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La leyenda venezolana
Es una de las cantantes indiscutibles de América latina. Recién llegada a Buenos Aires,
cuenta su historia. Y reflexiona sobre la actualidad del folclore de su país.
12/08/2005 0:00
Clarín.comHome
Una testarudez escocesa heredada de su bisabuelo Roberto Todd, que llegó al Caribe en su
propio barco y ahí se estableció. Unica sangre europea de una familia de pura cepa
venezolana.
La virtuosa de la voz cumple este año 33 de carrera. Y lo festeja en la Argentina con dos
Trastiendas y otros tantos recitales en La Plata, Rosario y Córdoba. Y en Venezuela (en
breve), acompañada por artistas de la talla de Silvio Rodríguez, Milton Nascimento, Omara
Portuondo...
A los cinco años Cecilia ya tocaba el cuatro, "creo que fue por imitación", arriesga. A esa
edad debutó en el grupo, pero esa fue la prehistoria de su carrera.
Ella misma sitúa sus comienzos con la música de aguinaldo. Así se llama a la música
tradicional de Navidad. "Todos los músicos venezolanos hemos empezado con la música de
Navidad —explica—, allá es una fiesta muy importante y muy musical. Hay aguinaldos a lo
divino, que son los villancicos de la iglesia, y hay aguinaldos de parranda".
Las parrandas se llevan a las casas de las familias que están preparando hallaca, un plato
indígena tradicional de Navidad, en cuya elaboración (que lleva tres días) participa toda la
familia.
Sí, como que no quise pasar más ni por la esquina. Hubo sólo dos cosas buenas: algunas
amigas y aprender que no me gusta el racismo. Las monjas eran muy clasistas. Y a mí me
molestó desde siempre esa diferencia de trato entre las que tenían dinero y las becadas. En
Venezuela aún hoy hay mucho clasismo solapado.
Volviendo a su carrera, después de pasar tres años en Buenos Aires (del '73 al '76)
estudiando técnica vocal con Susana Naidich, Cecilia volvió a Venezuela. Su vuelta coincidió
con una especie de boom espontáneo del folclore venezolano, grupos y solistas surgiendo
por doquier.
Ese fue el momento más importante. Ahora, desde hace diez años, hay mucha gente
haciendo música venezolana, jóvenes con una preparación más académica. Antes era
impensable que un músico académico hiciera música venezolana, había orquestas que no se
lo permitían. Aquel que se saliera de esa línea, estaba fuera.
Sí. Hasta ese momento el único grupo que se conocía era el Quinteto Contrapunto que fue
el que abrió el camino a todos los de mi generación.
Hay muchos haciendo música pero no escribiendo. Quizás tenés canciones que son muy
buenas musicalmente pero las letras no son tan buenas. Hay más compositores que
letristas.
No tanto. No se puede querer lo que no conoces. Hace dos meses tenemos una ley que está
apoyando la música venezolana. Es que en los medios no oyes nada que no sea la música
que viene de afuera.
Mi mamá sí fue al primer concierto, el 9 de noviembre del '72. Pero mi papá se negó hasta
que no pudo más. Hay una anécdota que cuenta que mi sobrino estaba escuchando un disco
mío. Pasó mi papá y dijo: "¡Qué bonito! ¿quién canta?". "Tu hija", le dijo mi sobrina. "No
puede ser", contestó y se fue furioso.
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Con respecto a la orden ejecutiva emitida por el Gobierno de Estados Unidos el 9 marzo
pasado contra Venezuela, en la que considera a la nación bolivariana «una amenaza
extraordinaria e inusual a la seguridad nacional y política exterior estadounidense», el
ministro denunció que esta «forma parte de una larga escalada de agresiones contra el
Gobierno Bolivariano que tiene unas características particulares que anuncia unas
agresiones futuras con ciertas características, pero que no quiere decir, en lo absoluto, que
ya no se estén ejecutando».
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Además, agregó que producto de los intensos debates fue editado el libro Antiimperialismo
y Bolivarianismo, compuesto de disertaciones, unos 33 ensayos, 14 comunicados
internacionales y más de 10 poemas de América.
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Tras la firma del decreto injerencista, el pueblo de Venezuela y pueblos del mundo, han
manifestado su solidaridad a través de distintas vías: una de ellas es mediante la recolección
de firmas para la derogación del documento firmado por Obama. Sólo en Venezuela más de
8 millones de hombres y mujeres han estampado sus rubricas.
Esas firmas -que serán certificadas por el Consejo Nacional Electoral- sustentarán la solicitud
de derogación que entregará el Presidente Nicolás Maduro a su par estadounidense, Barack
Obama, en la Cumbre de las Américas, a celebrarse este viernes 10 y sábado 11 de abril en
Panamá.
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VíaBACiudad
Ciudad a ciudad, Argentina en red
Cecilia Todd: "Me salió carísimo opinar sobre política, pero no me arrepiento"
13 de septiembre de 2017
La cantante venezolana, que ofrecerá ocho conciertos en Buenos Aires, no vaciló a la hora
de expresarse sobre la situación delicada que padece su país. (De La Razón)
Cecilia Todd: "Me salió carísimo opinar sobre política, pero no me arrepiento"
Cecilia Todd.
