos.

Solo la parte eléctrica al precio actual del Kw/h puede suponer una repercusión de
0,5€/m3

A estos costes habrá que sumarle, aditivos, inversiones etc. Es por ello que existe tanta
disparidad de precios en relación al agua.

Por lo tanto como hemos indicado anteriormente si sumamos esos 0,50 € más este
resto de costes solo se entiende que en ciertas ciudades se pague tan poco por estar
subvencionado el agua o porque se pierde dinero con su gestión, pero eso crea un
peligro de una burbuja que puede estallar en cualquier momento.

4. Tal y como se ilustra en la figura, el tratamiento terciario será diferente según el uso
que se le vaya a dar al agua. Proporcione ejemplos para cada una de las tres
situaciones de calidad que se proporcionan en el gráfico

La elección de los tratamientos terciarios dependerá fundamentalmente de dos


factores: por un lado, de la línea de tratamiento primario y secundario existente en la
EDAR, y por el otro, de la calidad requerida del agua regenerada, a fin de adaptarse a
las calidades mínimas exigidas para su uso en la legislación vigente en cada país.
Todos los procesos terciarios para reutilización generalmente se basan en diferentes
combinaciones de las siguientes tecnologías:
 Tecnologías con agentes químicos: como son cloro y derivados, bromo y
derivados, yodo, ozono etc
 Tecnologías con agentes físicos: como calor, radiaciones UV, electromagnética,
acústica, sistemas de filtración, sistemas de sedimentación.
 Tratamientos con agentes biológicos: Sistemas compuestos por bacterias u
otros organismos que por competencia, predación u otro mecanismo eliminan
los microorganismos patógenos.

Los tratamientos terciarios predominantes normalmente para los usos agrícolas y


medioambientales (que son los mayoritarios) son las líneas de tratamiento físico-
químico, seguida de una filtración con arena, y un tratamiento de desinfección por
radiación ultravioleta con dosificación de hipoclorito sódico. Se puede añadir una línea
de ultrafiltración para asegurar menores niveles de turbidez.

En caso de tener que tratar aguas salobres, se incorpora a esta misma línea un proceso
de filtración por membranas que puede ser de ósmosis inversa o electrodiálisis
reversible.

Para el caso de que el uso del agua regenerada vaya a ser la recarga de acuíferos por
inyección directa, el tratamiento terciario se complementa con ósmosis inversa a la
que se anexiona como pretratamiento una línea de membranas de Ultra-Filtración o
Micro-Filtración.

Una de las tecnologías que han ido ganando terreno las plantas de mayor capacidad,
por la calidad del agua obtenida y por algunas de sus ventajas frente a tratamientos
convencionales, son los Reactores Biológicos de Membranas (MBR), que combinan en
una misma fase los procesos biológicos y la tecnología de membranas de Ultra-
Filtración o Micro-Filtración.
Mientras el proceso biológico convierte la materia orgánica disuelta en biomasa
suspendida, reduciendo el ensuciamiento de las membranas y permitiendo un
aumento de la recuperación, a la vez que la membrana introducida en el reactor
biológico reemplaza la sedimentación y sirve de barrera para sólidos y bacterias.
Posteriormente, puede necesitarse también un tratamiento de membranas de ósmosis
inversa o de electrodiálisis para proporcionar un tratamiento complementario de
desinfección de barrera, antes del tratamiento de desinfección de mantenimiento,
necesario para desactivar o destruir los microrganismos patógenos.

BIBLIOGRAFIA

 Biorreactores de membrana: tecnología para el tratamiento de aguas


residuales.Alejandra Velasco Pérez y Rocío Solar González
 Hérin, R., Agua, espacio y modos de producción en el Mediterráneo. Incl. en
Agua y modo de producción. M.T. Pérez Picazo y G. Lemeunier, eds. Editorial
Crítica, Barcelona, 1990
 Alba Tercedor, J., y A. Sánchez Ortega, Un método rápido y simple para evaluar
la calidad biológica de las aguas corrientes basada en el de Hellawell (1978).
Limnética, num.4, pp.51-56
 https://www.iagua.es/blogs/pablo-gonzalez-cebrian/gestion-agua-europa
 https://www.aguasresiduales.info/revista/blog/la-depuracion-de-las-aguas-
residuales-urbanas-en-espana
 Lopez-Gálvez, J., y A. Losada, Uso del agua de riego en Almería, incl. en La
economía del agua en España. J.M. Naredo (ed). Colección Economía y
Naturaleza, nº 7. pp. 143-176, Fundación Argentaria. Madrid, 1997

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