Redacción Vía BACiudad
Por Javier Firpo
Es una artista que cautiva por su dulzura y sencillez. Y magnetiza con esa voz melódica e
hipnotizante. Es una mujer, una señora, cálida, respetuosa y hasta cariñosa, con un carácter
y una firmeza férreos, sin titubeos a la hora de expresarse políticamente. Venezolana,
caraqueña de nacimiento, la cantante Cecilia Todd vuelve a Buenos Aires para celebrar sus
45 años desde que visita el país. "Lo primero que siento es vértigo por el paso del tiempo.
Ayer nomás parece que empezaba solita en un escenario y ya han pasado más de cuatro
décadas y cientos, miles de escenarios. Me asusta ser consciente de eso", dice una de las
referentes más importantes de la canción latinoamericana, que desde el jueves realizará
ocho funciones en Café Vinilo (Gorriti 3780), donde dará una vuelta por la geografía musical
venezolana, paseando por el merengue, el joropo y la música oriental malagueña.
Nunca tuve objetivos, nunca dije “quiero ser cantante”, se dio naturalmente. Casi todo en
mi vida fue así, por orden natural. Y hoy siento que he llegado lejos pero sin proponérmelo.
La música, gracias a su magia, me dio cosas maravillosas, no espero más… Todo lo que venga
de ahora en más es extra.
Con Buenos Aires tuve una cita a ciegas en una jornada invernal de junio, allá por los años
setenta. Yo venía del calorcito y fue duro el impacto, pero me recibió con un abrazo
abrigado. Para mí fue muy importante llegar y abrir el camino de la música venezolana,
porque aquí no se conocía. Y gracias a la música y a tantos años cantando “Pajarillo verde”,
el vínculo con esta ciudad se hizo inquebrantable.
Dialogar con Cecilia casi que obliga a hablar de la situación extrema que vive Venezuela, “un
momento muy, muy pero muy difícil –grafica-. Estamos en guerra, estamos acosados por
todos los costados del territorio, sumidos en una guerra mediática y económica, a partir de
que Venezuela siempre ha sido un país muy apetecible para el resto, por su petróleo y
riqueza natural”.
¿Tu lectura es que el petróleo y las riquezas naturales son el eje del estado de guerra que
vive Venezuela?
Básicamente. Creo que toda esta historia de violencia parte de ahí, de la atracción que
generamos, más allá de que hayamos optado por otro proyecto de país, económico y social.
Eso no se perdona.
Me río por no llorar. ¿Dictadura? Es extraño calificar a un país donde hay elecciones de
dictadura. No conozco a un país con tantas elecciones como Venezuela… Pero los medios de
todo el mundo le han metido eso a la gente. Es una guerra mediática que arrastramos hace
tiempo y eso ha generado que se repita una y otra vez lo mismo, sin la capacidad de razonar
y de reflexionar al respecto.
Todd es una artista que toma partido, que se arriesga a emitir una opinión de la que, se esté
de acuerdo o no, ella está convencida. Cecilia apoya el “proyecto chavista-madurista”, como
prefiere decir y desde este medio no se busca interpelarla, sino entrevistarla, escucharla.
Por supuesto que no estoy tranquila, hay una agresión permanente. He sufrido algunos
episodios de ataques verbales y físicos, aunque no graves. Sinceramente me entristece,
porque Venezuela no es un pueblo violento y hoy atraviesa un nivel de agresividad
desconocido.
Se te nota contrariada y enojada… Nunca imaginamos que esto pudiera pasarnos a los
venezolanos. No somos así y la mayoría de la oposición a Maduro tampoco está en la
violencia. Pero es el sentimiento reinante, es un comportamiento inoculado desde afuera,
que nada tiene que ver con nuestra forma de ser.
Con tolerancia, respeto y entendimiento. Tiene que haber un cambio de actitud para
retomar la solidaridad que siempre hemos tenido. Estamos atravesados por reacciones
desmesuradas, además de una presión extranjera difícil de soportar. No hace falta que
estén avivando el fuego, necesitamos que nos respeten como a cualquier país.
Es terrible, pero vamos a salir adelante y espero que pronto. Las crisis no se eternizan y no
sólo Venezuela vive una crisis, sino que el mundo es víctima de una deshumanidad e
insolidaridad alarmantes. El hombre está sumido en una locura material y consumista que lo
obnubila y no lo hace pensar en el de al lado.
Catherine Fulop pidió auxilio hace unos meses diciendo: "Hagan algo. Nos están matando a
todos en Venezuela".
Prefiero no hablar sobre Catherine. Es un tema muy delicado lo que está sucediendo en
Venezuela como para opinar sobre lo que ella dice, que para mí y con todo respeto, no es
relevante.
Al director de orquestas Gustavo Dudamel, el Estado le suspendió una gira en EE.UU. por
haber dicho “Maduro escuche la voz del pueblo…”.
No es cierto. No fue por eso, pero como suele ocurrir se da vuelta la información. Primero,
Dudamel, que tiene un talento indiscutible, es el artista más beneficiado por la política
cultural, por lo que sus palabras no estuvieron acertadas. Dudamel ha recibido una inversión
millonaria a su proyecto de orquestas, y era lógico que si se recorta el presupuesto en todas
las áreas, empezaran por ahí. Y me duele mucho que no se haya manifestado por la
violencia en las calles de Venezuela. Era una gran oportunidad para que él se expidiera, más
allá de su ideología.
Carísimo, pero no me arrepiento. He perdido familiares, amigos, público... ¿qué tiene que
ver una cosa con la otra? Pero he ganado otros espectadores, la gente de la calle, y eso es
muy valioso.
No creo, salvo que la situación empeore, que lo dudo. Yo en Caracas tengo mi casa, mi
familia y mis amigos, por lo que no me pasa por la cabeza irme. Quiero ayudar estando
dentro. Y una vez que todo se calme, me gustaría vivir en una isla desierta, donde no haya
tele, radio ni diarios, sólo naturaleza. Soñar es gratis y no cuesta nada.
Ocho son los recitales que brindará Cecilia Todd en el marco del festejo de sus 45 años con
la música. Se presentará desde el jueves, a las 21, en Café Vinilo (Gorriti 3780). Luego
seguirá actuando los días 15, 16, 17, 21, 22, 23 y 24/9. Entradas: $350.
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“Culturalmente es otro país desde que llegó Hugo Chávez. La gente no sabía, por ejemplo,
que tenía derecho a acceder a un teatro. Había gente que jamás había ido a un teatro,
nunca. En el teatro Teresa Carreño, el más grande de Caracas, era imposible sacar las
entradas. Eran muy caras, no estaban al alcance de la mayoría. Pues se han recuperado en
Caracas doce teatros, que ahora están en funcionamiento. De repente la gente empezó a
ver que podía ir al teatro. A veces podían ir a un concierto que se hiciera en la calle, pero ¿ir
al teatro? Empezaron a hacer obras de teatro y la gente hace dos horas de cola para entrar.
La reacción fue una cosa maravillosa”.
Para ella, los sectores privilegiados no soportaron el acenso social de los más pobres. “Como
tiene el privilegio de tener un auto o una camioneta, la elite siente también el privilegio de
tener un celular. Piensan ‘¿por qué un tipo así (un trabajador) va a tener un celular como el
mío? Ese es mi derecho, ¿a quién se le ocurre que nos tenemos que acercar?’ No lo toleran.
Hay una pugna de clases importante en mi país”, sostuvo Todd.
Durante 2017 se dedicó a pre-festejar sus 45 años con la canción, ya que suelen decir que
no hay que festejar los cumpleaños antes de tiempo. El festejo fue a puro canto,
multiplicando los shows y visitando durante dos meses Argentina, donde cantó tanto en
Buenos Aires como en Rosario, en el sur del país y en el noroeste andino. Viajó en aviones y
autos para cantar en un país que ya es casi el suyo y al que llegó por primera vez como
artista el 20 de junio de 1973. Ese mismo día en el que, después de 18 años, el general
Perón regresó al país y se produjo la matanza de muchos jóvenes militantes, como lo era
ella misma por entonces.
Cecilia Todd ese día bajaba de un omnibús que la traía de Perú. Casi sin abrigo, llegó una
mañana al barrio de Once, en una Buenos Aires que la recibió con un frío del que aún no se
olvida.
A pocas cuadras de ese lugar, en el porteño Café de los Angelitos, Cecilia Todd nos regaló
dos largas horas de conversación.
Era básicamente música venezolana. Alguna canción que cantaba Mercedes, algo de música
brasileña, Chabuca. Lo que cantaba en las fiestas, en las reuniones, en los encuentros
amistosos. Un poco de todo. Para mí era como un juego.
Parecería que ese primer repertorio de algún modo estructuró el cancionero de tu carrera
Conocía poco de la música nuestra. La música que más oíamos era la música llanera, que fue
la música que llegó en los años 50 a la ciudad. Aunque vivas en un pueblo no se conoce la
música del país. Los que viven en Los Andes no conocen lo que pasa en Oriente, por
ejemplo. Era así y sigue siendo así. Estamos muy alejados. Pero hubo un grupo muy bueno
que se llamó ‘’El quinteto contrapunto’’, que duró poco tiempo pero abrieron un poco el
camino. Era un grupo rarísimo, porque había cantantes líricos y cantantes populares. Unos
que sabían música y otros que en su vida habían tocado. Tocaban el cuatro nada más, pero
nos hicieron ver que había otra música que no era la llanera.
¿Cómo fue tu recorrido por todo Venezuela para ir encontrando las músicas populares
locales y aprenderlas como para poder interpretarlas?
A los meses de ese concierto, me vine a Buenos Aires para estudiar técnica vocal. Al
regresar, como a mí me encanta viajar y me encanta la música venezolana, cada vez que
tenía oportunidad de viajar por el país me metía por ahí a ver qué pasaba. Me producía
mucho interés saber qué se hacía en cada región, en cada zona. Ahí empecé y todavía no he
terminado.
Totalmente, siempre me interesó mucho eso. En un momento toqué la puerta en lo que era
el Instituto Nacional del Folklore, el INAF, ya que ellos tienen un registro muy completo de la
música del país a partir del año ’43. Por alguna razón no se tenía acceso a ese material.
Entonces yo me acerqué, pedí permiso y me abrieron las puertas.
Cuando llegué ahí no sabía por dónde empezar de tanto material que había. Cada vez me
llamaba la atención el nombre de una canción o la zona, buscaba más información. Así fui
internándome. Eso lo dirigió mucho tiempo Luis Felipe Ramón Rivera que está casado con la
musicóloga Isabel Aretz. Ellos llegaron al INAF e hicieron un trabajo antropológico muy
importante. Para mí fue buenísimo porque saqué mucho material para escuchar y después
viajar para conocer lo que se hacía en cada zona, cosa que sigo haciendo. Me encanta, es
una cosa maravillosa.
Hablábamos del repertorio venezolano pero vos incorporaste el repertorio del cancionero
popular latinoamericano, que se funda allá por el año ’60 ¿en qué tiempo construiste tu
relación con la canción latinoamericana?
todd 2Desde antes de venir para acá. No lo incorporaba a mi repertorio todavía, pero ese
fue el momento en que para nosotros empezó a llegar material de afuera. Material del que
nosotros no teníamos conocimiento.
De todos modos seguimos estando muy alejados en ese sentido. Tú le preguntas a cualquier
persona en Caracas por una chacarera y no tiene la más remota idea. A los medios de
comunicación no les interesa sino la música enteramente comercial. Los sellos disqueros y
los medios son los que imponen lo que se oye. Creo que nuestros países han fallado en eso.
Yo pienso que la mejor manera de dar a conocer la cultura de un país es a través de la
música. Llega muy directo. Creo que no hemos hecho el trabajo que corresponde.
¿Cómo es la relación entre lo que podríamos llamar ‘’cultura popular’’ y ‘’cultura de elite’’
en relación con la música en Venezuela?
Estuvimos muy separados, lo que hicieron durante muchos años los sectores dominantes
nos separó, sobre todo con la música. La música centro-europea es música culta y lo otro no
lo es. Nosotros lo hemos sentido con el sistema de orquestas juveniles, que se instaló hace
más de 40 años. Lo que viene de afuera es mejor y esto es música culta y la gente, aunque
no sabe qué es va igual.
A mí, particularmente, oír opera no me gusta. Pero la gente va, se pone su traje, porque no
vas a oír ópera en jeans. Es un evento serio. Con las orquestas también ha pasado esto. Hay
músicos de la orquesta, muchachos jóvenes, que me han dicho ‘Ay, a mí me han dicho que
usted canta bien, pero yo no oigo esa música, sino escucho lo que tocamos’. Eso es
gravísimo.
No hay músicos que se hayan formado en esa educación clásica y que luego hayan
retomado las músicas populares.
Sí, hay. Hay muchos que se han salido incluso. Pero es difícil. Llegó un momento en donde
no los dejaban tocar música popular, le cambiaban los horarios y los ensayos, de manera
que no pudieran ir después de las 18:00 a tocar por ahí, cuatro, arpa, lo que fuera.
Deliberado, sí. Después se dieron cuenta porque las críticas fueron muy serias, porque
además habían invertido muchísimo dinero en las orquestas. Nos han dicho también ‘’Esto
los aleja a los chicos de los barrios humildes, de la droga, de la delincuencia’’, eso no es
verdad. Un porcentaje mínimo de los muchachos que están en las orquestas vienen de
barrios humildes. Después de tantas críticas por dedicarse a la música eurocentrista,
empezaron a hacer grupos de música venezolana, un poco por cumplir para que no
siguieran criticando.
Y los jóvenes en general, ¿recuperaron el gusto por cantar las músicas populares?
Si. El Ministerio de Cultura está retomando el Centro Nacional del Disco, que estuvo parado
porque se habían dañado los equipos. Tú llevas un proyecto de cualquier tipo de música, y
hay una comisión artística que lo evalúa y ahí tienes la posibilidad de grabar tu disco
totalmente gratis. Tiene estudios, te replican el disco si lo vendiste, es importantísimo.
Una gran oportunidad, porque allá no existen los sellos disqueros. Existieron en su
momento, pero después llegaron las grandes empresas transnacionales y absorbieron esos
sellos pequeños. Hoy todas esas grandes disqueras transnacionales lo que hacen es replicar
toda esa cosa espantosa que nos quieren hacer creer que es música del Caribe o música
latina.
Parece haber una fuerza que iría en sentido contrario, que es la posibilidad de que todas las
músicas se puedan escuchar a través de internet ¿te molesta que tu música se pueda bajar
gratis?
No, tiene que ser así. Eso es una cosa maravillosa. Lo que no es maravilloso es la calidad con
que se encuentra.
Un día me preguntaron unos chicos de España, ‘mira, nosotros queremos hacer un video
casero porque estamos empezando a estudiar cine, entonces queríamos saber si podíamos
utilizar una canción tuya que cantas a capella’. Yo no sabía cuál era y ellos me la mandaron.
La calidad era muy mala. Ellos sostenían que la querían así, a capella. Imagínate lo mala que
sería la calidad, que esa canción no era a capela, era un concierto en vivo que alguien había
grabado en Montevideo.
Pero hay algo que me fastidia. Muchas personas que van a un concierto y no ven el
concierto. Están todo el tiempo grabando con el celular y miran a través del teléfono. ¿Para
qué vas al concierto? Te pierdes el concierto y después ni siquiera lo vas a ver en tu casa,
solamente lo vas a subir a Youtube para que sepan que tú fuiste. Yo no quiero que la gente
monte cosas en Youtube cuando hay mal sonido. No es lo mismo algo grabado para que ser
difundido. Si van a difundir no me importa y además, no hay manera de controlarlo. Pero
me preocupa la calidad de lo que circula.
Además yo no he vivido de los discos. Este tipo de música no vive de la venta de discos.
Cuando uno compra un disco es un gesto cariñoso.
todd en concierto
Hay algo que me parece muy interesante. Hemos visto a Chávez cantando; Maduro también
canta en actos y presentaciones. De algún modo esto saca el canto del escenario y de los
consagrados y lo vuelve a poner al alcance del pueblo, ya que el canto es un hecho popular.
El canto está en el pueblo, sí. Chávez fue un fenómeno. También Correa canta, y Patiño es
cantante lírico. Yo canté con Correa, terminé cantando para la CELAC en Caracas.
Era el tipo más auténtico, y cantaba porque siempre le gustó la música. Él iba y cantaba
hasta con el primer ministro chino. Se enteró que tocaba piano y cuando llegó aquí, Chávez
lo recibió cantando. El chino, que no lo podía creer, vio que le habían traído un piano y
terminó sentado tocando al lado de Chávez, que cantaba cualquier cosa. Insólito, imagínate.
Mercedes Sosa en su último disco llamó a todas ustedes Cantoras. Sos de esa generación de
las cantoras populares latinoamericanas, en un momento histórico importante, con un
cancionero con una sólida propuesta estética y política. ¿Cómo fue ser parte de ese grupo
de cantoras populares latinoamericanas que tuvo tanto valor histórico?
Como te decía, empezó en los años ’70 que empezó a llegar la música de otros lados, en un
momento político también especial. Este encuentro se fue dando espontánea y
naturalmente. Pero lamentablemente no hubo un acercamiento sino a nivel individual.
Estábamos y sabíamos que existíamos. Lo que Mercedes hizo fue un encuentro interesante
de cantoras, con los que pretendía ir más allá. Pero nos ha faltado congregar a la gente, no
solamente a nivel musical, sino también políticamente. Con todo lo que pasó ahora no lo
quieren hacer.
¿Más allá de que lo que ustedes pudieron hacer más organizada e institucionalmente, no
dejaron una marca en la historia de la música popular?
Indudablemente. Fue algo así como el boom literario, el boom por ahí por los ’60, ’70. Pero
yo creo que se fue dando espontáneamente y son como rachas. Ahora también hay mucha
gente joven haciendo música popular y es muy interesante.
Viniste a Argentina en 1973 y te cruzaste con Mercedes, con Altahualpa Yupanqui, con Astor
Piazzolla, también con grandes escritores ¿Cómo fue vivir en Buenos Aires en ese
momento?
Para mí fue una locura total. Yo llegué el día que llegó Perón. Ese mismo día llegué yo. No
sabía nada. Yo vine por tierra, la locura de esa edad. Había ido hasta Bogotá, luego hice Lima
y de allí en ómnibus hasta aquí. Imagínate, una maravilla, pero se podía hacer en ese
momento. Ahora salir de Venezuela y atravesar Colombia es muy difícil. Fue la
irresponsabilidad de los 20 años.
No, claro. Llegué en Chevalier. Cuando bajé me moría del frío, yo no sabía nada del invierno
en Buenos Aires. Llegué apenas con un poncho, estaba muerta de frío.
Pero al día siguiente ya yo tenía contacto con Mercedes, con Buenos Aires 8, con Atahualpa
Yupanqui. Mercedes a los dos días me presentó a Ariel Ramírez, a Cesar Isella, a Los
Andariegos. Al día siguiente ya los conocía a todos. Para mí era la fiesta, estaba
descubriendo todo. Fue una maravilla. Tenía 22 años.
Eras una criatura. Entonces tu carrera como cantante prácticamente empezó en Buenos
Aires.
¿En apenas seis meses después de aquel primer recital ya habías salido del país?
Sí, es que se me dio, no sé por qué. Se me dio sola la cosa. Suerte. No sé, se dio así, sin
buscarlo.
Música venezolana, como siempre. Ahora tengo que hacer algo que no es un recorrido,
porque es un fastidio, pero la gente cuando te conoce sigue pidiendo las canciones del
primer disco, y yo me quiero morir. A veces de una radio me llaman para una entrevista y
ponen el primer disco y les digo ‘’pero he grabado otras cositas’’ (risas). Encima es horrible
el sonido de ese primer disco. Fue producido sin pensar que efectivamente iba a ser
editado. Yo ni pensé lo que iba a cantar. Era un demo para el sello. Yo grabé lo que cantaba
en las fiestas, una cosa loquísima. No puedo oír ese disco hoy en día, no puedo.
En un show, ya que las personas fuera de Venezuela no suelen conocer las canciones de tu
país ¿Explicas que es lo que estás cantando?
Sí, siempre. Inclusive en Venezuela, porque hay que mencionar a los autores y al origen, por
supuesto. Siempre cuento algo, aunque sea un detalle.
Yo todo los días oigo a Juan Luís Guerra. Todos los días que oigo música, por una razón u
otra, si estoy cocinando o lo que sea, es una maravilla. Si tengo ganas de bailar, se baila,
pero oigo de todo: música venezolana, música argentina, brasileña, cubana.
¿Y de la música venezolana y del resto del mundo que escuchas, de lo más nuevo o que vos
hayas escuchado recientemente, que nombres te llaman la atención o te parecen más
interesantes?
Muchísimos. De música venezolana hay varios, un cantautor muy bueno, José Alejandro
Delgado. Amaranta Pérez que también es muy buena, buenísima. De Argentina Fandermole
que es maravilloso. El negro Aguirre, Juan Quintero. Hay mucha oferta aquí, es
impresionante. Con lo que no estoy muy actualizada es con la música brasileña, porque
salen muchísimos músico todo el tiempo. No logró estar al día con eso. Hay una cantante
que me gusta muchísimo que se llama Mónica Salmaso, muy buena. Además es de las
cantantes que se para, que se pone un vestidito bonito y canta ahí nomás. Ni grita, ni mueve
las manos, ella canta porque es cantante, no hay nada atrás. Hay un video en el que ella
canta con una orquesta y cuando terminó, toda la orquesta se paró, o sea que le tienen alta
estima, porque es impresionante como canta. Una maravilla.
“No podemos salir de nuestras casas, nos tienen marcados. Yo no puedo salir sola, para
comprar comida tengo que salir acompañada. Han tratado de cacerolearme, me dicen de
todo. ‘’Vamos a matar a todos los chavistas’’, ‘’te voy a denunciar por estar apoyando a este
gobierno’’, ‘’sé dónde vives’’, etc. Se me tiran encima del auto. Hace meses, me tocó pasar
en medio de una desmovilización de ellos. Iba con unos amigos, que también son los dos
personas mayores y siempre están dando la cara. Veníamos en mi auto y justo me toca un
semáforo. Un tipo me reconoció y le empezó a dar golpes al auto, se tiró encima, le daba al
vidrio del auto, empezó a llamar a los demás, que se exaltaron muchísimo y tuve que
arrancar ¿qué vas a hacer con la gente exaltada? La matriz que han sembrado en la gente,
eso no tiene vuelta atrás”.
“Te dijeron desde hace miles de años que es una dictadura, pero lo gritan en la calle, en la
televisión, en los medios. Vas a elecciones y siguen diciendo que es una dictadura. No saben
qué es una dictadura, pero le fueron diciendo eso. La cuestión mediática es tremenda. A
nadie le sacan de la cabeza que todos estos muertos fueron provocados por el gobierno.
‘Leopoldo López es un preso político’, dicen. Y no lo es. Les dieron cárcel por casa, y
entonces no puede tener actividad política de ningún tipo. Al día siguiente, allí estaba
manifestando. Hay una prepotencia que es de clase. Son de familias muy ricas de siempre,
están acostumbrados a hacer lo que se les da la gana”.
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Tres días, que iniciaron con un Golpe y terminaron con el retorno del presidente Hugo
Chávez al Palacio de Miraflores. ¿Cómo fue posible? “Fueron muchas cosas, estuvo el
soldadito que cuidaba a Chávez que le preguntó si estaba renunciando, y le dijo que lo
escribiera en un papelito, que lo tirara a la cesta y luego él lo recogería, y estuvo el pueblo
que salió a las calles, se volcó a salvar a Chávez y el gobierno, que el pueblo saliera fue lo
que hizo que la tortilla se diera vuelta”.
Se cumplen los 15 años de aquel abril en una situación que recuerda esos días. Así analiza la
cultora Cecilia Todd: “Hoy están siguiendo el mismo guion, funcionan con ese guion
diseñado en laboratorios que han ido adaptando a diferentes países, pero es el mismo”.
Entre los elementos centrales del plan destaca dos: “La guerra mediática, que es la más
efectiva, nunca ha parado, y la ha afinado hasta ser algo atroz nacional e
internacionalmente, y la guerra económica. Ese es el guion”.
Una de las diferencias con el 2002 es el contexto regional: “La derecha se ha fortalecido en
América Latina con los últimos acontecimientos”. Ese cuadro es hoy más adverso, articulado
para desgastar y atacar a Venezuela.
El escenario actual genera entonces preocupación: “Esta violencia es igual a la que hubo en
las guarimbas del 2014, es algo con mucha violencia que le hace daño a las mismas personas
que viven ahí, hay muchos que no son militantes, sino que están pagados y entrenados para
accionar de esa manera. Se manipula la información, cuando hay tres mil personas hacen
creer que es la ciudad entera la que está en caos”.
Cecilia conoce la historia de Venezuela, la del continente, las dictaduras que ocurrieron en el
cono sur, la represión que existió acá durante la Cuarta República, todo lo que se ha logrado
construir en estos años. “Quieren que termine un proyecto de país, por eso hay lucha de
clases, se la nota en la lucha por el poder, que es de clases, desde antes de que llegara
Chávez a ser presidente había gente a la que le hacía ruido que fuera humilde, de pueblo,
iba saliendo el racismo y el clasismo, y se desató con la llegada a la presidencia”.
Ante la actual situación la certeza es la del 2002: con la gente. “El chavismo tiene que salir a
la calle, como lo hizo en aquel abril hace 15 años, para defender, no hay otra, ahí vamos a
medir el nivel de compromiso y de consciencia”. A las calles entonces. Dónde el chavismo se
hizo fuerte en el 11, 12, y 13 de abril, donde tiene que reencontrarse hoy, para resistir y
sobre todo seguir avanzando.
17 de septiembre de 2017
Llegó a la Argentina en 1973, exactamente el mismo día del último regreso de Perón al país.
Terminó definir su oficio de cantora popular e intérprete de cuatro mientras estuvo aquí,
hasta un mes después del comienzo de la dictadura. Hoy celebra cuatro décadas y media
con la música desde el primer concierto formal, en 1972, en una universidad de su
Venezuela. Lo hace con una serie de ocho conciertos en Vinilo (Gorriti 3780), cuya segunda
parte se extenderá del jueves al próximo domingo, a las 21. La trayectoria de Cecilia Todd
difícilmente se pueda desligar de los diferentes contextos históricos que atravesó la región.
El sendero que va tomando la entrevista hacia la actualidad venezolana da toda la impresión
de confirmarlo
l ¿Por qué vino al país la primera vez? En principio pensaba viajar a Brasil.
-Tenía, y sigo teniendo, unos grandes amigos, que son del Zimbo Trío, que tenían una
escuela de música muy importante en Brasil y entonces me entusiasmé con esa idea. Eso
involucraba planes familiares de viajar juntos, pero cambiaron esos planes y ahí comenzaron
a llegar músico de aquí, de Argentina. Empecé a relacionarme con ellos y la gente de Buenos
Aires 8 me dijo que tenían una maestra maravillosa (Susana Naidich) y bueno... terminé en
Buenos Aires.
"Es muy fuerte el avasallamiento de la radio que difunde música pagada. El 90 por ciento
pone la música que viene de las grande disqueras internacionales"
-No, no. Ni siquiera pensé que iba a grabar un disco. Las cosas se fueron dando de esta
manera, pero nunca pensé en hacer otra cosas que no fuera la música, nunca. Lo que no
pensé es que pasaran los 45 años tan rápido.
Dice y lanza la primera de las risas suaves que poblarán la entrevista, pese a que la situación
de su país dominará la charla.
"Despacito se oye acá, se oye allá, se oye en China, en Corea, Justin Bieber la grabó... Eso es
la globalización"
l ¿Hay una deuda pendiente en Latinoamérica respecto del conocimiento y difusión de sus
artistas en los países de la región?
-Totalmente, totalmente. Hoy en día, parece mentira, no sabemos lo que pasa en otros
países, ni siquiera el tipo de música que se hace. También la avalancha de la música
hipercomercial ha acabado con todo, o sea no le ha dado espacio a otro tipo de música.
Mientras existan las disqueras... En cada uno de los países hay que hacer algo porque la
mejor manera de conocer un país es a través de la música.
l Se legisló en Venezuela para defender la música propia. ¿Se implementó, se pudo cumplir
o los intereses afectados eran muy grandes y lo impidieron?
-Nosotros hicimos esa ley que se empezó a respetar al principio; después se fue perdiendo
por el camino. Eso habría que retomarlo. Es muy fuerte el avasallamiento de la radio que
difunde música pagada. El 90 por ciento pone la música que viene de las grande disqueras
internacionales. Entonces esa ley protegía muchísimo y las empresas se molestaron mucho
porque no cobraban. Entonces empezaron a buscar la manera de neutralizarla, por ejemplo
no terminaba la canción. Ponían una cuarta parte o la mitad de la canción e iban a
comerciales. Se buscaron las mañas para no cumplir con la cosa. Y faltó autoridad,
definitivamente.
"En cada uno de los países hay que hacer algo porque la mejor manera de conocer un país
es a través de la música"
l Personalmente trabajó para visibilizar el folklore de su país. ¿Qué balance hace de esa
tarea?
-No fui, ni soy yo sola. Muchos están como yo hace 45 años trabajando en esto. Y si estamos
y la gente va a los conciertos significa que gusta lo que hacemos. No es que a la gente no le
guste la música venezolana, es que no se la dan. A través del Ministerio de Cultura se hizo el
Centro Nacional del Disco (Cendis), que tiene un estudio de grabación. Ahí puedes grabar tu
disco gratis. Se graba todo tipo de música, desde lo tradicional de la música venezolana
hasta música de cámara, coros, rock... Te dan tu cd y además se pueden replicar discos. Por
ejemplo, a mí se me acabó el disco con Canciones de Henry Martínez y lo repetimos. Tienes
que presentar un proyecto y una comisión aprueba. Claro, ahí no van a aprobar Despacito
(más sonrisas). Despacito se difundió de una manera bárbara y no sabemos por qué. Y
detrás de esa canción hay otras dos millones con esa intrascendencia y banalidad que se
escucha en todos lados.
l Habló de falta de autoridad para hacer valer algunas disposiciones, lo que contradice la
idea que se suele presentar de un Poder Ejecutivo fuerte.
-Claro, totalmente. Porque no tiene nada que ver lo que dicen los medios de los realmente
pasa en Venezuela. Yo hoy creo que no se puede ser medias tintas. O somos una cosa o
somos la otra. Pero ahorita estamos en una situación muy particular. Estamos en guerra por
todos lados. Nos tienen acosados tremendamente. Guerra económica, guerra mediática,
guerra de todo tipo. Y la mediática es muy fuerte. En estos días hubo una situación, pasó
una cosa... Las manifestaciones violentas de la oposición, que han sido muy violentas y se ha
querido ver al revés. Es una locura: incendian gente, incendian gente. Queman gente viva.
Han quemado gente viva en manifestaciones supuestamente pacíficas. Pero cómo va a ser
pacífico.Y la Guardia Nacional desde Chávez no está armada. Lleva gases lacrimógenos, pero
no armas de fuego. Esa situación fue del 30 de marzo al 30 de julio. Cuatro meses. No podías
salir a la calle.
"El 90 por ciento pone la música que viene de las grande disqueras internacionales"
l ¿Se hizo más chavista con el tiempo?
-Sí, claro, me fui convenciendo más. La oposición me ha hecho más mala (ríe). Es que
hicieron cosas espantosas. Y alguna gente, que está entre los primeros beneficiados está en
contra del gobierno. Es como ocurre en la Argentina. Es que el poder de los medios es muy
fuerte.
-Sí, claro, por supuesto. (Ríe, como siempre) Nada es gratuito, nada es gratuito, nada,
absolutamente nada. Ayer vi un libro que me regalaron de Atahualpa (Yupanqui), que era un
sabio. Cuando lo conocí en esos años antes de venir acá, él me dijo que la música de
nosotros, la música que hacemos es una posición frente a la vida, una posición ideológica
frente a la vida. Es así, la cosa es borrar todo el vestigio cultural de cada uno de los países en
la globalización. Despacito se oye acá, se oye allá, se oye en China, en Corea, Justin Bieber la
grabó... Eso es la globalización: que no estemos inventando que cantamos chacareras y
joropos. No, vas a hacer lo que yo diga, el imperio. Sí que tiene correlación.
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31 de julio de 2017
Cecilia Todd fue a votar “con miedo” a ser “quemada viva por chavista”
Castro aseveró este lunes que “ha sido un voto masivo a favor de la Asamblea
Constituyente. Votaron más de 8 millones de personas en Venezuela. Y han tenido que
soportar obstáculos muy grandes porque la oposición, que es muy violenta, había
amenazado a los votantes incluso con la muerte. Parece una cosa muy rara de creer pero es
así”.
“Yo por ejemplo hablé con Cecilia Todd, la cantante venezolana, le pregunté cómo estaba y
me dijo que tenía que ir a dormir la noche anterior a Caracas y salir de su casa en medio de
la noche con mucho sigilo porque corrían riesgo los votantes. Me mando un escrito que
dice: ‘Salimos con el alma en vilo por miedo a ser descubiertos y quemados vivos por ser
chavistas’. Ese es el clima que se vive en Venezuela”, contó.
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Todd dijo que durante la Primera Feria del Libro como parte de esta nueva visión cultural, la
gente usaba carritos de supermercados para adquirir obras que antes eran muy costosas de
comprar. “Y luego era súper-accesible. ¡Cómo cambió todo!”.
Además, se rescataron teatros y se abrieron al público para ofrecer obras populares, clásicas
y de diversa temática al pueblo.
“Debemos retomar y seguir defendiendo nuestros valores, cultura y venezolanidad hoy más
que nunca…debemos seguir apostando por lo nuestro”, expuso.
Propuso que en lo referente a la música, tal como se ha hecho con varias categorías, hay
necesidad de hacer un “Corazón venezolano” que abarque todos los géneros musicales de
Venezuela en un solo conjunto.
Dijo que hay cosas elementales que están pendientes, como enseñar a los niños y niñas la
música venezolana desde pequeñitos.
“Tenemos que enseñar a los niños de las escuelas lo que somos, la música, el cuatro, una
materia obligatoria desde chiquito, qué celebramos, qué es el Tamunangue, las tradiciones,
para que los niños conozcan sus raíces y aprendan a amarlas”.
Además, dijo Todd, es necesario que los padres ayuden a sus hijos con esta tarea, con
ejemplos desde la propia casa.
Para la trovadora, de la estirpe de Violeta Parra, muchos de los violentos que incendian las
calles de Venezuela «ni siquiera son estudiantes, sino terroristas entrenados y financiados»
para generar el caos en el país y culpar por ello al Presidente constitucional, Nicolás
Maduro. «A los verdaderos estudiantes que se sumaron a las protestas, los dejaron solos»
contó Cecilia, refiriéndose a la dirigencia opositora.
El conversatorio musical en el Casal del Alba fue la última etapa de la artista en la ciudad de
Barcelona, antes de seguir su gira internacional por Alemania, Francia, Suiza, China y Japón.
Nacida en Caracas, Cecilia Todd es una de las máximas exponentes de la música folclórica y
popular de Venezuela. Merengue, parranda, joropo, tonada, bambuco… durante décadas la
cantora viajó a lo largo y ancho de todo el país para recoger el material musical desde las
mismas fuentes regionales, hasta caracterizarse por un registro rítmico amplísimo y único
que la llevó a cantar con celebres figuras de la música como Joan Manuel Serrat, Silvio
Rodríguez, Pablo Milanés y Mercedes Sosa, entre otros. Consulado
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“Vimos como quemaron clínicas, hospitales, guarderías. También quemaron vivas a 26
personas, 9 de ellas murieron”, relató la cantante venezolana Cecilia Todd sobre las
manifestaciones y sucesos ocurridos en Venezuela, de los que culpa a la “oposición
golpista”. Estas declaraciones las dio durante un conversatorio en la Casa del Alba en
Barcelona, España, y eso fue lo que el Consulado de Venezuela en la ciudad decidió recoger
y enviar en una nota de prensa a los medios de la localidad.
Colombia redujo cultivos ilegales pero sigue siendo el mayor productor de cocaína
La nota está fechada el 23 de mayo con membrete de la oficina consular venezolana en
Barcelona y relata lo que la cantante expuso al público. Habló de lo que ella considera son
actos terribles perpetrados por la oposición venezolana a la que llama “golpista”.
“Para la trovadora, de la estirpe de Violeta Parra, muchos de los violentos que incendian las
calles de Venezuela ‘ni siquiera son estudiantes, sino terroristas entrenados y financiados’
para generar el caos en el país y culpar por ello al presidente constitucional, Nicolás
Maduro. ‘A los verdaderos estudiantes que se sumaron a las protestas, los dejaron solos’
contó Cecilia, refiriéndose a la dirigencia opositora”.
El consulado asegura que la cantante se equipara con artistas como Violeta Parra.
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